Pasar al contenido principal

Iglesia

Jue 27 Oct 2022

Con un llamado a salvar la familia, concluyó el Encuentro Nacional de Pastoral Familiar y Sinodalidad

La sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue testigo del Encuentro Nacional de Pastoral Familiar y Sinodalidad, que se desarrolló del 20 al 22 de octubre. Al evento, que buscó interiorizar el reto que el Papa Francisco pide a las familias de caminar juntos: "juntos como esposos, junto a otras familias, junto a la Iglesia", asistieron 150 personas presenciales y 40 virtuales. Monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, obispo de la diócesis de Vélez y presidente de la Comisión Episcopal de Familia, dio un balance positivo de la jornada y observó que la participación tan especial de los señores obispos de la Comisión Episcopal, de sacerdotes, de los agentes de pastoral familiar en las diócesis, de miembros de los movimientos eclesiales de familia, psicólogos católicos y terapeutas familiares, es ya un signo de sinodalidad. “Ha sido un momento de diálogo, de escucha, de reflexión sincera, de oración, esto es lo más importante, además de poder sacar conclusiones en torno a esta Misión que el santo Padre quiere dejarnos a todos, el poner en marcha los itinerarios para la vida matrimonial”. Subrayó que es primordial que luego de todo lo aprendido en este espacio, quede el compromiso de compartirlo y multiplicarlo luego en cada una de las jurisdicciones, además de llevarlo a la práctica, “Porque definitivamente, si salvamos la familia estaremos dando las bases para que toda la pastoral de la Iglesia pueda funcionar”. Retos que quedan Recordando las palabras de san Juan Pablo II donde invitaba a no tener miedo, el prelado dijo que ese debe ser el camino a seguir, “debemos lanzarnos sin miedo a esta aventura de poner en marcha el Evangelio del amor en nuestra iglesia colombiana”. Exhortó a los agentes a ser propositivos para anunciar la belleza del evangelio de la vida y la belleza del evangelio de la familia, “que nuestra evangelización se haga verdaderamente por contagio, sin atacar a nadie, sino todo lo contrario mostrando la belleza, la verdad, la grandeza de ese don maravilloso que Dios ha colocado en nuestras vidas y en nuestra iglesia”. Envío misionero El evento concluyó con una eucaristía, presidida por monseñor Marco Antonio Merchán Ladino y concelebrada por monseñor Édgar de Jesús García Gil, obispo de Palmira y miembro de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia, quienes realizaron un acto de envío misionero de todos los agentes de pastoral presentes, ellos por su parte, se comprometieron a llevar la alegría del evangelio a todos los rincones de la Iglesia Diocesana y a los lugares a donde vayan dentro y fuera de la Jurisdicción. Este momento de fe se realizó el 22 de octubre, día en que se celebraba el Día Nacional del Agente de Pastoral Familiar. Invitado especial La jornada de tres días estuvo guiada por el doctor Armando Duarte Pantoja, director de la Fundación Familias Fuertes, de la Diócesis de Irapuato México, licenciado en Ciencias de la Familia, con Maestría en Educación y estudios de Doctorado en Liderazgo y Dirección de Instituciones de Educación Superior. El doctor Duarte, respondió algunas preguntas que fueron la guía de la agenda que se desarrolló durante este encuentro. P/ Claves para ayudar a fortalecer la vida familiar R/ El especialista explicó 5 estrategias que a nivel científico está demostrado pueden ayudar a fortalecer las familias: - Primero, darle prioridad a la familia antes que, al trabajo, los amigos, el deporte, prioridad al matrimonio antes que, a los hijos, porque aquello que le da identidad a nuestro vínculo a nuestro Sacramento es la opción del marido que ama a su mujer y la mujer amando a su marido. - Segundo, el que podamos nosotros ser un matrimonio cálido, cercano, que brindemos abrazos, besos, caricias, que los casados vivan la intimidad conyugal de forma periódica. - Tercero, lograr trabajar una comunicación positiva, porque es muy fácil que nosotros caigamos en un estilo crítico, negativo, de ofensas o de ataque. - Cuarto, tener una actitud positiva frente a la crisis, frente a las situaciones de estrés, la vida cotidiana es muy compleja, el dinero no alcanza, los problemas de salud cada vez están más cercanos a nosotros y hay que desplegar una actitud positiva. - Quinto, que nosotros podamos tener principios y valores en común, que podamos vivir la religiosidad juntos, que logremos de manera ordinaria tener los mismos principios y valores, a partir de lo que dialogamos, lo que leemos, las películas que vemos, para que esto motive una integración familiar. P/ Cómo podemos aprender a escuchar de una manera profunda y asertiva R/ El planteamiento que el común de las personas nos hacemos, es cómo le puedo hacer para escuchar de manera profunda a mis seres queridos: Debemos comprender que hay conductas, hay actitudes, hay acciones que las personas realizamos sin tener la intencionalidad de haberlas aprendido. Nosotros sabemos comer, deglutir el alimento, sabemos ir al baño y eso no requiere de mucho aprendizaje porque la naturaleza nos va marcando el ritmo, pero escuchar es una disposición del alma en la cual yo decido darle importancia a lo que el otro me está diciendo, apreciando el valor de sus palabras y reconociendo sus actitudes. En este contexto, la escucha es una de esas conductas que requieren de tener a alguien que me modele, alguien que primero mide el modelo de que ella me escucha a mí, para luego entonces yo escuchar a los demás. Podríamos decir que el tema de aprender a nadar pues es nadando, el tema de aprender a andar en bicicleta es andando en bicicleta, el camino es convivir con personas que ya tengan el arte de escuchar para nosotros lograr profundizar.

Jue 27 Oct 2022

El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido

TRIGÉSIMOPRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Octubre 30 de 2022 Primera Lectura: Sb 11,22 - 12,2 Salmo: Sal 145(144), 1-2.8-9.10-11.13cd-14 (R. cf. Sab 11,23) Segunda Lectura: 2Ts 1, 11 - 2,2 Evangelio: Lc 19, 1-10. I. Orientaciones para la Predicación Introducción Vamos terminando el año litúrgico y el tono de las lecturas va tomando una perspectiva escatológica. Hoy podemos registrar tres temas fundamentales en las lecturas de este domingo: El Evangelio, con la escena de Zaqueo, y la página sapiencial del Antiguo Testamento nos hablan del perdón de Dios. El salmo, nos anima a todos, que somos pecadores y necesitamos de esta misericordia de Dios, a confiar en él. Y el último tema lo contiene la segunda lectura: Mantenerse firmes y dignos de su vocación en el camino de la fe. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? • Este momento es un ejercicio de búsqueda del sentido, o mejor dicho, de los sentidos que tiene un texto bíblico. Abordemos cada uno de los textos de este domingo resaltando algunos detalles. • El libro de la Sabiduría, uno de los últimos del AT, nos ofrece una reflexión sobre la grandeza de Dios: "el mundo entero es ante ti como un gramo en la balanza" (11,22). Y a la vez su misericordia: "te compadeces de todos porque todo lo puedes... y no aborreces nada de lo que hiciste" (11,23.24). • Su autor resalta que Dios perdona: "a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida" (11,26). A los que hace falta corregirles, lo hace con tolerancia y amor: "corriges poco a poco a los que caen; a los que pecan les recuerdas su pecado, para que se conviertan y crean en ti" (12,2). • El salmo responsorial 145 (144) es una gozosa alabanza al Señor como soberano amoroso y tierno, preocupado por todas las criaturas: "el Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad... el Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan". • Tesalónica es una ciudad de Grecia, y san Pablo escribe dos cartas a su comunidad cristiana. La segunda, que es la que leeremos durante tres domingos, está llena de recomendaciones para que los de Tesalónica se mantengan firmes y dignos de su vocación en el camino de la fe. • En la segunda lectura el apóstol Pablo nombra la última venida de Cristo y nuestro encuentro con él. Pero a la vez dice que no es inminente, y que nadie se debe alarmar por supuestas revelaciones sobre el final del mundo, "como si afirmáramos que el día del Señor está encima" (2Ts 2,2). • En el Evangelio nos encontramos esta vez no con una parábola, si un hecho que sucedió al llegar Jesús a la ciudad de Jericó, ciudad comercial y rica, muy apta para que los recaudadores de impuestos "prosperen". Zaqueo, "jefe de publícanos y rico" (19,2), se siente movido primero por la curiosidad. Pero luego, la cercanía de Jesús, que se ha autoinvitado a comer en su casa, le toca el corazón y se convierte, sacando unas conclusiones muy concretas para reparar las injusticias que había cometido. • El comentario, gozoso, de Jesús es: "hoy ha sido la salvación de esta casa: también este es hijo de Abrahán" (19,9). Es una ocasión más en las que Jesús, de palabra y de hecho, nos ofrece el retrato de un Dios que perdona. Él mismo, Jesús, "ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido" (19,10) 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? El Papa Francisco Francisco reflexionando sobre la palabra de este día nos dice: “Y Jesús se detuvo, no pasó de largo precipitadamente, lo miró sin prisa, lo miró con paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esa mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida como a Zaqueo, a Bartimeo, a María Magdalena, a Pedro y también a cada uno de nosotros. Aunque no nos atrevemos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada. Los invito, que hoy en sus casas, o en la iglesia, cuando estén tranquilos, solos, hagan un momento de silencio para recordar con gratitud y alegría aquellas circunstancias, aquel momento en que la mirada misericordiosa de Dios se posó en nuestra vida. Su amor nos precede, su mirada se adelanta a nuestra necesidad. Él sabe ver más allá de las apariencias, más allá del pecado, más allá del fracaso o de la indignidad. Sabe ver más allá de la categoría social a la que podemos pertenecer. Él ve más allá de todo eso. Él ve esa dignidad de hijo, que todos tenemos, tal vez ensuciada por el pecado, pero siempre presente en el fondo de nuestra alma. Es nuestra dignidad de hijo. Él ha venido precisamente a buscar a todos aquellos que se sienten indignos de Dios, indignos de los demás. Dejémonos mirar por Jesús, dejemos que su mirada recorra nuestras calles, dejemos que su mirada nos devuelva la alegría, la esperanza, el gozo de la vida. (Homilía de S.S. Francisco, 21 de septiembre de 2015). Las lecturas de hoy nos obligan a confrontar nuestras vidas con este retrato de Dios que nos ofrecen los pasajes del AT y el Evangelio. Ante todo, porque también nosotros le damos ocasión a Dios para ejercitar esta misericordia: todos necesitamos su perdón, en varios momentos de nuestra vida. No debemos perder la confianza, si creemos todo eso que han dicho las lecturas sobre cómo es nuestro Dios. Pero también nos interpelan estas lecturas sobre nuestra actitud con respecto a los demás. ¿Somos personas de buen corazón, misericordiosos, fáciles al perdón? ¿o, por el contrario, somos fáciles en la condena, como los fariseos que murmuraban porque Jesús "ha entrado en casa de un pecador"? Deberíamos ser capaces de dar un voto de confianza a las personas, por pecadoras que nos parezcan, de hacerles fácil la rehabilitación a las personas que han dado algún mal paso en su vida, sabiendo descubrir que, por debajo de una posible mala fama, a veces tienen valores interesantes. Pueden ser "pequeños de estatura", como Zaqueo (y seguramente en más de un sentido), pero en su interior -¿quién lo diría?- hay el deseo de "ver a Jesús", y pueden llegar a ser auténticos "hijos de Abrahán". 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Cada Eucaristía nos ayuda a vivir las dos direcciones de esta palabra. Jesús no se invita a nuestra casa, sino que nos invita a la suya. Nuestra Eucaristía es algo más que recibir, como Zaqueo, la visita del Señor. Es ser invitados por él a entrar en comunión con él mismo, que se ha querido convertir en nuestro alimento de vida. Cada vez sucede lo que sucedió en casa del publicano: "hoy ha sido la salvación de esta casa". Pero, a la vez, la Eucaristía es una escuela práctica en la que aprendemos a ser abiertos de corazón para con los demás. Imitando a ese Dios que quiere la salvación de todos, que no odia a nadie, que "es amigo de la vida", y a ese Jesús que se alegra del cambio de vida de Zaqueo, nosotros, en nuestra celebración, al rezar y cantar juntos y, sobre todo, al participar juntos del Cuerpo y Sangre de Cristo, sea cual sea nuestra raza, formación, edad y condición social, aprendemos a ser más comprensivos con los demás y a perdonar, si es el caso, lo que haya que perdonar. ______________________ Recomendaciones prácticas: • Primero de noviembre. Día de todos los santos. • Dos de noviembre: Conmemoración de los fieles difuntos. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Sean todos bienvenidos a esta celebración. Una vez más el Señor pone su mirada sobre nosotros y nos invita a compartir alrededor de la mesa de la Palabra y de la Eucaristía que fortalecen nuestra vida de bautizados. Hoy la gratitud hace presencia y nos recuerda cómo el don recibido en lo cotidiano de nuestra vida revela la calidad de nuestro corazón. Participemos de manera plena, activa y consciente. Monición a la Liturgia de la Palabra Los textos bíblicos de hoy nos hablan de la misericordia divina. Es lógico que se repita tanto esta inefable realidad, porque la misericordia de Dios es una fuente inagotable de esperanza y porque nosotros estamos muy necesitados de la clemencia divina. Todos necesitamos que se nos recuerde muchas veces que el Señor es clemente y misericordioso. Escuchemos con atención la Palabra de Dios. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos al Padre misericordioso y presentémosle nuestras peticiones y necesidades. Unámonos diciendo. R. Dios de amor, fortalécenos en tu amor. 1. Por la Iglesia, congregada en este día en torno a la mesa del sacrificio y del banquete del amor, para que alimentada de estos santos misterios sea signo de unidad en medio del mundo. Roguemos al Señor. 2. Por los que gobiernan de las naciones para que la participación en la Eucaristía los haga más solidarios con los más necesitados de sus comunidades. Roguemos al Señor. 3. Por los que sufren, por los enfermos, por los tristes y afligidos, para que la Eucaristía los fortalezca y consuele en sus anhelos y esperanzas. Roguemos al Señor. 4. Por los que aún desconocen o no reconocen la misericordia de Dios, para que encuentren en el camino personas buenas que los animen a hacer parte del rebaño del Señor. Roguemos al Señor. 5. Por todos nosotros, para que dándonos prisa como Zaqueo, dejemos entrar al Señor en nuestra casa y encontremos descanso y consuelo en su corazón misericordioso. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Padre Santo, que en Jesús nos has mostrado tu misericordia, atiende estas oraciones que dirigimos a Ti seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Mié 26 Oct 2022

Dios nos quiere santos

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - Tenemos la gracia de prepararnos para la próxima solemnidad de Todos los Santos, que pone ante nosotros la llamada a la santidad mediante el ejemplo de los que han sido signos de la presencia de Dios, con la próxima Beatificación, en la Catedral de Medellín, de la Sierva de Dios María Berenice Duque, tan vinculada a nuestra vida eclesial y pastoral. Además, en este mes, hemos celebrado la memoria de Santa Laura Montoya y del Beato Jesús Emilio Jaramillo, dos grandes modelos de la nueva vida en Cristo, con los que, igualmente, tenemos profundos lazos de amor y de comunión. De esta manera, se nos está recordando de un modo fuerte y cercano lo que ha destacado con autoridad el Concilio Vaticano II: “Todos los fieles cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre” (LG,11). Dios no quiere que sus hijos seamos mediocres, que malogremos la existencia, que nos conformemos con pasar frívolamente por la vida sin gozar la elección a ser “irreprochables ante él por el amor” (Ef 1,4). El Papa Francisco ha querido hacer resonar este llamado, encarnándolo en el contexto actual y dirigiéndolo de modo personal a cada uno de nosotros: “Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por él, elige a Dios una y otra vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible… En la Iglesia santa y compuesta de pecadores, encontrarás todo lo que necesitas para crecer en santidad. El Señor la ha llenado de dones con la Palabra, los sacramentos, la vida de las comunidades, el testimonio de sus santos y una múltiple belleza que procede de su amor” (G.E. 15). Cuando San Juan Pablo II nos introdujo en este segundo milenio de la era cristiana, invitándonos a mirar hacia adelante y a “remar mar adentro”, nos señaló, extraña y audazmente, la santidad como la primera prioridad pastoral. Y explicó que poner la programación pastoral bajo el signo de la santidad significa vivir la convicción de que, si el Bautismo es una verdadera entrada en la santidad de Dios por medio de la inserción en Cristo y la inhabitación de su Espíritu, es un contrasentido una vida mediocre y una religiosidad superficial. La vida entera de la comunidad eclesial, decía, debe ir en la dirección de este “alto grado” de la vida ordinaria (cf NMI, 31). Quisiera que todos entendiéramos que son múltiples los motivos que hoy nos urgen a comprometernos seriamente en un camino de santidad. Ante todo, la experiencia del amor de Dios, que constatamos en las numerosas gracias que hemos recibido, nos pide no darle largas a una verdadera relación filial con él. Luego, la necesidad de llegar a nuestros hermanos con una evangelización auténtica y con una acción pastoral efectiva reclama que vivamos a fondo el Evangelio, porque no podríamos dar lo que no tenemos. No vale la pena ser una campana que resuena, pero finalmente, por falta del testimonio que exige la evangelización, no lograr nada. En la medida en que se santifica, cada cristiano se vuelve realmente fecundo para el mundo. El momento de cambio y transformación que vive nuestra sociedad y que tiene a tantas personas en la incertidumbre, en la angustia y aun en graves dificultades, nos está pidiendo ser luz, ser sal, ser levadura. Esto resulta imposible si no permitimos que el Espíritu Santo nos configure con Cristo para tener la autenticidad, el entusiasmo, la libertad apostólica, la esperanza y el amor que requiere hoy anunciar el proyecto de Dios. Sin un empeño cotidiano y perseverante por ser santos, no tendremos los recursos para enfrentar el combate contra el mal y contra el maligno que debemos librar cada día, ni lograremos estar despiertos y con las lámparas encendidas para acompañar pastoralmente a nuestros hermanos, en medio de los grandes desafíos del momento actual. Dispongámonos a vivir la Beatificación de la Madre Berenice como un llamado personal y comunitario de Dios a la santidad. Escuchemos que a través del Papa Francisco nos dice: “No tengas miedo de la santidad. No te quitará fuerzas, vida o alegría. Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó y serás fiel a tu propio ser. Depender de él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad… No tengas miedo de apuntar más alto, de dejarte amar y liberar por Dios. No tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. La santidad no te hace menos humano, porque es el encuentro de tu debilidad con la fuerza de la gracia” (GE, 32-34). + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Mié 26 Oct 2022

Simposio sobre diálogo interreligioso e intercultural y evangelización en la virtualidad

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Departamento para la Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD), la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y la Fundación Universitaria Católica del Norte han organizado para el próximo miércoles, 2 de noviembre de 2022, el simposio sobre diálogo interreligioso e intercultural y evangelización en la virtualidad. En este evento académico, de carácter virtual, se abordarán temáticas como: “el diálogo interreligioso: fundamentos, experiencias y desafíos”; “la interculturalidad como lugar teológico”, “la experiencia de transformación digital y la evangelización en la virtualidad”. Todos estos son aspectos relevantes de la realidad actual, puesto que responden a dos fenómenos culturales, a saber, la diversidad religiosa y cultural, y la existencia de las tecnologías de la información y de la comunicación, que constituyen la cibercultura, como lugar de la evangelización. En este espacio formativo se compartirán experiencias que permitirán facilitar la implementación de estrategias, encaminadas a la creación de diferentes ámbitos que promuevan el diálogo a nivel interreligioso e intercultural y la evangelización en el continente digital. Además, el simposio permitirá crear conciencia de la necesidad de apertura del ser a las diferentes manifestaciones religiosas y culturales, generando un profundo respeto por la diversidad. También suscitará el ardor evangelizador para comunicar la experiencia de Dios en el mundo digital. El Simposio se llevará a cabo el miércoles, 2 de noviembre, de 2:00 p.m., a 6:00 p.m., y será transmitido por los canales institucionales de @Episcopadocol así como en YouTube Católica del Norte / Facebook Soy Católica del Norte. Para participar, se puede inscribir AQUÍ. https://encuestas.ucn.edu.co/index.php/969277?lang=es

Mar 25 Oct 2022

Fallece el padre de Monseñor Jaime Muñoz Pedroza

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresa sus más sentidas condolencias a monseñor Jaime Muñoz Pedroza, obispo de Girardot, por el sensible fallecimiento de su padre el señor Martiniano Muñoz Soler. "Damos gracias a Dios por la vida y todo el bien que el señor Martiniano realizó y que, terminada su misión en esta tierra, reciba la gloria preparada por el Señor Jesús a sus fieles servidores". El episcopado colombiano al elevar sus plegarias por el eterno descanso del señor Martiniano, manifiesta su compañía y solidaridad con la familia de Monseñor Muñoz. Exequias Las exequias se realizarán mañana miércoles 26 de octubre a la 1:00 p.m. en la parroquia María Inmaculada de Ciénaga, Boyacá.

Lun 24 Oct 2022

31 de octubre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14,12-14.

EN aquel tiempo, Jesús dijo a uno de los principales fariseos que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. 13 Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; 14 y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos». Palabra del Señor.

Lun 24 Oct 2022

30 de octubre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19,1-10.

EN aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. 2 En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, 3 trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. 4 Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. 5 Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». 6 Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. 7 Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». 8 Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». 9 Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido». Palabra del Señor.

Lun 24 Oct 2022

28 de octubre | Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,12-19

En aquel tiempo, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios. 13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: 14 Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, 15 Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; 16 Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. 17 Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. 18 Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, 19 y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos. Palabra del Señor.