SISTEMA INFORMATIVO
Obispos colombianos reflexionan Sermón de las 7 Palabras
Durante el Viernes Santo, con piedad y devoción, los creyentes se acercan a la cátedra de amor y misericordia del Divino Maestro, al meditar sus últimas palabras en la cruz.
Aprendamos a estar junto a la cruz, con espíritu de esperanza y unámonos a la plegaria hecha, en Panamá, por el Papa Francisco “Enséñanos Señor a estar al pie de la cruz, al pie de las cruces; despierta esta noche nuestros ojos, nuestro corazón; rescátanos de la parálisis y de la confusión, del miedo y de la desesperación. Padre, enséñanos a decir: Aquí estoy junto a tu Hijo, junto a María y junto a tantos discípulos amados que quieren hospedar tu Reino en el corazón”.
Sigamos, también, la reflexión entregada por los obispos colombianos, desde la realidad y desafíos que afronta el país.
Primera Palabra
"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23,34)
Sobre esta primera palabra pronunciada por Jesús en la cruz, monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, recuerda que “Él crucificado, en medio de su sufrimiento, a través de su amor, es la respuesta a los sufrimientos que llevamos todos en estos días en el corazón”.
El prelado señala que “las últimas palabras de su vida son expresión maravillosa, que sintetiza lo que fue la vida de Jesús: verdadero hombre que vino a mostrarnos el rostro amoroso, misericordioso, tierno, de Dios Padre, por eso clama: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
En este sentido, señala que "al contemplarlo descubrimos que el perdón, como gracia de Dios, sembrada en nuestro interior, se convierte no en el fruto de un proceso, sino en la vivencia de lo que Dios nos regala si lo pedimos como Jesús nos enseñó en el Padrenuestro”.
Refiriéndose a la compleja situación que vive el mundo a causa de la pandemia por coronavirus, manifestó su deseo de que “al pasar por esta prueba que estamos viviendo quede, como fruto en nuestras familias, primer espacio donde aprendemos el ABC de acogernos, comprendernos, perdonarnos, el don de la reconciliación, superando juntos lo que nos divide”.
Segunda Palabra
"Yo te aseguro, hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23, 39-43)
Por su parte, monseñor Orlando Olave Villabón., obispo de Tumaco, al reflexionar sobre la segunda palabra, dicha al ladrón arrepentido, que asume su pecado, llama la atención sobre la actitud contraria, de indiferencia, que muchos asumimos ante los momentos difíciles que vive el país: violencia, narcotráfico, guerra, desplazamiento.
Al referirse al asesinato de líderes sociales, recuerda que ellos, “como Jesús, están donando su vida. Hoy queremos decirles a estos hombres y mujeres, que la vida no termina con la muerte. Nos duele su muerte, la tristeza de su familia, pero queremos dar un mensaje de esperanza, motivar a que otros sigan comprometiéndose en la transformación de la realidad colombiana”.
“Pedimos al Señor que lleve a su reino a estos hombres y mujeres que han donado su vida".
Tercera Palabra
"Mujer, he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre" (Juan 19,26-27)
Monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, obispo de Fontibón, al reflexionar la tercera palabra, señala que “en san Juan estamos todos los seres humanos presentes cuando el Señor nos entrega a María como Madre”.
¿Qué quiere decir esto?, explica el obispo: “Nos ha dado el tesoro más grande, una madre con corazón eterno: la virgen María, madre de Dios y madre nuestra”.
“Esto nos conecta con la vida”, agrega el prelado. “Darle una madre a un niño es darle vida y estamos en un momento crucial en el que la sociedad quiere acabar con la vida. El Art 11 de la Constitución de Colombia dice: la vida humana es inviolable, no habrá pena de muerte (…) pero han querido violar esto con el aborto”.
Ante esta realidad señala: “levantamos la voz por los que no tienen voz, en contra de los que matan (…) de los que agreden la creación, especialmente, levantamos la voz por los más indefensos, que es el niño en el vientre de la madre”.
Cuarta Palabra
"Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" (Mateo 27,46-47)
Al meditar la cuarta palabra, monseñor Héctor Salah Zuleta, obispo de Riohacha, centra su mirada en el sentimiento de abandono que experimentan hoy tantos seres humanos.
Retomando a san Agustín: “nos hiciste Señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”, el obispo señala que ante la soledad y el abandono, que son una de las mayores calamidades que atenta contra la estabilidad humana, debemos recordar que “Dios no abandona al hombre ni quiere que esté solo. En la mayoría de las dificultades que padecemos, somos nosotros quienes abandonamos a Dios”.
“No podemos olvidar que “no es Dios quien necesita de nosotros sino nosotros los que necesitamos de Dios”, insiste.
Sin embargo, "Él experimentó en su ser, voluntariamente, la realidad de una vida humana para redimirla, ofreciéndonos el remedio de su luz y de su fuerza, que nos viene cuando lo buscamos por los méritos y el amor vivido en su cruenta pasión”.
Quinta Palabra
"Tengo sed" (Juan 19,28)
“La sed que siente Jesús no es solamente una necesidad fisiológica”, explica monseñor Rubén Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura, al reflexionar la quinta palabra. “La sed de Jesús, es la sed de amor, de justicia, de perdón. Ese deseo de Jesús en la cruz es también el deseo que Él quiere que tengamos todos nosotros: sed de servir, de ayudar a nuestros hermanos”.
Así mismo, precisa: “Dios quiere que, sedientos de eternidad, busquemos al único que puede saciar el corazón humano que es Jesús”.
“Vivamos la nueva vida que Cristo nos da (…) para que nosotros también saciemos a nuestros hermanos con la Palabra, con nuestro amor, con nuestra compañía y entre todos construyamos una Colombia más justa”, anima el obispo.
Sexta Palabra
"Todo está consumado" (Juan 19,30)
Esta palabra “significa que Él realizó la misión que el Padre le confió y fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz”, explica monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Popayán.
Sin embargo, “en nuestra vida todo está por cumplirse”, precisa el obispo. En este sentido, anima a descubrir la misión que cada uno tiene y asumirla.
“Que esta Semana Santa sea la oportunidad para que nosotros, profundizando, en nuestra vida misionera, en la misión que Dios Padre nos confió; nos unamos con Cristo, con su cruz y asumamos nuestra tarea, porque la Casa Común espera que nosotros le sirvamos, nuestra familia espera que cumplamos nuestra misión (…) El mundo entero necesita de hombres y mujeres que, con Cristo, realicen la misión que el Padre les confió”.
Séptima Palabra
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lucas 23,46)
Finalmente, al reflexionar la séptima palabra de Jesús en la cruz, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), afirma que “entregando su vida al Padre, Jesús concluye su misión terrena. Con sus gestos, sus palabras, devuelve la dignidad en sí mismos a pobres, enfermos, mujeres, hombres, niños, pecadores; sin embargo, su coherencia y compromiso tuvo consecuencias y con su muerte en la cruz estas consecuencias llegan a lo máximo posible”.
Es así como, insiste el obispo: “tomar partido por quienes están en las periferias existenciales es un compromiso que en la vida de Jesús llevó incluso a las acciones más violentas contra Él, pero Jesús nunca cambió ni sus opciones, ni su actitud pacífica, cercana y pronta al perdón”.
Por ello, agrega, “Jesús crucificado es una lección para nosotros hoy, como dice san Pedro en su primera carta: Cristo sufrió por ustedes, dándoles un ejemplo para que sigan sus huellas”.
“(…) Jesús no vuelve a su Padre derrotado, vuelve con la victoria del amor que vence al odio. Que en nosotros también venza el amor contra todos los sentimientos destructivos”, exhorta el prelado.
Una pastoral hecha con ardor
Jue 14 Nov 2024
Matrimonio y familia: don de Dios
Vie 8 Nov 2024
Vie 8 Nov 2024
Obispos colombianos convocan colecta nacional para ayudar a reconstruir edificaciones de la Iglesia en Guapi afectadas tras el atentado
Tras el atentado terrorista perpetrado en el municipio de Guapi (Cauca) el pasado 2 de noviembre, que produjo, además de lamentables pérdidas humanas, heridos y afectaciones en la tranquilidad de la población, la destrucción de las edificaciones de la Casa y la Curia Episcopal, los obispos de Colombia convocan una colecta nacional para apoyar al Vicariato Apostólico de Guapi en el proceso de reconstrucción de dichas obras.La jornada se llevará el domingo 17 de noviembre en todas las parroquias del país. Quienes deseen, también podrán participar en ella consignando su aporte a la cuenta de ahorros del Banco de Bogotá Nº 078354974, a nombre de la Conferencia Episcopal de Colombia.En el mensaje de convocatoria, los pastores destacan este apoyo como un signo de esperanza en medio de la compleja realidad que viven las comunidades del pacífico caucano; por lo que animan a todas las personas de buena voluntad a participar activamente en esta iniciativa, con solidaridad y fraternidad.“Vamos a orar intensamente también para que la población recupere la esperanza, la reconciliación y el deseo de salir adelante. El Señor recompensa al que da con generosidad”, agrega monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja y vicepresidente de la CEC, en el video que acompaña el comunicado oficial.En ese mismo video, el padre Arnulfo Moreno Quiñonez, pro-vicario de Guapi, enfatiza: “Nada podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús; ni la violencia, ni la destrucción, ni el temor”.Vea a continuación el videomensaje:
Jue 7 Nov 2024
Durante encuentro nacional sobre cultura del cuidado, la Iglesia Católica colombiana creó la Red Nacional de Acogida
Entre el 28 y el 31 de octubre, la Conferencia Episcopal de Colombia reunió en Bogotá a los encargados de la atención y prevención de abusos de las jurisdicciones eclesiásticas del país. Cerca de 120 personas, entre sacerdotes, religiosos y laicos participaron en el evento denominado Primer Encuentro Nacional de Responsables de la Cultura del Cuidado en la Iglesia. Un espacio que buscó fortalecer los procesos de atención, acogida y apoyo, de ahí que se propiciara la creación de la Red Nacional de Acogida.En representación del Episcopado Colombiano, el evento estuvo acompañado por monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, obispo electo de Pereira y por monseñor José Mario Bacci Trespalacios, obispo de Santa Marta, presidente y miembro de la Comisión Episcopal para la Cultura del Cuidado, respectivamente. Asimismo, estuvieron presentes los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y las profesionales encargadas de la Oficina Nacional.El encuentro se hizo posible gracias a la financiación de la organización Porticus en el marco del proyecto Iglesias particulares seguras y protectoras, a través del cual en los últimos dos años la Conferencia Episcopal adelantó jornadas de formación sobre prevención de abusos en nueve de las doce provincias eclesiásticas del país.Durante el encuentro monseñor Bacci Trespalacios abordó el tema “Espiritualidad del cuidado”, indicó que en la base de los abusos sexuales la dimensión espiritual es el más grande de los problemas.“Cuando aparece un caso hay una estructura que falla, hay una política que encubre o hay una decisión que pospone el dolor de la víctima, pero todo eso es posterior, todo eso es consecuencia de una ausencia de fe, ausencia de Evangelio, ausencia de Jesucristo”, explicó.Vea a continuación los detalles más destacados:
Mar 5 Nov 2024
"Nuestro pueblo gime de dolor": Pro-Vicario de Guapi
A través de un comunicado firmado por el pro-vicario de Guapi, el padre Arnulfo Moreno Quiñonez, esa Iglesia particular ubicada en el pacífico caucano, expresó su dolor y preocupación ante los hechos de violencia que han venido afectando gravemente a sus comunidades. La situación más reciente se presentó el pasado 2 de noviembre en la cabecera municipal de Guapi; un atentado en la madrugada de ese día, dejó, además de personas heridas, lamentables pérdidas, entre ellas, vidas humanas y estructuras, como es el caso de la Curia que resultó seriamente afectada. La Iglesia pide la presencia urgente de las instituciones del Estado allí, garantizando el derecho a la paz y generando condiciones de desarrollo humano integral.“Lamentamos la pérdida de las vidas humanas, el dolor de los heridos, el llanto de las familias y la desesperanza de una sociedad que anhela vivir en paz, la destrucción de los edificios de la curia diocesana, institución que es esencial para el trabajo de la Iglesia en Guapi y rechazamos todo tipo de acciones que generan miedo y zozobra en la población, porque que cada día su tierra es manchada con sangre de guerra; llamamos a todos apartarse de los caminos de pánico y de muerte, y acercarse más a los caminos del diálogo y la reconciliación para que así podamos construir juntos y disfrutar en hermandad de la paz”, se expresa en el comunicado.De acuerdo con el mensaje, este hecho ha causado pánico y tristeza en todo el territorio del Vicariato:“Porque lscuandé, Timbiquí, Guapi y López de Micay, somos una sola familia extendida y diseminada por todo el pacífico Caucano y Nariñense; cuando uno ríe todos ríen y cuando uno llora todos lloran”.En el mensaje, el padre Arnulfo Moreno pide la oración de todos en la Iglesia para que la Paz del Señor sea consuelo y esperanza en medio de sus comunidades:“Nos acogemos con amor y fe de solidaridad, a la oración universal, la de la Iglesia Colombiana, la de nuestros obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, consagrados y consagradas, la de los hombres y mujeres de buena voluntad, para que le pidamos juntos al Príncipe de la paz que, llegue al mundo entero, a Colombia, al pacífico Caucano y Nariñense”.Vea a continuación el comunicado leído por el Pro-vicario de Guapi:
Dom 3 Nov 2024
Obispos colombianos rechazaron atentado en Guapi: la Casa y la Curia Episcopal resultaron afectadas
A través de una carta enviada al Pro-vicario de Guapi, el padre Arnulfo Moreno Quiñonez, a todos los miembros de esa Iglesia particular y a la comunidad del municipio de Guapi, los obispos expresaron su solidaridad, profunda preocupación y rechazo ante el grave atentado cometido contra la población y la fuerza pública en la madrugada del sábado 2 de noviembre ese territorio del pacífico caucano. Hecho que dejó personas fallecidas, otras heridas y varias estructuras afectadas, entre ellas la Casa y la Curia Episcopal.En el mensaje, el episcopado colombiano, a través de su Comunidad de Presidencia, afirmó que este tipo de hechos, que causan pánico y desolación a las comunidades, evidencian el incremento de la violencia en el país. Ante esta preocupante realidad, hacen un llamado urgente a los actores armados para que abandonen la vía del terror y apuesten por el diálogo; al Gobierno le piden hacer presencia garantizando el desarrollo humano integral, la seguridad y el derecho a la paz.Además, los obispos ha pedido al Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombia (SNPS-CC) que active inmediatamente el Fondo de Emergencias para apoyar a la comunidad.