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iglesia católica

Lun 24 Nov 2025

Conferencia Episcopal de Colombia realizará ciclo de catequesis para ayudar a redescubrir el sentido bíblico, teológico y pastoral de la Navidad

Bajo el propósito de acompañar a fieles, comunidades y familias en un camino de profundización espiritual hacia la celebración del Nacimiento del Señor, el Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) liderará un ciclo de tres catequesis que se desarrollarán los miércoles 26 de noviembre, 3 de diciembre y 10 de diciembre, en modalidad virtual. Serán transmitidas a través del canal de Youtube y la página de Facebook de la CEC.Bajo el título “Catequesis de preparación para la celebración de la Navidad”, estos espacios formativos ofrecerán una ruta bíblica, teológica y pastoral para redescubrir el sentido auténtico del misterio de la Encarnación, iluminando la vivencia navideña para este 2025, en medio de un contexto, a menudo, marcado por el consumismo, la superficialidad y el desgaste emocional.Un camino para reencontrar el corazón del misterio cristianoLa propuesta formativa busca renovar la celebración personal, familiar y comunitaria de la Navidad, recuperando su núcleo teológico: Dios que se hace hombre para salvar y dignificar a la humanidad. Para ello, cada catequesis aborda un enfoque complementario —patrístico, bíblico y pastoral— que permitirá a los participantes ampliar su comprensión del misterio navideño y fortalecer su experiencia espiritual.Los objetivos específicos de estas catequesis incluyen:- Reconocer la visión de los Padres de la Iglesia sobre la Encarnación como acontecimiento de divinización y restauración de la creación.- Comprender la Navidad desde la Sagrada Escritura como cumplimiento de las promesas y revelación de Dios-con-nosotros.- Discernir los desafíos actuales que afectan la vivencia navideña e identificar caminos de purificación y renovación desde la liturgia.Primera Catequesis: La Navidad en la tradición patrísticaLa apertura del ciclo será el miércoles 26 de noviembre, a las 7:00 p.m., a cargo de José Fernando Rubio, historiador del cristianismo antiguo y experto en lingüística. Su intervención presentará la perspectiva patrística según la cual la Navidad no es un simple recuerdo emotivo, sino el acontecimiento histórico en el que Dios entra en el mundo para transformar al ser humano y renovar la creación.La reflexión se centrará en cuatro ejes:- El asombro ante el misterio.- La humildad de Dios que se hace pequeño.- María como tierra nueva donde inicia la renovación.- La Encarnación como pedagogía para la vida cristiana.Segunda Catequesis: La Navidad según la Sagrada EscrituraEl miércoles 3 de diciembre, a las 7:00 p.m., la biblista Ana Cristina Villa Betancourt, consagrada laica de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, ofrecerá una lectura bíblica de la Navidad como paso de la promesa al cumplimiento. Su exposición recorrerá la esperanza del Antiguo Testamento, los relatos de la infancia, el Prólogo del Evangelio de Juan y los signos que acompañan el nacimiento del Mesías.La catequesis buscará mostrar cómo la Navidad revela la presencia definitiva de Dios en medio de su pueblo y abre el camino de la misión del Salvador.Tercera Catequesis: La Navidad hoy — Liturgia, consumismo y familiaEl ciclo concluirá el miércoles 10 de diciembre, a las 7:00 p.m., con la reflexión de monseñor José Mauricio Vélez, obispo auxiliar de Medellín y presidente de la Comisión Episcopal de Doctrina, quien abordará los desafíos contemporáneos que afectan la vivencia navideña.El prelado enfatizará que, en un escenario marcado por el consumismo y el agotamiento emocional, la liturgia se convierte en el lugar de verdad que permite purificar y centrar nuevamente la celebración. Entre los ejes de su intervención se destacan:- El diagnóstico de la vivencia actual de la Navidad.- El papel de la liturgia como camino de renovación.- La familia como el “pesebre” donde Dios sigue queriendo nacer.- La necesidad de combatir el consumismo y recuperar la dimensión comunitaria de la fe.Invitación abierta a la Iglesia y a la comunidadEl Departamento de Liturgia invita a sacerdotes, religiosos, agentes de pastoral, familias y fieles en general a participar en este espacio formativo, pensado para fortalecer la vivencia espiritual en uno de los tiempos más significativos del año litúrgico.Con estas catequesis, la Conferencia Episcopal de Colombia busca acompañar a las comunidades en un proceso de profundización que permita celebrar la Navidad con mayor autenticidad, esperanza y sentido cristiano.

Vie 14 Nov 2025

El Papa León XIV nombra nuevo obispo para la Diócesis de Vélez: Pbro. José Camilo Arbeláez Montoya

El Santo Padre León XIV ha designado al padre José Camilo Arbeláez Montoya, del clero de la Arquidiócesis de Medellín, como nuevo obispo de la Diócesis de Vélez, en el departamento de Santander. El nombramiento, anunciado este viernes por la Santa Sede, pone fin a un período de sede vacante que se extendía desde abril de 2023.El padre Arbeláez Montoya, nacido en Bogotá el 18 de junio de 1961, fue ordenado sacerdote el 25 de noviembre de 1995 e incardinado en la Arquidiócesis de Medellín. Su perfil académico es notablemente diverso: es Médico Veterinario por la Universidad de Antioquia, Teólogo por la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) de Medellín, y posee licenciaturas en Teología Moral por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y en Estudios Bíblicos por la Universidad de Antioquia.Trayectoria pastoral y académicaA lo largo de casi tres décadas de ministerio sacerdotal, el padre Arbeláez ha acumulado una amplia experiencia en labores pastorales, de formación y de administración. Entre los roles pastorales más destacados se encuentran:Formación:Se desempeñó como Vicerrector del Seminario Menor de Medellín (1996) y posteriormente como Rector del Seminario para Profesionales “Juan Pablo II” (2011-2014).Gobierno arquidiocesano:Ejerció como Vicecanciller de la Arquidiócesis de Medellín (2011-2014) y fue miembro del Consejo Presbiteral (2016-2019).Pastoral parroquial:Ha servido como párroco en varias comunidades, entre ellas, San Andrés Apóstol, Nuestra Señora de Lourdes, La Niña María y, más recientemente, La Visitación (2021-2025).Capellanías y asesorías:Fue capellán en instituciones de la UPB y asesor arquidiocesano y nacional de la Renovación Carismática Católica por un período de diez años.Servicio en Roma:Durante sus estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana (1998-2000), también fungió como Director de la Casa de Estudios de la Arquidiócesis de Medellín en la capital italiana.Adicionalmente, ha presidido la Fundación “Pan y Paraíso” desde el año 2001, institución que tiene como misión atender a las necesidades de los niños de comunidades vunelrables, desarrollando programas de alimentación y atención espiritual.Sucesión en la Diócesis de VélezEl padre José Camilo Arbeláez Montoya sucederá en la sede episcopal de Vélez a monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, quien fue trasladado por el Papa Francisco a la Diócesis de Neiva el 14 de abril de 2023. Durante estos casi dos años de transición, la administración de esta diócesis santandereana estuvo a cargo del padre José Ricardo Santos Rodríguez, en calidad de Administrador Diocesano.

Mar 7 Oct 2025

Maristas lideraron construcción de pozo de agua potable en el asentamiento más grande de Latinoamérica ubicado en La Guajira

En el corazón de "La Pista", el asentamiento informal más grande de América Latina ubicado en Maicado (La Guajira), donde más de 10.000 personas, en su mayoría migrantes venezolanos, retornados colombianos e indígenas Wayuu, enfrentan profundas necesidades económicas y sociales, la comunidad de Hermanos Maristas inauguró el pasado mes de septiembre un pozo de agua potable que ayudará a saciar la sed de cerca de 1.000 personas, muchas de ellas, menores de edad.Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto "Corazón Sin Fronteras", una obra social de la Provincia Marista Norandina que, desde 2019, busca garantizar los derechos a la alimentación, salud y educación de la infancia más vulnerable. La obra es un faro de solidaridad en una región donde la escasez de agua, agravada por las altas temperaturas y la falta de infraestructura, obliga a las familias a destinar sus escasos recursos para comprar este recurso vital.Una obra de ingeniería y de solidaridadEl pozo es una obra de ingeniería de alta tecnología, pero también, de profundo significado humano. Con 140 metros de profundidad, tiene una capacidad de extracción de hasta 40 metros cúbicos de agua diarios (equivalente a 40.000 litros). Su sistema de tratamiento, que incluye una planta de ósmosis inversa, garantiza que el agua sea 100% potable, segura para el consumo de los niños y niñas.Fabricio Gómez, líder de la obra social ‘Corazón Sin Fronteras’ en Maicao, destacó el impacto inmediato del proyecto:“Con la puesta en marcha del pozo y de la planta de ósmosis inversa para tener agua potable beneficiamos a 220 niños que hacen parte del proyecto Corazón Sin Fronteras. También esta ayuda se extiende hasta 830 personas que nos visitan y hacen parte de las actividades comunitarias. Damos gracias a todos y cada una de las personas que hicieron parte hicieron realidad para hacer este proyecto”.Un sueño que da vidaLa construcción, que tomó cerca de nueve meses de trabajo continuo, fue el parto de un sueño mucho más antiguo. El hermano José María Ondarreta, Consejero Provincial de los Hermanos Maristas, compartió la emotiva analogía:“Se está haciendo realidad un sueño, un sueño que comenzó hace seis años. Y la construcción del pozo ha durado 9 meses.. Como un parto de un bebé. Sí. Qué curioso”.El religioso añadió una poderosa reflexión sobre el simbolismo del agua: “Y ojalá que nos convirtamos como este sueño en agua que calma la sed, que nos ayuda a refrescarnos, que de vez en cuando también nos ayuda a limpiarnos, a asearnos, a regar las plantas para que crezcan y den fruto y podamos disfrutarlas”.La contribución de la cooperación internacionalEste proyecto fue posible gracias al respaldo de la Fundación Marista para la Solidaridad Internacional (FMSI) y al apoyo económico de la Conferencia Episcopal Italiana, demostrando cómo la colaboración internacional y la comunión eclesial puede materializar la caridad.Andrea Rossi, director de FMSI, enfatizó en el derecho que se está garantizando: “Este pozo de agua va a responder a al derecho al agua, que es un derecho fundamental para, para, para todos, pero sobre todo para niños y niñas que viven aquí en el asentamiento”.Rossi también evocó el legado del fundador: “Siguiendo el sueño de [Champagnat], concretizando el sueño... Estuviera aquí, estaba, probablemente, picando con nosotroscel terreno con su pica y e intentando de encontrar el agua para dar a todos los niños de las niñas de este asentamiento”.Un agradecimiento que brota de la comunidadLa gratitud de la comunidad beneficiada es palpable. Yuleima Borja, madre beneficiaria y lideresa social, expresó con emoción: “Al primero que tenemos que darle gracias es a Dios, porque es el primer motor que hizo que todo esto fuera posible...”En representación de los habitantes de "La Pista", Yuleima concluyó: “El asentamiento ‘La Pista’ en mi representación está muy pero muy agradecido con la labor que acá se ha hecho siempre. Hemos sido hermanos... Nosotros hemos tenido precariedades en el asentamiento y siempre hemos contado con ‘Corazón Sin Fronteras’ y los Hermanos Maristas. De verdad, desde lo más profundo de mi corazón y en representación de las 9101 personas que viven en el asentamiento: Gracias, gracias por esta obra”.Más que una solución de infraestructura, este pozo es un símbolo de la misión evangelizadora y social de la Iglesia Católica, un testimonio concreto de la fe que se hace acción para transformar realidades complejas y recordar que, para Dios, nadie es invisible.Vea el informe audiovisual a continuación:

Mar 2 Sep 2025

Llevar el mensaje digital hasta la Eucaristía y comunicar la Esperanza: consignas del Encuentro de Comunicadores de la Iglesia 2025

Bajo el firme propósito de renovar su compromiso evangelizador y discernir los retos del contexto nacional y digital, más de 60 comunicadores, entre sacerdotes, diáconos y laicos de todo el país, se dieron cita en Bogotá del 26 al 28 de agosto para el Encuentro Nacional de Comunicadores de la Iglesia Católica 2025.El evento, organizado por el Departamento de Comunicaciones y Tecnologías de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y liderado por su director, padre Martín Sepúlveda Mora, se desarrolló bajo el lema "Comunicación para la Esperanza: Evangelizar en tiempos de desafíos y nuevas posibilidades".El encuentro contó con la participación activa de los miembros de la Comisión Episcopal de Comunicaciones: monseñor Juan Carlos Cárdenas, Obispo de Pasto y presidente de la Comisión; monseñor Germán Medina, Obispo de Engativá y Secretario General de la CEC; y monseñor Dimas Acuña, Obispo de El Banco y encargado de la Pastoral Digital en Colombia.Un encuentro clave para la articulación y la estrategiaLa agenda formativa del encuentro combinó reflexión pastoral con formación técnica práctica. El primer bloque, a cargo de Marielys Flores Aponte, docente de la Universidad de La Sabana, abordó la "Planificación estratégica y sostenibilidad" bajo el título “De la idea a la acción: cómo organizar la comunicación que conecta”.Posteriormente, monseñor Juan Carlos Cárdenas enfatizó en la necesidad de la "Integración y articulación de los servicios de comunicación" a nivel diocesano. Sobre este punto, Carlos Toro, delegado de comunicaciones de la Diócesis de Pasto, comentó: “Hemos trabajado en esa integración con los departamentos de comunicaciones de nuestras instituciones diocesanas, justamente para poder visibilizar cómo cada una de nuestras instituciones, desde su quehacer, desde su realidad, está contribuyendo a la evangelización”.Un conversatorio con mirada a la realidad nacional y digitalUno de los momentos centrales fue el conversatorio “La comunicación al servicio de la misión evangelizadora en Colombia”, moderado por monseñor Cárdenas. El panel contó con la presencia de monseñor Dimas Acuña; el padre Ramón Zambrano, director de Cristovisión; Camila Plata, misionera digital; y Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol.El espacio permitió un diálogo franco sobre los desafíos del contexto nacional. Juan Roberto Vargas señaló que el reto actual es conectar con un público que busca “utilidad, cercanía y empatía...La gente busca respuestas, que la escuchen”. Subrayó la necesidad de dar contexto, pues “la gente quiere que le expliquen las cosas”, e invitó, por ejemplo, a entrevistar a especialistas en diversos temas para lograrlo.Por su parte, el padre Ramón Zambrano recordó el llamado del Papa Francisco y estableció una coordenada fundamental: “No tenemos un producto qué vender sino una vida qué comunicar”. Definió el estilo necesario para una “comunicación samaritana”, basada en coordenadas no negociables: “acompañar, dar sentido y construir puentes y no muros”, lo que exige proximidad, verdad y tener en cuenta las “tres i” propuestas por el Pontífice: “Inquietud, incomplitud e imaginación”.Katia Carbal, delegada de comunicaciones de la Arquidiócesis de Cartagena, reflejó este sentimiento desde su experiencia: “Cómo nosotros logramos enviar mensajes de esperanza en medio de esta realidad tan dura que nos atraviesa...Hay que buscar formas para encoentrar esa realidad difícil puntos de luz”.Inmersión en la Pastoral Digital y herramientas prácticasLa Pastoral Digital tuvo un capítulo especial en el encuentro con una ponencia virtual de Monseñor Lucio Ruíz, Secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, y el apoyo presencial del padre Álvaro Serrano, colaborador del mismo Dicasterio, quienes hablaron sobre Inteligencia Artificial y misión digital.La teoría se llevó a la práctica con talleres y la exploración de herramientas de Inteligencia Artificial. El Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) contribuyó con el bloque “Estrategias y campañas de comunicación digital”, a cargo de la instructora Valentina Tovar Castillo.Para conocer el lenguaje y algunas estrategias para la creación de contenidos digitales para la evangelización, se contó con el apoyo de Camila Plata y el padre Melson Correa, misioneros digitales, provenientes de la Arquidiócesis de Bucaramanga y la Diócesis de Montería, respectivamente.Luis Carlos Forero, de la Diócesis de Granada, destacó el objetivo último de este esfuerzo: “Aprender cómo mezclar estas herramientas con la evangelización...Que esa invitación del mundo digital nos lleve a la Eucaristía, que es el fin último”.Los comunicadores de territorios con desafíos particulares también encontraron eco. Esteban Ocampo, del Vicariato Apostólico de Mitú, desde donde se viene adelantando un importante trabajo comunicativo, expuso su realidad: “Tenemos muchos desafíos, como lo es la extensión del territorio...Somos multicultural, multiétnico...Por esto, el desafío no es quedarnos solo con un contenido netamente eclesiástico, sino acercarnos a la comunidad”.Peregrinación y Jubileo de los ComunicadoresEl encuentro también tuvo un profundo componente espiritual. Los participantes peregrinaron juntos hasta el Santuario Nuestra Señora de la Peña, donde celebraron una Eucaristía Jubilar presidida por monseñor Cárdenas, un Jubileo Nacional de los Comunicadores, durante el que también aprovecharon para visitar otros templos históricos del centro de Bogotá.Hacia una comunicación esperanzadora y profesionalizadaEl balance del evento fue positivo. Santiago Roldán, de la Arquidiócesis de Medellín, vislumbra el camino a seguir: “Hay un montón de personas que están allí, en este nuevo espacio que es el mundo digital…Hay que saber cómo llevar hasta allí también el Evangelio”.Al cierre, el padre Martín Sepúlveda resaltó los esfuerzos que están haciendo las jurisdicciones por una comunicación cada vez más creativa, samaritana y arraigada en el Evangelio, lista para ser semilla de esperanza en cada rincón de Colombia.“Valoramos el esfuerzo que están haciendo muchos señores obispos por consolidar sus oficinas de comunicación, incluso trayendo laicos formados y preparados en comunicación social que están dando un gran aporte a toda la evangelización”.

Lun 25 Ago 2025

Obispos de la CEAMA ratifican su compromiso con los pueblos originarios y territorios de la Panamazonía

En el marco de su primer encuentro, los Obispos de la Amazonía reafirmaron el compromiso de la Iglesia con los pueblos originarios y los territorios del bioma. El evento proyectó el fortalecimiento de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), organismo encargado de promover una fe intercultural, la ecología integral, el cuidado de la casa común y nuevos caminos para la misión evangelizadora.Un primer encuentro lleno de memoria y reflexiónEl evento, desarrollado en la sede del CELAM en Bogotá entre el 17 y el 20 de agosto, congregó a cerca de 200 personas, entre ellas 95 obispos. Acompañaron en la reflexión sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos provenientes de 76 jurisdicciones de los países de la región panamazónica: los andino-amazónicos (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia), las Guayanas (Guyana, Surinam y la Guayana Francesa) y Brasil.Por Colombia estuvieron presentes diez obispos. Monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, arzobispo de Florencia, destacó la alegría de tener al país como sede del encuentro: “Es la gran oportunidad para reimpulsar y revitalizar. Como Iglesia colombiana le demos vida realmente a esos cuatro sueños del Papa Francisco: el sueño social, el sueño eclesial, el sueño cultural y el sueño ecológico”.Estos sueños, evocados por el Papa Francisco en su exhortación apostólica “Querida Amazonía”, son la defensa de los más pobres; el cuidado de la riqueza cultural; la protección de la naturaleza y la vida de la Amazonía; y una Iglesia con rostro amazónico que internalice la realidad de la región.Esta misión recibió el respaldo del Papa León XIV, quien, a través de un telegrama enviado por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, pidió a los participantes considerar “tres dimensiones interconectadas en la labor pastoral en la Amazonía: la misión de la Iglesia de proclamar el Evangelio a todos, el trato equitativo a los pueblos que la habitan y el cuidado de nuestra casa común”.El mensaje tomó mayor fuerza con la declaración del cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, durante la rueda de prensa de cierre: “La diplomacia vaticana va a seguir apoyando a las iglesias locales y dando voz a estas realidades en los ámbitos internacionales en los que estamos presentes”.Objetivos y dificultades a superarLos objetivos del evento incluían resaltar la labor de los obispos como primeros responsables de la sinodalidad, identificar avances en la implementación de una Amazonía sinodal, compartir experiencias y proyectar propuestas para perfeccionar los objetivos de la CEAMA.Obispos, sacerdotes y religiosas compartieron sus experiencias pastorales y relataron las dificultades que afrontan sus territorios. La violencia, la contaminación, el extractivismo, el cambio climático y el desplazamiento fueron las principales preocupaciones expresadas en el espacio conducido mediante ponencias, conversatorios y mesas de diálogo con la metodología de “conversación en el Espíritu”.La Iglesia al servicio de la AmazoníaDurante el encuentro también se compartieron experiencias positivas del trabajo eclesial, como la del Vicariato Apostólico de Inírida. Monseñor Joselito Carreño Quiñones presentó un video que narra su labor en pro de la comunidad: “El servicio que ofrecemos nosotros es principalmente de educación, pero también trabajamos con el servicio de la Pastoral Social y lo hacemos en clave de la defensa de los derechos humanos y también de acogida y acompañamiento de las comunidades migrantes venezolanas”.Otras jurisdicciones relataron iniciativas como procesos educativos y la “pastoral del agua” en Iquitos (Perú), donde la Iglesia promueve la defensa del agua como derecho fundamental. También se destacó la conservación de la cultura indígena. “La Iglesia es una aliada muy importante, muchos somos católicos y el mensaje que dan repercute dentro de la gente”, expresó Patricia Gualinga, vicepresidenta de la CEAMA, originaria de la etnia kichwa, quien afirmó que fue acompañada por la Iglesia cuando más lo necesitaba, facilitando la adjudicación de títulos de propiedad para su pueblo.La Doctrina Social de la Iglesia, que enmarca este trabajo, “no es una simple teoría, somos peregrinos de esperanza para transformar los problemas en oportunidades para trabajar juntos”, concluyó el cardenal Pedro Barreto, presidente de la CEAMA, durante la rueda de prensa final. Evocó a San Juan Pablo II, refiriéndose al clamor de los pueblos originarios como un clamor de la propia Iglesia.Mensaje finalLos compromisos del encuentro se consolidaron en un mensaje final titulado “CEAMA, un signo de esperanza”. En él se destaca el fortalecimiento de los vínculos entre las iglesias que conforman la CEAMA como uno de los frutos centrales. Asimismo, se asumió el compromiso de que cada jurisdicción consolide la sinodalidad, incentive la colaboración mutua y busque recursos económicos comunes para programas de formación. El objetivo es que seminaristas, religiosos, sacerdotes y agentes de pastoral se formen en la sinodalidad y los sueños del Papa Francisco para la Amazonía.Vea a continuación el informe audiovisual:

Jue 21 Ago 2025

Iglesia en Colombia se une a la ‘Jornada mundial de oración y ayuno por la paz’ convocada por el Papa León XIV

El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, junto con los obispos auxiliares, hace un ferviente llamado a toda la Iglesia para unirse activamente a la ‘Jornada de oración y ayuno por la paz’ convocada por el Papa León XIV para este viernes 22 de agosto.En un mensaje dirigido a todos los fieles, los prelados subran la urgencia de esta iniciativa en el contexto nacional, invitando a no permanecer indiferentes ante la realidad que vive Colombia. “Las condiciones adversas de nuestro tiempo nos deben mover a aportar en la consolidación de una sociedad más justa, fraterna y en paz”, señalaron, añadiendo de manera contundente: “No podemos acostumbrarnos al imperio de la muerte y la violencia, esto es contrario al anuncio gozoso de la Pascua”.El comunicado enfatiza que la oración y el ayuno no son actos pasivos, sino herramientas espirituales poderosas que reflejan la confianza en Dios y la responsabilidad humana:“La oración y el ayuno son acciones valiosas que expresan nuestra confianza en la presencia de Dios y la corresponsabilidad que tenemos como seres humanos en la construcción de una sociedad justa y en paz para todos”.Por la importancia de este signo y la compleja situación que atraviesan comunidades en diversos territorios del país, este llamado se hace extensivo a todas las jurisdicciones, comunidades religiosas y fieles laicos de Colombia. También es una invitación para en todos los ambientes eclesiales, se faciliten espacios para participar en esta jornada, uniéndose espiritualmente a la intención del Santo Padre de pedir “el don inestimable de la paz en todos los rincones de la tierra y para que todos los afligidos por la violencia y la guerra alcancen el consuelo”.La jornada se encomienda a la intercesión de la Bienaventurada Virgen María Reina, “a quien confiamos los derroteros de la paz y el consuelo para tantos hermanos y hermanas de nuestro país que sufren por el recrudecimiento de la violencia”.Con este llamado, la Arquidiócesis de Bogotá y, por extensión, toda la Iglesia en Colombia, busca responder con fe y esperanza al clamor por la paz, demostrando que, desde la espiritualidad, se puede contribuir a la transformación social del país.

Mar 15 Jul 2025

Somos una gota en el océano de amor: Cuando un amigo se va con Dios

Por Pbro. Mauricio Rey - Hay pérdidas que no se entienden con la razón. Se sienten en el pecho, en la piel, en la memoria. Y cuando un amigo parte, no solo se va una persona. Se va un mundo que solo existía cuando él o ella estaba. Se va una forma única de mirar, de decir las cosas, de reír, de estar, de interpretar el mundo, los sonidos armónicos y la realidad. Uno quisiera que la fe nos ahorrara este dolor. Que decir “ha partido con Dios” bastara para no llorar. Pero no es así. La fe no anestesia el sufrimiento. No elimina el duelo. La fe lo sostiene con la fuerza del amor. Nos ayuda a llorar con sentido, a doler con esperanza, a mirar la ausencia con ojos que también saben ver eternidad, porque miran más allá del dolor, la esperanza cierta que la plenitud nos da.Porque cuando un amigo se va con Dios, lo que sentimos no es solamente vacío. Sentimos vértigo. Sentimos que algo dentro de nosotros se reordena, porque ya no está ese alguien que nos acompañaba sin condiciones, que conocía nuestras sombras y también nuestras luces. Ese alguien que fue testigo de nuestra historia y partícipe de nuestra vida. Ese ser único que supo ser y estar sin siquiera hablar. Una amistad verdadera no se improvisa. Se cultiva, se cuida, se riega con risas, con silencios, con desacuerdos que no rompen y con lealtades que no se anuncian; con canciones y palabras, que brotan del alma y armonizan en el amor. Y cuando se va alguien con quien uno ha vivido todo eso, uno no puede simplemente seguir igual. Algo cambia para siempre.Y sin embargo... en medio de esa herida abierta, se asoma un consuelo que no es menor: el amor no muere. Lo que hemos vivido permanece, porque el amor lo hace eterno. El cariño no se esfuma. La presencia no se apaga, solo cambia de forma. Ya no nos acompaña al lado, sino desde dentro. Ya no toma el café con nosotros, pero sigue en la forma en que lo preparamos. Ya no manda un mensaje, pero nos acompaña cada vez que pronunciamos su nombre con ternura. Somos una gota en el océano de amor, que es Dios. Y cuando alguien amado vuelve a ese océano, no se pierde. Se funde con la plenitud. Deja de ser solo nuestro para volverse de todos. Deja de estar limitado por la enfermedad, el cansancio o la edad. Y desde allí, desde la eternidad, lo que ha sido siempre amor verdadero, se vuelve intercesión.No necesitamos entender del todo para creer. No necesitamos respuestas para mantener viva la esperanza. Lo que sí necesitamos es recordar. Hacer memoria con gratitud. Decir su nombre en voz alta. Contar y cantar las historias que duelen y al mismo tiempo sanan. Llorar sin miedo, porque las lágrimas también son oración. No lo despedimos con fórmulas vacías ni con frases apuradas. Lo despedimos con el corazón en la mano. Con ese silencio que no necesita explicarse. Con la ternura de quien sabe que amar también es dejar partir. Y con la certeza de que la amistad no se entierra, solo cambia de casa, alcanza la casa de Dios.La partida de un amigo deja una herida. Pero también deja una promesa. Que algún día nos volveremos a encontrar. Que lo que aquí vivimos no fue en vano. Que el amor que sembramos no se pierde. Que hay una casa preparada para todos, donde no hay más despedidas, sino encuentro pleno en quien es el Amor. Por eso, aunque caminamos con tristeza, no lo hacemos con las manos vacías. Nos queda su risa, su voz, su canción, su historia compartida y entonada con amor. Nos queda lo vivido. Y eso, en el fondo, es lo que sigue doliendo... y lo que sigue sosteniéndonos. Descansa en Dios, amigo. Nosotros seguimos. Heridos, pero agradecidos. Con menos palabras, tal vez, pero con más amor.Pbro. Mauricio Rey SepúlvedaDirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana

Lun 14 Jul 2025

María, Estrella de la Evangelización

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve - En el mes de julio celebramos con alegría dos advocaciones de la Virgen muy queridas por todos: Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y Nuestra Señora del Carmen. En nuestra Diócesis de Cúcuta veneramos con fervor a Nuestra Señora de Chiquinquirá, la Kacica de Cúcuta, con un cuadro muy antiguo y valioso que se encuentra en la Basílica Menor y este año es de gran importancia; dado que, ha sido concedido desde el 9 de julio pasado, un año jubilar con motivo de los 100 años de la primera coronación del cuadro de la Virgen.La devoción a María en todas sus advocaciones nos invita a renovar el compromiso evangelizador en nuestra Iglesia Particular, haciendo y amando la voluntad de Dios como María: “aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu Palabra” (Lc 1, 38) y en las bodas de Caná: “hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5). Hacer lo que el Señor nos dice, es cumplir cada día la voluntad del Padre Celestial, tal como lo oramos en el Padre Nuestro: “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo” (Mt 6, 10), en actitud de oración contemplativa, de rodillas frente al Santísimo, en una vida dedicada completamente a la búsqueda de Dios.Así lo afirma el Concilio Vaticano II: “la máxima realización de la existencia cristiana como un vivir trinitario de ‘hijos en el Hijo’ nos es dada en la Virgen María quien, por su fe (Cf Lc 1, 45) y obediencia a la voluntad de Dios (Cf Lc 1, 38), así como por su constante meditación de la Palabra de Dios y de las acciones de Jesús (Lc 2, 19.51), es la discípula más perfecta del Señor” (Lumen Gentium 53). En María se cumple esa dimensión de discípula misionera del salvador, ya que desde el momento en que le dice Sí a Dios, se pone en camino para visitar a su prima santa Isabel, con la intención de llevar caridad a través de su presencia física; la cual, Isabel reconoció de inmediato como presencia de Dios y recibió con fe y esperanza el anuncio del nacimiento del Señor, “Isabel llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Pero ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” (Lc 1, 42 - 45).En este momento de salida misionera en nuestra Diócesis, nos preparamos para vivir en el mes de agosto, el II Congreso del PEIP (Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular) y es preciso poner en las manos de Nuestra Señora la Kacica de Cúcuta, el éxito de este acontecimiento de Iglesia, recibiendo a María como modelo para ir en camino a transmitir la fe a los alejados. Así lo expresaba el Papa Francisco cuando afirma: “con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo (Hch 1, 14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender el espíritu de la nueva evangelización” (EG 284).María, Estrella de la Evangelización nos anima a continuar con el anuncio gozoso de Jesucristo, por las periferias físicas y existenciales de nuestra Iglesia Particular. Estamos llamados a peregrinar en este año jubilar a la Basílica Menor de nuestra Diócesis, para encontrar allí la fortaleza que nos da el Espíritu Santo, para ir en salida misionera. La peregrinación a la Basílica que emprendemos este año, tiene que darnos fervor para la evangelización, allí iremos a llenar nuestras fuentes para salir a anunciar a Jesucristo y dar esperanza a tantas personas que se encuentran alejadas de Dios, en cansancio físico y espiritual. Al respecto el Papa Francisco nos decía: “es en los santuarios marianos, donde puede percibirse cómo María reúne a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para mirarla y dejarse mirar por ella. Allí encuentran la fuerza de Dios para sobrellevar los sufrimientos y cansancios de la vida” (EG 286).La Santísima Virgen María nos quiere cristianos semejantes a Ella en la vida de oración, de recogimiento interior, de contacto continuo y unión íntima con el Señor, con entrega permanente a la voluntad de Dios. El corazón de María siempre fue un santuario reservado solo a Dios, donde ninguna criatura humana le robó el corazón, reinando solo el amor y el fervor por la gloria de Dios y colaborando con la entrega de su vida a la salvación de toda la humanidad, en total unión con su Hijo Jesucristo y en comunión con los Apóstoles animándolos a la misión, “ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios. A través de las distintas advocaciones marianas, ligadas generalmente a los santuarios, comparte las historias de cada pueblo que ha recibido el Evangelio y entra a formar parte de su identidad histórica” (EG 286).Los convoco a poner la vida personal y familiar bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María, tal como nos lo ha enseñado el Papa León XIV: “nuestra madre María, siempre quiere caminar a nuestro lado, permanecer cerca de nosotros, ayudarnos con su intercesión y su amor”, esa madre que en todas las circunstancias de la vida, aún en los momentos de cruz, nos dice: “hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5), fortaleciendo nuestra obediencia a la voluntad de Dios, para cumplir con el mandato del Señor: sean mis testigos (Hech 1, 8). Que el Glorioso Patriarca San José, unido a María, Estrella de la Evangelización, alcancen de Nuestro Señor Jesucristo muchas gracias y bendiciones para vivir el proceso evangelizador de nuestra Diócesis en salida misionera.En unión de oraciones, reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de la Diócesis de Cúcuta