Jue 16 Mar 2017
Abandonémonos en las manos del Señor
Este domingo, es un domingo muy significativo en el itinerario cuaresmal, pues empezamos a descubrir el sentido de nuestro bautismo y se nos invita a abandonarnos cada vez más en las manos del Señor. Animados por la fe y sintiéndonos comunidad celebrativa, participemos de esta celebración y bebamos de la fuente misma de la salvación.
Lecturas
[icon class='fa fa-play' link=''] Primera lectura: Éx 17,3-7[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Salmo: 95(94),1-2.6-7ab.7c-9[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: Rm 5,1-2.5-8[/icon]
[icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Jn 4,5-42 (forma larga) o Jn 4,5-15. 19b-26.39a.40-42 (forma breve).[/icon]
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon]
El itinerario hacia la luz pascual va avanzando y al llegar al tercer domingo de Cuaresma, nuestro caminar bautismal nos deja resonar las palabras del salmista que nos invita constantemente a escuchar la voz del Señor, para descubrir a Cristo, el agua viva.
Este itinerario cuaresmal se torna cada vez más bautismal y máxime en los domingos 3,4 y 5 de Cuaresma, cuando el Evangelista Juan nos guiará a través de su típico “Yo soy” al descubrimiento y encuentro personal y comunitario con Jesucristo.
¿Qué dice la Palabra? Este recorrido nos lleva a descubrir a Dios que nos habla de manera concreta. En la primera lectura, la experiencia abrumadora del desierto lleva al pueblo elegido a sentir la sed del camino y el desaliento en la experiencia de libertad. Moisés es el instrumento pero Dios es el protagonista de una acción maravillosa: Dios se hace vida y calma la sed de Israel, porque cuando se hace presente Dios, entonces el pueblo se “enciende en el fuego del amor divino” (Cf. prefacio del día). De esta manera, el pueblo está llamado a abrir sus oídos para escuchar la voz de Dios que le habla en la historia y se comunica en sus siervos y en su Palabra concreta, para que inundados ya no del agua perecedera sino del amor de Dios podamos experimentar el perdón y el don divino del Espíritu (Cf. segunda lectura).
En el diálogo con la samaritana queda claro que Cristo se presenta como el agua viva que sacia la sed de la humanidad y en esa automanifestación de Jesús, el agua cobra un nuevo significado porque sus efectos “saltan hasta la vida eterna”. ¿Qué nos dice la palabra? El momento de apropiación de la palabra celebrada debe llevar a plantearse algunos interrogantes concretos:
* ¿Cómo ha sido mi caminar cuaresmal y mi relación con el Señor?
* ¿Siento que Jesús es de verdad el agua viva que sacia mi sed?
* ¿Qué cosas de mi pasado me siguen atando y no me permiten ver a Jesús como el que calma mi sed?
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO SITUACIONAL[/icon]
Vivir el camino cuaresmal debe llevar a una revisión permanente de nuestros compromisos bautismales, y cada comunidad debe ser consciente que sólo llega a la montaña santa de la Pascua quien se abandona en las manos del Omnipotente y se hace dócil a las insinuaciones del Espíritu.
En una época tan crucial para nosotros los colombianos, que estamos en un camino de búsqueda de la paz verdadera y de un convencimiento de que sólo en Jesús podemos hallar la felicidad auténtica, esta palabra cobra vida porque nos presenta a Cristo como la verdadera y única fuente de agua viva, que tiene poder para saciar los anhelos de la humanidad entera. El trabajo del homileta es poder hacer cercana esta Palabra a la realidad concreta de su comunidad.
[icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon]
El bautismo se entiende siempre como el sumergirse en la realidad del misterio pascual de Cristo, es una pascualización del ser humano y por eso el camino cuaresmal halla su sentido profundo en estos domingos, cuando Cristo se define como agua viva y como luz.
Quienes hemos emprendido el camino de ascenso a la montaña santa de la Pascua, somos conscientes de que este camino es una renovación bautismal y que en cada liturgia se nos regala la posibilidad de comprender y vivir mejor nuestro itinerario.
El cristiano celebra a Cristo agua viva y lo comprende plenamente cuando bebe su sangre y se alimenta del Cristo total, para experimentar la plenitud que trae la Eucaristía y la grandeza de celebrarla en el contexto cuaresmal.
[icon class='fa fa-play' link='']Recomendaciones prácticas[/icon]
Pueden colocarse en la cartelera parroquial, expresiones y palabras como: Agua viva, dame de beber, Derramaré un agua pura.
Signo que podría resaltarse, jarrón con agua o adornar el bautisterio y hacerlo visible para la asamblea.
Insistir en que la Cuaresma es camino para la renovación del Bautismo recibido.
El Prefacio de hoy es propio: «La Samaritana», p. 95 del Misal.
En este domingo se celebra el primer escrutinio de preparación para el Bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia Pascual, a los sacramentos de la Iniciación Cristiana, usando las oraciones e intenciones propias, como se encuentran en las pp. 801-803 del Misal.
Recordar que:
Mañana lunes 20 de marzo, es la solemnidad de san José, esposo de la Santísima Virgen María. En Colombia no es día de precepto.
El sábado 25, es la Solemnidad de la Anunciación del Señor.