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Actualidad

Jue 26 Oct 2017

Episcopado manifiesta preocupación sobre eutanasia en menores de edad

Ante la reciente decisión de la Corte Constitucional refiriéndose a la eutanasia aplicada para menores de edad, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) manifestó su preocupación y aseguró que este acto es “una grave violación a la dignidad de la persona”. “Encontramos que el propósito de la reglamentación ordenada por la Corte va en contra vía del principio constitucional de defensa de la vida (artículo 11) y abre las puertas para que la sociedad llegue a legitimar la supresión de algunas personas y la negación de los más débiles y necesitados”, afirman los obispos colombianos en comunicado de prensa emitido en la tarde de hoy y firmado por el presidente del Episcopado Colombiano y Arzobispo de Villavicencio, monseñor Óscar Urbina; el vicepresidente de la CEC y Arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón, y el Secretario General de este organismo y Obispo auxiliar de Medellín, monseñor Elkin Álvarez. Los obispos en su mensaje piden: Profundizar en la vida como el don más grande y maravilloso de Dios, dirigir más esfuerzos a la prestación digna, eficaz y humanizante de los servicios de salud, y multiplicar las acciones para acompañar y aliviar los sufrimientos de los enfermos. Finalmente hacen un llamado a los legisladores y profesionales de la salud, para que recuerden la invitación del Papa Francisco para que asuman “decisiones valientes y contra corriente” en defensa de la vida, especialmente la de los más pobres y débiles. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 26 Oct 2017

Comité Diocesano del valle acompañará verificación del cese el fuego con ELN

Con el fin de acompañar el Mecanismo de Veeduría y Verificación Técnica (MV&V) del Cese al Fuego Bilateral y Nacional entre el Gobierno Nacional y ELN, Iglesia en el Valle instaló este miércoles el primer Comité Diocesano, que será uno de los veinte comités que funcionarán por parte de la Iglesia en el país Durante una rueda de prensa el arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, explicó que “La labor de la Iglesia es una apuesta por la reconciliación en esos territorios y es una apuesta que va más allá del cese como un episodio temporal dentro de la guerra, lo que se busca es el cese como un comienzo del fin de la guerra”. Por su parte Raúl Rosende, uno de los líderes de la misión de la ONU en Colombia, resaltó de este proceso la fuerte presencia que tiene la Iglesia en estos territorios, la legitimidad y aceptación que tiene con las comunidades. A su vez, Jesús Flórez, integrante del Comité Diocesano, indicó que la verificación es una señal “que invita al conjunto de la sociedad colombiana y de esta región en particular a que abracemos esta gran iniciativa del cese al fuego bilateral, nacional y temprano que surge de la mesa de Cali”. El Comité Diocesano del Valle del Cauca tendrá injerencia en la zona pacífica, el Cauca y Nariño.

Lun 23 Oct 2017

CEC ora por el eterno descanso del hermano de Mons. Camilo Castrellón

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresa sus más sentidas condolencias a monseñor Camilo Fernando Castrellón Pizano, Obispo de Barrancabermeja, por el fallecimiento de su hermano el señor José Gabriel Castrellón Pizano. Las honras fúnebres se realizarán el martes 24 de octubre a las 9:30 a.m. en la Parroquia de Cristo Rey (Calle 98 N° 18-23, Bogotá). El episcopado, al elevar sus plegarias por el eterno descanso del señor José Gabriel Castrellón Pizano, manifiesta su compañía y solidaridad con la familia de monseñor Camilo Fernando Castrellón Pizano.

Sáb 14 Oct 2017

Iglesia reitera llamado a la solidaridad y lucha contra el hambre

En el contexto del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra este lunes 16 octubre, la Iglesia Católica en Colombia reitera el llamado a volver los ojos hacia los más vulnerables, entre los que se encuentran aquellos que padecen el flagelo del hambre, la malnutrición, la desnutrición y los problemas asociados. Una preocupante realidad se teje entorno a las condiciones de vida de millones de personas que no cuentan con suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Según el informe 'El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2015' de la ONU, el hambre afecta a cerca de 795 millones de personas en el mundo. En el país, cifras de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO), a partir de la Encuesta Nacional sobre la Situación Nutricional. ICBF, 2010, “El 42,7% de los hogares se encuentran en inseguridad alimentaria, lo cual significa que no pueden acceder a la cantidad y calidad de alimentos necesarios diariamente para llevar una vida saludable”. Bajo este panorama, la Iglesia Católica se esfuerza cada día en contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades. En este sentido, a nivel parroquial y diocesano, ha liderado la conformación de Bancos de Alimentos, centros de atención a población vulnerable, ollas comunitarias, comedores parroquiales, etc. No obstante, la complejidad del fenómeno implica ajustes estructurales a nivel social, político, económico y ambiental. Ante este desafío, retoma vigencia las palabras de San Juan Pablo II en la Carta Encíclica Redemptor hominis, 1979, n. 16., al señalar: “La amplitud del fenómeno pone en tela de juicio las estructuras y los mecanismos financieros, monetarios, productivos y comerciales que, apoyados en diversas presiones políticas, rigen la economía mundial: ellos se revelan casi incapaces de absorber las injustas situaciones sociales heredadas del pasado y de enfrentarse a los urgentes desafíos y a las exigencias éticas. Sometiendo al hombre a las tensiones creadas por él mismo, dilapidando a ritmo acelerado los recursos materiales y energéticos, comprometiendo el ambiente geofísico, estas estructuras hacen extenderse continuamente las zonas de miseria y con ella la angustia, frustración y amargura…». «No se avanzará en este camino difícil de las indispensables transformaciones de las estructuras de la vida económica, si no se realiza una verdadera conversión de las mentalidades y de los corazones. La tarea requiere el compromiso decidido de hombres y de pueblos libres y solidarios”. En este llamado la Iglesia se esfuerza por dar su aporte. Algunos de los frutos de este servicio, que se enriquece con la acción pastoral y evangelizadora propia de su misión, se evidencian en su presencia efectiva y permanente a lo largo y ancho del territorio nacional. Véalos algunos ejemplos. En el Atlántico se levanta un puente entre la abundancia y la carencia:El Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Barranquilla cuenta con 229 organizaciones comunitarias a través de las cuales impacta a 42 mil personas, entregando aproximadamente 170 toneladas de alimentos mensuales. Programa Banco de Alimentos en Armenia:Desde hace 5 años atiende población desplazada, víctima del conflicto, madres cabeza de hogar, niños, ancianos y población venezolana. Entrega alrededor de 120 toneladas de alimentos al año. Banco Diocesano de Alimento en Pasto:Durante el 2017 ha entregado más de 40 toneladas de alimentos. Solidaridad manifiesta en Cali:El Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Cali apoya a aproximadamente 47 mil personas con 3.150 toneladas de alimentos. Adicionalmente la Pastoral Social, en alianza con la administración municipal y la comunidad, atiende 20 mil usuarios en almuerzos diarios. Con la participación de fundaciones de caridad entrega desayuno y cena a 5 mil personas. Banco Diocesano de Alimentos de Cartago:Entrega al año alrededor de 200 toneladas de alimentos, beneficiando a 2.425 personal mensualmente. Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, este banco realiza la ‘Colecta Kilo’ en parroquias, instituciones y supermercados. Esta actividad involucra un compartir de almuerzo con 700 habitantes de calle. En Cúcuta la solidaridad traspasa fronteras:Ante el aumento de colombianos y venezolanos que cruzan la frontera en búsqueda de mejores condiciones de vida, salud, bienestar y trabajo, la Diócesis de Cúcuta decidió abrir la casa de paso “Divina Providencia” ubicada en la Parroquia San Pedro Apóstol en el Sector de la Parada, del municipio de Villa de Rosario, con el objetivo de brindar una ayuda espiritual, pastoral y material a los miles de personas que diariamente llegan a Colombia. A corte 13 de octubre de 2017, en la casa de paso “Divina Providencia” inaugurada el día 5 de junio, se han entregado 206.410 alimentos gracias a la generosidad de los benefactores, sacerdotes, religiosos, movimientos apostólicos, comerciantes y familias. Diócesis de Engativá:A través de 68 parroquias atiende aproximadamente 150 familias, entregando cerca de 32 toneladas de alimentos al año. Banco de Alimentos de la Diócesis de Yopal:Entrega alrededor de 15 mil kilos de alimentos que se brindan a población vulnerable del departamento: víctimas de la violencia, ancianos y beneficiarios del programa Banco Diocesano de Alimentos Arquidiócesis de Tunja:El Banco Arquidiocesano de Alimentos beneficia a más de 400 familias de las parroquias, en el área urbana y rural. Apoyo en emergencias por desastre naturales, como la avalancha ocurrida en Mocoa el pasado 1 de abril del 2017:En Mocoa la Iglesia Católica entregó, entre abril y mayo, más de 30 mil litros de agua y 60 toneladas de alimentos a los damnificados, con la ayuda de los voluntarios de la comunidad de diferentes regiones del país. PARA TENER EN CUENTA: En el 2017 el lema de la conmemoración es: “Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural. Con la jornada, ha explicado la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) “se pretende concienciar sobre el desafío migratorio, un problema causado por el aumento de los conflictos y la inestabilidad política, el hambre, la pobreza, la falta de recursos, el aumento de los fenómenos ambientales extremos relacionados con el cambio climático, así como otra serie de problemas que provocan importantes movimientos migratorios”. #DiaMundialAlimentacion I #Oct16

Vie 13 Oct 2017

"La reconciliación requiere avanzar decidida e independiente de las decisiones políticas": Mons. Henao

Grandes desafíos y perspectivas de trabajo conjunto entre Iglesia, instituciones, organizaciones civiles y comunidad en general, dejó como resultado el VIII Congreso Nacional de Reconciliación, desarrollado del 11 al 13 de octubre. Monseñor Héctor Fabio Henao, Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, destacó como principal conclusión del evento el fortalecimiento de la red de organizaciones, personas y comunidades que están trabajando de manera comprometida por la reconciliación. “A pesar de las dificultades y los desafíos, la voluntad de estos actores en los territorios es muy importante (…) Esta presencia tiene mucha más fuerza en las zonas donde se ha desarrollado el conflicto, lo que representa un motivo de esperanza para la situación actual del país y para las perspectivas de volver a reconstruir el tejido social y apostarle a una nación en paz”, señaló. De otra parte, afirmó que frente a la realidad de conflicto que ha vivido Colombia, por tantos años, es normal que vayan apareciendo dificultades. Sin embargo, “la apuesta es avanzar de una manera decidida en el plano de construir una nación en paz (…) independientemente de las soluciones políticas que haya en este sentido”. “Tenemos que comprender la complejidad del momento y el Congreso de Reconciliación también nos ha servido para entender que hay pasos y fases por las que tenemos que transitar, que nos van a exigir no perder la constancia, mantener la voluntad, la decisión de avanzar”, agregó. Finalmente, destacó el reconocimiento dado a la Iglesia Católica por su aporte a la reconciliación. “Lo hemos recibido como una voz de ánimo, pero también nos ha servido para ser más conscientes de la responsabilidad y las grandes oportunidades que la Iglesia tiene. Debemos avanzar siempre siguiendo a Cristo, con una gran lealtad al Evangelio, siempre con la perspectiva de hacer posible la pastoral de la reconciliación. Traer el mensaje evangelizador a este ámbito de mucho debate, confrontaciones, donde la Palabra de Dios tiene un rol muy importante”.

Vie 13 Oct 2017

El encuentro, escucha y reconocimiento del daño abren la puerta del perdón

Tomando como modelo la historia del pueblo de Israel, que tras vivir el exilio se dispuso en un camino de restauración de su condición de pueblo de Dios, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Obispo Auxiliar de Medellín y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), presentó una iluminación doctrinal sobre la justicia reparativa, el perdón y la purificación de la memoria histórica, en el marco del VIII Congreso Nacional de Reconciliación. El prelado destacó, a partir del modelo bíblico del post exilio y la restauración, los elementos claves que iluminan “la misión de la reconciliación y construcción de paz”, subrayando la importancia de buscar el encuentro, el diálogo con todos; la necesidad del reconocimiento en las causas de lo vivido; la reflexión serena y profunda de la historia, desde una óptica de esperanza; la búsqueda de motivaciones superiores desde lo espiritual, que superan las lógicas humanas; y la educación para la reconciliación. También explicó que la justicia restaurativa, más allá de buscar el castigo, pretende dar el paso hacía la reparación y recuperación de la dignidad de las personas, tanto víctimas como victimarios. “En la guerra todos sufren, por eso es necesario buscar caminos para todos, sin excluir”. El perdón, señaló, aunque no es fácil es necesario y está relacionado con la verdad. Sin embargo, “no se trata encontrar una verdad que aumente las distancias o los antagonismos, sino una vedad en perspectiva de reconciliación (…) Santo Tomás decía que los hombres no pueden vivir juntos si no tienen confianza recíproca, es decir, si no se manifiestan en la verdad”. Finalmente, frente a la purificación de la Memoria, el obispo, retomando el mensaje de San Juan Pablo II del 1 de enero de 1997, en el marco de la Jornada Mundial de la Paz”, insistió en que “no se puede permanecer prisioneros del pasado: es necesaria, para cada uno y para los pueblos, una especie de «purificación de la memoria », a fin de que los males del pasado no vuelvan a producirse más. No se trata de olvidar todo lo que ha sucedido, sino de releerlo con sentimientos nuevos, aprendiendo, precisamente de las experiencias sufridas, que sólo el amor construye, mientras el odio produce destrucción y ruina. La novedad liberadora del perdón debe sustituir a la insistencia inquietante de la venganza”. Durante el primer bloque del tercer y último día del Congreso, también participaron Monseñor Luis Augusto Castro, Arzobispo de Tunja, y Eamon Gilmore, enviado especial de la Unión Europea para el proceso de Paz en Colombia. Monseñor Castro señaló que “la reconciliación es un evento interior y después se traduce en un abrazo a los demás, incluso a quienes nos han ofendido”. Por su parte, Gilmore reiteró el apoyo al proceso de reconciliación y paz desde la experiencia que tiene la Unión Europea y a partir de los capítulos de Desarrollo Rural e Incorporación a la vida civil de los excombatientes.

Jue 12 Oct 2017

Implementación de los acuerdos de paz y participación ciudadana en el contexto actual

Desarrollo humano integral, desafíos en la implementación de los acuerdos y retos en la participación ciudadana en escenarios de negociación y post- acuerdos, eje central de la reflexión durante el segundo día del Congreso Nacional de Reconciliación, que finaliza mañana viernes 13 de octubre. Paneles, conversatorios y ponencias hicieron parte de la jornada en la que se compartieron las perspectivas como sociedad civil en la construcción de escenarios de reconciliación y paz, posibles a partir de cambios estructurales, atención y acción efectiva por parte del Estado en los territorios y participación ciudadana en lo público. Al respecto, Diego Bautista, director del equipo de paz territorial de la oficina del Alto Comisionado para la Paz, señaló que “el Estado tiene todavía muchas falencias para avanzar en el cumplimiento de sus compromisos no sólo con las Farc, sino con las comunidades a lo largo del territorio”. En este contexto agregó que es fundamental “poner sobre la mesa lo que significa el proceso y lo que significa involucrar actores más allá del gobierno y de las Farc ; de cómo las comunidades, las iglesias, el sector privado, la academia, los empresarios, las juntas de acción comunal empiezan a participar de manera más activa y constructiva”. Frente a escenarios de participación, Alejandra Barrios, Directora de la Misión de Observación Electoral- MOE, llamó la atención sobre los principales desafíos que representa el próximo contexto electoral enmarcado en un ambiente de “intolerancia, odio y exclusión”. Sobre la implementación de los acuerdos, Mario Andrés Pineda, del Proyecto Barómetro, afirmó: “Hemos identificado avances en los objetivos de corto plazo; en temas de cese al fuego y dejación de armas; en los prerrequisitos legales de la instalación de capacidades en la institución para la implementación del acuerdo; pero también hemos encontrado desafíos en los temas del plan marco de implementación que debió estar listo hace más de seis meses; en la reincorporación; en el tema de seguridad y garantías de protección para las comunidades, para los excombatientes y sus familiares. De otra parte, “el tema de paz territorial sigue siendo un desafío para el gobierno porque sigue llevando unos proyectos prediseñados a los territorios que no reconocen muchas veces los planes de vida que hay en estos”. Rechazar el monopolio del poder y la importancia de la corresponsabilidad en la participación y en la promoción de liderazgos sociales con un sentido crítico, es otro de los llamados hechos durante la jornada en la que participaron Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, Obispo de Quibdó; Monseñor Luis José Rueda Aparicio, Obispo de Montelíbano y presidente Comisión Episcopal de Pastoral Social de la CEC; Mario Andrés Pineda, proyecto Barómetro; Diego Bautista, director del equipo de paz territorial de la oficina del Alto Comisionado para la Paz; Juan Carlos Galindo, Registrador Nacional del Estado Civil; Alejandra Barrios, directora de la MOE; Gabriel Murillo, consultor internacional participación y construcción de ciudadanía y Diana Sánchez, Corporación Minga.

Jue 12 Oct 2017

Episcopado anima a comunicadores a luchar contra el hambre

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través de su oficina de Comunicación Social, en sintonía con el Día Mundial de la Alimentación que se celebra el próximo 16 de octubre, invitó a todos los comunicadores católicos del país a promover este fin de semana las acciones que realiza la Iglesia Católica en su lucha contra el hambre. "No se trata de un reto, sino de una invitación; se trata de comunicar esperanza. Este lunes 16 de octubre es el “Día Mundial de la Alimentación”, creado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el fin de concientizar sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre", explicó el padre Jaime Alberto Marenco, Director de Comunicaciones del episcopado colombiano. Según datos del Programa de Alimentos de Naciones Unidas (WFP), alrededor de 795​ millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Eso es casi uno de cada nueve personas en la tierra. Otro dato señala que aproximadamente 146 millones de niños en países en desarrollo sufren de bajo peso para la talla. Según la Asociación de Bancos de alimentos de Colombia, en el país, al año, se pierden 9,7 millones de toneladas de alimentos, de las que 6,1 son frutas y verduras, mientras que en 2016 han muerto 219 menores por causas asociadas a una pobre alimentación. Por su parte, el Papa Francisco pronunciará el próximo lunes un discurso ante la organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El Sumo Pontífice en varias ocasiones ha calificado como un "escándalo" que exista el hambre y la malnutrición en el mundo y ha criticado "el consumismo, el desperdicio y el despilfarro de alimento". Por ello, en nuestro país se convoca a los comunicadores sociales, periodistas, influenciadores y todos aquellos que tienen acceso a medios de comunicación y redes sociales para ayudar a luchar contra el hambre.