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Marisela*: La esperanza que se aferra a la fe
Tags: migrantes venezolanos día del refugiado Iglesia cáritas colombiana
En el marco del Día Internacional del Refugiado, que se celebró el pasado 20 de junio, deseamos ofrecer el testimonio de una refugiada venezolana, que nos ayudará a entender y sensibilizarnos frente a esta problemática que padecen miles de personas en el mundo entero.
Las colombianas y colombianos hemos sido migrantes, hemos sido refugiados. Hemos migrado para trabajar, para estudiar, por amor, por soñar un mejor futuro, pero también hemos huido de la violencia, del miedo, de la guerra y atravesado fronteras buscando protección, salvar nuestras familias, tener un futuro donde la vida tenga sentido.
Quienes han sido migrantes saben que no es fácil. Nunca se sentirá la identidad plena de la propia tierra, siempre habrá temores asociados a no tener en la práctica los mismos derechos de las ciudadanas y ciudadanos del país donde vamos. Siempre habrá desarraigo, nostalgia, tristeza y dolor por lo que se ha dejado, pero también una mirada nueva sobre la vida, nuevos aprendizajes, otras relaciones, sabores, sonidos, olores nuevos, esperanzas y sueños por construir.
Antes fuimos un país expulsor y ahora somos un país receptor. Miles de personas venezolanas están atravesando la frontera y aunque saben que no será fácil, dejan su familia, trabajo, relaciones y bienes, porque la falta de alimentos, muerte de un ser querido por falta de medicinas o el agobio de vivir a oscuras, sin agua, sin dinero, sin transporte público, los lleva a sobrevivir sin ninguna calidad de vida, o como dice Marisela* , la protagonista de esta historia “solo quienes han vivido en carne propia lo puede entender”. Saben que se enfrentan a un fenómeno inédito, la pérdida de las condiciones normales de vida, literalmente no se vive, se sobrevive, es una especie de canibalismo donde todos luchan contra todos. A muchos en el mundo todavía les cuesta creer.
"El miedo es el sentimiento que nos hace medir nuestra valentía", dice Marisela y continúa: “la decisión no fue sencilla. Noches eternas de insomnio. Dejar atrás todo para lanzarse a la incertidumbre. Eran inevitables mis lágrimas a medida que se acercaba el día pautado para mi partida hacia un futuro incierto, un comenzar de cero", recuerda. Una muralla de dudas, así describe su drama. De ser funcionaria pública de un ministerio del gobierno chavista se convertiría en una solicitante de refugio más, no tenía más opciones que tragar entero y resistir las vejaciones en su trabajo por pensar distinto o dejar todo atrás.
Y llegó el día: "Cerré mis ojos y junto a mi hija emprendí el camino hacia un país que había elegido como destino en busca de una vida más digna y sin extorsiones ideológicas. Al cruzar la frontera miró una bandera junto a un cartel que decía "Bienvenidos a Colombia”. No contuvo las lágrimas y mirando a su hija, se dijo en silencio "Ya estás aquí, debes ser fuerte por ella y por los que se quedaron, ya no hay marcha atrás".
24 horas más tarde, llegó con su hija a Bogotá, "lo primero que hice fue dirigirme a Cancillería para formalizar mi solicitud de asilo, luego busqué alojamiento y sin perder tiempo al día siguiente salí a buscar trabajo. En todas partes me pedían un permiso para trabajar (..) el mundo se me puso un poco pequeño, pero yo no me daría por vencida. En la habitación donde me hospedaba había una pequeña cocina, al día siguiente me levanté a las 5 de la mañana, preparé unas empanadas venezolanas y las mandé a vender con mi hija, ese primer día fue de suerte, se vendieron todas y nos encargaron más para el siguiente día, pero no era suficiente para reunir y cubrir nuestros gastos".
Pasados 16 días llegó un email. Era de la Cancillería le informaban que debía pasar a retirar un salvoconducto que le permitiría la estadía en Colombia, mientras se estudiaban su caso. "Me sentí feliz y al día siguiente muy temprano me fui a recibir el salvoconducto, pero mi alegría se esfumó cuando me lo entregaron y en el mismo había una prohibición de ejercer actividades lucrativas. Por primera vez en mi vida me sentí como una indigente y llorando junto a mi hija me dirigí a Cancillería".
Allí buscó a la abogada que llevaba su caso, pero un “ángel” para ella se le apareció. "Esa persona conmovida conmigo me envió a Pastoral Social –Caritas Colombiana"."Al llegar a Pastoral Social – Cáritas Colombiana fuimos recibidas con mucha amabilidad, allí sentí que no estaba sola, encontré una mano amiga que me hablaba con sinceridad y en todo momento puso a mi alcance lo que podían como institución ayudarme".
Desde entonces Marisela comenzó a comprender muchas cosas de la legislación Colombiana en materia de refugio y asilo. Pastoral Social-Cáritas Colombiana le brindó protección legal y humanitaria, con la cual pudo ser acogida y protegida.
Dos años después de dejar su vida en Venezuela, Marisela ha trabajado en varios oficios: camarera en hoteles, ayudante de cocinera, mesera, entre otros. Está en pocas palabras, integrada, "he llorado, me he sentido sin ánimos para continuar, pero hay una palabra incrustada en mi ser que no me ha dejado claudicar".
Lleva 9 meses trabajando en un taller de costura y hace 5 meses le otorgaron el tan ansiado refugio. "Fue una alegría muy grande, porque al fin sentí que tenía un lugar donde era reconocida formalmente como ciudadana, estoy realizando un curso de emprendimiento en el SENA, estoy muy entusiasmada porque pronto emprenderé mi empresa de diseño y confección de ropa para niñas y a la vez muy agradecida a Pastoral Social –Cáritas Colombiana y su equipo de trabajo".
Marisela es una de las muchas personas migrantes y refugiadas en el mundo y en nuestro país. La solidaridad construye puentes y la fe consiste precisamente en eso, mover montañas y hacer posible lo imposible. Marisela lo sabe. Sus ojos marrones se iluminan y asegura: "Mi fe es muy grande y de ahí se aferran mis esperanzas".
(*) Nombre ficticio para proteger la identidad de la persona.
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Lun 6 Jun 2022
Episcopado envía carta a las familias de Colombia
A pocos días de dar inicio al X Encuentro Mundial de la Familia convocado por el Papa Francisco del 22 al 26 de junio, con el tema: “El amor familiar: vocación y camino de santidad”, Mons. Marco Antonio Merchán Ladino, obispo de Vélez-Santander y presidente de la Comisión Episcopal de Familia, extiende la invitación para que desde ya se unan en oración por esta intención. Recuerda que el Santo Padre ha querido que esta no sea una jornada solamente para quienes asistan de manera presencial en Roma, sino que se extienda a toda la Iglesia universal, por lo que invita a los obispos de Colombia, para que en cada jurisdicción eclesiástica se organicen para estos días jornadas o acciones en torno a la familia. “Estamos invitando a todos los señores obispos de Colombia para que nos congreguemos y tengamos una actividad, un acto especial, una eucaristía, donde todas las familias de nuestras diócesis y de nuestras parroquias puedan sentir esta unidad como iglesia en torno a este evento tan importante”. Carta a las familias En este contexto, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de la comisión responsable de animar este evento eclesial, ha presentado una carta pastoral dirigida a todas las familias, en la que se exhorta a dirigir la mirada a la Sagrada Familia de Nazaret, como modelo a seguir y vivir plenamente en el amor “fuerte, confiable, y para siempre”. Resaltan tres momentos de lo vivido dentro del hogar de la Sagrada Familia de Nazaret, que son ejemplo a imitar: fueron dóciles a las inspiraciones divinas y respondieron generosamente a la misión otorgada; supieron cultivar las características de un hogar que fructifica; y fueron ejemplo de apertura y cuidado de la vida venciendo cualquier temor e indiferencia. Finalmente, piden la intercesión de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, para afrontar los grandes retos y desafíos que plantea hoy la familia "enarbolando la bandera del amor, del perdón, de la reconciliación, del gozo y la alegría que son consecuencia de amar como Cristo nos ha amado". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar CARTA A LAS FAMILIAS[/icon]
Lun 6 Jun 2022
¡Ya está al aire la más reciente emisión de CCN Noticias!
Con el propósito de informar sobre los principales acontecimientos de la acción de la Iglesia Católica, en materia de reconciliación y paz del país, la Comisión de Conciliación Nacional, ofrece una edición más de su informativo CCN Noticias. En esta entrega se presentan tres temas relevantes que marcan la agenda del momento: • El importante llamado que hace la Iglesia Católica desde la Conferencia Episcopal de Colombia, de cara a la segunda vuelta de elecciones presidenciales en el país. • Los avances de la iniciativa de 'Renovación de Mínimos para la Reconciliación y la Paz' que la CCN ha venido impulsando en el país, en articulación con las jurisdicciones eclesiásticas y gracias al aporte que líderes y actores claves en los territorios han hecho en los diferentes espacios de participación ciudadana para la concertación social que ya se han desarrollado en más de 25 regiones. • Detalles del libro "Conflicto armado y acciones de reconciliación y paz en Colombia', la más reciente publicación de la CCN, producto de una investigación desarrollada entre 2020 y 2021, que ya se encuentra disponible a través de la página web institucional.
Vie 3 Jun 2022
Diplomado virtual: “La experiencia de pentecostés como camino de unidad de los cristianos”
En el contexto de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año 2022 tendrá lugar del 5 al 12 de junio, el Centro Fuego Nuevo de la Facultad de Estudios Bíblicos, Pastorales y de Espiritualidad de Uniminuto, en convenio académico con la Misión Somos Uno y la Comunidad Coraçao Novo de la Arquidiócesis de Río de Janeiro han lanzado el Diplomado virtual “LA EXPERIENCIA DE PENTECOSTÉS COMO CAMINO DE UNIDAD DE LOS CRISTIANOS”. Será un proceso de formación que tendrá una duración de 90 horas e iniciará el 15 de junio. Su objetivo es identificar los elementos de la experiencia de pentecostés que aportan a la unidad de las iglesias que parten de esta espiritualidad y, con base en ello, favorecer el diálogo ecuménico católico-pentecostal en Latinoamérica. El Departamento de Promoción de la Unidad y del Diálogo- PUD del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) desea promover este Diplomado de acuerdo al gran interés que debe existir por el tema ecuménico entre los agentes de pastoral. En efecto, la Comisión Teológica Internacionalen su documento “La sinodalidad en la vida y misión de la Iglesia” resalta el ecumenismo como uno de los desafíos prioritarios de la Iglesia, indicando el compromiso de los fieles católicos de caminar junto con los otroscristianos hacia la unidad plena y visible en la presencia del Señor Crucificado y Resucitado, reconociendo que es el Espíritu Santo quien puede dar esta unidad. En este contexto, se reconoce también la valiosa contribución de la Comisión Internacional para el Diálogo Católico-Pentecostal, que en 2022 celebrará el cincuentenario de su creación, y que hace parte de la sección occidental del diálogo ecuménico que lidera el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Está diseñado por expertos en este tema particular y con un sólido equipo de profesores que incluyen obispos, presbíteros, pastores evangélicos, teólogos y biblistas reconocidos de diversos países de Latinoamérica, el Diplomado profundizará en losnúcleos temáticos que dan sustento bíblico, teológico, histórico y pastoral al camino de diálogo y misión entre católicos y pentecostales. El público objetivo son los miembros de las redes iberoamericanas de ecumenismo, pentecostalismo y diálogo interreligioso, a los encargados de los Departamentos de Ecumenismo de las Conferencias Episcopales y de las Diócesis del continente Latinoamericano y del Caribe, a los Asesores y Coordinadores de la Renovación Católica Carismática, y en general, a los líderes de comunidades eclesiales católicas y evangélicas interesados en profundizar en esta temática. Para mayores informes puede descargar el siguiente archivo [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]
Vie 3 Jun 2022
Vivencia del Congreso Regional Misionero en Popayán
Tres momentos fundamentales marcaron el Congreso Regional Misionero del Sur-occidente y Tolima grande, que se realizó en la ciudad de Popayán. Son ellos: En el camino sinodal la escucha de los clamores de la misión; presentación de los testigos de la misión del ayer y del hoy; y un momento especial para dedicarlo a las necesidades de la misión con el hermanamiento misionero. Para monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y anfitrión de este encuentro, el Congreso deja grandes retos tanto para los territorios de misión como para quienes tienen el carisma de prestar su servicio como misioneros. Este trabajo de reflexión y compartir dijo el prelado “sirvió para evidenciar las dificultades que existen, pero también reconocer los logros que se han dado en distintas jurisdicciones y comunidades religiosas en materia del servicio misionero”. Resaltó la presencia de los indígenas durante el congreso, quienes solicitaron a los organizadores pensar en la realización de este tipo de eventos, con la especificidad propia de las comunidades y que vayan en la dirección de poder acompañar y evangelizar el mundo indígena. Explicó que las ponencias ayudaron a vislumbrar un horizonte más amplio, menos provincial y a evidenciar que la misión Ad gentes sigue más viva que nunca. Agregó además que “es una llamada que nos debe exigir, nos debe proyectar naturalmente para querer llegar a donde el nombre de Jesús como Salvador no ha llegado”. Agradecimiento y gratitud por este trabajo Al concluir el congreso, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina-Tadó y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, resaltó que fue una fiesta de misión la que se vivió en esta ciudad blanca. A la vez, expresó su agradecimiento a todos los que hicieron posible este gran evento, entre los que se encuentran: la Arquidiócesis de Popayán, la Comisión Episcopal de Misiones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), las Obras Misionales Pontificias (OMP) y el Consejo Nacional Misionero, CONAMI, entre otros. "Aquí vamos avanzando hacia el 2024, donde celebraremos el centenario del primer congreso nacional misionero que se vivió en nuestro país, será un momento de gracia donde realizaremos el 24 octubre el XIII Congreso Nacional Misionero. Que este trabajo que estamos haciendo sea todo por la Misión Ad gentes de nuestro país. Hemos vivido unos días de particular efusión del espíritu en la fuerza de la misión", concluyó el prelado. Por su parte el padre Ramiro Antonio López Montoya, director del Centro Nacional Misionero, del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), resaltó la riqueza de los contenidos expuesto por los conferencistas y el trabajo presentado por los participantes, quienes tuvieron la oportunidad de mostrar sus experiencias desde sus diversas realidades. El Congreso que se realizó en la ciudad de Popayán del 18 al 20 de mayo, estuvo animado bajo el lema “Con María Misionera, más allá de las fronteras”. Contó con la participación de unos 200 delegados de todo el territorio nacional, resaltando de manera especial la asistencia de sacerdotes religiosos, religiosas, laicos y algunos obispos de las Jurisdicciones Eclesiásticas del Sur-occidente y Tolima grande.