Pasar al contenido principal

Cardenal Luis José Rueda Aparicio

Vie 9 Ago 2024

La Voz del Pastor | 11 de agosto de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Juan 6, 41-51

Vie 26 Jul 2024

La Voz del Pastor | 28 de julio de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Juan 6,1-15

Mar 16 Jul 2024

Con Eucaristía institucional, el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano inicia labores con la nueva Comunidad de Presidencia

En medio de un ambiente de fraternidad, este martes, 16 de julio, en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, se celebró una Eucaristía institucional para agradecer a la saliente Comunidad de Presidencia y darle la bienvenida a la nueva Comunidad de Presidencia que fue elegida durante la reciente Asamblea Plenaria. En la celebración, presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la institución durante el trienio 2021-2024, participaron los directores y colaboradores del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC).La Santa Misa fue concelebrada por monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC para el trienio 2021-2024. También, por quienes ya asumieron como nuevos directivos del periodo 2024-2027: monseñor Francisco Javier Múnera Correa (arzobispo de Cartagena y presidente), monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos (arzobispo de Tunja y vicepresidente) y monseñor Germán Medina Acosta (obispo electo de Engativá y secretario general).Durante la homilía, el cardenal Rueda manifestó su gratitud por el respaldo recibido durante estos tres años de parte de cada uno de los servidores del SPEC; también, por el trabajo que realizan en favor de la Iglesia. Aseguró que, pese al relevo directivo en la institución, la misión continúa: “Nos quedamos todos sirviéndole al Señor, como Pueblo de Dios, en cada una de nuestras tareas”.El purpurado también valoró el tiempo que estuvo ejerciendo como presidente de la CEC como una oportunidad única para conocer aún más la realidad de la Iglesia y del país.“Ha sido un tiempo muy bello de conocer más la Iglesia, su belleza, pero también sus tristezas, heridas, preocupaciones y desafíos. Y cuando uno conoce más a fondo la Iglesia, la ama más”, expresó el cardenal Rueda.De cara a lo que vendrá en el nuevo trienio para la Iglesia colombiana, el Arzobispo de Bogotá invitó a todos a ser “profetas de la esperanza” en cada uno de los ambientes laborales y personales en los que están; a mantener la vigilancia y calma frente a los desafíos; y a permanecer en la fe para estar afianzados en Dios.Monseñor Omar Alberto Sánchez, también se sumó a las palabras de gratitud del Cardenal e hizo una invitación a la valoración. Pidió a los colaboradores sentirse orgullosos por el trabajo que realizan en favor de la Iglesia y del país, especialmente en medio de las “aguas difíciles” que se tienen. Afirmó que, como obispos, son conscientes que delante ellos hay miles de sacerdotes, vocaciones, carismas de vida religiosa y laicos, responsables de que la Iglesia pueda llegar a los diferentes niveles de la realidad.El prelado animó a reconocer el trabajo que realiza cada uno, como una verdadera vocación, que si se suma con las demás, ayuda a que se logren muchas cosas: “No vale la pena estar aquí sin creer que esta es la vocación y el servicio que están prestando a la Iglesia (…) Cuando hay voluntad se pueden hacer cosas increíbles”, manifestó. “Ustedes son una gran palanca e impulso que mueve muchas cosas en la Iglesia colombiana, desde los diferentes niveles de responsabilidad ayudan a que algo más grande se mueva y alcance al país; hacen que la misión de la Iglesia tenga un efecto real en la vida de Colombia, en espacios de dolor, escenarios de guerra y también en momentos muy especiales de este país”, agregó monseñor Sánchez.Por su parte, el nuevo presidente del episcopado, monseñor Francisco Múnera, puso las intenciones de gratitud y acción de gracias bajo la advocación de la Virgen María. Agradeció también al Señor por el tejido de relaciones, apoyos y trabajo en equipo con el que cuenta la Iglesia colombiana, que se va realizando “por la obra de la Salvación”.El arzobispo de Cartagena recordó que la misión que desarrolla cada uno es al servicio de Dios, y que todos están llamados a aportar, asumiendo una actitud de donación y entrega para “poder ir más allá”.Pidió a servidores encomendar a la Virgen las labores de este nuevo trienio: “Es María quien nos conduce hacia Jesús, hacia las tareas, hacia el Monte Santo (…) Cada uno de nosotros está llamado a conducir todos nuestros entornos al encuentro con el Señor”, manifestó.Monseñor Múnera agradeció al cardenal Luis José Rueda y a monseñor Omar Sánchez por el trabajo desarrollado en la dirección de la Conferencia Episcopal. También, a monseñor Luis Manuel Alí, quien, por designación del papa Francisco, asumió como secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores desde el pasado mes de mayo:“De la anterior Comunidad de Presidencia recibimos una antorcha luminosa, ahora nos la entregan para seguir acompañando la realidad de la Iglesia en todos los rincones de la patria, para seguir aportándole desde los valores del Evangelio”, agregó el prelado.Durante la celebración, el cardenal Rueda y monseñor Francisco también agradecieron a los sacerdotes que terminaron su servicio como directores en las diferentes áreas del SPEC: el padre Jorge Bustamante, el padre Francisco Mejía, el padre Omer Giraldo, el padre Eliecer Soto, el padre Manuel Vega y el padre Alberto Forero.Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Conf. Episcopal de Colombia (@episcopadocol)

Sáb 6 Jul 2024

La Voz del Pastor | 7 de julio de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 6, 1-6

Lun 1 Jul 2024

Espiritualidad, comunión y análisis regional: protagonistas en el primer día de la CXVII Asamblea de los Obispos Colombianos

Este lunes, 1 de julio, se desarrolló la primera jornada de la CXVII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano en Bogotá. Un inicio lleno de espiritualidad, comunión y trabajo por grupos, con énfasis en el análisis del contexto del país, desde la realidad de las regiones que acompañan.La apertura se dio con la celebración de la Eucaristía presidida por el arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos. Durante la homilía, el prelado recordó el protagonismo del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y la necesidad de invocar su presencia para discernir, conducir y proyectar, en unidad, las decisiones que se tomarán durante esta asamblea electiva, que deben tener, según indicó, un sentido especial de servicio a la Iglesia y al país.Posteriormente, la instalación del encuentro la protagonizó el mensaje del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC, a sus hermanos. En él evocó, particularmente, cuatro bienaventuranzas, a manera de motivación para que, como pastores, sepan responder a los desafíos eclesiales y sociales del país: “Bienaventurados los obispos que se esfuerzan por vivir la austeridad”, “Bienaventurados los obispos que animan con su vida la misión”, “Bienaventurados los obispos que llegan hasta las lágrimas en su servicio” y “Bienaventurados los obispos que afrontan sin amargura las tribulaciones”.Serán más de 40 los encargos de liderazgo que realizarán los obispos durante esta Asamblea 117. Entendiendo la importancia del momento y la necesidad de hacerlo a la luz del Evangelio, el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá, dirigió una iluminación sobre los fundamentos espirituales de lo que significa discernir y elegir a sus hermanos obispos en cargos de responsabilidad. El purpurado lo hizo evocando algunos capítulos del Evangelio según San Marcos (Mc 3, 13-19) y del Libro de los Hechos de Los Apóstoles (Hch 1, 12-17, 21-26; Hch 6, 1-6).El cardenal Salazar también conectó este episodio electivo con las tres dimensiones que conforman la sinodalidad propuesta por el papa Francisco a la Iglesia: comunión, participación y misión. Recordó que, como pastores, deben ponerse al servicio del infinito amor de Dios por el pueblo; discernir los signos de los tiempos y tener presente que la Iglesia es testigo e instrumento de la salvación. Esto introdujo a los obispos en un momento especial de meditación personal y adoración en presencia del Santísimo Sacramento.El trabajo adelantado por el episcopado colombiano en la tarde de esta primera jornada se centró en el análisis de la realidad social del país por regiones; los aspectos allí abordaros también servirán de base para las decisiones que tomarán esta semana. Para ello, se dividieron en siete regiones, cada una conformada por dos provincias eclesiásticas: Bogotá-Tunja, Ibagué-Manizales, Florencia-Villavicencio, Bucaramanga-Nueva Pamplona, Medellín-Santa Fe de Antioquia, Cali-Popayán y Cartagena-Barranquilla.Tres preguntas guiaron dicho espacio: ¿Cuál es el problema social más arraigado en la región? ¿Cuáles son las características del país que desean ayudar a construir? ¿Cuáles son las principales líneas de acción para enfrentar el problema social identificado? Los encargados de moderar las reflexiones fueron los arzobispos. En el informativo ‘Así Va La Asamblea’, tres de ellos, comparten algunas de estas ideas: monseñor José Miguel Gómez Rodríguez, arzobispo de Manizales, monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja.También en esta emisión tres de los obispos nombrados en los últimos meses por el papa Francisco, entregaron su testimonio de lo que ha significado para ellos ser parte de esta primera asamblea: monseñor Alejandro Díaz García, obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez, obispo electo de El Banco y monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco, obispo auxiliar electo de Barranquilla. Conozca los testimonios a continuación:

Lun 1 Jul 2024

Austeridad, entrega en la misión, servicio y valentía: motivaciones del Cardenal Rueda a los obispos, a la luz de las bienaventuranzas

Este lunes, 1 de julio, inició la CXIII Asamblea Plenaria de los obispos colombianos. Durante la instalación del encuentro, que tendrá carácter electivo, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado, animó a los prelados a vivir la austeridad, entregarse en la misión, donarse en el servicio a sus comunidades, y afrontar las dificultades y fragilidades desde la verdad, con valentía y el anuncio del perdón.El Primado de Colombia inició su discurso inaugural haciendo alusión a Lucas 6, 20-23, donde Jesús pronuncia las bienaventuranzas a sus discípulos tras haberlos elegido en el ministerio apostólico. Les recordó a los obispos que esta primera enseñanza también se traslada a su misión como sucesores de los doce apóstoles, por lo que es fundamental hacer una relectura de ella, especialmente en este año de la oración, que prepara a la Iglesia Universal para el Jubileo de la Esperanza 2025.El Cardenal Luis José Rueda afirmó que, frente a los retos a los que está expuesta la esperanza, es normal que surja la tentación de la desconfianza, pero que el cristiano, y aún más, el obispo, puede afrontar las situaciones más adversas, con su confianza puesta en el misterio de la cruz y de la resurección del Señor. Animando y reconfortando a sus hermanos, compartió así su reflexión sobre las bienaventuranzas:“Bienaventurados los obispos que se esfuerzan por vivir la austeridad”. Enfatizó en la importancia de la vida austera, se refirió a ello como “un mensaje poderoso y un gran aporte para la paz en Colombia”; un ejemplo de lucha contra la corrupción y la codicia que tanto daño causa.“Felices los obispos que aprendiendo de Jesús viven el espíritu de la pobreza y el desapego, son servidores humildes que no viven de la imagen, sino que, en la propia conciencia saben con sinceridad quienes son, y ponen su corazón en el verdadero tesoro que es Cristo crucificado y resucitado, vivo y cercano cada día”.“Bienaventurados los obispos que animan con su vida la misión”. Recordó a los obispos el llamado que se les ha hecho a entregarlo todo por la misión evangelizadora. De esta forma, los convocó a estar dispuestos a trabajar en conjunto con las diversas vocaciones dentro de la Iglesia colombiana, y así, caminar hacia la verdadera sinodalidad.“Felices los obispos que son agradecidos con el pequeño paso que se pudo dar, que saben mantener la serenidad, aunque el lobo esté al acecho, que no pierden la esperanza, aunque al revisar las duras labores por la evangelización, pareciera que la cizaña estuviera ahogando el trigo, son obispos que confían en la acción del Espíritu Santo, y son capaces de ponerse en silencio y de rodillas para agradecer ante el sagrario, después de una jornada de aparentes fracasos”.“Bienaventurados los obispos que llegan hasta las lágrimas en su servicio”. Los invitó a reconocerse vulnerables y frágiles, y que, a su vez, se descubran reconfortados y consolados por el amor de Dios Padre. Además, a ser servidores de la esperanza en sus comunidades, sabiendo leer e interpretar los signos de los tiempos.“Son obispos con capacidad para consolar al que está afligido, son hermanos que prefieren llorar que sucumbir, son aquellos que no se dejan deslumbrar por las estadísticas, son capaces de conmoverse ante el sufrimiento de las personas y de la ciudad, y lloran por amor, uniéndose a las lágrimas de Jesús por Jerusalén”.“Bienaventurados los obispos que afrontan sin amargura las tribulaciones”. Con esta bienaventuranza finalizó el Cardenal Rueda Aparicio animando a sus hermanos en el ministerio apostólico, a tomar la cruz de la misión y a avanzar con valentía dejándose acompañar. Mencionó que, de esta forma, pueden escuchar la voz del Espíritu Santo, por ejemplo, en medio del sonido ensordecedor de las noticias falsas.“Son Obispos que tienen en su conciencia el signo de María, serena y fiel junto a la cruz de su Hijo, que mantienen la paz ante la injuria y la difamación. Son obispos convencidos de que nada los podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús (…) Son hombres que han recibido en su vida personal el perdón y logran anunciarlo con sus actitudes y palabras en medio del Pueblo Fiel de Dios, llevan el bálsamo de la misericordia como una gracia desbordante, saben que a pesar de las presiones externas y las fragilidades internas, nadie los podrá separar del amor de Cristo, ni la angustia, ni la persecución, ni la desnudez, ni los peligros, ni la guerra (Cfr Rm 8, 31 - 39).En su discruso, el Arzobispo de Bogotá manifestó gratitud por el apoyo y la confianza depositada durante los tres años que ejerció como presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; también lo hizo en nombre de sus hermanos en la dirección, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos (arzobispo de Popayán y vicepresidente) y monseñor Luis Manuel Alí Herrera (obispo auxiliar de Bogotá y secretario general). Además, extendió su agradecimiento al padre Jorge Bustamante Mora (actual secretario general encargado) y a cada uno de los "hermanos y hermanas del Secretariado Permanente del Episcopado de Colombia (SPEC)", por su servicio. Al tiempo, manifestó su disposición para seguir apoyando a quienes en esta CXVII Asamblea Plenaria resulten elegidos en estos roles."Es hermoso ver que somos discípulos misioneros itinerantes, es bello dar un signo de libertad a la Iglesia de Colombia y a la sociedad de nuestro país, un signo de libertad ante la tentación de sentirse indispensables, porque estamos convencidos de que el Espíritu Santo elige, capacita y acompaña siempre nuevas expresiones de liderazgo sinodal, al servicio de su Pueblo Santo", concluyó el Cardenal Luis José.

Jue 27 Jun 2024

La Voz del Pastor | 30 de junio de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 5, 21-42. 35b-43

Dom 23 Jun 2024

La Voz del Pastor | 23 de junio de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 4, 35-41