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evangelización

Lun 13 Ago 2018

Conferencia Episcopal presenta campaña 'Dona Nobis 2018'

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) invita a todos los fieles del país a participar el próximo domingo16 de septiembre en la grancolecta nacional de lacampaña 'Dona Nobis', que busca reunir fondos para la obra evangelizadora de la Iglesia Católica en nuestro país. Con estos fondos se impulsa el diseño de proyectos y la gestión de los mismos, lo cual permite la realización de programas evangelizadores y proyectos para ayudar, especialmente, a comunidades en situaciones vulnerables de las 77 jurisdicciones eclesiásticas (arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos) en que está organizada la Iglesia Católica Romana en Colombia. ¿Cómo apoyar esta campaña? La campaña Dona Nobis es una invitación para que todas las personas que se sienten parte de la Iglesia Católica se vinculen, comprometan y ayuden a la misión de llevar la Buena Noticia y construir el Reino de Dios. Visita el sitio web: www.donanobis.org y accede a contenidos multimedia, recursos para descarga y otros materiales.

Mié 8 Ago 2018

Evangelizadores, anunciando a Jesucristo hoy

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - El anuncio que realiza la Iglesia del Señor está fundamentado en Jesucristo, que es presentado al mundo entero como Salvador y Redentor. Toda la acción, la palabra, el testimonio de la Iglesia se fundamenta en el Divino Maestro, no es obra de la propia voluntad o de la propia decisión. Es Jesucristo quien está profundamente en cada una de las palabras que transmitimos a los hombres y mujeres de todos los tiempos, para que ellos libremente encuentren el camino de la verdad, que no es otro que el camino de la salvación y de la vida eterna. Este fundamento, Cristo, es el contenido al que no podemos renunciar en nuestra acción evangelizadora. (Beato Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, n25). Nuestros tiempos están cambiando profundamente gracias a los nuevos desarrollos y capacidades tecnológicas que el hombre ha creado con sus capacidades intelectuales, en apenas un siglo hemos pasado del gran desarrollo de la tipografía, a los medios hablados, escritos, televisivos, las redes sociales. Es tan fuerte el cambio de la comunicación que estamos perdiendo la interacción personal entre los hombres, muchos de los intercambios son meramente tecnológicos (El tema de las redes sociales e internet). Es allí, en esos nuevos medios y lugares donde debemos llevar a Cristo para que toque la vida de cada uno de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, para que sea una experiencia de vida cercana y accesible a cada uno de nosotros, para que el Evangelio se convierta en vida diaria y en experiencia de una vida de fe en la comunidad, en la Iglesia de Cristo. Dice el Maestro, “he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia...” (Jn 10, 10). El anuncio de Cristo tiene que ser un anuncio claro, explícito, seguro, ordenado en sus contenidos y en sus acciones concretas y que tengan incidencia en la vida. No es un anuncio alejado de la vida y de la experiencia de la sociedad que tienen quienes lo reciben. Esta es una de las grandes contradicciones que tienen hoy los creyentes: su forma de vida esta distante de cuanto profesan y creen. El evangelio no toca la vida de comodidad, de bienestar, de desarrollo tecnológico de que disponen. El Evangelio de Cristo, es una Palabra cierta, verdadera, que toca la existencia de los hombres, los toca con la riqueza de su fuerza, como un gran fuego que hace arder de amor la existencia de muchos, este Evangelio toca dimensiones diversas y precisas de la existencia del hombre: su dimensión personal en primer lugar, las relaciones que establece con la familia y la comunidad de otros que viven el Evangelio, la interacción con otros hombres y comunidades (Beato Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, 29). No hay contradicción entre Evangelio y vida humana. En el anuncio de Jesucristo, la humanidad encuentra el camino para fortalecer su existencia y hacer resplandecer el hombre en todas sus mejores dimensiones. El hombre es el camino del Evangelio, en la predicación del mensaje del Evangelio, en la predicación de la salvación que Cristo ofrece, se encuentra el verdadero camino de la Iglesia y del hombre (San Juan Pablo II, Redemptor hominis). No hay contradicción entre fe y ciencia, entre la fe en Cristo y el desarrollo del mundo actual. Uno de los grandes retos de la humanidad en los últimos decenios, es el desarrollo de sus capacidades y conocimientos, que han hecho posible que el hombre tenga en sus manos muchas capacidades y elementos para desarrollar su bienestar. Para muchos parece una contradicción entre estas capacidades y la opción de vida que acepta a Jesucristo. Aceptar a Jesucristo, es aceptar la esperanza, el camino de una vida nueva, donde damos testimonio del amor y de la caridad en medio de la comunidad humana. El siglo pasado presentó un modelo de lectura de la comunidad humana basado solamente en los temas de la economía y de las relaciones sociales (Marxismo, comunismo, colectivización), modelos que no tienen esperanza y que destruyen la vida del hombre quitando sus derechos y sus capacidades de realización personal. El tema de la evangelización, del anuncio de Cristo es fundamental para la Iglesia, en esta novedad se encuentra su vitalidad y su dinamismo. Cada vez que es fiel a este mandato del Señor, “Id al mundo entero y predicad del evangelio” (Mc 16, 15). La Iglesia se renueva y se fortalece, hace resurgir el fuego de su vitalidad y de la novedad de su vida, que ha cautivado a los santos y a los hombres a lo largo de la historia. Abramos el corazón a la evangelización, y después de aceptar en nuestras vidas a Jesucristo, dediquemos lo mejor de nuestro ser a la evangelización para que Cristo sea conocido, amado y servido por muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo. De esta riqueza vive la Iglesia y de ella se fortalecen nuestras comunidades eclesiales en este tiempo que nos ha regalado Dios para evangelizar: llevar la buena noticia de Jesucristo a todos los hombres. Esta es la invitación para nuestra Iglesia diocesana, a ser fieles a este mandato evangelizador de Cristo, llevar la buena noticia a todos, y ponerle a Él en el corazón y en la vida de cada uno de los hombres y mujeres de nuestra comunidad. + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta

Mié 14 Feb 2018

Parroquia y situación nacional

Por: Mons. Libardo Ramírez Gómez - Temas de la reciente Asamblea de la Conferencia Episcopal de Colombia (5 al 9-02-18), fueron “Parroquia en el corazón de la Nueva Evangelización”, y “mirada a la actual situación nacional”. Se reflexionó sobre esa institución eclesial, con origen en los mismos inicios de la Iglesia, que ha sido piedra estructural en su organización, en todas las épocas anclada en la situación circundante en un país, llamada a dar valioso aporte a su vida nacional. Fueron días de trabajo intenso del Episcopado, en búsqueda de ideas motoras de una pastoral eficaz, que encauce labores concretas que lleven a los mejores resultados. Se echó una mirada sobre el nombre mismo de “parroquia”, y su historial a lo largo de los siglos, como “casa del pueblo”. Jesús, cumplida su misión de entregar lo básico de su Buena Nueva, una vez ofrecido al Padre su propio sacrificio con la subsiguiente Resurrección, al despedirse de sus Apóstoles los envío a llevar adelante la obra iniciada por Él, y llevar su enseñanza “a todas las naciones” (Mc. 16,15), les dio grandes poderes (Lc. 10,16 y 22,19 Jn. 20,23), pero, en lo organizativo, solo estableció el primado de Simón al quien llamó “Pedro”, constituyéndolo como “piedra” sobre la cual edifica su Iglesia, y le confía las llaves de la dirección de ella (Mt.16, 18-19). Al despedirse, el Señor, ordena a los Apóstoles volver a Jerusalén, y, allí, recibir al Espíritu Santo que les iría iluminando detalles organizativos (Hech. 1,7-8). Cumplida esa gran promesa, en Pentecostés, los directivos de la Iglesia, con Pedro a la cabeza, fueron dando pasos en el servicio de los pobres (Hech.6), y dan prescripciones a los fieles que se van organizando en pequeñas comunidades (Hech. 2,42-47 y 4,32-35). A través de los siglos, la Iglesia fue organizándose en lo territorial según las necesidades y asistencia del Espíritu Santo. Fue así como, surge la figura de la “parroquia”, más de lleno hacia el Siglo IV, como parte de una Diócesis encomendada a un Presbítero. Más definida aún quedó en tiempo de Carlo Magno (742-814), y, en la época del feudalismo, vino a adquirir el estilo de “feudo”, con desfiguración de su objetivo espiritual y pastoral. En medio del mismo ambiente feudal de Europa hubo edificantes pastores de almas, dedicados a las tareas propias de un Párroco, atento a sus fieles como ovejas puestas bajo su cuidado. Después vinieron órdenes como las dadas en el Concilio de Trento de crear parroquias con funciones bien definidas. En el primer Código de Derecho Canónico (1917), quedó definido el lineamiento de una parroquia, y en el Código actual (de 1983), aparece su figura con el sentido de “comunidad eclesial” destinada a agrupar a los fieles, prestándoles servicios espirituales, en ambiente comunitario. Se pidió dejar el sentido de “beneficio” para explotación del Párroco, por el más pastoral de “servicio” al pueblo de Dios. Los Papas de los últimos decenios han dado señalamiento de parroquia ideal “en salida” y no encerrada (Papa Francisco), que sean de verdad “casa del pueblo”, fontana de bondades inspiradas en el Mandamiento del Amor (Jn. 13,34). Hubo, en la Asamblea, profundización en magistrales exposiciones de prestantes Prelados, y dialogo abierto sobre procesos de avances parroquiales de actualización para servir a la Colombia de hoy en los aspectos que le son propios, con proyección hacia lo social, lo económico y político, con reclamo del deber ciudadano de participación, en forma consciente y libre, en próximos comicios electorales. Lo anterior inspiró el Mensaje final, con llamado a corregir, a la luz del Evangelio, tantas fallas que le impiden el progreso y la paz. Que la parroquia, debidamente renovada, cumpla su misión, y se corrijan desfiguraciones, para que contribuya a un mundo más amable y fraterno, como “casa para familia humana”. Libardo Ramírez Gómez E-mail: monlibardoramirez@hotmail.com

Mié 25 Oct 2017

Elementos que marcan proceso de evangelización en la diócesis de Granada

Desde el 24 de octubre y hasta el 27 de este mes la diócesis de Granada en el Meta estará reunida para celebrar su Asamblea Diocesana, este es un espacio de evaluación y planeación de trabajo para el año 2018. Según lo recordó su obispo, monseñor José Figueroa Gómez, la diócesis de Granada ha venido implementando desde hace 15 años el Plan Diocesano de Renovación y Evangelización, un proyecto pastoral que ha permitido llegar más a las comunidades y hacerlas partícipes de la tarea evangelizadora de la Iglesia. “Para mí personalmente y para las comunidades haber trabajado con este proceso diocesano ha sido una bendición y una gracia porque nos ha marcado el derrotero pastoral. En estos 15 años de acompañamiento a las comunidades he podido observar el desarrollo que la evangelización ha tenido en esta Tierra”, afirmó el obispo. Así mismo, monseñor Figueroa subrayó 4 elementos que para su criterio, han marcado transversalmente el proceso de evangelización en esta diócesis particular. Primero: Por ser este un territorio misionero, sus agentes pastorales, laicos, sacerdotes y religiosos mantienen un espíritu y compromiso misionero, hecho que ha permitido que desde el año 2016 se trabaje en una gran misión diocesana. Segundo: la misión educativa y catequética. Actualmente hay 192 docentes en 126 escuelas todas ellas dentro del ámbito diocesano. “Esto es satisfactorio para la diócesis, porque no solo es llevar la educación o la ilustración, procuramos sembrar en los estudiantes valores humanos y cristianos”. Tercero: La diócesis a través de los programas de pastoral Social ha tenido gran incidencia en la población, sobre todo en las comunidades más vulnerables (campesinos, trabajadores, jóvenes), permitiendo así acercar a las familias sobre todo aquellas que han sufrido la guerra. “Naturalmente ahora ante la perspectiva de este ambiente de reconciliación que vive el país, a la diócesis le ha correspondido 3 zonas, las mismas que van dejando de ser zonas veredales, para convertirse en zonas de reconciliación e integración. Vemos nosotros con esperanza pero también con dificultades que todo este camino que se ha empezado ha de llegar a feliz término”, expresó el obispo. Cuarto: Línea pastoral de trabajo con jóvenes y familias. La clave es abrir la puerta a los jóvenes para que ellos se sientan parte de la Iglesia con procesos de formación espiritual y educativa, para ello se trabaja con las familias. Por último el obispo de esta Jurisdicción indicó que su gran sueño es poder crear en las comunidades un gran sentido de identidad humana y cristiana, hecho que se ha ido logrando a través de procesos de formación permanente, actualizando a los distintos agentes de pastoral, comenzando desde los sacerdotes.

Vie 18 Ago 2017

Concluyó encuentro de Pastoral Familiar con el reto de construir un plan

El Encuentro Nacional de Pastoral Familiar que se celebró en Bogotá ha concluido con el compromiso de que pronto se pueda contar con un Plan de esta Pastoral que marque su caminar en el próximo trienio. Esta fue la principal conclusión del encuentro que se celebró en la sede del episcopado de 14 al 17 de agosto. El padre Daniel Bustamante Goyeneche, Director de Matrimonio y Familia destacó que durante el encuentro se ha logrado estructurar los equipos regionales y se fortaleció el equipo nacional, esto con el fin de tener mayor incidencia a nivel regional y mayor cohesión a nivel país. Durante el encuentro los participantes han reflexionado con base a dos núcleos temáticos: el acompañamiento y la espiritualidad de la familia. Sobre el tema del acompañamiento se busca que las estructuras pastorales puedan brindar un acompañamiento mucho más efectivo a las familias en sus distintas etapas. En relación a la espiritualidad se está enfocando a ayudar a las familias para que encuentren una vivencia de la fe cristiana. El padre Daniel Bustamante destacó que los delegados de esta pastoral durante estos días han compartido valiosas experiencias y conocimientos que sirven para la construcción del plan. Finalmente, resaltó que en las delegaciones de pastoral familiar se cuenta con la presencia de matrimonios que le da una riqueza muy grande a las acciones que se adelantan en favor de la familia.

Lun 14 Ago 2017

“Necesitamos una familia evangelizada”

Esta fue la idea central que quiso transmitir el obispo de Palmira y presidente de la Comisión Episcopal de Familia, monseñor Edgar de Jesús García Gil, al dirigirse a los participantes del Encuentro de Pastoral Familiar que se celebra en instalaciones del episcopado del 14 al 17 de agosto. El prelado recordó que para la Iglesia la mayor preocupación es la Evangelización y en ese ámbito las familias son esenciales. “Queremos recuperar a la familia como la cuna de la Evangelización”, manifestó. Así mismo, afirmó que la Iglesia en su doctrina siempre ha ido reflexionando sobre la familia. En ese sentido destacó que se cuenta con un rico pensamiento y propuestas para la familia. También resaltó los aportes que han hecho los documentos de las Conferencia Episcopales de América Latina y El Caribe animadas por el CELAM. Recordando a Amoris laetitia, monseñor García Gil aseguró que uno de los temas estelares del pontificado del Papa Francisco es la familia. En ese marcó explicó que durante la visita apostólica del Papa hablará sobre la defensa de la vida y la familia. El obispo subrayó el papel de los laicos en su rol de evangelizadores, por ello animó a seguir con ese impulso, sobre todo en las familias. “Necesitamos de las familias para que nos ayuden a cumplir el sueño de la Iglesia: una familia evangelizada”, afirmó. Finalmente recordó que la mayor parte de la vida de Jesús la pasó en la familia, por ello es vital para la Iglesia reflexionar con sumo interés sobre el acompañamiento, la catequesis y las experiencias que vivimos en la Iglesia doméstica. El tema del Encuentro es “Familia, lugar de vivencia y transmisión de la fe”, y en él se construirá el plan nacional de pastoral familiar del próximo trienio. Durante el encuentro los participantes participarán de charlas, talleres y grupos de reflexión.

Mar 13 Jun 2017

La visita no es política

Por: Padre Juan Álvaro Zapata Torres - Desde el día en que fue confirmada la visita del Papa Francisco a Colombia este año, muchos expresaron su alegría y esperanza por lo que su presencia puede generar en el país. No obstante, un menor grupo de personas interpretaron este acontecimiento como un hecho político y comenzaron a generar una sombra de duda frente a la llegada del Santo Padre. Ante este hecho vale la pena recordar e insistir algunos criterios pastorales que van a orientar este acontecimiento para nuestra patria. El Comité Ejecutivo Nacional para la visita del Papa y los Obispos católicos de Colombia, tienen como primer criterio que la visita del Santo Padre debe ser entendida como un acontecimiento puramente pastoral, en la que como Padre viene a consolar e iluminar. Que con su voz profética bendecirá a su pueblo y lo invitará a gestos concretos de reconciliación, perdón y misericordia. Será la de un Pastor que nos exhortará a ser artesanos de la paz que Jesús nos regala, como nos lo relata el evangelista Juan, donde Jesús resucitado se presenta a sus discípulos atemorizados, irrumpe en sus vidas, a pesar de que las puertas estaban cerradas con cerrojos, y les dice: “La paz con vosotros. Dicho esto, les mostró las manos y el costado” (Jn 20, 19-20). Esta es la paz que añoramos como fruto de nuestro compromiso de cambio integral en nuestras vidas. Por ello, es perentorio que todos reconozcamos que esto es una gracia del Señor Jesús, pero también un trabajo mancomunado y sin descanso de cada uno de los colombianos. En consecuencia, la presencia del Papa en Colombia no se va a enmarcar como un “acontecimiento político”, sino como un hecho pastoral y evangelizador. Desde el principio los Obispos de Colombia han tenido el firme propósito de no permitir ninguna forma de manipulación, que desee utilizar la visita con fines propagandísticos o como plataforma política e ideológica de ningún movimiento social. Tampoco como excusa para privilegiar algún sector de la sociedad o hacer visibles propuestas sociales de algún grupo en particular. Asimismo, para este momento de gracia están invitados a recibir al Santo Padre, todos los colombianos que quieran escuchar la voz del Papa, Vicario de Cristo, sucesor de san Pedro y Pastor de la Iglesia universal, que viene a animarnos y confirmarnos en la fe (cf. Lc 22, 32), a guiarnos como el pastor orienta a sus ovejas hacia los mejores pastos (cf. Sal 23), y a ayudarnos en las necesidades que tiene nuestro país, por medio de su magisterio y discernimiento. De ahí que la presencia del Papa en Colombia será “un punto de partida para comenzar algo nuevo” sin dejar de mirar atrás, con memoria agradecida, lo que hemos construido como pueblo que cree en Cristo Jesús y que se vea a sí mismo de una manera esperanzadora. Por eso, la preparación se ha centrado en el texto de Isaías 43, 18-19: “Yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta? Sí, pondré un camino en el desierto y ríos en la estepa”. Este texto de la Palabra de Dios nos anima a creer firmemente en que nuestro país, colmado de riquezas humanas y naturales, merece vislumbrar en el horizonte un nuevo amanecer, para que, superando las raíces de la violencia y todo aquello que nos ha fracturado, podamos como hermanos caminar hacia una auténtica e integral felicidad, que se fundamente en los derechos humanos y en el progreso de todos los pueblos de forma justa, equitativa y solidaria. Asimismo, se entiende la visita del Papa Francisco como un momento privilegiado para impulsar a todos los bautizados a evangelizar como discípulos misioneros, con nuevo ardor y convicción a todos los hermanos, para que se fortalezca el compromiso de ser una “Iglesia en salida” que privilegia el trabajo con los “descartados de la sociedad”, con los que no cuentan económicamente y todos aquellos que se encuentran en las “periferias existenciales”. Por lo tanto, esta visita apostólica ha de favorecer y propiciar la “cultura del encuentro”, como lo hizo Jesús: no sólo viendo sino mirando, no sólo oyendo sino escuchando, no sólo cruzándonos con las personas sino parándonos con ellas, para que, en un futuro próximo, los enemigos se vuelvan a dar la mano y los que no cuentan para la sociedad sean acogidos como hermanos. Por ello, es necesario evocar las palabras del Papa Francisco que nos invita a no perder el encanto de soñar juntos, de caminar juntos, de encontrarnos y atrevernos a soñar sin importar cuales hayan sido las caídas, nunca debemos perder el encanto de soñar con un camino diferente. Es por esto, que la visita del Santo Padre a Colombia será un momento de gracia y alegría, para dar el primer paso y volver a reencontrar al otro, dejando atrás las rencillas y los odios que tengamos con familiares, amigos o vecinos, que volvamos a creer en nosotros mismos y que le apostemos a la construcción de un país mejor y hermanado. P. Juan Álvaro Zapata Torres Secretario adjunto Conferencia Episcopal de Colombia

Mar 14 Mar 2017

Participa de los cursos de Homilética y Comunicación y TICs

El Departamento de Comunicación Social amplió el plazo para inscribirse en los cursos virtuales: “Comunicación y Homilética” y “Comunicación y Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación”. El primero busca brindar conceptos y elementos prácticos que permiten desarrollar habilidades y técnicas de expresión para la fluidez verbal y la construcción de mensajes, que apoyen la tarea evangelizadora. Por su parte el curso “Comunicación y Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación” presenta elementos teóricos y prácticos de la comunicación y las Nuevas Tecnologías de la Información (TICs) aplicados a las necesidades de los procesos de Nueva Evangelización que la Iglesia emprende. Estos cursos están dirigidos a seminaristas, sacerdotes, religiosos(as) y laicos vinculados al trabajo pastoral interesados en explorar nuevas opciones comunicacionales y servicios para Evangelizar. Los interesados podrán inscribirse hasta el 17 de marzo, dando clic en el banner del curso de su interés y diligenciando el formulario que allí se despliega. Las clases comenzarán el 27 de marzo. Mayores informes: infoformacionvirtual@cec.org.co / 4 37 55 40 Ext. 252