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obispo de quibdó

Lun 16 Sep 2024

Ordenación de monseñor Wiston Mosquera: un signo de alegría y esperanza para la Iglesia en el Chocó

Este sábado, 14 de septiembre, en la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol de la ciudad de Cali, se llevó a cabo la ordenación episcopal de monseñor Wiston Mosquera Moreno, obispo electo de la Diócesis de Quibdó. La ceremonia fue presidida por monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali.El nuevo obispo estuvo acompañado por diez de sus hermanos en el episcopado, provenientes de diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país. En representación de la Nunciatura Apostólica estuvo presente monseñor David Paul Charters. Además, a la ceremonia, cargada de símbolos litúrgicos y culturales, acudieron sus familiares, cientos de fieles, autoridades municipales y la vicepresidenta de la República de Colombia, Francia Márquez.Monseñor Wiston había sido designado para tal misión por parte del papa Francisco el pasado 5 de julio. Su nombramiento ha significado un motivo de gratitud y celebración especial, no solo para el pueblo católico en el Valle del Cauca y en el Chocó, sino para todo el país, pues se trata del primer obispo afrodescendiente que tiene la Iglesia colombiana; además, oriundo del territorio que pastoreará. El obispo electo de Quibdó nació en el municipio de Andagoya (Medio San Juan), ubicado en el sur del departamento del Chocó, territorio que hace parte de la Diócesis de Istmina-Tadó.Un hijo del Chocó que, como pastor, llevará el pregón de la reconciliación y la pazDurante la homilía, monseñor Luis Fernando Rodríguez expresó su alegría por el ministerio episcopal de monseñor Wiston, quien se desempeñaba desde el año 2017 como Vicario General de la Arquidiócesis de Cali y párroco en esa misma parroquia catedral desde el 2018. Un nombramiento para que, “sin dejar de ser un hombre igual todos, salga colmado de la plenitud del Espíritu Santo para enseñar, santificar y gobernar”.Iluminado por las lecturas de la celebración eucarística, el arzobispo de Cali describió el llamado que Dios mismo le hizo a monseñor Wiston:“En la primera lectura, tomada del profeta Jeremías (1, 4-9), podemos identificar:· Tres decisiones: “Te elegí, consagré y nombré profeta”.· Dos mandatos: “A donde yo te envíe irás, y lo que yo te mande, lo dirás”.· Y una promesa: “No les tengas miedo, que yo estoy para librarte”.Querido padre Wiston, tu historia de vida, de ayer y de hoy, refleja el itinerario existencial de Jeremías. Desde el bautismo fuiste elegido, consagrado y designado sacerdote, profeta y rey (…) Ahora, llamado al episcopado, has sido nuevamente objeto de una elección, una consagración y una misión. Has sido designado profeta, para regresar a la tierra que te vio nacer y que espera tanto de ti, para anunciarles el amor del Padre y darles a conocer más y mejor el mensaje de su Hijo Jesucristo con la fuerza del Espíritu Santo”.A propósito de la compleja realidad social, económica y política que vive el pueblo chocoano, monseñor Luis Fernando se refirió a lo planteado en el documento ‘Dignitas infinita’ publicado por el Dicasterio de la Fe el 8 de abril del año en curso; una declaración que da importantes luces a la Iglesia y a la sociedad sobre la dignidad humana. Le pidió a monseñor Wiston ser, en la Diócesis de Quibdó, instrumento de comunión, fraternidad, solidaridad, reconciliación y salvación, teniendo presente el mandato del Señor. Así lo explicó el Arzobispo de Cali:“Deberás anunciar, a tiempo y a destiempo, la persona de Jesús, dador de sentido a la vida humana, pues “el Hijo de Dios, en el misterio de la Encarnación, confirmó la dignidad del cuerpo y del alma que constituyen el ser humano” (DI n. 19) (…) No puedes, y nosotros tampoco, olvidar que cuando se evangeliza, esa Buena Nueva ha de llevar a la conversión de los corazones y a descubrir en el otro, en el prójimo, la imagen viva de Dios, por lo que una misión especial que tienes en tus manos, será proclamar la dignidad de toda persona con la valentía que viene del mismo Dios que te envía; una dignidad que sea la base de la paz que está siendo tan esquiva no solo en el Chocó, sino también en Colombia y en el mundo. Por eso el lema de tu escudo episcopal, “Bienaventurados los que trabajan por la paz” (Mt. 5,9), te anime a trabajar por hacer de todos los quibdoseños y chocoanos artesanos de la paz (…) En la persona de Jesús, el Buen Pastor (Juan 10, 11-16) tienes el modelo perfecto que haz de imitar. Como él, debes ser capaz de dar la vida por las ovejas, conocerlas y buscar las que se hubieran perdido y las que no son del redil, continuando de esta manera la ingente tarea misionera que desde siglos atrás los frailes Jesuitas, Carmelitas, Capuchinos, los Claretianos, y otras comunidades religiosas masculinas y femeninas, así como los muy queridos presbíteros y diáconos diocesanos y laicos, han realizado y realizan con tanto amor”.En nombre del episcopado colombiano, monseñor Hugo Alberto Torres Marín, arzobispo de Santa Fe de Antioquia, provincia eclesiástica de la que hace parte la Diócesis de Quibdó, le dio la bienvenida a monseñor Wiston; le expresó sus deseos de bienestar, así como frutos pastorales y espirituales en la porción del Pueblo de Dios que le confió el Santo Padre; afirmó que serán muy importantes los aportes pueda ofrecer el obispo electo de Quibdó al cuerpo colegiado para el bien de la evangelización en Colombia.“La Iglesia particular de Quibdó recibe en usted la bendición de un nuevo pastor diocesano que llega con la insignia de ser un hombre de su tierra, llevando el pregón de la reconciliación y la paz, como ha quedado grabado en su escudo episcopal: “Bienaventurados los que trabajan por la paz”” (Mt 5, 9) (…) Grandes esperanzas se ciernen sobre nuestra sociedad al contar con pastores cercanos al pueblo, sensibles al dolor de los menos favorecidos, alegres en la entrega generosa de su vida, constantes en la fe y administradores fieles y prudentes de los sagrados misterios, le deseamos todas estas virtudes y actitudes durante el ejercicio de su ministerio episcopal y una abundante cosecha de frutos espirituales y de desarrollo humano integral para su Iglesia local”."A esta tierra bendita...Donde Dios ha manifestado su encanto y su poder"Tras recibir estos mensajes y al cierre de la ceremonia, monseñor Wiston Mosquera Moreno agradeció especialmente a Dios, al papa Francisco, al Nuncio Apostólico, a los obispos y presbíteros de las diferentes jurisdicciones allí presentes, las comunidades religiosas y movimientos apostólicos; además a sus familiares, de manera particular, a su madre María Jerónima Moreno, quien, a sus 99 años de edad, pudo acompañar la ceremonia de ordenación de su hijo.Inició su mensaje destacando las bondades del territorio que lo vio nacer y de las comunidades que ahora pastoreará: “A esta tierra bendita, bañada por grandes ríos y afluentes exuberantes, bosques y fauna majestuosa y esa cultura contagiosa donde Dios ha manifestado su encanto y su poder”.Afirmó que su misión episcopal tendrá un importante vínculo con en el trabajo por la defensa de los derechos humanos, el Derecho Internacional Humanitario y la paz que tanto necesita el Chocó y el país.“Desde ya, pongo este ministerio recibido en las maternales y amorosas manos del Inmaculado Corazón de María, patrona de la Diócesis de Quibdó, y del patrocinio del San Francisco de Asís, para que este encargo sea fecundo para el bien de la evangelización de nuestros pueblos”.“La mies es abundante pero los obreros son pocos”: con esta afirmación bíblica tomada de Mateo 9, el nuevo obispo manifestó su deseo de emprender en esa Iglesia particular una tarea que permita llegar con más misioneros a aquellos territorios que claman la voz de Dios en sus entornos y la guía espiritual que la Iglesia Católica les puede ofrecer. Afirmó, además que, en su caso, pese a llevar 34 años fuera del departamento, nunca se desligó de él.Monseñor Wiston enfatizó en la importancia de trabajar por la paz y la reconciliación de manera articulada con diferentes actores en el territorio, con énfasis especial en las comunidades más vulnerables:“Al regresar a mi departamento, ahora en calidad de obispo y pastor, en una grey como esta que se debe continuar con una labor pastoral que han venido desarrollando todos mis predecesores, con una voz clara en defensa siempre de los derechos humanos individuales y colectivos, trabajar con las distintas organizaciones sociales y las ONG que están apostando por la paz y la reconciliación en todo el pacífico colombiano; por el respeto y la dignidad de las comunidades vulneradas y de aquellas personas que están cruzando por el Tapón del Darién en la búsqueda de mejores condiciones de vida para sus familias”.La Iglesia colombiana da un paso adelanteEl obispo electo de Quibdó manifestó también que su nombramiento representa un importante paso hacia la inclusión en la Iglesia. Agregó que esto no solo es necesario a nivel eclesial, sino también desde las demás estructuras e instituciones del país, para que realmente en Colombia se pueda avanzar hacia la igualdad y el desarrollo:“Con este paso que ha dado la Iglesia, está dando un importante paso a la inclusión en la historia de evangelización de los pueblos en el continente americano; todos sabemos que hay que seguir avanzando en esa dirección, no solo la Iglesia sino todas las instituciones en Colombia, si, efectivamente, queremos un país más incluyente, más igualitario más desarrollado y próspero y menos insensible desde las instancias del poder ante el abismal y escandaloso atraso en el que se encuentran grandes regiones del país”.La ceremonia de posesión de monseñor Wiston Moreno en la Diócesis de Quibdó será el próximo 5 de octubre.

Lun 4 Jul 2022

Obispos del Chocó ilustran al Papa Francisco sobre crisis humanitaria del departamento

Durante un encuentro con el Papa Francisco, este sábado 04 de junio, el obispo de Quibdó, monseñor Juan Carlos Barreto, dialogó con el Pontífice sobre la crisis humanitaria y la situación de derechos humanos que viven estos territorios del Chocó. En una carta leída al Papa por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó, y firmada también por los obispos Mario de Jesús Álvarez Gómez, de Istmina-Tadó, y Hugo Alberto Torres Marín, de Apartadó, se resalta la riqueza de estos territorios y los valores de sus habitantes, pero en contraste también se describe la dramática situación de conflicto en estos territorios azotados por la violencia. "En medio de tantos valores, la población del Chocó vive una dramática crisis humanitaria y de derechos humanos que hace que el 64% de sus habitantes viva en la pobreza, y que hunde sus raíces en el abandono del Estado, el perverso accionar de los grupos armados, la débil implementación del Acuerdo de Paz y los intereses de diversos grupos económicos. El Pacífico colombiano, al igual que otras regiones del país, se ha convertido en un escenario de guerra e ilegalidad que destruye la vida de personas y comunidades", subraya la misiva. En la comunicación se resalta las misiones humanitarias que ha realizado la Iglesia, la sociedad civil y algunos representantes de la comunidad internacional, donde se constata la crisis humanitaria, ambiental, económica y social que tienen que padecer las comunidades. En este contexto, los obispos observan que el Chocó necesita "condiciones de vida dignas" y claman el apoyo del Papa para el cumplimento a dos objetivos fundamentales: un acuerdo humanitario y la solución negociada al conflicto armado. De lo contrario, señala la misiva “el sufrimiento del pueblo se incrementará y cobrará muchísimas víctimas más. Santo Padre, el departamento del Chocó lo ama y anhela su voz de esperanza y una bendición que sea bálsamo y fortaleza para continuar el difícil camino". Este encuentro con el Santo Padre se da a propósito de la audiencia concedida a los miembros de la “Casa hogar Deutschland e.V”, que realizan trabajo de asistencia a las niñas y mujeres de las regiones en conflicto del Chocó, en el occidente de Colombia, apoyando algunos proyectos humanitarios en la zona. Descargar carta

Dom 5 Jun 2022

Obispos del Chocó ilustran al Papa Francisco sobre crisis humanitaria del departamento

Durante un encuentro con el Papa Francisco, este sábado 04 de junio, el obispo de Quibdó, monseñor Juan Carlos Barreto, dialogó con el Pontífice sobre la crisis humanitaria y la situación de derechos humanos que viven estos territorios del Chocó. En una carta leída al Papa por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó, y firmada también por los obispos Mario de Jesús Álvarez Gómez, de Istmina-Tadó, y Hugo Alberto Torres Marín, de Apartadó, se resalta la riqueza de estos territorios y los valores de sus habitantes, pero en contraste también se describe la dramática situación de conflicto en estos territorios azotados por la violencia. "En medio de tantos valores, la población del Chocó vive una dramática crisis humanitaria y de derechos humanos que hace que el 64% de sus habitantes viva en la pobreza, y que hunde sus raíces en el abandono del Estado, el perverso accionar de los grupos armados, la débil implementación del Acuerdo de Paz y los intereses de diversos grupos económicos. El Pacífico colombiano, al igual que otras regiones del país, se ha convertido en un escenario de guerra e ilegalidad que destruye la vida de personas y comunidades", subraya la misiva. En la comunicación se resalta las misiones humanitarias que ha realizado la Iglesia, la sociedad civil y algunos representantes de la comunidad internacional, donde se constata la crisis humanitaria, ambiental, económica y social que tienen que padecer las comunidades. En este contexto, los obispos observan que el Chocó necesita "condiciones de vida dignas" y claman el apoyo del Papa para el cumplimento a dos objetivos fundamentales: un acuerdo humanitario y la solución negociada al conflicto armado. De lo contrario, señala la misiva “el sufrimiento del pueblo se incrementará y cobrará muchísimas víctimas más. Santo Padre, el departamento del Chocó lo ama y anhela su voz de esperanza y una bendición que sea bálsamo y fortaleza para continuar el difícil camino". Este encuentro con el Santo Padre se da a propósito de la audiencia concedida a los miembros de la “Casa hogar Deutschland e.V”, que realizan trabajo de asistencia a las niñas y mujeres de las regiones en conflicto del Chocó, en el occidente de Colombia, apoyando algunos proyectos humanitarios en la zona. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar carta[/icon] VIDEO CNC Chocó

Lun 25 Abr 2022

Monseñor Juan Carlos Barreto nuevo obispo de la Diócesis de Soacha

Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, fue nombrado por el Papa Francisco como nuevo obispo de la sede vacante de Soacha, en el departamento de Cundinamarca, convirtiéndose en el tercer prelado desde que se fundó la diócesis en el 2003. Este jerarca sucederá a monseñor José Daniel Falla Robles, quien el primero de mayo de 2021, falleciera a causa de complicaciones por coronavirus. Biografía de monseñor JUAN CARLOS BARRETO BARRETO Nació en el Guamo (Tolima) el 26 de diciembre de 1968. Ordenado sacerdote el 30 de enero de 1993, para la Diócesis de El Espinal Cursó sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Misionero del Espíritu Santo de la Ceja (Antioquia). En la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual. En la Fundación Universitaria Católica del Norte obtuvo la licenciatura en filosofía y educación religiosa yy la maestría en Paz, Desarrollo y Ciudadanía en la Corporación Universitaria Minuto de Dios. Ha ocupado los siguientes cargos pastorales: Párroco en el Divino Niño y en la parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, delegado diocesano para la Infancia Misionera; formador y rector (2009-2021) del Seminario Mayor La Providencia. El 30 de enero de 2013, el Papa Benedicto XVI lo nombró obispo de la Diócesis de Quibdó. El 9 de marzo de 2013 en la Catedral de Nuestra Señora del Rosario de El Espinal, recibió la ordenación episcopal. El 16 de marzo de este mismo año toma posesión de la sede en Quibdó. En julio de 2021, fue elegido por la CXI Asamblea Plenaria del Episcopado, como presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social - Caritas Colombia. El 25 de abril de 2022, el Papa Francisco lo nombra obispo de la Diócesis de Soacha.

Mar 5 Oct 2021

Iglesia lidera misión humanitaria en Bojayá - Chocó

Desde el pasado martes 5 y hasta el 10 de octubre, como ya se había anunciado, se está adelantando la misión humanitaria por las comunidades indígenas y afrocolombianas ubicadas sobre las cuencas de los ríos Bojayá. Esta gestión, según lo ha manifestado monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, obedece a un plan sistemático de visitas que se han programado a algunos municipios del departamento del Chocó. El reclutamiento forzado, la soberanía alimentaria, la desnutrición infantil, la falta de oportunidades para la población, son entre otros, los problemas que tienen que afrontar a diario los indígenas y afros en esta región del país. En este contexto, el obispo en un mensaje ha resaltado que el objetivo de esta misión es “acompañar a las comunidades afectadas por el abandono estatal y el conflicto armado, visibilizar su situación y realizar una agenda de incidencia con miras a la solución de sus problemáticas”, así lo registró el obispo en un mensaje enviado a los medios. De otra parte, del 5 al 7 octubre, se llevará a cabo una reunión entre representantes de las comunidades de Bojayá, con Organizaciones Etnicoterritoriales del San Juan y el Baudó, con las Diócesis de Quibdó, Istmina-Tadó y Apartadó, la Pastoral Social Nacional, la Coordinadora Residente de Naciones Unidas, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, la JEP, la Comisión de la Verdad, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, Embajadores de varios países, la Coordinación Regional del Pacífico, la Federación Luterana Mundial, Swefor, la Cocomacia, la Mesa Departamental Indígena, el Foro Interétnico, así como también están invitados la Gobernación, los Alcaldes, Personeros y Presidentes de Consejos municipales de Bojayá y Vigía del Fuerte. Los promotores de esta iniciativa han informado que serán más de cincuenta personas las que estarán distribuidas por sectores, visitando las poblaciones de los ríos: Bojayá, Cuia, Napipí, Opogadó, Murrí y Buchadó, con el fin de escuchar y llevar ayudas a estas comunidades, que por años ha venido sufriendo el flagelo del abandono. Por último, el obispo de Quibdó pide la oración y la solidaridad de los colombianos en miras a lograr que esta misión deje los frutos esperados en beneficio de la población.

Mié 17 Mar 2021

Angustioso llamado de obispos por situación de habitantes de Murindó

Durante una rueda de prensa, convocada este 17 de marzo en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, en la que estuvieron presentes monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia; monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, y monseñor Hugo Alberto Torres, obispo de Apartadó, junto con Germán Valencia, representante de la Organización Nacional Indígena (ONIC) y Amelicia Santacruz, de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), se denunció la grave situación humanitaria que viven las comunidades indígenas asentadas en el municipio de Murindó, Antioquia. Según lo expresaron, lo expuesto refleja las conclusiones de la misión humanitaria que realizaron al municipio de Murindó, del 7 al 11 de marzo, donde asistieron las delegaciones de las diócesis de Quibdó y Apartadó, el Consejo Comunitario Mayor de la Organización Campesina Integral del Atrato (Cocomacia), el Cabildo Mayor de Murindó y la Coordinación Regional del Pacífico. Informaron que durante su visita a los cabildos de La Isla y Turriquitadó Llano, constataron que tanto el grupo guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN) como los paramilitares autodenominados “Autodefensas Gaitanistas de Colombia” (AGC), se disputan territorialmente la región, haciendo esto que cometan graves violaciones al derecho internacional humanitario y afectando también los derechos humanos de las comunidades. Frente a esta realidad hacen un llamado al Estado para que dé respuesta a estas afectaciones en contra de la población indígena que habita en estos territorios. "Se requiere la intervención estatal garantizando derechos sociales, la ayuda humanitaria urgente, el desminado territorial y la protección colectiva que les permita gozar de tranquilidad en sus entornos culturales", anotan en el comunicado que se leyó en la rueda de prensa convocada para la mañana de hoy. "A todos los organismos del Estado, incluyendo el Gobierno Nacional, la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Murindó y los órganos de control y judicialización, se les exige el cumplimiento de sus compromisos constitucionales y la intervención adecuada y oportuna en esta coyuntura y en las situaciones estructurales que se viven en la región". Igualmente, dirigieron un mensaje a los grupos armados "con el objetivo de que reconozcan que su accionar es absolutamente nocivo para la población civil. Mientras avanzamos en procesos sólidos de paz, deben observar el derecho internacional humanitario y no deben afectar el discreto goce de derechos humanos que tienen las comunidades". Finalmente, se comprometieron a continuar acompañando a las comunidades afectadas por la violencia, animándolas a no abandonar sus territorios y "a perseverar en la exigencia de los derechos que les otorga la constitución nacional". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Lun 26 Oct 2020

Colectivo «Habla Quibdó» pide construir plan estructural

Carta abierta del colectivo ciudadano «Habla Quibdó», del cual hace parte la diócesis de Quibdó. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 9 Abr 2020

Obispo de Quibdó pide a grupos armados un cese multilateral al fuego

En medio de la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional, a causa de la pandemia por coronavirus, el obispo de Quibdó, monseñor Juan Carlos Barreto, a través de un video mensaje, pidió a los grupos armados que hagan un cese multilateral al fuego. Lo anterior, atendiendo al llamado que hizo recientemente el Papa Francisco “para que se detengan todas las guerras del mundo, y en nombre de los indígenas, afrodescendientes y campesinos pobres de Colombia”. “Los armados deben parar la guerra. Ya no sabemos cómo decirlo, pero no nos cansaremos de decirlo. Los invitamos a cuidarse, a reflexionar y a convertirse”, señaló. Al resaltar algunas de las regiones que se están viendo mayormente afectadas por la violencia, como son: Chocó, Cauca, Nariño, Putumayo y Catatumbo, hizo un llamado al Estado colombiano para que actúe de manera adecuada y eficaz ante esta realidad que afecta a gran parte de las comunidades. Por último, pidió orar al Dios de la paz “para que ilumine la mente y ablande el corazón de piedra de los violentos”.