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vida

Mar 14 Feb 2017

“Ley de donación de órganos no es perversa pero exige reglamentación”

La ley 1805 aprobada por el Congreso de la República en agosto pasado y ratificada recientemente, que establece la donación de órganos en Colombia con carácter obligatorio, no tiene nada de “perversa”, así lo afirmó monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, obispo de Fontibón y presidente de la Comisión Episcopal de Vida. El prelado manifestó que la posición de la Iglesia católica sobre esta Ley “no tiene contradicción con la doctrina, ni afecta la dignidad de la persona, sino todo lo contrario, está a favor de la vida, es una obra de caridad y de amor ante alguien que necesita un órgano”. Monseñor Córdoba Villota pidió ser estrictos con los controles de la nueva reglamentación en la donación de órganos, para evitar que existan intereses particulares que se puedan beneficiar con ello. Por eso el llamado o posición de la Iglesia es un “No” rotundo frente al tráfico de órganos. Por último el obispo dijo que un ejemplo de estas irregularidades se podría dar en el sector rural, ya que muchas personas no tienen acceso a las Notarías, por lo que planteó la necesidad de acercar estas entidades a la comunidad para que en caso de no querer ser donante, puedan expresarlo sin problemas. La ley 1805 de 2016 aprobada por el Congreso de la República establece que la donación de órganos en Colombia es obligatoria, esto con el propósito de aumentar la disponibilidad de órganos y tejidos en el país y satisfacer la necesidad de más de 3 mil personas que están a la espera de un donante. Según la Ley los colombianos que no quieran ser donantes deberán informarlo previamente a su EPS al momento de afiliarse, o enviar una expresión de voluntad notariada y radicada ante el Instituto Nacional de Salud. Fuente: Of. comunicaciones arq. de Bogotá Foto: Tomada de internet

Mié 25 Ene 2017

Y el tiempo no se detiene…

Por: Mons. Jaime Uriel Sanabria Arias - Como todos los años, para comenzar se hacen muchas promesas, que generalmente se quedan en eso, porque están movidas por la emoción del momento, y en un contexto que normalmente e stá fuera de lo cotidiano. Por eso, ahora que estamos más tranquilos los invito a pensar más en serio el año que hemos comenzado. Hay dos maneras de enfocar la vida: como derecho, algo que se nos debe; o como un don, un regalo que hemos recibido. ¿Qué sucede cuando pensamos que la vida es un derecho, algo que se nos debe? Cuando creemos que la vida es algo que se nos debe, entonces nos sentimos propietarios de nosotros mismos. Pensamos que la manera más acertada de vivir es organizarlo todo en función de nosotros mismos. Yo soy lo único importante. ¿Qué importan los demás? Algunos no saben vivir sino exigiendo. Exigen y exigen siempre más. Tienen la impresión de no recibir nunca lo que se les debe. Son como niños insaciables, que nunca están contentos con lo que tienen. No hacen más sino pedir, reivindicar, lamentarse. Sin apenas darse cuenta, se convierten poco a poco en el centro de todo. Ellos son la fuente y la norma. Todo lo han de subordinar a su ego. Todo ha de quedar instrumentalizado para su provecho. La vida de la persona se cierra entonces sobre sí misma. Ya no se acoge el regalo de cada día. Desaparece el reconocimiento y la gratitud. No es posible vivir con el corazón dilatado, sino con el corazón endurecido. Se sigue hablando de amor, pero “amar” significa ahora poseer, desear al otro, ponerlo a mi servicio. Esta manera de enfocar la vida conduce a vivir cerrados a Dios. La persona se incapacita para acoger. No cree en la gracia, no se abre a nada nuevo, no escucha ninguna voz, no sospecha en su vida presencia alguna. Es el individuo quien lo llena todo. Por eso es tan grave la advertencia del evangelio de San Juan: “La Palabra era la luz verdadera que alumbra todo hombre. Vino al mundo… y en el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron”. Nuestro gran pecado es vivir sin acoger la luz. ¿Qué sucede cuando entendemos la vida común don, un regalo que hemos recibido? Vivimos eternamente agradecidos porque reconocemos que no somos nosotros quienes hemos decidido nacer. No nos escogimos a nosotros mismos; no elegimos a nuestros padres ni nuestro pueblo. Todo nos ha sido dado por Dios, y con la intervención de nuestros padres. Vivir es ya, desde su origen, recibir para dar. La única manera acertada es también ofrecerme, donarme con todas mis capacidades y mi tiempo por el bien de los demás, vaciarme de mis riquezas para enriquecer a quienes me rodean y al mundo donde vivo. “Hay más alegría en dar que en recibir”. + Jaime Uriel Sanabria Arias Vicario Apostólico de San Andrés y Providencia

Vie 26 Ago 2016

La mirada de un mendigo

Por: Mons. Gonzalo Restrepo - La mirada de un mendigo es triste y melancólica. En sus ojos se descubren los sinsabores de la vida y la tragedia de sus días, aquellos a través de los cuales tiene que mendigar para subsistir. Hoy, no me he resistido y me he quedado mirando fijamente al mendigo de la esquina. Lleva varios años allí tendido en la acera y ya ni siquiera tiene que hablar. Quienes le conocemos, lo vemos, lo miramos y él nos mira, extiende su mano y alguna moneda cae en sus palmas. Pero hoy, se ha quedado mirándome; y yo también le miré. Cualquier moneda puse en sus manos y seguí mi camino, pensando y reflexionando. Yo pudiera ser ese mendigo y no lo soy. Me pudiera faltar una pierna como a él, y tengo las dos. Pudiera estar peludo, barbado, mal oliente y desgreñado, sin importarme nada, y sin embargo soy de los que la gente llama un señor, o el doctor, o el ingeniero, o el arquitecto, o el sacerdote, o cualquier otro, pero con nombre y reconocido por muchos. A este mendigo ¿quién podrá reconocerlo? Creo que muy pocas personas. Quienes pasamos junto a él, y ni siquiera sabemos su nombre. Después de haber reconocido su mirada he quedado impactado. Esa mirada me reclamaba cariño, paciencia, perdón, y sobre todo, amor y compañía. Era una mirada de dolor y de desesperanza. El piensa: Nadie me espera. A nadie le importo. No tengo más que este pedazo de acera para estar, y en las noches me resguardo en cualquier parte. Estoy solo, necesito cariño, necesito que alguien piense en mí. Era una mirada de vergüenza, de desaliento y angustia. Cada día que pasa me vuelvo más viejo y cada día me siento más solo y despojado. Todo esto pude leer en la mirada del mendigo. ¿Por qué yo no soy un mendigo como él? ¿por qué yo tengo una familia y él no? ¿por qué yo tengo un trabajo, una profesión, un oficio, y él no? ¿por qué yo soy de lo que llamamos normal, y él no? No quiero responderme porque a muchas preguntas no tengo respuestas claras y sinceras. Lo único que quiero es descubrir, a través de esa mirada una llamada a mi corazón: tendré que ser mejor que siempre, no desaprovecharé el tiempo, trabajaré con amor y no sólo por el dinero como un mercenario; trataré de ser más justo con todas las personas, brindaré más cariño y seré más detallista; no daré lugar ni a la pereza, ni a la tristeza, ni a la ingratitud. Hoy, a través de la mirada del mendigo de la esquina, he descubierto la mirada de Dios, de Aquél en quien varias veces he dudado. Del Dios del amor y de la justicia, del Dios de todos los hombres. En su mirada he descubierto la mirada de todos los hombres que sufren la guerra y la injusticia, la soledad y el desprecio de la sociedad, el hambre y la desnudez. De los hombres que no tienen voz y que luchan por sobrevivir. En la mirada de aquel mendigo seguiré recreándome porque a través de ella he podido mirarme, mirar el mundo que me rodea con todas sus injusticias e inclemencias; mirar la humanidad sufriente y sobre todo, reconocer la voz de Dios que de lo más débil se vale para mostrarnos su fortaleza, y en lo más pobre nos refleja su gran riqueza. No hay otra mirada más limpia y acuciante que la de un mendigo. En sus pupilas, al reflejarse la humanidad doliente, también se manifiesta el Dios de todos los tiempos, de todas las historias y de todas las culturas. Por eso, puedo decirles: “he conocido a Dios a través de la mirada de un mendigo”. Nunca desaproveches la mirada de un mendigo. + Gonzalo Restrepo Restrepo Arzobispo de Manizales

Mar 19 Jul 2016

Prever

Por Monseñor Froilán Casas -El verbo prever es poco utilizado en nuestra cultura tropical. El significado de esta palabra no es otra cosa que ver con anticipación. Los tropicales infortunadamente vivimos al día y todo a última hora. Por ello nunca nos alcanza el tiempo y a todo llegamos tarde con las excusas de siempre. Hay que ser como la hormiga que trabaja en verano y almacena el alimento para el invierno. La mejor medicina -que lo digan los médicos-, es la medicina preventiva, sin embargo nosotros, comemos cuanta chatarra encontramos y nos parece todo muy rico; mañana, las arterias tapadas por un exceso de colesterol que dificulta o impide la normal circulación de la sangre. Llevas una vida sedentaria y la ingesta de harinas es tu gusto habitual, ¿qué esperas del mañana? Diabetes y obesidad que dificulta la motricidad y agilidad de tu cuerpo. El futuro no viene por arte de magia, tú lo construyes cada día. Llegas a la vejez y sin ningún peso ahorrado, entonces ¿de qué te quejas? Sufre, tú eres el autor del sufrimiento ¿eres masoquista? Tú eliges tu pareja y Dios te ha dado la razón y todas las riquezas de tu cuerpo, elijes mal, ¿quién es el culpable? No le eches la culpa a tus padres, tú y solo tú eres el labrador de tu futuro. El destino no existe, existe tu pereza y la falta de previsión causantes de tu desgracia. Si siembras vientos, cosechas tempestades. No sigue buscando victimarios: tú has sido el problema luego tú eres la solución. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, empieza, nunca es tarde. El mañana lo construyes hoy. ¿Qué estás haciendo hoy? Si eres huraño, ¿cómo tendrás amigos? Ten autoestima, la persona que más merece respeto eres tú mismo. Ánimo, disfruta tu café y hazlo partícipe a los otros, mañana te ofrecerán una taza más caliente cuando llegue el frío del ocaso. Si lloras porque se ha ocultado el sol, las lágrimas no te dejan ver las estrellas. Examina los errores que cometiste durante el día y mañana levántate con el ánimo lleno de frescura, aprende de tus debilidades, aprende que tú no eres Dios y que siempre necesitarás de alguien. Siembra para recoger. Como dice el libro Santo: el que siembra tacañamente, tacañamente cosecha. No ridiculices a nadie, mañana te dirán a ti cosas peores. Levántate de los tropiezos, acepta que tú eres falible, después de un túnel oscuro y lleno de soledad, vienen cosas muy buenas. Recuerda estas máximas: antes de discutir, respira; antes de hablar, escucha. Tú eres dueño de tu silencio y esclavo de tus palabras. Sigamos: antes de herir, siente; antes de rendirte, intenta. No saques el paraguas antes de que llueva, cada día tiene su propio afán. Discúlpate a tiempo, pon la cara ante las fallas cometidas; la mentira es la peor aliada de la vida. Tu amigo no es el que te encuentra sin ningún error, es el que por tu trasparencia, ve tus propias debilidades, las comprende y con todo y eso, te ama. La vida no es esperar que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia. + Monseñor Froilán Casas Obispo de Neiva

Jue 23 Jun 2016

Jornada de formación provida se transmitirá por Internet

La tercera Jornada de formación: Hablemos de sexualidad que se realizará el 25 de junio, será transmitida por internet. Así lo anunció el departamento de Promoción y Defensa de la Vida del episcopado colombiano. La transmisión se realizará a través del canal oficial en Youtube de la Conferencia Episcopal de Colombia: episcopadocoltv y comenzará a las 9:30 am (Hora Colombia). "Este es un esfuerzo que queremos realizar para que las personas que no pudieron inscribirse en el encuentro puedan acceder a parte de los contenidos que se tratarán", afirmó la directora de promoción y Defensa de la Vida, Dra. Danelia Cardona Lozada. El tema a tratar será la educación sexual y se contará con conferencistas de primer nivel que abordarán esta temática, principalmente pensando en los jóvenes. El programa de formación buscar capacitar los líderes providas para que expongan con argumentos sólidos y con convicción esta y otras temáticas concernientes a la defensa de la vida, la familia y el matrimonio entre otros. Para acceder a la transmisión se debe pincharAQUI

Mié 22 Jun 2016

Promoción y defensa de la vida organiza taller sobre sexualidad

Continuando con el programa de “Formación de Formadores” y las Jornadas capacitación ProVida, el departamento de Promoción y Defensa de la Vida organiza la III Jornada de Formación denominado:"Hablemos de Sexualidad". Esta actividad se realizará el 25 de junio en instalaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia de 9 am a 4 pm. En esta oportunidad el tema a tratar será la educación sexual y se contará con conferencistas de primer nivel que abordarán esta temática, principalmente pensando en los jóvenes. El programa de formación buscar capacitar los líderes providas para que expongan con argumentos sólidos y con convicción esta y otras temáticas concernientes a la defensa de la vida, la familia y el matrimonio entre otros. Para participar de este encuentro se debe: Diligenciar la pre inscripción en el siguiente formulario: http://goo.gl/forms/NGvqsJrMBOZ2Lhcj1 Realizar su aporte ($15.000) al evento a la Cuenta Corriente No. 01209296-1 del Banco de Bogota a nombre de la Conferencia Episcopal de Colombia, hasta el 23 de Junio. Para legalizar su participación, por favor enviar copia del recibo de consignación a vida@cec.org.co, indicando nombre del asistente y número de cédula.

Mar 7 Jun 2016

Nace “ad experimentum” el nuevo dicasterio sobre laicos, familia y vida

El papa Francisco, previa propuesta del Consejo cardenalicio que lo asesora, aprobó "ad experimentum" el nuevo dicasterio “para los laicos, la familia y la vida”, que comenzará a operar el 1 de septiembre de este año, según informó hoy la Santa Sede en un comunicado. El nuevo dicasterio absorberá por tanto a los actuales Pontificio Consejo para los Laicos y el Pontificio Consejo para la Familia, que dejarán de funcionar a partir de esa fecha. El dicasterio, anunciado ya el pasado octubre, estará presidido por un secretario, que podría ser laico, articulado en tres secciones: para los fieles laicos, para la familia y para la vida, dirigidas cada una por un subsecretario. Estará compuesto por diversos miembros como laicos, hombres y mujeres, solteros o casados, de distintas partes del mundo "para que reflejen el carácter universal de la Iglesia". También tendrá sus propios consultores, siguiendo así las normas establecidas ya para toda la Curia Romana. Laicos Respecto a esta sección, el estatuto establece que el dicasterio debe “animar la promoción de la vocación y de la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo, como solteros, cónyuges o no, y miembros pertenecientes a asociaciones, movimientos, comunidades”. Además, deberá “favorecer en los fieles laicos la conciencia de la corresponsabilidad, en fuerza del Bautismo, para la vida y la misión de la Iglesia, según los diversos carismas recibidos para la edificación común, con una particular atención a la peculiar misión de los fieles laicos de animar y perfeccionar el orden de la realidad temporal”. Deberá “promover también la participación de los fieles laicos en la instrucción de las catequesis, en la vida litúrgica y sacramental, en la acción misionera, en las obras de misericordia, de caridad y de promoción humana y social”. Como ya hacía el Pontificio Consejo para los Laicos, la nueva sección “erige las asociaciones de fieles y los movimientos laicales que tienen un carácter internacional y aprobará o reconocerá los estatutos”. Familia Esta sección “promueve el cuidado pastoral de la familia a la luz del magisterio pontificio, en la tutela de la dignidad y el bien basados en el sacramento del matrimonio, en favorecer los derechos y las responsabilidades en la Iglesia y en la sociedad civil para que las instituciones familiares puedan asumir mejor las propias funciones tanto en el ámbito eclesial como en el social”. También deberá “discernir los signos de los tiempos para valorizar las oportunidades, a favor de la familia con confianza y sabiduría evangélica ante los desafíos que tenga y aplicar en el hoy de la sociedad y de la historia el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia”. Entre sus labores estará el de “profundizar en la doctrina sobre la familia y su divulgación mediante adecuadas catequesis” así como “favorecer en particular los estudios sobre la espiritualidad del matrimonio y de la familia”. También “ofrecer líneas directivas para programas formativos para los novios que se preparan al matrimonio y para las parejas jóvenes”. Además, tendrá una estrecha relación con el Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre Matrimonio y Familia, una de las instituciones de la Santa Sede más importantes en este ámbito. Vida Esta sección tendrá el deber de coordinar “iniciativas a favor de la procreación responsable, así como para la tutela de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, teniendo presentes las necesidades de la persona en sus diversas fases evolutivas”. Deberá “promover y animar a las organizaciones y asociaciones que ayudan a la mujer y a la familia a acoger y custodiar el don de la vida, especialmente en el caso de embarazos difíciles, y prevenir que se recurra al aborto”. Sobre esto último, también deberá “apoyar programas e iniciativas dirigidos a ayudar a las mujeres que hayan abortado”. Esta sección estará en permanente y estrecha relación con la Pontificia Academia para la Vida de la Santa Sede. Fuente y fotografía: Agencia Católica AICA

Lun 28 Mar 2016

Comenzó la Novena por la Vida. ¡Únete!

Desde el domingo 27 de marzo los católicos en Colombia están convocados a unirse a la Novena por la Vida, una iniciativa del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Con la Novena se busca en comunión y en un mismo espíritu orar por la reparación del doloroso acto del aborto, la conversión de aquellos que lo promueven y realizan abortos y por las mujeres que han abortado. Descarga las intenciones de cada día. Para adquirir la Novena por la Vida, los interesados pueden acercarse a la Librería de la Conferencia Episcopal de Colombia, Cra. 58 # 80 – 87, para más información: vida@cec.org.co – tel.: 4375540 ext. 240-247-Librería: 264