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Los católicos crecen más rápido que la población mundial
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Mientras que la población mundial creció 10,8 por ciento entre el 2005 y el 2014, en ese mismo periodo el número de católicos aumentó 14,1 por ciento y alcanzó los 1.272 millones de fieles en todo el planeta. Es decir, se incrementó en cerca de 160 millones.
Esta es una de las conclusiones más significativas del Annuarium Statisticum Ecclesiae, divulgado por el Vaticano hace pocos días y que recoge los datos más recientes disponibles (2014) de las 2.998 circunscripciones eclesiásticas de todo el globo.
El avance más notorio se vio en África, donde los católicos aumentaron 41 por ciento, frente al 23,8 por ciento de la población. En Asia también se registró un incremento de católicos superior al de la población (20 por ciento frente a 9,6) y lo mismo sucedió en América (11,7 por ciento versus 9,6). En Europa, el crecimiento fue del 2 por ciento, prácticamente igual al de la población. Solo en Oceanía los católicos aumentaron menos que la población (15,9 por ciento frente a 18,2).
Estas cifras salen del número de católicos bautizados en el mundo, que por continentes se distribuye así: América, 48 por ciento; Europa, 22,6 por ciento; África, 17; Asia, 10,9, y Oceanía, 0,8.
El padre José Gabriel Mesa, que fue superior de los dominicos en Colombia, señala que la Iglesia espera que el crecimiento de católicos continúe en los próximos años, especialmente gracias a la labor que viene desempeñando el papa Francisco. “El santo padre ha generado, a través de sus acciones y su discurso un mayor positivismo dentro del clero y una empatía más fuerte de los fieles con su Iglesia”, sostiene.
El impacto de Francisco
Justamente, esta semana el Centro Nacional de Consultoría –miembro de la asociación en investigación de mercados y opinión pública Red Win– reveló los resultados de una encuesta sobre la imagen del papa Francisco, efectuada entre septiembre y diciembre del 2015 a 63.272 personas de 64 países.
Según esta medición, el 54 por ciento de todos los entrevistados –incluyendo fieles de distintos credos, ateos y agnósticos– tiene una visión positiva del sumo pontífice; el 12 por ciento, desfavorable y el 34 por cierto no sabe o no responde.
Hay que destacar que Colombia figura en el quinto lugar del ‘ranking’ de los países que tienen los índices más altos de imagen favorable del Papa, con el 84 por ciento. La lista es liderada por Portugal, con el 94 por ciento, y le siguen Filipinas (93), Argentina (89) e Italia (86).
Otro de los capítulos de la encuesta que llama la atención tiene que ver con la opinión favorable frente al sumo pontífice entre los fieles a otras religiones distintas al catolicismo. Entre los judíos es del 65 por ciento; entre los protestantes, del 53; entre los cristianos, 50, y entre los musulmanes, 28 por ciento. Incluso, uno de cada dos ateos o agnósticos tiene una imagen positiva del Papa.
La encuesta también arrojó que en comparación con otros líderes mundiales, el jefe máximo de la Iglesia católica no tiene rival. Aquí Francisco tiene un 41 por ciento de favorabilidad, seguido del presidente estadounidense, Barack Obama, con un 30 por ciento y la canciller alemana, Ángela Merkel, con el 13 por ciento.
Religión en Colombia
Pese a la aparición en las últimas décadas de nuevos credos en Colombia, el catolicismo sigue dominando ampliamente el mapa religioso del país. Si bien el 99 por ciento de la población se declaraba católica en los años 60, hoy esa proporción es de siete de cada diez, según el estudio ‘Del monopolio católico a la explosión pentecostal’ (2013), del sociólogo William Mauricio Beltrán, docente de la Universidad Nacional. En el mismo lapso, las denominadas minorías religiosas pasaron del 1 al 27 por ciento.
Este estudio, uno de los más juiciosos y recientes sobre el tema hechos en Colombia –efectuado con base en una encuesta de las universidades Nacional y Sergio Arboleda en el 2010–, indica que el 94 por ciento de los entrevistados se declaró creyente en alguna religión, mientras que cerca del 5 por ciento indicó ser ateo o agnóstico. De los primeros, el 16,7 por ciento aseguró pertenecer a la diversidad protestante del cristianismo, de la cual forman parte los evangélicos, los carismáticos y los pentecostales; el 3,5 por ciento dijo creer en Dios pero no en una religión; el 1,8 por ciento son testigos de Jehová y adventistas, y el 0,2 son fieles de otros cultos.
Beltrán, que tiene un doctorado de la Universidad Sorbonne Nouvelle (Francia) y opina que el catolicismo seguirá siendo de “manera indefinida” la religión de la mayoría de los colombianos, atribuye la reducción de sus fieles en las últimas seis décadas a múltiples factores, como la proliferación de los mensajes de expresiones no católicas en medios de comunicación, en especial la radio, y a la creciente movilización de la población rural a las grandes ciudades, donde existe una mayor oferta de credos.
Otra causa de la disminución la expone la teóloga Jenny Andrea Santamaría, doctora en sociología y especialista en religión y política, quien argumenta que “algunos creyentes católicos no se sienten suficientemente interpretados por la institución”, lo que ha facilitado la migración a otros grupos religiosos. Mientras que su colega Isabel Corpas de Posada, doctora en teología, advierte que esto se debe también a la secularización de la sociedad, es decir, “al paso de un mundo sacral, en el que Dios es responsable de todo y está presente en todo, a uno en el que ya casi no hay espacio para Dios, lo cual afecta a todas las religiones por igual”.
El cardenal Rubén Salazar Gómez, máximo jerarca del catolicismo en Colombia, admite que el catolicismo ha perdido fieles a manos de otras creencias, pero subraya que si bien este fenómeno debe ser estudiado a fondo, lo realmente importante es que la Iglesia “haga bien su tarea”, que no es otra que “anunciar el Evangelio, y hacerlo de manera adecuada a los tiempos de hoy”.
Una fe a medias
Beltrán también habla en su investigación del fenómeno de los católicos nominales, es decir, aquellos que no practican la doctrina al pie de la letra, y señala que son cuatro de cada 10. De hecho, una gran encuesta contratada por EL TIEMPO a finales del 2011 indicó que el 21 por ciento de los que se definen como católicos nunca lee la Biblia y que el 19,7 por ciento solo va a misa en ocasiones especiales (la mitad de los católicos entrevistados asisten una vez a la semana). No obstante, hay que decir que esta realidad, muy conectada con la idea de la secularización de la sociedad de la que habla Isabel Corpas, es aplicable a todas las confesiones: la mayor distancia del mundo sacro no es un problema exclusivo del catolicismo.
En todo caso, según la encuesta de EL TIEMPO, el 95,1 por ciento de los católicos consultados señaló que nunca ha pensado en cambiarse de religión.
Frente al protestantismo, que representa la segunda fuerza religiosa con 16 fieles por cada 100 personas, Beltrán comenta que la gran curva de crecimiento se dio entre 1990 y 2010. Y aunque ha mermado, y “en parte por una reacción de la Iglesia católica”, anota el experto, su número de creyentes sigue en ascenso.
La fuerza de estos grupos radica, explican diversos expertos, en que las personas que se suman a estas nuevas corrientes religiosas lo hacen por decisión propia, no solo por una tradición familiar o cultural heredada, por lo que su nivel de compromiso suele ser más fuerte.
Sobre estas otras confesiones cristianas distintas al catolicismo, el cardenal Salazar deja claro que la relación con ellas ha venido madurando: “En el contexto de la Asamblea Plenaria de Obispos –el mes pasado– tuvimos un acto hermoso del que formamos parte distintas religiones y confesiones cristianas no católicas. Ya es una realidad que cada vez más nos encontremos y oremos juntos, porque al fin y al cabo tenemos algo que nos une, y es la fe en un Dios que nos ama, así como la certeza de que la religión es un factor fundamental para construir la sociedad que queremos, justa, fraterna y solidaria”.
Una mirada desde afuera
El prestigioso centro de investigación Pew, de Estados Unidos, también se ha ocupado de la orientación religiosa de Colombia y América Latina.
Tras una encuesta llevada a cabo en 19 países de la región, entre octubre del 2013 y febrero del 2014, la institución indicó que el porcentaje de católicos colombianos pasó del 91 por ciento, en 1950, al 79 por ciento en el 2014. Esta última cifra fue superada solamente por las de Paraguay (89 por ciento) y México (81 por ciento).
Una estadística nacional similar arrojó la encuesta contratada a Datexco por EL TIEMPO a finales del 2011, en la que ocho de cada 10 entrevistados aseguraron ser católicos.
Tomado: Diario El Tiempo
Foto: Internet
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Arquidiócesis de Cali tendrá Centro de Acogida para el acompañamiento integral del clero
La Arquidiócesis de Cali inauguró la Ciudadela Sacerdotal “Santo Toribio de Mogrovejo”, una obra concebida para fortalecer la fraternidad y la vida del presbiterio, que albergará un innovador Centro de Acogida Sacerdotal Arquidiocesano (CASA).El acto de bendición, presidido el pasado 10 de diciembre por el arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, marca el inicio oficial de un proyecto pastoral que desde marzo de 2026 buscará ofrecer acompañamiento especializado a diáconos, presbíteros y religiosos que enfrenten situaciones de vulnerabilidad o necesidades de acompañamiento concretas.Una ciudadela con un nuevo destino pastoralEl centro ofrecerá programas con fundamento terapéutico y espiritual que incluirán apoyo psicológico, psiquiátrico, jurídico y dirección espiritual. Desde allí, según monseñor Rodríguez Velásquez, se buscará proveer recursos para “mejorar y afianzar su salud personal y, en los casos que se requiera, fortalecer el ardor sacerdotal”.En su homilía, el Arzobispo de Cali explicó que, aunque el edificio fue originalmente proyectado como residencia para las Monjas Clarisas de Clausura, un cambio en su destinación llevó a un profundo discernimiento sobre su uso final. El resultado es la creación del CASA, un centro pionero en la región y un paso adelante en el fortalecimiento de la pastoral sacerdotal.Un sueño de fraternidad y unidad sacerdotalMonseñor Rodríguez destacó que la ciudadela materializa un anhelo profundo de su ministerio: que el clero de Cali sea "una sola familia”. “Cuando se habla de casa, ese pensamiento se remite a la familia…Y ustedes, queridos hijos en el sacramento del orden, son y deben sentirse hermanos”, expresó durante la ceremonia.Esta visión de fraternidad se alinea con el espíritu sinodal que la Iglesia promueve actualmente. Precisamente, en febrero de 2026, la Asamblea del Episcopado Colombiano abordará el tema del “Presbiterio en la Iglesia sinodal”, buscando orientaciones para una pastoral sacerdotal renovada.El legado de Santo Toribio: un modelo para la CiudadelaLa ciudadela honra a Santo Toribio de Mogrovejo, una figura fundamental para la Iglesia en América. En un artículo de 2022, el entonces Arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía —impulsor inicial de la obra—, describió al santo como quien “anticipó en su época el caminar de la Iglesia en salida” y vivió “a plenitud el ejercicio sinodal”.Santo Toribio, arzobispo de Lima en el siglo XVI, dedicó 17 años a recorrer unos 40,000 kilómetros de su vasta jurisdicción, que incluía el territorio de la Cali de entonces. Su nombre, etimológicamente vinculado a “vida en movimiento” o “caminante”, es visto como “toda una profecía de celo misionero”. Este modelo de pastor cercano y sinodal inspira el propósito de la nueva ciudadela.La inauguración de la ciudadela coincide con el inicio del Año Jubilar que la Iglesia en Perú celebra desde este diciembre, conmemorando los 300 años de la canonización de Santo Toribio.La visión fundacional: un proyecto para la dignidad y unidad del presbiterioMonseñor Luis Fernando reconoció que esta obra recoge el fruto de los sueños de su antecesor, monseñor Monsalve Mejía, quien entonces concibió la ciudadela como un espacio para fortalecer la vida sacerdotal: “para educarnos más en relación a la dignidad, la solidez y la unidad que deberían caracterizar siempre la vida de todo presbiterio” (ver artículo).De acuerdo con monseñor Monsalve, la ciudadela fue pensada desde un principio como un instrumento de pastoral sacerdotal integral, enmarcado en “las 5 cercanías del sacerdote”: la cercanía a Dios, al Obispo, a sus hermanos en el Orden sacerdotal, a sus feligreses y, con ellos, al territorio y la población. Este concepto buscaba hacer “visible y viable la vida entera de un sacerdote”, evitando el aislamiento.Un proyecto que responde a necesidades concretasMonseñor Luis Fernando reconoció que en Colombia existen muy pocas casas de atención profesional para sacerdotes, citando solo tres en Bogotá, La Ceja y Medellín. Por ello, la creación del CASA en Cali responde a una necesidad urgente y regional.“Los Obispos de las Provincias de Cali y Popayán y de otras jurisdicciones esperan con ilusión la apertura de este servicio…Expresan que las necesidades son muchas”, señaló.El centro iniciará sus servicios de acogida a partir del 1 de marzo de 2026. Actualmente, se ultiman los reglamentos y la definición del personal administrativo necesario para su operación.Un llamado final a la conversión y al cuidado fraternoEn el marco del tiempo de Adviento, el Arzobispo de Cali concluyó su homilía con un llamado a la conversión y a la santidad, invitando a los sacerdotes a cuidarse personalmente y a cuidar al hermano, “especialmente al débil”.Agradeció, además, a todos los que hicieron posible la obra, incluyendo al equipo de la curia, sacerdotes colaboradores y al hoy arzobispo emérito de Cali, monseñor Darío Monsalve Mejía, quien por compromisos previos no pudo asistir pero envió su abrazo y bendición espiritual a la asamblea.Con esta inauguración, la Arquidiócesis de Cali consolida un espacio destinado a ser “un lugar de encuentro con Dios y con los hermanos”, donde los ministros ordenados encuentren acogida y renovación para su misión.
Mar 9 Dic 2025
Adviento solidario en Colombia: Cáritas lanza campaña para seguir apoyando a comunidades durante emergencias humanitarias
El Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana lanzó oficialmente su campaña de anual de Adviento, un llamado nacional a la solidaridad para fortalecer la capacidad de respuesta de la Iglesia ante emergencias humanitarias.La iniciativa, que se impulsa a través del lema “Somos la fuerza solidaria que impulsa a Colombia”, busca recaudar fondos para mantener operativa en 2026 la red nacional de atención a emergencias, particularmente ante el aumento de fenómenos naturales y desplazamientos forzados en el país.Durante el 2025, a través de este sistema, Cáritas Colombiana ha respondido a 24 situaciones críticas: 18 provocadas por la ola invernal y 4 por conflicto armado, beneficiando a 3.076 familias (11.231 personas) a nivel nacional con kits de alimentos, higiene, alojamiento y cocina, por un valor ejecutado de $750 millones de pesos (COP).Impacto y capacidad logística demostradaUno de los operativos humanitarios más significativos del año, que forma parte de la respuesta nacional, fue la intervención en la región del Catatumbo, donde se presentó una crisis con más de 54.098 personas desplazadas. Gracias a los fondos recaudados y a alianzas estratégicas con la red de bancos de alimentos de Colombia (ABACO) y la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Cáritas Colombiana fue la primera organización en acceder a la zona, entregando 332.355 kilogramos de alimentos a 17.680 personas en condición de desplazamiento y confinamiento en los municipios de Tibú, La Gabarra, El Tarra, Ocaña, Cúcuta, el resguardo indígena Catalaura (Norte de Santander) y Bucaramanga.“Esta intervención demostró no solo nuestro compromiso, sino la capacidad logística para llegar a contextos críticos y de difícil acceso”, destacó Cáritas Colombiana.Un modelo de respuesta con cuatro décadas de experienciaLa capacidad operativa de esta organización eclesial se sustenta en el Servicio Nacional de Emergencias, creado en 1983 tras el terremoto de Popayán y consolidado tras la erupción del Nevado del Ruiz en 1985. Durante cuatro décadas, este sistema ha desarrollado una metodología centrada en las personas, articulando la red de las 78 jurisdicciones eclesiales en todo el territorio nacional.El modelo combina tres ejes fundamentales:+- Respuesta inmediata en las primeras 72 horas críticas.- Fortalecimiento comunitario para que las poblaciones no solo reciban ayuda, sino que desarrollen capacidades para enfrentar y anticiparse a las emergencias.- Recuperación temprana que transforma realidades, yendo más allá de la asistencia inmediata.De la solidaridad reactiva a la construcción de capacidades comunitariasLa campaña subraya que donar trasciende el acto caritativo tradicional para convertirse en una inversión estratégica en la resiliencia del país. Los fondos recaudados financian la capacidad de reacción, permiten adquirir y distribuir kits de ayuda, mantener la logística y desplegar equipos a territorios remotos.“La capacidad de este organismo para seguir acompañando a las personas y reconstruyendo comunidades depende, en gran medida, de que los colombianos comprendamos que cada donación es capital de respuesta nacional, un aporte concreto a la seguridad humanitaria de nuestro propio territorio”, agregó la institución.Invitación a la acción y la esperanzaMás allá del mensaje espiritual del Adviento, esta campaña representa un llamado de la Iglesia Católica a reflexionar sobre la importancia de apoyar a quienes más sufren, preparando el corazón para recibir la esperanza de esta época en plenitud, armonía y paz.“La verdadera transformación ocurre cuando la información se convierte en acción, y la acción en Esperanza”, expresó la entidad, invitando a todos los fieles y personas de buena voluntad a sumarse a esta fuerza solidaria.Para donar a la Campaña de Adviento 2025:Enlace en línea: https://merchant.accivalconnect.com/botonPerzonalidado/f93f8ffa-a2b5-489e-8915-31c7b7316601Fondo de Emergencias: Banco de Bogotá, Cuenta Corriente No. 08133959-0 a nombre del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana.
Vie 5 Dic 2025
Disponible la guía litúrgica oficial para celebrar la clausura del Año Jubilar en las Iglesias particulares de Colombia
El Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) da a conocer la 'Guía Litúrgica para el Rito de Clausura del Año Jubilar 2025', un documento oficial destinado a orientar a obispos, presbíteros y equipos pastorales en la celebración solemne que marcará el cierre de este tiempo especial de gracia convocado por el Papa Francisco.La guía, disponible para descargar en formato PDF, reúne información general, disposiciones establecidas por la Santa Sede y el rito completo de la Eucaristía que se celebrará en todas las Iglesias particulares del país el domingo 28 de diciembre, fiesta litúrgica de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, fecha definida en la bula Spes non confundit para la clausura del Año Jubilar.Una celebración única en cada diócesisEl documento señala que la clausura debe celebrarse de manera solemne y estacional, con la Eucaristía presidida por el obispo diocesano en la catedral, madre de todas las iglesias de la jurisdicciones. En los casos en que exista concatedral, también podrá celebrarse allí con un delegado del obispo. Se precisa que esta celebración de clausura no puede trasladarse a otros templos, parroquias o santuarios.El Departamento de Liturgia subraya allí la importancia de garantizar la participación amplia de los fieles, de modo que este acto se convierta en un motivo de acción de gracias y renovación de la vida cristiana después del camino espiritual recorrido durante el Jubileo.Aspectos centrales del ritoLa guía explica paso a paso el rito de clausura, incluyendo moniciones, textos, gestos y recomendaciones para vivir la celebración en profunda unidad eclesial. Entre los elementos destacados se encuentran:- La centralidad de la cruz jubilar, que debe ser solemnemente dispuesta y adornada para la celebración.- La oración universal, que recoge las súplicas de la Iglesia por las familias, los más vulnerables, la paz del país y la misión evangelizadora.- La presentación de los dones, en la que se invita a mantener gestos concretos de caridad hacia los pobres como expresión del espíritu jubilar.- La comunión bajo las dos especies, cuando sea pastoralmente posible, para resaltar el signo pleno del banquete eucarístico.- El canto de acción de gracias, que puede incluir el tradicional Te Deum.- La bendición solemne, preparada especialmente para este momento de cierre del Año Santo.Vea el documento a continuación:
Vie 5 Dic 2025
Antes crisis humanitaria, el Cauca lanzará un SOS humano y luminoso por la paz este 7 de diciembre
Ante el agravamiento de la crisis humanitaria, el Cauca emitirá un clamor colectivo este domingo 7 de diciembre. La Arquidiócesis de Popayán, en unión con administraciones municipales, cabildos indígenas, consejos comunitarios afrodescendientes y organizaciones sociales, convoca para este 7 de diciembre el “Día Blanco por la Paz del Cauca”, una acción ciudadana masiva que busca visibilizar la emergencia y exigir protección para la vida.La jornada se centrará en dos actos simbólicos. A las 10:00 a.m., en puntos estratégicos (parques principales) de cerca de 20 municipios, cientos de personas formarán con sus cuerpos las letras “SOS Cauca", creando una imagen aérea contundente de auxilio. Al anochecer, el llamado se volverá íntimo: cada hogar encenderá una vela o luz blanca como símbolo de esperanza y protección familiar.Un mensaje ciudadano para Colombia y el mundoAunque está animado por la Iglesia, el “Día Blanco por la Paz” será una acción principalmente comunitaria. No representa solo una alerta, sino una afirmación de la vida y del tejido social que resisten: un “SOS humano, comunitario y luminoso” que busca interpelar al país y al mundo sobre la urgencia de proteger a habitantes y sus territorios.Un llamado pastoral a romper la indiferenciaEl arzobispo de Popayán, monseñor Omar Sánchez Cubillos, describió el sentido urgente de esta movilización. “Hay momentos en la vida en que necesitamos gritar, pedir auxilio, decir socorro”, afirmó.Su convocatoria es un llamado a la unidad trascendente: “Sintámonos todos parte de este departamento, hermanos entre sí”. El objetivo de esta movilización también es, según sus palabras, “romper la indiferencia” y encontrar “la motivación de sentir compromiso en la construcción de paz”.Un “grito” simbólico ante una crisis que sigue cobrando vidasEste SOS responde a la grave situación documentada por la Defensoría del Pueblo en un informe presentado el pasado mes octubre,“Cauca: Voces que resisten”, que califica la coyuntura como “la continuidad de una grave crisis humanitaria”. El informe reporta para el último año 18 masacres (69 víctimas) y más de 800 homicidios, hechos que identifica como mecanismos de intimidación para forzar desplazamientos. La entidad mantiene cerca de 30 alertas tempranas activas en el departamento, advirtiendo sobre riesgos extremos para comunidades étnicas, líderes sociales y la población civil en general.Una semilla que ya echó raíces: el anticipo de Santander de QuilichaoEl clamor ya comenzó a resonar. Este 3 de diciembre, la Alcaldía, la Iglesia y la comunidad del municipio de Santander de Quilichao realizaron un lanzamiento anticipado, enviando un mensaje firme: “Es momento de que el Gobierno Nacional ponga su mirada en nuestro territorio con inversión social y una agenda clara de paz". Desde allí se exigió a los actores armados: “Respetar a la población civil, que no puede seguir siendo víctima de una guerra que no le pertenece”.Vea a continuación el mensaje del Arzobispo de Popayán: