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¡Llegó a Bogotá a servir con pasión evangelizadora!
La catedral primada de Colombia acogió a los pocos asistentes a la ceremonia de posesión del nuevo arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, quien durante su homilía manifestó su entera disposición para ser un servidor del Evangelio e hizo un llamado a todos los colombianos a trabajar unidos por la paz y la reconciliación.
“Vengo a caminar con ustedes. Vengo a orar con ustedes. Vengo a evangelizar con ustedes. Y cuando Dios me conceda esa gracia, ¡vengo a morir con ustedes!”, expresó el prelado.
Tomando la liturgia del día, el nuevo arzobispo centró su reflexión en la persona de san Bernabé, hombre santo que se recuerda como “modelo para la Iglesia y para el creyente, un hombre de mucha fe”, señalando además cómo este misionero le inspira la ruta del peregrinar que la iglesia particular de Bogotá ha de continuar.
“Es la Iglesia la que envía al misionero, su servicio tiene la fuerza de la comunidad. Este envío eclesial supera cualquier tentación de liderazgo individual, porque con Bernabé, es la Iglesia misma la que se pone en camino hacia el mundo”.
Subrayó como una bendición poder llegar a ser un Bernabé, persona que amó sin ninguna discriminación de raza, género ni condición social, a la vez que acentuó el llamado que el Señor hace a todos para buscar a los alejados, acercar a los que se han ido, acompañar a los que están solos, ayudar a los que se han equivocado y perdonar a los que nos han hecho daño.
“El Señor necesita de nuestras manos, de nuestra inteligencia, de nuestro ser para que su amor se haga visible en un momento tan difícil como el que viven el mundo y nuestra nación”.
Un seguir el camino de mis predecesores
Por otra parte, destacó la acción pastoral de la Iglesia en Bogotá a lo largo de estos 456 años de historia, el legado de quienes han peregrinado por estos territorios, la tarea y misión de la vida religiosa y la labor que los 40 arzobispos han dejado a su paso por esta sede episcopal. “Todos ellos han entregado generosamente su vida en este servicio”.
“Es la historia salvífica de una Iglesia viva que ha tejido desde Bogotá, con hilos de vida cristiana y desarrollo humano integral, el progreso de la ciudad capital y de la nación entera”, señaló.
De manera particular exaltó la “sabiduría misionera y la audacia evangelizadora” con la que el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo saliente, dirigió en los últimos años esta jurisdicción. “En verdad me llena de alegría recibir una Iglesia bien estructurada, un plan de Evangelización en plena marcha”.
Un trabajo conjunto a favor de la paz
También dirigió un saludo especial al Presidente de la República Iván Duque; a los miembros de Congreso y de las Altas Cortes; al gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos; a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López Hernández; a los alcaldes aledaños a Cundinamarca; a las autoridades civiles, militares y de policía; al personal de la salud; a líderes sociales; a docentes; y a los medios de comunicación, a quienes les expresó su disposición para unir fuerzas y trabajar de manera conjunta por el bien del país.
“Les manifiesto mi disposición para que aunemos fuerzas, para que tendamos puentes de encuentro, para que forjemos una sociedad más justa y fraterna, y para que trabajemos unidos por la paz de Colombia”.
Dimensiones del accionar misionero en la arquidiócesis de Bogotá
Al respecto del accionar misionero que llevará el rumbo de la arquidiócesis de Bogotá, el prelado resaltó cuatro dimensiones fundamentales a tener en cuenta: Anunciar la Palabra de Dios, celebrar a Jesucristo, vivir la alegría de la fraternidad y construir el Reino.
Anunciar la palabra de Dios
Sugirió comunicar la verdadera alegría en medio de esta emergencia sanitaria que vive no solo Bogotá sino el mundo entero “para consolar al enfermo y a su familia, para animar a los que han perdido un ser querido, para fortalecer al que se fatiga y no encuentra el camino (…) ¡Ay de nosotros en la Arquidiócesis de Bogotá, si no evangelizamos!”
Celebrar la presencia de Jesucristo vivo
Al resaltar el centro de la dimensión litúrgica de los católicos, que se evidencia en la participación de la Sagrada Eucaristía, expresó que espera una pronta apertura de los tempos, con los cuidados y protocolos que se han de requerir.
“Es urgente que nuestros fieles y comunidades puedan beneficiarse de esos pulmones espirituales que son los lugares consagrados (…) La pandemia ha hecho multiplicar la creatividad celebrativa en las redes sociales, pero eso no basta. ¡Necesitamos celebrar en los templos!”
Vivir la alegría de la fraternidad
Insinuó que solo habrá alegría cuando se puedan sanar las heridas producidas por “el pecado personal y social”, a lo que pidió seguir custodiando desde el ‘Plan de Evangelización’ que adelanta actualmente la Arquidiócesis de Bogotá, aspectos como el cuidado a la familia, el trabajo y la creación.
Construir el Reino
Evocando las palabras del Papa Francisco: “La misión es una pasión por Jesús, pero al mismo tiempo, una pasión por su pueblo”, el prelado invitó a todos a llenarse de confianza en Dios y así construir “Su Reino en esta arquidiócesis, en esta Iglesia en camino que peregrina en Bogotá y en el oriente de Cundinamarca. Su “Nuevo Ritmo” nos invita a vivir juntos para evangelizar (…) Sirvamos, queridos hermanos, al Reino de Dios y sirvamos a nuestro pueblo. Pero hagámoslo con pasión. ¡Con pasión evangelizadora!”
Al finalizar su homilía recitó una oración a la Santísima Virgen, poniendo en manos de ella su vida y su nuevo andar pastoral.
“Es el momento de la creatividad del Espíritu y de la renovación pastoral”
En su momento, el Nuncio Apostólico de Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, hizo su intervención refiriéndose a la situación religiosa, política, social y económica que vive el país, resaltando de manera particular aspectos de la realidad capitalina y sugiriendo los desafíos que, por cuenta de la pandemia, la arquidiócesis de Bogotá ha de seguir en estos momentos.
“Poco a poco se ha venido acentuado problemáticas sociales muy conflictivas a saber: los cordones de miseria, la violencia urbana, la insuficiencia de los servicios de salud, entre otros (…) Usted es llamado a ser instrumento generoso y fraterno de reconciliación para contribuir a cerrar tantas heridas muy profundas que se reflejan en las desigualdades, en los odios de clase y de partido, en el dolor inmenso de las víctimas de toda violencia”.
“Señor arzobispo, usted asume la dirección y animación de esta Iglesia particular en un momento de incertidumbre frente al futuro; la pandemia generada por el covid-19 plantea de la tarea evangelizadora de la Iglesia respuestas nuevas, quizás inéditas, es el momento de la creatividad del Espíritu, de la docilidad generosa a los signos de los tiempos, para poder responder con altura evangélica a los retos del momento.”
Finalmente, recordó que para consolidar los retos y hacer mayor presencia ante semejantes retos pastorales no ha de sentirse solo en este caminar pues “son tres millones novecientos mil habitantes de esta ciudad que se identifican como católicos, los bogotanos católicos son numerosos, muchos de ellos no solo generosamente disponibles, sino también capacitados profesionalmente para influir decisivamente tanto en la vida y tarea pastoral, como en la vida política y económica de la ciudad.”
Este es un pueblo que hoy te acoge con cariño
Por su parte, el cardenal Rubén Salazar Gómez dijo que hoy la Iglesia bogotana acoge al nuevo arzobispo con la seguridad de que “es el pastor que el Señor quiere para esta Iglesia (…) El Señor te ha adornado de todas las virtudes y capacidades para que puedas guiar este pueblo en nombre del Señor (…) Tu tarea es que este pueblo santo y fiel de Dios continué descubriendo la presencia salvadora de Dios”.
El cardenal Salazar animó al nuevo arzobispo a guiar esta Iglesia particular discerniendo permanentemente los signos de los tiempos y bajo la presencia salvadora del Señor, quien “está vivo en la ciudad, en los campos, en medio de la humanidad y de cada persona”. A la vez, le recomendó dejarse acompañar de los distintos carismas, ministerios y servicios que le puedan aportar para su servicio pastoral.
Siguiendo los protocolos de bioseguridad establecidos ante la pandemia por el Covid-19, el acto litúrgico se realizó en la Catedral Primada de Colombia, y contó con la presencia del cardenal Rubén Salazar Gómez, el Nuncio Apostólico de Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, los obispos auxiliares de Bogotá, monseñor Luis Manuel Alí Herrera y monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla, el canciller de la Arquidiócesis de Bogotá, Canónigos del Capítulo Catedral de Bogotá, el párroco de la Catedral y algunos presbíteros miembros del Colegio de Consultores.
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CORTESÍA DE FOTOS Y VIDEO: Oficina de comunicaciones Arqidiócesis de Bogotá
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Eucaristía: Posesión canónica del Excelentísimo Mons Luis José Rueda Aparicio
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Matrimonio y familia: don de Dios
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Obispos colombianos convocan colecta nacional para ayudar a reconstruir edificaciones de la Iglesia en Guapi afectadas tras el atentado
Tras el atentado terrorista perpetrado en el municipio de Guapi (Cauca) el pasado 2 de noviembre, que produjo, además de lamentables pérdidas humanas, heridos y afectaciones en la tranquilidad de la población, la destrucción de las edificaciones de la Casa y la Curia Episcopal, los obispos de Colombia convocan una colecta nacional para apoyar al Vicariato Apostólico de Guapi en el proceso de reconstrucción de dichas obras.La jornada se llevará el domingo 17 de noviembre en todas las parroquias del país. Quienes deseen, también podrán participar en ella consignando su aporte a la cuenta de ahorros del Banco de Bogotá Nº 078354974, a nombre de la Conferencia Episcopal de Colombia.En el mensaje de convocatoria, los pastores destacan este apoyo como un signo de esperanza en medio de la compleja realidad que viven las comunidades del pacífico caucano; por lo que animan a todas las personas de buena voluntad a participar activamente en esta iniciativa, con solidaridad y fraternidad.“Vamos a orar intensamente también para que la población recupere la esperanza, la reconciliación y el deseo de salir adelante. El Señor recompensa al que da con generosidad”, agrega monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja y vicepresidente de la CEC, en el video que acompaña el comunicado oficial.En ese mismo video, el padre Arnulfo Moreno Quiñonez, pro-vicario de Guapi, enfatiza: “Nada podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús; ni la violencia, ni la destrucción, ni el temor”.Vea a continuación el videomensaje:
Jue 7 Nov 2024
Durante encuentro nacional sobre cultura del cuidado, la Iglesia Católica colombiana creó la Red Nacional de Acogida
Entre el 28 y el 31 de octubre, la Conferencia Episcopal de Colombia reunió en Bogotá a los encargados de la atención y prevención de abusos de las jurisdicciones eclesiásticas del país. Cerca de 120 personas, entre sacerdotes, religiosos y laicos participaron en el evento denominado Primer Encuentro Nacional de Responsables de la Cultura del Cuidado en la Iglesia. Un espacio que buscó fortalecer los procesos de atención, acogida y apoyo, de ahí que se propiciara la creación de la Red Nacional de Acogida.En representación del Episcopado Colombiano, el evento estuvo acompañado por monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, obispo electo de Pereira y por monseñor José Mario Bacci Trespalacios, obispo de Santa Marta, presidente y miembro de la Comisión Episcopal para la Cultura del Cuidado, respectivamente. Asimismo, estuvieron presentes los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y las profesionales encargadas de la Oficina Nacional.El encuentro se hizo posible gracias a la financiación de la organización Porticus en el marco del proyecto Iglesias particulares seguras y protectoras, a través del cual en los últimos dos años la Conferencia Episcopal adelantó jornadas de formación sobre prevención de abusos en nueve de las doce provincias eclesiásticas del país.Durante el encuentro monseñor Bacci Trespalacios abordó el tema “Espiritualidad del cuidado”, indicó que en la base de los abusos sexuales la dimensión espiritual es el más grande de los problemas.“Cuando aparece un caso hay una estructura que falla, hay una política que encubre o hay una decisión que pospone el dolor de la víctima, pero todo eso es posterior, todo eso es consecuencia de una ausencia de fe, ausencia de Evangelio, ausencia de Jesucristo”, explicó.Vea a continuación los detalles más destacados:
Mar 5 Nov 2024
"Nuestro pueblo gime de dolor": Pro-Vicario de Guapi
A través de un comunicado firmado por el pro-vicario de Guapi, el padre Arnulfo Moreno Quiñonez, esa Iglesia particular ubicada en el pacífico caucano, expresó su dolor y preocupación ante los hechos de violencia que han venido afectando gravemente a sus comunidades. La situación más reciente se presentó el pasado 2 de noviembre en la cabecera municipal de Guapi; un atentado en la madrugada de ese día, dejó, además de personas heridas, lamentables pérdidas, entre ellas, vidas humanas y estructuras, como es el caso de la Curia que resultó seriamente afectada. La Iglesia pide la presencia urgente de las instituciones del Estado allí, garantizando el derecho a la paz y generando condiciones de desarrollo humano integral.“Lamentamos la pérdida de las vidas humanas, el dolor de los heridos, el llanto de las familias y la desesperanza de una sociedad que anhela vivir en paz, la destrucción de los edificios de la curia diocesana, institución que es esencial para el trabajo de la Iglesia en Guapi y rechazamos todo tipo de acciones que generan miedo y zozobra en la población, porque que cada día su tierra es manchada con sangre de guerra; llamamos a todos apartarse de los caminos de pánico y de muerte, y acercarse más a los caminos del diálogo y la reconciliación para que así podamos construir juntos y disfrutar en hermandad de la paz”, se expresa en el comunicado.De acuerdo con el mensaje, este hecho ha causado pánico y tristeza en todo el territorio del Vicariato:“Porque lscuandé, Timbiquí, Guapi y López de Micay, somos una sola familia extendida y diseminada por todo el pacífico Caucano y Nariñense; cuando uno ríe todos ríen y cuando uno llora todos lloran”.En el mensaje, el padre Arnulfo Moreno pide la oración de todos en la Iglesia para que la Paz del Señor sea consuelo y esperanza en medio de sus comunidades:“Nos acogemos con amor y fe de solidaridad, a la oración universal, la de la Iglesia Colombiana, la de nuestros obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, consagrados y consagradas, la de los hombres y mujeres de buena voluntad, para que le pidamos juntos al Príncipe de la paz que, llegue al mundo entero, a Colombia, al pacífico Caucano y Nariñense”.Vea a continuación el comunicado leído por el Pro-vicario de Guapi:
Dom 3 Nov 2024
Obispos colombianos rechazaron atentado en Guapi: la Casa y la Curia Episcopal resultaron afectadas
A través de una carta enviada al Pro-vicario de Guapi, el padre Arnulfo Moreno Quiñonez, a todos los miembros de esa Iglesia particular y a la comunidad del municipio de Guapi, los obispos expresaron su solidaridad, profunda preocupación y rechazo ante el grave atentado cometido contra la población y la fuerza pública en la madrugada del sábado 2 de noviembre ese territorio del pacífico caucano. Hecho que dejó personas fallecidas, otras heridas y varias estructuras afectadas, entre ellas la Casa y la Curia Episcopal.En el mensaje, el episcopado colombiano, a través de su Comunidad de Presidencia, afirmó que este tipo de hechos, que causan pánico y desolación a las comunidades, evidencian el incremento de la violencia en el país. Ante esta preocupante realidad, hacen un llamado urgente a los actores armados para que abandonen la vía del terror y apuesten por el diálogo; al Gobierno le piden hacer presencia garantizando el desarrollo humano integral, la seguridad y el derecho a la paz.Además, los obispos ha pedido al Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombia (SNPS-CC) que active inmediatamente el Fondo de Emergencias para apoyar a la comunidad.