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papa francisco

Vie 18 Oct 2019

Papa Francisco se reúne con un grupo de indígenas en Roma

Francisco, el obispo de Roma, se ha reunido en la tarde de este 17 de octubre con unos 40 representantes de los pueblos originarios. Así lo ha referido el director de la oficina de prensa, Matteo Bruni, como lo reseña Vatican News. El encuentro tuvo lugar a las 3:30 p.m. Entre los participantes estaban los indígenas participantes de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, así como algunos indígenas vinculados a otras iniciativas y procesos socio-eclesiales que se han visibilizado por estos días en la Ciudad Eterna. También estuvieron presentes el cardenal brasileño Claudio Hummes, presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), y el arzobispo de Porto Velho y presidente del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), Roque Paloschi. Gratitud con el Papa Según ha informado Bruni, “el encuentro se abrió con un breve discurso a dos voces, leído por una mujer y un hombre, representantes de los pueblos indígenas, que a través de ellos agradecieron al Santo Padre la convocatoria del Sínodo”. Además, le pidieron ayuda a Francisco “para hacer realidad su deseo de asegurar una vida pacífica y feliz a sus pueblos, cuidando su tierra, protegiendo sus aguas, para que las puedan disfrutar sus descendientes”. A su turno, cuando el Papa se dirigió al grupo, subrayó que “el Evangelio es como una semilla que cae en la tierra y crece con las características de esa tierra”. Con esta metáfora reiteró la importancia de la inculturación, “porque la gente recibe el anuncio de Jesús en su propia cultura“. Nuevas formas de colonización De igual forma, y de cara al contexto panamazónico, Francisco no dejó de referirse a “los peligros de las nuevas formas de colonización”, como lo hiciera en la homilía de la Eucaristía inaugural del Sínodo, cuando lamentó las veces en que “ha habido colonización en vez de evangelización” y pidió a Dios “que nos guarde de la avidez de los nuevos colonialismo”. Fuente: Portal digital Vida Nueva

Jue 10 Oct 2019

Insumos comunicativos sobre Sínodo para la Amazonía

El Secretariado Nacional de Pastoral Social ha preparado una serie materiales audiovisuales y gráficos con contenido formativo e informativo sobre el Sínodo para la Amazonía, convocado por el Papa Francisco. Descargue los insumos comunicativos aquí Un sínodo es una asamblea de obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen para asesorar al Papa en un tema específico, en este caso sobre la realidad de la Amazonía. Al respecto, el Papa Francisco ha explicado que “el objetivo principal de esta convocatoria es identificar nuevos caminos para la evangelización de esa porción del Pueblo de Dios, especialmente de los indígenas, frecuentemente olvidados y sin la perspectiva de un futuro sereno, también como resultado de la crisis de los bosques amazónicos, pulmón de capital importancia para nuestro planeta”. Escuchar a los pueblos indígenas y a todas las comunidades que viven en la Amazonía es de vital importancia para toda la Iglesia. El pasado domingo, día en que inició el Sínodo, el Santo Padre en su discurso aseguró que “nos acercamos a considerar la realidad amazónica, con este corazón pastoral, con ojos de discípulos y misioneros porque nos apura el anuncio del Señor y también nos acercamos a los pueblos amazónicos en punta de pie, respetando su historia, sus culturas, su estilo del buen vivir, en el sentido etimológico de la palabra, no en el sentido social que tantas veces les damos, porque los pueblos poseen entidad propia. Todos los pueblos, poseen una sabiduría propia, conciencia de sí. Los pueblos tienen un sentir, una manera de ver la realidad, una historia, una hermenéutica”.

Lun 7 Oct 2019

Inician sesiones de trabajo en el Sínodo Especial para la Amazonía

La jornada, convocada por el Papa Francisco, tiene como propósito “identificar nuevos caminos para la evangelización de esa porción del Pueblo de Dios, especialmente de los indígenas, frecuentemente olvidados y sin la perspectiva de un futuro sereno, también como resultado de la crisis de los bosques amazónicos, pulmón de capital importancia para nuestro planeta”. Durante la sesión inaugural, con un discurso pronunciado ante los padres sinodales en el Aula Pablo VI, el Santo Padre pidió “caminar bajo la guía del Espíritu Santo”, “actor principal del Sínodo”. Recordando las dimensiones que se contemplarán en este encuentro: la dimensión pastoral, cultural, social y ecológica, el Papa insistió en que “nos acercamos con corazón cristiano y vemos la realidad de la Amazonía con ojos de discípulo para comprender e interpretarla (…) También con ojos de misioneros, porque el amor que el Espíritu Santo puso en nosotros nos impulsa al anuncio de Jesucristo”. En el Sínodo participan obispos de los nueve países cuyos territorios abarcan porciones de la Amazonía: 4 de Antillas, 12 de Bolivia, 58 de Brasil, 15 de Colombia, 7 de Ecuador, 11 de Perú y 7 de Venezuela. Sobre las pretensiones y alcances del Sínodo Francisco explicó que “nos acercamos a los pueblos amazónicas en punta de pie, respetando su historia, sus culturas, su estilo del buen vivir, en el sentido etimológico de la palabra, no en el sentido social que tantas veces le damos. Porque los pueblos poseen entidad propia, todos los pueblos, poseen una sabiduría propia, conciencia de sí. Los pueblos tienen un sentir, una manera de ver la realidad, una historia, una hermenéutica, y tienden a ser protagonistas de su propia historia con estas cosas, con estas cualidades”. Finalmente explicó que “estar en el Sínodo es animarse a entrar en un proceso, no es ocupar un espacio en la sala, entrar en un proceso. Y los procesos eclesiales tienen una necesidad. Necesitan ser custodiados, cuidados, como el bebé, acompañados al inicio, cuidados con delicadeza. Necesitan calor de comunidad, necesitan calor de Madre Iglesia”. El documento de trabajo es El Instrumentum laboris, aprobado por el Consejo Presinodal, publicado por el Vaticano el 17 de junio. A continuación, el discurso completo: El Sínodo para la Amazonía podemos decir que tiene cuatro dimensiones: la dimensión pastoral, la dimensión cultural, la dimensión social y la dimensión ecológica. La primera, la dimensión pastoral, es la esencial, la que abarca todo. Nos acercamos con corazón cristiano y vemos la realidad de la Amazonía con ojos de discípulo para comprender e interpretarla con ojos de discípulo, porque no existen hermenéuticas neutras, hermenéuticas asépticas, siempre están condicionadas por una opción previa. Nuestra opción previa es la de discípulos. Y también con ojos de misioneros, porque el amor que el Espíritu Santo puso en nosotros nos impulsa al anuncio de Jesucristo, un anuncio que, todos sabemos, no se tiene que confundir con proselitismo. Pero nos acercamos a considerar la realidad amazónica con este corazón pastoral, con ojos de discípulos y misioneros, porque nos apura el anuncio del Señor. Y también nos acercamos a los pueblos amazónicas en punta de pie, respetando su historia, sus culturas, su estilo del buen vivir, en el sentido etimológico de la palabra, no en el sentido social que tantas veces le damos. Porque los pueblos poseen entidad propia, todos los pueblos, poseen una sabiduría propia, conciencia de sí. Los pueblos tienen un sentir, una manera de ver la realidad, una historia, una hermenéutica, y tienden a ser protagonistas de su propia historia con estas cosas, con estas cualidades. Y nos acercamos ajenos a colonizaciones ideológicas que destruyen reducen la idiosincrasia de los pueblos. Hoy es tan común esto de las colonizaciones ideológicas, y nos aceramos en el afán empresarial de hacerles programas preconfesionales, de ‘disciplinar’, entre comillas a los pueblos amazónicos: disciplinar su historia, su cultura. Eso no. Ese afán de domesticar a los pueblos originarios. Cuando la Iglesia se olvidó de esto, de cómo tiene que acercarse a un pueblo, no se inculturizó, incluso se llegó a menospreciar a ciertos pueblos. Y cuántos fracasos de los cuales hoy nos lamentamos. Pensemos en (Roberto) De Nobili en India, en (Mateo) Ricci en China, y tantos otros. El centralismo homogeneizante y homogeneizador no dejó surgir la autenticidad de la cultura de los pueblos. Las ideologías son un arma peligrosa. Siempre tendemos a agarrar una ideología para interpretar un pueblo. Las ideologías son reductivas y nos llevan a la exageración en nuestra pretensión de comprender intelectualmente, pero sin aceptar. Comprender sin admirar. Comprender si asumir. Entonces se recibe la realidad en categorías. Las más comunes son las categorías de ‘ismos’. Entonces, cuando tenemos que acercarnos a la realidad de algún pueblo, hablamos de ‘indigenismo’, y cuando queremos darle alguna pista de salida a su vivir mejor no le preguntamos, hablamos de ‘desarrollismo’. Estos ismos reformulan la vida desde el laboratorio ilustrado e iluminista. Son lemas que van echando raíces y programan el acercamiento a los pueblos originarios. En nuestro país (Argentina), un lema: ‘Civilización y barbarie’ sirvió para dividir, para aniquilar, y llegó al culmen, hacia fines de los años 80, a aniquilar a la mayoría de los pueblos originarios. Porque eran barbarie, y la civilización venía de otro lado. Es el desprecio de los pueblos. Y eso, voy a la experiencia de mi tierra, esa ‘Civilización y barbarie’ que sirvió para aniquilar pueblos, todavía sigue en mi patria con palabras ofensivas. Entonces se habla de civilización de segundo grado, los que vienen de la barbarie y hoy son los ‘bolitas’, los ‘paraguas’, los ‘cabecitas negras’, siempre ese alejarnos de la realidad de un pueblo calificándolo y poniendo distancia, esa es la experiencia de mi país. Y después, el desprecio. Ayer me dio mucha pena escuchar aquí dentro un comentario burlón sobre ese señor piadoso que llevó las ofrendas con plumas en la cabeza. ‘Díganme: ¿qué diferencia hay entre llevar plumas en la cabeza y el tricornio que usan algunos oficiales de nuestro dicasterio?’. Entonces corremos el riesgo de proponer medidas simplemente pragmáticas, cuando por el contrario se nos pide una contemplación de los pueblos, una capacidad de admiración que hagan hacer un pensamiento paradigmático. Si alguno viene con intenciones pragmáticas, rece el ‘Yo pecador’, se convierta y abra el corazón hacia una perspectiva paradigmática que nace de la realidad de los pueblos. No hemos venido aquí a inventar programas de desarrollo social o de custodia de culturas, de tipo museo, o de acciones pastorales con el mismo estilo no contemplativo con que se están llevando adelante las acciones de signo contrario: deforestación, uniformización y explotación. Ellos también hacen programas que no respetan la poesía, me permito la palabra, la realidad de los pueblos que es soberana. También tenemos que cuidarnos de la mundanidad en el modo de exigir puntos de vista, cambios en la organización. La mundanidad se infiltra siempre y nos hace alejar de la poesía de los pueblos. Venimos a contemplar, a comprender a servir a los pueblos, y lo hacemos recorriendo un camino sinodal. Lo hacemos en sínodo, no en mesas redondas, o conferencias ulteriores. Lo hacemos en Sínodo. Porque el Sínodo no es un Parlamento, no es un locutorio, no es demostrar quién tiene más poder sobre los medios y quién tiene más poder entre las redes para imponer cualquier idea o cualquier plan. Esto configuraría una Iglesia congregacionalista. Si pretendemos buscar por medio de las encuestas quién tiene mayoría. O una Iglesia sensacionalista, tan lejana, tan distante de nuestra Santa Madre la Iglesia Católica, o como gustaba decir a San Ignacio, nuestra Santa Madre la Iglesia jerárquica. Sínodo es caminar juntos bajo la inspiración y la guía del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el actor principal del Sínodo. Por favor, no lo echemos de la sala. Se hicieron consultas, se discutieron en las conferencias episcopales, en el Consejo Presinodal, se elaboró el Instrumentum laboris, que como saben es un texto mártir destinado a ser destruido, porque de ahí es como punto de partida para lo que el Espíritu va a hacer en nosotros. Y ahora caminar nosotros bajo la guía del Espíritu Santo. Ahora hay que dejar que el Espíritu Santo se exprese en esta asamblea, se exprese entre nosotros, se exprese con nosotros a través de nosotros y se exprese pese a nosotros. Pese a nuestras resistencias, que es normal que las haya, porque la vida del cristiano es así. Entonces, ¿cuál será nuestro trabajo aquí para asegurar que esta presencia del Espíritu Santo sea fecunda? Primero de todo, orar. Hermanas y hermanos, yo les pido que recemos mucho. Reflexionar, dialogar, escuchar con humildad sabiendo que yo no lo sé todo, y hablar con coraje, con parresia, aunque tenga que pasar vergüenza, decir lo que siento, discernir, y todo esto dentro, custodiando la fraternidad que debe existir aquí dentro. Y para favorecer esta actitud de reflexión, de oración, de discernimiento, de escuchar con humildad y hablar con coraje, después de cuatro intervenciones tendremos un espacio de cuatro minutos de silencio. Alguno decía: ‘Es peligroso, Padre, porque se van a dormir’. La experiencia en el Sínodo sobre los Jóvenes en el que hicimos lo mismo, era más bien la contraria, que tendían a dormirse durante las intervenciones, al menos sobre algunas, y se despertaban en el silencio. Y finalmente, estar en el Sínodo es animarse a entrar en un proceso, no es ocupar un espacio en la sala, entrar en un proceso. Y los procesos eclesiales tienen una necesidad. Necesitan ser custodiados, cuidados, como el bebé, acompañados al inicio, cuidados con delicadeza. Necesitan calor de comunidad, necesitan calor de Madre Iglesia. Un proceso eclesial crece así. Por eso la actitud de respeto, de cuidar la atmósfera fraternal, el aire de intimidad es importante, y se trata de no ventilar todo como viene afuera. Pero no se trata, respecto a quienes debemos informar, de un secreto más propio de las logias que de la comunidad eclesial, pero sí de delicadeza y de prudencia en la comunicación que haremos fuera. Esta necesidad de comunicar fuera a tanta gente que quiere saber, a tantos hermanos nuestros, periodistas, que tienen la vocación de servir a que se sepa, y para ayudar a esto están previstos los servicios de prensa, los ‘briefings’, etcétera. Pero un proceso como el de un Sínodo se puede arruinar un poco si yo, al salir de la sala, digo lo que pienso, digo la mía. Entonces se da esa característica que se dio en algunos Sínodos, del Sínodo de adentro y el Sínodo de afuera. El Sínodo de adentro que sigue un camino de Madre Iglesia, de cuidado de los procesos. Y el Sínodo de afuera que, por una información dada a la ligereza, dada con imprudencia, mueve a los informadores de oficio a equivocaciones. Gracias por esto que ustedes están haciendo. Gracias por rezar unos por otros, y ánimo. Y por favor, no perdamos el sentido del humor. Muchas gracias. Foto internet

Lun 30 Sep 2019

Aperuit Illis: Motu Proprio que Instituye el Domingo de la Palabra de Dios

En el contexto de la Fiesta de San Jerónimo, traductor de la Biblia al latín, el Papa Francisco presentó, el 30 de septiembre, la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio ‘Aperuit Illis’, con la que se instituye el Domingo de la Palabra de Dios, que será celebrado cada tercer Domingo del Tiempo Ordinario para hacer “crecer en el pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura”. “Con esta Carta tengo la intención de responder a las numerosas peticiones que me han llegado… para que en toda la Iglesia se pueda celebrar con un mismo propósito el Domingo de la Palabra de Dios”. Este día, explica el Santo Padre, también, se invita a “fortalecer los lazos con los judíos y a rezar por la unidad de los cristianos. No se trata de una mera coincidencia temporal: celebrar el Domingo de la Palabra de Dios expresa un valor ecuménico, porque la Sagrada Escritura indica a los que se ponen en actitud de escucha el camino a seguir para llegar a una auténtica y sólida unidad”. “La Biblia no puede ser sólo patrimonio de algunos, y mucho menos una colección de libros para unos pocos privilegiados. Pertenece, en primer lugar, al pueblo convocado para escucharla y reconocerse en esa Palabra (…) La Biblia es el libro del pueblo del Señor que al escucharlo pasa de la dispersión y la división a la unidad. La Palabra de Dios une a los creyentes y los convierte en un solo pueblo”. En este sentido, insiste en la importancia de “ayudar a profundizar en la Palabra de Dios, con un lenguaje sencillo y adecuado para el que escucha”; por ello, advierte, “No se puede improvisar el comentario de las lecturas sagradas. A los predicadores se nos pide más bien el esfuerzo de no alargarnos desmedidamente con homilías pedantes o temas extraños. Cuando uno se detiene a meditar y rezar sobre el texto sagrado, entonces se puede hablar con el corazón para alcanzar los corazones de las personas que escuchan, expresando lo esencial con vistas a que se comprenda y dé fruto”. El título de la Carta Apostólica se basa en el pasaje bíblico de San Lucas del capítulo 24 en el que se describe el gesto de Jesucristo a los discípulos con el cual “les abrió́ el entendimiento para comprender las Escrituras”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar carta apostólica[/icon] Foto: Tomada de Internet

Vie 27 Sep 2019

Religiosas Dominicas en Colombia se organizan como Federación

Con el fin dar cumplimiento a las recomendaciones ofrecidas por el Papa Francisco en orden a fortalecer y actualizar la vida contemplativa en la Iglesia, el pasado mes de agosto de 2019, se reunieron en el monasterio de Santa Inés en Tenjo, las delegadas de los cuatro monasterios dominicanos presentes en Colombia, para conformar la Federación del Santísimo Nombre de Jesús, siendo este un hecho histórico para Colombia. Fray Carlos Mario Alzate Montes, asistente religioso designado por la Santa Sede para acompañar este proceso, recordó que las clarisas, las concepcionistas y las monjas de la Visitación “habían iniciado, en su momento, un trabajo para sacar adelante esta iniciativa, pero que ahora -a la luz de lo dispuesto por el Santo Padre en Vultum Dei Quarere y Cor Orans- deberán actualizar, siempre bajo la orientación de la Sagrada Congregación para la Vida Consagrada y los Institutos de Vida Apostólica”, informó. Es deseo de la Santa Sede que la vida contemplativa sea más reconocida y acompañada, para ello ha nombrado asesores monásticos dentro de la nueva estructura. Es así como de una terna propuesta por los mismos monasterios dominicanos, escogió a Fray Carlos Mario Alzate Montes, OP., actual Rector del santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá como primer asistente religioso para la priora Federal con su Consejo. El papa Francisco se ha propuesto fortalecer y actualizar la vida contemplativa en la Iglesia y para ello ha dispuesto una Constitución Apostólica y un instructivo al que deberá acogerse los casi 3 mil monasterios femeninos que hoy en día sirven a la Iglesia con su oración constante, su vida de sacrificio y su trabajo, oculto pero fecundo y cada vez más reconocido por un mundo asfixiado por el activismo y la productividad.

Jue 15 Ago 2019

Material de apoyo para preparar Mes Misionero Extraordinario

Atendiendo al llamado del Papa Francisco a despertar aún más la conciencia misionera de la “missio ad gentes” y la invitación de los obispos colombianos a vivir un año misionero, la Conferencia Episcopal de este país, a través del Departamento de Catequesis y Animación Bíblica, elaboró el subsidio audiovisual: “En marcha hacia la gran misión evangelizadora”. "Se trata de una colección de seis videos que ayudarán a los párrocos en su tarea de acrecentar en las comunidades el ardor misioneroy el deseo de comunicar a Cristo a los demás", explicó Monseñor José Miguel Gómez, obispo de Facatativá y presidente del Centro Pastoral para la Evangelización y la fe. Las piezas audiovisuales abordan el quehacer misionero en la Iglesia, a través de las temáticas: Mes Misionero Extraordinario; misión para nuestros tiempos; la Pre Misión; la Misión; primer anuncio - Kerygma; y la post misión. Este material es complemento al trabajo que se viene adelantando en cada una de las jurisdicciones como marco preparativo al Mes Misionero Extraordinario, convocado por el Santo Padre para octubre de 2019. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 1: Mes Misionero Extraordinario[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 2: Misión para nuestros tiempos[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 3: La pre-misión[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 4: La Misión[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 5: Primer anuncio - Kerygma[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 6: Post - Misión[/icon]

Lun 12 Ago 2019

Preparemos el sínodo estudiando ‘Laudato si’ (III)

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Raíz humana de la crisis ecológica, es el título del capítulo tercero de la Carta Encíclica Laudato Si. En esta parte del documento pontificio el Papa Francisco establece sin ambigüedades que en el centro de los problemas ambientales está el ser humano. De este modo, el Santo Padre plantea las siguientes causas: 1. La tecnocracia: creatividad y poder (nn. 102-105) El Papa advierte de la doble faceta que representa para el hombre y para la creación, los progresos que se han registrado en los dos últimos siglos: desde la revolución industrial hasta la revolución tecnológica, con avances enormes en robótica, biotecnología y nanotecnología. Si bien por un lado estos progresos generan entusiasmo «frente a las amplias posibilidades que nos abren» en diversos campos, encaminados a superar tantos males que dañan y limitan al ser humano, por otro lado estos progresos, sin unos referentes éticos y claros marcos legales, amenazan con convertirse en un instrumento de dominio para las comunidades humanas más vulnerables. En efecto, señala el Santo Padre: «Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vayan a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo». Y concluye el Romano Pontífice que el hombre «puede disponer de mecanismos superficiales, pero… le falta una ética sólida, una cultura y una espiritualidad que realmente lo limiten y lo contengan en una lúcida abnegación». 2. Globalización del paradigma tecnocrático (nn. 106-114) El Papa plantea que más adentro de la problemática ambiental está «el modo como la humanidad… ha asumido la tecnología y su desarrollo junto con un paradigma homogéneo y unidimensional». Es decir, que «ahora lo que interesa es extraer todo lo posible de las cosas por la imposición de la mano humana, que tiende a ignorar u olvidar la realidad misma que tiene delante, pues la naturaleza es vista como “recursos disponibles incondicionalmente para ser manipulados a placer”. Y esto conduce a una falsa concepción: la ilimitada disponibilidad de los bienes del planeta, lo cual lleva a empujar al plantea incluso más allá de sus límites. A medida que el paradigma tecnocrático avanza sin control, se constituye en un instrumento de dominio ideológico, económico y político (Cf. nn. 108-109), lo cual el Papa constata cuando «tenemos un superdesarrollo derrochador y consumista, que contrasta de modo inaceptable con situaciones persistentes de miseria deshumanizadora». Ante el dominio de la tecnocracia, el Santo Padre tiene claro que es urgente «avanzar en una valiente revolución cultural»; y sin que se trate de un retroceso en los logros que ha obtenido la ciencia y la tecnología, «es indispensable aminorar la marcha para mirar la realidad de otra manera, recoger los avances positivos y sostenibles, y a la vez recuperar los valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano. 3. Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno (nn. 115-136) Desde que el hombre se ha autoproclamado como el centro de todo, se ha terminado por “colocar la razón técnica sobre la realidad”. Desde esta perspectiva, el Sucesor de Pedro sostiene que «ha llegado el momento de volver a prestar atención a la realidad con los límites que ella impone, que a su vez son la posibilidad de un desarrollo humano y social más sano y fecundo». Esto implica pasar de la desfigurada concepción del ser humano como “señor” de la creación a la de “administrador responsable”. Y para analizar cuidadosamente las concepciones equivocadas del hombre y su lugar en el mundo, el Papa señala algunos aspectos que es importante considerar: El relativismo práctico: Esto significa que cuando el ser humano se coloca en el centro de todo, termina por dar prioridad absoluta a lo que le conviene, volviendo todo lo demás relativo. Esto lleva a lo que el Santo Padre llama la patología de aprovecharse incluso de los demás tratándolos como meros objetos. Necesidad de preservar el trabajo: en su más pura esencia, el trabajo es constructivo, responsable y nunca debe ser deshumanizado ni depredador. Así, el Papa afirma: «la intervención humana que procura el prudente desarrollo de lo creado es la forma más adecuada de cuidarlo, porque implica situarse como instrumento de Dios para ayudar a brotar las potencialidades que Él mismo colocó en las cosas». Y recuerda la naturaleza humana del trabajo, señalando que «es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal». Innovación biológica a partir de la investigación: por último, el Papa Francisco hace memoria del potencial que Dios le ha participado al ser humano de ser capaz de razonar y de hacer investigar, desentrañando así el misterio de las cosas. Pero recuerda también que, si bien con ello ese hombre puede investigarlo todo, este poder «tiene límites y… es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas». Igualmente refrenda los límites éticos de la manipulación genética, de cualquier ser creado, incluido el mismo ser humano. Y para concluir, sentencia: «cuando la técnica desconoce los grandes principios éticos, termina considerando legítimo cualquier práctica». +Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Auxiliar de Cali Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM [icon class='fa fa-download fa-2x'] Preparemos el sínodo estudiando ‘Laudato si’ (I)[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Preparemos el sínodo estudiando ‘Laudato si’ (II)[/icon]

Lun 5 Ago 2019

El Papa Francisco escribe a los sacerdotes y agradece su servicio

En el marco del 160º aniversario de la muerte de San Juan María Vianney, conocido como el Cura de Ars, el Papa Francisco envió una carta a todos los sacerdotes del mundo, en el que los alentó a reconocer “nuestra fragilidad”, pero al mismo tiempo dejar “que Jesús la transforme y nos lance una y otra vez a la misión”. “No nos perdamos la alegría de sentirnos ‘ovejas’, de saber que él es nuestro Señor y Pastor”, expresó. Esta carta, indicó, está dirigida no solo a los párrocos “sino también a todos Ustedes hermanos presbíteros que sin hacer ruido ‘lo dejan todo’ para estar empeñados en el día a día de vuestras comunidades. A Ustedes que, como el Cura de Ars, trabajan en la ‘trinchera’, llevan sobre sus espaldas el peso del día y del calor y, expuestos a un sinfín de situaciones, ‘dan la cara’ cotidianamente y sin darse tanta importancia, a fin de que el Pueblo de Dios esté cuidado y acompañado”. La misiva tiene cuatro grandes divisiones, tituladas “Dolor”, “Gratitud”, “Ánimo” y “Alabanza” En la primera parte, “Dolor”, el Papa Francisco señaló que “en estos últimos tiempos hemos podido oír con mayor claridad el grito, tantas veces silencioso y silenciado, de hermanos nuestros, víctimas de abuso de poder, conciencia y sexual por parte de ministros ordenados”. “Sin lugar a dudas es un tiempo de sufrimiento en la vida de las víctimas que padecieron las diferentes formas de abusos; también para sus familias y para todo el Pueblo de Dios”, dijo. El Papa destacó que “estamos firmemente comprometidos con la puesta en marcha de las reformas necesarias para impulsar, desde la raíz, una cultura basada en el cuidado pastoral de manera tal que la cultura del abuso no encuentre espacio para desarrollarse y, menos aún, perpetuarse”. “No es tarea fácil y de corto plazo, reclama el compromiso de todos”, dijo, y añadió que “si en el pasado la omisión pudo transformarse en una forma de respuesta, hoy queremos que la conversión, la transparencia, la sinceridad y solidaridad con las víctimas se convierta en nuestro modo de hacer la historia y nos ayude a estar más atentos ante todo sufrimiento humano”. El Santo Padre señaló que “este dolor no es indiferente tampoco a los presbíteros”. “Sin negar y repudiar el daño causado por algunos hermanos nuestros sería injusto no reconocer a tantos sacerdotes que, de manera constante y honesta, entregan todo lo que son y tienen por el bien de los demás y llevan adelante una paternidad espiritual capaz de llorar con los que lloran”. “Reconozco y agradezco vuestro valiente y constante ejemplo que, en momentos de turbulencia, vergüenza y dolor, nos manifiesta que Ustedes siguen jugándose con alegría por el Evangelio”, expresó. Bajo el título de “Gratitud”, el Papa Francisco dijo a los presbíteros que “en momentos de tribulación, fragilidad, así como en los de debilidad y manifestación de nuestros límites, cuando la peor de todas las tentaciones es quedarse rumiando la desolación fragmentando la mirada, el juicio y el corazón, en esos momentos es importante —hasta me animaría a decir crucial— no sólo no perder la memoria agradecida del paso del Señor por nuestra vida, la memoria de su mirada misericordiosa que nos invitó a jugárnosla por Él y por su Pueblo, sino también animarse a ponerla en práctica y con el salmista poder armar nuestro propio canto de alabanza porque ‘eterna es su misericordia’”. “El agradecimiento siempre es un ‘arma poderosa’. Sólo si somos capaces de contemplar y agradecer concretamente todos los gestos de amor, generosidad, solidaridad y confianza, así como de perdón, paciencia, aguante y compasión con los que fuimos tratados, dejaremos al Espíritu regalarnos ese aire fresco capaz de renovar (y no emparchar) nuestra vida y misión”, dijo. El Santo Padre agradeció luego a los sacerdotes “por vuestra fidelidad a los compromisos contraídos”, así como “por la alegría con la que han sabido entregar sus vidas”. También les agradeció por fortalecer”los vínculos de fraternidad y amistad en el presbiterio y con vuestro obispo” y por “el testimonio de perseverancia y ‘aguante’”. “Gracias por celebrar diariamente la Eucaristía y apacentar con misericordia en el sacramento de la reconciliación, sin rigorismos ni laxismos, haciéndose cargo de las personas y acompañándolas en el camino de conversión hacia la vida nueva que el Señor nos regala a todos”, añadió. En la sección de “Ánimo”, el Papa Francisco recordó a los sacerdotes que “frente a experiencias dolorosas todos tenemos necesidad de consuelo y de ánimo. La misión a la que fuimos llamados no entraña ser inmunes al sufrimiento, al dolor e inclusive a la incomprensión; al contrario, nos pide mirarlos de frente y asumirlos para dejar que el Señor los transforme y nos configure más a Él”. “Un buen ‘test’ para conocer como está nuestro corazón de pastor es preguntarnos cómo enfrentamos el dolor”, dijo, pues “muchas veces se puede actuar como el levita o el sacerdote de la parábola que dan un rodeo e ignoran al hombre caído. Otros se acercan mal, lo intelectualizan refugiándose en lugares comunes: ‘la vida es así’, ‘no se puede hacer nada’, dando lugar al fatalismo y la desazón; o se acercan con una mirada de preferencias selectivas que lo único que genera es aislamiento y exclusión”. El Papa señaló a los presbíteros que “Jesús más que nadie conoce nuestros esfuerzos y logros, así como también los fracasos y desaciertos. Él es el primero en decirnos: ‘Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre Ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrar alivio’”. “En una oración así sabemos que nunca estamos solos”, aseguró. En la parte final de su misiva, bajo el título de “Alabanza”, el Santo Padre subrayó que “es imposible hablar de gratitud y ánimo sin contemplar a María. Ella, mujer de corazón traspasado, nos enseña la alabanza capaz de abrir la mirada al futuro y devolver la esperanza al presente”. “Cada vez que voy a un Santuario Mariano, me gusta ‘ganar tiempo’ mirando y dejándome mirar por la Madre, pidiendo la confianza del niño, del pobre y del sencillo que sabe que ahí está su Madre y es capaz de mendigar un lugar en su regazo”. “Y en ese estar mirándola, escuchar una vez más como el indio Juan Diego: ‘¿Qué hay hijo mío el más pequeño?, ¿qué entristece tu corazón? ¿Acaso no estoy yo aquí, yo que tengo el honor de ser tu madre?’”, dijo. El Papa Francisco alentó a los sacerdotes a que “si alguna vez nos sentimos tentados de aislarnos y encerrarnos en nosotros mismos y en nuestros proyectos protegiéndonos de los caminos siempre polvorientos de la historia, o si el lamento, la queja, la crítica o la ironía se adueñan de nuestro accionar sin ganas de luchar, de esperar y de amar… miremos a María para que limpie nuestra mirada de toda ‘pelusa’ que puede estar impidiéndonos ser atentos y despiertos para contemplar y celebrar a Cristo que Vive en medio de su Pueblo”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Leer carta del Papa Francisco a los sacerdotes[/icon] Fuente: Agencia católica ACIPRENSA Foto: Agencia Zenti