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papa francisco

Mar 11 Ene 2022

Francisco: "Conflictos en el mundo son facilitados por abundancia de armas"

Durante la audiencia anual concedida al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Papa Francisco denunció que “todos los conflictos se ven facilitados por la abundancia de armas disponibles y la falta de escrúpulos de quienes se encargan de difundirlas”. En este sentido, Francisco citó al Papa San Pablo VI que dijo que “no es posible amar con armas ofensivas en las manos”. “Evidentemente, todos los conflictos se ven facilitados por la abundancia de armas disponibles y la falta de escrúpulos de quienes se encargan de difundirlas. A veces nos hacemos la ilusión de que las armas sólo sirven para disuadir a posibles agresores. La historia, y por desgracia también las noticias, nos enseñan que no es así. Quien tiene armas, tarde o temprano acaba usándolas”, advirtió el Santo Padre. Ante esto, el Papa alentó a salir de la “lógica de las armas” para realizar el “ejercicio del diálogo” y añadió que “el diálogo y la fraternidad son los dos frentes esenciales para superar las crisis del momento actual”. “Toda la comunidad internacional debe interrogarse sobre la urgencia de encontrar soluciones a los interminables conflictos, que a veces adoptan la forma de verdaderas guerras subsidiarias (proxy wars)”, indicó. Luego, como es tradición, el Santo Padre recordó algunas regiones del mundo. En primer lugar, mencionó a Siria “donde todavía no hay un horizonte claro para la recuperación del país”. “Aún hoy, el pueblo sirio sigue llorando a sus muertos y la pérdida de todo, con la esperanza de un futuro mejor. Se necesitan reformas políticas y constitucionales para que el país renazca, sin embargo, es también indispensable que las sanciones aplicadas no afecten directamente a la vida cotidiana, ofreciendo un rayo de esperanza a la población, cada vez más amenazada por la pobreza”, lamentó el Papa. Después, el Pontífice continuó con diferentes países y regiones, como el conflicto en Yemen “una tragedia humana que lleva años desarrollándose en silencio, lejos de los reflectores mediáticos y ante una cierta indiferencia de la comunidad internacional, que sigue causando numerosas víctimas civiles, especialmente mujeres y niños”. Además, el Santo Padre subrayó que no se ha producido “ningún avance en el proceso de paz entre Israel y Palestina” y exclamó “me gustaría que estos dos pueblos reconstruyeran la confianza entre ellos y volvieran a hablarse directamente para poder llegar a vivir en dos estados, uno junto al otro, en paz y seguridad, sin odio ni resentimiento, pero curados por el perdón recíproco”. “Las tensiones institucionales en Libia son motivo de preocupación, así como también los episodios de violencia provocados por el terrorismo internacional en la región del Sahel y los conflictos internos en Sudán, Sudán del Sur y Etiopía, donde es necesario encontrar el camino de la reconciliación y la paz a través de un debate sincero, que ponga las exigencias de la población en primer lugar”, afirmó el Papa. Asimismo, el Santo Padre advirtió que “las desigualdades profundas, las injusticias y la corrupción endémica, así como las diversas formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, también siguen alimentando los conflictos sociales en el continente americano, donde la polarización cada vez más fuerte no ayuda a resolver los problemas reales y urgentes de los ciudadanos, especialmente de los más pobres y vulnerables”. Posteriormente, el Papa recordó en Europa a Ucrania, el Cáucaso meridional, los Balcanes, sobre todo en Bosnia y Herzegovina. Por último, el Santo Padre subrayó la crisis “que afecta desde hace casi un año a Myanmar, donde las calles que antes eran lugares de encuentro son ahora escenario de enfrentamientos, que no perdonan ni siquiera los lugares de oración”. En esta línea, el Papa citó al profeta Jeremías para destacar que “Dios tiene para nosotros planes de paz y no de desgracia, de darnos un futuro y una esperanza” por lo que alentó a los diplomáticos a “no tener miedo de dar cabida a la paz en nuestras vidas, cultivando el diálogo y la fraternidad entre nosotros”. “La paz es un bien ‘contagioso’, que se propaga desde el corazón de quienes la desean y aspiran a vivirla, alcanzando al mundo entero. A cada uno de ustedes, a sus seres queridos y a sus pueblos les renuevo mi bendición y mi más sincero deseo de un año de serenidad y paz”, concluyó el Pontífice. Fuente: Agencia católica ACIPRENSA

Mar 11 Ene 2022

Temas complejos en un año nuevo

Se atrevió el papa Francisco a mencionar ese desorden de afectos que se ha instalado en muchas personas, dando preferencia a los animales por encima de las personas; en ocasiones, como presunto reemplazo de los hijos. Y, ¿quién dijo miedo? Es un tema tabú como tantos otros en una sociedad que alardea de ser de mente abierta y, sin embargo, en realidad, es sorda a cualquier voz contraria. Hace bien el santo padre en llamar la atención sobre un tema que va mucho más allá y que tiene que ver con un descenso de la natalidad hasta alcanzar unos números negativos que, más temprano que tarde, van a ser un problema grande para toda la humanidad. Y esto lo sostienen muchos hoy desde otras tribunas, especialmente, en las llamadas naciones desarrolladas, pero que ya asoma con fuerza en países en pleno desarrollo como Colombia. No tener ningún hijo no es solución de ningún problema y sí una muestra, en algunos casos, de un egoísmo enorme. En esta negativa a abrir campo a la vida no es menor el reto que plantea la difusión y práctica de la eutanasia como una solución más a las dificultades de la vida. Todo apunta a que se le presente como una opción más, sin muchas preguntas éticas, cuando la existencia se hace difícil por una u otra circunstancia. En el fondo de esta mentalidad está la afirmación de que el sufrimiento hace indigna la vida y que las personas nunca deben sufrir. Es muy posible que esta forma de pensar termine por desarrollar todo un sistema que facilite al conjunto de la sociedad herramientas para terminar la vida a voluntad y no sería extraño que lleve también a dar autoridad a unos para decidir el fin de la vida de otros. Bajo el aparente velo de la compasión puede esconderse también una especie de selección a favor de los más fuertes para que solo ellos sigan viviendo. Puede ser posible que en algún momento la persona sea informada de que la decisión de seguir viviendo ya no está en sus manos, sino en manos del Estado, del “sistema”, de los centros de salud, etc. Horas oscuras se ciernen sobre los débiles. Por otra parte, la omnipresente pandemia sigue planteando duros retos para toda la humanidad. Parece que un mal anticipado triunfalismo no ha hecho sino darle más alas a la propagación del COVID 19 en todas sus variables. Y no ayudan de ninguna manera las personas y movimientos opuestos a las vacunas y a la vacunación. Tanto el papa Francisco como la comisión vaticana creada para hacer seguimiento al tema, han reiterado que la Iglesia está a favor de la aplicación de las vacunas que, sin garantizar un 100% de protección, de hecho, han demostrado ser una herramienta muy eficaz para afrontar la pandemia. A favor de esta posición están sin duda las estadísticas y el trabajo serio y dedicado de los científicos y el personal médico a lo largo y ancho del mundo. Mantenerse en una posición de negación, tanto de la presencia del virus como de las soluciones alcanzadas, es inaceptable pues pone en riesgo millones de vida en forma innecesaria. Es imperativo seguir invitado a los negacionistas a entrar en razón. Finalmente, a la Iglesia le queda por delante todo un replanteamiento de su actuar pastoral, a partir de las consultas que actualmente se adelantan a través del Sínodo convocado por el santo padre. Y también por la pandemia que se ha vuelto un obstáculo, a veces insalvable, para que se congreguen los fieles en innumerables actividades pastorales pues la Iglesia es por esencia congregación. Además, la Iglesia está abocada a responder con fidelidad a la Palabra de Dios, a los primeros temas enunciados para orientar a sus hijos con sabiduría y buen tino. También, en diferentes lugares y ambientes, la Iglesia enfrenta no solo persecución en firme, sino una cultura de cancelación que la quiere invisibilizar. En fin, a la Iglesia el nuevo año le presenta retos enormes en los cuales está curtida por siglos de experiencia, pero esto no implica ni que las cosas sean fáciles ni las soluciones inmediatas. Hay que orar mucho, reflexionar, estudiar, dialogar con el mundo y proponer respuestas que apunten siempre al objetivo de su misión: llevar la salvación de Dios a todas las personas. Muchos otros temas están a la vista para el mundo, para la Iglesia, para cada cristiano, en el año que comienza. Que nadie renuncie a realizar la misión recibida, siempre en fidelidad al plan de Dios. Editorial El Catolicismo

Mar 4 Ene 2022

Francisco: "Libertad religiosa es valorar al hermano en su diferencia"

El Video del Papa comienza su séptimo año compartiendo la intención de oración que Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Acaba de publicarse la edición de enero con un mensaje potente a favor de la libertad religiosa y de las personas que sufren discriminación. El Santo Padre invita a todas las personas a elegir “el camino de la fraternidad. Porque o somos hermanos, o perdemos todos”. Y para ello, es fundamental poner fin a tantas restricciones que mucha gente encuentra al querer profesar su fe. Con un llamado de atención a todos los gobiernos del mundo, el Video del Papa —que este mes recibe el apoyo de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), una organización caritativa católica internacional y fundación pontificia cuya misión es ayudar a los fieles allí donde estén perseguidos, oprimidos o necesitados mediante la información, la oración y la acción— refuerza la idea de que en las sociedades en las que vivimos y nos desarrollamos ha de florecer el reconocimiento de los derechos y la dignidad que todos tenemos por el hecho de ser personas. Minorías religiosas y persecuciones En su primera intención de oración del 2022, Francisco abre con dos preguntas directas, incisivas y que claman respuesta: “¿Cómo puede ser que actualmente muchas minorías religiosas sufran discriminaciones? ¿Cómo permitimos que haya personas que sean perseguidas simplemente por profesar públicamente su fe?”. En efecto, según revela el “Informe de Libertad Religiosa en el Mundo” publicado por ACN en abril de 2021, la libertad religiosa se vulnera en un tercio de los países del mundo en los cuales viven cerca de 5.200 millones de personas. El mismo informe expone que más de 646 millones de cristianos viven en países donde la libertad religiosa no es respetada. Asimismo, desde 2020 se viene denunciando cómo muchas minorías étnicas y religiosas, especialmente las que son de origen musulmán, no gozan de plenos derechos de ciudadanía en los países en los que viven. La libertad religiosa como base de la paz Es un tema que merece atención, como confirma Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN Internacional: “Aunque es imposible conocer la cantidad exacta, nuestra investigación indica que dos tercios de la población mundial vive en países donde se producen violaciones a la libertad religiosa de una u otra forma. ¿Sorprende? No, esta situación ha ido creciendo durante siglos a partir de las raíces de la intolerancia, pasando por la discriminación, hasta la persecución. Creemos firmemente que el derecho a ser libre de practicar o no cualquier religión es un derecho humano fundamental que está directamente relacionado con la dignidad de cada persona. Puede parecer obvio, pero incluso cuando los derechos humanos están en boca de todos, la libertad religiosa suele pasar desapercibida. Pero este derecho es el punto de partida de toda nuestra misión. ¿Cómo podríamos defender los derechos de la comunidad cristiana si no abogamos primero por el derecho universal? La religión se manipula una y otra vez para provocar guerras. En ACN nos enfrentamos a ello todos los días. Defender el derecho a la libertad religiosa es clave para exponer la realidad de estos conflictos. Las comunidades religiosas desempeñan un papel central cuando “nada funciona” política o diplomáticamente en las regiones en guerra y crisis del mundo. El mundo debe ser consciente de que las perspectivas de coexistencia pacífica serán desalentadoras si no se respeta la libertad de religión o de creencias como un derecho humano fundamental basado en la dignidad humana de cada persona”. Caminos de fraternidad: acoger las diferencias de los demás El Papa recuerda que la libertad religiosa está ligada al concepto de fraternidad. Y para comenzar a transitar los caminos de fraternidad que Francisco tanto insiste desde hace años, es imperativo no solamente respetar al otro, al prójimo, sino genuinamente valorarlo “en su diferencia y reconocer en él a un verdadero hermano”. Para el Santo Padre “como seres humanos tenemos tantas cosas en común que podemos convivir acogiendo las diferencias con la alegría de ser hermanos”. Sin conceder esta premisa, el camino hacia la paz y la convivencia común no es posible. El comentario del P. Fornos SJ El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó a propósito de esta intención: “Francisco nos ha dado una brújula con su encíclica Fratelli Tutti: la fraternidad humana. Pues como dijo también en su mensaje para el primer Día Internacional de la Fraternidad Humana, ‘Hoy la fraternidad es la nueva frontera de la humanidad. O somos hermanos, o nos destruimos mutuamente’. Para ello es importante reconocer lo que duele a la fraternidad, para poder sanarla y evitar que se traduzca en discriminación y persecución religiosa, como tantas veces acontece, en particular contra los cristianos. Recemos por esta intención de oración con todo nuestro corazón: ‘para que todas las personas que sufren discriminación y persecución religiosa encuentren en las sociedades en las que viven el reconocimiento de sus derechos y la dignidad que proviene de ser hermanos y hermanas’”. Fuente: Vatican News

Dom 26 Dic 2021

Papa Francisco escribe una carta a los matrimonios del mundo

El papa Francisco se dirige en una carta a los esposos y esposas del mundo con ocasión del Año Familia Amoris laetitia, en la que el pontífice se acerca a las familias para expresarles su “afecto y cercanía en este tiempo tan especial que estamos viviendo”. En las primeras líneas del texto, Francisco les dice que siempre ha tenido presente a las familias en sus oraciones, y más aún durante la pandemia, especialmente a las más vulnerables que han sido objeto de una dura prueba durante la crisis sanitaria. “El momento que estamos pasando me lleva a acercarme con humildad, cariño y acogida a cada persona, a cada matrimonio y a cada familia en las situaciones que estén experimentando” El bien de la propia familia y de la sociedad Después de destacar que este contexto particular “invita a hacer vida las palabras con las que el Señor llama a Abraham a salir de su patria y de la casa de su padre hacia una tierra desconocida que Él mismo le mostrará”, Francisco afirma que todos “hemos vivido más que nunca la incertidumbre, la soledad, la pérdida de seres queridos y nos hemos visto impulsados a salir de nuestras seguridades, de nuestros espacios de control, de nuestras propias maneras de hacer las cosas, de nuestras apetencias, para atender no sólo al bien de la propia familia, sino además al de la sociedad, que también depende de nuestros comportamientos personales”. Mientras a partir de la fe cristiana el Santo Padre les recuerda que no están solos “ya que Dios está en nosotros, con nosotros y entre nosotros: en la familia, en el barrio, en el lugar de trabajo o estudio, en la ciudad que habitamos”. Y hace un paralelismo con la vida de Abraham, puesto que también los esposos salen de su tierra tal como lo implica el mismo noviazgo que conduce al matrimonio y a las distintas situaciones de la vida. Dirigiéndose a los esposos y especialmente a los jóvenes, el Papa escribe que sus hijos “los observan con atención” y buscan en ellos “el testimonio de un amor fuerte y confiable”. “Los hijos son un regalo, siempre, cambian la historia de cada familia. Están sedientos de amor, de reconocimiento, de estima y de confianza. La paternidad y la maternidad los llaman a ser generativos para dar a sus hijos el gozo de descubrirse hijos de Dios, hijos de un Padre que ya desde el primer instante los ha amado tiernamente y los lleva de la mano cada día” Los matrimonios deben ‘primerear’ en sus comunidades Después de diversas recomendaciones inherentes al ámbito de la educación, el Papa les dice que “tienen la misión de transformar la sociedad con su presencia en el mundo del trabajo y hacer que se tengan en cuenta las necesidades de las familias”. Por otra parte, en opinión del Pontífice, “los matrimonios deben ‘primerear’ dentro de la comunidad parroquial y diocesana con sus iniciativas y su creatividad, buscando la complementariedad de los carismas y vocaciones como expresión de la comunión eclesial”. “Por tanto, los exhorto, queridos esposos, a participar en la Iglesia, especialmente en la pastoral familiar. Porque ‘la corresponsabilidad en la misión llama […] a los matrimonios y a los ministros ordenados, especialmente a los obispos, a cooperar de manera fecunda en el cuidado y la custodia de las Iglesias domésticas” Tras afirmar que “el matrimonio es realmente un proyecto de construcción de la ‘cultura del encuentro’, tal como él mismo lo ha escrito en su encíclica Fratelli tutti, Francisco dice a las familias que “tienen el desafío de tender puentes entre las generaciones para la transmisión de los valores que conforman la humanidad”. Y no duda en añadir que: "Se necesita una nueva creatividad para expresar en los desafíos actuales los valores que nos constituyen como pueblo en nuestras sociedades y en la Iglesia, Pueblo de Dios". A la vez que no olvida que “la vocación al matrimonio es una llamada a conducir un barco incierto, pero seguro por la realidad del sacramento. en un mar a veces agitado”, de manera que el Santo Padre comprende si a veces, como los apóstoles, sienten ganas de gritar: “¡Maestro! ¿No te importa que perezcamos?”. “No olvidemos que a través del sacramento del matrimonio Jesús está presente en esa barca. Él se preocupa por ustedes, permanece con ustedes en todo momento en el vaivén de la barca agitada por el mar” El Papa manifiesta la importancia de “que juntos mantengan la mirada fija en Jesús”, puesto que “sólo así encontrarán la paz, superarán los conflictos y encontrarán soluciones a muchos de sus problemas”. “Sólo abandonándose en las manos del Señor podrán vivir lo que parece imposible. El camino es reconocer la propia fragilidad y la impotencia que experimentan ante tantas situaciones que los rodean, pero al mismo tiempo tener la certeza de que de ese modo la fuerza de Cristo se manifiesta en su debilidad” A la luz de diversos pasajes bíblicos, el Papa aprovecha para reflexionar sobre algunas dificultades y oportunidades que han vivido las familias en este tiempo de pandemia, destacando una serie de oportunidades. Y les recuerda cuanto escribió en Amoris laetitia retomando el himno paulino de la caridad. De ahí su invitación a pedir el don del amor a la Sagrada Familia, releyendo “el elogio de la caridad para que sea ella la que inspire sus decisiones y acciones”. Permiso, gracias, perdón El Papa también les pide a las familias que guarden en su corazón el consejo a los novios que expresó con las tres palabras: “permiso, gracias, perdón”. Y los anima a no avergonzarse “de arrodillarse juntos ante Jesús en la Eucaristía para encontrar momentos de paz y una mirada mutua hecha de ternura y bondad. O de tomar la mano del otro, cuando esté un poco enojado, para arrancarle una sonrisa cómplice”. Sin olvidar que “para algunos matrimonios la convivencia a la que se han visto forzados durante la cuarentena ha sido especialmente difícil”, el Papa manifiesta que “los problemas que ya existían se agravaron, generando conflictos que muchas veces se han vuelto casi insoportables”, por lo que les expresa su cercanía y afecto comprensivo. También aborda el dolor de la ruptura de una relación conyugal y la falta de entendimiento. Aun así, Francisco les pide que “no dejen de buscar ayuda para que los conflictos puedan superarse”. Por esta razón les recuerda que “el perdón sana toda herida” y que “perdonarse mutuamente es el resultado de una decisión interior que madura en la oración”. “Nuestro amor humano es débil, necesita de la fuerza del amor fiel de Jesús. Con Él pueden de veras construir la ‘casa sobre la roca’” A este propósito, el pontífice se dirige a los jóvenes que se preparan al matrimonio, para decirles que “si antes de la pandemia para los novios era difícil proyectar un futuro cuando era arduo encontrar un trabajo estable, ahora aumenta aún más la situación de incerteza laboral”. Por esta razón escribe: “Invito a los novios a no desanimarse, a tener la ‘valentía creativa’ que tuvo san José, cuya memoria he querido honrar en este Año dedicado a él. Así también ustedes, cuando se trate de afrontar el camino del matrimonio, aun teniendo pocos medios, confíen siempre en la Providencia, ya que ‘a veces las dificultades son precisamente las que sacan a relucir recursos en cada uno de nosotros que ni siquiera pensábamos tener’” Un saludo especial a los abuelos y a las abuelas Antes de despedirse, Francisco envía un saludo especial a los abuelos y a las abuelas “que durante el tiempo de aislamiento se vieron privados de ver y estar con sus nietos, a las personas mayores que sufrieron de manera aún más radical la soledad”. Y no duda en reafirmar un concepto ya expresado en diversas ocasiones: “La familia no puede prescindir de los abuelos, ellos son la memoria viviente de la humanidad, ‘esta memoria puede ayudar a construir un mundo más humano, más acogedor’” Con el deseo de que “San José inspire en todas las familias la valentía creativa, tan necesaria en este cambio de época que estamos viviendo”, y que “Nuestra Señora acompañe en sus matrimonios la gestación de la ‘cultura del encuentro’, tan urgente para superar las adversidades y oposiciones que oscurecen nuestro tiempo”, Francisco les dice que: “Los numerosos desafíos no pueden robar el gozo de quienes saben que están caminando con el Señor. Vivan intensamente su vocación. No dejen que un semblante triste transforme sus rostros”. El Papa se despide “con cariño animándolos a seguir viviendo la misión que Jesús” les ha encomendado, :perseverando en la oración” y pidiéndoles que “por favor, no se olviden de rezar” por él, tal como él mismo lo hace “todos los días” por los esposos y sus familias. Fuente: Agencia católica AICA Foto: Internet Descargar carta del Papa a los matrimonios [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Sáb 25 Dic 2021

El Papa: En esta Navidad pidamos a Jesús la gracia de la pequeñez

En la Misa de Nochebuena, el Santo Padre habló de la pequeñez como el camino elegido por Dios para llegar a nosotros. Y así nosotros debemos acoger y abrazar a Jesús en los pequeños, pobres y últimos. Un llamado también a una dignidad del trabajo que no haga esclavos ni provoque muertes, un llamado a una Iglesia unida, en camino y sinodal. “Dios no cabalga en la grandeza, sino que desciende en la pequeñez”. Esta frase del Papa Francisco en su homilía de la Misa de Nochebuena, celebrada este viernes, 24 de diciembre, en la Basílica de San Pedro, está en el corazón de su mensaje para esta Navidad: pedir a Jesús la gracia de la pequeñez y honrarlo con la acogida y el abrazo a los más pobres y últimos. Una reflexión la del Santo Padre que, partiendo del anuncio del nacimiento del Mesías, “un niño en la dura pobreza de un pesebre”, pone de relieve el contraste entre la grandeza del emperador César Augusto y el Salvador que nace “donde no hay nada grande”, en pañales y rodeado de pastores: “Allí está Dios, en la pequeñez” – dijo el Papa. “La pequeñez es el camino que eligió para llegar a nosotros, para tocarnos el corazón, para salvarnos y reconducirnos hacia lo que es realmente importante”. Y esta es la primera invitación del Pontífice, la de contemplar ante el pesebre, “más allá de las luces y los adornos”, al Niño Dios, a “Aquel que abraza al universo” pero necesita ser cargado, mimado, arropado. "El Amor infinito tiene un corazón minúsculo, que emite ligeros latidos. La Palabra eterna es infante, es decir, incapaz de hablar. El Pan de vida debe ser alimentado. El Creador del mundo no tiene hogar”. Jesús nació para servir El desafío, subrayó el Papa, es saber acoger a ese Dios que viene al mundo pequeño y cuya grandeza se ofrece en la pequeñez. “Dios se revela, pero los hombres no lo entienden”, afirmó el Pontífice, porque “seguimos buscando la grandeza según el mundo” y mientras “Dios se abaja, nosotros queremos subir al pedestal”, mientras pide “humildad, nosotros pretendemos brillar”. Mientras “nosotros pasamos los años persiguiendo el éxito, Dios no busca fuerza y poder, pide ternura y pequeñez interior”, aseguró el Papa, porque “Jesús nació para servir". “Esto es lo que podemos pedir a Jesús para Navidad: la gracia de la pequeñez". “Señor, enséñanos a amar la pequeñez. Ayúdanos a comprender que es el camino para la verdadera grandeza” “Me hice pequeño por ti” El Santo Padre explicó que acoger la pequeñez es creer que Dios quiere estar en las pequeñas cosas de nuestra vida, habitar las realidades cotidianas, en la casa, la familia, la escuela, el trabajo: “Quiere realizar, en nuestra vida ordinaria, cosas extraordinarias”, afirmó Francisco. Pero además quiere llegar hasta nuestra propia pequeñez, allí donde somos débiles, frágiles, incapaces o fracasados. “Hermana, hermano, si como en Belén, la oscuridad de la noche te rodea, si adviertes a tu alrededor una fría indiferencia, si las heridas que llevas dentro te gritan: Cuentas poco, no vales nada, nunca serás amado como anhelas”, esta noche Dios responde. Esta noche te dice: “Te amo tal como eres. Tu pequeñez no me asusta, tus fragilidades no me inquietan. Me hice pequeño por ti. Para ser tu Dios me convertí en tu hermano”. Jesús cerca de los olvidados de las periferias Acoger la pequeñez en nuestras vidas significa también, como dijo el Pontífice, “abrazar a Jesús en los pequeños de hoy; es decir, amarlo en los últimos, servirlo en los pobres”, no herir a Dios despreciando a los pobres con la indiferencia: “Cuidemos a Jesús ahora, acariciándolo en los necesitados”. Además, Jesús no solo se identificó con los más pobres y humildes, sino que nació rodeado de ellos, pastores entregados a su trabajo y a su grey. “Jesús nace allí, cerca de ellos, cerca de los olvidados de las periferias”, dijo el Papa al aclarar que Jesús “viene a ennoblecer a los excluidos y se revela sobre todo a ellos; no a personajes cultos e importantes, sino a gente pobre que trabaja”. Un llamado entonces a dar dignidad al trabajo del hombre. “Esta noche, Dios viene a colmar de dignidad la dureza del trabajo. Nos recuerda qué importante es dar dignidad al hombre con el trabajo, pero también dar dignidad al trabajo del hombre, porque el hombre es señor y no esclavo del trabajo. En el día de la Vida repitamos: ¡No más muertes en el trabajo! Y esforcémonos por lograrlo” Iglesia sinodal, en camino, vayamos a Belén Por último, en su homilía, el Santo Padre hizo notar que cuando contemplamos a Jesús “todo vuelve a la unidad”, pues en Belén los ricos, los pobres, los pastores, eruditos y magos estaban unidos, porque “todo se recompone cuando en el centro está Jesús”, y eso es lo esencial, volver a Belén, a los orígenes, “a lo esencial de la fe, al primer amor, a la adoración y a la caridad”. “Contemplemos a los magos que peregrinan y como Iglesia sinodal, en camino, vayamos a Belén, donde Dios está en el hombre y el hombre en Dios; donde el Señor está al centro y es adorado; donde los últimos ocupan el lugar más cercano a Él; donde los pastores y los magos están juntos en una fraternidad más fuerte que cualquier clasificación. Que Dios nos conceda ser una Iglesia adoradora, pobre y fraterna. Esto es lo esencial. Volvamos a Belén”. Fuente: Vatican News Fotos: Internet

Mié 22 Dic 2021

El Vaticano reitera importancia de las vacunas y pide mayor distribución

En un comunicado emitido este 22 de diciembre, la Santa Sede reafirma su "posición favorable" ante las vacunas e insiste en la necesidad de que la comunidad internacional intensifique los esfuerzos para que todos tengan acceso a ellas. En el mensaje se recuerda que el papa "definió la vacunación como un acto de amor, ya que tiene como objetivo proteger a las personas contra el covid-19". Este pronunciamiento se da a propósito de la publicación de dos documentos elaborados por la Pontificia Academia de la Vida y la Comisión Vaticano Covid-19, sobre los problemas y patologías provocadas por la pandemia en niños y adolescentes, así como un llamamiento a una vacunación de los países más pobres. En estas publicaciones se advierte de los problemas que suponen cerrar los colegios y piden que "en el futuro debe considerarse sólo el último recurso" y que se haga "sólo después de experimentar con otras medidas de control de la epidemia como una disposición diferente de los locales, los medios de transporte y organización de toda la vida escolar y sus horarios". Pues, aseguran, que la educación a distancia ha supuesto "el empobrecimiento del aprendizaje intelectual y la privación de las relaciones formativas (...) El cierre de las escuelas también ha interrumpido las relaciones sociales o las ha mutilado gravemente", subraya el texto.

Mar 21 Dic 2021

El Papa propone tres caminos hacia la paz: dialogo, educación y trabajo

Este 21 de diciembre fue dado a conocer el Mensaje del Santo Padre para la celebración de la 55 Jornada Mundial de la Paz, el próximo 1 de enero de 2022, en el que propone tres caminos para construir una paz duradera: el diálogo entre las generaciones; la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo; y el trabajo para una plena realización de la dignidad humana. El clamor de los pobres y de la tierra imploran justicia y paz En su Mensaje, el Santo Padre comentando las palabras del profeta Isaías señala que, «todavía hoy el camino de la paz, que san Pablo VI denominó con el nuevo nombre de desarrollo integral, permanece desafortunadamente alejado de la vida real de muchos hombres y mujeres y, por tanto, de la familia humana, que está totalmente interconectada». A pesar de los numerosos esfuerzos encaminados a un diálogo constructivo entre las naciones, señala el Papa, el ruido ensordecedor de las guerras y los conflictos se amplifica, mientras se propagan enfermedades de proporciones pandémicas, se agravan los efectos del cambio climático y de la degradación del medioambiente, empeora la tragedia del hambre y la sed, y sigue dominando un modelo económico que se basa más en el individualismo que en el compartir solidario. Tres caminos para construir una paz duradera En este sentido, el Papa Francisco indica que, en cada época, la paz es tanto un don de lo alto como el fruto de un compromiso compartido. Existe, en efecto, una “arquitectura” de la paz, en la que intervienen las distintas instituciones de la sociedad, y existe un “artesanado” de la paz que nos involucra a cada uno de nosotros personalmente. Por ello, el Papa propone tres caminos para construir una paz duradera. En primer lugar, el diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyectos compartidos. En segundo lugar, la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo. Y, por último, el trabajo para una plena realización de la dignidad humana. Estos tres elementos son esenciales para «la gestación de un pacto social», sin el cual todo proyecto de paz es insustancial. Diálogo entre generaciones para construir la paz Explicando el primer camino para conseguir la paz, el Santo Padre afirma que, en un mundo todavía atenazado por las garras de la pandemia, siempre hay una opción posible: el diálogo. El diálogo entre las generaciones. Y recuerda que, todo diálogo sincero, aunque no esté exento de una dialéctica justa y positiva, requiere siempre una confianza básica entre los interlocutores. Por eso, debemos recuperar esta confianza mutua. Además, el Pontífice recuerda que, dialogar significa escucharse, confrontarse, ponerse de acuerdo y caminar juntos. Fomentar todo esto entre las generaciones significa labrar la dura y estéril tierra del conflicto y la exclusión para cultivar allí las semillas de una paz duradera y compartida. Los grandes retos sociales y los procesos de construcción de la paz no pueden prescindir del diálogo entre los depositarios de la memoria ―los mayores― y los continuadores de la historia ―los jóvenes―; tampoco pueden prescindir de la voluntad de cada uno de nosotros de dar cabida al otro, de no pretender ocupar todo el escenario persiguiendo los propios intereses inmediatos como si no hubiera pasado ni futuro. Si sabemos practicar este diálogo intergeneracional en medio de las dificultades, «podremos estar bien arraigados en el presente, y desde aquí frecuentar el pasado y el futuro: frecuentar el pasado, para aprender de la historia y para sanar las heridas que a veces nos condicionan; frecuentar el futuro, para alimentar el entusiasmo, hacer germinar sueños, suscitar profecías, hacer florecer esperanzas». La instrucción y la educación como motores de la paz Asimismo, el Santo Padre señala que, el segundo camino hacia la paz es la instrucción y la educación. «Estas constituyen los principales vectores de un desarrollo humano integral: hacen a la persona más libre y responsable, y son indispensables para la defensa y la promoción de la paz. En otras palabras, la instrucción y la educación son las bases de una sociedad cohesionada, civil, capaz de generar esperanza, riqueza y progreso». Por tanto, es oportuno y urgente que cuantos tienen responsabilidades de gobierno elaboren políticas económicas que prevean un cambio en la relación entre las inversiones públicas destinadas a la educación y los fondos reservados a los armamentos. Por otra parte, afirma el Papa Francisco la búsqueda de un proceso real de desarme internacional no puede sino causar grandes beneficios al desarrollo de pueblos y naciones, liberando recursos financieros que se empleen de manera más apropiada para la salud, la escuela, las infraestructuras y el cuidado del territorio, entre otros. Invertir en la instrucción y en la educación de las jóvenes generaciones es el camino principal que las conduce, por medio de una preparación específica, a ocupar de manera provechosa un lugar adecuado en el mundo del trabajo. Promover y asegurar el trabajo construye la paz El tercer camino indicado por el Santo Padre es promover y asegurar el trabajo. Ya que el trabajo es un factor indispensable para construir y mantener la paz; es expresión de uno mismo y de los propios dones, pero también es compromiso, esfuerzo, colaboración con otros, porque se trabaja siempre con o por alguien. En esta perspectiva marcadamente social, el trabajo es el lugar donde aprendemos a ofrecer nuestra contribución por un mundo más habitable y hermoso. Pero, la situación del mundo del trabajo, que ya estaba afrontando múltiples desafíos, se ha visto agravada por la pandemia de Covid-19. Millones de actividades económicas y productivas han quebrado; los trabajadores precarios son cada vez más vulnerables; muchos de aquellos que desarrollan servicios esenciales permanecen aún más ocultos a la conciencia pública y política; la instrucción a distancia ha provocado en muchos casos una regresión en el aprendizaje y en los programas educativos. El trabajo, en efecto, es la base sobre la cual se construyen en toda comunidad la justicia y la solidaridad. Por eso, «no debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal». Es más urgente que nunca que se promuevan en todo el mundo condiciones laborales decentes y dignas, orientadas al bien común y al cuidado de la creación. Es necesario asegurar y sostener la libertad de las iniciativas empresariales y, al mismo tiempo, impulsar una responsabilidad social renovada, para que el beneficio no sea el único principio rector. Avancemos con valentía y creatividad por estos tres caminos Finalmente, el Papa Francisco invita a unir los esfuerzos para salir de la pandemia, y renueva su gratitud a cuantos se han comprometido y continúan dedicándose con generosidad y responsabilidad a garantizar la instrucción, la seguridad y la tutela de los derechos, para ofrecer la atención médica, para facilitar el encuentro entre familiares y enfermos, para brindar ayuda económica a las personas indigentes o que han perdido el trabajo. «A los gobernantes y a cuantos tienen responsabilidades políticas y sociales, a los pastores y a los animadores de las comunidades eclesiales, como también a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, hago un llamamiento para que sigamos avanzando juntos con valentía y creatividad por estos tres caminos: el diálogo entre las generaciones, la educación y el trabajo». MENSAJE PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ 2022[icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar AQUÍ[/icon] Fuente: Vatican News

Vie 10 Dic 2021

Desde el Vaticano se rezará el Rosario en honor a la Virgen de Guadalupe

La Pontificia Comisión para América Latina anunció que el 12 de diciembre de 2021, a las 04:00 a.m. hora de Colombia, Nuestra Señora de Guadalupe tendrá una celebración muy especial en El Vaticano, con el rezo del Santo Rosario desde la Plaza de San Pedro. “Con gozo evangélico, caminando con toda la Iglesia, les compartimos que el Papa Francisco acogió la propuesta de la Pontificia Comisión para América Latina de celebrar la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de toda América y las Filipinas, el domingo 12 de diciembre en la Plaza de San Pedro”, informó la Comisión. La celebración, que está enmarcada en la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de América y Patrona de México, consistirá en el rezo del Rosario iniciando a las 04 de la mañana hora de Colombia. Cada decena del Rosario será rezada por representantes de diferentes pueblos y culturas. Entre cada rezo se tendrán cantos y se pedirá de modo especial por los enfermos de Covid-19. Finalmente, se concluirá con una oración presidida por el Cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y posteriormente, a las 12 m., el Papa Francisco rezará el ángelus desde la ventana del apartamento apostólico.