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iglesia católica

Jue 30 Mar 2023

31 de marzo | Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 31-42

Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos EN aquel tiempo, los judíos agarraron de nuevo piedras para apedrearle. Jesús les replicó: «Les he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedrean?». Los judíos le contestaron: «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios». Jesús les replicó: «¿No está escrito en su ley: ´´Yo les digo: ustedes son dioses´´? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿dicen ustedes: ´´¡Blasfemas!´´ Porque he dicho: ´´Soy Hijo de Dios? que blasfema porque dice que es Hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean, pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que comprendan y sepan que el Padre está en mí, y yo en el Padre». Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad». Y muchos creyeron en él allí. Palabra del Señor

Mié 29 Mar 2023

30 de marzo | Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 51-59

Abrahán, su padre, saltaba de gozo pensando ver mi día EN aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «En verdad, en verdad les digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre». Los judíos le dijeron: «Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: “Quien guarde mi palabra no gustará la muerte para siempre”? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?». Jesús contestó: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien ustedes dicen: ´´Es nuestro Dios´´, aunque no lo conocen. Yo sí lo conozco, y si dijera ´´No lo conozco´´ sería, como ustedes, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, su padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría». Los judíos le dijeron: «No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad les digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy». Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo. Palabra del Señor.

Mar 28 Mar 2023

29 de marzo | Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 31-42

Si el Hijo los hace libres, son realmente libres EN aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si permanecen en mi palabra, serán de verdad discípulos míos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres». Le replicaron: «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: ´´Serán libres´´?». Jesús les contestó: «En verdad, en verdad les digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo los hace libres, serán realmente libres. Ya sé que son linaje de Abrahán; sin embargo, tratan de matarme, porque mi palabra no cala en ustedes. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero ustedes hacen lo que le han oído a su padre». Ellos replicaron: «Nuestro padre es Abrahán». Jesús les dijo: «Si fueran hijos de Abrahán, harían lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratan de matarme a mí, que les he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Ustedes hacen lo que hace su padre». Le replicaron: «Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios». Jesús les contestó: «Si Dios fuera el padre de ustedes, me amarían, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió». Palabra del Señor.

Mar 28 Mar 2023

Iglesia en Apartadó ya tiene Administrador Diocesano

Este martes 28 de marzo el Colegio de Consultores de la Diócesis de Apartadó eligió al padre Leonidas de Jesús Moreno Gallego como Administrador Diocesano de esta jurisdicción eclesiástica. El presbítero se venía desempeñando desde el año 1988 como Director de la Pastoral Social. Esta elección se da luego que monseñor Hugo Alberto Torres Marín, anterior obispo, asumiera el pasado 23 de marzo como nuevo Arzobispo Metropolitano de Santa Fe de Antioquia. El padre Moreno desempeñará este liderazgo encomendado por sus hermanos sacerdotes (a tenor del canon 421&1 del Código de Derecho Canónico) hasta que el Papa Francisco nombre nuevo obispo titular para la Diócesis de Apartadó. A través de un mensaje enviado a las comunidades en la mañana de hoy, el presbítero ha agradecido al organismo colegiado por haberle confiando esta misión; ha sido claro en que se trata de una responsabilidad conjunta y ha pedido que oren por él. Al tiempo, dijo que mantendrá el ritmo del importante legado pastoral que han dejado allí los señores obispos; que ha hecho que esa Iglesia particular vaya madurando, creciendo y consolidándose en su plan de pastoral. Sobre monseñor Hugo, puntualizó que en sus casi 9 años como pastor de esa diócesis"deja un testimonio muy importante; ha sido generoso en su entrega, espíritu misionero, obispo de las periferias, entregado realmente al encuentro, a la escucha, con una enorme paciencia y con una dedicación muy ejemplar". Recordó que el prelado sigue cerca, en Santa Fe de Antioquia, y que, por ende, seguirá acudiendo a él como un importante consejero. El sacerdote antioqueño ha estado en la región del Urabá desde el 20 de enero de 1981. Desde entonces, su misión pastoral ha tenido como enfoque central el trabajo por la reconciliación y la paz territorial. Desde su fundación en el año 2010, CORDUPAZ (Corporación Desarrollo y Paz Córdoba y Urabá), entidad sin ánimo de lucro y cuya proyección abarca todo el Urabá – Darién, así como los territorios del departamento de Córdoba, que son jurisdicciones de las diócesis de Montería y Montelíbano, ha estado bajo su dirección. El presbítero ha trabajado en el territorio desde antes de la creación de la Diócesis de Apartadó, por ello, tiene toda la historia pastoral de esta Iglesia particular en su memoria. BIOGRAFÍA El presbítero Leonidas de Jesús Moreno Gallego nació el 26 de mayo de 1951 en la vereda La Casiana del municipio de Jardín (Antioquia); es el décimo hijo del matrimonio de Miguel Ángel Moreno Vargas y Raquel Alicia Gallego Díaz. Su hogar está conformado por 13 hermanos, 4 de ellos mujeres y 9 hombres. De esta familia Dios escogió 2 sacerdotes, el padre Leonidas y el padre Bernardino Moreno Gallego quien falleció en un lamentable accidente fluvial el 16 de julio de 1997. Estudió la primaria en la Escuela de Varones de Jardín, Moisés Rojas de su localidad de origen. Realizó de séptimo a noveno grado de bachillerato en el Seminario de El Carmen de Atrato, y décimo y undécimo, en el Seminario Conciliar de Jericó. En cuanto a sus estudios mayores, cursó filosofía en el Seminario Conciliar de Bogotá, viviendo en el Intermisional de Bogotá. La preparación en teología la realizó en el Seminario Cristo Sacerdote de La Ceja (Antioquia) y, posteriormente, se formó en teología fundamental en La Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. El padre Leonidas Moreno fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 1980 en Jardín (Antioquia), por monseñor Pedro Grau Arola, en aquel entonces, obispo del vicariato Apostólico de Quibdó. Entre sus cargos desempeñados en esa región, se destacan: 1. Fundador y párroco de la Parroquia de Gilgal, para ese momento, de la Diócesis de Quibdó, ahora ubicada en la jurisdicción de la Diócesis de Apartadó. 2. Miembro fundador del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 3 del 2 de septiembre de 1988 de monseñor Isaías Duarte Cancino. 3. Director del Secretariado Diocesano de Pastoral Social mediante decreto n° 10 del 23 de septiembre de 1988 de monseñor Isaías Duarte Cancino. 4. Párroco y fundador de la Parroquia San José Obrero de Apartadó, por decreto n° 38 del 12 de septiembre de 1990 de monseñor Isaías Duarte Cancino. 5. Párroco de del templo del Divino Ecce Homo de Turbo, decreto n° 151 del 12 de septiembre de 1994, de monseñor Isaías Duarte Cancino. 6. Director de Pastoral Social, decreto n° 194, del 17 de julio de 1996, de monseñor Tulio Duque Gutiérrez, Administrador Apostólico de la Diócesis de Apartadó. 7. Vicario del Secretariado Diocesano de Pastoral Social, decreto n° 198, del 15 de agosto de 1997, de monseñor Tulio Duque Gutiérrez, obispo de Apartadó. 8. Fundador y párroco de la Catedral Nuestra Señora del Carmen en el año 1998, actualmente Catedral Santa María de la Antigua del Darién. 9. Vicario General de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 002 del 31 de octubre de 2007, de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, obispo de Apartadó. 10. Miembro del Consejo Económico de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 004 del 6 de noviembre de 2007. 11. Vicario Parroquial de San José Obrero de Apartadó, decreto n° 022 del 6 de mayo de 2008. 12. Miembro del Colegio de Consultores de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 029 del 26 de junio de 2008, de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval. 13. Miembro del Equipo de Pastoral Sacerdotal, decreto n° 033 del 15 de julio de 2000, de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval. 14. Vicario Episcopal y Vicario General de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 0223 del 16 de agosto de 2014, de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, administrador Apostólico de la Diócesis de Apartadó. 15. Confirmado como Vicario General de la Diócesis de Apartadó, decreto n° 001 del 20 de octubre de 2014, de monseñor Hugo Alberto Torres Marín, en aquel momento Administrador Apostólico de la Diócesis de Apartadó. 16. Párroco y fundador del templo San Juan Pablo II de Apartadó, decreto 23/17 del 22 de diciembre de 2017, de monseñor Hugo Alberto Torres Marín, obispo de Apartadó. 17. Desde, su fundación, CORDUPAZ (Corporación Desarrollo y Paz Córdoba y Urabá), 19 de febrero de 2010, ha estado bajo la dirección del padre Leonidas Moreno Gallego, una entidad sin ánimo de lucro y cuya proyección abarca todo el Urabá – Darién, más los territorios del departamento de Córdoba, que son jurisdicciones de las diócesis de Montería y Montelíbano. Consulte el comunicado oficial del nombramiento AQUÍ

Lun 27 Mar 2023

28 de marzo | Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 21-30

Cuando levanten en alto al Hijo del hombre, sabrán que «Yo soy» Lectura del santo Evangelio según EN aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Yo me voy y me buscarán, y morirán por su pecado. Donde yo voy no pueden venir ustedes ». Y los judíos comentaban: «¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: ´´Donde yo voy no pueden venir ustedes´´?». Y él les dijo: «Ustedes son de aquí abajo, yo soy de allá arriba: ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón les he dicho que morirán en sus pecados: pues, si no creen que ´´Yo soy´´, morirán en sus pecados». Ellos le decían: «¿Quién eres tú?». Jesús les contestó: «Lo que les estoy diciendo desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en ustedes; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él». Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: «Cuando levanten en alto al Hijo del hombre, sabrán que ´´Yo soy´´, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada». Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él. Palabra del Señor.

Dom 26 Mar 2023

27 de marzo | Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 12-20

Yo soy la luz del mundo EN aquel tiempo, Jesús habló a los fariseos: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida». Le dijeron los fariseos: «Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero». Jesús les contestó: «Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y adónde voy; en cambio, ustedes no saben de dónde vengo ni adónde voy. Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie; y, si juzgo yo, mi juicio es legítimo, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado, el Padre; y en su ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo doy testimonio de mí mismo, y además da testimonio de mí el que me ha enviado, el Padre». Ellos le preguntaban: «¿Dónde está tu Padre?». Jesús contestó: «Ni me conocen a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre». Jesús tuvo esta conversación junto al arca de las ofrendas, cuando enseñaba en el templo. Y nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora. Palabra del Señor.

Sáb 25 Mar 2023

26 de marzo | Lectura del santo Evangelio según san Juan 11, 1-45

Yo soy la resurrección y la vida EN aquel tiempo, había caído enfermo un cierto Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana. María era la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro. Las hermanas le mandaron recado a Jesús diciendo: «Señor, el que tú amas está enfermo». Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba. Solo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea». Los discípulos le replicaron: «Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos, ¿y vas a volver de nuevo allí?». Jesús contestó: «¿No tiene el día doce horas? Si uno camina de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si camina de noche tropieza, porque la luz no está en él». Dicho esto, añadió: «Lázaro, nuestro amigo, está dormido; voy a despertarlo». Entonces le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se salvará». Jesús se refería a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del sueño natural. Entonces Jesús les replicó claramente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes de que no hayamos estado allí, para que crean. Y ahora vamos a su encuentro». Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los demás discípulos: «Vamos también nosotros y muramos con él». Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Betania distaba poco de Jerusalén: unos quince estadios; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día». Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo». Y dicho esto, fue a llamar a su hermana María, diciéndole en voz baja: «El Maestro está ahí y te llama». Apenas lo oyó se levantó y salió adonde estaba él, porque Jesús no había entrado todavía en la aldea, sino que estaba aún donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con ella en casa consolándola, al ver que María se levantaba y salía deprisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar allí. Cuando llegó María adonde estaba Jesús, al verlo se echó a sus pies diciéndole: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano». Jesús, viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó: «¿Dónde lo han enterrado?». Le contestaron: «Señor, ven a verlo». Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!». Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que este muriera?». Jesús, conmovido de nuevo en su interior, llegó a la tumba. Era una cavidad cubierta con una losa. Dijo Jesús: «Quiten la losa». Marta, la hermana del muerto, le dijo: «Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días». Jesús le replicó: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?». Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado». Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, sal afuera». El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: «Desátenlo y déjenlo andar». Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Palabra del Señor.

Sáb 25 Mar 2023

¡Firmemos pactos por la vida y contra la muerte! 

Por: P. Rafael Castillo Torres - Colombia ha celebrado la 'Semana por la vida' como un esfuerzo por crear conciencia de su valor sagrado en medio de una cultura de muerte. Cuanto está sucediendo en nuestras zonas rurales por el conflicto armado y el domino de los territorios; en nuestras calles con la violencia social y de las puertas hacia adentro en nuestras casas; amén de la consideración absurda de que el derecho a abortar está por encima de la vida humana, nos tienen que hacer despertar. Pareciera que hemos perdido nuestra capacidad de asombro y de reacción. Hemos llegado al extremo de la indolencia, de la insolidaridad, de la impotencia, de la inercia. Reaccionamos de manera grandiosa frente a los desastres inevitables, y en forma cobarde, frente a los desastres que podríamos evitar: los de la confrontación armada y la criminalización del conflicto social. Todo indica que no creemos en nada, ni en nadie. Ni en nosotros mismos. No creemos que nadie pueda detener la guerra. No creemos ni aún en las acciones de los que dicen querer participar en detener la guerra: “alguna ventaja debe pretender sacar”. El mayor agravante de tal situación, son los convencidos de que las soluciones nada tienen que ver con ellos. Las soluciones al conflicto armado, y al conflicto de la criminalización de la vida cotidiana, no provienen para nada de nuestra propia participación. ¿Qué caminos podemos explorar, y recorrer juntos, para que esta celebración de la vida sacuda nuestras conciencias y nos anime a reconocer que un medio es moralmente bueno si participa del bien que se persigue como objetivo y lo genera y es inmoral cuando produce lo contrario del bien buscado? Lo primero es reconocer que en determinadas circunstancias nosotros también somos parte del problema, porque no siempre sabemos resolver nuestras diferencias como conviene. No siempre tratamos bien a nuestros semejantes. Muchas veces somos también violentos, con nuestros hijos, con nuestra mujer, con nuestros familiares más cercanos. El conflicto que se nos presenta a la vuelta de la esquina, no siempre lo resolvemos en forma adecuada, justa y pacífica. Solemos reaccionar mal frente a dificultades que se nos presentan con nuestros vecinos y compañeros de trabajo. En un accidente de tráfico, perdemos los estribos. Muchas veces somos parte del problema, aunque no lo reconozcamos. Fácilmente nos convertimos en agentes de violencia en sus distintas manifestaciones. En no pocas ocasiones, y sin medirlo ni pensarlo, estamos arriesgando nuestra propia vida y la vida de la gente que amamos. Es urgente reconocer que hacemos parte del problema y que podemos ser también parte de la solución. Las soluciones también dependen de nosotros. Las personas que amamos no las podemos proteger por completo. No podemos estar detrás de ellas a cada instante. Necesitamos de los otros, para proteger a los que amamos. ¿Quién de nosotros puede detener la práctica del fleteo tan común y tan cotidiana en nuestras ciudades? ¿Necesitamos de agentes de policía en cada esquina o tal vez estamos urgidos del coraje de construir, de manera concertada, nuevos pactos de ciudadanía? Lo segundo que tenemos que lograr es recuperar la confianza en nosotros mismos para proteger a los que amamos, como nosotros también podemos proteger a otra gente, que tienen gente que los ama y que no siempre pueden ser protegidos. Siempre habrá personas que nos pueden ayudar a proteger a la gente que amamos; así como nosotros, también, podemos ayudar a proteger a personas amadas por otras personas que quizás ni conozcamos. Es el momento de pedir ayuda y ayudar a cuidarnos y a cuidar a otros, hasta de nosotros mismos, que solemos reaccionar, a veces, de manera violenta. También hay que cuidarlas de quienes suelen emplear la violencia de manera circunstancial o como medio de vida. Lo tercero es construir pactos que hagan ridícula la violencia y que ayuden a construir una cultura del respeto a la vida. Pactos que se renueven y se evalúen. Pactos para prevenir hechos violentos y evitar que en algún caso se sucedan muertes violentas. Pactos para poder Vivir. Pactos que le permitan funcionar a las autoridades y al Estado con eficacia, con oportunidad y suficiencia. Pactos para ayudar a construir Estado, legitimidad y gobernabilidad. Pactos por medio de los cuales rompamos el miedo, quebremos el sentimiento de impotencia, la indolencia y construyamos los artesanos de la paz que saquen de las orejas a los guerreros de la guerra. Pactos por la vida que nos mejoren nuestra calidad de vida, nuestra seguridad y nuestra confianza. Pactos para Vivir que sean el producto del libre examen de la situación de violencia en la localidad y que libremente quieran adoptar sus implicados. Pactos que vayan mostrando la capacidad de solucionar pacíficamente los conflictos cotidianos. Pactos en los que se concrete la voluntad de paz y en los que todos pueden participar: Pactos a favor de todos y en contra de nadie. Pactos en los que cualquiera pueda participar y con los que pueda proteger a la gente que ama. Basta que yo me sienta bueno. No pensemos que todo se ha perdido, hay muchas cosas que se pueden hacer, que están al alcance de nuestras manos, y aún, al frente de nuestras narices. Pero llevamos un retraso de años y nos tenemos que apurar, si nos queremos salvar…Y salvar a la gente que amamos. Pero con todo este desafío que nos interpela y que es el mayor reto que tenemos como Nación, nos preguntamos: ¿Qué sigue? Creemos que ha llegado el momento de construir civilidad alrededor de cada uno de nosotros para protegernos de la violencia y curarnos de la enfermedad de matar. Hay que construir pactos de ciudadanía entre los que vivimos cerca, los que trabajamos juntos y los que estudiamos en el mismo lugar. Pactos que creen confianza y construyan sociedad desde una manera nueva de resolver las diferencias. Construir una sociedad que tengamos a la mano y que sea capaz de asumir la obligación y el reto de encontrar una y mil formas de entronizar la cultura del respeto a la diferencia; la valoración del otro y la tolerancia mediante un adecuado manejo del conflicto, de modo que siempre se respete y preserve la vida. Construir una sociedad que no ponga en juego la vida de nadie, en cada contradicción o diferencia. Construir sociedad convirtiendo en un propósito nacional detener la violencia y la guerra, en medio del conflicto. En este propósito debemos ocuparnos de salir todos victoriosos de esta guerra: la del conflicto armado y la de la criminalización del conflicto de la vida cotidiana. Necesitamos construir un nuevo acuerdo entre los colombianos. Dotarnos de una carta de navegación de mediano plazo con la cual mostrarnos orgullosos con nosotros mismos: haber sido capaces de construir desde abajo la Nación, en un proceso de reconciliación liderado por la gente que ama y que ha salido, decididamente, al rescate de sus amores. Vamos a salir al rescate de la vida creando una nueva cultura que la respete. Todos tienen derecho a sus vidas, todas sus vidas nos son preciosas. Una vida que perdamos nos hace daño a todos. En este terreno tenemos que reconstruir o recuperar el tejido social, el mecanismo de la regulación y el control social, ejercido por la sociedad civil. Desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana queremos movilizarnos y nos vamos a movilizar a favor de la vida para protegerla; para romper el miedo; y salir a su rescate donde quiera que ella sea amenazada. Queremos invitarlos a reaccionar de manera preventiva contra todo aquello que signifique riesgo de muerte para cualquier habitante en la cuadra, en el barrio, en la localidad o en la comuna. Vamos con los pactos para vivir y contra la violencia. Hacemos un llamado a toda la gente de la cuadra que tiene la obligación de reaccionar y de intervenir contra el maltrato infantil; la violencia contra la mujer ejercida en el seno del hogar o en nuestras calles; el maltrato entre los hermanos. Todos en la cuadra tenemos que ocuparnos de la vida de nuestros jóvenes donde los padres, dadores de vida, sean protectores de la vida humana; todo el barrio tiene que reaccionar ante el peligro de las riñas entre vecinos, en las tiendas y bares de la localidad. Pero para ello es indispensable que los vecinos, los compañeros de trabajo, los jóvenes en los colegios y universidades, etc. decidan voluntariamente la naturaleza y el alcance que le quieren dar a estos Pactos por la Vida y contra la Muerte. Pbro. Rafael Castillo Torres Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS)