SISTEMA INFORMATIVO
Entregada a la familia, su profesión y la fe: Diana Mina
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Diana Juliette Mina Tocora, presentadora y periodista de Noticias RCN, siempre tuvo claro que su meta como profesional sería estudiar comunicación social y trabajar en los medios. Para hacer realidad este sueño, aprovechó como trampolín su inteligencia, encanto y belleza.
“A los 14 años decidí que quería estudiar comunicación social y periodismo, considero que mi pasión es comunicar, amo hacerlo (…) pero para lograr mi sueño tenía que aprender las técnicas y decidí estudiar esta carrera”, subrayó.
Estudiando periodismo en la Universidad Sergio Arboleda, decidió presentarse como señorita Bogotá, ganando la corona en el 2010, seguido participó como candidata al Concurso Nacional de Belleza en Cartagena. Todo esto, asegura “para mí fue una excelente manera de darme a conocer. El concurso fue una plataforma para mostrar mis posibilidades como profesional".
Diana, se considera una mujer perseverante, coherente, comprometida con su país, su prioridad la familia, la espiritualidad ocupa un lugar especial en su vida y no se cansa de darle gracias a Dios por cada oportunidad que le da.
Hace ocho años que está ejerciendo el periodismo, ha trabajado en importantes canales de televisión como Colombiana de Televisión, Canal Capital, Cablenoticias, CM& y actualmente en Noticias RCN. Su faceta como periodista y presentadora han sido su carta de presentación.
“Considero que los comunicadores sociales y periodistas somos el puente entre la comunidad y muchos temas de interés de la realidad, entonces porque no darle gusto a esa esencia de servir al otro a través de mi profesión (…) asumo con responsabilidad profesional e intelectual mi carrera, estoy contenta de informar todo lo que pasa en Colombia y en el mundo, pero por su puesto teniendo a todos los televidentes como mi prioridad”.
A nuestra invitada, le apasiona hablar de su familia. Su padre, un académico, Cerveleón Mina Balanta, es la persona que le guía en todas las decisiones en su vida; su madre, Maribel Tocora, diseñadora de modas y es la persona que ejecuta las ideas en la familia; Karen su hermana de 25 años, es Teniente del Ejército y actualmente está liderando una comisión de desminado humanitario en el país; y su hermana menor, Vanessa tiene 15 años, “la estrella de la casa”, actualmente estudia Ciencias Políticas en la Universidad de los Andes y dice que sueña con ser la presidente de la ONU porque quiere ayudar a los demás.
“Mi familia es el verdadero motor por quien todos los días trabajo, por quien deseo salir adelante de la mano de Dios. Mi padre es mi motivación, mi motor, es un negro maravilloso, es mi héroe, es un hombre muy culto (…) Mi madre Maribel Tocora, de ella aprendí que uno debe luchar por sus metas. Ellos dos forman un excelente equipo y demuestran que cuando se ama de verdad y se tiene esa esencia de querer salir adelante, se puede lograr” indicó.
Asegura que la vida de un periodista es “absurdamente acelerada”, pero Diana siempre saca tiempo para compartir con su familia, almuerza con ellos los domingos, hablan de los problemas que hay en el hogar y nunca sale de casa sin la bendición de sus padres, “eso hace que me sienta acompañada de ellos”.
Aunque asegura que cada emisión del noticiero es una experiencia diferente, reconoce que no le gusta anunciar tantas noticias dolorosas. De hecho, recuerda recientemente el último acontecimiento triste del asesinato de los tres periodistas ecuatorianos, que no hubiera querido informar.
“El último acontecimiento que me generó decepción fue el asesinato de los 3 periodistas ecuatorianos, me originó decepción con el ser humano, no es justo que quienes servimos a la comunidad tengamos que vernos vinculados y estar inmersos en medio de una guerra”, expresó.
Por otra parte, cuenta con orgullo que Dios lo es todo en su vida, admira su grandeza, habla con Él, le respeta sin cuestionarlo. “Él decide y yo simplemente como su hija acciono (…) En las mañanas me gusta sentirlo y contarle que voy a hacer en mi vida, sin Dios no existiría Diana Mina, con Dios, Diana Mina va a ser una mejor persona”.
Por último, Diana asegura que, aunque no ha recibido premios o condecoraciones, el mayor reconocimiento que lleva en su corazón, es el que a diario le dan los televidentes, “todos los días recibo muchos mensajes, opiniones que hacen que me sienta orgullosa de mi profesión”.
Esta comunicadora tiene una maestría en periodismo político. Está enamorada de un hombre que la comprende y respeta. Su comida favorita es el ajiaco y la mojarra frita. Le gusta escuchar música, es amiguera, le fascina visitar sitios culturales, práctica baloncesto y el quilate.
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Vie 30 Nov 2018
Vicente Silva, conectado con Dios y la Iglesia
Su familia soñaba con verlo graduado como abogado. Pero, finalmente, el periodismo lo cautivó y ya lleva 42 años ejerciendo esta profesión. Así nos lo compartió el huilense Vicente Silva Vargas, nuestro ‘rostro’ invitado de esta edición. “Desde los 14 años ejercí el periodismo. En mi hogar no querían que siguiera esta carrera por considerar que podía perderme, pues la veían como algo bohemia y con poco futuro. Estudié cinco años de Derecho, pero el periodismo haló y me quedé con esta carrera”, afirmó. Viene de una familia católica de Garzón; casado por la Iglesia hace 25 años con Lucía Chamat, de cuya unión nacieron sus dos hijas María Alejandra y Daniela, de quienes se siente orgulloso. “¡Vivo feliz con mi señora y mis hijas!” Se considera afortunado de tener una familia que entiende sus tiempos de trabajo, pues son horarios de 24 horas en los que siempre está conectado con la noticia. “Yo he tenido la fortuna, y eso es una bendición, que mi pareja también es periodista; entonces ella entiende todos estos tiempos, pero el arte para que no haya un ruido en la relación es ser franco”, indicó. Considera que un periodista antes que ser protagonista debe ser un puente entre la comunidad y los hechos. “Nosotros los comunicadores no somos personajes de farándula, sino servidores de la comunidad. Por ello, la gente necesita estar bien informada y esa ha sido mi vocación: servir a través del periodismo”. Señaló que para ejercer un periodismo transparente debe haber humildad y “desligarse de las tentaciones del dinero, no vender la conciencia, ni casarse con el mejor postor”, más bien, agregó: “debemos ser honestos con nosotros mismos y con la comunidad”. Actualmente, Vicente es corresponsal en Colombia del portal digital católico Aleteia con sede en España. Desde este espacio aprovecha para difundir la Palabra de Dios y mostrar las buenas obras que la Iglesia realiza. Al hablar de su vida espiritual, confiesa que anteriormente tenía una relación “de carácter social” con Dios y con la religión católica (matrimonios, bautizos, primeras comuniones) y no de fe. Un día la vida le cambió, fruto de una experiencia dura por la que tuvo que pasar. Hoy, Vicente asiste a misa en familia, se confiesa y reza el santo rosario. “Lo que pasa es que uno aprende a conocer a Dios cuando está en la inmunda; uno lo desconoce cuando está en los oropeles del prestigio del periodismo, lo que uno cree equivocadamente que es un prestigio. Solo uno recurre a Dios, y eso me pasó a mí, cuando tuve una dificultad personal; desde ese momento encontré a Dios, empecé a creer y a amar más a la Iglesia e ir a misa”, expresó. Es el autor del libro “El Beato Mártir de Armero”, obra que se animó a escribir porque desde muy pequeño le apasionó la vida del sacerdote Pedro María Ramírez Ramos, pues sus padres le inculcaron el conocerlo a fondo. Además, fruto de las buenas relaciones que mantiene con el clero de la diócesis de Garzón, pudo construir la historia de vida de este mártir colombiano. Su gran frustración: no haber tenido una emisora propia. Sus sueños: tener el tiempo y la salud para volver a leer los libros mal leídos, los no terminados y los que cree que le hacen falta leer.
Vie 23 Nov 2018
Lida Losada, de Colombia para el mundo
Lida Losada Castro nació en Florencia, Catquetá, hace 27 años, es alegre, espontánea y su pasión es viajar por el mundo para conocer lugares y personas. Sus sueños: continuar siendo feliz, disfrutar de su familia y aportar a través de su trabajo a la construcción de un mejor país. Hace 15 años tomó la decisión de radicarse en Bogotá donde realizó sus estudios en comunicación social y periodismo con énfasis en comunicación organizacional, recibiendo el título profesional en la Universidad Sergio Arboleda. Sus padres, Luz Marina Castro y Edison Losada, viven en la ciudad de Ibagué. Lida nos comparte su alegría de tener ahora en Bogotá a su hermana menor María Camila, quien está iniciando su carrera profesional. También ama entrañablemente a su hermana mayor Diana Lorena, radicada en la bella ciudad de Cali. Su pasión por el periodismo inició en el Colegio María Inmaculada, en Ibagué, donde salió con un título técnico en comunicación social. A sus escasos 12 años ya empezaba a experimentar detrás de un micrófono, contando y creando historias para la emisora de esa institución educativa. “La formación recibida en el colegio me fue encaminando y formando en el área del periodismo; poco a poco me enamoré de esta pasión por los medios (…) Me gusta informar, contar historias, conocer, escuchar a las personas y compartir con otros medios, esto, no solo a nivel de medios de comunicación, sino también en el campo de la comunicación institucional, que fue la opción que yo tomé a nivel profesional”, afirmó. Actualmente, Lida está vinculada a la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) a través de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), y reconoce que sus inicios en la institución fueron de total novedad, pues venía de trabajar a nivel empresarial y distrital manejando otros campos ajenos a la Iglesia. “Para mí ha sido una fortuna. No había pensado nunca tener esta oportunidad y hoy la siento como una bendición (…) He tenido la posibilidad de registrar muchas historias, de crear contenidos sobre lo que hace esta oficina (CCN) con el proyecto ‘Pedagogía para la Paz’. Mostrar ese rostro bonito que tiene la Iglesia, rescatar todo el trabajo que se realiza con las comunidades a través de las Jurisdicciones, allí desde donde se construye la verdadera reconciliación desde los territorios. Esta experiencia me ha permitido crecer como persona y como profesional. Tener la opción de ponerme en el lugar del otro, entender la dificultad del otro y que te enseñen que se puede salir adelante. Que podemos escucharnos y entendernos entre nosotros”, comentó. Resaltó que en los más de 15 talleres realizados con su equipo de trabajo en varias regiones de Colombia sobre pedagogía para la paz, ha podido identificar el importante rol que juegan los medios de comunicación en la construcción de país. “Nos hemos acostumbrado a vivir dentro de una cultura bélica y esto ha permeado a los medios de comunicación y a los periodistas (…) Definitivamente informar lo que pasa es fundamental, pero lleva consigo una gran responsabilidad de nosotros como seres humanos y comunicadores o periodistas (…) Debemos comunicar desde la humanidad, desde la posibilidad de reconocer al otro y darle el lugar que necesita, de reconocer que tanto víctimas como victimarios hablan de conflicto, reconciliación y paz y tienen un lugar donde pueden ser protagonistas”. Otra faceta que ha experimentado es la de corresponsal por Colombia para el canal católico de televisión EWTN, que es visto en muchos países del mundo. “Hacer parte de EWTN ha sido muy especial porque he contado no solo con el respaldo de ellos como equipo, sino también con el apoyo de ésta, mi casa: la Conferencia Episcopal de Colombia. Ha sido una oportunidad para contarle al mundo lo que sucede en la Iglesia colombiana desde los diferentes ámbitos, pues no es solo mostrar a la Iglesia desde su sentido más puro y pastoral y lo que tradicionalmente la gente conoce de ella, sino también presentar ese rostro social, humanitario y comunitario que está en el terrero representado en todas las jurisdicciones eclesiásticas”.
Vie 16 Nov 2018
Mamá y periodismo, los dos grandes amores de Yerson Caucha
Yerson David Caucha Arteaga a sus 26 años tiene dos grandes referentes en su vida: su mamá, Martha Cecilia Arteaga, de quien aprendió a acercarse a Dios y saber tomar decisiones importantes; y su profesión, el periodismo, que le ha mostrado desde sus diferentes facetas porqué es el oficio que le apasiona. Recuerda que desde muy pequeño su vida ha estado marcada por la fe católica. Es un hombre de oración diaria y desea que esta devoción se mantenga en él y la hereden sus hijos (cuando los tenga) y Ana María, su única ahijada. “Voy a la Iglesia los domingos a darle gracias a Dios por todas las bendiciones que nos ha entregado en la vida, porque creo que donde estoy es gracias a Él. En cada decisión que tomo siempre pongo por delante a Dios”, afirmó. Asimismo, tiene en alta estima el valor de la solidaridad. “Me gusta ayudar a los demás; desde niño mi madre me ha inculcado que siempre hay que tenderle la mano a quien lo necesita. Con ese pensar he desarrollado mi vida personal y profesional, y esto me ha permitido crecer en todos los ámbitos”, afirmó. Profesión polifacética Estudió periodismo porque desde muy pequeño le gustó escribir e inventar historias. Aunque confiesa que su deseo era ser un gran deportista, pero al no darse esta oportunidad consideró que el periodismo era la forma de estar cerca del deporte. Recuerda que sus primeros pinitos en el periodismo fueron frustrantes por las tareas que le encomendaban, pero entendió que todo lleva su tiempo y tiene su momento: “Seguí trabajando con la misma disposición y entrega; luego se presentó la oportunidad de cambiar de aires y ese cambio me sentó muy bien porque me permitió empezar a hacer lo que me apasiona en esta bella carrera”. Yerson descubrió que estos tres años de profesión atendiendo las fuentes de orden público, judicial, política, Iglesia y ahora deportes, le han permitido “contar historias a las personas, transmitirles lo que ellos no tienen la oportunidad de conocer de cerca y nosotros (los periodistas) somos ese medio para estos detalles”. Para ejercer un buen periodismo recomienda siempre “contrastar la información con las fuentes, verificar que lo que se comunica es cierto y no engañar a las audiencias (...) Es muy importante manejar siempre las palabras correctas y saber con precisión lo que se va a informar para no herir a las personas”. La Iglesia como escuela Cubrir la fuente de Iglesia fue un aprendizaje para él. No la vio como una tarea obligatoria que debía cumplir, “sino que daba alegría venir a la Conferencia Episcopal, poder hablar con los sacerdotes y las personas que hacen parte del equipo de prensa”. “Saber que la Iglesia tiene una opinión importante de todo lo que pasa a nivel nacional, tiene la posibilidad de mover las personas y hacer entender muchas situaciones que a veces son complejas”, aseguró. Yerson David es egresado de la Universidad Minuto de Dios, trabajó en Usme Tv, Cable Noticias y actualmente es periodista, redactor y presentador de deportes en el canal El Tiempo Televisión. Una de sus metas a nivel profesional es trabajar en un canal especializado de deportes. Su anhelo: devolverle a su familia lo que ellos han hecho por él, pero “no en un sentido económico, sino ayudarles a cumplir sus sueños, porque ellos lo hicieron conmigo y eso sería lo mínimo que podría hacer por ellos”.
Vie 9 Nov 2018
“Comunicadora de evangelización”
Así se describe Adriana María Vargas Rueda, Comunicadora Social – Periodista, invitada esta semana a la sección ‘Rostros’ de nuestro portal institucional. Esta paisa, egresada de la Universidad Pontificia Bolivariana, es firme defensora de la vida, apasionada por la comunicación, la pastoral y el anuncio de “la Buena Noticia que siempre será veraz y oportuna, que es Cristo entre Nosotros”, ha dedicado su vida a responder al llamado que el Señor le hace desde su rol profesional y personal”. “El periodismo fue un llamado, yo quería ser comunicadora pastoral, comunicarlo a Él, a Cristo, y después de 18 años de evangelizar a través de los medios de comunicación he descubierto que ser comunicadora pastoral es un estilo de vida, es comunicar más allá del quehacer, comunicar en el ser mismo; entonces para mí una premisa fundamental es vivir en comunión para comunicarlo y construir donde el Señor me siembre”, afirma. Su núcleo familiar es motor y ejemplo de vida. Hija de Ligia Rueda Palacio y Héctor Vargas Niño, desde pequeña, bajo los valores enseñados en su hogar y durante su formación con las Hermanas Dominicas de la Presentación, ha querido estar al servicio y cuidado de la familia, por lo que se especializó en Educación y Orientación Familiar, en la Unimonserrate. A nivel personal, siempre sintió el llamado a ser misionera por lo que decidió viajar a la Jornada Mundial de la Juventud en Alemania a dar su sí como laica consagrada. Tras esta experiencia, conoció a su esposo con quien creó una agencia de comunicaciones e intentó tener un matrimonio misionero; ahora su esperanza sigue puesta en Dios que no la abandona. “Es en la prueba donde más pruebas de la Misericordia de Dios”, es la frase con la que Adriana apoya su visión de vida, convencida que todo lo que ha acontecido es para su bien. Su trayectoria profesional incluye experiencia en radio, televisión, ambientes corporativos y pastorales. Sus inicios fueron como voluntaria en la emisora Minuto de Dios y sus prácticas en RCN radio. Trabajó durante 10 años como presentadora y realizadora en el canal Televid, donde fundó el Apostolado de la Virgen de la Vida, la Familia y la Reconciliación, como parte de su compromiso con la defensa de la vida y testimonio de sus dos hijos en el cielo. Actualmente se desempeña como comunicadora del Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Bogotá. “En el Banco de Alimentos he sido muy feliz y felicidad que empieza por “FE” en mayúscula, porque me he identificado con la misión que tenemos y con el legado inspirado en San juan Pablo II, cuando él dice: Necesitamos una imaginación creativa de la caridad y desde el área de Comunicaciones he tratado de hacerlo”. Finalmente, enfatiza en la importancia de trabajar en red, construir alianzas y dar a conocer “el bien que hace la Iglesia Católica, en este caso desde el Banco de Alimentos Arquidiocesano”.