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prevención de abusos en la Iglesia católica colombiana

Lun 10 Nov 2025

La espiritualidad del cuidado inspira el compromiso renovado de la Iglesia en Colombia con las víctimas de abuso

Con un llamado a poner a las víctimas en el centro de toda acción y a fortalecer una espiritualidad del cuidado en la Iglesia colombiana, concluyó el segundo Encuentro Nacional de Delegados para la Cultura del Cuidado, convocado por la Conferencia Episcopal entre el 27 y el 30 de octubre.En el espacio de reflexión, formación y proyección, organizado por la Oficina Nacional para la Cultura del Cuidado, participaron cerca de 140 delegados de jurisdicciones eclesiásticas y comunidades religiosas del país. Contó con la presencia activa de representantes de los tres órganos que conforman el Sistema Nacional para la Cultura del Cuidado: la Comisión Episcopal, el Consejo Nacional y la Oficina Nacional.Este segundo encuentro buscaba, especialmente, unificar criterios para prevenir y atender situaciones asociadas a abusos y violencias en ambientes eclesiales, actualizar protocolos y reflexionar sobre la centralidad de las víctimas en la respuesta eclesial.Espiritualidad del cuidado: “una vuelta al Evangelio”Una de las intervenciones más destacadas fue la de monseñor José Mario Bacci Trespalacios, obispo de Santa Marta y miembro de la Comisión Episcopal para la Cultura del Cuidado, quien subrayó que la respuesta de la Iglesia debe ser, ante todo, un proceso profundo de purificación y vuelta a sus raíces."Los abusos en la Iglesia son un síntoma de extravío, de pérdida del camino", afirmó monseñor Bacci al cierre del encuentro. Para el prelado, el punto de partida es "necesariamente una vuelta al Evangelio y una vuelta a Jesucristo", contemplando "el rostro misericordioso de Dios que se acerca a la humanidad sufriente".Sobre las implicaciones prácticas de esta espiritualidad, el prelado explicó que se trata de una "búsqueda sincera de la voluntad de Dios" que debe traducirse en la escucha de las víctimas y en articular modos concretos para que todas las iniciativas "broten, no de estrategias funcionales o de momento, sino de un verdadero compromiso de fe".Su planteamiento propuso, en esencia, que la “espiritualidad del cuidado” sea el principio unificador de toda la estructura pastoral y normativa.Las víctimas, en el centro del camino de conversión eclesialEl tema de la centralidad de las víctimas fue transversal a toda la agenda, que incluyó paneles, talleres prácticos y espacios de oración.“Queremos abrir nuestros oídos, nuestros ojos y nuestro corazón para acoger, entender y restituir la justicia ante las víctimas”, afirmó monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, obispo de Pereira y presidente de esta Comisión Espicopal.Para Ximena Ferreira Romero, responsable de la Oficina de Acogida, Escucha y Acompañamiento de la Diócesis de Socorro y San Gil, el encuentro deja un mensaje claro:“Nos queda el desafío de ver siempre a los menores, a los adolescentes y a los adultos vulnerables desde esa mirada evangélica del cuidado en el centro. La Iglesia ha dado pasos muy importantes, pero debemos seguir actualizando nuestras normas y manuales de conducta”.Un trabajo de comunión y esperanzaLos participantes coincidieron en que el encuentro consolidó una visión más unificada del trabajo pastoral y preventivo.“Llevamos mecanismos y una ruta configuradora para consolidar este trabajo que nos humaniza y nos permite reparar el dolor de las víctimas”, señaló Esperanza López Rodríguez, de la Diócesis de Ocaña.Por su parte, el padre Mario Eduardo Rivas, de la Diócesis de Pasto, destacó el llamado del cardenal Luis José Rueda Aparicio a ser “apóstoles del cuidado”, durante una celebración jubilar vivida en el marco del encuentro, en el Santuario del Divino Niño Jesús:“No se trata solo de una oficina o un protocolo, sino de una misión dentro de la Iglesia: cuidar al sobreviviente, al victimario, a las familias y a toda la comunidad eclesial”.Una Iglesia en conversión permanenteEn sintonía con el espíritu del Año Jubilar, el encuentro se vivió como un ejercicio de conversión y esperanza. Para la hermana Sara Patiño, de las Hijas de los Sagrados Corazones, “colocar a la persona en el centro es recuperar su dignidad y aplicar, como decía Don Bosco, un sistema preventivo que acompañe el crecimiento integral de niños y adolescentes”.El religioso Sebastián Felipe Arias, de los Hermanos de La Salle, resaltó que este proceso invita a “actualizar los protocolos y hacerlos vida, de modo que la persona sea el centro de la acción evangélica”.Al cierre, los delegados reafirmaron su compromiso con la creación de ambientes eclesiales seguros, la formación permanente y la espiritualidad del cuidado como eje transversal de toda acción pastoral.“El cuidado nace de un verdadero compromiso de fe”, concluyó monseñor Bacci. “Solo una Iglesia que cuida desde el Evangelio puede ser creíble y fiel a su misión”.Una mirada desde RomaEn el encuentro también se destacó la intervención virtual desde Roma de la psiquiatra Patricia Espinosa, miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, quien presentó las ‘Reflexiones sobre los hallazgos del Reporte Anual’ de dicha comisión, valorando, particularmente, los pasos datos por la Iglesia colombiana, como referente, en materia de prevención y formación.Vea a continuación el informe audiovisual del evento:

Jue 23 Oct 2025

El Valle del Cauca acogió la última etapa del proyecto pedagógico enfocado en prevención de abusos en las provincias eclesiásticas de Colombia

Con la participación de más de 1.600 personas, entre sacerdotes, seminaristas, religiosos y laicos, finalizaron las jornadas de formación del proyecto pedagógico impulsado por la Conferencia Episcopal de Colombia en las provincias eclesiásticas del país.Con un llamado a la transparencia, la prevención y la construcción de una cultura del cuidado, la provincia eclesiástica de Cali fue sede de las jornadas formativas finales sobre atención y prevención de abusos y violencias, realizadas en el marco del proyecto ‘Iglesias particulares seguras y protectoras’ de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), apoyado por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.Las capacitaciones, dictadas por miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la CEC, se desarrollaron en dos bloques. El primero, entre el 7 y el 9 de octubre, congregó a más de 900 representantes de la Arquidiócesis de Cali y la Diócesis de Buenaventura. El segundo, del 14 al 17 de octubre, reunió a cerca de 700 participantes de las diócesis de Palmira, Buga y Cartago. Los obispos de cada jurisdicción acompañaron activamente las sesiones.La doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta del Consejo, explicó el objetivo central de este recorrido nacional de tres años:"Expresar el dolor de la Iglesia, hablar con claridad, con transparencia de lo que significa el tema de los abusos, pedir perdón a las víctimas, pero también mirar con esperanza que entre todos podemos cambiar. Se trata de generar una cultura del cuidado y la transparencia".Formación rigurosa y mirada integralLos talleres y charlas abordaron temas cruciales como la conceptualización de la violencia sexual, el abuso espiritual y de conciencia, y los riesgos en el entorno digital. También se profundizó en los protocolos canónicos, la s líneas guía emitidas por la Conferencia Episcopal de Colombia, las rutas de denuncia ante autoridades civiles y el análisis de sentencias emitidas por la Corte Constitucional."Hemos explicado (…) El deber de denuncia por parte de las autoridades eclesiásticas que tengan conocimiento de actos de abuso", recalcó la doctora Hoyos, subrayando las implicaciones de los fallos judiciales para la Iglesia en Colombia.Para monseñor Luis Fernando Velásquez, arzobispo de Cali, estas jornadas representan una reflexión profunda sobre el llamado a la santidad. "Debemos hacer de nuestras iglesias particulares lugares seguros, lugares protectores, lugares donde anunciemos en todo momento el amor del Señor, un amor que es acogida, respeto y cuidado a los demás", afirmó.Testimonios: un llamado a la acción corresponsableLos participantes destacaron el valor práctico de la formación. Para Paula Andrea Bedoya, docente del Colegio Llano Verde, el espacio permitió "cuestionarnos sobre qué es un entorno seguro, cómo tener nuestras aulas seguras, cómo tener nuestra Iglesia segura...Y conocer los riesgos a los que se enfrentan los niños".Desde la perspectiva sacerdotal, el padre Jesse Marmolejo, capellán de la cárcel de Villa Hermosa de Cali, resaltó que la capacitación fue "supremamente importante porque nos hace entender cómo la figura del sacerdote en una comunidad no solamente es de evangelizar, sino que también tiene esa figura de poder transparentar la vida de Dios en las personas…De saber que no solamente es cuidar la vida de la otra persona, sino que también es cuidar nuestra vida".Monseñor Rubén Jaramillo, obispo de Buenaventura, enfatizó el fundamento evangélico de esta misión: "Cuidar al otro es una tarea que desde Dios, desde la Palabra de Dios, nos viene en lo más profundo. Porque Dios nos ha cuidado a nosotros y Él quiere que también nosotros nos volvamos cuidadores de los demás".En Palmira, el padre Blas Pardey hizo un llamado a la replicabilidad del conocimiento: "Todos están invitados a que cada sacerdote proyecte en su parroquia (…) Que las personas que hayan venido a ser portadoras de todo este conocimiento también lo hagan saber en sus grupos apostólicos".Con la conclusión de estas jornadas en el Valle del Cauca, la Iglesia católica en Colombia avanza en un proceso de formación masiva que busca, como lo sintetizó el padre Leonardo Cárdenas Téllez, "prevenir, pero también ayudar a que tengamos las herramientas suficientes para detectar y para poder reaccionar". Ahora, las Iglesias particulares serán las encargadas de replicar los procesos formativos para hacer de sus espacios, ambientes cada vez más seguros y protectores para todos.Vea a continuación el informe audiovisual de las jornadas:

Jue 26 Jun 2025

Diócesis de Soacha: Sede de capacitación de 650 personas sobre prevención y atención de abusos en la Iglesia colombiana

Cerca de 650 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas, diáconos y laicos de las diócesis de Soacha, Fontibón, Facatativá y Girardot, participaron en una nueva jornada de formación sobre prevención de abusos y violencias en entornos eclesiales. El evento, organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en el marco de la iniciativa ‘Iglesias particulares seguras y protectoras’, se desarrolló los días 13 y 14 de junio en el Colegio María Auxiliadora del municipio Soacha.Las capacitaciones, impartidas por expertos del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, profesionales y asesores de la CEC, abordaron temas como: claves para develar el abuso, protocolos de actuación desde ámbitos canónicos y civiles, entornos protectores, comunicación asertiva y manejo de casos. La jornada integró, además, momentos de espiritualidad y reflexión evangélica enfocados en la espiritualidad del cuidado.Compromisos y desafíos para la implementación de los contenidosCarolina Hidalgo, catequista de Fontibón, destacó la urgencia de romper tabúes: "Es un tema que antes no se hablaba. Estos espacios nos ayudan a identificar vacíos y actuar antes de que estallen crisis". Por su parte, Franchesca Tuzzo, también de Fontibón, enfatizó en la comunicación: "Una sola palabra puede lastimar. El cuidado está en los detalles: miradas, gestos, trato".Desde la perspectiva formativa, el padre Hanner Díaz, formador del Seminario Mayor de Girardot, resaltó la necesidad de incluir estos contenidos en la formación de los futuros sacerdotes: "Debe ser una materia obligatoria. Los futuros sacerdotes deben conocer las normativas y compromisos de la Iglesia".Liderazgo eclesial por la Cultura del CuidadoMonseñor Juan Vicente Córdoba, obispo de Fontibón, subrayó el enfoque evangelizador de la iniciativa: "Somos llamados a ser testimonio de Cristo. El abuso —sea de poder, sexual o económico— destruye esa misión". Añadió que cada parroquia replicará lo aprendido, con medidas concretas, como la revisión de interacciones físicas y culturales.La doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, calificó el balance de la jornada como positivo, pero insistió en la continuidad: "Las diócesis deben implementar medidas preventivas y gestionar casos con transparencia. Esto no es solo protocolos; es vivir el Evangelio".Retos: de la teoría a la acción por la prevención y atención de abusosParticipantes como Andrea Loaiza, catequista de Soacha, reconocieron escenarios de vulnerabilidad y contextos sociales que enmarcan el trabajo de los agentes pastorales de estas jurisdicciones: "Trabajamos con jóvenes en contextos difíciles, pero a veces no sabíamos cómo actuar. Ahora tenemos herramientas". María Janeth Galvis, también de Soacha, destacó la importancia de los protocolos: "Son claves para proteger derechos y dignidad, especialmente de niños y adolescentes".Monseñor Jaime Muñoz, obispo de Girardot, celebró la alta participación pero advirtió: "No será fácil. El primer paso está dado; ahora toca transformar realidades".Una apuesta por la protección de las personas y recuperación de la confianzaLa jornada reflejó la apuesta por la purificación y conversión en la Iglesia colombiana, desde el cuidado del mandato misional y su esfuerzo institucional por recuperar la confianza, tras el dolor y las fracturas que, a diferentes niveles, han producido los abusos presentados. Rosa María Rubiano, proclamadora de Facatativá, resumió este reto: "El cuidado es ver a Cristo en el otro. Sin respeto, no hay evangelización posible".Con estas jornadas de capacitación en Soacha, que constituye la segunda fase de formación en la Provincia Eclesiástica de Bogotá, la Iglesia colombiana avanza en su ruta hacia la construcción de entornos seguros en las 14 provincias eclesiásticas de país. Vea los momentos y testimonios más destacados de la jornada a continuación:

Vie 6 Jun 2025

Prevención de abusos: 420 consagrados y agentes pastorales de la Arquidiócesis de Medellín participaron en formación de la Conferencia Episcopal

"De una parte, lamentamos con tristeza, con vergüenza, situaciones que han ocurrido; y de otra miramos el futuro con alegría y esperanza". Este mensaje del arzobispo de Medellín,monseñor Ricardo Tobón Restrepo, sintetizó el objetivo de la jornada de“Iglesias particulares seguras y protectoras”: reconocer errores, entender la problemática y actuar para purificar.Se trata de la iniciativa pedagógica que viene adelantando desde hace tres años la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en las provincias eclesiásticas del país. En esta oportunidad, el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Medellín fue sede del encuentro que congregó a 420 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y laicos vinculados a distintas parroquias e instituciones de esta jurisdicción del departamento de Antioquia.La jornada se desarrolló entre el 28 y el 30 de mayo. Las conferencias y talleres fueron facilitados por miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia, el Vicario judicial de la Arquidiócesis de Bogotá y la Coordinadora de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia. Además, cada día, la Arquidiócesis de Medellín propició distintos momentos de oración enfocados en la espiritualidad del cuidado.La convocatoria fue liderada por el Arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, y por su Obispo Auxiliar, monseñor Mauricio Vélez García."El abuso tiene un aliado: el desconocimiento"La doctora Milena Barguil, quien,desde el 2019, se desempeña como Oficial de Cumplimiento de la Delegación Arzobispal para la Protección de los menores de la Arquidiócesis de Medellín, fue una de las conferencistas del espacio. Su taller,“Develando el abuso”,enseñó a identificar señales de violencia, especialmente en niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables.La abogada, quien también es miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue directa sobre la importancia de esta formación: "Uno de los grandes amigos que tiene el abuso sexual es precisamente el desconocimiento de lo que es el abuso. Y si no reconocemos esas situaciones y les damos el nombre, pues va a ser muy difícil generar entornos seguros".La doctora Barguil reconoció, además, que esta realidad de los abusos está presente en muchos entornos sociales; afirmó que la Iglesia también allí la Iglesia tiene una importante misión:“Los abusos están presentes en toda la sociedad y nosotros desde Iglesia abordamos de manera coherente y con mucho compromiso el reconocimiento de esas situaciones, para aportar desde nuestro ser a construir una sociedad que cada vez sea más segura y protectora para nuestros niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables”.Formación que interpela: desde el derecho hasta la comunicaciónEl vicario judicial de Bogotá, monseñor Pedro Mercado, planteó los"Siete desafíos para la cultura del cuidado", entre ellos,"no minimizar las víctimas"y"romper la indiferencia". Mientras, el canonista Leonardo Cárdenas detalló los procedimientos para investigardelicta graviora(los crímenes más graves en derecho canónico)."La transparencia no es negociable", insistió el sacerdote, quien también es miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado.La doctora Ilva Myriam Hoyos presentó varias charlas, entre ellas, “El caminar eclesial hacia el cuidado”, una conferencia que abordó los pasos que desde el año 2002 viene dando la Iglesia Católica en Colombia frente a los abusos en la Iglesia. Entre ellos, las Líneas Guía y las Líneas Operativas para la Cultura del Cuidado aprobadas por el Episcopado Colombiano; documentos que han orientado la implementación de estos procedimientos y protocolos de prevención y atención en las diferentes jurisdicciones e instituciones eclesiales.“Comunicación para prevenir, mitigar y sanar” fue el nombre de la charla-taller dirigida porLida Losada Castro, coordinadora de comunicaciones de la CEC. La periodista abordó orientaciones para asumir la comunicación como base fundamental para la construcción de la cultura del cuidado, entendiendo que es desde la interacción constructiva, asertiva y basada en la verdad donde esta cultura, como manera de “ser y hacer Iglesia”, adquiere sentido. Explicó cómo lenguaje puede“evitar la revictimización”y cómo la comunicación coherente y transparente puede ayudar a construir confianza; llamó a ser conscientes de que todos son voceros naturales de la Iglesia.“La comunicación no es un punto final, es el punto de partida y un camino transversal para generar relaciones de cuidado”, enfatizó la comunicadora."No somos espectadores": compromisos concretosLuz Yaneth Marín, coordinadora pastoral de la Universidad Pontificia Bolivariana, anunció:"Vinimos 14 personas para replicar esto en la universidad. Todos somos comunidad protectora".Junior Londoño, agente pastoral, añadió:"La cultura del cuidado es tarea de todos. Hoy sabemos que un abuso no es solo sexual: también el poder mal usado destruye".El peregrinar de la Arquidiócesis de Medellín hacia la cultura del cuidadoMonseñor Ricardo Tobón valoró los procesos locales que ha venido adelantando en este sentido la Arquidiócesis de Medellín:1. Oficina de recepción de denuncias:"En la curia diocesana se acogen quejas y reclamos con seriedad".2. Iniciativa de Buen Trato:"Se ha difundido en parroquias, colegios y grupos apostólicos para fomentar respeto, especialmente hacia niños y personas en vulnerabilidad".3. Capacitación permanente:"Nos vamos haciendo conscientes de que debemos sembrar esta cultura en toda la sociedad".Las jornadas de capacitación de “Iglesias particulares seguras y protectoras” fueron clausuradas en Medellín con una Eucaristía presidida por monseñor Ricardo Tobón. Durante su homilía, el prelado resaltó la importancia de la formación para seguir avanzando hacia esta urgente conversión y purificación en la Iglesia colombiana:“La Iglesia ha venido aprendiendo a manejar estos casos y por eso mismo, esta semana se hemos visto cómo los documentos emitidos van perfeccionando medios y métodos para actuar. Poco a poco se ha ido configurando un sistema, una organización y unos recursos para poder afrontar esto…Es una realidad dolorosa y vergonzosa que ha producido mucho dolor en la Iglesia…Porque de una parte es un cuerpo, el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Todos participamos y nos hacemos responsables no solo de los pecados personales, sino de los pecados de nuestros hermanos”, expresó el Arzobispo de Medellín.Con esta iniciativa, que se hace posible gracias al apoyo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, la Iglesia colombiana reafirma su compromiso con la transparencia, la reparación y la construcción de“relaciones dinámicas que prevengan abusos”, como señaló la doctora Hoyos. Un paso más en su peregrinar hacia unacultura del cuidadoque, según monseñor Tobón,“sirve para construir un mundo mejor”. Como también lo describió monseñor Mauricio Vélez: "Es un momento de Iglesia, que nos compromete a todos y es un momento también que se encierra en el marco de la evangelización".Próximas jornadasLa próxima jornada se llevará a cabo en la Diócesis de Soacha; contará con la participación de las diócesis de Fontibón, Zipaquirá, Girardot y Facatativá. En el caso de Antioquia, en el mes de septiembre se realizará un nuevo ciclo formativo con miembros de las diócesis de Sonsón-Rionegro, Girardota, Jericó y Caldas, que también pertenecen a la provincia eclesiástica de Medellín.Vea a continuación los momentos y testimonios más destacados de la jornada en Medellín:

Jue 12 Sep 2024

La Iglesia latinoamericana y caribeña proyectó nuevos pasos en el camino de la transparencia y la reparación frente a los abusos y violencias

Entre el 3 y el 5 de septiembre se desarrolló en Bogotá el II Encuentro de responsables de prevención de abusos de las Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe, convocado por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). El primero de estos encuentros se había llevado a cabo en Santiago de Chile en noviembre de 2023.En esta oportunidad, transparencia y reparación fueron los temas protagonistas de las conferencias, mesas de trabajo y espacios de discernimiento colectivo que se llevaron a cabo durante la reunión. Además, se propusieron nuevos pasos para avanzar en el camino de la consolidación de una pastoral del cuidado cada vez más sólida y arraigada en los diversos niveles, procesos y ambientes eclesiales. En el evento, realizado en la sede del CELAM, participaron más de 50 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos, representantes de la Iglesia en 17 países. Además, estuvo presente el Secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, prelado colombiano, quien desempeñándose como Obispo Auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, lideró el trabajo de la Iglesia colombiana en esta dimensión. El ahora representante de la Santa Sede estableció un diálogo directo con los delegados, sobre los avances e inquietudes de la Iglesia latinoamericana y caribeña en este campo. Asimismo, presentó las líneas guía universales.Aunque no pudieron asistir de manera presencial, lo hicieron virtualmente los representantes de los organismos encargados de la atención y prevención de abusos en las iglesias de Venezuela y Nicaragua. También, en algunas de las sesiones formativas, estuvieron presentes los participantes del ‘Diplomado en Cuidado y protección de niños, niñas y adolescentes’ que adelantan el Centro de Formación CEBITEPAL, el CELAM y la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR). El encuentro ratificó la necesidad de poner, cada vez más, en el centro de esta misión, a quienes han sufrido a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia en la Iglesia. También, de fortalecer el intercambio de experiencias desde la Red Latinoamericana y Caribeña para la Cultura del Cuidado para potenciar los procesos formativos y preventivos que adelanta cada organismo, así como la capacidad de respuesta institucional. En el caso de la Iglesia colombiana, el encuentro estuvo liderado por los miembros de los tres organismos que conforman el Sistema para la Cultura del Cuidado: la Comisión Episcopal para la Cultura del Cuidado, el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y la Oficina para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia. Además, monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la CEC, participó en la sesión inaugural. El desarrollo de este evento se hizo posigle gracias al apoyo económico brindado por Porticus y la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).Vea a continuación el informe audiovisual del evento con los testimonios y momentos más destacados:

Mar 3 Sep 2024

Iglesia colombiana acoge el II Encuentro de responsables de prevención de abusos de las Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe

Este martes, 3 de septiembre, inició en Bogotá, en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), el II Encuentro de Responsables de Prevención de Abusos de las Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe. Cuarenta y ocho personas, entre obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos, representantes de la Iglesia en 17 países, participan en esta reunión, que se extenderá hasta el jueves 5 de septiembre. Monseñor Luis Manuel Alí Herrera, Secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores también acompaña el encuentro.En esta oportunidad, durante la reunión, organizada por la Conferencia Episcopal de Colombia y el CELAM, se estarán abordando temas asociados a la transparencia y la reparación. En noviembre de 2023 se había adelantado el primero de estos encuentros en Santiago de Chile, a partir del cual se creó la Red Latinoamericana y Caribeña para la Cultura del Cuidado.La primera jornada inició con una Eucaristía presidida por monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Durante la homilía, el prelado afirmó que el llamado más importante que tenemos todos en la Iglesia es a ser cuidadores, actuando al estilo y con los criterios de Jesús. Una tarea que implica erradicar, en sinodalidad, cualquier tipo de abuso, teniendo como brújula la dignidad, la protección de los derechos humanos y la Doctrina Social de la Iglesia. Además, recordó la urgencia de acabar con el clericalismo y crear una cultura del cuidado que se enfoque en el servicio.Monseñor Nelson Jair Cardona, presidente de la Comisión episcopal de protección de menores de Colombia, en calidad de anfitrión, recordó que, en medio de las dificultades por cuenta del flagelo de los abusos, “podamos transitar juntos esta noche oscura, seguros de que Dios sacará de esta crisis grandes cosas, porque tenemos que responsabilizarnos”.Es así como “asumiendo las culpas” el prelado ha invitado a buscar soluciones y ser artesanos de la cultura del encuentro “y si vamos caminando juntos será más fácil”, por supuesto, una responsabilidad que recae en la jerarquía por lo que es importante “contar con pastores menos jerárquicos y más humildes, reconociendo la dignidad de todos”. Sin duda, “es un tiempo de purificación”.Seguir tejiendo redesEn la apertura, la doctora Ilva Myrian Hoyos, quien preside el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia, presentó el panorama de los organismos eclesiales para la cultura del cuidado que iniciaron en Chile.En esa perspectiva recordó que el país austral que “vivió el flagelo de las violencias y los abusos, pero que de alguna u otra forma también tiene ese eco de lo que significa la atención, la escucha, la reparación a las víctimas de la violencia cometida en los entornos eclesiales”.En el caso de Colombia, aseguró que “también hay un gran reto para compartir nuestras experiencias y poder dialogar, establecer vínculos y seguir estableciendo esta red latinoamericana” con objetivos comunes.Comentó que en este encuentro partieron de “experiencias específicas, diferenciales, sin sentirnos que hemos avanzado unos más que otros, sino estamos caminando para ayudarnos, complementarnos y solidarizarnos”.Lo que afecta a uno “afecta a todos”, bajo esa premisa las Comisiones episcopales de protección de menores y adultos vulnerables confían seguir tejiendo redes de trabajo y colaboración mutuas.Novedades e inicio de la formaciónDurante la jornada también se presentaron avances y novedades por parte de las diferentes regiones. Además, para iniciar la profundización en los temas de formación de este encuentro, la doctora Albertina Navas, proveniente de Ecuador, presentó una conferencia denominada "Comunicación en crisis. Gestión de la transparencia".

Mar 25 Jun 2024

Finaliza la segunda etapa de ‘Iglesias seguras y protectoras’: la última jornada de formación en prevención de abusos se desarrolló en la Provincia de Barranquilla

Entre el 19 y el 21 de junio, en la ciudad de Barranquilla, se llevó a cabo la última jornada de capacitación de la iniciativa ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’ implementada por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) con el auspicio de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Un proyecto que tiene como finalidad promover la atención y prevención de abusos y violencias en las diferentes regiones del país.A este llamado por la cultura del cuidado en la Iglesia Católica acudieron alrededor de 500 personas, entre obispos, sacerdotes, consagrados y laicos de la Arquidiócesis de Barranquilla y de las diócesis de Riohacha, Santa Marta, Valledupar y El Banco, jurisdicciones que conforman la Provincia Eclesiástica de Barranquilla.Como parte de la agenda desarrollada en esta última etapa, se implementaron diferentes talleres y conferencias sobre la cultura del cuidado: los desafíos a nivel social y eclesial, la generación de entornos protectores y la atención a víctimas. También se presentaron las líneas guía, líneas operativas y buenas prácticas propuestas por la CEC. Estos espacios estuvieron a cargo de los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, del Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal y del presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, monseñor Pedro Mercado.La psicóloga Diana Suárez, miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, comenta que se pudo dar un encuentro como comunidad eclesial para trabajar en aspectos que, en materia de prevención, son de gran importancia. De ellos, destacó el reconocimiento de la realidad sobre la problemática de violencia sexual en cada territorio de la Provincia de Barranquilla, así como la evaluación de los factores de protección que favorezcan el cuidado, de manera especial, de niños, niñas y adolescentes.Por una cultura del cuidado con rostro provincialEstos tres días de formación significaron el encuentro fraterno de una “Iglesia viva, actuante y alegre”, así lo indicó la doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta de ese organismo de la CEC.De acuerdo con monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, los prelados de las cinco Iglesias particulares estuvieron de acuerdo con que estas jornadas coincidieran con la formación obligatoria de sus cleros, de tal manera que se les diera la mayor importancia posible. “Para la provincia ha sido un momento providencial porque también nos ha permitido acercarnos de manera mucho más profunda y consistente al Sistema para la Cultura del Cuidado que ha impulsado la Conferencia Episcopal. Diríamos que ahora este sistema va a adquirir un rostro provincial, el rostro de la Provincia de Barranquilla”, así lo expresó monseñor José Mario Bacci Trespalacios, obispo de Santa Marta.Monseñor Bacci Trespalacios, indicó también que ahora cada Iglesia particular tiene como tarea no solo divulgar los contenidos abordados, sino también profundizar en cómo hacer vida la cultura del cuidado en todos los ámbitos eclesiales.Una cultura del cuidado que no se agota en las jornadas de las provincias“Es muy importante reconocer que el ejercicio no se puede quedar solamente en esta capacitación o en las capacitaciones realizadas en las diferentes provincias. Es necesario que esta información también sea comunicada con los diferentes miembros que hacen parte de los ambientes eclesiales y de allí la importancia de realizar un trabajo muy riguroso con las comunidades”, señaló la doctora Diana Suárez.La piscóloga, quien, además, coordina la Oficina del Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, señaló también la necesidad de sensibilizar a los agentes de evangelización y a los padres de familia sobre los riesgos que hay en el entorno digital para los menores y en las normas específicas para el cuidado y la protección de todos los que hacen parte del ambiente eclesial. Además, brindar un acompañamiento integral a las personas que han sufrido a causa de abusos o violencias, sin riesgo a revictimizarlas.Al cierre de estas jornadas, monseñor Pedro Mercado, indicó que, a pesar de que la primera parte del proyecto se ha cumplido, la labor pedagógica debe continuar, de manera especial, con los futuros pastores de la Iglesia: “Hay que acentuar todavía más la prevención e ir sobre todo a los seminarios para que la cultura del cuidado no llegue ya en un momento tardío de la formación sacerdotal, sino precisamente cuando se está gestando ese futuro ministro, ese futuro sacerdote, servidor del pueblo de Dios. De tal manera que, desde esa etapa temprana, la cultura del cuidado haga parte de su formación para un servicio integral a la Iglesia”, remarcó monseñor Mercado.De esta forma, concluyeron las jornadas de capacitación sobre atención y prevención de abusos implementadas por la Conferencia Episcopal de Colombia en once de las catorce provincias eclesiásticas del país, desde la iniciativa ‘Iglesias Seguras y Protectoras’. La Oficina para la Cultura del Cuidado continuará animando y articulando otros procesos formativos en diversas instituciones eclesiales bajo el propósito de aportar a la construcción del Sistema para la Cultura del Cuidado propuesto por los obispos en las ‘Líneas guía’.Vea el resumen informativo de la jornada:Para conocer más información sobre el trabajo de la Iglesia colombiana por la cultura del cuidado, haga clic aquí.

Jue 20 Jun 2024

Iglesia en Boyacá recibió formación en atención y prevención de abusos: casi 800 personas participaron

Entre el 12 y el 14 de junio, Duitama fue sede de las jornadas regionales de capacitación sobre atención y prevención de abusos desarrolladas por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en el marco de la iniciativa “Iglesias Seguras y Protectoras”. En esta oportunidad, con obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosas y laicos de la Provincia Eclesiástica de Tunja. De manera especial, de las cuatro jurisdicciones de Boyacá: la Arquidiócesis de Tunja y las diócesis de Duitama-Sogamoso, Garagoa y Chiquinquirá.Cerca de 800 personas de zonas urbanas y rurales del departamento acudieron a esta convocatoria, liderada por los obispos y los miembros de los organismos encargados de la cultura del cuidado en cada una de estas Iglesias particulares . También asistieron algunos representantes de la Diócesis de Yopal, que hace parte de esa provincia.Se trata del cuarto ciclo de formación por provincias eclesiásticas facilitado en lo que va corrido del 2024 por el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y el Departamento de Comunicaciones de la CEC, así como por el Presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, monseñor Pedro Mercado. En él, se llevaron a cabo conferencias, talleres y diálogos específicos en torno a temáticas como: claves para generar entornos protectores, elementos psicosociales para identificar situaciones de abuso, fundamentos canónicos para la atención y aspectos necesarios para comunicar con enfoque de cuidado y prevención.“Este momento ha sido un paso más, un escalón más, en todo el compromiso que tenemos las diferentes diócesis de esta jurisdicción, en esta cultura del cuidado y ser verdaderas apóstoles de la prevención”, expresó el padre Ricardo Alonso Lache, también de la Diócesis de Garagoa.Sobre el sentido fundamental de la cultura del cuidado y las reflexiones suscitadas durante las jornadas, monseñor Julio Hernando García Peláez, obispo de Garagoa, afirmó: “Se trata de un acto de responsabilidad en lo que es la Iglesia como tal, que debe continuar la obra de Jesús, atendiendo de modo especial a los niños y brindándole a los niños ambientes seguros. Jesús bendecía a los niños. Nosotros estamos para cuidar a los niños y bendecirlos.”Por su parte, el padre Óscar Pinzón, administrador diocesano de Duitama, destacó la necesidad de afianzar cada vez más el trabajo por la cultura del cuidado a nivel provincial, así como los retos que tienen tras esta formación:"Aquí en Boyacá el tema provincial está muy muy arraigado y hemos trabajado de la mano las diócesis vecinas, conformando una suerte de comisión o Delegación Provincial para la Cultura del Cuidado, con la cual nos reunimos mes a mes, hemos preparado también remotamente este encuentro de Iglesias particulares, pero sigue el esfuerzo de ver qué nos hace falta: perfeccionar los decretos con los cuales se crean las comisiones, las oficinas, también de los materiales y de las formas en que en cada diócesis podemos llegar a ser multiplicadores de esta buena noticia".Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja también valoró la actividad como una oportunidad para aclarar dudas y unificar criterios. Además, aprovechó para hacer una invitación especial que permita seguir fortaleciendo el Sistema para la Cultura del Cuidado que ha sido definido por la Iglesia Católica colombiana:"Invitar a todos los que ya han pasado también por esta formación a que demos un paso adelante: que se estabilice en cada una de las jurisdicciones la oficina, como lo ha pedido el papa Francisco "Vos Estis Lux Mundi", que haya un organismo en el cual la gente tenga fácil acceso a todo lo que tiene que ver con denuncias o prevención de este fenómeno, de los abusos de poder, de conciencia y sexuales, que tanto dolor causan en la sociedad y específicamente nuestra Iglesia".Las jornadas finales de este ciclo formativo se están desarrollando entre el 19 y el 21 de junio con las jurisdicciones que conforman la Provincia Eclesiástica de Barranquilla. Así, la Conferencia Episcopal de Colombia clausurará la segunda etapa de este proyecto, que ha sido auspiciado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.Vea a continuación el informe del evento: