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Iglesia

Mié 15 Ago 2018

La Iglesia tiende puentes de solidaridad frente al fenómeno migratorio

Durante la primera jornada de trabajo, los asistentes al Encuentro Nacional de Directores de Pastoral Social, que se realizá en Bogotá, abordaron el tema de las migraciones, y en particular, la difícil realidad que están viviendo los migrantes venezolanos. Este tema fue tratado en el Conversatorio titulado: “Tendiendo puentes de solidaridad para la migración en Colombia”, que contó con los aportes de: Lina Peña Tabera, especialista en el trabajo con migrantes desde la Pastoral Social Nacional; la hermana Teresigna Monteiro, Secretaria Ejecutiva de la Fundación y Atención al Migrante en Bogotá; y Adriana Buchelli, Oficial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para la Protección de los Refugiados (ACNUR). Este espacio fue moderado por el padre Enán Xavier Humánez, Subdirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social. La especialista Lina Peña Tabera, recordó que se viene realizando un trabajo conjunto con las 76 jurisdicciones del país en la atención a esta población desplazada. “El desafío de la migración que nos ha planteado Venezuela nos ha cambiado la historia como país, por eso el primer ejercicio que estamos haciendo es ser conscientes de que no somos un país expulsor. Las cifras nos recuerdan que tenemos 4.800.000 colombianos fuera y 8 millones de víctimas desplazados internos en Colombia, por ello tenemos que desarrollar una conciencia como país de tránsito, de destino y de retorno”, explicó la especialista. Así mismo, durante su intervención la hermana Teresigna Monteiro, insistió en la importancia de acoger y evitar la xenofobia que se ha incrementado contra esta población. “Hago un llamado urgente para que acojamos a los migrantes venezolanos como hermanos. Pensar que años atrás estuvimos allá y sabemos que ellos nos acogieron (…) Hay mucha xenofobia, inclusive pensando que todos los venezolanos han venido a robar. El caso de niños que cuentan ser rechazados dentro de los colegios por ser venezolanos. Demos la mano, acojamos al migrante, no los discriminemos, son personas de bien”, expresó. La religiosa manifestó su preocupación frente al incremento de la población venezolana que sigue llegando a Colombia, indicó que en el 2017, en el centro de Atención de la Terminal se recibieron 3.225 migrantes y este año, hasta junio, ya se tenían 5.689. Aclaró, además que a julio se triplicaron estas cifras pues a diario están llegando entre 150 y 200 personas. Algunos de los desafíos planteados para el trabajo que adelanta la Fundación y Atención al Migrante de la comunidad de las religiosas Scalabrinianas, está el poder ayudar a los migrantes a conseguir la legalidad de su estadía en el país y apoyar a los niños que nacen en Colombia. “Se está organizando con el Gobierno para que por lo menos se legalice a los niños que nacen aquí en Colombia. Yo veo algo y es que debemos tocar el corazón del Estado para que nos ayude con este tema”, puntualizó. Durante su intervención la politóloga Adriana Buchelli, Oficial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para la Protección de los Refugiados (ACNUR), resaltó el apoyo de la Iglesia, a través de la Pastoral Social, como aliada para atender a los refugiados y ahora de manera particular con el caso a los migrantes venezolanos. Tenemos que tener claro cuáles son las situaciones de desplazamiento forzado y crisis de DD.HH. que se está generando en el país, tanto en virtud del conflicto armado, la violencia y ahora la atención a los migrantes venezolanos, esto nos permitirá seguir respondiendo de manera asertiva a esta población”, afirmó. Frente al fenómeno migratorio de venezolanos a Colombia, aseguró que hay más de 800 mil personas con reconocimiento oficial por parte del Gobierno, alrededor de 150 mil colombianos que han retornado al país. Por esta razón se está fortaleciendo la presencia de ACNUR en ciudades como: Bogotá, Cúcuta, la Guajira, Medellín, Pasto y ahora en Barranquilla. Finalmente mencionó el trabajo que ACNUR está realizando a través de la campaña: “Somos Pana” para vencer la xenofobia hacia los venezolanos “se tratar de mandar mensajes a la sociedad del problema que sufren los migrantes sobre todo con el tema de la xenofobia”. En la primera jornada de este encuentro se reflexionó acerca de la labor social de la Iglesia como constructora de paz y las acciones que viene desarrollando para generar puentes de solidaridad frente al tema migratorio.

Mar 14 Ago 2018

La construcción de paz es un compromiso de la Iglesia

La labor social de la iglesia en la construcción de Paz fue uno de los temas centrales durante el primer día del Encuentro Nacional de Directores de Pastoral Social que inició con la participación de cerca de 80 directores y delegados de las jurisdicciones eclesiales del país. Para reflexionar sobre este tema, se realizó un conversatorio moderado por Monseñor Héctor Fabio Henao donde participaron, Thomas Bamat, experto y consultor en construcción de paz internacional-Catholic Relief Services; Rosa Inés Floriano, experta en procesos comunitarios de transformación social y construcción de paz del Secretariado Nacional de Pastoral Social; y Nelson Tapasco, representante de la iniciativa local de paz de las veredas Las Brisas, Doradas Altas y Caraño, del corregimiento El Caraño, en Florencia, Caquetá. En sus intervenciones se destacó la importancia del papel que cumple la Iglesia de cara al cumplimiento de los acuerdos de paz y diálogos con el ELN, “la Iglesia tiene que ser firme en ese sentido, hay que trabajar a nivel de base, de comunidades, de territorios, de abajo hacia arriba”, señaló Thomas Bamat, refiriéndose a los retos que se tienen en el postconflicto y ante el panorama de polarización que vive el país. Además puntualizó que “en el trabajo por la paz es necesario tomar en cuenta la justicia y la gobernanza. A nivel nacional es muy importante que la Iglesia mantenga su independencia”. Durante el conversatorio, se resaltó la necesidad de promover liderazgos de tipo circular en las comunidades de base. También se trajo a colación la necesidad de proteger a líderes y lideresas defensores de derechos humanos e identificar entornos protectores para estos roles comunitarios. Sobre esto, Rosa Inés Floriano comentó que es oportuno hacer un análisis crítico de la realidad, promover un liderazgo horizontal reduciendo los niveles de riesgo para la protección de líderes defensores de derechos, “por ello la Iglesia debe tener la capacidad de favorecer diálogos seguros, entornos protectores y relacionamiento con actores para movilizar respuestas”, advirtió. En su intervención, Bamat dijo que construir la paz lleva tiempo y por eso, el compromiso de la Iglesia es de largo alcance, aprovechando su capacidad de dialogar con todos los actores involucrados en la construcción de la paz y potenciando otras voces. “Hay personas que toman en serio esta vocación de ser hacedores de paz y que pueden liderar diálogos de entendimientos, esfuerzos con las instituciones para que haya cambios no solo en los corazones y las relaciones interpersonales, sino también en las instituciones y en las políticas.” indicó. Igualmente, los panelistas concluyeron que la construcción de las iniciativas de paz apoyadas por la Iglesia, constituyen una excusa para que la gente se congregue y trabaje por su comunidad. La construcción de paz se hace desde las bases, lo cotidiano, desde las oportunidades, no dependen de un proyecto. El cambio empieza reconociendo y resolviendo lo propio para que las comunidades logren solucionar sus problemáticas y con ello, se evite que agentes extraños lleguen a suplir esta labor que es responsabilidad de las comunidades. Finalmente, el líder Nelson Tapasco recordó que la reconciliación debe llevarnos al perdón. “Los ejes centrales de la paz deben pasar por encaminarnos hacia el perdón. Si esto no se logra será imposible la reconciliación y si no hay reconciliación no alcanzaremos la convivencia soñada”.

Lun 13 Ago 2018

15 Años de creación de la diócesis de Soacha

Por: Mons. José Daniel Falla Robles - Hace 15 años, por bondad de Dios y disposición de Su Santidad el Papa San Juan Pablo II, fue creada nuestra querida Diócesis de Soacha con el fin de atender pastoralmente de la mejor manera posible a la porción del pueblo de Dios que peregrina tanto en los municipios de Soacha y Sibaté, como en la localidad de Bosa y un sector de Ciudad Bolivar, pertenecientes al Distrito Especial de Bogotá. Han sido 15 años en los cuales ha sido posible experimentar la realidad que el Concilio Vaticano II nos enseñó en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” (G.S.1). En medio de estrecheces y dificultades, pero también de muchos logros y satisfacciones, tenemos el gozo de celebrar con júbilo estos 15 años de vida y proclamar con el Salmista que “el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” (Sal 125,3). Cómo no darle gracias al Señor por Monseñor Daniel Caro Borda, que como primer Obispo de la Diócesis tuvo el gran reto de darle una primera estructura y trabajar incansablemente por crear la identidad necesaria para que tanto el presbiterio como la feligresía en general reconocieran la riqueza de haber comenzado a ser considerada como una nueva porción del Pueblo de Dios. En medio de los desafíos que la violencia del país presentó a la naciente Diócesis, lideró los trabajos necesarios para estructurar el Plan de Pastoral que guió el caminar de la Diócesis en su etapa naciente. Cómo no agradecer también la entrega y el compromiso de todos y cada uno de los sacerdotes que han venido gastando sus mejores energías para sostener y acrecentar la fe de las distintas comunidades y delegaciones a ellos encomendadas. Son ellos, con la particularidad que a cada uno caracteriza y con la fe que cada uno ha cultivado desde su ordenación sacerdotal, un verdadero tesoro para seguir llevando a delante la misión que como Iglesia nos corresponde realizar. Un reconocimiento también agradecido a las diferentes comunidades religiosas que desde sus carismas específicos han enriquecido el caminar de nuestra Diócesis en el transcurso de estos 15 años. Pero el caminar de nuestra Iglesia y la entrega de todos nosotros los consagrados, tiene sentido en cuanto es un ministerio para apacentar el pueblo de Dios. Durante los dos años que llevo como segundo padre y pastor de esta querida Diócesis, mi oración agradecida también se dirige a Dios por todos los fieles de las diferentes comunidades parroquiales y de manera muy especial por quienes a través de los diferentes grupos parroquiales y movimientos eclesiales han asumido su compromiso sincero y desinteresado por la evangelización. Esta mirada retrospectiva y agradecida nos debe hacer dirigir nuestra mirada hacia qué debemos emprender en el presente y hacia el futuro para bien de esta porción del pueblo de Dios que peregrina en nuestra Diócesis de Soacha. En este momento bien cabe preguntarnos, y ¿Qué quiere decir ser «Pueblo de Dios»? El Papa Francisco, en una de sus catequesis en el Año de la Fe, nos recordó que, ante todo, “quiere decir que Dios no pertenece en modo propio a pueblo alguno; porque es Él quien nos llama, nos convoca, nos invita a formar parte de su pueblo, y esta invitación está dirigida a todos, sin distinción, porque la misericordia de Dios «quiere que todos se salven» (1 Tm 2, 4). Y que formamos parte de su pueblo santo a través del Bautismo, a través de la fe en Cristo, don de Dios que se debe alimentar y hacer crecer en toda nuestra vida”. Y nos recuerda también el Papa Francisco que nuestra misión como miembros de su pueblo santo “es la de llevar al mundo la esperanza y la salvación de Dios: ser signo del amor de Dios que llama a todos a la amistad con Él; ser levadura que hace fermentar toda la masa, sal que da sabor y preserva de la corrupción, ser una luz que ilumina. Y, nos ha insistido el Papa, en que la realidad a veces oscura, marcada por el mal, puede cambiar si nosotros, los primeros, llevamos a ella la luz del Evangelio sobre todo con nuestra vida. La finalidad del pueblo de Dios, nos ha recordado el Papa, es el Reino de Dios, iniciado en la tierra por Dios mismo y que debe ser ampliado hasta su realización, cuando venga Cristo, nuestra vida (cf. Lumen gentium, 9). El fin, entonces, es la comunión plena con el Señor, la familiaridad con el Señor, entrar en su misma vida divina, donde viviremos la alegría de su amor sin medida, un gozo pleno”. El reto pues que tenemos entre manos, no es distinto del que el Santo Padre nos ha señalado en dicha catequesis: “Que la Iglesia sea espacio de la misericordia y de la esperanza de Dios, donde cada uno se sienta acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio. Y para hacer sentir al otro acogido, amado, perdonado y alentado, la Iglesia debe tener las puertas abiertas para que todos puedan entrar. Y nosotros debemos salir por esas puertas y anunciar el Evangelio”. Para llevar a cabo no sólo la tarea de ir a predicar el Evangelio a todos los hombres, sino también de asumir el reto específico que el Santo Padre Francisco nos propone de hacer de la Iglesia espacio de la misericordia y de la esperanza de Dios, desde ya los invito a todos para que juntos trabajemos en la formulación del Plan de Pastoral que nos marcará el derrotero que nos identifique como Iglesia diocesana. Todos somos Iglesia y por eso debemos caminar juntos para juntos evangelizar. La Santísima Virgen María, Nuestra Señora de Fátima, Patrona de nuestra Diócesis, nos acompañe y proteja con su intercesión maternal en este hermoso caminar. + José Daniel Falla Robles Obispo de Soacha

Dom 12 Ago 2018

Arquidiócesis de Villavicencio lanza campaña: “PAZOS DOY”.

Con motivo del primer aniversario de la visita del Papa Francisco a Villavicencio, la arquidiócesis de esta ciudad lanzó la campaña “PAZOS DOY”. Una iniciativa que busca animar la preparación de los cristianos durante los 30 días que faltan para conmemorar con un evento principal y unas actividades semanales, el aniversario de la visita del Santo Padre a Colombia y de manera particular a esta ciudad. Según lo informa un boletín emitido por la oficina de prensa de la arquidiócesis de Villavicencio, cada día se propondrá una acción concreta para realizar personalmente y en familia; dedicando espacios para la oración, destinando días para realizar obras de misericordia, motivando al cuidado del medio ambiente y animando la visita a Jesús eucaristía. “La campaña “Demos el primer paso” que realizamos en su momento, como preparación para la visita del Papa Francisco dio resultados positivos y sirvió como fundamento para acoger esta iniciativa, en la que como Delegación de Comunicaciones nos propusimos invitar a los fieles a dar el primer paso para salir al encuentro del Papa Francisco, “Demos el primer paso” fue una serie de actividades que nos permitieron de una manera práctica prepararnos de la mano de Dios y acoger al Santo Padre, con total disposición como lo vivimos el 8 de septiembre del 2017”, reza el mensaje de esta jurisdicción. La Arquidiócesis junto con la Alcaldía de Villavicencio y la Gobernación del Meta, vienen trabajando conjuntamente para la realización de un evento especial que marcará el primer aniversario de la visita del Papá Francisco a esta ciudad.

Sáb 11 Ago 2018

Obispo de Yopal invita a vivir la caridad con damnificados por invierno

Tras los desastres que han dejado las lluvias en los departamentos de Guainía y Vichada, la Diócesis de Yopal, a través de su obispo, monseñor Edgar Aristizábal Quintero, invitó a los casanareños para que expresen su solidaridad a través de la oración, los aportes económicos y la donación de bienes no perecederos. “El llamado del Señor nos hace reflexionar sobre la situación que hoy están viviendo muchos hermanos de Colombia, en particular en los Vicariatos Apostólicos de Puerto Carreño e Inírida, por ello la invitación es a que vivamos la caridad con ellos”, expresó el prelado en un video mensaje. Monseñor Aristizábal Quintero, en sintonía con la permanente invitación del Papa Francisco en tener expresiones de caridad con nuestros hermanos, recordó que "si no tenemos obras concretas es inútil hablar del amor a Dios, porque sería vano y no tendría sentido (…) El amor a Dios lo vivimos en el amor al hermano, especialmente al más necesitado”, puntualizó. Para recaudar las ayudas económicas esta jurisdicción ha destinado a nombre de la Diócesis de Yopal, la cuenta de ahorros del Banco de Bogotá No. 646567198 (Nit: 891.855.518-5). Así mismo, están recibiendo los donativos en especie en la sede de la curia diocesana (Calle 8 No. 21 – 85 Yopal – Casanare).

Vie 10 Ago 2018

Iglesia conmemoró el Día internacional de los pueblos indígenas

Con el rezo del Santo Rosario, los frailes dominicos de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y la comunidad Chiquinquireña, recibieron a los más de quinientos representantes indígenas que llegaron a la ciudad para conmemorar el día internacional de los pueblos indígenas a los pies de la Reina y Patrona de Colombia. Este 9 de agosto, hacia las 11:00 de la mañana arribaron a Chiquinquirá más de doce buses que transportaron, desde Bogotá, a los delegados de algunas comunidades indígenas que están asentadas en la capital del país producto del desplazamiento forzado y la violencia que se vive en sus territorios. Como peregrinos caminaron junto a la imagen de Nuestra Señora del Rosario, hasta llegar al Santuario Mariano para la eucaristía solemne que fue presidida por Monseñor Medardo de Jesús Henao del Río, obispo del Vicariato Apostólico de Mitú. En su homilía monseñor Medardo remembró el acontecimiento de la renovación como un hecho ocurrido en tierras ancestrales donde por mucho tiempo se maltrató y se vulneró los derechos de las comunidades de la época. “Pero el lienzo de Nuestra Señora aún se ve borroso cuando nuestra casa común es amenazada por explotación ilegal, cuando muchos de nuestros hermanos indígenas son desplazados por la violencia y cuando sus líderes son asesinados por buscar el bien común”, manifestó el prelado. Sumado a esto, el prelado denunció que un gran número de indígenas no cuentan con un servicio de salud adecuado y que son humillados en su persona por el simple hecho de venir de un origen ancestral. Resaltó el papel de algunos santos, como San Bartolomé de Casas, que ha luchado por la renovación del pueblo indígena y pidió a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá que, así como ella tomo sus colores esa mañana de 1586, que así también renueve el esplendor de los humildes y sencillos que son los elegidos de Dios. Como mensaje final, monseñor Medardo invitó a los indígenas, congregados en la Basílica, a que se sientan orgullosos de sus raíces, y a los jóvenes les pidió respetar y promulgar las tradiciones de sus padres y abuelos. La cultura, otra protagonista El acto religioso fue animado por los cantos étnicos y culturales de la comunidad indígena Embera Chamí, coro de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, más conocida como la iglesia del Voto Nacional de Bogotá, que con instrumentos y bailes típicos rindieron homenaje a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Una vez culminada la eucaristía, los más de quinientos invitados fueron recibidos por los grupos apostólicos del Santuario Mariano Nacional en la sede de la Universidad Santo Tomás para compartir un plato de sopa caliente e intercambiar experiencias culturales y sociales. Este evento contó con la participación de comunidades Embera chamí, Embera catío, Embera dobida y Siapidara, Tucana, Guanana, Cubea, Quechua, Muisca, Pijao, lnga, Kamsá, Nassa yube, Waunam, Curripacos, Piapocos, Senú, Piratañuya y Luitota, todos ellos del territorio colombiano. Este acontecimiento quedará escrito para siempre en el libro de las peregrinaciones a la Basílica de Chiquinquirá como una de la más importantes, pues así como María se mostró hace 400 años a una humilde indígena y a su hijo, ahora ellos vinieron hasta su casa para mostrarse ante Ella y consagrar sus raíces ancestrales. Fuente: Of. de comunicaciones Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá

Jue 9 Ago 2018

Embajadora de EE.UU ante la ONU visita Casa ‘Divina Providencia’ en Cúcuta

La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, la mañana del miércoles 8 de agosto arribó a Cúcuta, Norte de Santander, para acercarse a la frontera colombo-venezolana y percibir la realidad de los efectos causados por la crisis humanitaria derivada del vecino país. A la Casa de Paso Divina Providencia de la Diócesis de Cúcuta, ubicada en La Parada, Villa del Rosario, llegó la comitiva de esta dependencia del gobierno estadounidense, donde se reunieron con el Obispo de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien los acompañó a recorrer la Casa y vivir de cerca esta situación. Ante lo observado, Haley afirmó que “Lo que hace Colombia, cuidar a sus hermanos y hermanas es muy importante”, destacando la labor que ha ejecutado la Iglesia colombiana para mitigar este fenómeno de migración masiva, que trae consigo hambre y enfermedades, entre otros. La funcionaria del gobierno de Donald Trump, aseveró duras críticas contra el gobierno venezolano, dice que el mundo tiene que darse cuenta que Maduro (el presidente de Venezuela) “es un dictador”. También afirmó: "los miles de inmigrantes eran profesionales, esa nación era exitosa pero todo eso desapareció… los Estados Unidos va a seguir trabajando para que quienes huyen tengan una mejor calidad de vida". Su compromiso como embajadora está centrado en visibilizar esta situación y asimismo proyectar acciones concretas que desde el gobierno de su país pueda ayudar para que esta situación disminuya y finalmente se termina. Finalizada la visita a la Casa de Paso, la comitiva se dirigió al puente Internacional Simón Bolívar para observar el drama que diariamente viven los venezolanos al cruzar la frontera y emprender una odisea dirigiéndose a otros países en busca de un mejor futuro.

Mié 8 Ago 2018

10 de agosto: Día Nacional de la Libertad para Educar

La Conferencia Episcopal de Colombia se une a esta conmemoración que convoca a padres de familia, líderes sociales, actores políticos, organizaciones, entidades y comunidad en general en su deseo y exigencia por el respeto al derecho de los padres a educar de acuerdo a sus principios, valores y creencias; así como el respeto a la autonomía educativa de las instituciones, sean o no confesionales. Esta iniciativa surgió hace dos años con la manifestación del 10 de agosto de 2016, que reunió a dos millones de colombianos en torno a las polémicas cartillas de ideología de género que se esperaban implementar en los colegios del país, han explicado los organizadores, entre los que se encuentran: Red Familia Colombia, Un paso al frente y Foro Nacional de la Familia. De otra parte, señalan: “Nos adherimos al manifiesto internacional apoyado por más de 40 organizaciones internacionales en la defensa de este derecho humano contemplado en la Carta de Derechos Humanos de la ONU y en todos los tratados de Derechos Humanos de los que Colombia es signataria”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar: Manifiesto internacional por la libertad para educar[/icon]