Mar 2 Ago 2022
Episcopado resalta ejemplo de resiliencia de comunidad Rrom presente en Colombia
Al celebrarse este 2 de agosto a nivel mundial el 78º aniversario del Día del Holocausto del Pueblo Gitano, que se vivió durante la Segunda Guerra Mundial, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Departamento de Animación Misionera y el área de Etnias, ha querido recordar y saludar de manera especial a la minoría étnica conocida como comunidad de Rrom, que significa “pueblo” o “persona” en el idioma Rromaní.
A través de un mensaje el padre Omer Giraldo, director del área de Etnias del episcopado agradeció al Pueblo Gitano de Colombia por sus ejemplos de resiliencia a lo largo de su historia como parte de la nacionalidad colombiana.
“La Iglesia colombiana desde la Conferencia Episcopal se une al Pueblo Rrom en Colombia, reconociendo su colombianidad por su presencia ya centenaria en nuestro país, sus deseos y luchas por fortalecer y defender su identidad étnica y cultural, sus derechos como etnia minoritaria, sus manifestaciones artísticas, sus formas de vida, usos y costumbres y su dignidad como pueblo (…) Gracias querido Pueblo Gitano de Colombia por sus profundas lecciones de resiliencia a lo largo de su historia como parte de la nacionalidad colombiana”.
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HOMENAJE AL PUEBLO GITANO DE COLOMBIA
Día de la Memoria del Holocausto de los Gitanos
El 2 de agosto de 1944 es la fecha reconocida por una resolución del Parlamento Europeo del año 2015 como la fecha final de la liquidación de los “campos de gitanos” de Auschwitz. Conocida en el idioma alemán como la “Zigeunernatch”, “La Noche de los Gitanos”, el 1 de agosto de 1944, se realizó la matanza de cerca de 4.300 miembros de las minorías étnicas de los Sinti y los Rromaníes, variantes culturales de las etnias gitanas, durante la II Guerra Mundial; quienes fueron incinerados en las cámaras de gases, como parte de la campaña Nazi, en su intento por exterminar el Pueblo Gitano de Alemania. Se estima, según cálculos recientes, que entre 250.000 y 500.000 gitanos fueron asesinados durante el Holocausto Nazi.
La Iglesia Católica en Colombia, a través del Centro de Animación Misionera de la Conferencia Episcopal y el área de ETNIAS, rinde un especial homenaje al Pueblo Gitano de Colombia con ocasión de esta importante conmemoración, unida de corazón al dolor del pueblo gitano esparcido en muchas naciones del mundo. Junto a esta reconocida fecha del 2 de agosto, es importante recordar que el Día internacional de Pueblo Gitano se celebra el 8 de abril. El pasado mes de abril se celebraron los 32 años de la declaración oficial de dicha fecha en el Cuarto Congreso Mundial Romaní, realizado en 1990 en Serock, Polonia.
Ana Dalila Gómez Bahoz, gitana colombiana y considerada una de las 100 mujeres más influyentes del mundo, es coordinadora general de la organización PROROM y consejera distrital del pueblo gitano en Bogotá. En diálogo con ella nos dijo que la matanza del 1 de agosto de 1944 es reconocida en su cultura como “Mudardimos” que significa “genocidio” en la lengua Rromaní de los gitanos del mundo entero. Expresó que la limpieza étnica en el Holocausto Nazi superó el millón de gitanos asesinados. A su vez agradeció el gesto de la Iglesia colombiana de solidaridad con el pueblo gitano de Colombia. Hablando sobre la presencia de los gitanos en Colombia dijo que “existen comunidades de gitanos, llamadas Kompañy, o Kumpanias, repartidas en diversas regiones como Bogotá, Sahagún y San Pelayo, en Córdoba; Sampués, en Sucre, Sabanalarga, Envigado, Girón, Cúcuta, Tolima y Pasto”, este último, el único lugar del país donde aún viven en carpas.
Según el último censo del Dane, son 4.858 los gitanos que viven en Colombia, aunque para el Proceso Organizativo del Pueblo Rom (Prorom) la cifra ya superó los ocho mil. Ana Dalila expresó que la organización PROROM tiene como objetivo “cambiar nuestra imagen social, mostrándonos como personas reales, no estereotipadas”. La palabra “gitano” proviene del término “egiptano”, pues en la Edad Media se generó la creencia errónea de que provenían de Egipto. Los gitanos llegaron a España en el siglo XV en tiempos de Isabel y Fernando, los reyes católicos. Su política que quería la homogeneidad de la sociedad española generó el odio y la indiscriminación hacia el pueblo gitano. La verdadera historia de los gitanos o también conocidos como “romaníes”, “zíngalos” o “Pueblo Rrom”, es que provienen de un pueblo indo ario nómade, al norte del subcontinente indio, del siglo IX de nuestra era. Aunque no hay una cifra precisa del censo gitano a nivel mundial se estima que oscila entre 12 y 20 millones de personas esparcidos en muchos países del mundo, aunque nunca se han identificado con un territorio o país. Es por esto que no anhelan una patria lejana, ni tienen el concepto de soberanía nacional o territorial y se caracterizan por la transmisión oral de su cultura, pues carecen de textos sagrados o referenciales. Las principales características del pueblo Rrom, afirma Ana Dalila, son: Gastronomía propia, danza, música, justicia propia, lengua y saberes ancestrales.
Es importante resaltar que, según la tradición gitana, no tienen una creencia religiosa común, sino que adaptan la religión dominante del lugar donde llegan. En Colombia la mayoría de los miembros del pueblo Rrom son católicos. Los católicos gitanos del mundo entero tienen como patrón al beato Ceferino Giménez Malla. Conviene resaltar que el 2 de agosto la Iglesia celebra la memoria del Beato CEFERINO, gitano fusilado en Barbastro, España, en 1936 por intentar salvar a un sacerdote. Fue el sacerdote milanés, Mario Riboldi, fallecido en junio de 2021, apóstol de los gitanos en Italia y Europa, quien descubrió la figura de Ceferino Giménez e impulsó con vitalidad su postulación para la beatificación, hasta que San Juan Pablo II le beatificó en Roma el 4 de mayo de 1997.
Vatican News escribió: “Al inicio de la guerra civil española, en los últimos días de julio de 1936, (Ceferino) fue detenido por salir en defensa de un sacerdote que arrastraban por las calles de Barbastro para llevarlo a la cárcel, y por llevar un rosario en el bolsillo. Le ofrecieron la libertad si dejaba de rezar el rosario. Prefirió permanecer en la prisión y afrontar el martirio. En la madrugada del 8 de agosto de 1936, lo fusilaron junto a las tapias del cementerio de Barbastro. Murió con el rosario en la mano, mientras gritaba su fe: «Viva Cristo Rey»” . Nos recuerda el Cardenal Peter Turkson, exprefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, en su mensaje para la memoria del Beato Ceferino del 2 de agosto de 2021: “En la vida del “Pelé”, como es conocido popularmente por los gitanos, se encuentran reflejados los valores centrales de la vida cristiana. Era conocido por su vida de oración, por su caridad constante; tenía también un don natural para el consejo”.
La Iglesia colombiana desde la Conferencia Episcopal se une al Pueblo Rrom en Colombia, reconociendo su colombianidad por su presencia ya centenaria en nuestro país, sus deseos y luchas por fortalecer y defender su identidad étnica y cultural, sus derechos como etnia minoritaria, sus manifestaciones artísticas, sus formas de vida, usos y costumbres y su dignidad como pueblo.
Gracias querido Pueblo Gitano de Colombia por sus profundas lecciones de resiliencia a lo largo de su historia como parte de la nacionalidad colombiana.
Padre Omer Giraldo R. MXY
Director área de ETNIAS y del IMA,
Instituto Misionero de Antropología
Del Centro de Animación Misionera de la CEC