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Cardenal Luis José Rueda Aparicio

Vie 1 Mar 2024

La Voz del Pastor | 3 de marzo de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Juan 2, 13-25

Jue 29 Feb 2024

Iglesia profundiza sobre su rol pastoral y enfoque humanitario en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación del Cese al Fuego entre el Gobierno y el ELN

Este 27 y 28 de febrero, se llevó a cabo el segundo encuentro nacional de delegados de la Iglesia en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) del Cese al Fuego entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional (Eln).En el espacio, convocado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Delegación para las Relaciones Iglesia–Estado, participaron 43 representantes de 24 jurisdicciones eclesiásticas del país. Los agentes pastorales intercambiaron allí experiencias, aprendizajes, recomendaciones, buenas prácticas y retos sobre la participación de la Iglesia en el MMV. Además, recibieron herramientas de formación e iluminación doctrinal.El primero de estos encuentros se llevó a cabo en junio de 2023 y tuvo como enfoque central la socialización inicial del protocolo de participación de la Iglesia Católica en dicha instancia técnica. Ambos se desarrollaron en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), en Bogotá.Monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia y el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC, acompañaron la reunión. Allí, tanto el purpurado, como el representante del Santo Padre, recordaron que esta misión está iluminada por Jesús de Nazaret y se centra en el Evangelio. Además, que se enmarca en las motivaciones hechas por el papa Francisco para seguir aportando incansablemente a la búsqueda de la reconciliación y la paz.“Puede ser que haya muchas personas desanimadas, pero el desánimo no puede llegar al corazón de alguien que está convencido que el Evangelio de la paz hay que llevarlo a todos los territorios. Por eso, este encuentro, los fortalece también espiritualmente en su misión y sienten que no están solos”, afirmó el cardenal.“Es un compromiso que asumimos como Iglesia siguiendo también el mensaje que el papa Francisco nos ha dado: “Demos el primer paso”. El primer paso que tratamos de dar todos los días, estando cerca a nuestras comunidades, especialmente de las que más sufren por las consecuencias de la violencia y del conflicto que sigue presente en muchas regiones (…) En nombre del Santo Padre les animo a seguir en este trabajo de la reconciliación y de la paz en nuestro país”, agregó monseñor Rudelli.En el encuentro participaron también el padre Rafael Castillo Torres, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana; el padre Eliecer Soto Ardila, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional, organismos de la Iglesia Católica colombiana que también motivan y acompañan permanentemente el trabajo por la paz. Además, asistieron algunos representantes de la Misión Verificación de Naciones Unidas, la Embajada de Suiza, el Gobierno Nacional y el Eln.Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la CEC para las Relaciones Iglesia-Estado, a cargo de la coordinación de este encuentro, destacó tres alcances fundamentales: la posibilidad de que se conozcan con mayor profundidad las circunstancias regionales actuales asociadas al cese y que entren en contacto directo los diversos representantes del mecanismo; analizar conjuntamente las normas y protocolos creados para esta misión; y profundizar en el sentido pastoral y la perspectiva humanitaria que caracteriza la participación de la Iglesia en el MVV.“Con estas perspectivas fortalecidas, salimos a continuar la labor y hacer que el mecanismo sea cada vez más robusto en todas sus dimensiones y alcances (…) Tenemos la voluntad máxima de aportar para que se reduzcan las violencias y confrontaciones; para que se cree un clima en el cual el respeto por la dignidad de cada persona sea el centro de la vida social; para que los hechos victimizantes comiencen a desaparecer. El compromiso nuestro es que el cese al fuego sea realmente un espacio en el cual se abran los caminos para que las negociaciones avancen, vayan alcanzando metas y, luego, produzcan el gran resultado de la paz”, expresó monseñor Henao.

Mar 27 Feb 2024

"Es más lo que aprendemos al lado del habitante de calle que lo que nosotros le podemos enseñar": Cardenal Rueda Aparicio

El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, invitó a desarrollar la pastoral de las personas en situación de calle teniendo en cuenta estrategias que propicien la prevención de quienes están al límite de buscar la calle como refugio y la generación de entornos protectores para quienes ya viven esta difícil realidad.El primado de Colombia también remarcó la necesidad de buscar desde la Iglesia Católica mayores espacios de articulación con otras religiones e instituciones involucradas en este trabajo, para lograr mejores resultados en la misión. “He aprendido que es necesario que haya integración entre las expresiones y movimientos de servicios católicos, porque muchas veces somos paralelos, no nos conocemos…También deberíamos integrarnos, porque este es un tema ecuménico, con tantas confesiones religiosas, con pastores y pastoras que también salen a la calle motivados por su fe, a servir a los que están aquí tirados en el camino sin conocer su nombre, muchas veces sin conocer su historia, pero que agradecen cuando nos acercamos a ellos sin miedo y sin asco (..) Y tercera integración: con las entidades públicas y privadas que también están atentas. Las entidades del Estado muchas veces están allí, son entidades que tienen dinero, que tienen recursos, también las entidades privadas, pero con las cuales deberíamos interactuar, porque eso nos enriquece, porque eso nos permite compartir la técnica y el dinero que tienen las entidades privadas y estatales con el amor que queremos llevar y con nuestra motivación en Jesús de Nazaret, que nos sigue esperando en la calle”.El llamado lo dio a conocer el purpurado este lunes, 26 de febrero, en el marco del ‘Primer Encuentro regional de la pastoral latinoamericana de personas en situación de calle’. Espacio convocado virtualmente por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), como primer paso para el establecimiento de esta pastoral regional, acogiendo el llamado del papa Francisco para ser Iglesia en salida a las periferias geográficas y existenciales, así como a no apartar nuestro rostro de ningún pobre.Durante su intervención, el presidente del episcopado colombiano inició recordando su llegada a la Arquidiócesis de Bogotá en junio de 2020, marcada por la pandemia en etapa de confinamiento, así como por su experiencia cercana desde ese entonces con los habitantes de calle de la capital colombiana. Esto, especialmente, gracias a cinco personas y, al tiempo, experiencias concretas:“Fray Gabriel Ramírez (Fray Ñero, Q.E.P.D.) me enseñó a conocer y a amar a los y las personas que están en situación de calle. Quiero agradecer también y nombrar a Sor Noemí Sánchez Vicentina, una mujer dedicada a amar a los habitantes de calle, ella con sus hermanas vicentinos y con un grupo grande de laicos. El padre Jorge Arias, de la Arquidiócesis de Bogotá, un servidor de los pobres. Con él he aprendido tantas cosas (…) Me ha enseñado el camino de la cercanía y de la compasión, de la dignificación de las personas que están en esas periferia existenciales y geográficas, como nos dice el papa Francisco”.El purpurado también se refirió a monseñor Ricardo Pulido Aguilar, también de la Arquidiócesis de Bogotá: "porque él ha caminado con los pobres en la ciudad, porque él ha abierto su corazón a los más abandonados, a aquellos que nadie quiere, a aquellos que rechazan incluso por el olor". Además, hizo referencia al padre Jonathan Acuña, misionero consolato, líder de una iniciativa pastoral de acompañamiento a los habitantes de calle con jóvenes universitarios, católicos y no católicos, conocida como 'Aguapanelazo'. Espacio que el cardenal ha tenido la oportunidad de acompañar en varias ocasiones.Haciendo una especie de radiografía de este escenario de trabajo donde dijo "está Jesús esperándonos", el Cardenal se refirió cuatro rasgos que se hallan entre sus habitantes y que evidencian también otros graves flagelos sociales sobre los que también hay que poner la mirada en este trabajo pastoral: el consumo de sustancias psicoactivas, la prostitución, la trata de personas y el fenómeno migratorio.“Es la suma de la calle con el consumo de drogas, es el consumo y la calle; pero es también es la combinación de calle y situación de prostitución, de hombres y mujeres. Es también la combinación de la calle y la trata de personas en distintas ciudades de América Latina. Es la combinación de calle y migración, migrantes que llegan a las calles, desplazados de distintos lugares. Algunos son de nuestros propios países, otros de países vecinos. He nombrado solamente esas cuatro combinaciones...Pero pudiéramos ampliar esta gama de combinaciones para decir que hay múltiples historias”.Frente al rol que la Iglesia está llamada a desarrollar en la pastoral de las personas en situación de calle, el primado de Colombia recordó que se trata de personas realmente pobres, que sufren profundamente la indiferencia. Por eso, se refirió a la necesidad de estar, dialogar, comer con ellos, lavarles sus pies, ungirlos, llevarles espiritualidad y compartir también la riqueza de su espiritualidad. Recordó que se trata de personas que están llenas de historias y sabiduría, que junto a ellos se puede aprender sobre el verdadero valor de la vida digna.“Es más lo que aprendemos al lado del habitante de calle que lo que nosotros les podemos enseñar. Pero eso si hay algo que debe caracterizar nuestra cercanía con ellos: la humildad y la capacidad de servicio. Ser esa Iglesia hermosa que deambula por las calles”.Sobre la dimensión de protección, el presidente del episcopado aseguró que la Iglesia también debe apoyar la generación de entornos protectores para ellos: protectores de su vida, de su historia, de ellos mismos, de quienes están enfermos y tirados en el camino, de los ancianos que ya no pueden buscar los alimentos.“Sabiendo que todos ellos un día hicieron la opción por distintos motivos de estar en la calle. Porque para ellos la calle es libertad, para ellos la calle es el escenario que han asumido muchas veces porque lo quieren”.El cardenal afirmó que se debe tener en cuenta el escenario preventivo, buscando la manera de llegar y ayudar a tantos hombres y mujeres “que están en la frontera, que están ya listos para irse a la calle porque no se sienten bien en su casa o porque no se sienten bien en los entornos sociales donde viven”.Finalmente, precisó que, en la configuración de esta pastoral latinoamericana de personas en situación de calle, los protagonistas y gestores del camino de Jesús en la calle y de la Iglesia en la calle, siempre deben ser estos hombres y mujeres que sufren. Vea la transmisión completa del evento a continuación:

Vie 23 Feb 2024

La Voz del Pastor | 25 de febrero de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 9, 2-10

Vie 16 Feb 2024

La Voz del Pastor | 18 de febrero de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 1, 12-15

Mar 13 Feb 2024

El Cardenal pide a los colombianos vivir la Cuaresma desde la conversión, pensando en comunidad y manteniendo la esperanza

A punto de iniciar el tiempo de Cuaresma con el miércoles de ceniza este miércoles 14 de febrero, e inspirado en el mensaje del papa Francisco, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, hace un llamado a vivir la valentía de la conversión para poder caminar hacia la esperanza, tan necesaria para Colombia, especialmente, en medio de la violencia que causa tanto dolor en los territorios.“La Cuaresma nos ilumina a nosotros y nos anima para que vivamos este tiempo construyendo desde nuestra conciencia y en nuestras comunidades la valentía de la conversión, de salir de la esclavitud y de caminar hacia la esperanza”, expresa el purpurado.En su reflexión, el primado de Colombia también afirma que asumir esta conciencia, nos ayuda a pasar del individualismo a la vida comunitaria y del aislamiento al encuentro con el amor de Dios. “Además, la Cuaresma es la valentía de salir de las esclavitudes de los ídolos, de los apegos, de los faraones que nosotros hemos permitido que se adueñen de nuestra vida y pasar de la esclavitud a la libertad”, agrega el Cardenal, haciendo referencia al mensaje del Santo Padre, titulado “A través del desierto Dios nos guía hacia la libertad”.A propósito de la compleja situación social que vive el país y el dolor profundo que sufren los territorios por causa de la violencia, el presidente del episcopado colombiano dice también que, “en tiempos de guerra, en tiempos en que no tenemos seguridad en el camino que estamos llevando, el Señor nos invita a través del Papa Francisco, a que caminemos hacia la esperanza”.Agrega el cardenal que la manera de cultivar esa esperanza, de la que parece haber “déficit”, es manteniendo la oración, escuchando permanentemente “la voz de Dios que nos habla”.A continuación, vea el mensaje del Cardenal:En este contexto, el Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia ha preparado una guía litúrgica para la celebración de este miércoles de ceniza:

Mar 6 Feb 2024

Análisis de la realidad en Colombia y propuestas de trabajo desde la Iglesia: protagonistas en el primer día de la CXVI asamblea de los obispos

Este lunes, 5 de febrero, inició la asamblea plenaria número 116 de los obispos de Colombia. En ‘Así va la Asamblea’, el informativo del episcopado, se dan a conocer los detalles más relevantes de la primera jornada.Este primer encuentro del año tiene como tema protagonista la sinodalidad, pero centrado en lo que fue la primera etapa de la asamblea general del sínodo adelantada en Roma en 2023, y con perspectivas a lo que será el aporte de la Iglesia colombiana en la segunda parte de esta asamblea, que se llevará a cabo en octubre de este año.“Nosotros como obispos, como Conferencia Episcopal, haremos el discernimiento a la luz de una pregunta iluminadora y básica, que es ¿Cómo podemos ser Iglesia sinodal en misión permanente? Ahí se pone en juego todo lo que significa la sinodalidad, no como una palabra, sino como una actitud, como una forma de ser Iglesia y de realizar nuestra misión en todas las parroquias del país”, expresó el cardenal Luis José Rueda Aparicio, quien, durante la apertura del evento, invitó a sus hermanos obispos a ser “instrumentos de renovación sinodal y misionera" en Colombia. Monseñor Paolo Rudelli, Nuncio apostólico en Colombia, manifestó su alegría de poder acompañar, por primera vez, una asamblea plenaria de los obispos del país. Además, se refirió a la importancia del tema que abordarán estos días.“Es un camino que el Santo Padre, el Papa Francisco, nos ha puesto en marcha. Un camino que va siguiendo y que seguirá también después de la Asamblea del próximo octubre, pero en el que creo, todos estamos llamados a esa conversión misionera de una Iglesia que camina con todos, abierta a todos, tratando de ser cercana a todos, sobre todo a las heridas de la humanidad, a las heridas que la misma Iglesia vive para ser signos de Jesús, el buen Samaritano que se acerca a la humanidad”, dijo el representante del papa Francisco.Uno de los grandes protagonistas de este primer día fue el análisis de la realidad del país. Para los prelados es fundamental iniciar su trabajo partiendo de lo que sucede a nivel social, político y económico en las regiones, de los desafíos que se tienen en la nación y de los acompañamientos que se vienen realizando desde la Iglesia en esa materia. Esto, por supuesto, a la luz del Evangelio.“Nuestro aporte como Conferencia Episcopal en cada una de sus asambleas, por supuesto, tiene que ver con nuestra vocación misional, que es evangelizadora, y ahí entendemos que le hacemos un aporte sustancial al país desde la fuerza del Evangelio, pero nos implica analizar el contexto social, la realidad concreta en cada territorio, en todos los matices de la lecturas de todos los señores obispos suman para tener una comprensión del país al que queremos servir, al que queremos ayudar y nos adentramos en los temas álgidos del país, por supuesto, territorios marcados por la violencia”, afirmó monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente del episcopado.Los prelados cerraron el primer día de su primera jornada con una Eucaristía presidida por monseñor Juan Carlos Barrero, obispo de Soacha.Este martes 6 de febrero, estarán visitando la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano, donde se encontrarán con los directivos de este organismo y con más obispos de la región.

Lun 5 Feb 2024

“Seamos instrumentos de renovación sinodal y misionera”: cardenal Luis José Rueda durante la instalación de la Asamblea 116

En la mañana de este lunes 5 de febrero, los obispos colombianos dieron inicio a su asamblea 116. La instalación del encuentro estuvo a cargo del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal. Durante su alocución, el purpurado invitó a sus hermanos obispos a ser “instrumentos de renovación sinodal y misionera" en Colombia.En su mensaje, el primado de Colombia propuso a los prelados cuatro maneras de ser misioneros en sinodalidad para el anuncio del Evangelio en cada una de las jurisdicciones eclesiásticas que pastorean:1.Misioneros que oran y trabajanEl cardenal Rueda les recordó la importancia de entretejer siempre la oración con el trabajo que adelantan, y desde allí, desde ese encuentro permanente con el Señor, mantener la claridad y la energía que necesitan para el desarrollo de su misión.“Y si en verdad somos misioneros que oramos y trabajamos, tendremos necesidad de la Eucaristía con la doble mesa de la Palabra y del Pan de vida, que nos alimenta y nos pone en camino como Pueblo de Dios”.2.Misioneros con alegría y con cruzMonseñor Rueda afirmó que la vida de los misioneros armoniza la alegría y la cruz, asimismo, que el corazón de un obispo está lleno de cicatrices producidas por heridas y sufrimientos propias de su pastoreo en medio del Pueblo de Dios. Por ello, los invitó a alimentar su confianza en el Señor y así sobrellevar las dificultades que, a menudo, deben enfrentar. También, a pensar en sus otros hermanos obispos siendo apoyo cuando lo requieran.“No podemos esperar hasta que llegue el tiempo en que seamos eméritos para comenzar la terapia que nos permita sanar nuestro corazón episcopal. ¡Es ahora, mientras vamos con la cruz de cada jornada! ¡Es ahora que debemos ofrecerle nuestra palabra y nuestra fraternidad a cada hermano obispo! ¡Es ahora, el tiempo propicio para que, en la colegialidad apostólica, nos ayudemos, y así podamos avanzar en una auténtica sinodalidad, desde el peregrinar profundo de nuestro corazón! Con diversas medicinas, el Señor sana nuestro corazón episcopal; mencionemos sólo tres: la fraternidad, la oración y la misión”.3.Misioneros que escuchan y disciernenHaciendo referencia a la metodología usada durante la primera parte de la Asamblea General del Sínodo realizada en Roma en octubre del 2023, conocida como conversación en el Espíritu, el cardenal afirmó que se trata de algo más profundo que una simple estrategia. Dijo que es una manera de ser Iglesia y una forma de vivir su episcopado en la escucha y el discernimiento.Como se plantea el documento de síntesis de dicha asamblea sinodal, -agregó el purpurado-, la auténtica escucha es fundamental en el camino hacia la sanación, el arrepentimiento, la justicia y la reconciliación. Además, que esa escucha debe ser aplicada ante el clamor entero de la creación.“Sólo podremos discernir en profundidad si estamos dispuestos a escuchar la voz del Espíritu que nos habla en una gran sinfonía de voces: de laicos, de la vida consagrada, de ministros ordenados e incluso de personas que no hacen parte de la Iglesia”.4. Misioneros con el gusto de ser pueblo de DiosEl presidente del episcopado terminó su alocución recordando que, como pastores, están llamados a vivir su misión de iluminar, bendecir, vivificar, levanta y sanar, desde un amor cercano y comprometido con el bien de todos. Esto implica caminar juntos, como pueblo, consolidando relaciones fraternas, animadas por la fe, la esperanza y la caridad.“A nosotros los obispos, el servicio a la santidad de la comunidad eclesial nos pide tiempo y espacio, paciencia y dedicación para estar cerca de la gente. En este encuentro cercano, crece y da fruto nuestra vocación misionera, al estilo de Jesús, quien toma el riesgo misionero de ser cercano a los pecadores, a los enfermos, a los relegados por la religión y por la sociedad”.