Sáb 4 Mar 2023
5 de marzo | Lectura del santo Evangelio según san Mateo 17,1-9
Su rostro resplandecía como el sol
EN aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a un monte alto.
Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:
«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escúchenlo».
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:
«Levántense, no teman».
Al azar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaron del monte, Jesús les mandó:
«No cuenten a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».
Palabra del Señor.