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Episcopado resalta ejemplo de resiliencia de comunidad Rrom presente en Colombia

Mar, 02/08/2022 - 11:21 editorCEC1

Tags: pueblo gitano área de etnias comunidad rrom Etnias pueblos indígenas Iglesia conferencia episcopal

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Día de la Memoria del Holocausto de los Gitanos

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Jue 5 Sep 2024

Obispos colombianos dieron el primer paso hacia la consolidación de la pastoral indígena

Por primera vez, los obispos de las arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos de Colombia donde hay mayor presencia de comunidades indígenas, se reunieron para analizar juntos el contexto de sus territorios en esta dimensión, el estado de la pastoral indígena en el país; así como las oportunidades y desafíos para su fortalecimiento. Aunque desde hace muchos años, diversas jurisdicciones han tenido múltiples espacios de trabajo con los pueblos originarios, los obispos colombianos identificaron la necesidad de dar un paso adelante.En la reunión, que se llevó a cabo entre el 2 y el 3 de septiembre en la sede de la Universidad Santo Tomás en Bogotá, participaron 14 obispos. Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán, lideró la convocatoria y animó el desarrollo del encuentro. También estuvo presente el padre Carlos Alberto Zuluaga Benjumea, director del Área de Etnias del Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Además, para enriquecer la reflexión con sus protagonistas, dos miembros de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), fueron invitados a compartir con los prelados detalles de la situación actual de sus comunidades.Monseñor Sánchez destacó la importancia del encuentro para conocer específicamente las iniciativas que se adelantan en cada Iglesia particular, de acuerdo a las visiones y realidades de las etnias y pueblos indígenas allí presentes:“Teníamos una deuda como obispos de una conversación seria, profunda, ampliada sobre el tema de la pastoral indígena. Cada uno de nosotros, en nuestros territorios, en los que los pueblos indígenas que estamos, salimos adelante con iniciativas muy, muy particulares, con las tradiciones que tiene una Iglesia sobre esa pastoral específica…Hacernos conscientes de la responsabilidad enorme que tenemos frente a nuestros pueblos indígenas, sus luchas, sus dolores, sus reivindicaciones, sus procesos y el papel que nosotros desde el Evangelio tenemos que poner en ese camino”.El padre Carlos Zuluaga del Área de Etnias de la CEC, dimensionó la importancia de que la Iglesia inicie este camino. Afirmó que Colombia tiene, por lo menos, 64 etnias, “que son 64 pensamientos diferentes y que son 64 maneras en su cosmovisión y en su cosmogonía de ver la vida”, remarcó.“Adentrándonos en este caminar, entonces vamos a un encuentro de espiritualidades. Sí, donde la Iglesia particularmente tiene una propuesta que es la que el Señor nos ha dado. Adentrarnos como en esta diferenciación, para que en ese encuentro se vaya inculturizando el Evangelio, pero desde la interculturalidad que es aprender, aprender, tener de alguna manera el reconocimiento de que ellos son diferentes, que piensan diferente, que tienen una espiritualidad y que esa espiritualidad no pelea con la nuestra o con todo lo que es la evangelización, sino que el Evangelio llega a encarnarse porque allí ya está lo que llaman las Semillas del Verbo”, agregó el padre Carlos.Los siguientes pasosDesde esa mirada, sobre los resultados y propósitos trazados al cierre de este encuentro, monseñor Omar Sánchez señaló que lograron plantear una ruta común que contempla la realización de un próximo encuentro de escucha ampliado, esta vez, contando con la participación de delegados de pastoral indígena y sacerdotes indígenas. De tal forma que se pueda llegar a un conceso más adaptado a la realidad, que facilite la definición de líneas de trabajo de la pastoral indígena a nivel nacional.Posteriormente, adelantarían una fase de discernimiento, a partir de la cual puedan construir unas líneas generales que orienten la pastoral indígena en Colombia; finalmente se daría la etapa de implementación y aplicación.“Minga dentro, minga fuera”En cuanto a los temas concretos que considerarían inicialmente en este proceso, los obispos han distinguido situaciones propias de la misión de la Iglesia y otras, de la realidad social, ambiental y política de estas comunidades en las cuales también la Iglesia puede aportar. El Arzobispo de Popayán los categorizó como temas “minga fuera” y temas “minga dentro”.“Minga dentro: lo nuestro es el nombre de Jesús como Salvador, dar la buena noticia de Jesús en nuestros pueblos indígenas: acompañar a los que ya son cristianos católicos aferrados a nuestra fe con unas expresiones hermosas de nuestra fe católica, recuperar a tantos cristianos católicos de nuestros pueblos que tienen esta fe pero la tienen fría (…) Minga fuera, grandes temas como el ambiental, la protección de la casa común, el gran tema de la paz en la que ellos y nosotros estamos; otros como su cultura, identidad y espiritualidades”, expresó el arzobispo de Popayán.Durante el encuentro también se destacó la necesidad de buscar estrategias para fortalecer la pastoral vocacional en medio de las comunidades indígenas, lograr que la Iglesia se acerque más a su cultura. Esto implica superar retos como la dispersión territorial, la escasez de sacerdotes en algunas Iglesias particulares y la superación de barreras dialécticas.También se definió la importancia de aportar desde la Iglesia en la educación en valores y elementos que les permitan a los miembros de estos pueblos originarios construir o fortalecer sus proyectos de vida. Así mismo, buscar estrategias para fortalecer la pastoral vocacional en medio de ellos.Por su parte, el padre Arnulfo Moreno Quiñones, pro-vicario del Vicariato Apostólico de Guapi, donde tienen comunidades indígenas en los cuatro municipios que conforman su jurisdicción, destacó que allí el trabajo con los pueblos originarios lo han venido adelantando, especialmente, a través de comunidades religiosas y de la pastoral social.“Hace muchos años atrás teníamos religiosos y religiosas trabajando directamente en las comunidades indígenas. Ahora no tenemos ningún religioso ni ninguna religiosa, pero hemos estado allí (…) Salió la cuestión de la escasez de vocaciones. De hecho, los indígenas en general se identifican, dicen o son católicos y ellos en su vivencia de la espiritualidad, se acercan a nosotros como Iglesia Católica a pedir, sobre todo, el sacramento del Bautismo".El padre Quiñones también destacó la cercanía y aceptación que tiene la Iglesia entre muchas de estas comunidades indígenas, evidenciada, por ejemplo, en la devoción a los Santos Católicos:“En nuestra jurisdicción eclesiástica, ellos son muy devotos del Señor, de la Buena Esperanza. Entonces ellos acuden frecuentemente en sus necesidades a esta, a este santo, a esta imagen, el Señor de la Buena Esperanza es una gran oportunidad que yo pienso que podemos aprovechar para acercarnos más. Además de otras festividades que también celebran San Juan Bautista, Santa Rosa, la Niña María”.Sin embargo, el sacerdote también indicó que, para poder fortalecer la labor evangelizadora, se deben fortalecer aún más los lazos con las autoridades espirituales e institucionales de estas comunidades.Higinio Obispo González, Asesor de la Secretaría General de la Organización Nacional Indígena de Colombia, fue uno de los líderes indígenas invitados al espacio. Higinio destacó la relevancia de este espacio; valoró el interés y la apertura de los obispos frente al tema. En el espacio, expuso los principales procesos que se están llevando a cabo a nivel organizativo, así como realidades de los diversos pueblos y territorios:“También es importante en el sentido que hacía mucho rato no teníamos este tipo de diálogo, sobre todo con los obispos. Yo creo que hay una necesidad de cómo conjugamos una visión y otra. Y la Iglesia siempre ha estado en disposición de acompañar a nuestros pueblos indígenas y de eso estamos muy agradecidos, pero también porque en este momento es importante que la Iglesia renueve las posibilidades realmente de cómo trabajar en el proceso organizativo, acompañando en sus acciones a estos pueblos”, así lo describió Higinio.Vea a continuación el informe audiovisual:

Jue 8 Ago 2024

Iglesia colombiana destaca el Día de los Pueblos Indígenas 2024 como una oportunidad para reflexionar sobre sinodalidad, esperanza y misión

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Área de Etnias del Centro Nacional Misionero, se une a la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas que se celebrará este 9 de agosto, con un mensaje en clave de sinodalidad, esperanza y misión, que destaca, de manera especial, la experiencia cotidiana, forma de relacionamiento y cultura de los pueblos originarios.A través de un video, es el padre Carlos Alberto Zuluaga Benjumea, director de esta sección en el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), quien transmite dichas palabras.El misionero consolato inicia el mensaje destacando la importancia de esta celebración propuesta desde 1994 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, para que también la Iglesia reflexione sobre la presencia de los Pueblos Indígenas en la comunidad humana y planetaria: “Nos brinda una oportunidad extraordinaria para mirarnos como humanidad, interconectada con la “comunidad de la vida””. Seguidamente, el padre Carlos Alberto afirma:“Cuando en la Iglesia hablamos hoy de sinodalidad nos estamos refiriendo a esa experiencia que Ustedes, pueblos indígenas, han vivido desde siempre en las chagras y los tambos, en las mingas y los rituales, en las fiestas y festivales. Ese sentir juntos, conversar entre todos, decidir en comunidad, caminar juntos, trabajar y celebrar comunitariamente, defender juntos, como pueblo, el territorio, la lengua y la cultura. Así la viven ustedes, así la entendemos nosotros, así la queremos vivir con ustedes y todos los pueblos de la tierra. Como familia universal que se respeta, respeta, es respetada y se hace respetar. Todos participando en y de la mesa común. La mesa de la comunidad planetaria.Esta es la esperanza que nos impulsa y atrae. Poder vivir en este territorio común, llamado planeta. Vivir en armonía y en paz, en respeto y colaboración, en perdón y reconciliación, en justicia y equidad, en participación sin corrupción ¡Qué lindo sería! Un paraíso que vale la pena soñar y construir. Una fiesta mundial de la fraternidad, en el Jubileo de la Esperanza, a la cual nadie debe faltar.Que eso es una utopía, gritarán ¡Y es verdad! Pero nos atrae, nos gusta, nos provoca y nos convoca, se vuelve misión. Sí, misión aquí, misión allí, misión allá. Vamos todos en salida misionera, a trabajar por la paz mundial y la ecología integral. El Dios de la vida nos aplaudirá”.Vea el mensaje a continuación:En contexto:De acuerdo con Naciones Unidas, el 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General decidió que cada 9 de agosto se conmemorará el Día Internacional de las Pueblos Indígenas, como una oportunidad para evidenciar, de manera especial, "las barreras a las que se enfrentan las comunidades indígenas de todo el mundo: discriminación, difícil acceso a educación y salud, daño del medio ambiente, violaciones de derechos humanos y su lucha por conservar sus costumbres, lengua y tradiciones".Esta organización internacional también informa que en Colombia, según el último censo, realizado en 2018, "1.905.617 personas informaron pertenecer a 115 pueblos indígenas nativos, lo que representa un 4,4% de la población total del país. Los cuatro pueblos indígenas más numerosos son los Wayuu, Zenú, Nasa y Pastos; estos "concentran el 58,1% de la población indígena del país".

Mar 9 Jul 2024

La Iglesia colombiana renovó su compromiso con el anuncio de Jesucristo “aquí, allí, allá y más allá”

Entre el 5 y el 8 de julio, la Iglesia colombiana estuvo de fiesta centenaria. El XIII Congreso Nacional Misionero, desarrollado en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, fue el escenario central de dicha celebración que reunió a más de 1.800 personas de diversas edades y de todas las regiones del país, entre obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas y laicos. En representación del Vaticano, participaron, de manera especial, el cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, y el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli.Con esta edición, se conmemoraron cien años de haberse celebrado el primero de estos congresos, no solo en Colombia, sino en el mundo. De allí que el lema central con el que se impulsó fue: “¡En la Iglesia misionera, Colombia de primera”.Durante el evento se llevaron a cabo diversos espacios de espiritualidad, ponencias, conversatorios y testimonios misioneros, que buscaron recoger la cosecha de todos los misioneros colombianos que han plantado y celebrado el Evangelio dentro y fuera del país, para valorarla y convertirla en un nuevo impulso de la misión, en todos los niveles y realidades.“Recojamos la cosecha y comprometámonos a llevar semillas para sembrarlas en el corazón de nuestras familias, de nuestras parroquias, de nuestras diócesis, para que renazca con fuerza el ardor misionero, para anunciar a Jesucristo, el regalo de Dios para la humanidad en todos los espacios. Esa realidad misionera está aquí, allí, al frente y más allá”, expresó durante la instalación del evento monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).Por su parte, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, pidió a los misioneros tener en cuenta tres consideraciones para ser verdaderos “Testigos de la fe y pregoneros de la gracia”, tema bajo el cual se desarrolló la agenda del congreso: 1. “La misión es un camino de hijos que se sienten amados. 2. La misión es un camino de hermanos sencillos, al estilo de Jesús. 3. La misión es un camino de familia; de Iglesia acogedora, guiada por el Espíritu Santo”.Durante su ponencia titulada “La mission ad gentes en la Iglesia local”, el cardenal Luis Antonio Tagle, recordó la necesidad de hacer misión en cinco ambientes concretos, partiendo de la realidad cultural de cada una y peregrinando juntos: entre los pueblos indígenas, entre los jóvenes, en el mundo digital, entre las personas discapacidad o con capacidades diferentes y entre las personas migrantes. Además, enfatizó que “el discipulado misionero implica ir con Jesús, permanecer con Jesús e ir a otras y otros para compartir a Jesús”.La celebración concluyó con una visita histórica del Cardenal Tagle al Vicariato Apostólico de IníridaPara experimentar aún más la misión, tras el cierre del congreso, este lunes 8 de julio, el pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, se desplazó hacia el Vicariato Apostólico de Inírida, ubicado en el departamento del Guainía, en compañía del Nuncio Apostólico y de varios obispos colombianos: monseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo de Istmina-Tadó; monseñor Medardo de Jesús Henao, obispo del Vicariato de Mitú; monseñor Joaquín Pinzón, obispo del Vicariato de Puerto Leguízamo-Solano. Allí fueron recibidos por monseñor Joselito Carreño, obispo de Inírida, por los presbíteros y consagrados del vicariato, así como por miembros de la comunidad.La comitiva, de la que también hacía parte el Padre Samir de Jesús García, Director Nacional de Obras Misionales Pontificias de Colombia y del Centro Nacional Misionero de la CEC; visitó la catedral Nuestra Señora del Carmen, la Pastoral Social de Inírida, el Hogar Infantil Casita de Semillitas y el colegio parroquial Monseñor Antonio Bayter Abud, allí pudieron conocer parte de la labor importante evangelizadora que adelanta esta Iglesia particular en territorio de misión.La jornada culminó con una solemne Eucaristía presidida por el Cardenal Tagle y concelebrada por monseñor Paolo Rudelli, monseñor Joselito Carreño, los prelados visitantes y los presbíteros del Vicariato Apostólico de Inírida.Durante su homilía, el cardenal Luis Antonio Tagle transmitió su saludo fraterno y la bendición del Papa Francisco, expresando la cercanía del Dicasterio para la Evangelización de las Jóvenes Iglesias. "El Vicario Apostólico nos ha informado de los muchos signos de vitalidad y esperanza presentes en su Iglesia. Al mismo tiempo, estoy consciente de los muchos desafíos a los que se enfrentan como pueblo y como Iglesia. Las lecturas de hoy nos dan esperanza", expresó el purpurado.Por su parte, monseñor Joselito Carreño expresó su agradecimiento al cardenal Tagle, resaltando la bendición que representa su visita para esa Iglesia particular. Agradeció a Dios por permitir que el pro-Prefecto de la Evangelización de los Pueblos haya elegido visitar este vicariato entre los diez que existen en Colombia y conocer de primera mano los programas y proyectos que se realizan en la obra de la evangelización integral.Al cierre, el Nuncio Apostólico expresó su alegría por la visita pastoral del Cardenal Tagle, uno de los colaboradores más cercanos del Papa Francisco: "Nos ha honrado con su presencia al final del Congreso Nacional Misionero. Es una ocasión para sentirnos todos unidos al Santo Padre, rezar por él, y también escuchar su llamado para que todos vayamos siendo discípulos misioneros de Jesús, compartiendo la alegría del Evangelio".Esta visita representa un hito en la historia del Vicariato Apostólico de Inírida, una oportunidad para fortalecer la fe y el compromiso de la comunidad con la misión evangelizadora de la Iglesia, así lo informó la delegación de comunicaciones de esa jurisdicción eclesiástica.Así registró el XIII Congreso Nacional Misionero la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Bogotá, sede del evento:

Lun 17 Jun 2024

La Iglesia colombiana está lista para celebrar su centenario misionero, en el marco del XIII Congreso Nacional

Entre el 5 y el 7 de julio de 2024, la Iglesia colombiana conmemorará cien años de haber realizado el Primer Congreso Nacional Misionero. Convocados por Obras Misionales Pontificias (OMP) y por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), mil doscientas personas, entre sacerdotes, consagrados, seminaristas y laicos, de las diferentes regiones, se reunirán en Bogotá, en la Pontificia Universidad Javeriana, para renovar su compromiso misionero y ser protagonistas en la concepción de nuevos y creativos modos de continuar anunciando el Evangelio, en el marco del XIII congreso, constituido como el congreso centenario. Los obispos del país acompañarán esta importante celebración.El Primer Congreso Nacional Misionero realizado del 15 al 24 de agosto de 1924 en Colombia fue pionero a nivel mundial, calificado como un despertar y Kairós del Espíritu en la Iglesia; la entonces Madre Laura Montoya Upegui, animó directamente su organización, como preparación para la exposición misionera que se realizó en Roma, con ocasión del Año Santo 1925. Años más tarde, lo empezaron a replicar en otros países, como México. De allí, el lema elegido para este centenario: “En la Iglesia Misionera, ¡Colombia de primera!”.El evento proyectó para Colombia un fructífero camino en la transmisión del Evangelio, del que han surgido grandes figuras de santos y mártires misioneros, entre ellos, la misma Santa Madre Laura, el Venerable Miguel Ángel Builes, el Beato Padre Marianito, los beatos mártires hospitalarios, el Beato Pedro María Ramírez, el Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve y la Beata María Berenice Duque Hencker. Además, importantes proyectos, comunidades e institutos, con un decidido compromiso por la misión, entre los que se destacan el Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal, las Misioneras Teresitas y las Hijas de la Misericordia.De manera especial, el congreso centenario iniciará oficialmente el día viernes 5 de julio con la entronización de las reliquias de Santa Laura Montoya. Durante su desarrollo, se llevarán a cabo diversas ponencias, sesiones de trabajo grupal, espacios con testimonios misioneros y jornadas de adoración eucarística. Todas ellas proyectadas para aportar al deseo de bautizados, formados y amantes de la misión, para que vayan las regiones de Colombia a anunciar al Señor, o también, a otros países donde aún no llega el mensaje o donde hacen falta más multiplicadores.El Cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto de la sección para la primera evangelización y las nuevas iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización del Vaticano, será el invitado internacional especial. A su cargo estará la primera ponencia del evento, titulada “La missio ad gentes en la Iglesia local”; además, el domingo 7 de julio, presidirá la Solemne Eucaristía de clausura y envío misionero.“El congreso cenentario va a ser para todos nosotros un punto de reinicio en la labor evangelizadora en Colombia y, sin lugar a dudas, una oportunidad maravillosa para que nuestra Iglesia Católica continúe florenciendo y haciendo que todo el pueblo colombiano, halle, entre otros, los caminos de tan anhelada paz”, expresó moseñor Mario de Jesús Álvarez, obispo de Istmina-Tadó, administrador apostólico de Quibdó y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones.El prelado se refirió también a la necesidad de que este momento ayude a vivir en Colombia “un Evangelio dinámico”; indicó tres adverbios inspirados en Hechos de los Apóstoles 1,8 que enmarcan esta tarea: aquí, allí y allá. “Aquí, en mi parroquia y en mi diócesis; allí en el resto de las jurisdicciones de Colombia; y allá, en cualquier lugar del mundo”, explicó monseñor Mario.Es importante recordar que, en Colombia, cada 4 años se celebra un Congreso Nacional Misionero. Aunque en el caso de esta edición centenaria los cupos para participar de manera presencial ya están agotados, también se podrán unir a él quienes deseen desde cualquier parte del mundo, de manera virtual mediante un aporte de 40.000 COP o 12 USD. La inscripción se puede realizar aquí.Conozca la agenda preliminar del evento aquí.