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Actualidad

Mar 13 Oct 2015

“El Sínodo busca fundamentalmente orientar”: Card. Salazar

El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM y arzobispo de Bogotá, cardenal Rubén Salazar Gómez destacó la importancia de la familia para la Iglesia y la sociedad. "El Santo Padre Francisco nos ha hecho tomar conciencia de una manera muy clara de que la familia es la célula vital, fundamental de la Iglesia y de la sociedad, pero como la Iglesia está para servir a la sociedad tiene que tratar de acercarse a la familia en su condición de célula vital para poder desentrañar todo lo que eso implica y por lo tanto para que la familia cristiana pueda también ser un elemento vital para una renovación de la sociedad en la que vivimos". "Sin duda que la problemática que se vive ahora en el mundo, en este mundo globalizado, este mundo de profundos cambios culturales es en primer lugar la desorientación". "Hemos pasado, al menos en nuestros países latinoamericanos, en los cuales se aceptaba de una manera espontánea -diría yo- la enseñanza de la Iglesia acerca del matrimonio y de la familia a una situación en la cual se proponen muchas opciones, muchas posibilidades, por lo tanto en nuestra gente hay desorientación". "Yo pienso que el Sínodo busca fundamentalmente orientar, el Sínodo no es una panacea para resolver todos los problemas prácticos, los problemas de conciencia que se puedan vivir alrededor de una familia, pero si dar unas orientaciones generales para que en la Iglesia entera haya una renovación a fondo de la pastoral familiar", afirmó el prelado. Tomado de: Radio Vaticano

Vie 9 Oct 2015

¡Guapí Campeón de Copa de la Fe!

La Copa de la Fe 2015 coronó este viernes 9 de octubre a su segundo campeón. El cetro que le había pertenecido por dos oportunidades a la diócesis de Pasto, esta vez quedó en manos del Vicariato Apostólico de Guapi, luego de derrotar por 3 a 2 a la Arquidiócesis de Popayán en un disputado partido que se jugó en el estadio de Compensar de la avenida 68 en Bogotá. Un campeón sin ninguna discusión, no sólo por lo futbolístico, sino también por el sacrificio que hicieron sus integrantes para participar del torneo, que en su tercera versión, congregó a 420 sacerdotes de 20 jurisdicciones eclesiásticas del país. No fue una delegación amplia, llegaron surcando ríos y carreteras de nuestra variopinta patria. Con apenas lo suficiente y sin ser favorito, Guapi, comenzó a sorprender en el torneo derrotando a Ipiales por 9 a 2, su segundo éxito fue frente a Bogotá a quien superó por 6-1, finalmente cerró la ronda de grupos derrotando al favorito y poderoso equipo de Pasto por 3 a 2: nada menos que al bicampeón. Como toda final, el partido se caracterizó por tener una marca férrea y con pocas llegadas. Sin embargo ya a los 30 minutos del primer tiempo Guapi estaba ganando por 2-0. Casi al finalizar la primera etapa Popayán reaccionó y dejó el marcador 2 a 1. En el segundo tiempo un soberbio remate de tiro libre le dio el empate a Popayán que parecía más entero físicamente que su rival. Pero en el fútbol nada está dicho hasta que el árbitro de el pitazo final. Faltando 15 minutos para que acabe el match, una jugada rápida y sin mucho trámite dejó claro quien iba a ser el campeón: Guapi. Un hecho que hay que destacar es que cada triunfo fue seguido muy de cerca por el obispo de esta jurisdicción eclesiástica. Al finalizar cada partido los jugadores se ponían en contacto con su obispo, monseñor Carlos Alberto Correa Martinez, quien les brindaba su respaldo y bendición. Fue un torneo de mucha exigencia, en cada partido los sacerdotes, respetando el espíritu de la Copa, siempre dieron lo mejor de sí. Al final ganó Guapí, pero en realidad en gran ganador fue el testimonio que dieron los presbíteros de juego limpio, reconciliación y paz para nuestro país. ¡Salud al campeón! La Copa de la Fe es un torneo de futbol exclusivo para sacerdotes que busca brindar a los presbíteros un espacio de esparcimiento, fortalecer la vida fraterna, además de ser un signo de unidad en la Iglesia demostrando que a través del juego limpio se puede construir caminos de reconciliación, perdón y paz. Vicariato Apostólico de Guapi se coronó campeón de la #CopadelaFe Derrotó 3-2 a la Arquidiócesis de Popayán Posted by Conferencia Episcopal de Colombia onViernes, 9 de octubre de 2015

Jue 8 Oct 2015

"condena por pederastia es una ofensa contra la Iglesia": Mons. Castro

Con estas palabras el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, rechazó la sentencia de la Corte Suprema de Justicia sobre un caso de pederastia. "No tengo en este momento presente si haya casos de pederastia, creo que ha habido en el pasado algunos pero son casos muy excepcionales como para decir que la Iglesia Católica es responsable, esto sencillamente es una ofensa a la Iglesia", apuntó. En diálogo con RCN la radio el jerarca indicó que hasta la fecha la Iglesia no ha sido notificada oficialmente sobre la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, que condena a esta institución por un caso de pederastia. Monseñor Castro Quiroga afirmó que el sacerdote cuyo caso motivó la sentencia de la Corte debe responder de forma individual y no hacerse extensiva la condena a toda la institución. "Qué sentido tiene una condena a la Iglesia católica, es decir, a los católicos de Colombia, qué culpabilidad puede haber por parte de la Iglesia como tal frente a una cosa privada de un individuo y que no está de ninguna manera dentro de lo que la Iglesia pide a sus sacerdotes", añadió. "Uno no entiende cómo, por un acto individual, personal, totalmente contrario a lo que pide y enseña la Iglesia, después se condene, no sé si haya casos parecidos con otras instituciones, por ejemplo, en el campo de la educación, cuántos profesores no pudieron estar implicados en esto, y jamás se ha dicho que queda castigado el Ministerio de Educación o el Gobierno por estas cosas, porque son actos individuales". Finalmente, el presidente de la Conferencia Episcopal rechazó ese tipo de actos que están claramente prohibidos por los estatutos y dijo que no se puede decir que la Iglesia ha tenido algún tipo de participación en los mismos.

Mié 7 Oct 2015

Comienza en Bogotá la Confesatón

Cuatrocientos sacerdotes procedentes de distintos lugares del país se congregarán en Bogotá los días 6 y 7 de octubre en el centro comercial Gran Estación para realizar una confesatón. Miles de ciudadanos que han transitado por las calles del Centro Comercial Gran Estación, ubicado en Bogotá, este 6 y 7 de octubre, han quedado sorprendidos y en otros casos maravillados al ver puntos donde sacerdotes hayan sido distribuidos para brindar el sacramento de la reconciliación. La sorpresa no sólo es de los fieles que se encontraron con los hombres de blanco, sino de los mismos sacerdotes que han evidenciado la necesidad de estar má cerca de la gente. Por ejemplo el padre Ariel Viáfara, sacerdote del Vicariato Apostólico de Guapi ha calificado la experiencia como exótica y diferente. "Es una oprtunidad maravillosa para llegar a la gente y para que se puedan reconciliar con Dios", destacó. El sacerdote ha recordado que sin reconciliación no puede haber paz, por ello los colombianos estamos llamados ha reconciliarnos para alcanzar la paz que tanto anhelamos. Por su parte, el padre Hernán Poveda, de la diócesis del Huila destacó esta experiencia como nueva y que responde a lo que insistentemente pide el Papa Francisco: estar más cerca de la gente. Pero no es casual que esta experiencia se haya realizado en este centro comercial. Gran Estación alberga en sus instalaciones una capilla y un oratorio que son dependientes de la parroquia El Señor de las Bienaventuranzas, administrada por el padre Hernán Baéz, de la arquidiócesis de Bogotá. "Lo que hemos logrado con estas jornadas de Confesión es demostrar que Jesús misericordioso camina por las calles, incluso las de un centro comercial, resaltó el sacerdote. Si esta experiencia ha sido novedosa para los sacerdotes, para los fieles ha representado "sorprendente". Así lo manifestó Sandra Beltrán, que destacó el cambio del confesatorio tradicional por las calles del centro comercial. "Es como si fuese en la iglesia y que bueno que los padres estén buscando un lugar diferente. Yo llegué muy triste, pero ahora me voy feliz", señaló. En las confesiones estuvieron personas de todas las edades, como el caso de Samuel Guevara, un adolescente de 16 años que junto ha su hermanita menor, recibieron el sacramento de la reconciliación. "Es extraño que se hayan visto diferentes puntos de confesión aquí, pero es bueno que haya", destacó el joven Samuel. Sacerdotes como laicos están de acuerdo que a través de este sacramento la paz para el país no está lejana, pues ella comienza en los corazones de cada uno de los colombianos. "Es bueno que nos acerquemos a Dios, que nos reconciliemos y que dejemos tanta maldad que hay", manifestó Luz Alba, una visitante de Villavicencio que por estos días visita Bogotá. El confesatón congregó a 350 sacerdotes distribuidos en 60 puntos del centro comercial Gran Estación. Ha sido una experiencia que acerca a los fieles y a la Iglesia.

Mié 7 Oct 2015

La familia es y será siempre la “carta magna” de la Iglesia

La familia puede ser y debe ser la familia de Dios por lo que "se podría decir que el 'espíritu familiar' es la carta magna de la Iglesia". Además, el mundo necesita una "robusta inyección" de este espíritu puesto que en la sociedad no se le da el debido "peso, reconocimiento y apoyo". Es lo que afirmó el Papa Francisco en la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro, cuando en el Vaticano se realiza hasta el 25 de octubre el Sínodo de los Obispos sobre la Familia. En su catequesis, el Santo Padre recordó que "la familia que camina en la vía del Señor es fundamental en el testimonio del amor de Dios y merece por ello toda la dedicación de la que la Iglesia es capaz". Por eso, "el Sínodo está llamado a interpretar, para el hoy, esta solicitud y este cuidado de la Iglesia". Francisco afirmó que "un vistazo atento a la vida diaria de los hombres y mujeres de hoy muestra inmediatamente la necesidad que hay en todas partes de una robusta inyección de espíritu familiar". El Santo Padre señaló que "el estilo de las relaciones parece muy racional, formal, organizado, pero también muy 'deshidratado', árido, anónimo". "Se convierte a veces en insoportable" y "en la realidad abandona a la soledad y al descarte a un número cada vez más grande de personas". El Pontífice manifestó la razón de por qué la familia abre a toda la sociedad una perspectiva más humana: "abre los ojos de los hijos a la vida –y no solo la vista, sino también todos los otros sentidos– representando una visión de la relación humana edificada sobre la libre alienación del amor". "La familia introduce la necesidad de lazos de fidelidad, sinceridad, confianza, cooperación, respeto; anima a proyectar un mundo habitable y a creer en relaciones de confianza, también en condiciones difíciles". Pero además, "enseña a honrar la palabra dada, el respeto de las personas, el compartir los límites personales y los de los demás". "Todos somos conscientes de lo insustituible de la atención familiar de los miembros más pequeños, más vulnerables, más heridos, e incluso más desastrosos en las conductas de su vida". "En la sociedad –agregó el Papa– quien practica estas actitudes, las ha asimilado del espíritu familiar, no de la competición y del deseo de autorrealización. El Pontífice aseguró también que a pesar de todo esto "no se le da a la familia el debido peso, reconocimiento y apoyo". "La familia no solo no tiene el reconocimiento adecuado, sino que no genera aprendizaje", dijo Francisco. "A veces diría que, con toda su ciencia y su técnica, la sociedad moderna no está todavía en grado de traducir estos conocimientos en mejores formas de convivencia civil". Francisco también subrayó que "no solo la organización de la vida común se encalla en una burocracia del todo extraña en los lazos humanos fundamentales, sino que además la costumbre social y política muestra a menudo señales de degradación –agresividad, vulgaridad, desprecio– que están muy por debajo del umbral de una educación familiar mínima". Por ello, "los extremos opuestos de esta 'brutalización' de las relaciones se conjugan y se alimentan el uno al otro", lo que resulta "una paradoja". "La Iglesia individualiza hoy, en este punto exacto, el sentido histórico de su misión respecto a la familia y del auténtico espíritu familiar: comenzando por una atenta revisión de vida que mira a sí misma". El Papa manifestó que "se podría decir que el 'espíritu familiar' es la carta magna de la Iglesia: así el cristianismo debe aparecer y así debe ser". "Jesús, cuando llamó a Pedro a seguirlo le dijo que lo haría convertirse en 'pescador de hombres' y por eso nos quiere un nuevo tipo de redes". "Podemos decir que hoy las familias son una de las redes más importantes para la misión de Pedro y de la Iglesia", y "no es una red que haga prisioneros". Al contrario, "libera de las aguas maliciosas del abandono y de la indiferencia, que ahogan a muchos seres humanos en el mar de la soledad y de la indiferencia". "Las familias saben bien qué es la dignidad de sentirse hijos y no esclavos, o extranjeros, o solo un número del carné de identidad". "De aquí, de la familia, Jesús retoma su paso entre los seres humanos para persuadirlos de que Dios no los ha olvidado". Francisco añadió que también "de aquí Pedro toma vigor para su ministerio" y "de aquí la Iglesia, obedeciendo a la Palabra del Maestro, sale a pescar al lago, con la certeza de que, si esto sucede, la pesca será milagrosa". Al terminar, el Pontífice pidió oraciones por los Padres Sinodales para que "animados por el Espíritu Santo fomenten el impulso de una Iglesia que abandona las viejas redes y se pone a pescar confiando en la Palabra de su Señor". Fuente: Agencia ACIPRENSA

Mar 6 Oct 2015

Sacerdotes se ponen los guayos por alcanzar Copa de la Fe

Con la presencia de 420 sacerdotes de 20 jurisdicciones eclesiásticas del país ha comenzado la tercera versión de la Copa de la Fe, evento organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia. Este evento deportivo tiene como objetivo ser un signo de unidad en la Iglesia y demostrar que a través del juego limpio se puede construir caminos de reconciliación, perdón y paz. La inauguración se realizó en el Centro de Agentes y Patrulleros de la Policía Nacional en Bogotá. Contó con la presencia de monseñor Ettore Balestrero, Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor José Daniel Falla Robles, Secretario General del episcopado, monseñor Fabio Suscún Mutis, obispo del Ordinariato Castrense, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, obispo de Santa Rosa de Osos y monseñor Héctor Cubillos Peña, obispo de Zipaquirá. Monseñor José Daniel Falla Robles destacó la Copa de la Fe como un espacio para evangelizar, para compartir más que competir y para dar testimonio de unidad. Por su parte, monseñor Ettore Balestero ha recordado a los sacerdotes que a través del juego limpio es posible demostrar que en el país puede existir reconciliación y perdón. Además - aseguró - que estos espacios pone, no solo al presbiterio, sino al país en perspectiva de paz. El nuncio destacó la realización del Confesatón. " Este espacio es un ejemplo de vivir la integralidad y unidad en la Iglesia, subrayó. En el confesatón 350 sacerdotes estarán presentes en el Centro Comercial Gran Estación brindando el Sacramento de la Reconciliación. Esto se realizará el 6 y 7 de octubre de 12 m a 2 pm y de 5 a 7 pm. En el ámbito deportivo se jugarán 10 partidos por día entre las 8 am y 2 pm. La final será el viernes nueve de octubre en canchas de Compensar.

Lun 5 Oct 2015

El Sínodo de la familia no es un “congreso”: Papa Francisco

El Papa Francisco saludó hoy a los participantes del Sínodo de los Obispos sobre la Familia en la primera Congregación General. A primera hora de la mañana de este lunes, en el Aula Pablo VI, el Pontífice explicó que "el Sínodo no es un congreso o un parlamento, no es un parlamento o un senado donde nos ponemos de acuerdo" sino "una expresión eclesial es decir, la Iglesia que camina junta para leer la realidad con los ojos de la fe y con el corazón de Dios". A continuación, el texto completo del saludo del Santo Padre: Queridas Beatitudes, Eminencias, Excelencias, Hermanos y Hermanas: La Iglesia retoma hoy el diálogo iniciado con la proclamación del Sínodo Extraordinario sobre la familia para evaluar y reflexionar juntos sobre el Instrumentum Laboris (Documento de trabajo) elaborado de la Relatio Synodi (Documento final del Sínodo de 2014) y de las respuestas de las conferencias episcopales y de los organismos con derecho. El Sínodo es un caminar juntos con el espíritu de colegialidad y sinodalidad, adoptando valientemente la parresía, el celo pastoral y doctrinal, la sabiduría, la franqueza y poniendo siempre delante de nuestros ojos el bien de las familias y la suprema lex: la salus animarum (salud del alma). El Sínodo no es un congreso o un parlamento, no es un parlamento o un senado donde nos ponemos de acuerdo. El Sínodo es una expresión eclesial es decir, la Iglesia que camina junta para leer la realidad con los ojos de la fe y con el corazón de Dios. Es la Iglesia que se interroga sobre la fidelidad al depósito de la fe, que por ella no representa un Museo para mirar y menos salvaguardar, sino que es una fuente viva de la cual la Iglesia bebe para saciar e iluminar el depósito de la vida. El Sínodo se mueve necesariamente en el seno de la Iglesia y dentro el Santo Pueblo de Dios, del cual nosotros formamos parte en calidad de Pastores, es decir, servidores. El Sínodo es por otra parte un espacio protegido, donde la Iglesia experimenta la acción del Espíritu Santo. En el Sínodo, el Espíritu habla a través de la lengua de todas las personas que se dejan conducir por Dios que sorprende siempre, del Dios que revela a los pequeños aquellos que esconde a los sabios e inteligentes, del Dios que ha creado la ley y el sábado para el hombre y no viceversa, del Dios que deja las 99 ovejas para buscar la única oveja perdida, del Dios que es siempre más grande que nuestras lógicas y nuestros cálculos. El Sínodo podrá ser un espacio de la acción del Espíritu Santo sólo si nosotros participantes nos revestimos de coraje apostólico, de humildad evangélica y de oración confiada. El coraje apostólico que no se deja asustar frente a las seducciones del mundo que tienden a apagar en los corazones de los hombres la luz de la verdad sustituyéndola con pequeñas y temporáneas luces y de frente al endurecimiento de algunos corazones que, no obstante, las buenas intenciones, alejan a las personas de Dios (...). La humildad evangélica que sabe vaciarse de las propias convicciones y prejuicios para escuchar a los hermanos obispos y llenarse de Dios, que lleva a señalar con el dedo no contra los otros para juzgarlo, sino para tenderles la mano, para realzarlos, sin sentirse nunca superiores a ellos. La oración confiada es la acción del corazón cuando se abre a Dios, cuando se silencia todos nuestros estados de ánimo para escuchar la suave voz de Dios que habla en el silencio. Sin escuchar a Dios todas nuestras palabras serán solamente palabras que no sacian y no sirven. Sin dejarnos guiar por el Espíritu Santo, todas nuestras decisiones serán solamente decorativas, que en lugar de exaltar el Evangelio lo cubrirán y esconderán. Queridos hermanos, como he dicho, el Sínodo no es un parlamento donde para reunir un consenso o un acuerdo común acude al negocio o al compromiso. El único método del Sínodo es el de abrirse al Espíritu Santo, con coraje apostólico, con humildad evangélica y con oración confiada, para que sea Él el que nos guíe, ilumine y nos haga poner delante de los ojos con nuestros pareceres personales la fe en Dios, el bien de la Iglesia y la salus animarum. Quiero agradecer a Su Eminencia el Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo; a su Excelencia Mons. Fabio Fabene, Subsecretario, y con ellos agradecer al Relator, su Eminencia el Cardenal Peter Erdo y al Secretario Especial, Su Excelencia Mons. Bruno Forte, a los presidentes delegados (...), a los traductores: gracias de corazón. Les agradezco igualmente a todos ustedes Padres Sinodales, Delegados Fraternos, Auditores, Auditoras y Asesores, por vuestra participación activa y fructífera. Un agradecimiento especial a los periodistas, gracias por vuestra apreciada participación. Iniciamos nuestro camino invocando la ayuda del Espíritu Santo y la intercesión de la Sagrada Familia, Jesús, María y San José. Fuente: Agencia ACIPRENSA

Vie 2 Oct 2015

Papa Francisco y obispos debatirán sobre la situación de la familia

La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos iniciará este domingo 4 de octubre y sesionará hasta el próximo 25 del mismo mes, será un espacio donde se debatirá sobre la vocación y la misión de la familia. En estas reuniones se reflexionará de forma comunitaria sobre las orientaciones pastorales que debería asumir la Iglesia en temas como el matrimonio, las parejas de hecho, la adopción, entre otros, pero preponderando la "plena comunión de la comunidad eclesial", según indicó el feje de la oficina de prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, al anunciar este evento. Se trata de la segunda reunión eclesial mundial convocada por el Papa Francisco para reflexionar sobre la crisis de la familia. En la primera, celebrada en octubre de 2014, el Papa animó a "hablar con parresía", es decir, "claro" y a "escuchar con humildad" para poder ejercitar "la sinodalidad", "Que nadie diga: Esto no se puede decir, pensarán de mí así o así...", precisó. El sábado 3 de octubre el Santo Padre presidirá en la Plaza de San pedro la Vigilia de oración preparatoria de la XIV Asamblea General Ordinaria y el domingo 04 de octubre celebrará la Santa Misa de apertura del Sínodo. Entre los participantes se encuentran 166 representantes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo, tanto cardenales como obispos, -cinco de Oceanía, 25 de países asiáticos, 44 de África, 45 de América y 47 de Europa, además de los 45 padres sinodales nombrados personalmente por el Pontífice. Por Colombia estarán presentes en el Sínodo el arzobispo de Bogotá, cardenal Rubén Salazar Gómez, el arzobispo de Villavicencio y vice-presdiente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Oscar Urbina Ortega y el obispo de Armenia y presidente de la comisión episcopal de familia de la CEC, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz.