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Iglesia

Mar 31 Jul 2018

Iglesia en Vichada y Guainía acuden a la solidaridad de los colombianos

Los departamentos ubicados al oriente del país llevan más de un mes soportando la ola invernal. El 50% del Guainía está inundado y 14 de los 28 barrios de Puerto Carreño, capital del Vichada, están afectados por el desbordamiento de los ríos. En diálogo con el obispo de Puerto Inírida, Monseñor Joselito Carreño Quiñonez, manifestó su preocupación ante el incremento de las lluvias, que dejan ya más de 14.108 familias damnificadas. Aseguró que la Iglesia está aplicando un plan de emergencia para brindar asistencia inmediata a las personas afectadas por esta ola invernal. “Hemos acudido a la ayuda de la Pastoral Social Nacional, a los bancos de alimentos de las ciudades de Villavicencio y Bogotá, y a personas de buen corazón, con el fin de solventar las necesidades básicas de los afectados”, aseguró el prelado. Monseñor Carreño Quiñonez, dijo que si bien la emergencia debe ser atendida inmediatamente, también se debe pensar en los retos que se tendrán que afrontar a futuro, donde un número alto de familias han perdido sus viviendas, los cultivos fueron afectados por el agua y sus animales murieron ahogados. Por su parte, el sacerdote, William Yesid Ibarra Díaz, representante de la Fundación San José Obrero, ente de la Iglesia en Inírida y por donde se están canalizando las ayudas, expresó que se requiere con urgencia alimentos, víveres, toldillos, kit de aseo, colchonetas y medicamentos. El padre Ibarra Díaz, comentó que ante esta emergencia, por medio del programa “Pan Compartido”, se reciben alimentos donados y miembros de la Fundación y personas voluntarias se encargan de preparar los alimentos diarios para los damnificados. Por último, dijo que los damnificados se encuentran albergados en el coliseo, en colegios, en la cancha deportiva del barrio Berlín y en un hogar de paso, pues la situación es muy crítica. Emergencia en Puerto Carreño Algo similar está viviendo Puerto Carreño, capital del Vichada, donde las comunidades se han visto afectadas por el desbordamiento de los ríos y cientos de personas han sido evacuadas de sus casas por inundaciones. Según las cifras emitidas por las autoridades, son 18 los resguardos indígenas asentados en Cumaribo, los que están inundados por los desbordamientos de los ríos que atraviesan la región. Aproximadamente en el departamento de Vichada ya son unas 4.040 personas damnificas, es decir, unas 1.292 familias. Según indicó monseñor Carreño Quiñonez, se está haciendo un trabajo articulado con el obispo de Puerto Carreño, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, para recibir por parte de algunas instituciones de la Iglesia las ayudas de atención a las comunidades. Así mismo, con el lema: “Lo que siente uno, lo sentimos todos. Ayúdanos a ayudar”, el Vicariato de Puerto Carreño realizará el próximo 04 de agosto la ¡Radiotón!, una actividad donde se tendrán actos culturales y la presentación de artistas locales. Los aportes que se recauden servirán para beneficiar a las familias damnificadas de esta tragedia natural.

Lun 30 Jul 2018

Concluyó en Yopal campaña “Abraza la Vida”

Concluye en la ciudad de Yopal la campaña: "Abraza la vida", y con ella queda una grata recordación de temas de reflexión como: La relación en pareja, la resiliencia y finalmente el Amor por la vida. Un grupo de personas con distintas profesiones y oficios nos comparten lo que significa para ellos el Amor por la vida. ADOLESCENTE Amor por la vida es respetarme y respetar al otro, es aprovechar cada oportunidad que nos dan nuestros padres con responsabilidad y amor, es saber dar un buen consejo a un amigo y así mismo recibir el de ellos. RELIGIOSA MISIONERA Amor por la vida es una misión de servicio al prójimo. Es entregarse verdaderamente pero que signifique servicio. Que proclamemos el reino y la palabra de Dios donde podamos hacerlo y donde nos lo pidan, para que así podamos sentir su salvación y hacer nuestra historia con sentido e inundar realmente nuestra vida. DOCENTE Amor por la vida para un educador es dedicar la mayor parte de su tiempo en planear bien las clases para que las orientaciones lleguen a los niños de la mejor forma posible; amor por la vida es dar todo lo que tiene uno como persona, como ser humano y mostrar el rostro de Dios a sus estudiantes; es ponerse en el lugar de los estudiantes en todo momento y tratarlos con amor, cariño y respeto, para que luego ellos puedan hacerlo con quienes lo rodean. MÉDICO Amor por la vida como médico que soy es enseñarle a mis pacientes estilos de vida saludables; la importancia de hacer actividad física diaria, además de tener una alimentación sana; Pero también amor por la vida para mí es curar las dolencias por las cuales mis pacientes me consultan, enseñarles cómo deben aprender a conocer su cuerpo y ante cualquier cambio acudir de inmediato a su médico. ESPOSO Amor por la vida es amar a mi esposa, creer y disfrutar de los lindos momentos de nuestros hijos, es tolerar cada momento de dificultad en el hogar, es querer lo mejor para los hijos, formar a los hijos dentro de los valores, es orar con la familia; amor por la vida es sencillamente la felicidad en medio de nuestros corazones. CAMPESINO Amor por la vida es levantarme por la mañana con Dios y la Virgen María para trabajar y llevar el sustento para mis padres, mi esposa y mis hijos y para tener una buena salud en la vida y en el trabajo. NIÑOS Amor por la vida es tener muchos amigos y jugar con ellos; es tener a Dios en el corazón. La campaña “Abraza la vida”, que arrancó el pasado 8 de julio en Yopal – Casanare, buscó implementar mecanismos de ayuda dirigidos a la comunidad, para la reducción de la violencia auto-infligida o comúnmente llamadas conductas suicidas. Fue una iniciativa de la Alcaldía Municipal, con el apoyo de la diócesis y organizaciones sin ánimo de lucro de esta ciudad. Al finalizar esta iniciativa, sus organizadores dejan abierto el interrogante: ¿Qué es el amor por la vida para ti? e invitan a abrazar la vida, amarla, respetarla y cuidarla desde el momento de su concepción hasta la muerte natural.

Lun 30 Jul 2018

“El progreso no ha tocado a las personas”: Mons. Ossa Soto

Así lo manifestó el obispo de la diócesis de Santa Rosa de Osos, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto ante la emergencia que afecta a su jurisdicción desde hace tres meses, cuando el desborde del río Cauca colapsó la estructura, en plena construcción, de la represa hidroeléctrica más grande de Colombia, dejando a familias enteras damnificadas y sin nada. En una entrevista concedida a la revista Vida Nueva, el prelado dijo que “en Hidroituango todavía hay una emergencia”. Aun cuando en los medios de comunicación, el tema ya no es una prioridad en la agenda, el prelado ha asegurado que “todavía no han levantado la alerta roja en varios municipios, eso significa que en algunos corregimientos la gente todavía está viviendo en albergues”. La Iglesia no abandona a las comunidades PREGUNTA.- ¿En qué contribuye la Iglesia para paliar esas situaciones? RESPUESTA.- Lo más importante lo expresé en un comunicado a los fieles y a la opinión pública. La parte social que ejerce la Iglesia es precisamente la caridad con el acompañamiento, el que nosotros estemos presentes en los albergues y durante la mayor crisis. Los sacerdotes en ningún momento abandonaron a las comunidades, sino que estuvieron asumiendo el riesgo con los fieles. A través de la pastoral social de la diócesis y a nivel nacional los hemos acompañado en lo que hemos podido, porque económicamente es más responsabilidad del Estado, de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), por eso hemos estado pendientes de que cumplan y lleven su compromiso con las comunidades a cabalidad. “Primero hay que tomar el control de la situación” P.- ¿Cómo evalúa el impacto ecológico que esta “gran obra” ha causado? R.- Es la obra de ingeniería más grande de Colombia y es de esperar que se salve, pero ha generado impactos ambientales y se ha salido de lo planeado, porque toda gran obra genera grandes impactos. Lo que pasa es que hay que mirar no sólo las reparaciones desde los daños causados, sino desde las compensaciones en bienestar, desde la verdadera responsabilidad social para las comunidades que se afectan, [pero] primero hay que tomar el control de la situación para posteriormente hacer los debidos controles ambientales, técnicos, de alta ingeniería para recuperar las afectaciones ambientales ocurridas. Primero la gente y el medioambiente P.- ¿La Iglesia ha conversado con las autoridades de cara a prevenir estas eventualidades? R.- Esperamos que esto se vaya superando y no pase más, puedan hacerse los controles debidos y se asuman las responsabilidades frente a las comunidades y al medioambiente. Eso no le toca a la Iglesia, a la Iglesia le toca en el sentido de hacer alertas tempranas, de avisar. Ahora lo que importa es superar esta situación. Lo que debemos pensar como Iglesia es que realmente a las personas se les atienda, pensar en cómo van a retornar a sus casas, para que puedan incorporarse a su vida ordinaria, volver a su trabajo. Todo esto nos mueve a replantear muchas cosas, no sólo con lo que pasó en Hidroituango, sino [con relación] a la vida que de la gente cerca de un río, de las dimensiones que sea. Exigiría sin duda otro replanteamiento a futuro, porque la gente vive en condiciones muy limitadas, de mucha pobreza. Es mirar uno que la Troncal de Occidente que pasa por Antioquia, es una de las principales vías del país, ¿y qué ha generado y contribuido al desarrollo? La pregunta en este caso sería si han contribuido, todas estas obras, al desarrollo de las comunidades que están en las laderas, en la margen del río o a la vera del camino. Lo que quiero decir es que el progreso pasa y ha pasado, pero no ha tocado a las personas. “Si no hubiera corrupción, alcanzaría para todos y sobraría” P.- ¿Hidroituango qué tanto ha contribuido al desarrollo de las comunidades? R.- En un país donde los pobres son invisibles, que fomenta inequidades, la pérdida de una tabla o una gallinita –como me decían ellos en sus diálogos espontáneos–, es una gran pérdida, el quedarse sin animalitos, sin cama, porque esa es su riqueza y la riqueza de ellos es su ambiente. El país necesita mirar más la situación de los pobres y trabajar por la equidad y la justicia. Esperemos que se hagan programas de Estado que apunten a despertar la solidaridad y la responsabilidad de todos, sin generar luchas de clases ni enemistades. Si no hubiera corrupción alcanzaría para todos y sobraría. Con respecto a Hidroituango, es una cosa muy difícil de evaluar. Creo que en los momentos vividos y en esa situación se ha actuado con prontitud y con bastante responsabilidad. Somos simplemente acompañantes de las comunidades y a cualquier proyecto o institución les diremos con toda la libertad lo que consideramos dentro de la ley y la justicia, incluso haremos lo posible por hacer que las comunidades sean partícipes de lo que es de ellas. Desde el respeto nos convertimos en la voz de los que no tienen voz. Tomado: Revista Vida Nueva

Lun 30 Jul 2018

Cristianos santos y alegres (II)

Por: Mons. Víctor Ochoa Cadavid - Hemos iniciado hace algunos días, en las páginas de La Verdad, una presentación de la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXSULTATE (Alegraos y regocijaos) del Papa Francisco, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual. Con orden hemos repasado cómo la santidad es un llamado para todos los miembros de la Iglesia, que sigue a Cristo. La santidad es un camino para todos hacia Jesucristo en la vivencia y experiencia de su Evangelio. Deseo ahora continuar con esta reflexión y repaso de las enseñanzas del Santo Padre Francisco. El Papa Francisco nos llama la atención sobre dos falsas ideas de la santidad que son de gran actualidad. La primera falsificación a la cual se refiere el Obispo de Roma es la del “Gnosticismo” (Donde el conocimiento y el saber algo es fruto de la razón y de los sentimientos), donde nos limitamos a los conceptos, a las ideas, a una concepción de la santidad fundamentada solo en ideas y en estructuras de pensamiento. El Santo Padre nos invita a no olvidar tocar con nuestras manos la “carne sufriente de Cristo” (n. 37). Con esta afirmación plantea el peligro de que la espiritualidad y los principios que surgen del Evangelio, fundamenten solo una doctrina teórica. Esta forma indebida de espiritualidad aparece lejos de la realidad. Es la vía contraria a la oración, la devoción, la piedad que solo pone su fuerza en la doctrina. La segunda falsificación es la del “pelagianismo” (Una doctrina que no corresponde a la de la fe católica, que es una herejía, propuesta por Pelagio, entre los siglos IV y V; donde el pecado original no existe). Entonces, según Pelagio, la gracia de Dios, se alcanza sólo con la voluntad del hombre, confiando sólo en las propias fuerzas (n. 49). Parecería que el hombre es capaz de alcanzar sólo con su voluntad y decisión la santidad. La santidad sería sólo un esfuerzo humano, fruto de la aplicación y del trabajo virtuoso del hombre, sin la participación de Dios. El proceso que lleva a la Santidad pasa por el reconocimiento de los propios límites, la gracia y el don de ella presupone nuestra naturaleza. El Papa Francisco cita una frase que nos puede iluminar y que es tomada del libro del Génesis: “Yo soy Dios Todopoderoso, camina en mi presencia y sé perfecto” (Gen 17, 1). La santidad es una llamada a la perfección, en esta realidad el hombre alcanza la posibilidad de ser lo que Dios quiere (n. 51). El Papa nos recuerda la doctrina del Catecismo de la Iglesia Católica (Catecismo n. 1998): “El don de la gracia sobrepasa las capacidades de la inteligencia y las fuerzas de la voluntad humana” y, que frente a Dios, no hay ningún mérito del hombre. Una frase es bien clara: “Solamente a partir del Don de Dios, libremente acogido y humildemente recibido, podemos cooperar con nuestros esfuerzos para dejarnos transformar más y más” (n. 56). La santidad es asociada a la “pertenencia” a Dios, donde el hombre es propiedad de Dios, para mostrarle, amarle y servirle. Una llamada precisa y clara para cada uno de nosotros donde ponemos lo mejor de nuestras capacidades. La santidad es hacer crecer la vida de la gracia en nosotros y esto esta íntimamente ligado también al crecimiento de la caridad en cada uno de los hijos de la Iglesia. Esta llamada a la santidad es una llamada universal, una llamada que toca a todos y a cada uno de nosotros (no se puede llegar a que el Evangelio sea de unos pocos, de una clase muy selecta de cristianos). La santidad necesita del esfuerzo humano y de la doctrina, pero no es solamente esto, es una experiencia vivida y personal que cada hombre, cada miembro de la Iglesia debe realizar. La experiencia de la santidad es el seguimiento de Cristo, de sus enseñanzas, para toda la comunidad de los Discípulos del Maestro. El Papa Francisco nos invita a mirar el rostro de los hermanos que sufren, de los frágiles, de los indefensos y de los que muestran el dolor. Él nos pide revisarnos para evitar estas dos tentaciones de vida. No todo depende de nuestra voluntad, ni tampoco de un rígido modelo de vida que es sólo doctrina. Compartiendo con ustedes, queridos lectores, estas reflexiones, deseo invitarlos a reconocer que esta llamada es una invitación para todos, la comunidad de fe no puede abandonar a ninguno de los hermanos en la fe. Además, se encuentra una vía especial, la vía del servicio y de la entrega a los demás que suscita en nosotros la caridad de Cristo. Los invito a seguir a Dios, a servirlo, a amarlo y a mirar su presencia en los otros, especialmente los que sufren. + Víctor Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta [icon class='fa fa-download fa-2x'] LEA: Cristianos santos y alegres (I)[/icon]

Sáb 28 Jul 2018

Cinco panes y dos peces

Por: Mons. Omar Mejía Giraldo - Hemos venido contemplando a Jesús, el Maestro, en la versión del Evangelio de San marcos; sin embargo, hoy y durante seis domingos, vamos a detenernos en el Evangelio de San Juan. Comenzamos hoy proclamando los primeros quince versículos del capítulo seis, titulado por algunos estudiosos de la biblia como el “discurso eucarístico o discurso del pan de vida.” Contemplemos una primera actitud de Jesús: Él se va a la otra parte del lago de Galilea, lo seguía mucha gente, porque veían los signos que hacía con los enfermos. Sube Jesús, el Maestro a la montaña y empieza a enseñarle a sus discípulos. En este primer instante, el Señor, quiere estar a solas con sus discípulos, busca formarlos y por eso, recurre a un espacio silencioso, en donde haya tiempo para la intimidad, el recogimiento y la cercanía. Jesús, se sienta, porque es el Maestro que enseña con sabiduría. Sus palabras son sabias, sus enseñanzas son sensatas; no enseña como los escribas y fariseos sino con autoridad. Su autoridad le viene del Padre, pero también de su compromiso con la comunidad. Recordemos las enseñanzas centrales de Jesús: El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca, conviértanse y crean en la Buena Nueva. Jesús está invitando a sus discípulos a restablecer la alianza con Dios Padre. Es ahora el tiempo de la Alianza Nueva y Eterna. Jesús, el Maestro y el Señor, es la presencia de Dios en medio de su pueblo, Él mismo es la Sabiduría divina en medio de sus discípulos y en torno a la multitud. Él mismo es la plenitud de Dios en medio de su pueblo, es la plenitud de la revelación, es el sacramento de la Alianza Nueva y Eterna. Contemplemos una segunda actitud de Jesús: Él no es indiferente, la multitud lo sigue, levanta los ojos y ve la muchedumbre, “que anda como ovejas sin pastor”. Al ver el gentío siente compasión y se preocupa de ellos que necesitan un alimento. Él mismo se hace cargo de dar de comer a la gran multitud que lo sigue, pero antes, invita a Felipe para que les de comer. Dice la Palabra que lo decía, para tantear a Felipe, pero Él sabía lo que iba a realizar. Felipe ve el obstáculo del dinero, como todo ser humano, piensa en clave cuantitativa. Los hombres pensamos muy diferente a Dios, la abundancia de gente nos asusta, porque supuestamente no tenemos dinero suficiente para comprar pan para alimentar la multitud. Dios y el “hombre de Dios” piensa y actúa en clave de compasión, misericordia, confianza, en clave de compartir (primera lectura). El profeta Eliseo no retiene para él lo que ha recibido como ofrenda, él mismo da la orden de compartir las ofrendas que le han traído. Desde la fe el pensamiento y el actuar es cualitativo y no cuantitativo. El secreto de la vida está en la providencia de Dios y no en nuestra tacañería humana. San Ambrosio dice: “Dios es infinitamente providente, pero nosotros le atamos sus manos con nuestra desconfianza.” Recordemos la canción: “Un niño se te acercó aquella tarde, sus cinco panes te dio, para ayudarte, los dos hicieron que ya no hubiera hambre.” El Evangelio narra que hay un muchacho que aportó cinco panes de cebada y dos peces. Y luego el Señor dijo la acción de gracias, los evangelios sinópticos dicen que Jesús miró al cielo. Su oración se dirige al Padre. El Señor realiza un acto de confianza en su Padre. El muchacho o el niño, nos representa a cada uno de nosotros y Jesús mismo con su oración, con su misericordia y compasión actúa como Dios. El secreto mis queridos hermanos está en ofrecer a Dios lo poco o mucho que somos y tenemos para que Él lo multiplique. No se nos olvide lo que dice la Palabra: “Quién es fiel en lo poco se le confiará lo mucho.” El niño ofreció cinco panes de cebada y dos peces, el alimento de los pobres. Éste alimento lo cargaban en la mochila, para tomarlo durante el camino y para compartirlo con quien lo necesitará. Cuando tomamos la iniciativa de ofrecerle a Dios nuestra pequeñez Él la multiplica y hace que produzca frutos en abundancia. Del Evangelio de hoy podemos aprender muchas enseñanzas prácticas, miremos: Jesús el Señor, tiene instantes de soledad, pero también instantes en medio de la muchedumbre, de ambos momentos disfruta con igual alegría e intensidad. Aprendamos de Jesus, que la persona madura no está dividida, disfruta con igual intensidad de los momentos de soledad como de los momentos en medio de la gente. La mayoría de nuestras dificultades están en nuestro egoísmo, brotan de nuestras incapacidades para compartir con los demás. Si compartiéramos más, con seguridad que seriamos mucho más bendecidos. La mayoría de nuestras dificultades no están en los demás, por lo general brotan de lo profundo de nuestra alma, brotan de nuestro egoísmo y de nuestras cegueras frente a las necesidades de nuestros hermanos. Nuestras crisis en su generalidad nos vienen de nuestras frustraciones, de nuestras derrotas, de nuestros pecados, de la incapacidad de abrirnos a la gente que en un momento determinado nos necesita. Jesús dice: “Digan a la gente que se siente en el suelo.” Hermanos, es necesario ser obedientes, escuchar a Jesús, creerle al Señor, creerle a la Palabra de Dios. El mayor problema que tenemos es que muchas veces somos cómodos, nos volvemos insensibles, flojos y nos da miedo compartir porque nos falta más confianza en la providencia divina. Otro detalle más: Jesús invita a que se recoja lo que ha sobrado para que nada se desperdicie. De la Palabra de Dios aprendamos: Nuestros bienes no son para malgastarlos, pero si son para hacer el bien. En esta cultura del descarte, volvamos a pensar en lo eterno y duradero. Recordemos que el único que nunca pasa es Dios y lo que Él nos da, todo lo demás es pasajero y efímero. En este mundo no somos eternos, “no nacimos para semilla”. Es hora de ser más providentes, es hora de compartir. Lo que somos y tenemos es porque Dios nos lo ha donado o mejor nos lo ha prestado por un rato. La Palabra de Dios nos convoca a vivir en la dinámica del amor, de la generosidad, del compartir y de romper nuestros egoísmos. Comunidad donde hay un hermano que sufre necesidades básicas es una comunidad que aún no ha sido evangelizada. Cuidemos los bienes que Dios nos ha dado: amemos y cuidemos la naturaleza, Dios nos la ha dado para que la disfrutemos, pero también para que la preservemos y la compartamos con los demás. Amemos y cuidemos el agua, es el gran patrimonio de la humanidad, hoy que la tenemos en abundancia conservémosla y no la desperdiciemos, todos necesitamos de ella. No desperdiciemos el tiempo, guardémoslo con cuidado y utilicémoslo para el beneficio de los demás. Jesús, el Señor, se nos da como el gran alimento para preservar la vida fraterna, no lo desperdiciemos, compartámoslo, démoslo a conocer, anunciémoslo y vivamos felices en su presencia. Que no se nos olvide una sentencia final: ¡La comida que desperdiciamos, se la robamos a los pobres! + Omar Mejía Giraldo Obispo de Florencia Evangelio: Juan 6,1-15 En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente dijo a Felipe: ¿Con qué compraremos panes para que coman éstos? (lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer). Felipe le contestó: Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces, pero, ¿qué es eso para tantos? Jesús dijo: Digan a la gente que se siente en el suelo. Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron: sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados; lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: Recojan los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo. Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo. Para orar, meditar y vivir Cinco panes y dos peces Un niño se te acercó aquella tarde, sus cinco panes te dio, para ayudarte, los dos hicieron que ya no hubiera hambre, los dos hicieron que ya no hubiera hambre. La tierra, el aire y el Sol son tus regalos y mil estrellas de luz sembró tu mano el hombre pone su amor y su trabajo, el hombre pone su amor y su trabajo. También yo quiero poner sobre tu mesa mis cinco panes que son una promesa, de darte todo mi amor y mi pobreza, de darte todo mi amor y mi pobreza. Tarea: 1. Leer la exhortación del Papa Gaudete et exsultate, números del 43 al 49. 2. Compartir, compartir con alegría, ya que el mundo se olvido de compartir.

Vie 27 Jul 2018

Réplica del lienzo de la Virgen de Chiquinquirá se queda en Sincelejo

La imagen peregrina de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, reina y patrona de Colombia, que visitó por estos días la ciudad de Sincelejo, se quedó en esta Jurisdicción. Los frailes dominicos la donaron, con motivo del centenario de la coronación. La misma fue entronizada en la Catedral San Francisco de Asís, en durante una celebración eucarística que se realizó el pasado 25 de julio y que fue presidida por monseñor José Clavijo Méndez, obispo de la diocesis de Sincelejo. La imagen llegó de la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá́, en Boyacá́, donde la Orden de los Predicadores cuida del lienzo original. Monseñor Clavijo cedió́ a fray Anderson Aguirre Sánchez, uno de los dos regentes llegados a Sincelejo con la réplica, el espacio para pronunciar la homilía. El sacerdote dominico resaltó que la Virgen invita a todos a “encontrarnos con Jesús, porque, si en Chiquinquirá́ Dios puso su mirada en un lienzo que estaba roto, destrozado, utilizado para lo que no era, así́ Dios mira la vida de los colombianos, de esta diócesis de Sincelejo, y pone su mirada sobre aquello que está roto, destrozado, mal utilizado”. “La historia del lienzo de la Virgen de Chiquinquirá́ es una historia que todo el pueblo colombiano ha vivido durante tanto tiempo, cuando nuestra vida es maltratada, cuando nuestra vida no está́ bien utilizada, cuando nuestra vida se rompe, como se rompió́ este lienzo”, señaló́ el religioso. El religioso subrayó que la devoción de una mujer venida de España permitió́, sin embargo, que la pintura fuera puesta de nuevo en un lugar de importancia en una casa, donde con una indígena y un niño como testigos, se renovó́ y retomó su color brillante. “Así́ debe ser la vida de todos los colombianos: retomar, coger color, tomar vida. Y a eso queremos invitar este año. Sin la renovación de lienzo, los colombianos no la hubiéramos proclamado reina de Colombia. Pero ella se renueva, vuelve a lucir sus luces, vuelve a mostrar su mirada”, reflexionó. Por su parte, monseñor Clavijo Méndez, concedió́ la indulgencia plenaria a los fieles preparados y agradeció́ a los dominicos por este invaluable gesto con la diócesis de Sincelejo, que refuerza la preparación del Sínodo Diocesano “Vengan y verán” (Jn 1,39). “Tener la visita de la Virgen de Chiquinquirá́ es una privilegio para nuestra diócesis y tener la presencia de los frailes de la Orden de los Predicadores es también otra gracia. Este año en que estamos trabajando en la preparación del Sínodo Diocesano nos cae muy bien esta visita de la Virgen. Esta celebración tiene un significado muy especial de consagración de la diócesis, de consagración de las familias y de seguir el camino de María, el que ella nos trazó́; ella que se enamoró́ de Colombia y se renovó́ en el corazón de todos nosotros”, expresó el prelado. [icon class='fa fa-download fa-2x'] LEA TAMBIÉN: Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de gira por Colombia[/icon]

Vie 27 Jul 2018

Fallece madre del obispo de Ipiales

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresa sus más sentidas condolencias al obispo de Ipiales, monseñor José Saúl Grisales Grisales, por el sensible fallecimiento de su señora madre Betsabé Grisales de Grisales. Las honras fúnebres se realizarán mañana sábado 28 de julio a las 10:00 am. Parroquia Nuestra Señora de Belén (Cra. 77. # 30A - 17), en la ciudad de Medellín. El episcopado colombiano al elevar sus plegarias por el eterno descanso de la señora Betsabé, manifiesta su compañía y solidaridad con la familia del obispo de Ipiales.

Jue 26 Jul 2018

“Que la pasión que hoy tenemos por la paz continúe”: Mons. Henao

Durante el primer encuentro de Consejeros y Consejeras de Paz, Monseñor Hector Fabio Henao, director de la Pastoral Social y Presidente del Comité Nacional de la Comisión de Paz, Reconciliación y Convivencia, manifestó que “la construcción de paz es una obra artesanal que requiere pasión, paciencia, experiencia y tesón, con lo cual hemos estado comprometidos luego de la firma de los acuerdos de paz”. Señaló también que en los territorios se ha vivido el deseo de apostarle a la paz, lo cual ha puesto de manifiesto la necesidad de unir todos los esfuerzos y voluntades para trabajar de fondo y lograr una paz de largo plazo que de raíces profundas por el respeto y la dignidad humana, donde la paz sea considerada un bien público y de toda la sociedad colombiana. Durante su intervención dijo además, que el diálogo que sigue por la paz es con los territorios y con los sectores múltiples de esta sociedad que están representados en los Consejos de Paz. Planteó que dentro de esta tarea, está la de discutir la pedagogía para la paz y su apropiación. “Allí la participación de las víctimas ha sido muy decisiva por su deseo de apostarle a que esos hechos que han sufrido no se repitan nunca más, que nadie tenga que sufrir las atrocidades que hemos tenido que vivir a lo largo de décadas”. Los encuentros regionales y los diálogos locales realizados durante este año en los territorios representan la puesta en marcha de un plan concreto que se acerca a las necesidades de las comunidades y que se espera se materialice en los lineamientos de política pública de paz, reconciliación y convivencia. Monseñor exaltó la necesidad de que estos parámetros sean profundizados y se conviertan en una política pública del Estado colombiano. De igual forma, comentó que “esperamos ver pronto plasmado el acuerdo con el ELN y que esto lleve a configurar una paz estable y completa en Colombia”. A través del prelado, el Consejo de Paz expresó su agradecimiento al Presidente Juan Manuel Santos por la pasión, la paciencia, la experiencia y el tesón que demostró junto con el equipo de gobierno en favor de la construcción de la paz. Seguido dijo: “queremos que la pasión que hoy tenemos por la paz continúe y se perpetúe”. Por su parte el Presidente Juan Manuel Santos agradeció a los Consejeros y Consejeras de Paz por su apoyo y trabajo a favor de la construcción de la paz en Colombia, al tiempo que instó a perseverarla y pidió no dejarla desviar, “apóyenla, cuídenla, que es lo más importante que les podamos dar a nuestros hijos, dejar a nuestras próximas generaciones, y es lo más importante que tiene Colombia para fortalecer y hacer realidad hacia el futuro”. Cabe recordar que el Comité Nacional es un órgano ejecutor de las decisiones de este Consejo que una de sus funciones es el diseño y ejecución del Programa de Reconciliación, Convivencia y Prevención de la Estigmatización, con participación de las entidades territoriales. Fuente: Of. de comunicaciones Pastoral Social Foto: Presidencia de la República de Colombia