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cáritas colombiana

Mié 16 Nov 2022

Grupo de Trabajo por Colombia (GTC) se reunirá con embajadores para abordar temas de paz

El Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana (SNPS-CC), estará atendiendo el próximo 18 de noviembre la reunión con el Grupo de Trabajo por Colombia (GTC), integrado por 10 organizaciones de las Cáritas de la Iglesia Católica en Europa y Norte América, que están presentes por estos días en nuestro país. El SNPS-CC, adelanta acciones humanitarias y de atención a población, a través de programas y proyectos en temas de paz y reconciliación, desarrollo y movilidad humana, en zonas de conflicto armado y condiciones institucionales precarias, esto ha sido posible gracias al apoyo fraterno y solidario de organizaciones que pertenecen a la Red de Cáritas. Los miembros representantes del GTC, iniciaron desde el pasado 13 de noviembre unas reuniones en las ciudades de Pasto y Bogotá, para hacer un análisis de realidad regional y nacional y así proyectar las acciones de trabajo y articulación e incidencia a nivel nacional e internacional. Para concluir su visita los delegados internacionales sostendrán este viernes 18 una reunión con las directivas del SNPS-CC, algunos responsables de la pastoral social en Colombia y miembros de las embajadas que trabajan los temas de paz y reconciliación, con el fin de dialogar sobre “la importancia del apoyo y solidaridad de la comunidad internacional frente a la implementación del Acuerdo de Paz y la búsqueda de posibilidades de paz con otros grupos armados por parte del gobierno nacional”. Como cierre de su visita por Colombia, este mismo 18 de noviembre la delegación ofrecerá una rueda de prensa a las 10:00 a.m. para presentar las conclusiones de su trabajo y proyecciones de ayudas a seguir con la Iglesia católica.

Vie 10 Dic 2021

Participa del conversatorio: ¿Quién es tu Vecino?

El próximo 14 de diciembre, de 3:00 p.m. a 4:00 p.m., el Secretariado Nacional de Pastoral Social – Caritas Colombiana (SNPS-CC) y Catholic Relief Servicies (CRS), realizarán el conversatorio: ¿Quién es tu Vecino? Se trata de una iniciativa que permitirá destacar el trabajo que estas dos instituciones vienen adelantando en materia de atención a las poblaciones de vulnerabilidad en América Latina y el Caribe, como son los migrantes. El proyecto, se ha materializado a través del programa EMPOWER, permitiendo así, apoyar desde el 2015 a los más de 2 millones de venezolanos que actualmente residen en Colombia. Participarán de este conversatorio: Ana Mercedes Arias Pimentel, coordinadora de la línea de migración del SNPS-CC; Anna Hrybyk, asesora técnica del Departamento de Respuesta Humanitaria de CRS; Nicolás Meslaoui, Asesor técnico Departamento de respuesta humanitaria de Catholic Relief Services y actuará como moderador Dan Restrepo, asesor de CRS. Sus organizadores han dicho que este evento virtual, busca “profundizar las conexiones con las partes interesadas en ayudar a nuestras hermanas y hermanos venezolanos” Los interesados en participar lo podrán hacer a través de la plataforma Zoom y deberán inscribirse en el siguiente link: [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Mié 25 Sep 2019

La Iglesia en lo social: Aporte al desarrollo humano integral

Por: Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria - La Iglesia colombiana ha estado presente en las realidades sociales del país desde su inicio. Cada población, cada corregimiento tiene la huella de la obra de sacerdotes, religiosos y laicos que, movidos por el deseo de hacer presente a Dios en medio de su comunidad, promovieron la construcción de obras de infraestructura, carreteras, hospitales, viviendas, sitios de atención a los más vulnerables, instituciones de capacitación para trabajadores como es el caso del SENA. Pero no han sido obras aisladas, se ha tratado de todo un movimiento de largo plazo que ha buscado no solo atender con las obras de misericordia a quienes sufren sino crear el ambiente para que “pasen de condiciones menos humanas a condiciones más humanas”, tal como lo señala el Papa san Pablo VI. Para promover, acompañar y coordinar estas acciones, la Conferencia Episcopal creó el Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana y cada Diócesis ha creado un Secretariado Diocesano de Pas-toral Social / Cáritas y, a su vez, las parroquias cuentan con el Comité Parroquial de Pastoral Social, conformando una red enorme de misericordia. Son muchos los documentos de la Conferencia Episcopal que reflejan el compromiso de la Iglesia colombiana en materia social. Estos muestran que una línea central de su accionar es la evangelización de lo social, lo cual significa que se tiene como meta hacer presente los valores del Evangelio en las relaciones sociales. Los documentos hacen referencia permanente a la presencia de Dios en la historia de nuestro país, iluminando y guiando a su Iglesia en el compromiso con las poblaciones vulnerables. Dan testimonio de la forma como la caridad y la acción en favor de los más necesitados han estado en el corazón de la Iglesia colombiana a lo largo del tiempo. En los años recientes una parte muy importante de la actividad social se ha centrado en el compromiso por salvar vidas en medio de los grandes desastres y emergencias que se viven en las comunidades. Para lograrlo, la Conferencia Episcopal creó hace más de 30 años la Campaña de Cuaresma: Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes, que se hace en todas las parroquias del país para fortalecer su compromiso con obras concretas diocesanas o parroquiales y aportar a un fondo nacional de emergencias que atiende poblaciones alejadas que han sido golpeadas por calamidades naturales o producidas por el ser humano. Este compromiso permite que las comunidades locales expresen el amor de Dios a los más necesitados en forma cercana y como respuesta a sus necesidades inmediatas. Se trata de ¨trabajar juntos¨ haciendo que sean los afectados por los desastres quienes se conviertan en protagonistas de la construcción de alternativas y salidas frente a las crisis que les afectan y más adelante puedan re-construir sus vidas y su tejido social. En este campo ha habido enormes proyectos como los desarrollados para aportar a la reconstrucción después de grandes terremotos como el que afectó al Eje Cafetero hace algunos años. Una de las cosas que más valoran los que reciben este apoyo de la Iglesia es el ¨habernos reconocido como personas y hacernos parte de la solución desde nuestra cultura y nuestras aspiraciones¨. Salvar vidas muchas veces incluye el proteger a las personas que pueden ser reclutadas o explotadas a causa de la vulnerabilidad que sufren después de una emergencia. En este sentido, se trata de una atención integral a las familias y a la comunidad afectadas. Así se ha hecho en un programa de mucho impacto que se ha desarrollado en favor de la población desplazada y víctima del conflicto armado. Fue la Iglesia la primera institución en el país que llamó la atención en el año 1994 sobre el drama del desplazamiento mediante una investigación nacional y luego siguió con programas de atención a esta población. La llegada reciente de población venezolana que busca protección en Colombia ha movido la solidaridad de la Iglesia bajo el lema de acoger, proteger, promover e integrar a las familias y a los migrantes en general. La Iglesia en Colombia tiene una larga experiencia de décadas apoyando a los migrantes y solicitantes de refugio la cual se pone hoy en marcha en favor de esta necesitada población. Una segunda gran línea de la Iglesia en Colombia es aportar a la reducción de los niveles de pobreza, en particular la pobreza extrema que golpea a una parte de nuestra población. Se trata de proyectos productivos y de generación de me- dios de vida en las comunidades más afectadas. Desde las regiones más alejadas se hacen trabajos con campesinos en la adopción de medidas para aumentar su capacidad de obtener los pro- ductos necesarios, y tener acceso al mercado para sus productos. El aporte para la superación de la pobreza implica también acciones de educación como camino clave para el avance en el mediano plazo, y la capacitación inmediata para el empleo o para obtener medios de subsistencia; en ambos casos está comprometida la Iglesia con numerosas Diócesis y organismos parroquiales. En algunos casos estos ejercicios exigen tomar medidas para la adaptación al cambio climático; de hecho, hay varios proyectos en ejecución con comunidades que viven los efectos de la deforestación y de la degradación de sus territorios. Se trata de comunidades con condiciones de pobreza muy complejas donde las Diócesis hacen esfuerzos para acompañarles en este caminar. Indudablemente, un componente importante de estos proyectos es el de construcción de forma de convivencia pacífica entre los habitantes y superación de conflictos y formas de violencia que hacen más pesadas las condiciones de la pobreza que viven las poblaciones. La Iglesia en Colombia comprende que sus esfuerzos por el desarrollo y la paz deben ir unidos, haciendo un gran programa que abra caminos integrales para la vivencia de la dignidad de las personas. En este sentido hay más de cien iniciativas locales de paz en que las Diócesis acompañan a las comunidades para que por medio del diálogo encuentren soluciones a conflictos locales y aseguren el desarrollo de la comunidad como tal. El acceso a alimentos es un desafío para los más vulnerables de la sociedad. Para garantizar el derecho a una alimentación de calidad la Iglesia ha creado varios programas e instituciones, entre los que están los Bancos de Alimentos que conforman una gran red en todo el país. En esta línea no se puede desconocer el enorme aporte de parroquias, congregaciones religiosas y movimientos de laicos que se esfuerzan por hacer realidad la ayuda a quienes padecen por limitaciones alimentarias. Un sondeo de todas las instituciones de Iglesia comprometidas en con el tema nos permite afirmar que el aporte de la Iglesia es verdaderamente significativo y que muchas personas padecerían enormes limitaciones con impactos muy serios en el desarrollo humano integral, si esfuerzo no existiera. Los programas de carácter ambiental están teniendo mayor impacto en el periodo reciente gracias al llamado del Papa Francisco al “cuidado de la casa común”. Bajo ese lema la Iglesia colombiana está desarrollando un programa de gran alcance desde la Red Eclesial Panamazónica, que promueve las comunidades de la Amazonía y la Orinoquía y que además se compromete con el cuidado de todos los bosques en Colombia con la perspectiva de asegurar condiciones de vida digna para los pobladores. Hay poblaciones especialmente vulnerables que requieren el acompañamiento y presencia de la Iglesia, estamos hablando de las personas privadas de la libertad hacia quienes se tiene un programa integral de atención a ellos y sus familias para aliviar su situación, e igualmente los enfermos hacia quienes no solamente se tienen instituciones de atención médica sino equipos de acompañamiento y de cercanía en medio del sufrimiento. Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria Director del Secretariado de Pastoral Social de Cáritas Colombiana *Publicación original ‘Periódico La Verdad’ – Diócesis de Cúcuta.

Lun 22 Jul 2019

Iglesia se la juega por la hospitalidad hacia migrantes y refugiados

Con motivo de la Jornada Mundial de los Refugiados, que ha promovido el Papa Francisco, la Iglesia colombiana a través de sus diferentes instancias como la dimensión de movilidad humana de la Conferencia Episcopal, Cáritas Colombiana, red Clamor, Puentes de Solidaridad, Servicio Jesuita a Refugiados y las 76 jurisdicciones eclesiales del país, se han comprometido con acciones en favor de migrantes y refugiados. En esta edición del año 2019, el Santo Padre ha invitado a perder el miedo y promover la cultura del encuentro. Es por ello que para “Promover la hospitalidad en particular y en el contexto general de la migración forzada”, la diócesis de Engativá, junto al Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombia y el Servicio Jesuita a Refugiados, con el apoyo de Puentes de Solidaridad, realizó el seminario – taller: “No tener miedo del encuentro con migrantes y refugiados”, cuyo objetivo fue propiciar un espacio de diálogo y reflexión con expertos que desarrollaron estrategias de educación migratoria, buscando la dignificación de la persona migrante en diferentes escenarios desde la mirada de los 4 verbos del Papa Francisco: acoger, promover, proteger e integrar. Más de 70 participantes de organizaciones no gubernamentales, organizaciones gubernamentales, instituciones académicas y líderes comunitarios se congregaron en el colegio Minuto de Dios, para analizar los diferentes escenarios como se da el proceso de acogida y acompañamiento de hermanos migrantes. Para la apertura, los asistentes recibieron un saludo por parte del padre Enán Humánez, subdirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombia, quien animó a los asistentes a seguir adelante con este tipo de iniciativas y agradeció a todas las organizaciones que trabajaron en el desarrollo de este evento, porque “todo ser humano es nuestro hermano”. Evitar las estigmatizaciones En una primera parte, se desarrolló un panel con especialistas para debatir sobre “El reto y desafíos de integración contra actos de discriminación”, moderado por el diácono brasileño Andrei Zanón, entre los que participaron Daniel Cuevas del SRJ, Laura Osorio de Migración Colombia, Rocío Castañeda del Acnur y Estefany Yagüe de War Child. En esta parte se abordó con profundidad el tema de la xenofobia, la cual se ha encontrado en diferentes países y cuando se habla de ella tiende a aumentar. Desde esta tribuna han explicado que “el tema es como estamos caracterizando la acción humanitaria”, además de comenzar a “trabajar un vocabulario no xenofóbico y más sobresaliente”. Igualmente es esencial evitar la estigmatización y criminalización sobre los migrantes, en este sentido han mostrado que el delito no es exclusivo de nacionalidad alguna, al contrario, se busca hacer una narrativa positiva de las migraciones, mirando todas las ventajas que consigo traen las personas al país que los acoge. El valor de la interacción humana En un segundo momento, Daniel Cuevas, asistente del director nacional del Servicio Jesuita a Refugiados Colombia y de Latinoamérica, dirigió un taller con un componente vivencial marcado, lleno de interactividad y participación. Cuevas considera que lo más importante es favorecer el encuentro y la interacción humana, es decir, cuando reconocemos al otro digno en derechos. En cuanto al aumento de casos de migrantes, ha referido que las estadísticas apuntan a que posiblemente a finales de este año sean más de 5.500.000 personas que habrán salido de Venezuela. Otro de los temas en la agenda de las organizaciones es la niñez venezolana, la cual “se encuentra desprotegida en las principales ciudades hay que trabajar en ello”. “Se vendrán personas en mayor situación de vulnerabilidad, mayor estado de desnutrición, se están presentando niños y niñas solos en frontera, por tanto, tenemos que generar protección en ese nivel y también protección y garantías para las personas apátridas”, señaló Cuevas. Fuente: Secretariado Nacional de Pastoral Social - Proyecto Puentes de solidaridad

Lun 15 Jul 2019

Iglesia en audiencia pública sobre derechos de las personas con VIH-SIDA

“Por una seguridad social que ofrezca vida en abundancia”, bajo este título la red de Organizaciones Basadas en la Fe (OBFs) de Colombia, entre las que participan Cáritas Colombia, los padres Eudistas, hermanas Scalabrinianas, adoratrices, la arquidiócesis de Bogotá, las vicentinas, los padres Camilos, iglesia luterana y otras denominaciones como metodistas, adventistas y mormones, se dieron cita en el Congreso de la República para realizar una audiencia con representantes del Ministerio de salud y protección social acerca de los derechos de personas con VIH-SIDA. El país según datos del ministerio entre unas 27 personas por cada 100.000 habitantes son portadoras por lo cual su prevalencia es superior al 5% en sus poblaciones más vulnerables, por tanto, la Red de OBFs le apuestan a la educación y prevención. Además, uno de los temas tratados en esta audiencia fue el de contextos migratorios, incidido mayoritariamente por población venezolana lo que de algún modo se convierte en un grupo vulnerable debido a la dificultad que tienen muchos para acceder al sistema de seguridad social colombiano. Prevenir y educar El sacerdote Enán Humánez, subdirector del secretariado nacional de pastoral social Cáritas colombiana, ha expresado que “no queremos que nuestros diagnósticos se queden en cifras, sino en personas, se trata de un derecho humanitario es el llamado de atención que hacemos al respecto”. Para ello hizo mención de la guía de trabajo que desde esta instancia se diseñó para el trabajo pastoral de la Iglesia frente al VIH y SIDA. Asimismo, ha destacado la importancia de la educación para la prevención en cuanto a aspectos generales de esta enfermedad y fomentar espacios de diálogo. “Creo que eso es lo que nos hace falta todavía en muchas partes del país poder educar para incluir a estas personas que son portadoras para que puedan desarrollarse integralmente en la sociedad”, acotó. Un problema a largo plazo En cuanto a la población migrante, ha indicado que Cáritas tiene una fuerte presencia en Vaupés y Puerto Carreño, donde la población migrante pendular venezolana es altísima, “ellos están en chongos (prostíbulos) allí hay una situación de alto riesgo, porque no hay controles sanitarios”. Otro de los clamores entre la población en situación de vulnerabilidad tanto migrante como nacionales es la distribución de los retrovirales, habidas cuentas del alto costo de estas medicinas. “En Mitú, capital de Vaupés, hay un pie de fuerza militar, en la que niñas indígenas son prostituidas, quedan embarazadas, son situaciones en las que las mujeres son utilizadas”, mencionó. “Ya se está hablando de 4.000.000 de venezolanos desplazados para mediados de 2019, de hecho el obispo de Cúcuta, Victor Ochoa, ha dicho que la recuperación económica de Venezuela tardaría unos 20 años, todavía Colombia tiene que prepararse porque la crisis va a aumentar considerablemente”, señaló. Brindar una luz ética René Rey es un sacerdote eudista, actualmente es el presidente nacional de la Red de OBFs. Está adscrito a la provincia Minuto de Dios, especialmente en el acompañamiento de personas portadoras en condición de migrantes y refugiados. Durante su intervención ha preguntado: “¿Nuestro sistema de salud está en capacidad de atender a personas migrantes en tránsito o con vocación de permanencia? ¿Qué actitud asumen nuestras comunidades de fe y nuestras iglesias ante el modelo de seguridad social en salud?” Por ello ha resaltado la pertinencia de “reflexionar desde la fe sobre este tema”, porque “es muy recurrente en la cotidianidad, pero sobre todo la gente habla de las barreras con las que se encuentran y que le impiden un acceso digno al servicio de la salud”. El sacerdote ha dicho que el país requiere de un sistema de salud con “una mirada integral con perspectiva social y espiritual en búsqueda del bien del ser humano”, por tanto “hoy nos convoca en este recinto donde se legisla sobre la realidad del sistema de seguridad social, especialmente en salud, desde mi punto de vista con una pretensión, brindar una luz ética que ilumine un camino a esta situación”. Fuente: Portal digital Vida Nueva

Lun 24 Jun 2019

Marisela*: La esperanza que se aferra a la fe

En el marco del Día Internacional del Refugiado, que se celebró el pasado 20 de junio, deseamos ofrecer el testimonio de una refugiada venezolana, que nos ayudará a entender y sensibilizarnos frente a esta problemática que padecen miles de personas en el mundo entero. Las colombianas y colombianos hemos sido migrantes, hemos sido refugiados. Hemos migrado para trabajar, para estudiar, por amor, por soñar un mejor futuro, pero también hemos huido de la violencia, del miedo, de la guerra y atravesado fronteras buscando protección, salvar nuestras familias, tener un futuro donde la vida tenga sentido. Quienes han sido migrantes saben que no es fácil. Nunca se sentirá la identidad plena de la propia tierra, siempre habrá temores asociados a no tener en la práctica los mismos derechos de las ciudadanas y ciudadanos del país donde vamos. Siempre habrá desarraigo, nostalgia, tristeza y dolor por lo que se ha dejado, pero también una mirada nueva sobre la vida, nuevos aprendizajes, otras relaciones, sabores, sonidos, olores nuevos, esperanzas y sueños por construir. Antes fuimos un país expulsor y ahora somos un país receptor. Miles de personas venezolanas están atravesando la frontera y aunque saben que no será fácil, dejan su familia, trabajo, relaciones y bienes, porque la falta de alimentos, muerte de un ser querido por falta de medicinas o el agobio de vivir a oscuras, sin agua, sin dinero, sin transporte público, los lleva a sobrevivir sin ninguna calidad de vida, o como dice Marisela* , la protagonista de esta historia “solo quienes han vivido en carne propia lo puede entender”. Saben que se enfrentan a un fenómeno inédito, la pérdida de las condiciones normales de vida, literalmente no se vive, se sobrevive, es una especie de canibalismo donde todos luchan contra todos. A muchos en el mundo todavía les cuesta creer. "El miedo es el sentimiento que nos hace medir nuestra valentía", dice Marisela y continúa: “la decisión no fue sencilla. Noches eternas de insomnio. Dejar atrás todo para lanzarse a la incertidumbre. Eran inevitables mis lágrimas a medida que se acercaba el día pautado para mi partida hacia un futuro incierto, un comenzar de cero", recuerda. Una muralla de dudas, así describe su drama. De ser funcionaria pública de un ministerio del gobierno chavista se convertiría en una solicitante de refugio más, no tenía más opciones que tragar entero y resistir las vejaciones en su trabajo por pensar distinto o dejar todo atrás. Y llegó el día: "Cerré mis ojos y junto a mi hija emprendí el camino hacia un país que había elegido como destino en busca de una vida más digna y sin extorsiones ideológicas. Al cruzar la frontera miró una bandera junto a un cartel que decía "Bienvenidos a Colombia”. No contuvo las lágrimas y mirando a su hija, se dijo en silencio "Ya estás aquí, debes ser fuerte por ella y por los que se quedaron, ya no hay marcha atrás". 24 horas más tarde, llegó con su hija a Bogotá, "lo primero que hice fue dirigirme a Cancillería para formalizar mi solicitud de asilo, luego busqué alojamiento y sin perder tiempo al día siguiente salí a buscar trabajo. En todas partes me pedían un permiso para trabajar (..) el mundo se me puso un poco pequeño, pero yo no me daría por vencida. En la habitación donde me hospedaba había una pequeña cocina, al día siguiente me levanté a las 5 de la mañana, preparé unas empanadas venezolanas y las mandé a vender con mi hija, ese primer día fue de suerte, se vendieron todas y nos encargaron más para el siguiente día, pero no era suficiente para reunir y cubrir nuestros gastos". Pasados 16 días llegó un email. Era de la Cancillería le informaban que debía pasar a retirar un salvoconducto que le permitiría la estadía en Colombia, mientras se estudiaban su caso. "Me sentí feliz y al día siguiente muy temprano me fui a recibir el salvoconducto, pero mi alegría se esfumó cuando me lo entregaron y en el mismo había una prohibición de ejercer actividades lucrativas. Por primera vez en mi vida me sentí como una indigente y llorando junto a mi hija me dirigí a Cancillería". Allí buscó a la abogada que llevaba su caso, pero un “ángel” para ella se le apareció. "Esa persona conmovida conmigo me envió a Pastoral Social –Caritas Colombiana"."Al llegar a Pastoral Social – Cáritas Colombiana fuimos recibidas con mucha amabilidad, allí sentí que no estaba sola, encontré una mano amiga que me hablaba con sinceridad y en todo momento puso a mi alcance lo que podían como institución ayudarme". Desde entonces Marisela comenzó a comprender muchas cosas de la legislación Colombiana en materia de refugio y asilo. Pastoral Social-Cáritas Colombiana le brindó protección legal y humanitaria, con la cual pudo ser acogida y protegida. Dos años después de dejar su vida en Venezuela, Marisela ha trabajado en varios oficios: camarera en hoteles, ayudante de cocinera, mesera, entre otros. Está en pocas palabras, integrada, "he llorado, me he sentido sin ánimos para continuar, pero hay una palabra incrustada en mi ser que no me ha dejado claudicar". Lleva 9 meses trabajando en un taller de costura y hace 5 meses le otorgaron el tan ansiado refugio. "Fue una alegría muy grande, porque al fin sentí que tenía un lugar donde era reconocida formalmente como ciudadana, estoy realizando un curso de emprendimiento en el SENA, estoy muy entusiasmada porque pronto emprenderé mi empresa de diseño y confección de ropa para niñas y a la vez muy agradecida a Pastoral Social –Cáritas Colombiana y su equipo de trabajo". Marisela es una de las muchas personas migrantes y refugiadas en el mundo y en nuestro país. La solidaridad construye puentes y la fe consiste precisamente en eso, mover montañas y hacer posible lo imposible. Marisela lo sabe. Sus ojos marrones se iluminan y asegura: "Mi fe es muy grande y de ahí se aferran mis esperanzas". (*) Nombre ficticio para proteger la identidad de la persona.

Jue 6 Jun 2019

Cáritas Colombia y de Luxemburgo crean espacios para familias venezolanas en Cúcuta

Despertar la solidaridad, crear nuevas alianzas y formas de ayuda humanitaria para generar espacios seguros a familias migrantes, bajo estos objetivos el Secretariado Nacional de Cáritas, con el apoyo de Cáritas Luxemburgo, Cáritas Cúcuta y la corporación de servicio de pastoral social de la diócesis de Cúcuta en alianza con la fundación pía autónoma Asilo Andresen, han desarrollado el proyecto ‘Ayuda de emergencia población venezolana en condición migratoria’. Con esta apuesta pastoral, los agentes de Cáritas y sus aliados salen al encuentro de los más vulnerables precisamente para desarrollar lo que hasta el momento otras organizaciones no han hecho: sanar heridas y ser hospitales de campaña. Con ello el ente eclesial asume el compromiso de hacer realidad los 4 verbos a los que el Papa Francisco ha invitado: acoger, proteger, promover e integrar. Un plan de trabajo integral Al respecto Dora Lisbeth Gómez, coordinadora del proyecto, ha dicho que “el trabajo en redes fue la clave del éxito, trabajamos tanto con entes públicos como privados”. Este trabajo en redes se lograron importantes alianzas con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (Acnur), Servicio Jesuita para Refugiados (SRJ), centro Scalabrini, fundación Tierra de Hombres, comité internacional de rescate del Consejo Noruego como los proyectos al interior de Cáritas Cúcuta tal es el caso del Programa Mundial de Alimentos y respuesta multisectorial a la crisis migratoria venezolana. Asimismo asegura que con este proyecto “se logró una comunicación cercana que permitió entender la necesidad, pertinencia e impacto del proyecto a población venezolana en condición migrante”. “Nuestra inspiración y principal motivación nacen de los principios de la doctrina social de la Iglesia y del pontificado del Papa Francisco, como también las normas de carácter Internacional y nacional frente a la consolidación de un plan de trabajo integral”, mencionó. Metas superadas Un total de 499 personas fueron atendidas con este proyecto, cuyo desarrollo fue bajo tres dimensiones: orientación jurídica, atención psicosocial y asistencia humanitaria. Se gestionaron un total de 109 procesos jurídicos entre los que se atendieron problemas como niños en situación apátrida, acciones para asegurar salud, afiliación y acceso al SISBEN (Salud pública), orientación para los asuntos de convalidación de título y acceso a educación; así como remisiones a otras organizaciones. Se realizó atención grupal a padres de familia e individual a los nuños, niñas y adolescentes a través de talleres de prevención del abuso sexual para un total de 7 talleres promovidos. Además se hizo la entrega de 8.182 raciones de alimentos entre los meses de marzo y abril, especialmente a niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Mapeo de servicios eclesiales Un equipo de profesionales integrado por una trabajadora social, una abogada, una psicóloga, un asistente financiero, cuadrillas de voluntarios y personal de atención a la primera infancia de parroquias e instituciones públicas, acompañaron cada uno de estos procesos. Cabe destacar que junto con la atención de jurídica y de asistencia humanitaria se logró hacer mapeo de las instituciones referenciando la actualización de oferta institucional que se anexa al presente informe. “Se logró hacer una referenciación a través de un libro que permite dar a conocer la oferta de las organizaciones que componen el comité de casos en Norte de Santander con la debida georreferenciación de las mismas”, destacó Gómez. Estos espacios seguros fueron posibles gracias al esfuerzo mancomunado y trabajo voluntario de organizaciones y personas como fundación autónoma Andrés, Uniminuto, Club de Leones, Sena, Protelco, General Santander, Liderar, ex-alumnas del colegio Santa Teresa, las parroquias Señor de los milagros, Jesús Cautivo, Santos Apóstoles, Sagrado Corazón, Cristo Maestro, Jesús de Nazareth, Pablo Benítez, Marcela Méndez, Alejandra Sandoval, Jairo Gamboa.

Mié 29 Mayo 2019

Cáritas Colombia enfila esfuerzos en la protección de la niñez migrante venezolana

Con el apoyo Cáritas Luxemburgo, el Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombia, en el marco del proyecto de “Asistencia humanitaria integral a población en condiciones migratorias”, cuyo énfasis es la atención a la población migrante venezolana, desarrolló el seminario ‘Sembrando Esperanza’, este martes, 28 de mayo, con la asistencia de más de 60 personas pertenecientes a diversas organizaciones de trabajo con infancia en el país. El objetivo de este taller fue brindar herramientas de acompañamiento a niñez en contextos migratorios, especialmente para promover espacios y experiencias de paz, reconciliación y participación como un aporte ante la emergencia generada por la masiva migración venezolana a Colombia. Lina Peña, especialista nacional de migración y refugio de Cáritas Colombia, comentó que el proyecto inició en noviembre de 2018 y culmina ahora en mayo de 2019 y se desarrolló en conjunto con las diócesis de Cúcuta, Apartadó, Cali y Bogotá. Además de la articulación dada con la Red Clamor, capítulo Colombia, y el Programa Puentes de Solidaridad. Sembrar la paz con niños migrantes Una de las estrategias de cierre en este proyecto ha sido la transferencia de metodologías de modelos exitosos e importantes para el país en el acompañamiento a la niñez migrante, es por esta razón que Carlos Henao, director de Sembradores de Paz, una organización con más de 20 años de trayectoria en el país, compartió con los participantes la metodología que durante todo este tiempo les ha permitido ser una de las organizaciones más sólidas de la Iglesia en Colombia en el tema de la construcción de la paz, el perdón y la reconciliación. Peña también señaló que esta “metodología de Sembradores de Paz que se desarrolla en conjunto con la fundación para la Construcción de la Paz (FINCOPAZ,) la cual acompaña a través de la formación en temas de protección de la niñez”. Por esta razón han convocado a este grupo heterogéneo de organizaciones de protección de la niñez para articular una acción conjunta de acompañamiento, especialmente como un ejercicio para revisar sus propias estrategias de cara a la participación de los niños en una plataforma social un poco más amplia, que atienda los temas de migración y refugio. Diálogo ampliado Entre las organizaciones que han participado de este encuentro están Conviventia, DIPRON, COALICO, corporación Minuto de Dios, Universidad de la Salle, Universidad Juan N. Corpas, Fundación Conexión por un futuro mejor, War Child, Acción contra el hambre, SJR, Corposcal, Idipron, Religiosas Adoratrices, religiosas Caridad Santa Ana, religiosas Vicentinas-Defensoras de Vida, Red Tamar de CRC, Kiwanis, “Es un grupo muy diverso tienen diferentes énfasis en el acompañamiento y por ello se hace más interesante hacer este diálogo de las acciones de protección y de la promoción de la participación de los niños y de los jóvenes en el territorio colombiano”, acotó Peña. Cabe destacar que este taller se ha realizado en Cali y Cúcuta, donde ha habido participación activa de los agentes de pastoral. No se trata sólo de migrantes Durante su mensaje de saludo, el padre Enán Humánez, subdirector de Cáritas Colombia, recordó a los presentes las palabras del Papa Francisco a propósito de la 105° Jornada Mundial del Migrante. “No se trata solo migrantes, sino de la caridad humana y la caridad humana no tiene rostro, no solo se trata de contexto migratorio. No se trata de migrantes, sino de nuestros miedos respecto al tema de la xenofobia, empezamos a estigmatizar a unas personas y otras”, ha dicho. Igualmente el presbítero recordó que debemos mirar con los ojos del corazón, entender en estas claves que nos regala el Santo Padre para la futura articulación, porque “no se trata de migrantes, se trata de nuestra humanidad, porque quien no ha sido también extranjero, los seres humanos históricamente han migrado y siempre vamos a estar en ese contexto”. Hacia el trabajo mancomunado Carlos Henao, director de Sembradores de Paz, ha destacado la necesidad de trabajar en redes como garantía de la sostenibilidad de las acciones. Señaló que desde su trabajo en Sembradores de Paz todo se ha dado gracias a la acción mancomunada: “Hay un compromiso inmenso para que desde la iglesia se dé una respuesta efectiva” al tiempo que pidió romper las fronteras, promovamos la fraternidad sin fronteras. Por otra parte, ha planteado que para lograr resultados factibles en materia de movilidad humana se hace urgente promover proyectos socioproductivos para que el migrante se gane la vida dignamente, “debemos integrarlos, sacarlos de los semáforos y darles herramientas para el trabajo digno”. El director de Sembradores de Paz ha denunciado que en las grandes capitales de Colombia como Medellín, Cali, Bogotá, Cartagena, entre otras, el flagelo de la prostitución y el reclutamiento forzado está a la orden del día, por lo cual llamó a aunar esfuerzos para combatir estas situaciones que atentan contra la dignidad de los niños y niñas. “Qué bueno será volvernos a encontrar para juntos construir rutas de protección a población migrante venezolana”, finalizó.