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Iglesia

Lun 17 Ene 2022

Obispo de Arauca pide a actores del conflicto parar "torbellino de asesinatos"

Frente a la compleja situación que se agraba en el Departamento de Arauca, el obispo de esta región del país, monseñor Jaime Cristóbal Abril González, reitera su cercanía y solidaridad con la población afectada y les anima a crecer en la esperanza. El obispo al presentar una radiografía del panorama sobrío que allí se vive, constata que la reactivación directa de la confrontación armada entre grupos insurgentes, ha llevado al agravamiento de la crisis social y como consecuencia de ello se evidencia: asesinatos selectivos, desplazamiento forzado, amenaza a líderes y liderezas, atentados explosivos, quema de vehículos, entre otros. En un mensaje el obispo reitera que la "vida es sagrada y es un don precioso recibido de Dios y que nadie le está permitido arrebatar a otro", por lo que llama a los actores directos del conflicto para que "pasen de la recriminación mutua, que busca colocar en el otro al único responsable de los hechos a generar el pretexto para las acciones de respuesta, a una reflexión propia, al análisis sereno de los acontecimientos, al afrontar la verdad y clarificar los hechos, a parar, a parar, el creciente torbellino de asesinatos, actos violentos y amenazas, a colocar en primer lugar el bien de esa población civil". Igualmente, hace un llamado vehemente a las autoridades civiles para que busquen salvaguardar la vida e integridad de la población, así como concretar de manera integral planes de contingencia y ayuda humanitaria. A la Comunidad Internacional les pide seguir ofreciendo su acompañamiento y apoyo a la población y a las estructuras organizativas que están presentes en esta zona del país. Por otra parte, ante la desinformación que se ha venido generando a través de las redes sociales, con comunicados, videos y grabaciones faltos de veracidad, sembrando en la población incertidumbre, confusión y temor, el prelado exhorta a todas las personas a "ser prudentes en nuestros comentarios, evitemos todo juicio temerario, acusación o señalamiento que pueda poner en riesgo la vida e integridad de cualquier persona". Finalmente, reitera que Iglesia Católica en Arauca, siempre estará dispuesta a renovar el compromiso con la paz, la justicia y el bien de todos. "Expresamos nuestra disponibilidad a poder aportar desde lo que nos corresponde, a la superación de la situación que estamos viviendo". DESCARGAR COMUNICADO [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Vie 14 Ene 2022

FRANCISCO: La paternidad en tiempos de COVID y el testimonio de San José

Entrevista del Papa Francisco con los medios vaticanos sobre la paternidad en tiempos del Covid y el testimonio de San José, ejemplo de fuerza y ternura para los padres de hoy. El Año especial sobre San José se concluyó el pasado 8 de diciembre, pero la atención y el amor del Papa Francisco por este Santo no se han concluido, es más, se desarrollan aún más con las catequesis que, desde el pasado 17 de noviembre, se están centrando en la figura del Patrón de la Iglesia universal. L’Osservatore Romano, el periódico del Papa, ha publicado una columna mensual a lo largo de todo el 2021. También la ha recogido el portal de Vatican News. Han dedicado cada número a un capítulo de la Carta Apostólica sobre San José. Esa columna que ha hablado de padres, pero también de hijos y de madres en diálogo ideal con el Esposo de María, ha suscitado el deseo de poder confrontar al Papa precisamente sobre el tema de la paternidad en sus diversas facetas, desafíos y complejidades. El resultado es esta entrevista, en la que Francisco responde a nuestras preguntas mostrando todo su amor por la familia, su proximidad a quien experimenta el sufrimiento y el abrazo de la Iglesia a los padres y a las madres que hoy deben afrontar miles de dificultades para dar un futuro a sus hijos. Pregunta: Santo Padre, usted ha establecido un Año especial dedicado a San José, ha escrito una carta, la Patris Corde, y está llevando a cabo un ciclo de catequesis dedicadas a su figura. ¿Qué representa San José para usted? Respuesta: Nunca he escondido la sintonía que siento hacia la figura de San José. Creo que esto viene de mi infancia, de mi formación. Desde siempre he cultivado una devoción especial por San José porque creo que su figura representa, de manera hermosa y especial, lo que debería ser la fe cristiana para cada uno de nosotros. José, de hecho, es un hombre normal y su santidad consiste precisamente en haberse convertido en santo a través de las circunstancias buenas y malas que ha debido vivir y afrontar. No podemos tampoco esconder que a San José lo encontramos en el Evangelio, sobre todo en los relatos de Mateo y de Lucas, como un protagonista importante de los inicios de la historia de la salvación. En efecto, los acontecimientos que rodearon el nacimiento de Jesús fueron acontecimientos difíciles, llenos de obstáculos, de problemas, de persecuciones, de oscuridad y Dios, para ir al encuentro de Su Hijo que nacía e el mundo le coloca al lado a María y a José. Si María es aquella que dio al mundo el Verbo hecho carne, José es aquel que lo defendió, que lo protegió, que lo alimentó, que lo hizo crecer. En él podremos decir que está el hombre de los tiempos difíciles, el hombre concreto, el hombre que sabe asumir la responsabilidad. En este sentido, en San José se unen dos características. Por una parte, su fuerte espiritualidad se traduce en el Evangelio a través de los relatos de los sueños; estos relatos atestiguan la capacidad de José para escuchar a Dios que habla a su corazón. Sólo una persona que reza, que tiene una intensa vida espiritual, puede tener también la capacidad de distinguir la voz de Dios en medio de las muchas voces que nos habitan. Junto a esta característica después hay otra: José es el hombre concreto, es decir, el hombre que afronta los problemas con extrema practicidad, y frente a las dificultades y a los obstáculos, no asume nunca la posición del victimismo. En cambio, se sitúa siempre en la perspectiva de reaccionar, de corresponder, de fiarse de Dios y de encontrar una solución de manera creativa. Pregunta: ¿Esta atención renovada a San José en este momento de prueba tan grande asume un significado particular? Respuesta: El tiempo que estamos viviendo es un tiempo difícil marcado por la pandemia del coronavirus. Muchas personas sufren, muchas familias están en dificultades, muchas personas se ven asediadas por la angustia de la muerte, de un futuro incierto. He pensado que precisamente en un tiempo tan difícil necesitamos a alguien que pueda animarnos, ayudarnos, inspirarnos, para entender cuál es el modo juntos para saber afrontar estos momentos de oscuridad. José es un testimonio luminoso en tiempos oscuros. He aquí por qué era justo darle espacio en este tiempo para poder volver a encontrar el camino. Pregunta: Su ministerio petrino inició precisamente el 19 de marzo, día de la fiesta de San José… Respuesta: He considerado siempre una delicadeza del cielo poder iniciar mi ministerio petrino el 19 de marzo. Creo que, de algún modo, San José me ha querido decir que continuaría ayudándome, estando junto a mí y yo podría continuar pensando en él como un amigo al que dirigirme, al que confiarme, al que pedir que interceda y rece por mí. Pero ciertamente esta relación, que se da por la comunión de los santos, no sólo me está reservada a mí, creo que puede ser de ayuda para muchos. Por eso espero que el año dedicado a San José haya llevado a muchos cristianos a redescubrir el profundo valor de la comunión de los santos, que no es una comunión abstracta, sino una comunión concreta que se expresa en una relación concreta y tiene consecuencias concretas. Pregunta: En la columna sobre la Patris Corde, organizada por L´Osservatore Romano durante el Año especial dedicado a San José, hemos enlazado la vida del Santo con la de los padres, pero también con la de los hijos de hoy. ¿Qué pueden recibir del diálogo con San José los hijos de hoy, es decir, los padres del mañana? Respuesta: No se nace padres, pero ciertamente todos nacemos hijos. Esta es la primera cosa que debemos considerar, es decir, cada uno de nosotros más allá de lo que la vida le ha reservado, es sobre todo un hijo, ha estado confiado a alguien, proviene de una relación importante que lo ha hecho crecer y que lo ha condicionado en el bien o en el mal. Tener esta relación y reconocer su importancia en la propia vida significa comprender que un día, cuando tengamos la responsabilidad de la vida de alguien, es decir, cuando debamos ejercer una paternidad, llevaremos con nosotros sobre todo la experiencia que hemos hecho personalmente. Y es importante entonces poder reflexionar sobre esta experiencia personal para no repetir los mismos errores y para atesorar las cosas hermosas que hemos vivido. Estoy convencido de que la relación de paternidad que José tenía con Jesús ha influenciado tanto su vida hasta el punto de que la futura predicación de Jesús está plena de imágenes y referencias tomadas precisamente del imaginario paterno. Jesús, por ejemplo, dice que Dios es Padre, y no puede dejarnos indiferentes esta afirmación, especialmente si pensamos en la que ha sido su personal experiencia humana de paternidad. Esto significa que José lo ha hecho tan bien como padre que Jesús encuentra en el amor y la paternidad de este hombre la referencia más hermosa para dar a Dios. Podríamos decir que los hijos de hoy que se convertirán en los padres de mañana deberían preguntarse qué padres han tenido y qué padres quieren ser. No deben dejar que su papel paternal sea el resultado de la casualidad o simplemente la consecuencia de una experiencia pasada, sino que deben decidir conscientemente de qué modo amar a alguien, de qué modo responsabilizarse de alguien. Pregunta: En el último capítulo de Patris Corde se habla de José como padre en la sombra. Un padre que sabe estar presente pero dejando al hijo libre para crecer. ¿Es posible esto en una sociedad que parece premiar solo a quién ocupa espacios y visibilidad? Respuesta: Una de las características más hermosas del amor, y no solo de la paternidad, es, de hecho, la libertad. El amor genera siempre libertad, el amor nunca debe convertirse en una prisión, en posesión. José nos muestra la capacidad de cuidar de Jesús sin adueñarse nunca de él, sin querer manipularlo, sin querer distraerlo de su misión. Creo que esto es muy importante como prueba de nuestra capacidad de amar y también de nuestra capacidad de saber dar un paso atrás. Un buen padre lo es cuando sabe retirarse en el momento oportuno para que su hijo pueda emerger con su belleza, con su singularidad, con sus elecciones, con su vocación. En este sentido, en toda buena relación es necesario renunciar al deseo de imponer una imagen desde arriba, una expectativa, una visibilidad, una forma de llenar completa y constantemente la escena con excesivo protagonismo. La característica de José de saber hacerse a un lado, su humildad, que es también la capacidad de pasar a un segundo plano, es quizá el aspecto más decisivo del amor que José muestra por Jesús. En este sentido es un personaje importante, me atrevería a decir que esencial en la biografía de Jesús, precisamente porque en un momento determinado sabe retirarse de la escena para que Jesús pueda brillar en toda su vocación, en toda su misión. A imagen y semejanza de José, debemos preguntarnos si somos capaces de saber dar un paso atrás, de permitir que los demás, y sobre todo los que nos han sido confiados, encuentren en nosotros un punto de referencia pero nunca un obstáculo. Pregunta: En varias ocasiones usted ha denunciado que la paternidad hoy está en crisis. ¿Qué se puede hacer, qué puede hacer la Iglesia, para devolver la fuerza a las relaciones padre-hijo, fundamentales para la sociedad? Respuesta: Cuando pensamos en la Iglesia pensamos en ella siempre como Madre y esto no es algo equivocado. También yo en estos años he tratado de insistir mucho en esta perspectiva porque el modo de ejercer la maternidad de la Iglesia es la misericordia, es decir, es ese amor que genera y regenera la vida. ¿El perdón, la reconciliación no son tal vez un modo a través del que nos volvemos a poner en pie? ¿No es un modo a través del que recibimos nuevamente la vida porque recibimos otra posibilidad? ¡No puede existir una Iglesia de Jesucristo si no es a través de la misericordia! Pero creo que deberemos tener el valor de decir que la Iglesia no debería ser solo materna sino también paterna. Es decir, está llamada a ejercer un ministerio paterno no paternalístico. Y cuando digo que la Iglesia debe recuperar este aspecto paterno me refiero precisamente a la capacidad paterna de colocar a los hijos en condiciones de asumir las propias responsabilidades, de ejercer la propia libertad, de hacer elecciones. Si por un lado la misericordia nos sana, nos cura, nos consuela, nos anima, por el otro lado el amor de Dios no se limita simplemente a perdonar, a sanar, sino que el amor de Dios nos empuja a tomar decisiones, a despegar. Pregunta: A veces, el miedo, más aún en este tiempo de pandemia, parece paralizar este impulso… Respuesta: Sí, este periodo histórico es un periodo marcado por la incapacidad de tomar decisiones grandes en la propia vida. Nuestros jóvenes muy a menudo tienen miedo de decidir, de elegir, de ponerse en juego. Una Iglesia es tal no solo cuando dice sí o no, sino sobre todo cuando anima y hace posible las grandes elecciones. Y cada elección siempre tiene consecuencias y riesgos, pero a veces por el miedo a las consecuencias y a los riesgos permanecemos paralizados y no somos capaces de hacer nada ni de elegir nada. Un verdadero padre no te dice que irá siempre todo bien, sino que incluso si te encontrarás en la situación en la que las cosas no irán bien podrás afrontar y vivir con dignidad también esos momentos, también esos fracasos. Una persona madura se reconoce no en las victorias sino en el modo en el que sabe vivir un fracaso. Es precisamente en la experiencia de la caída y de la debilidad como se reconoce el carácter de una persona. Pregunta: Para usted es muy importante la paternidad espiritual. ¿Los sacerdotes cómo pueden ser padres? Respuesta: Decíamos antes que la paternidad no es algo que se da por descontado, no se nace padres, como mucho uno se convierte en ello. Igualmente, un sacerdote no nace ya padre sino que debe aprenderlo un poco cada vez, a partir sobre todo del hecho de reconocerse hijo de Dios pero también hijo de la Iglesia. Y la Iglesia no es un concepto abstracto, es siempre el rostro de alguien, una situación concreta, algo a lo que podemos dar un nombre bien preciso. Nuestra fe cristiana no es algo que siempre hemos recibido a través de una relación con alguien. La fe cristiana no es algo que se pueda aprender en los libros o en un simple razonamiento, sino que es siempre un pasaje existencial que pasa por las relaciones. Así, nuestra experiencia de fe surge siempre del testimonio de alguien. Por tanto, debemos preguntarnos cómo vivimos nuestra gratitud hacia estas personas y, sobre todo, si conservamos la capacidad crítica de saber distinguir lo que no es bueno que ha pasado a través de ellas. La vida espiritual no es diversa de la vida humana. Se un buen padre, humanamente hablando, es tal porque ayuda al hijo a convertirse en sí mismo, haciendo posible su libertad y empujándole a las grandes decisiones, de igual modo un buen padre espiritual lo es cuando no cuando sustituye la conciencia de las personas que se confían a él, no cuando responde a las preguntas que estas personas se llevan en el corazón, no cuando domina la vida de los que le han sido confiados, sino cuando de manera discreta y al mismo tiempo firme es capaz de indicar el camino, de ofrecer claves de lecturas diversas, ayudar en el discernimiento. Pregunta: ¿Qué es más urgente hoy para dar fuerza a esta dimensión espiritual de la paternidad? Respuesta: La paternidad espiritual es muy a menudo un don que nace sobre todo de la experiencia. Un padre espiritual puede compartir no tanto sus conocimientos teóricos, sino sobre todo su experiencia personal. Sólo así puede serle útil a un hijo. Hay una gran urgencia, en este momento histórico, de relaciones significativas que podríamos definir como paternidad espiritual, pero -permítanme decir- también maternidad espiritual, porque este papel de acompañamiento no es una prerrogativa masculina o sólo de los sacerdotes. Hay muchas religiosas buenas, muchas consagradas, pero también muchos laicos que tienen una gran experiencia que pueden compartir con otras personas. En este sentido, la relación espiritual es una de esas relaciones que necesitamos redescubrir con más fuerza en este momento histórico, sin confundirla nunca con otras vías de naturaleza psicológica o terapéutica. Pregunta: Entre las dramáticas consecuencias del Covid está también la pérdida del trabajo de muchos padres. ¿Qué le gustaría decir a estos padres en dificultades? Respuesta: Siento muy cercano el drama de esas familias, de esos padres y de esas madres que están viviendo una particular dificultad, agravada sobre todo a causa de la pandemia. No creo que sea un sufrimiento fácil de afrontar el de no conseguir dar el pan a los propios hijos y de sentirse encima la responsabilidad de la vida de los demás. En este sentido, mi oración, mi cercanía, y también todo el apoyo de la Iglesia es para estas personas, para estos últimos. Pero pienso también en tantos padres, en tantas madres, en tantas familias que escapan de las guerras, que son rechazadas en los confines de Europa y no solo y que viven situaciones de dolor, de injusticia, y que nadie toma en serio o ignora deliberadamente. Quisiera decir a estos padres, a estas madres, que para mí son héroes porque encuentro en ellos el coraje de quien arriesga su propia vida por amor a sus hijos, por amor a su familia. También María y José han experimentado este exilio, esta prueba, debiendo escapar a un país extranjero a causa de la violencia y del poder de Herodes. Este sufrimiento suyo les hace cercanos precisamente a estos hermanos que hoy sufren las mismas pruebas. Que estos padres se dirijan con confianza a San José sabiendo que como padre él mismo ha experimentado la misma experiencia, la misma injusticia. y a todos ellos y a sus familias quisiera decir que no se sientan solos. El Papa se acuerda de ellos siempre y en la medida de lo posible continuará dándoles voz y no los olvidará. Fuente: Agencia católica ZENIT

Vie 14 Ene 2022

Basílica de Chiquinquirá prepara acto de restitución

El pasado 9 de julio, el lienzo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, que desde hace 435 años encarna la presencia amorosa de la Madre de Dios en Colombia, sufrió un intento de hurto, precisamente el día de su fiesta litúrgica y cuando en los jardines Vaticanos se entronizaba un hermoso mosaico réplica de su imagen, regalo del pueblo colombiano y de la Orden Dominicana, al Papa Francisco. Ante estos lamentables hechos, los frailes dominicos del Santuario Mariano Nacional, han mencionado que las preciosas alhajas, donación de sus devotos peregrinos y con las que fue coronada cómo Reina y Patrona de la nación hace más de cien años, han sido plenamente restauradas, proceso que tardó aproximadamente dos meses, y en la actualidad se adelanta un minucioso estudio científico, para garantizar la seguridad de la imagen y las condiciones óptimas de luminosidad, humedad y temperatura. Sin afectar el acceso de los miles de peregrinos que visitan la más hermosa basílica de la república. Fray Carlos Mario Alzate Montes, O.P, rector del Santuario Mariano Nacional, ha señalado que el próximo 9 julio del presente año, se realizará el acto de restitución de sus joyas en lo que se espera sea un homenaje multitudinario a la celestial Señora. “Esperamos que sea una ocasión para que, junto a nuestros obispos, agradezcamos a la Virgen su protección y auxilio sobre el pueblo colombiano y encomendemos a ella, una vez más, la paz y el progreso de nuestro amado país”, aseguró Fray Carlos Mario. Este acto de restitución de sus alhajas revivirá aquél 9 de julio de 1919, cuando en gobierno de Marco Fidel Suárez, en la Plaza de Bolívar de la ciudad de Bogotá y ante la mirada del pueblo colombiano, la sagrada imagen fue coronada como Reina y Patrona.

Vie 14 Ene 2022

Voz del Pastor | 16 de enero de 2022

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Juan 2,1-11

Jue 13 Ene 2022

Secretario general del episcopado invita a poner en manos de Dios los proyectos del 2022

Este jueves 13 de enero, con una eucaristía presidida por monseñor Luis Manuel Alí Herrera, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), se dio apertura de manera oficial a las labores de la institución para el año 2022. El también obispo auxiliar de Bogotá, presentó en nombre de los obispos un saludo de bienvenida a los directores de departamentos y funcionarios del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), animándolos al encuentro y a poner en manos de Dios los proyectos que se encaminen. En su homilía, el prelado comenzó citando las lecturas bíblicas del día, que fueron tomadas del primer libro de Samuel y del evangelista San Marcos. Recordó que en el texto de Samuel se invita a reconocer que debemos poner en la presencia del Señor nuestros proyectos personales, familiares e institucionales y a estar seguros que Él escucha atentamente cada una de nuestras propuestas. Igualmente, dijo que “cada uno de los presentes, estamos llamados por el Señor a responder a situaciones y circunstancias, pero también a proyectos, en el aquí y en el ahora, en todo lo que nosotros estamos viviendo en nuestras realidades humanas”. Agregó que, en los proyectos humanos también se debe tener esa cuota de realismo. “Especialmente desde nuestra condición de creyentes no podemos manipular nuestra experiencia religiosa al pensar que el arca de la alianza es nuestra aliada en los momentos de prueba y de lucha”. Al referirse al texto del evangelista San Marcos, señaló que este, nos invita a tomar conciencia en cada uno de nuestros proyectos de lo que es fundamental para el servicio y el respeto de la dignidad humana. “Por eso más que reflexionar sobre el personaje del leproso que nos presenta el evangelista San Marcos, es la actitud misericordiosa del Señor la que nos llama la atención. Es aquel que rompe todas las barreras culturales, sociales y religiosas (…) El Señor ante este leproso hace tomar conciencia que todo ser humano es digno y nadie puede ser manipulado, controlado, cosificado e irrespetado”, aseveró. Finalmente, pidió unirse en oración para seguir creciendo y permitir que estas reflexiones que sugieren hoy las lecturas “sirvan de inspiración para dejarnos tocar por el Señor en cada uno de nuestros proyectos y en las actividades que estamos programando”.

Mar 11 Ene 2022

Francisco: "Conflictos en el mundo son facilitados por abundancia de armas"

Durante la audiencia anual concedida al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Papa Francisco denunció que “todos los conflictos se ven facilitados por la abundancia de armas disponibles y la falta de escrúpulos de quienes se encargan de difundirlas”. En este sentido, Francisco citó al Papa San Pablo VI que dijo que “no es posible amar con armas ofensivas en las manos”. “Evidentemente, todos los conflictos se ven facilitados por la abundancia de armas disponibles y la falta de escrúpulos de quienes se encargan de difundirlas. A veces nos hacemos la ilusión de que las armas sólo sirven para disuadir a posibles agresores. La historia, y por desgracia también las noticias, nos enseñan que no es así. Quien tiene armas, tarde o temprano acaba usándolas”, advirtió el Santo Padre. Ante esto, el Papa alentó a salir de la “lógica de las armas” para realizar el “ejercicio del diálogo” y añadió que “el diálogo y la fraternidad son los dos frentes esenciales para superar las crisis del momento actual”. “Toda la comunidad internacional debe interrogarse sobre la urgencia de encontrar soluciones a los interminables conflictos, que a veces adoptan la forma de verdaderas guerras subsidiarias (proxy wars)”, indicó. Luego, como es tradición, el Santo Padre recordó algunas regiones del mundo. En primer lugar, mencionó a Siria “donde todavía no hay un horizonte claro para la recuperación del país”. “Aún hoy, el pueblo sirio sigue llorando a sus muertos y la pérdida de todo, con la esperanza de un futuro mejor. Se necesitan reformas políticas y constitucionales para que el país renazca, sin embargo, es también indispensable que las sanciones aplicadas no afecten directamente a la vida cotidiana, ofreciendo un rayo de esperanza a la población, cada vez más amenazada por la pobreza”, lamentó el Papa. Después, el Pontífice continuó con diferentes países y regiones, como el conflicto en Yemen “una tragedia humana que lleva años desarrollándose en silencio, lejos de los reflectores mediáticos y ante una cierta indiferencia de la comunidad internacional, que sigue causando numerosas víctimas civiles, especialmente mujeres y niños”. Además, el Santo Padre subrayó que no se ha producido “ningún avance en el proceso de paz entre Israel y Palestina” y exclamó “me gustaría que estos dos pueblos reconstruyeran la confianza entre ellos y volvieran a hablarse directamente para poder llegar a vivir en dos estados, uno junto al otro, en paz y seguridad, sin odio ni resentimiento, pero curados por el perdón recíproco”. “Las tensiones institucionales en Libia son motivo de preocupación, así como también los episodios de violencia provocados por el terrorismo internacional en la región del Sahel y los conflictos internos en Sudán, Sudán del Sur y Etiopía, donde es necesario encontrar el camino de la reconciliación y la paz a través de un debate sincero, que ponga las exigencias de la población en primer lugar”, afirmó el Papa. Asimismo, el Santo Padre advirtió que “las desigualdades profundas, las injusticias y la corrupción endémica, así como las diversas formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, también siguen alimentando los conflictos sociales en el continente americano, donde la polarización cada vez más fuerte no ayuda a resolver los problemas reales y urgentes de los ciudadanos, especialmente de los más pobres y vulnerables”. Posteriormente, el Papa recordó en Europa a Ucrania, el Cáucaso meridional, los Balcanes, sobre todo en Bosnia y Herzegovina. Por último, el Santo Padre subrayó la crisis “que afecta desde hace casi un año a Myanmar, donde las calles que antes eran lugares de encuentro son ahora escenario de enfrentamientos, que no perdonan ni siquiera los lugares de oración”. En esta línea, el Papa citó al profeta Jeremías para destacar que “Dios tiene para nosotros planes de paz y no de desgracia, de darnos un futuro y una esperanza” por lo que alentó a los diplomáticos a “no tener miedo de dar cabida a la paz en nuestras vidas, cultivando el diálogo y la fraternidad entre nosotros”. “La paz es un bien ‘contagioso’, que se propaga desde el corazón de quienes la desean y aspiran a vivirla, alcanzando al mundo entero. A cada uno de ustedes, a sus seres queridos y a sus pueblos les renuevo mi bendición y mi más sincero deseo de un año de serenidad y paz”, concluyó el Pontífice. Fuente: Agencia católica ACIPRENSA

Sáb 8 Ene 2022

BAUTISMO DEL SEÑOR: Dos consejos para seguir a Jesús

La Iglesia anima la fiesta del Bautismo del Señor, que cierra el periodo de la Navidad y da inicio el tiempo ordinario que nos lleva a hacer un recorrido por la vida de nuestro Señor Jesucristo. Esta celebración es el grito potente, magnífico del Padre que presenta a su Hijo Jesús. Este grito queda como un eco en los creyentes: Este es mi hijo amado, el predilecto. El padre Ramiro Antonio López, director del Departamento de Animación Misionera de la Conferencia Episcopal de Colombia, quien nos explica el sentido de esta fiesta, también nos recuerda que son dos los momentos que nos deben marcar a los cristianos, como enseñanza para seguir a Jesús. Estas son: Primero. Jesús se manifiesta como el ungido del Padre, el Mesías, que es ungido por el Espíritu Santo y que ahora viene a manifestarse como el Salvador, él se pone en la cola de los pecadores, se solidariza con la humanidad para enseñarnos a nosotros la necesidad de bautizarnos para recibir el Espíritu Santo, de esta manera nosotros recibimos la filiación. Segundo. Nos invita a nosotros a renovar nuestro propio bautismo, recordemos la fecha en la cual nacimos a la vida sobrenatural en la fuente del bautismo, que importante que hoy recordemos cuál fue esa fecha y acontecimiento tan importante para nuestra vida espiritual. Finalmente, el sacerdote observa la invitación que el Papa Francisco hace a todos los bautizados, con motivo del sínodo y consiste en “caminar juntos siguiendo al Señor en la escucha del Espíritu Santo”.

Vie 7 Ene 2022

Voz del Pastor | 09 de enero de 2022

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Lucas 3,15-16.21-22