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Iglesia

Mar 7 Dic 2021

Iglesia en Antioquia y Chocó expresa su preocupación por crisis social

A través de una carta pastoral los obispos de las Diócesis de Antioquia y Chocó, muestran la preocupación de la Iglesia, frente a la difícil situación social que atraviesan las comunidades en estos territorios del país y sugieren algunas propuestas a estas problemáticas. En el documento compuesto de cinco puntos, los prelados exponen aspectos tales como: elementos positivos de las regiones; graves realidades que les preocupan; causas de fondo de las problemáticas; conclusiones y propuestas de la Iglesia en busca de soluciones; y el compromiso de las Jurisdicciones Eclesiásticas. Además, enumeran algunos factores, que, en su concepto son los que más generan preocupación e inestabilidad en las comunidades: la inequidad social, el recrudecimiento de la violencia causado por los grupos armados ilegales, la situación de inseguridad y de violencia, el consumo de estupefacientes, las problemáticas ligadas a la explotación minera, el narcotráfico, fallas en el sistema educativo y en el ejercicio de la democracia, así como también equivocaciones en los procesos de evangelización. Frente a estas problemáticas, los jerarcas invitan a unirse "para erradicar sus causas profundas, de modo que podamos avanzar hacia la reconciliación, la justicia y la libertad entre nosotros". Así también, ofrecen algunas consideraciones que esperan sean un camino de esperanza para las comunidades. Entre ellas se encuentran: Reflexión y discernimiento de la realidad, transformación cultural, creación de un modelo integral de desarrollo, fortalecimiento de los mecanismos de participación, transparencia en las propuestas políticas y el manejo de recursos, formación de líderes y acompañamiento de los jóvenes y de las familias. Finalmente, el documento concluye con la enumeración de los compromisos que estas Iglesias particulares seguirán asumiendo en bienestar de las comunidades, que por años han sufrido el flagelo de la violencia y el abandono. La carta pastoral fue suscrita por los monseñores: Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín; Orlando Corrales García, arzobispo de Santa Fe de Antioquia; Guillermo Orozco Montoya, obispo de Girardota; Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó; Fidel León Cadavid Marín, obispo de Sonsón - Rionegro; Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina – Tadó; Noel Londoño Buitrago, C.Ss.R., obispo de Jericó; Hugo Alberto Torres Marín, obispo de Apartadó; César Alcidez Balbín Tamayo, obispo de Caldas; Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos; José Mauricio Vélez García, obispo auxiliar de Medellín.

Lun 6 Dic 2021

Fin de la visita del Papa a Grecia, marcada por su mensaje a los jóvenes

Antes de la ceremonia de despedida y de emprender su regreso a la Ciudad de Vaticano, el Papa Francisco se encontró con los jóvenes de la pastoral juvenil y con los estudiantes de la escuela San Dionisio de las Hermanas Ursulinas de Marusi, en Atenas, muchos de ellos procedentes de lugares lejanos. Con un sentido momento de oración, que prepararon los jóvenes de la pastoral juvenil junto a los estudiantes de la escuela San Dionisio de las Hermanas Ursulinas de Marusi, en Atenas, que concluyó con la bendición del Papa Francisco, tuvo lugar el último gran encuentro de este viaje apostólico, en que algunos de ellos ofrecieron sus testimonios de vida. El Santo Padre les agradeció su presencia, teniendo en cuenta que muchos de ellos procedían de lugares lejanos. Por esto razón les dijo: “¡Gracias! Estoy contento de encontrarme con ustedes finalizando mi visita a Grecia, y aprovecho la ocasión para renovar mi gratitud por la acogida y por todo el trabajo que llevaron adelante para organizarla” Hermosos testimonios El Pontífice manifestó que le “impresionaron sus hermosos testimonios”, que había leído precedentemente y que durante este encuentro retomó con ellos. Así por ejemplo se refirió al de Katerina, quien habló de sus dudas de fe. “Quisiera decirte a ti y a todos ustedes, no tengan miedo de las dudas, porque no son faltas de fe. Al contrario, las dudas son ‘vitaminas de la fe’, ayudan a robustecerla, a hacerla más fuerte, es decir, más consciente, más libre y más madura. La hacen más disponible a ponerse en camino, a seguir adelante cada día con humildad. Y la fe es precisamente esto, un camino cotidiano con Jesús que nos lleva de la mano, nos acompaña, nos alienta y, cuando caemos, vuelve a levantarnos” El Papa comparó las dudas “como una historia de amor, donde siempre se sigue adelante juntos, día tras día”. “Es como en una historia de amor, llegan momentos en los que es necesario interrogarse, hacerse preguntas”, dijo, “y hace bien, hace crecer el nivel de la relación”. Algo que el Santo Padre consideró como “muy importante” para los jóvenes, “porque no pueden ir por el camino de la fe ciegos”. Además, Francisco destacó otro punto importante en la experiencia de Katerina, al considerar que a veces, frente a las incomprensiones o a las dificultades de la vida, en los momentos de soledad o de desilusión, esta duda puede llamar a la puerta de nuestro corazón: “Quizá soy yo que no voy bien, tal vez estoy equivocado, estoy equivocada”. “Amigos – les dijo el Papa – es una tentación que hay que rechazar. El diablo nos mete esta duda en el corazón para arrojarnos en la tristeza. ¿Qué hay que hacer? ¿Qué hay que hacer cuando una duda de este tipo se vuelve sofocante y no nos deja en paz, cuando se pierde la confianza y no se sabe por dónde comenzar?”. “Es necesario volver a encontrar el punto de partida. ¿Cuál es? Para comprenderlo, pongámonos a la escucha de su cultura clásica. ¿Saben cuál fue el punto de partida de la filosofía, pero también del arte, de la cultura y de la ciencia? Todo comenzó por una chispa, por un descubrimiento que se expresa con una palabra magnífica: thaumàzein. Es el maravillarse, el asombro” El asombro como inicio de nuestra fe “Así comenzó la filosofía, de maravillarse frente a aquello que es, frente a nuestra existencia, a la armonía de la creación y al misterio de la vida”, añadió el Papa, al destacar que “el asombro no es sólo el comienzo de la filosofía, sino también el inicio de nuestra fe”. En efecto el Santo Padre les explicó que “el corazón de la fe no es una idea o una moral, sino una realidad, una realidad bellísima que no depende de nosotros y que nos deja con la boca abierta: ¡somos hijos amados de Dios! Hijos amados, tenemos un Padre que vela por nosotros y que nunca deja de amarnos”. “Reflexionemos: cualquier cosa que tú pienses o hagas, aunque sea lo peor, Dios sigue amándote, Quisiera que esto lo entiendan bien, Dios no se cansa de amar. Dios ama siempre, no puede dejar de amar” Les recomendó, además, no centrarse en lo que no gusta al verse al espejo, sino en ponerse “ante Dios”, algo que hace que cambie la perspectiva: “No podemos más que asombrarnos de que somos para Él, a pesar de todas nuestras debilidades y nuestros pecados, hijos amados desde siempre y para siempre”. De ahí su consejo paternal: “Más que comenzar la jornada frente al espejo, ¿por qué no abres la ventana de tu habitación y te detienes en todo lo hermoso que ves?” Con lo cual el Pontífice animó a estos queridos jóvenes a que piensen que, “si a nuestros ojos la creación es hermosa, a los ojos de Dios cada uno de ustedes es infinitamente hermoso”. Asimismo, les pidió que se dejen “amar por quien siempre cree” en ellos, por quien los “ama más” de cuanto ellos mismo puedan llegar a amarse. “Cuando estén decepcionados por algo que han hecho, hay otro asombro que no tienen que dejar escapar: el asombro del perdón” El Papa repitió algo que ha dicho en diversas ocasiones a lo largo de su pontificado: “Dios perdona siempre, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón”. Agregó que: en el perdón se encuentra el rostro del Padre”. De ahí su exhortación a no permitir “que la pereza, el miedo o la vergüenza” les “roben el tesoro del perdón”. “¡Dejemos que el amor de Dios nos asombre! Nos redescubriremos a nosotros mismos; no lo que dicen de nosotros o lo que las pulsiones del momento suscitan en nosotros, no lo que los eslóganes publicitarios nos echan encima, sino nuestra verdad más profunda, la que ve Dios, aquella en la que Él cree: la belleza irrepetible que somos” Después de recordar la famosa inscripción en la entrada del templo de Delfos, “conócete a ti mismo”, Francisco les dijo: “Hoy corremos el riesgo de olvidarnos de lo que somos, obsesionados por miles de apariencias, por mensajes machacones que hacen depender la vida de la ropa que usamos, del automóvil que conducimos, del modo en que nos miran los demás. Esa antigua invitación, conócete a ti mismo, vale todavía hoy. Reconoce que vales por lo que eres, no por lo que tienes”. “No vales por la marca de la ropa o por el calzado que llevas, sino porque eres único, eres única. Pienso en otra imagen antigua, la de las sirenas. Como Ulises en su itinerario de regreso a casa, también ustedes en la vida, que es un viaje audaz hacia la Casa del Padre, encontrarán, como él, sirenas” Fuegos artificiales que hipnotizan Refiriéndose al mito de las sirenas que atraían a los navegantes con su canto para hacerlos estrellar contra los arrecifes, el Papa les dijo que “en la realidad, las sirenas de hoy quieren hipnotizar con mensajes seductores e insistentes, que apuntan a beneficios fáciles, a las falsas necesidades del consumismo, al culto del bienestar físico, a la diversión a toda costa”. Y no dudó en afirmar: “Son muchos fuegos artificiales, que brillan por un instante, pero sólo dejan humo en el aire. Yo los entiendo, no es fácil resistir” La alegría del Evangelio También destacó otro personaje mitológico, Orfeo, que “nos enseña un camino mejor”, puesto que “entonó una melodía más hermosa que la de las sirenas y así las hizo callar. ¡Por eso es importante alimentar el asombro, alimentar la belleza de la fe! No somos cristianos porque debemos, sino porque es hermoso. Y precisamente porque queremos proteger esta belleza decimos no a lo que quiere ensombrecerla”. "La alegría del Evangelio, el asombro que provoca Jesús hace que las renuncias y las fatigas pasen a un segundo plano. Entonces, ¿estamos de acuerdo? Recuerden bien esto, ser cristianos es, fundamentalmente ‘no hacer cosas’, ‘no es esto’. Es dejar que ‘Dios te ame’". La alegría de Dios El Santo Padre manifestó que le gustó lo que dijo Ioanna, quien para hablar de su vida, habló “de los demás”, sobre todo de su mamá y abuela, que le “han enseñado a rezar, a agradecer cada día a Dios”. ¡Qué contento está Dios, dijo el Papa, “cuando nos abrimos a Él! Así se conoce a Dios. Porque para conocerlo no basta tener ideas claras sobre Él: se necesita ir hacia Él con la vida. Tal vez este sea el motivo por el que tantos lo ignoran, porque sólo sienten predicaciones y discursos”. “Jesús se transmite a través de rostros y de personas concretas. Hagan la prueba de releer los Hechos de los Apóstoles y verán cuántas personas, rostros y encuentros; así conocieron a Jesús nuestros padres en la fe. Dios no nos da un catecismo en la mano, sino que se hace presente por medio de las historias de las personas. Pasa a través de nosotros” No contentarse con encuentros virtuales Francisco afirmó que “dedicarse a los demás no es de perdedores”, sino “de vencedores; es el camino para hacer algo realmente nuevo en la historia”. Y refiriéndose al hecho de que en griego “joven” se dice “nuevo” y nuevo significa joven, preguntó: “¿Quieres hacer algo nuevo en la vida? ¿Quieres rejuvenecer? No te contentes con publicar algún post o algún tuit. No te contentes con encuentros virtuales, busca encuentros reales, sobre todo con quien te necesita; no busques la visibilidad, sino a los invisibles. Esto es original, esto es revolucionario”. “Muchos hoy son ‘de redes sociales’ pero poco ‘sociales’, encerrados en sí mismos, prisioneros del teléfono que tienen entre sus manos. Pero en la pantalla falta el otro, faltan sus ojos, su respiración, hacen falta sus manos. La pantalla se vuelve fácilmente un espejo, donde crees que estás frente al mundo, pero en realidad estás solo, en un mundo virtual lleno de apariencias, de fotos trucadas para parecer siempre hermosos y en forma” Cultivar la mística del conjunto y el ardor de servir “¡Qué bonito, en cambio – exclamó Francisco – es estar con los demás, descubrir la novedad del otro, cultivar, cultivar la mística del conjunto, el ardor de servir!”. A este respecto, el Papa recordó que, en el encuentro con los jóvenes en Eslovaquia, del pasado mes de septiembre, algunos de ellos mostraron una pancarta con dos palabras: “Todos hermanos”. Algo que le gustó, porque “decía algo nuevo: que es hermoso sentirse hermanos y hermanas de todos, sentir que los demás forman parte de un nosotros, no gente de la que hay que tomar distancia”. ¡Sueñen con la fraternidad! Ante la invitación de soñar con la fraternidad, el Obispo de Roma destacó que, “ciertamente, cuesta salir de las propias zonas de confort”, porque “es más fácil estar sentados en el sofá frente a la televisión”, algo que “no es de jóvenes”. Puesto que “de jóvenes es reaccionar, abrirse cuando uno se siente solo, buscar a los demás cuando viene la tentación de cerrarse, entrenarse en esta ‘gimnasia del alma’. Aquí nacieron los eventos deportivos más grandes, las Olimpíadas, el maratón”. “Más allá del espíritu de lucha que hace bien al cuerpo, está aquello que hace bien al alma: entrenarse para la apertura, para recorrer largas distancias desde uno mismo para acortarlas con los demás, lanzar el corazón atravesando los obstáculos, cargar unos los pesos de los otros. Entrenarse en esto los hará felices, los mantendrá jóvenes y les hará sentir la aventura de vivir” A propósito de aventura, se refirió también al testimonio de Aboud, quien relató su huida, junto con los suyos, “de la amada y martirizada Siria”. Y dijo que le vino en mente que, “en la Odisea de Homero, el primer héroe que aparece no es Ulises, sino un joven, Telémaco, su hijo, que vivió una gran aventura”. La salvación está en mar abierto “El sentido de la vida no es quedarse en la playa esperando que el viento traiga novedades. La salvación está en mar abierto, está en el impulso, en seguir los sueños, los sueños verdaderos, los que se sueñan con los ojos abiertos, que comportan esfuerzo, lucha, vientos contrarios, borrascas repentinas. Pero no hay que dejarse paralizar por el miedo, ¡sueñen en grande! ¡Y sueñen juntos!” El Papa Francisco recordó que “elegir es un desafío, es afrontar el miedo a lo desconocido, es salir del pantano de la aprobación, es decidirse a tomar la propia vida entre las manos”. Y añadió que, para tomar decisiones adecuadas, pueden recordar que “las buenas decisiones incluyen siempre a los demás”. “Esas son las decisiones por las que vale la pena arriesgarse, los sueños que hay que realizar; aquellos que requieren valentía y que implican a los demás”. Y se despidió recordándoles, una vez más, que “Dios los ama”, y que “tengan la valentía de ir adelante. ¡Adelante, todos juntos!”. Fuente: Vatican News

Vie 3 Dic 2021

Toda carne verá la salvación de Dios

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO Diciembre 05 de 2021 Primera lectura: Baruc 5, 1-9 Salmo: 26(125), 1-2ab.2cd-3.4-5.6 Segunda lectura: Filipenses 1, 4-6.8-11 Evangelio: Lucas 3, 1-6 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios de este domingo nos presenta: * El gozo, la alegría por la presencia de Dios; Él cuida en detalle y con respeto de su pueblo, de cada uno de nosotros, cobijándonos –como un árbol frondoso- para que nuestra vida sea un fruto admirable de santidad. * La alegría por la presencia del Señor se nutre y mantiene por medio de la oración hecha siempre con alegría y absoluta confianza en la providencia infalible de nuestro Señor. * La permanente necesidad de hacer anuncio kerigmático de nuestra fe, al estilo del Bautista; por boca de Juan se anuncia la presencia visible de Dios; por la predicación de la Iglesia se anuncia la alegría de su permanencia. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios, en el libro de Baruc, subraya el valor importantísimo de la alegría que se traduce en gozo. Este gozo es fruto de una relación profunda con el Espíritu de Dios y viene a ser fuerza determinante del actuar, pensar y hablar de una persona. El Salmo responsorial es un canto sublime a la alegría que se debe conservar aún en medio de las adversidades y luchas de la existencia humana. La alegría que viene de Dios no tiene límites, ni está supeditada a los vaivenes del mundo: es permanente por ser don de Dios. En la segunda lectura vuelve a aparecer con fuerza el tema de la alegría que se hace práctica en la confianza que viene a ser el modo de decidir, siempre, en relación con el Señor. Realmente quien confía en el Señor sabe con certeza que lo que Él quiera, eso es lo mejor y más claro para la santificación. La misión de san Juan Bautista fue única y especial: anunciar y mostrar la presencia del Señor entre los hombres. Un bautizado que se toma en serio su vida de relación con Cristo, asume la misma tarea: ser precursor del Señor para los demás, es decir, señalar, con su ejemplo de vida, el camino que conduce hacia Cristo y a la santidad. Juan Bautista fue un ejemplo insigne en todo y por ello se constituye en un excelente estímulo para seguir a Cristo, sabiendo que el modelo es el Señor, pero, los santos nos mueven con gusto a emprender la tarea siempre admirable de ser excelentes discípulos. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Definitivamente el Señor siempre es fiel y acompaña con gran poder y misericordia a su pueblo, cuidándolo de manera especial a través de pastores, profetas y santos. Hoy tenemos la figura de San Juan Bautista; es del único santo, junto con la Virgen Santísima, de quien se celebra la fiesta de su nacimiento y de su tránsito al Cielo. Esto nos da la medida de la grandeza de Juan Bautista en la historia de la salvación, pues, se trata del “Precursor del Señor”, el último de los profetas del Antiguo Testamento y el primero del Nuevo; el único profeta que pudo ver al Mesías, el esperado de todos los siglos, cara a cara. De él tenemos tanto para aprender: Que Dios siempre tiene misericordia de todos; que hemos de crecer en santidad y afianzar nuestro carácter para no equivocar el camino; que hemos de ser fieles a Dios hasta las últimas consecuencias, sin vender nuestras conciencias ante la doblez de la vida y la injusticia de la inmoralidad. Este Evangelio nos hace proclamar con alegría que la mano de Dios siempre está para acompañar nuestros pasos y llevarnos al feliz término de la santidad y la vida eterna. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Es tiempo para vivir la alegría como antídoto para la tristeza. Contrastes que tocan la vida existencialmente y son experiencia de vida, pero, cuando vamos sintiendo que la alegría es, particularmente, un fruto del Espíritu Santo y, por lo tanto, perdura, ¿por qué dar espacio a la tristeza? La tristeza desdice de la esperanza y oculta la alegría que está por sí misma en la persona, gracias al Espíritu Santo. Si esto es así, entonces, recordamos aquel bello verso poético: “Y no estés triste nunca, que es pecado estar triste” (Amado Nervo, 1898). Ciertamente si el pecado nos separa de Dios y la tristeza es opuesta a la alegría que nos trae el buen Señor de Cielo y Tierra, albergar vestigios de tristeza es negar la acción misma de nuestro Señor que trae paz y serenidad, es como “expulsar” al Espíritu de Dios de la vida. Jesús nos enseña que la alegría del mundo no lo es en verdad; dicho de otro modo, no hay mayor tristeza que la alegría mundana porque es un placer que pasa, un gozo fugaz que nos oculta la verdad y nos extravía del buen camino, una dicha que se evapora ingratamente y no deja nada, absolutamente nada. Vale la pena revisar la vida y pensar seriamente: ¿soy feliz? ¿soy alegre? ¿soy triste? Porque, como escribía Santa Teresa de Jesús, “¡cuán triste es Dios mío, la vida sin ti!”. La vida en Dios es alegría notoria, la vida sin Dios es tristeza evidente. _____________________ Recomendaciones prácticas: • Motivar a las familias para que instalen en sus casas el Pesebre y hacerlo bendecir por el párroco o su vicario. La bendición del pesebre se puede encontrar en el Bendicional nn, 1243-1251. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Al reunirnos hoy para celebrar nuestra fe, damos gracias a Dios por la alegría como don del Espíritu Santo. Lo hacemos en espíritu de gozo al recibir a Jesucristo, Señor nuestro, en su Palabra y Eucaristía. Celebremos esta liturgia con esperanza y amor. Monición a la Liturgia de la Palabra Al escuchar la Palabra de Dios, que siempre es viva y eficaz, atendamos con corazón limpio; la escuchamos en actitud de los discípulos que se nutren de la palabra que sale de la boca de Dios mismo para indicarnos siempre el camino de salvación. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Queridos hermanos, dirijamos con confianza al Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo Pastor de la Iglesia, nuestra oración y súplica, diciendo: R. Oh Señor, escucha y ten piedad 1. Pidamos al Señor por el Santo Padre Francisco, para que pueda proseguir su camino de confirmarnos a todos la fe y la alegría de nuestro discipulado. Oremos. 2. Por el don de la palabra, para que en este camino del Sínodo nos animemos a hablar con valentía y parresía, integrando la libertad, la verdad y el amor. Oremos. 3. Por los Gobernantes de las naciones; para que el Espíritu Santo los asista constantemente en su tarea, y puedan guiar a los pueblos por senderos de paz y prosperidad. Oremos. 4. Por los afligidos, para que encuentren alivio a sus dolores y sepan conservar la fe en medio de sus penas. Oremos. 5. Por esta Asamblea aquí reunida, para que viva plenamente su realidad bautismal con la alegría propia del Espíritu Santo. Oremos. Oración conclusiva Padre Eterno, reaviva en tu Pueblo Santo la alegría de tu presencia y haz que todos los bautizados sirvamos en la evangelización con gozo y generosidad. Por Jesucristo, quien vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén.

Jue 2 Dic 2021

Acompañar la fragilidad: confianza y esperanza para las familias en la prueba

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en el Vaticano, responsable de animar el año Familia 'Amoris laetitia', ha presentado el noveno video pedagógico titulado: Acompañar la fragilidad: confianza y esperanza para las familias en la prueba. En la reflexión ofrecida por el Papa Francisco se expone la fragilidad que hoy día han puesto a prueba a muchas familias, frente a ello dice el Pontífice es importante que la Iglesia Católica esté presente acompañando y brindando el apoyo necesario en estos momentos de crisis. “De ningún modo la Iglesia debe renunciar a proponer el ideal pleno del matrimonio, ella tiene la tarea de ir al encuentro de quienes desean permanecer cerca de Dios, para ayudarles a transformar sus fracasos y sufrimientos en oportunidades para caminar hacia la plenitud del Evangelio”. En este vídeo, que se refiere al capítulo octavo de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, el obispo de Roma expone que hoy más que nunca la pastoral familiar debe estar atenta a acoger, escuchar, acompañar y discernir, a las familias, ayudándolas “a consolidar el matrimonio y prevenir las fracturas”. Recuerda que cada situación es diferente, pero, “lo importante es usar el bálsamo de la misericordia para aliviar las heridas y hacer que las personas se sientan acogidas en el respeto de la verdad”. Acompaña a las palabras del Santo Padre el testimonio de la familia Likesya, de Mbandaka, una ciudad del norte de la Rep. Dem del Congo, quienes aseguran que «las crisis matrimoniales no son eternas y no tienen por qué conducir a la ruptura. Por eso es imperativo integrarlas para que puedan encontrar el diálogo, el perdón mutuo y la alegría del amor». Noveno subsidio: Acompañar la fragilidad: confianza y esperanza para las familias en la prueba Cada video está siendo acompañado de un subsidio, que puede ser utilizado de manera flexible tanto por las familias como por las distintas realidades eclesiales (jurisdicciones, parroquias, comunidades). Este material, además, está organizado en 4 partes, cada una de las cuales puede ser utilizada para profundizar en la familia o la comunidad, incluso en momentos diferentes. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar subsidio cartilla 9[/icon] Videos sobre la familia Cada mes se está publicando un vídeo con las reflexiones del Papa sobre la exhortación apostólica Amoris laetitia y testimonios de familias de todo el mundo. Este material, ha dicho el Dicasterio, es una invitación a “caminar juntos para redescubrir la familia como un don, a pesar de todos los problemas, obstáculos y desafíos que hoy debe afrontar”. Objetivos del Año Familia Amoris laetitia Entre los objetivos propuestos por el Dicasterio para Laicos, Familia y Vida se contempla la difusión del contenido de la exhortación apostólica Amoris laetitia, para hacer experimentar que el evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera. Asimismo, el anuncio de que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano, con la finalidad de hacer a las familias protagonistas de la pastoral familiar. También buscarán concienciar a los jóvenes sobre la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, así como ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar.

Jue 2 Dic 2021

Fidelidad a Jesucristo y a la Iglesia - I parte

Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve – Homilía de posesión Canónica – I PARTE - Nos reunimos en esta Catedral San José de Cúcuta, convo­cados por el Señor, para esta solemne celebración de acción de gra­cias, en la cual por Voluntad de Dios y llamado de la Iglesia en la Persona del Papa Francisco, asumo el encargo, como sucesor de los Apóstoles en esta porción del pueblo de Dios que pere­grina en la Diócesis de Cúcuta, donde se hace presente la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica que subsiste en esta Iglesia Particular, con la presencia del Obispo. En la Iglesia Católica tenemos el re­galo de la sucesión apostólica, así lo enseña la Palabra de Dios cuando nos dice que: “El Señor llamó a los que Él quiso y se acercaron a Él. Desig­nó entonces a doce, a los que llamó Apóstoles, para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar” (Mc 3, 13 - 15) y aprendieron de Jesús todo cuanto debían anunciar por el mun­do. Esta designación fue una elección gratuita de Dios, los Apóstoles no eli­gieron el estado apostólico, fue el Se­ñor quien los llamó, así lo expresa el apóstol San Juan: “No me eligieron ustedes a mí, fui yo quien los elegí a ustedes. Y los he destinado para que vayan y den fruto abundante y duradero” (Jn 15, 16). De esta mane­ra, ellos fueron hechos portadores del testimonio de Jesús, de su Muerte y Resurrección, del anuncio gozoso de la gran noticia de la misericordia del Padre para toda la humanidad y de la presencia permanente en la Iglesia de los misterios de la Salvación. La Iglesia que peregrina en Cúcuta ha sido bendecida por Dios con la siem­bra misionera que en el pasado em­prendieron hombres llenos de fe, que sin temores mundanos y con gran celo apostólico evangelizaron estos territorios gastando su vida en la alegría de llevar el mensaje de la salvación e invitando a la conversión. Quiero hacer especial reconocimiento a mis predecesores en el episcopado en esta porción del Pueblo de Dios, que han sembrado las semillas del Evangelio por estas tierras Nortesantandereanas y con su testimonio de vida y anuncio de la Palabra del Señor, han construido el Reino de Dios. Reconozco también la labor de muchos otros evangeliza­dores, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, que han cumplido ese encar­go, impulsados por el mandato de Je­sús: “Vayan por todo el mundo” (Mc 16, 15) y “hagan discípulos de todas las naciones” (Mt 28, 19), dando a co­nocer la Palabra de Dios, siguiendo el ejemplo de Jesucristo Buen Pastor que va tras la oveja perdida y da la vida por su rebaño. Hemos escuchado la Pa­labra de Dios escrita para nuestro consuelo y sal­vación. La primera lec­tura del profeta Jeremías, nos invita a reconocer la elección de Dios para la misión, como iniciati­va divina, sin mérito alguno de nues­tra parte y desde ese momento con el mandato misionero: “irás adonde yo te envíe y dirás todo lo que yo te or­dene… mira pongo mis palabras en tu boca…no tengas miedo” (Cfr. Jer 1, 4 -10), invitándonos en la segunda lectura del Apóstol san Pedro que he­mos escuchado, a todos los pastores a apacentar el rebaño que Dios nos ha confiado, no a la fuerza, sino con gusto, como Dios quiere; y no por los beneficios que pueda traernos, sino con ánimo generoso, siendo modelos del rebaño (Cfr. 1Pe 5, 2 - 7), para de­cirnos con esta palabra que toda nues­tra vida la conduce Dios, que estamos en sus manos y en salida misionera para hacer y amar la voluntad de Dios en nuestra vida. En la misión que cada uno tiene, en el ministerio episcopal y sacerdotal, en la vida de matrimonio y familia, en el trabajo, ahí estamos lla­mados a reconocer el plan de Dios para nuestras vidas y a hacer la Voluntad del Padre, siempre poniéndonos en las manos de Dios, repitiendo en nuestra oración diaria: “Padre, me pongo en tus manos”, descubriendo, haciendo y amando la Voluntad de Dios, sin torcer el plan que Él ha trazado para nuestra existencia, aún con las dificultades que puedan venir, pero con la certeza que en las manos de Dios todo lo podemos, repitiendo siempre, “todo lo puedo en Cristo que me da la fuerza” (Filp 4, 13). La nueva etapa que Dios nos permite comenzar en este día va a necesitar nuestros mejores esfuerzos de fide­lidad a la Voluntad de Dios, y todos sabemos, también noso­tros los sacerdotes, que el esfuerzo comienza por nuestra propia fidelidad al Señor que nos ha lla­mado a una misión, la de anunciar el Reino de Dios, ahora en esta Igle­sia particular de Cúcuta. Si hay algo que tenemos que cultivar con fortaleza y vigor, es saber entender que el Reino de los cielos lo tenemos que hacer crecer en nuestras comuni­dades, de manera que ninguno se pier­da. Solamente desde la sencillez de corazón podemos aceptar a Jesucristo en nuestras vidas. Para poder entender la magnitud y grandeza de la misión evangelizadora, necesitamos la gracia de la fidelidad a Jesucristo y a la Iglesia, que sostene­mos con la oración diaria, constante y perseverante de rodillas frente al San­tísimo Sacramento, la cual renovamos con la confesión frecuente, porque ne­cesitamos revisar nuestras decisiones cuando se oponen al plan que Dios tiene para nuestra vida, para vivir en estado de gracia y que ejercitamos con la caridad pastoral, en una entrega permanente y fiel al Pueblo de Dios, al cual nos debemos por elección predi­lecta del Señor. Por eso, nos alegramos hoy con esta celebración, que es el signo evidente de que Jesucristo, Buen Pastor, siempre está con nosotros y no nos abandona, Él siempre permanece fiel y nos ense­ña a ser fieles, cueste lo que cueste. Él es el único protagonista de la historia de la Iglesia y, por supuesto, de nuestra historia de salvación aquí y ahora. To­dos tenemos que volver la mirada a Él porque Él es quien dará éxito a nuestra misión actual. Es Él quien nos conoce por el nombre y quien nos llama por amor a su rebaño, Él es quien nos ali­menta con el banquete de la Palabra y de la Eucaristía, Él es quien tiene en sus manos nuestros esfuerzos y nues­tras vidas. Que sea Él quien me dé a mí la capacidad para llegar a cada uno de ustedes, por amor a Él mismo. Que me dé las fuerzas para seguir la labor evangelizadora de mis predeceso­res y la gracia para animar siempre a todos en la construcción del ideal que la Iglesia espera de nuestra Dió­cesis de Cúcuta. Entre nuestras prioridades pastorales en esta Diócesis de Cúcuta tiene que estar el deseo de seguir caminando con nuevo y renovado compromiso evan­gelizador, fortaleciendo el Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular, formando comunidades de fe, que ayu­den a transformar nuestra sociedad con la fuerza del Evangelio. Continuamos con esta nueva etapa de la Historia Sal­vífica, en esta porción del pueblo de Dios, con el deseo misionero de vivir el Evangelio de Cristo y de anunciarlo a todas las gentes, mirando las perife­rias físicas y existenciales de nuestra región y siendo Diócesis en camino sinodal y en salida misionera. Cúcuta, 20 de noviembre de 2021 + José Libardo Garcés Monsalve Obispo de la Diócesis de Cúcuta

Mar 30 Nov 2021

Subsidio de celebraciones para la conclusión del Año de San José

Con el propósito de animar en las Jurisdicciones Eclesiásticas la clausura del Año de San José, que concluye el próximo 08 de diciembre, en el marco de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, los Departamentos de Doctrina y Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), han preparado un subsidio de celebraciones litúrgicas, que ayudará a vivir este momento de fe para la Iglesia. Teniendo en cuenta el Proceso Sinodal que se adelanta en las Iglesias Particulares, este subsidio permitirá encomendar la etapa diocesana del Sínodo a la protección y amparo del Santo Patriarca, quien, desde hace 150 años, fue declarado “Patrono de la Iglesia”; también busca facilitar la presentación de la vida de San José, a quien el Papa ha definido como una “figura extraordinaria, tan cercana a nuestra condición humana”, como modelo de vida sinodal; es decir, abierto a la escucha, acogedor del prójimo, obediente a la voluntad de Dios y poseedor de virtudes y cualidades propias de quien quiere caminar sinodalmente. El subsidio propone cuatro celebraciones que pueden realizarse en las comunidades parroquiales y religiosas, y en diversos ambientes eclesiales, bien sea en su totalidad o eligiendo la que se crea más conveniente: un retiro espiritual, un septenario, una hora santa y la Misa Solemne que puede ser celebrada antes o después del 8 de diciembre en razón de que la Solemnidad de la Inmaculada tiene precedencia. "Año de San José" Recordemos que la Iglesia Católica puso su mirada desde el pasado 8 de diciembre 2020 y hasta la misma fecha de 2021 en San José, padre de Jesús de Nazaret y esposo de María. Con la Carta Apostólica Patris corde (Con corazón de padre), el Papa Francisco quiso rememorar el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal. Fue precisamente un 8 de diciembre de 1870 cuando Pío IX le otorgó este título a través del decreto Quemadmodum Deus, 16 años después de aprobar el dogma de la Inmaculada Concepción. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar subsidio[/icon]

Lun 29 Nov 2021

Un mundo sin alma

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo -En varios países del mundo se está dando, desde hace algunos años, una movilización social, que ahora está presente también en Colombia. A esto se añade la tensión producida por la violencia que nos ha azotado en las últimas décadas y las preocupantes situaciones generadas a partir de la pandemia del Covid-19. Todo va alimentando la reacción agresiva de las masas, puede ser con motivaciones acomodadas o aun sin razones concretas, pero en el fondo señalando que algo no funciona bien. Este descontento que está paralizando el país, que promueve un vandalismo que destruye servicios indispensables que entre todos hemos construido, que saca lo mejor y lo peor de las personas, más que a situaciones particulares, se debe a las formas de vida que ha generado un modelo de civilización, cuyos únicos valores y fundamentos son económicos, tecnológicos y políticos. Así se ha creado una sociedad injusta, donde sólo una pequeña parte de la población aprovecha toda la riqueza y para ello utiliza el poder político. A esto se suma la corrupción en el manejo del estado y en la actuación de no pocos servidores públicos, quienes en lugar de pensar a profundidad en la organización y el desarrollo integral de la sociedad, en lamentables componendas políticas, dilapidan los recursos y aceptan todo lo que impongan grupos internos o agendas foráneas, que les permiten detentar el poder y todos sus beneficios. Así quedamos todos bajo unos estereotipos impuestos por unas elites que, con diversos intereses, se pelean el mundo. De otra parte, la búsqueda de comodidad, de lujos y de hedonismo, transformó la vida en un ámbito comercial, donde no se encuentra ni el verdadero concepto ni la forma adecuada de alcanzar la felicidad personal y el bienestar de todos. Esa falta de respeto por la dignidad humana, de ausencia de solidaridad entre todas las personas y de creciente insatisfacción, llega a un punto intolerable. Entonces, los estallidos sociales muestran que estamos frente a un modelo de sociedad mal construido, que debe cambiar. Ante esta realidad, por supuesto, los gobiernos y toda la sociedad deben realizar un dialogo serio para recomponer lo que marcha mal; la clase económica debe patrocinar proyectos audaces para ayudar a los sectores más vulnerables y superar la inequidad; todos debemos propiciar diversas iniciativas para ayudar a quienes están sin los recursos indispensables y aún sin la fortaleza interior para vivir. Pero es preciso pensar que esto no basta y que con el tiempo seguirán creciendo los problemas morales y sociales, que generan indignación y llevan a estallidos imparables. Es preciso ir al fondo. El mundo no puede ser un cuerpo sin alma. La persona humana tiene el deber moral de trabajar sobre sí misma para tener gobierno de su mundo interior a partir de la conciencia; de lo contrario, los instintos y pasiones nos deforman, esclavizan y enfrentan unos contra otros. La visión que, en gran parte, ha construido la sociedad de hoy sólo ha pensando en un bienestar exterior. Si no hay un referente trascendente es imposible encontrar sentido, la calidad humana disminuye, muchos grupos humanos quedan sin protección y sin futuro y la verdadera justicia social nunca llega. La sociedad ha sido víctima de un engaño: creer que la producción y generación de riqueza era el sentido mismo de la vida. Esa dinámica nos puso en una permanente ansiedad, en un terrible individualismo y por último en una lamentable polarización y confrontación. Junto a esto una creciente secularización nos volvió la vida más compleja, más acelerada, más frívola y más triste. La vida se empobreció al desvanecerse los conceptos esenciales de sabiduría, de virtud y de trascendencia. Cada uno inventando el sentido para vivir y muchos mendigándolo en ideologías, que siendo sólo ideas, no pueden responder a la realidad integral de la persona. Ciertamente es preciso atender los problemas inmediatos, pero es necesario pensar también en una respuesta a fondo. La alegría de vivir, la fraternidad, la unidad en torno al bien común no se logran por una campaña publicitaria, ni por la promulgación de una ley, ni por la manipulación ideológica con los potentes medios de hoy, menos todavía por una revolución violenta. La vida verdadera sólo puede venir al mundo por una larga transformación cultural que vaya dando a las personas la sabiduría para vivir bien y la motivación para conducir rectamente su vida. Ahí está el gran servicio de la Iglesia a la humanidad. Es preciso que nosotros veamos claro y que actuemos con más audacia. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Lun 29 Nov 2021

Episcopado invita al Foro: Humanización en la atención médica

La Comisión Episcopal y el Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal de Colombia, de manera sinodal con médicos especialistas en temas de humanización de la salud, realizarán el próximo 2 de diciembre, de 8:00am a 12:30 p.m. hora de Colombia, el Foro: "Humanización en la atención médica". Así mismo, el día 3 de diciembre a las 9:00 a.m. en la Diócesis de Riohacha para la celebración de los actos conmemorativos del Día Panamericano del Médico, se ofrecerá una Eucarística pidiendo por todos los trabajadores de la salud y por las personas que han perdido la vida a causa de la Pandemia Covid-19. El Encuentro y la eucaristía se realizarán de manera virtual y serán transmitidos por las redes sociales de la Conferencia Episcopal Facebook y YouTube @episcopadocol y las redes de la Asociación médica Colombiana. En el foro participaran como ponentes: Monseñor Francisco Antonio Ceballos, Obispo de Riohacha, Dr. Juan Camilo Ramírez Ruiz, de Vita Fundation; Dr. Sergio Isaza, presidente de la Federación Médica Colombiana; padre Juan Carlos Liévano, doctor en Bioética y director del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la CEC; Dra. Luz Marly, Bacterióloga -Asesora de acreditación en salud; Tania Elisa Navarro, enfermera-ESE Hospital Universitario Santander; Ibeth Carines Díaz Granados, psicóloga- líder de humanización de medicina interna; Dra. Lila Margarita Pérez, médico anestesiólogo-Algesióloga; Sor Ernestina Aros, enfermera-gerentóloga; y Ana María Revelo, bacterióloga-Magister en calidad y auditoria en salud. Podrán inscribirse a través del siguiente enlace[icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]