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jóvenes

Jue 6 Oct 2016

Los jóvenes y la fe temas del próximo Sínodo de obispos 2018

El papa Francisco estableció que en octubre de 2018 tenga lugar la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos con el tema “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, según lo señaló la Santa Sede en un comunicado. “Se pretende de este modo acompañar a los jóvenes en su camino vital hacia la madurez, de tal forma que, por medio de un proceso de discernimiento, puedan descubrir con alegría su proyecto de vida, así como ayudarles a descubrir la apertura del encuentro de Dios con los hombres”, indica el mensaje. El Vaticano informó que el Pontífice tomó la decisión de escoger este tema, después de haber consultado, como es habitual, a las Conferencias Episcopales, a las Iglesias Orientales Católicas y a la Unión de Superiores Generales. El tema escogido continúa con la línea seguida en las recientes Asambleas sinodales sobre la familia y también con los contenidos incluidos en la Exhortación Apostólica postsinodal “Amoris Laetitia” (“La alegría del amor”), publicada el pasado mes de abril. Foto: Tomada de AICA

Lun 8 Ago 2016

Suicidio juvenil

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - En los últimos días, ha sido causa de gran preocupación en los diversos ambientes sociales de Santander y del Área Metropolitana de Bucaramanga, el reporte de las autoridades sanitarias, comentado por un periódico regional, sobre el alto índice de intentos de suicidios que están ocurriendo, especialmente en la población joven. Las estadísticas hablan de un número de 190 casos reportados en el primer semestre, o sea, prácticamente uno diario. Las causales descubiertas tienen que ver con síntomas depresivos (24%) o trastornos afectivos (21%) o debido a problemas legales (11%). El segmento de edad de la mayor ocurrencia de estos dolorosos episodios está entre los 15 y los 29 años. Se presenta un mayor número entre la población femenina (65%). Las mismas estadísticas dan cuenta que en Colombia, en el mismo periodo se han presentado 8.175 casos de intento de suicidio. Conclusión: problema nacional. Estos son los hechos registrados, o pudiéramos decir el fenómeno que aparece en la superficie de lo que puede ser conocido, incluso con números estadísticos. Pero es importante reflexionar todos sobre las causas que pueden estar afectando tan seriamente la salud mental y el equilibrio emocional, especialmente de las poblaciones jóvenes. Los comentarios psiquiátricos dan a entender que mucho tiene que ver con los problemas en la vida de las familias, especialmente aquellos que sobrevienen de la violencia intrafamiliar, de la falta de diálogo y comunicación asertiva que muchas veces no facilitan ni la resolución de conflictos domésticos o de relaciones y que sin duda, revelan el desconocimiento de los problemas puntuales de los miembros de las familias o de las comunidades. Tenemos que decir que en esta hora de la vida del país en la que de tantos modos el tema de la paz se ha convertido en el punto de mayor interés para los colombianos, y de la necesidad de trabajar para conseguirla y sostenerla, estos análisis no puede quedar al margen sino que por el contrario, constituyen preocupación que amerita puntual cuidado. El bienestar integral, la capacidad para superación de frustraciones (resiliencia), el perdón y la reconciliación, así como la alegría de vivir, han deben ser el fruto de muchas acciones educativas y pedagógicas de acompañamiento para los grupos de familias, instituciones educativas, grupos especialmente afectados por el conflicto, personas concretas, comunidades locales etc. Si examinamos el mensaje de la pasada Asamblea Plenaria del Episcopado, sobre el compromiso con la paz, podemos observar que las citadas allí “raíces de las violencias”, tienen mucho que ver con el fenómeno objeto de este comentario pues en ellas anidan también las raíces de tantos desequilibrios emocionales que afectan tan profundamente la alegría de vivir y un auténtico sentido de bienestar. Sólo por recordar, pensemos en lo que significa el alejamiento de Dios, la crisis de humanidad, la desintegración de la familia, la pérdida de valores y el relativismo ético, los vacíos del sistema educativo etc. señalados en el documento en mención. Pastoralmente significa para la Iglesia, atender también a esta sintomatología e intensificar, por decirlo así, en la pastoral familiar, juvenil y educativa especialmente, acciones pertinentes como respuesta evangelizadora y de acompañamiento humano y espiritual. Con mi fraterno saludo. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga

Lun 25 Jul 2016

Papa Francisco pide oraciones para la Jornada Mundial de la Juventud

El Papa Francisco pidió rezar en el viaje que realizará a Cracovia (Polonia) desde el próximo miércoles 27 al domingo 31 para participar junto a miles de jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud. Después de rezar el ángelus desde la ventana del estudio del Palacio Apostólico, el Santo Padre recordó que “en estos días muchos jóvenes, de todas las partes del mundo, están yendo hacia Cracovia”. “También yo partiré el próximo miércoles para encontrar a estos chicos y chicas y celebrar con ellos y por ellos el Jubileo e la Misericordia, con la intercesión de San Juan Pablo II”, añadió. A continuación Francisco pidió: “acompáñenme con la oración”. “Desde ahora saludo y doy las gracias a cuantos están trabajando para acoger a los jóvenes peregrinos, con numerosos obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas”. “Dirijo un pensamiento especial a tantísimos aquellos que no podrán estar presentes en persona y seguirán el evento a través de los medios de comunicación”, dijo el Papa. “¡Estaremos todos unidos en la oración!”.

Lun 11 Jul 2016

Recuperar el camino de los jóvenes

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - A finales de julio, se realizará en Cracovia la Jornada Mundial de la Juventud. Un acontecimiento eclesial, que comenzó con San Juan Pablo II y bajo la dirección de los siguientes Papas, llega ahora a su XXXI versión. Será una nueva ocasión para congregar miles de jóvenes de todo el mundo, para que vivan un encuentro con Cristo y sientan una llamada a seguirlo en la Iglesia. El tema para este año es la quinta bienaventuranza: “Felices los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia”. Este encuentro internacional de jóvenes, que para que sea realmente fructuoso y tenga una irradiación más amplia debe ser preparado y asumido de alguna manera por la pastoral juvenil de cada diócesis y de cada parroquia, es una buena oportunidad para hacernos conscientes de la realidad y la importancia de la juventud en el mundo y en la Iglesia. No pocas veces perdemos el ritmo y los espacios de los jóvenes; con frecuencia estamos al margen de los problemas vitales de las nuevas generaciones; debemos confesar con franqueza que en muchas parroquias la pastoral juvenil es una “asignatura pendiente”. No basta realizar ciertos eventos para los jóvenes; es preciso hacer el recorrido vital con ellos. Esta tarea corresponde en primer lugar a la familia; basta mirar cómo actúa un joven para saber si proviene de un hogar que lo acompaña. Esta misión incumbe al mundo de la educación, que no puede contentarse con trasmitir datos sino que, desde sus posibilidades, debe también enseñar a vivir. Este deber atañe de modo especial a la Iglesia, llamada a incorporar los jóvenes con sabiduría, con amor, con profundo respeto a su libertad, a la vida en plenitud que debe tener cada comunidad cristiana. De un modo concreto, urge la formación de grupos juveniles en las parroquias, donde puedan hacer un itinerario personal y comunitario que les permita crecer en humanidad, mientas se sitúan adecuadamente en el mundo, aprenden a integrarse creativamente con los demás, logran conquistar su libertad y entran en un proceso trascendente que los ponga en comunión con Dios. Estos grupos deben estar en red, a distintos niveles, para liberarlos del individualismo, que impide verdaderos e integrales procesos de formación. El trabajo pastoral con los jóvenes no puede ser mero entretenimiento. Urge llevarlos a que, con un proceso de sólida formación, se encuentren consigo mismos, descubran la presencia de Dios que ya se da en ellos y vayan asumiendo su propia misión en el mundo. Más que quejarnos porque las instituciones llamadas a hacerlo no les transmiten la fe o porque frecuentemente constamos en ellos irreflexión e indiferencia, debemos ver allí una oportunidad maravillosa para llevarlos a la vida cristiana, desde el comienzo, de un modo auténtico, integral y pleno. Qué maravillas se pueden realizar en la pastoral juvenil. Los jóvenes hoy, como nunca, están necesitados de orientación y acompañamiento. Hay que ayudarlos a configurar bien la humanidad que van a usar toda la vida; en este campo no se puede andar con ligereza y con superficialidad. Hay que entregarles el Evangelio vivo, que les sirva para afrontar todo lo que venga para ellos en el futuro. Hay que llevarlos a que aprendan, desde ya, a analizar la realidad, a situarse en ella y a comprometerse con la construcción de un mundo nuevo. Definitivamente, tenemos que recuperar el camino de los jóvenes. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín