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“Llego al CELAM con profundo sentimiento de pequeñez y de apertura para servirles"
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Estas fueron las primeras delcaraciones ofrecidas por el nuevo Secretario General de Consejo Episcopal Latinoamericano -CELAM, Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, para el portal digital Vida Nueva.
Durante su entrevista el también obispo auxiliar de Cali, expresó su sorpresa por este nombramiento y dijo que asumirá con gozo y fe el camino que Dios le vaya mostrando.
Para el momento de su designación por parte de la 37 ª Asamblea General de obispos, se encontraba en la Ceja, una región del departamento de Antioquia, participando en un proceso de formación de obispos.
Presentamos a continuación la entrevista completa con las impresiones de Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, quien ejercerá este cargo para el periodo 2019-2023.
Acoger con gozo y fe
PREGUNTA.- ¿Qué fue lo primero que pasó por su mente cuando supo de este nombramiento?
RESPUESTA.- “Lo primero fue decir que no (risas), porque ciertamente es el humano impulso. Me decía a mí mismo no, no, no. Pero claro, uno inmediatamente pasa a reflexionar y desde que entré al seminario mis constantes han sido acoger con gozo y con fe en el camino que Dios me vaya a mostrar, no entré al seminario para ser sacerdote, sino para hacer la voluntad de Dios.
Creo que eso debe ser una constante que no puedo cambiar a estas alturas del camino. Entiendo que es una responsabilidad grande, que humanamente uno quisiera eludir el peso de la responsabilidad, pero que también entiendo que Dios acompaña y que de una manera es un trabajo que no haré solo, sino que hay un equipo que va desde el señor Presidente hasta el equipo de sacerdotes y laicos, y más allá en los países de América Latina un contingente de hermanos y hermanas al servicio de la Iglesia que nos da mucha ilusión y esperanza”.
Los obispos somos servidores
P.- ¿Cuáles son los retos que asumirá en esta nueva etapa del CELAM?
R.- “La Iglesia es una, los obispos somos servidores que llegamos, pasamos, vienen otros. La Iglesia tiene sus líneas de continuidad, pero también vienen retos que son siempre nuevos y con este espíritu de comunidad del episcopado latinoamericano seguiremos siempre caminando, escuchando y reflexionando juntos para saber tomar las decisiones que en el nombre de Dios sean las más oportunas y convenientes.
Además tenemos que comprometernos en el fortalecimiento de los procesos evangelizadores, de los procesos de formación sacerdotal y de formación permanente en el acompañamiento, escucha, y lo que es lo más importante, la prevención, para que esta época de tan aciago dolor sea simplemente una experiencia que nos ayude a salir fortalecidos, purificados y más atentos a la escucha fiel y humilde del maestro para el servicio de nuestros hermanos”.
Escuchar y dialogar
P.- Hay desafíos en Latinoamérica como la migración, abusos sexuales y fracaso de modelos políticos de izquierda y derecha, ¿frente a este panorama qué se plantea?
R.- “Es demasiado temprano para plantearme algo al respecto, creo que lo más importante será primero escucharnos, dialogar. Seguramente tendremos un encuentro con la mesa directiva del CELAM para hablar de estos temas que se supone que son de primera prioridad desde el punto de vista eclesial, porque nosotros tenemos que hacer esa reflexión eclesial de los retos que tenemos en América Latina.
Seguramente tendremos esa sensibilidad y sobre todo el compromiso con la migración que, por ejemplo, vemos todos los días cara a cara como obispo auxiliar en Cali y acompañante de la dimensión social de la evangelización, veo todos los días este fenómeno y ese drama de los hermanos venezolanos, que cruzan en esta ruta migratoria hacia el sur del continente, de hecho hemos dado respuesta a este flagelo en la medida de nuestras posibilidades.
Tenemos claros también los demás retos, el tema del cuidado de la casa común, en acompañar el Sínodo Panamazónico y, sobre todo, como los modelos de producción generan muchos cuestionamientos que a nosotros como Iglesia nos tiene que llevar a una profunda reflexión y, por supuesto, el drama y el sufrimiento que está viviendo la Iglesia hacia el interior que nos compromete a tomar todas las medidas que el Santo Padre mismo ha asumido como una ley universal con el último motu proprio [Vos estis lux mundi] y pensar que de todo esto tiene que salir algo bueno”.
Rece por mí
P.- ¿Qué le diría al papa Francisco en este momento?
R.- “Ahora entiendo mucho al Santo Padre Francisco, aunque yo también lo hago permanentemente, y lo primero que le digo es que rece por mí. Y que rece por todos los que ahora asumimos estos cargos.
En segundo lugar que cuenta con todas nuestras oraciones y nuestra disposición, nuestro abrazo y afecto filial como sucesor de Pedro y que en este servicio prestaremos de esta manera muy atenta a la Iglesia de América Latina, pero también estaremos muy pendientes a los lineamientos que desde Roma el Santo Padre también va dando desde el magisterio universal para iluminar el trasegar y peregrinar de nuestra Iglesia”.
Mi corazón está con ustedes
P.- En cuanto a sus hermanos obispos, a la vida consagrada y a los fieles laicos, ¿qué mensaje tiene para ellos?
R.- “Un abrazo para todos, especialmente para aquellos que son esa iglesia anónima que todos los días está trabajando en los territorios más alejados y difíciles, pero con un profundo amor de vivir la alegría del Evangelio.
Mi corazón está con todos ustedes y llego hasta la secretaría general del CELAM con un profundo sentimiento de pequeñez y de apertura disponible a servirles, es un hermano que está puesto allí para su servicio y en la medida de lo posible que Dios permita poderlo hacer”.
Afrontar la vida desde la esperanza
P.- En esta nueva etapa del CELAM, ¿cómo será el papel de las mujeres, laicos y jóvenes?
R.- “Estoy totalmente convencido de que la Iglesia tiene que ser el resultado de la combinación de todos estos factores, de todas estas realidades, pero también de todas las personas que la conformamos.
La Iglesia tiene que ser ese cuerpo de Cristo que camina en la historia, donde todos vamos de la mano asumiendo los compromisos que cada uno desde los diferentes carismas aporta al enriquecimiento de todos.
Por supuesto, en ese sentido, yo en los jóvenes veo esperanza en medio de tantos dramas. Recuerdo el mensaje que el papa Francisco le dirigió a los obispos y a los laicos reunidos en Bogotá para el Jubileo de la Misericordia, y él decía que hay dos maneras de afrontar la vida: desde el miedo o desde la esperanza.
Por tanto, hay que elegir afrontar la vida y los retos desde la esperanza y para mí, esas mujeres creyentes, líderes, que quizá nadie sabe sus nombres pero que están en las parroquias, en las comunidades de base, en las veredas más ignotas, dan esperanza a la Iglesia.
Fuente: Portal digital Vida Nueva
“El divorcio exprés”: una píldora que no sana
Lun 2 Dic 2024
Una sociedad que odia a los niños
Jue 28 Nov 2024
Sáb 28 Dic 2024
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia hace un llamado a la esperanza y la reconciliación para el 2025
De cara al 2025, y en un momento crucial para Colombia, marcado por grandes desafíos sociales y políticos, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, envía un mensaje cargado de esperanza. Invita a todos a cerrar este año 2024 con un corazón agradecido y abrir el 2025 bajo la perspectiva de un tiempo de gracia especial: el Jubileo Ordinario convocado por el papa Francisco.Según el prelado, este Jubileo de la Esperanza es una oportunidad para que los colombianos renueven su compromiso con los valores del Evangelio:“Los invito a no desfallecer en el cuidado de nuestros niños, jóvenes y abuelos, a tender la mano a los migrantes, a los enfermos y a quienes son excluidos. Juntos, con fe y esperanza, construiremos un país reconciliado y lleno de vida”.El presidente del Episcopado también hizo un llamado especial a los colombianos a no dejarse vencer por la desesperanza ni por las divisiones:“Recordemos las palabras del Santo Padre en su visita a Colombia en 2017: ‘No se dejen robar la esperanza, no se dejen robar la alegría’. Que este Jubileo sea un tiempo propicio para fortalecer nuestras familias, apoyar a los más vulnerables y comprometernos con la búsqueda de la paz y la justicia”.Monseñor Francisco Múnera recordó también que la paz es uno de los grandes anhelos de la nación. “No perdemos la esperanza en el camino que recorremos para alcanzarla”, expresó, destacando la necesidad de que para que esta sea posible, existan gestos concretos de reconciliación, especialmente en un país que aún enfrenta las heridas del conflicto. En este sentido, recordó que el Jubileo será una oportunidad privilegiada para renovar el compromiso con la construcción de un futuro fraterno y solidario.En el marco de la 58 Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2025 bajo el lema “Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”, monseñor Múnera Correa recuerda que la paz no es solo la ausencia de violencia, sino el fruto de la reconciliación con Dios, con los hermanos y con nosotros mismos.El Jubileo Ordinario 2025: un tiempo de gracia para Colombia“La virtud de la esperanza nos recuerda que nuestra vida es una peregrinación hacia Dios. En este Jubileo, queremos reforzar nuestra confianza en que el bien y la paz son posibles, superando el pesimismo y las sombras de la violencia”, afirma monseñor Múnera, haciendo eco del llamado del Papa en la bula de convocatoria del Jubileo.Participación en el Rito de Iniciación del Jubileo en las catedralesEl presidente de la Coferencia Episcopal de Colombia también invita a los fieles a unirse, este domingo 29 de diciembre, al Rito de Iniciación del Jubileo en las catedrales de todo el país. Este acto será un signo de comunión con la Iglesia universal y un paso más en el camino hacia un futuro lleno de esperanza.El mensaje de la Iglesia es claro: el 2025 será un tiempo para renovar el espíritu y trabajar juntos como verdaderos Peregrinos de Esperanza, convencidos de que la paz y la reconciliación son posibles.Vea el mensaje a continuación:
Mar 24 Dic 2024
Navidad 2024: Vicepresidente del Episcopado Colombiano pide a los fieles liberar la Navidad del consumismo y aportar en la construcción de la paz
Al celebrar esta Navidad 2024, los obispos colombianos, a través del arzobispo de Tunja y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, piden a los fieles asumir este tiempo desde el amor, mientras reflexionan sobre su papel en la construcción de un futuro mejor para el país, donde la paz, tan anhelada por todos, se pueda hacer realidad con el aporte de cada uno.En su mensaje, el prelado subraya que la paz no es solo un don divino, sino también una tarea que exige el esfuerzo de cada persona desde lo más profundo de su corazón. "Preguntémonos: ¿qué estoy dispuesto a aportar yo para la construcción de la paz?", expresa.En línea con las palabras del papa Francisco, el vicepresidente del episcopado colombiano también llama a liberar la Navidad de todo aquello que no refleja su verdadero sentido, como el consumismo, los odios, los rencores y las venganzas:"Que este tiempo sea también de unión familiar, de sacar de nuestro corazón todo asomo de rencor, de violencia, de venganza".Además, recuerda que el Santo Padre, al convocar el Jubileo de la Esperanza, que se inaugurará en Roma el 25 de diciembre y, en las diócesis colombianas, el 29 de diciembre, está invitando a todos los creyentes a renovar su confianza en el Señor y a caminar como "peregrinos de la esperanza"."Les estamos deseando a todos una muy Feliz Navidad 2024. Que Santa María, Nuestra Señora de la Esperanza, camine con nosotros en este peregrinar. Bendiciones", concluye monseñor Villa.Vea el mensaje a continuación:
Mié 11 Dic 2024
¿Cómo vivir el Jubileo de la Esperanza 2025 en la Iglesia colombiana? La Conferencia Episcopal lanza un libro con orientaciones
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Secretariado Permanente, presenta un nuevo libro titulado "Caminar en esperanza". Su contenido busca ayudar a las comunidades católicas del país a reflexionar y vivir plenamente el Jubileo Ordinario del 2025 convocado por el papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”. Más que un material de lectura tradicional, es una ruta concreta para orientar a todos los miembros de la Iglesia en un peregrinaje hacia la renovación de su fe y compromiso cristiano, especialmente en medio de un contexto nacional y mundial marcado por profundas incertidumbres y temores sociales y políticos.Este compendio de 137 páginas, concebido como una guía práctica y espiritual, ofrece reflexiones, talleres y recursos para que los fieles católicos colombianos incorporen la esperanza en su vivencia diaria y en sus dinámicas pastorales desde distintas dimensiones. Entre ellas, en la Biblia, en los padres de la Iglesia, a nivel litúrgico, desde el rol de sacerdotes y religiosos, en la familia, en la misión, a nivel social, desde la comunicación y desde los signos de los tiempos. En la presentación del libro y evocando las palabras del papa Francisco, quien en su exhortación Spes non confundit resalta que la esperanza es la virtud que “indica la dirección y la finalidad de la existencia cristiana”, el presidente de la CEC, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, destacó que este tiempo jubilar es una oportunidad para fortalecer la virtud de la esperanza, que orienta y sostiene la vida cristiana. A partir de esta premisa, se invita a los fieles a reconocer que la esperanza tiene un rostro: Jesucristo, quien camina con la humanidad como peregrino para guiarla hacia el Padre."Caminar en esperanza" es una invitación de la Conferencia Episcopal de Colombia a fomentar la comunión en los diversos espacios eclesiales del país; desde las parroquias hasta las familias, así lo expresa su presidente, monseñor Francisco Múnera:“Deseo que este material sea acogido en todos los lugares eclesiales para la vivencia de la comunión en nuestro país; y que, en aquellos espacios vitales, se asuma con esperanza el seguimiento del Señor Jesucristo, nuestra paz, y con este horizonte podamos fomentar las relaciones, los procesos y los vínculos necesarios para una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa, como lo pide el Proceso Sinodal”.El libro ya puede ser adquirido a través de la Librería de la Conferencia Episcopal de Colombia o en las librerías San Pablo del país.Datos de contacto:Correo: libreria@cec.org.coWhatsApp: 3138808447Teléfono: PBX (57) 601 9157779 Ext. 125Horario de atención:Lunes a viernes 8:00 a.m. - 12:30 p.m. / 1:30 p.m. - 4:30 p.m.
Mar 10 Dic 2024
La Diócesis de San José del Guaviare ya tiene Administrador Diocesano: Pbro. Edgar Liévano Labrador
El Colegio de Consultores de la Diócesis de San José del Guaviare eligió a su nuevo administrador. Se trata del padre Edgar Liévano Labrador, quien se venía desempeñando como vicario general de esa Iglesia particular ubicada en el departamento del Guaviare. La nueva designación por parte de los sacerdotes se dio este 6 de diciembre, tras la posesión del anterior obispo de esta jurisdicción, monseñor Nelson Jair Cardona, en la Diócesis de Pereira.El padre Edgar Liévano Labrador nació el 10 de agosto de 1955 en Ibagué (Tolima). Cursó sus estudios de teología en el Seminario IntermisionalSan Luis Beltrán de Bogotá. Fue ordenado sacerdote el 26 de marzo de 1988 para la Prefectura Apostólica de Mitú. Estudió una licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa en la Universidad Católica de Oriente y una especialización en Derecho Matrimonial Canónico en la Pontificia Universidad Javeriana.Los encargos pastorales que ha desempeñado son:Párroco de la Parroquia San Antonio de Carurú- Vaupés (1988)Párroco de la Parroquia Cristo Rey de Calamar-Guaviare (1989-1995)Párroco de la Inmaculada Concepción de San José (1996-2001)Fundación de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de San José (2001-2003)Párroco de la Parroquia Divino Niño de Puerto Concordia-Meta (2004)Administrador Parroquial de la Parroquia La Sagrada Familia de San José (2005-2007)Párroco de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de san José (2008-2011)párroco de la Parroquia María Auxiliadora de San JoséPárroco de la Parroquia Catedral de San José (2015-2020)Párroco de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de san José (2020 hasta la fecha)Provicario del Vicariato apostólico de San José del Guaviare (1999)Vicario General (2000-2003, 2006-2010 y 2016 hasta la fecha)Canciller y notario (2006 hasta la fecha)Actualmente es miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores.En diálogo con el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, el padre Edgar Liévano expresó su gratitud hacia los sacerdotes que conforman el Colegio de Consultores de la Diócesis de San José del Guaviare, por haber confiado en él para guiar esta Iglesia particular. En ese sentido, dio a conocer tres prioridades pastorales:“Seguiré con la ayuda de Dios y las oraciones de los fieles, trabajando en el Plan de Pastoral y en su implementación; en el crecimiento fraterno y espiritual del clero, religiosos y religiosas; y en la ayuda para con los pobres y necesitados. Dios me ayude en este trabajo que ha puesto en mis manos”, expresó el sacerdote.El padre Liévano estará desarrollando este encargo hasta que se produzca un nuevo nombramiento episcopal para esa jurisdicción eclesiástica por parte del Santo Padre.