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Actualidad

Dom 5 Abr 2020

“Pandemia nos empuja a tomar en serio lo que es serio y no perdernos en cosas triviales”

En la Misa celebrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano en este Domingo de Ramos, el Papa Francisco, se refierió a dos grandes males que aquejan a la humanidad: La traición y el abandono. Sobre este último hizo expresa mención al drama que tiene hoy en jaque a la humanidad, la pandemia del coronavirus. Igualmente, hizo un llamado especial a los jóvenes para que tomen como ejemplo a los verdaderos héroes de hoy y se jueguen la vida como ellos sirviendo a los demás. Inició su homilía recordando que Jesús entregó su vida por nosotros tomando nuestra maldad sobre sí mismo “Dios nos salvó dejando que nuestro mal se enfurezca en Él” –continuó- “Sin reaccionar, solo con la humildad, la paciencia y la obediencia del servidor, exclusivamente con la fuerza del amor. Él nos ama, puesto que pagó por nosotros un gran precio”. La traición. Hagamos un examen de conciencia Señaló como Jesús fue traicionado y condenado injustamente, incluso por aquellos que fueron cercanos a ÉL, recuerda de esta forma lo doloroso que puede ser para una persona el ser engañada o traicionada en la confianza. Explica que esto sucede “porque nacimos para ser amados y amar, y lo más doloroso es ser traicionado por aquellos que han prometido ser leales y cercanos a nosotros. Ni siquiera podemos imaginar cómo era doloroso para Dios, que es amor”. Ante esta realidad, el Papa Francisco animó a realizar un examen de conciencia y a reconocer nuestras infidelidades, solo así, advierte, seremos capaces de ver “¡Cuántas falsedades, hipocresías y duplicidades! ¡Cuántas buenas intenciones traicionadas! ¡Cuántas promesas incumplidas! ¡Cuántas resoluciones quedan por desaparecer!”. Igualmente expresó como “El Señor conoce nuestro corazón mejor que nosotros, sabe cuán débiles e inconstantes somos, cuántas veces caemos, cuán difícil nos levantamos y cuán difícil es sanar ciertas heridas”. Pero a pesar de este panorama –dijo el Papa – “Nos curó asumiendo nuestras infidelidades, eliminando nuestras traiciones. Para que, en lugar de desanimarnos por el miedo a no hacerlo, podamos mirar hacia el Crucifijo y recibir su abrazo”, obteniendo así - anonó el Pontífice- el perdón y el continuar de la mano de Dios. El abandono. Cuando parezca que ni siquiera Dios responde, recordemos que no estamos solos. Tomando del Evangelio de San Mateo la frase «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?», explicó como Jesús sufrió el abandono de los suyos que habían huido. Pero advierte – “le quedaba el Padre”. Detalló como Jesús también experimentó este momento de soledad. “Para que cuando nos sintamos entre la espada y la pared, cuando nos encontremos en un callejón sin salida, cuando parezca que ni siquiera Dios responde, recordemos que no estamos solos. Jesús experimentó el abandono total, la situación más ajena a Él, para ser solidario con nosotros en todo. Lo hizo por mí y por ti”, aseveró el Pontífice. Al aplicar este pasaje al difícil momento que experimenta la humanidad por cuenta de la pandemia del coronavirus, adviertió que es importante “tomar en serio lo que es serio, a no perdernos en cosas triviales; redescubrir que la vida no sirve de nada si no se sirve”. “Hoy, en el drama de la pandemia, frente a tantas certezas que se desmoronan, ante tantas expectativas traicionadas, en el sentido de abandono que encierra nuestros corazones, Jesús dice a cada uno: "Valor: abre tu corazón a mi amor. Sentirás el consuelo de Dios” Invitóa a poner la mirada ante el Crucifijo y a comprometernos en ayudar a todos aquellos que en estos momentos sufren por cuenta de la soledad, la traición o el abandono. “¡mira, mira el Crucifijo! medida del amor de Dios por nosotros. Ante Dios, que nos sirve hasta el punto de dar vida, preguntamos, mirando el Crucifijo, la gracia de vivir para servir. Tratamos de contactar a los que sufren, los que están solos y los necesitados. No solo pensamos en lo que nos estamos perdiendo, pensamos en el bien que podemos hacer”. Jóvenes busquen héroes que se entregan por los demás Al celebrar hoy la Iglesia católica la XXXV Jornada Mundial de la Juventud, el Papa dedicótambién un momento especial a este público: “Queridos jóvenes: Mirad a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a sí mismos para servir a los demás”. Así mismo los anima a ser protagonistas del momento sirviendo a los más necesitados “No tengas miedo de gastarlo para Dios y para los demás (…) Porque la vida es un regalo que se recibe entregándose”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Leer homilía[/icon] Foto: Tomada de internet

Sáb 4 Abr 2020

Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

Este día resume la dinámica del Misterio Pascual de Cristo, que es también el contenido de la celebración dominical. Se trata de conmemorar la entrada mesiánica del Señor en su triunfo pascual a través de la muerte. El color rojo de las vestiduras apunta a la muerte del Mártir y a su Victoria. Con el Domingo de Ramos inicia la Semana Mayor, en la que se evoca el misterio central de la fe católica: pasión, muerte, sepultura y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. El padre Ramiro López, director del departamento de Misiones de la Conferencia Episcopal de Colombia comparte cuatro recomendaciones para vivir este inicio de la Semana Santa en el hogar: - En familia, sintoniza un buen medio de comunicación. - Coloca una imagen de un crucifijo en un lugar visible de la casa para meditar la Pasión de nuestro Señor Jesucristo. - Sigue la lectura de la Pasión de Cristo según san Mateo (Mt 26,14-27,66) para meditar en cada uno de sus pasos. - Para que también te unas con la Casa Común, coloca una planta o una rama en un lugar visible, teniendo cuidado de no destruir la creación. Para tener en cuenta: Encuentre orientaciones pastorales y material audiovisual para vivir la Semana Santa 2020 en https://iglesiaantecoronavirus.cec.org.co/semana-santa-2020/

Sáb 4 Abr 2020

Semana Santa en familia

Ante la emergencia sanitaria generada en el mundo por el Covid-19, la Iglesia católica en Colombia invita a vivir una Semana Santa en familia y en casa, sugiriendo para ello celebrar este misterio Pascual de Cristo con actitud, disponibilidad y recogimiento. Con estas indicaciones, el padre Farly Yovany Gil Betancur, obispo electo de Montelíbano recordó “Obispos y sacerdotes estaremos celebrando en los templos parroquiales, ustedes siguiendo desde sus hogares la Pasión, muerte y resurrección del Señor, será un momento especial de mucha gracia y bendición, los invitamos a vivir en familia estos momentos de fe”. Así entonces, como lo han recordado los obispos en sus diferentes mensajes, los fieles católicos, aunque no podrán asistir de manera presencial a los templos podrán buscar medios alternativos como son la radio, la televisión, redes sociales para seguir desde sus casas las principales ceremonias de la Semana Mayor. Recordemos que el pasado 25 de marzo, considerando la rápida evolución de la pandemia del Covid-19, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos a través de un decreto ofreció algunas recomendaciones generales de cómo vivir estas celebraciones de la Semana Santa, de modo que los fieles puedan unirse en oración desde sus propias casas. Encuentre orientaciones pastorales y material audiovisual para vivir la Semana Santa 2020 en el botón iniciativas pastorales e insumos Semana Santa del micrositio: https://iglesiaantecoronavirus.cec.org.co/ [icon class='fa fa-download fa-2x'] Lea también: Actitudes para vivir la Semana Santa en familia [/icon]

Vie 3 Abr 2020

Triduo Pascual 2020: celebremos la Pascua en familia

Jesucristo ha cumplido la obra de la redención de los hombres y de la glorificación perfecta de Dios principalmente por su Misterio Pascual, por medio del cual, al morir destruyó nuestra muerte y al resucitar restauró la vida. La Iglesia celebra este gran evento salvífico en el Triduo sagrado de Pascua, a través de la Pasión y la Resurrección del Señor, punto culminante de todo el año litúrgico (Cfr. Normas Universales sobre el Año Litúrgico y el Nuevo Calendario Romano General, 18). El Triduo Pascual comienza con la misa vespertina del Jueves Santo o de la Cena del Señor, tiene su centro en la Vigilia Pascual y se acaba con las vísperas del Domingo de Resurrección (Cfr. Normas Universales sobre el Año Litúrgico y el Nuevo Calendario Romano General, 19). Las celebraciones litúrgicas de estos tres días representan la única celebración del único Misterio Pascual. En estos momentos de emergencia causada por el coronavirus (COVID-19), la Iglesia orienta y recomienda que “dado que no es posible la participación en la Misa, ni en la celebración de la Palabra de Dios con distribución de la sagrada comunión, los fieles permanezcan orando en familia; aprovechen las transmisiones de las diversas celebraciones de la Semana Santa a través de los medios de comunicación tradicionales y digitales; celebren algunas partes de la Liturgia de las Horas o se reúnan para escuchar y flexionar la Palabra de Dios”. En este sentido, el departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) presenta un esquema de celebración de la Palabra de Dios para orientar la vivencia de la Pascua de Cristo en los hogares. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargue material aquí[/icon] Encuentre orientaciones pastorales y material audiovisual para vivir la Semana Santa 2020 en el botón iniciativas pastorales e insumos Semana Santa del micrositio: https://iglesiaantecoronavirus.cec.org.co/

Lun 30 Mar 2020

"Una esperanza de alivio": Así ve la Iglesia cese de hostilidades del ELN

Tras el anuncio hecho por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de suspender ataques por un mes, del 1 hasta el 30 de abril, ante la emergencia sanitaria que enfrenta el país por el Coronavirus, los obispos de Colombia reciben esta noticia como "una esperanza de alivio para quienes sufren con mayor rigor las consecuencias del conflicto armado." En un comunicado el episcopado hace un llamado extensivo también a todas las organizaciones armadas ilegales, para que en este momento de prueba para el país cese todo acto violento contra la población. “Nos unimos al llamado urgente que hizo el Papa Francisco y al apelo del Secretario General de las Naciones Unidas, manifestando que la emergencia sanitaria y social actual exige detener la dinámica de la violencia, para favorecer la ayuda humanitaria y la atención a quienes se encuentran en más graves condiciones de vulnerabilidad. Extendemos este llamado para que cese la violencia en las familias, pues ellas son el primer espacio donde se cultiva la paz de la sociedad”. Animan a superar con responsabilidad, diálogo y unidad este momento que enfrenta el país, y que exige según lo señala la misiva “ver con sensatez y determinación los cambios y opciones radicales que debemos hacer para favorecer el bien común”. Concluyen los obispos expresando ánimo y respaldo al Gobierno Nacional para que continúe con el propósito de crear “espacios y escenario de diálogo que susciten confianza para continuar el proceso de reconciliación, de unidad y de paz en el país, con el apoyo y el compromiso de toda la ciudadanía”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Dom 29 Mar 2020

“De nosotros depende salir no sólo con vida, sino crear situaciones de vida”

Este fue uno de los mensajes que el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, expresó durante la eucaristía celebrada este domingo por televisión en la Capilla del Sagrario, debido a la cuarentena por la pandemia del coronavirus. “De nosotros depende, queridos hermanos, que de esta situación de muerte seamos capaces de salir no sólo con vida sino realmente para crear situaciones de vida”, exhortó Salazar Gómez, al comentar el evangelio de la liturgia del quinto domingo de Cuaresma. En este sentido, el arzobispo de Bogotá subrayó que “estas situaciones extremas nos tienen que llevar a un cambio fundamental en nuestro propio corazón, pero también en las políticas nacionales e internacionales”, refiriéndose expresamente a la necesidad de “avanzar en el camino de la solidaridad y de la fraternidad”. Luchar contra las desigualdades e iniquidades Ante la realidad que padecen miles de colombianos en situación de pobreza, también invitó a “luchar denodadamente contra las desigualdades y las iniquidades”, puesto que “tenemos que exterminar definitivamente de las relaciones humanas la injusticia y la violencia”. Y repitió: “esto depende de nosotros”. El cardenal colombiano no dejó de manifestar, además, su preocupación ante la tentación del egoísmo y de anteponer el lucro al amor al prójimo: “pasada esta tempestad que estamos viviendo, podemos volver a nuestros hábitos anteriores, podemos volver a estas situaciones absolutamente injustas y violentas que vive la inmensa mayoría de la población en el mundo”, advirtió. El prelado concluyó su homilía invitando a no desfallecer en la oración: “pidamos al Señor que venga hoy, él que es la resurrección y la vida, a darnos la vida. Que su espíritu inunde nuestro corazón (…) de tal manera que podamos vivir en medio de las dificultades, de las angustias, de las luchas, llenos de fuerza, de valentía, de alegría, y de esa manera seamos capaces de transformar el mundo, de hacer de este mundo de muerte, un mundo de vida. El Señor nos lo concede si abrimos nuestro corazón a él”. A la eucaristía que fue transmitida a través del Canal RCN, estuvieron presentes, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá, el padre Jorge Marín, párroco de la Catedral, el padre Carlos Andrés Castillo, Vicario de la Catedral y cuatro religiosas de las Hijas de la Iglesia, quienes colaboraron en la liturgia, manteniendo la distancia rigurosa –con una banca de por medio–, el cantante y el organista se ubicaron en el coro del templo. Fuente: Portal Digital Vida Nueva

Vie 27 Mar 2020

"La tempestad que vivimos nos llama a la solidaridad y a confiar en Dios"

Tras haber escuchado el mensaje del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro en Roma, monseñor Elkin Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal, expresó que el pasaje bíblico leído en la lectura del evangelio ha sido signo de la tormenta que vive actualmente la humanidad, por cuenta del coronavirus. “El Papa ha tomado muy bien este texto del evangelio de San Marcos para describir el panorama de desolación, miedos, falta de esperanza y de sensación de hacernos sentir que no podemos hacer nada, fuera de eso nos habla que Dios puede estar lejos, pero después Él mismo nos dice que sí le importamos”, aseveró Recordemos que se leyó el evangelio según San Marcos, el pasaje en el cual, según el texto bíblico, en medio de una tempestad que amenazó con hundir la barca en la que Jesús iba con sus discípulos él respondió "Por qué tienen miedo, ¿acaso todavía no tienen fe?", les preguntó, después de calmar la tempestad. El también obispo auxiliar de Medellín, expresó como este mensaje del evangelio de la tempestad calmada por Jesús, transporta a unos importantes llamados en la vida de toda persona como son la unión, la solidaridad, pero, sobre todo, la necesidad de la presencia de Dios. “Esto nos lleva a darnos cuenta en nuestra propia vida qué es lo verdaderamente importante. Esta situación a la que estamos expuestos en estos momentos nos muestra nuestra fragilidad y nos debe sugerir una reflexión sobre lo que verdaderamente cuenta en la vida”. Al referirse a los distintos momentos de silencio vivos durante la celebración, de manera especial en la exposición del Santísimo, dijo que significan “el poneros delante de Dios, inclusive sin capacidad de expresar muchas cosas, solo queriendo escuchar su voz que nos invita a tener fe y a desterrar el miedo, a confiar más en Él y a sentir su mano poderosa que nos protege”. Cómo hacer para no tener miedo El prelado observó como este espacio solemne de oración y súplica a Dios, llega en un momento en el que el mundo está pasando por esa tormenta de la pandemia, teniendo encerrado a millones de personas en sus casas. Al respecto evocó al Papa quien insistentemente invita a no tener miedo y a confiar más en Dios. “El Pontífice repite constantemente una frase que sale de los labios de Jesús, cuando hay dificultades, cuando parece que todo se cierra el Señor siempre nos dicen no tengan miedo. Y en este momento es la expresión de la cercanía de Dios, el miedo lo dejamos porque lo tenemos a Él, el Papa lo ha dicho claramente en varias ocasiones no tengamos miedo que ahí está el Señor”. Finalmente, destacó como el Papa Francisco a sus 83 años, durante la ceremonia reflejó en su rostro “señales de esta pandemia en su corazón, espiritualmente dejó traslucir su preocupación por toda la humanidad que está viviendo un momento tan doloroso” Por primera vez en la historia de la Iglesia católica, el Papa rezó este viernes ante la inmensa plaza vacía de San Pedro, impartió la bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) y dio la indulgencia plenaria al mundo por la pandemia de coronavirus que lo azota. [icon class='fa fa-download fa-2x'] DESCARGAR HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO[/icon]

Vie 27 Mar 2020

"Abrazar al Señor, para abrazar la esperanza": Papa Francisco

Los ojos del mundo, atemorizado por la pandemia del Coronavirus, recibieron con espereza las palabras de cercanía y bendición del Santo Padre, este 27 de marzo, desde la Basílica de San Pedro. Conectados a través de los medios de comunicación, miles de personas de todas las edades y países, se unieron en oración con el Santo Padre, quien retomando el Evangelio de Marcos (4,35-41), en el que Jesús calma la tormenta en el mar de Galilea, luego de ser despertado por los apóstoles que lo acompañaban en la barca, recordó que “el Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual”. Si bien, agregó, “nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente”. Por ello, insistió el Sumo Pontífice, “en medio del aislamiento donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado”. Y es que, recordó el Papa, “tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor”. La fuerza de la fe libera del miedo y da esperanza Durante su reflexión, previa al momento de oración ante el Santísimo Sacramento y a la bendición Urbi et Orbi, a Roma y el mundo, que impartiría de manera extraordinaria, el Santo Padre, también, alentó a abrazar la cruz de Cristo, ya que en ella “hemos sido salvados para hospedar la esperanza y dejar que sea ella quien fortalezca y sostenga todas las medidas y caminos posibles que nos ayuden a cuidarnos y a cuidar. Abrazar al Señor para abrazar la esperanza. Esta es la fuerza de la fe, que libera del miedo”, señaló. La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad Alertando sobre las distracciones del mundo, el Papa advirtió que “todas esas tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, nos privan de la inmunidad necesaria para hacerle frente a la adversidad. Por ello, es necesario “tomar este tiempo de prueba como un momento de elección. No es el momento de tu juicio, sino de nuestro juicio: el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es. Es el tiempo de restablecer el rumbo de la vida hacia ti, Señor, y hacia los demás”. Bendición al mundo e indulgencia plenaria Tal y como había sido anunciado, pasado el mediodía (hora Colombia) el Papa impartió la bendición Urbi et Orbi y concedió la indulgencia plenaria a quienes se unieron a este momento de oración con fe y piedad, confiando la superación de la emergencia sanitaria por Coronavirus, pidiendo por quienes afrontan “en primera línea” esta realidad desde su servicio desinteresado (personal de salud, voluntarios, gobernantes, consagrados, enfermos) y por la familias del mundo entero. La ceremonia finalizó con aclamaciones al Señor, a la Virgen María y a San José. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargue homilía completa[/icon] Fotos: tomadas de internet