Jue 20 Nov 2025
Adviento: El Dios que llega para sanar la Casa Común
Por Fray Jorge Ferdinando Rodriguez Ruiz - “El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en tierras de sombras una luz les ha brillado” Isaías 9, 1.Tenemos la posibilidad de asombrarnos como personas de fe ante la llegada del Adviento, razón por la cual la iglesia nos invita para afinar el oído del corazón, de tal manera que podamos escuchar los pasos del Señor que viene. Como enseñaba el papa Francisco, la espera cristiana no es pasiva ni indiferente, sino un “despertar interior que nos disponga a cuidar la fragilidad de la vida y del mundo” (Francisco, 2015). En tal sentido para Colombia, lugar bendecido por selvas, páramos, ríos y comunidades tanto urbanas como rurales, el Adviento nos urge a discernir los signos de esperanza que brotan aún en medio de la violencia contra la creación y contra los más pobres.Al adentrarnos en el sagrado tiempo de Adviento, la Iglesia nos invita a redescubrir la hondura espiritual de la espera, esa espera activa que configura la identidad del pueblo que aguarda la venida del Señor. Como fraile dominico experimento desde la tradición de la Orden de Predicadores, la vigilancia contemplativa como elemento inseparable de la responsabilidad ética, pues “contemplar y dar a los demás lo contemplado” implica asumir la historia concreta en donde Dios se revela y en donde la creación clama a través de sus creaturas.En la Sagrada Escritura encontramos palabras preciosas para iluminar este itinerario. El profeta Isaías proclama que “brotará un renuevo del tronco de Jesé” (Is 11, 1), recordándonos que la esperanza mesiánica surge precisamente en territorios aparentemente devastados. En Colombia, donde tantos ecosistemas han sido heridos por la extracción desordenada, los monocultivos y la violencia territorial, este mensaje resuena como una gran invitación a reconocer que Dios hace brotar vida aun en suelos desgastados. San Pablo, en su visión cósmica de la redención, nos recuerda que “toda la creación gime y sufre dolores de parto” (Rom 8, 22); pero esos gemidos no son anuncio de muerte, sino preludio de un “alumbramiento” que exige conversión ecológica y compromiso ético.Desde la comunidad de hermanas y hermanos que bebemos de las fuentes de Santo Domingo de Guzmán, compartimos algunas de las voces contemporáneas que nos ayudan a profundizar en esta perspectiva y que nos ofrecen horizontes de reflexión para acoger este llamado a realizar un “giro antropológico” para experimentar las teologías del cuidado. Recientemente fray Timothy Radcliffe O.P., recordaba a los miembros del Sínodo que la esperanza cristiana “no es ingenuidad ni evasión, sino la decisión de creer que la gracia puede renacer incluso allí donde la historia parece estéril. Esperar en la fe es un acto valiente que mira de frente la fragilidad del mundo sin renunciar a la confianza en la gracia que lo puede renovar” (Radcliffe, 2024). También el teólogo dominico fray Carlos Azpiroz Costa O.P., señala que la predicación de las personas de la Iglesia exige hoy “entrar en diálogo con los clamores de la humanidad y de la naturaleza, pues ambos expresan la verdad que Dios desea revelar” (Azpiroz Costa, 2010). Y la dominica Verónica Ropero O.P., especialista en ética ecológica, recuerda que “la espiritualidad dominicana, marcada por la búsqueda de la verdad, nos impulsa a escuchar también la verdad que la tierra herida intenta manifestar y comunicar” (Ropero, 2018).Finalmente, fray Edward Schillebeeckx O.P., enseñaba que la salvación acontece donde surge la vida. Por ello una predicación auténtica del adviento debe: anunciar la esperanza, denunciar la injusticia ecológica y acompañar a las comunidades vulneradas (Schillebeeckx, 1980). El teólogo subraya que la revelación de Dios se da en la historia y en la realidad concreta, lo que incluye la naturaleza. Esto implica que la creación no es un simple escenario, sino parte del proyecto salvífico.De otra parte, el papa León XIV nos invita en el contexto de sus recientes encuentros, especialmente en el del Jubileo de la educación, a comprender que la educación de las personas requiere espacios transformadores de la cultura y de las prácticas sociales para “unir la justicia social y la justicia ambiental, promoviendo la sobriedad y los estilos de vida sostenibles, a formar conciencias capaces de elegir no solo lo conveniente, sino también lo correcto. La educación mide su valor en función de la dignidad, la justicia y la capacidad de servir al bien común” (León XIV, Trazando nuevos mapas de esperanza, 2025)El Adviento se constituye para nosotros como creyentes en un ejercicio de contemplación encarnada: preparar el camino del Señor implica restaurar los cauces de los ríos devastados, proteger los páramos amenazados, fortalecer las comunidades campesinas e indígenas que son custodias vivas de la creación y promover estructuras económicas y sociales que honren la dignidad de toda vida.El Adviento en Colombia se convierte en un llamado a preparar el camino del Señor derribando las montañas de la indiferencia, enderezando los senderos de la injusticia ambiental y protegiendo las vidas que Dios nos confía. Que este tiempo litúrgico sea un kairós (Tiempo cualitativo de Dios) para renovar la esperanza y custodiar con ternura la tierra que habitamos. Que este Adviento sea para nosotros un tiempo de contemplación activa, de escucha profunda y de compromiso decidido con la justicia, la paz y el cuidado de la creación que nos ha sido confiada.¿Qué novedad podría emerger para nuestras comunidades en este tiempo litúrgico? ¿Qué lugares geográficos podríamos transformar como fruto de nuestra comprensión en la fe? ¿Cuáles periferias sociales vamos a iluminar con nuestra acción transformadora fruto de la celebración del adviento? ¿Cuáles cambios podemos incorporar en nuestras instituciones eclesiales para “conectarnos” con las prácticas de cuidado de la Casa Común?Fray Jorge Ferdinando Rodriguez Ruiz, O.PReferenciasAzpiroz Costa, C. (2010). Predicación y esperanza en tiempos de crisis. Editorial de la Orden de Predicadores.Betto, F. (2015). Ecología y espiritualidad liberadora. Paulinas.Bruguès, J.-L. (2011). La encarnación y la dignidad de la creación. Éditions du Cerf.Claverie, P. (2000). Cartas y escritos espirituales. Éditions du Cerf.Enns, E. (2011). Restorative Justice and Earth Healing. Dominican Eco-Justice Press.Francisco. (2015). Laudato Si’: Sobre el cuidado de la casa común. Libreria Editrice Vaticana.Galiardi, M. (2014). La Tierra como comunidad de vida: Perspectivas dominicanas. Dominican Sisters Publications.Grey, M. (2011). The Outrageous Pursuit of Hope: Ecofeminist Readings for the Church. Dominican Sisters Publications.Gutiérrez, G. (2003). Teología de la liberación: Perspectivas. CEP.León XIV. Carta Apostólica Trazando nuevos mapas de esperanza (octubre 2025). Libreria Editrice Vaticana.Monge, C. (2019). Verdad, justicia y diálogo en tiempos de crisis ecológica. Edizioni Domenicane.Radcliffe, T. (2012). What is the Point of Being a Christian? Editorial de la Orden de Predicadores.Ropero, V. (2018). Ética dominicana y cuidado de la creación. Ediciones Espíritu y Verdad.Schillebeeckx, E. (1980). Cristo y los cristianos. Ediciones Sígueme.