Jue 28 Jul 2016
“Vanidad de vanidades”
En un mundo que nos genera expectativa y angustia por tener más de lo necesario, por asegurar todo lo que tenemos, incluso lo que no tenemos, como la muerte misma o los “por si acaso”: “por si acaso un accidente”, “por si acaso un desastre natural”, etc..., en los textos de la liturgia se relacionan dos palabras: vanidad y codicia. La vanidad tiene que ver con el deseo de aferrarse a lo vano, lo vacío, lo efímero, lo hueco. De hecho, el origen semita del término (como aparece en Eclesiastés) la relaciona con el vaho o el aliento y con la ilusión de querer atrapar elementos tales como el agua, la sombra o el humo. La primera lectura mostrará que el esfuerzo, la fatiga y las preocupaciones, tal vez por buscar seguridades futuras, son también una expresión de la vanidad. En efecto, la sabiduría de este libro nos enseña que gastar la vida en aquello que no es importante nos desgasta, no sólo de día, sino que también de noche impide el descanso y genera angustia. Lo cual iría en contra de la salud y de nuestra paz interior.
[icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar documento[/icon]
Pedagogía por la paz
Para entender las diferentes fases de un proceso que lleva al perdón, la reconciliación y la paz, la Comisión de Conciliación Nacional de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) propone a obispos, sacerdotes, religiosos(as) y laicos comprometidos la campaña denominada “Pedagogía por la paz”. Esta es una campaña de sensibilización para crear escenarios posibles de discusión para el tema de la paz.