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mocoa

Sáb 23 Sep 2023

Carta abierta del Obispo de Mocoa-Sibundoy ante la crítica situación de violencia que afecta a sus comunidades

Ante la crítica situación de violencia que afecta a este territorio ubicado en el suroccidente colombiano, a través de una contundente carta abierta titulada “Juntos, permitamos que la vida viva”, el obispo de la Diócesis de Mocoa-Sibundoy, monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve, pide signos de paz y subraya el respeto por el derecho a la vida.En el documento, el prelado envía un mensaje de condolencias a las familias que han perdido a sus seres queridos y también a los jóvenes que “experimentan el rigor del lamentable flagelo” del conflicto en los campos y pueblos.En este comunicado, el obispo dirige mensajes a las instituciones, familias, colegios, parroquias, otras entidades religiosas y a los actores en conflicto, con el fin de garantizar la vida y la paz. A estos últimos les recuerda: “ustedes también hacen parte de nuestra sociedad, la vida de ustedes también es sagrada y debe ser respetada”.Monseñor Luis Albeiro Maldonado afirma que “la Iglesia Católica está dispuesta a facilitar y acompañar todo lo que garantice el cuidado de la vida de la persona”. Además, invita a todos a cuestionarse desde estas tres preguntas: ¿Reconozco la vida humana como don sagrado? ¿Quién va a garantizar “la vida y la honra” de nuestra gente? ¿En el centro de nuestros proyectos, está el valor y la dignidad de la persona humana?“Con mi bendición, los pongo en manos del Señor de la paz”, así concluyó su carta.

Jue 4 Mayo 2017

Iglesia Católica presenta un balance de la ayuda que se prestó en Mocoa

30 mil litros de agua y 60 toneladas de alimentos son algunas cifras de la ayuda que prestó la Iglesia Católica en Mocoa. Monseñor Luis Albeiro Maldonado, obispo de Mocoa, hizo un consolidado de las ayudas humanitarias recibidas y explicó que todo se ha distribuido en los 16 albergues que se establecieron en la ciudad luego de la tragedia del 31 de marzo y 1 de abril que cobró la vida de más de 300 personas. El prelado puntualizó que las ayudas fueron entregadas en la cárcel municipal, en el hospital José María Hernández y en las 4 parroquias que congregan el mayor número de damnificados. “Se han entregado 30.721 litros de agua, 13 toneladas con elementos de aseo pañales, toallas higiénicas y guantes; 29.1 toneladas de ropa, calzado y frazadas; 212 colchones y colchonetas; 624 kilos de elementos de cocina y 60.6 de toneladas de alimentos”, afirmó. El prelado destacó que aunque los problemas aún no se han solucionado, el impacto se ha ido superando gracias a la ayuda y solidaridad de todo el pueblo colombiano. “Luego de un mes no se han resuelto todos los problemas, pero si se va saliendo de las situaciones más difíciles, especialmente de todo lo que genera el primer momento de impacto”. Monseñor Albeiro Maldonado resaltó la cercanía de los obispos, el apoyo brindado por parte del episcopado a través de la Pastoral Social, del clero de religiosos y religiosas, de los sacerdotes de la diócesis, del equipo de voluntarios diocesanos y de una serie de instituciones que han estado presentes. Finalmente, precisó que en este momento se requiere un trabajo coordinado para entregar las ayudas a quienes las requieren. En este marco recordó que es importante que el Estado asuma su tarea en la reconstrucción de las zonas que fueron devastadas por la avalancha y así superar este terrible suceso.

Lun 17 Abr 2017

Continúa la ayuda de la Iglesia Católica a Mocoa

Tras la tragedia de Mocoa y durante estas semanas, la diócesis de esta jurisdicción y Cáritas Colombiana han realizado diversas acciones de ayuda a los damnificados. El padre Luis Fernando Carvajal, Vicario General de la Diócesis de Mocoa-Putumayo comentó que estas ayudas se evidencian en la recolección de alimentos e insumos de primera necesidad, además de la generosa colaboración de los voluntarios. El sacerdote destacó que, en el centro de acopio de la diócesis, gracias a comités que ha creado el obispo, se ha recibido las ayudas de todas partes del país y del exterior. También destacó la presencia de cerca de 80 voluntarios que desinteresadamente, descargan los productos de los carros, organizan los mercados, visitan las casas, albergues, y bajo la dirección de la diócesis analizan las necesidades y urgencias que tienen los damnificados. “La única palabra es de agradecimiento a todas las personas que han estado ayudando, colaborando y entregando su tiempo y energías”, manifestó el padre Luis Fernando Carvajal. El obispo de la diócesis, monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve, la semana pasada informó cerca de 10 toneladas de ayudas han recibido los damnificados por medio de la Iglesia. Las ayudas en su mayoría han sido granos, aceite, agua, enlatados, frazadas, colchonetas, útiles de aseo y ropa de todas las tallas, tanto para hombres, mujeres y niños. [icon class='fa fa-newspaper-o' link='']Lee también: Cerca de 10 toneladas de ayudas han recibido los damnificados de Mocoa por medio de la Iglesia[/icon] Fuente: Programa Fortaleciento / Cáritas Colombiana

Jue 6 Abr 2017

“Debemos sembrar esperanza en Putumayo”: Obispo de Mocoa

Por las calles de la ciudad de Mocoa, en el departamento de Putumayo, el panorama es de angustia. Sin agua, sin energía eléctrica, con helicópteros sobrevolando los cielos mocuanos, camiones cisternas por todos lados, un caos que hasta ahora adquiere orden, pese a la adversidad. Personal de una centena de instituciones, así como también organismos nacionales e internacionales llegan día a día a ofrecer su formación y habilidades para tratar de mitigar la crisis humanitaria que se evidencia en cada esquina, en casa albergue; y que se resume al ver a los ojos a cualquier habitante de los barrios arrasados por la avalancha en la capital putumayense. Las quebradas La Taruca, El Mulato, y los ríos Sangoyaco y El Mocoa ya no serán vistos de la misma forma por los habitantes de los 17 barrios y asentamientos que fueron borrados de la geografía mocuana. El polvo de las calles de la capital de Putumayo nos recuerda cómo el lodo invadió el 60 por ciento de la ciudad. Uno de los sobrevivientes fue Silvio Edgar Burgos, uno de los habitantes del barrio San Fernando, quien recordó que algunos conocidos de él murieron de paro cardiaco, solo por ver la dimensión de la tragedia. “Eso fue impresionante. Yo logré salir porque la avalancha fue como en dos etapas. Una fue más suave, y en esa fue donde salí con los míos. Luego como a las 11 de la noche se vino la segunda tanda de la avalancha, y ahí sí se llevó todo”, puntualizó el hombre, quien trabaja como vigilante de seguridad privada. Lo perdí todo, puntualizó. Las zonas afectadas por la avalancha fueron los barrios Esmeralda, Los Bosques, Junín, San Fernando, Los Pinos, El Progreso, La Independencia, Miraflores, El Carmen, Villa del Norte, San Miguel, Laureles, San Agustín, Los Chíparos, José Homero Bajo, vereda San Antonio y la salida al municipio de Pitalito. “Aún estoy viva, papá” Mireya Hernández López, docente en el municipio de Puerto Asís, hace parte de una de las 1850 familias damnificadas de la avalancha de la madrugada del primero de abril. Cuenta que aquella noche se encontraba visitando a su familia y debido a la torrencial lluvia, que se precipitó con fuerza sobre las casas, decidió quedarse para viajar al siguiente día a su lugar de trabajo. “Gracias a Dios logramos salir mis padres, mis hermanos, pero tenemos familiares que aún están desaparecidos. Hoy acabamos de enterrar a la esposa de un primo”, resaltó. Pese a que logró sobrevivir, el dolor que despierta el desarraigo calcina aún su corazón. “Yo le pido a todas mis amistades, a la comunidad internacional, al presidente de la República que se solidaricen con mi pueblo, porque no solo me duele mi familia sino todo mi pueblo”, dijo entre sollozos la mujer. Y puntualizó: “También quiero enviar un mensaje a mi padre donde quiera que se encuentre, en cualquier rincón de Colombia, quien es el señor Sigifredo Hernández Guerrero, hijo de la señora Gloria Guerrero, que aún estoy viva. Hemos soportado dos avalanchas en éste pueblo, pero aún estoy viva, papá”. Como hormiguitas en la Diócesis Estas historias recorren los contornos de ése municipio putumayense, cargado de simbolismo amazónico y riqueza ancestral. Y son precisamente por éstas y otras vivencias que la Iglesia Católica viene trabajando para mitigar la grave crisis humanitaria que viven hoy los mocuanos. Las oficinas de la Diócesis de Mocoa-Sibundoy, que una vez fueron unas sigilosas dependencias donde el caminar tranquilo de sus visitantes apenas se notaba, se convirtieron a partir de esta semana en una completa sala de operaciones, dinámica y mucho ajetreo. Una veintena de colaboradores, voluntarios y “cómplices de la esperanza”, como los llamó el Pbro. Oscar Claros Artunduaga, coordinador, vienen estos días trabajando como hormiguitas en las labores de asistencia social. “Puedo decirles que tenemos una bodega llena de mucha ayuda que han traído de varias zonas del país, y que se ha llevado a varios centros de albergue, para veredas, para núcleos familiares. Aquí tenemos lo que nos ha llegado en víveres, en colchonetas, en ropa, en agua y demás. Tenemos una coordinación, y desde allí sale el equipo de logística a llevar a éstos lugares”, explicó Monseñor Maldonado Monsalve. Un trabajo que “rompe el alma” Todos los días en la mañana, el comité de voluntariado de la Diócesis se reúne para coordinar las acciones de cara a mitigar la situación en la capital putumayense. Toneladas de ayuda entre lunes y martes se ha recibido por parte de organizaciones y entidades de Caquetá, Huila y otras latitudes de Colombia. El equipo diocesano ha solicitado a la comunidad en general que por favor envíen ropa en buen estado, pues están enviando piezas muy deterioradas. Pero una de las labores más difíciles y que “desgarra el alma”, como lo describió Monseñor Maldonado, es la que tienen que vivir sacerdotes Nelson Cruz y los frailes provenientes del municipio de Oporapa, Huila. Mientras las autoridades forenses, la Sijín de la Policía y el CTI de la Fiscalía, van avanzando en la identificación de cuerpos, los religiosos son los que muchas veces les toca ayudar a los familiares a abrir los huecos para enterrar a los cadáveres ya en estado de descomposición. "Nuestro trabajo caritativo ha sido un acompañamiento espiritual, celebrando eucaristías en el cementerio y en algunos barrios de Mocoa. Muchos familiares de fallecidos llegan sin alguien que les ayude a abrir la fosa para enterrar a sus muertos. Entonces, hemos también ayudado a abrir las fosas para los cadáveres", dijo el Pbro. Fray Lorenzo María del Buen Pastor, uno de los nueve franciscanos que llegaron desde el Huila a ayudar en las labores humanitarias. A ellos, Monseñor Maldonado les agradeció por su entrega y loable labor caritativa para con la comunidad afectada por la tragedia que hoy enluta al mundo. “La realidad más dura de Mocoa está en el cementerio. Quiero agradecer a los monjes franciscanos por su loable labor", dijo el señor obispo, quien agregó que de ahora en adelante la labor de la Iglesia para con la gente de Putumayo será la de “sembrar la esperanza en los corazones para así reconstruir nuestro pueblo”. La cifra oficial son, hasta este jueves, 308 muertos, de los cuales han entregado 195. En las horas de la tarde de ayer martes fueron encontrados siete cuerpos, uno de los cuales fue encontrado en inmediaciones del municipio de Curillo (Caquetá). Igualmente, han sido atendidas 332 personas en el Hospital José María Hernández de Mocoa. Fuente: Jhon Fredy Nagles Soto, Comunicador Social.

Mié 5 Abr 2017

Iglesia católica de Mocoa apoya ollas comunitarias

Cerca de 10 ollas comunitarias han sido implementadas por la Iglesia católica y otras instituciones para ayudar a los damnificados de la avalancha del sábado en Mocoa. Así lo informó el padre Edgar Omar Parra, Director de Pastoral Social de esta jurisdicción. El sacerdote comentó que estas ollas están funcionando gracias a la colaboración de sacerdotes, laicos y personal de Pastoral Social. El centro de acopio de ayudas está ubicado en la Catedral San Miguel, desde donde se está redistribuyendo a las 10 ollas comunitarias. Así también se atiende a cerca de 2200 personas que están ubicadas en el Instituto Tecnológico de Putumayo que ha servido, por estos días, como albergue provisional. “Hemos servido de referencia a las autoridades para decir quienes han sido desplazados, damnificados o tratar de reubicar a los niños perdidos o que han quedado huérfanos”, comentó. Acerca de las urgencias que se tienen en este momento, informó que hacen falta alimentos no perecederos, medicamentos esenciales, alcohol, agua potable, leche en polvo, suero, pañales para adultos y para bebés, mantas, cobijas, carpas y profesionales que presten servicios psicosociales. El padre Omar Parra comentó que los sacerdotes de la jurisdicción están acompañando a las personas en los cementerios, hospitales y en la morgue. “Hay dos sacerdotes en el hospital que están rotando”, precisó. Advirtió que se siente la falta de presencia de la institucionalidad y que se ha percibido mucha falta de coordinación. Recordó que en la mesa de crisis se pidió al Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, que se recurra a las comunidades de base, la juntas de acción comunal, las parroquias o a los líderes de otras denominaciones religiosas para establecer información certera. “Nosotros somos los que conocemos a la gente. Se corre el riesgo de que mucha gente viva se aproveche de esta situación, ya se han presentado robos y atracos”, comentó. Finalmente agradeció la generosidad del pueblo Colombiano y pidió que la ayude continúe debido a que las necesidades son muchas.

Mié 5 Abr 2017

Iglesia Católica destinará recursos de campaña de Cuaresma para Mocoa

Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), anunció que recursos de la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes, adelantada por la Iglesia Católica en el tiempo de Cuaresma, serán destinados a la comunidad de Mocoa, ante el desastre natural ocurrido el 1 de abril. El prelado explicó: “Tenemos un ahorro estipulado para este tipo de desastres naturales, gracias a las colectas que hacemos entre religiosos y feligreses; por eso, esa ‘platica’, la vamos a llevar a Mocoa. El monto no lo develaremos del todo, lo importante es que llegue a quienes más lo necesitan en este momento, a quienes lo perdieron todo en la tragedia. Además, cada Diócesis se encargará de buscar y aportar ayudas no sólo en dinero, sino en especie”, afirmó el también arzobispo de Tunja. De otra parte, Monseñor Castro Quiroga, en diálogo con Caracol Radio, tras lamentar profundamente la tragedia en Mocoa exhortó a los colombianos a unirse en oración y solidaridad. “Elevamos una oración por todos los muertos. Oramos para que Dios les de valentía a los sobrevivientes de la avalancha y para que puedan recuperarse a todos los desaparecidos”. Finalmente, frente a la propuesta de que el Papa Francisco visite la zona afectada, el jerarca precisó, a BLU Radio, que “modificar la agenda del Sumo Pontífice está fuera del alcance de la Iglesia colombiana”, además que las condiciones geográficas dificultan el acceso. “La invitación es muy justa, pero hay que entender que el papa viene cuatro días y eso ya está programado”, señaló. A la fecha, según cifras entregadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, el fenómeno natural ha dejado 293 víctimas mortales y cientos de damnificados.

Lun 3 Abr 2017

Cáritas Colombiana apoya a las víctimas de la tragedia de Mocoa

Tras la fatídica avalancha ocurrida la madrugada del sábado 1 de abril en Mocoa, Caritas Colombiana, junto con la Diócesis de Mocoa y otras instancias de ayuda están desarrollando acciones en favor de las víctimas. La Diócesis de Mocoa creó un Comité de Atención a la emergencia que está haciendo una evaluación de las necesidades y el impacto. Así también, se ha organizado mecanismos vicariales para que los sacerdotes y laicos tracen líneas de acción. Por su parte, Caritas Colombiana envió dos especialistas en manejo de riesgo y emergencias para coordinar acciones y socorrer a las víctimas. También, ha organizado un Comité Nacional de Atención en el que junto con otras instituciones están coordinando acciones de ayuda. Monseñor Héctor Fabo Henao Gaviria, Director Nacional de SNPS – Caritas Colombiana explicó que se está realizando una evaluación general de las necesidades y que como principales urgencias se está ayudando a acceder el acceso a agua potable a través de carro tanques, se está brindando atención espiritual y psicosocial y se va desarrollar un plan de vivienda. “Estamos haciendo un esfuerzo para llegar a la atención de las personas más vulnerables como son los niños, niñas, ancianos y mujeres”, comentó monseñor Henao Gaviria. Recordó que tanto el Papa Francisco como el episcopado colombiano han invita a orar por todas las víctimas de esta tragedia. “Todo estamos en camino para rodear a Mocoa”, aseguró. “Estamos junto a ustedes para buscar las mejores soluciones y para encontrar las mejores formas de reconstruir Mocoa en un contexto distinto de mayor seguridad”, explicó monseñor Henao Gaviria. Caritas Colombiana está realizando un monitoreo permanente para prestar la ayuda a las víctimas de la avalancha que dejó como saldo más de 254 personas muertas, entre ellos 43 menores de edad y 203 heridos. Como Iglesia solidaria se invita a todos los colombianos a realizar sus aportes para ofrecer mano generosa a nuestros hermanos en sufrimiento en Mocoa. Datos: Cuenta corriente del Banco de Bogotá # 081-33959-0 A nombre del Secretariado Nacional de Pastoral Social NIT: 860039273-3 Enviar el comprobante de consignación al correo flormariabaron@cec.org.co

Dom 2 Abr 2017

Papa Francisco se declara "profundamente apenado" por la tragedia en Mocoa

Durante el rezo del Ángelus en la ciudad italiana de Carpi, donde se encuentra de visita apostólica el Papa Francisco, el Pontífice tuvo unas palabras de solidaridad y consuelo para con las víctimas de la avalancha que se produjo en la zona del sur de Colombia, que causó 200 muertos. "Estoy profundamente apenado por la tragedia que golpeó a Colombia, donde una gigantesca avalancha de barro, en la localidad de Mocoa, dejó numerosos muertos y heridos". "Rezo por las víctimas y quiero asegurar mi cercanía con quienes lloran a los desaparecidos", dijo el pontífice. El Papa Francisco también agradeció el gesto de solidaridad de todas aquellas personas que se han agolpado al sitio para ayudar a las víctimas de este desastre natural. La avalancha, que provocó más de 200 muertos y más de 200 heridos, se desencadenó como consecuencia del desbordamiento de los tres ríos que cruzan la ciudad de Mocoa, principal urbe del departamento de Putumayo. Foto: Tomada de Internet