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MES DE LAS MISIONES: Experiencia de sacerdotes colombianos en el continente asiático
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En el contexto del mes de las misiones, que se anima en octubre, el Centro Nacional Misionero, de la Conferencia Episcopal de Colombia, avanzó este martes 18 con la tercera charla virtual, que en esta ocasión ofreció la experiencia de dos sacerdotes colombianos presentes como misioneros ad gentes en el continente asiático.
El padre Omer Giraldo,mxy, rector del Instituto Misionero de Antropoligía -IMA- y encargado del Área de Etnias en la Conferencia Episcopal, fue el encargado de guiar este diálogo, que permitió revelar detalles de la misión de estos religiosos en tierras extranjeras. Así como dialogar sobre sus gentes, la cultura asiática, el diálogo interreligioso, estilo de vida religiosa en estos dos países, entre otros temas.
El padre Luis Carlos Cano,mxy, misionero Javeriano de Yarumal, radicado desde el 2017 en Camboya - Sureste Asiático, comparte orgulloso su experiencia como misionero colombiano, en un país mayoritariamente budista el 96 % y con una población de 16 millones de habitantes.
“Para mí es una alegría y un motivo muy especial el venir en nombre de la Iglesia colombiana y compartir con las comunidades la experiencia de fe. Para mí la misión ad gentes significa desarraigo, porque no es fácil dejar la casa, es también la oportunidad de nacer de nuevo para una nueva cultura, de abrir el corazón a esa experiencia a la que Dios me trae acá”, observa el sacerdote.
Camboya ha sido un país que ha sufrido un conflicto armado y que denota en los rostros de sus habitantes cicatrices que aún no han sanado, por esta razón resalta el religioso que no es fácil entrar de primeras en el corazón de ellos. “Entrar a un país que ha sufrido la guerra y entrar en el corazón de los camboyanos no es fácil porque hay algo en ellos, como las heridas, que permanecen abiertas, por ello esto es un proceso lento, de mucho tacto y delicadeza, pero aun así, a pesar del sufrimiento es un pueblo que sonríe y es un pueblo cálido”.
Por su parte, el padre Esteban Cañola,mxy, misionero en Tailandia - Asia y quien llegó apenas hace 5 meses a este país, comparte en principio el proceso de formación que tuvo que recibir desde el seminario de los Misioneros Yarumal, para llegar a prestar un mejor servicio donde Dios lo enviara. Explicó que el énfasis fue desde el aspecto antropológico y lingüístico, una formación que, resalta el sacerdote, debe llevar al respeto de las culturas y el estudio de los idiomas.
Destacó que de los países latinoamericanos que mayor número de misioneros hace presencia en este continente es el colombiano. “Colombia es el que mayor misioneros aporta en estas tierras lejanas”. El religioso valora el esfuerzo que la Iglesia colombiana hace para que con los aportes que se reciben “de monedita en monedita” sea posible enviar un mayor número de misioneros a otros países para testimoniar el amor de Dios.
Señaló que vivir como misionero en este continente asiático, significa sembrar, pero también recoger los frutos. Explicó que este país es conocido como “la tierra de la sonrisa” y dijo que, si bien no se conocen los abrazos latinoamericanos, las personas expresan su afecto de otras formas. “es bonito experimentar como estas culturas demuestran el cariño y la cercanía de otro modo, no hay abrazos”.
Próxima charla
Para concluir el mes misionero, el próximo 25 de octubre se ofrecerá la última charla donde estará como invitada especial la Dra. Andrea Puentes, Misionóloga y profesora de teología, quien abordará el tema: La inculturación en la misión.
Reviva aquí la charla sobre la experiencia de los sacerdotes misioneros ad gentes en el continente asiático



Pascua y año litúrgico
Lun 7 Abr 2025

Proteger y defender la familia
Jue 27 Mar 2025


Lun 21 Abr 2025
Mensaje de los Obispos Colombianos ante la partida del Papa Francisco a la Casa del Padre
Los obispos de Colombia, unidos al Santo Pueblo fiel de Dios, expresan su gratitud por la vida, misión y testimonio del Papa Francisco, tras su fallecimiento este 21 de abril de 2025.En un comunicado titulado "Gracias Papa Francisco: El Papa de la misericordia, el profeta de la esperanza", los prelados destacan sus 12 años de servicio como Sucesor de Pedro, marcados por cercanía, sencillez y ternura.La Conferencia Episcopal resalta particularmente que el Pontífice dejó una "huella imborrable" en millones de personas a través de su magisterio, en el que sobresalen encíclicas como Evangelii Gaudium (sobre la alegría de evangelizar) y Laudato Si’ (sobre el cuidado de la creación), así como su impulso a la sinodalidad y a una Iglesia que "escucha y camina unida".Los pastores también recuerdan que el Papa Francisco partió en pleno Jubileo de la Esperanza y en el inicio del Tiempo Pascual, un momento simbólico que refuerza su legado como "profeta de la esperanza". Subrayan que, en tiempos difíciles, él "nos ayudó a creer que Dios no se cansa de amar y perdonar" y que "siempre hay lugar para la ternura".En particular, la Iglesia colombiana agradece su especial cariño por el país demostrado en diferentes momentos, y evoca su visita apostólica en 2017 y su llamado a la paz y reconciliación. Sus palabras, afirmaron, "aún resuenan y seguirán guiando" al pueblo colombiano.Finalmente, los obispos invitan a las comunidades a celebrar eucaristías en su memoria y encomiendan su descanso al Padre de la vida, agradeciéndole por enseñar "a vivir con alegría el Evangelio" y por impulsar una Iglesia "humilde y samaritana".Vea a continuación la lectura del mensaje por parte del Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia:El Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia, también ha dado a conocer una serie de orientaciones litúrgicas durante el periodo de Sede Vacante. Para conocerlas, haga clic aquí.La Iglesia colombiana dará gracias a Dios por la vida y la misión del Papa Francisco como Sucesor del Apóstol Pedro, celebrando tres Eucaristías centrales en la Catedral Primada de Colombia, de esta manera:Lunes 21 de abrilPreside: Monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia12:00 m.Martes 22 de abrilPreside: Cardenal Rubén Salazar Gómez, Arzobispo Emérito de Bogotá12:00 m.Miércoles 23 de abrilPreside: Cardenal Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá12:00 m.A través de un comunicado oficial, la Nunciatura Apostólica en Colombia también ha informado sobre el Libro de condolencias que estará disponible en la sede de la Nunciatura en Bogotá, en el que los fieles que deseen, podrán dejar sus mensajes en torno al fallecimiento del Santo Padre, los días martes 22, jueves 24 y viernes 25 de abril, en el horario de 10:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 3:00 p.m. a 6:00 p.m.

Dom 20 Abr 2025
Pascua 2025: Obispos colombianos llaman a vivir y transmitir la esperanza cristiana
Evocando la victoria de Cristo sobre la muerte, los obispos hacen un llamado a los fieles en Colombia para que vivan plenamente y transmitan la esperanza cristiana en medio de los desafíos que vive el país. En su mensaje con motivo de la Pascua 2025, los pastores recuerdan que de Cristo es de quien proviene la luz que vence las tinieblas, que la Iglesia está llamada a seguir siendo constructora de esperanza, y que es necesario no dejarse vencer por las divisiones, el cansancio o el pesimismo.1. La luz de Cristo en medio de las tinieblasLos obispos subrayan que la Resurrección de Jesús es un triunfo sobre el pecado y la muerte, e invitan a los creyentes a ser "reflejos de su luz en el mundo". Recuerdan que, a lo largo de la historia, hombres y mujeres han sostenido a la humanidad con obras de amor y servicio, especialmente hacia los más vulnerables, siguiendo el ejemplo de Cristo, "Dios de vivos" (Mateo 22, 32).2. Comunidades de fe como signos de esperanzaAdemás, los obispos destacan el papel de las comunidades cristianas en la construcción de un mundo más justo y pacífico. Exhortan a trabajar contra la violencia, la indiferencia y las amenazas a la dignidad humana, así como a proteger la creación y servir a los más necesitados. Hacen especial énfasis en llevar esperanza a los jóvenes y niños mediante gestos concretos de solidaridad.3. Fortaleza para obrar el bien y unidad en la IglesiaEn medio de los desafíos sociales y eclesiales, los prelados piden oración para que los fieles no se dejen vencer por "las divisiones, el cansancio o el pesimismo". Destacan que, en esteJubileo de la Esperanza(2025), la coincidencia de la celebración pascual en las distintas tradiciones cristianas es un signo de fraternidad que puede ayudar a sanar las heridas en la unidad de la Iglesia.Vea la lectura del mensaje por parte del Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia:

Vie 18 Abr 2025
En la Cruz, la Esperanza florece: Obispos colombianos profundizan en los desafíos del país desde las Siete Últimas Palabras de Cristo
En el contexto de este Viernes Santo 2025 y desde el ‘Sermón de las Siete Palabras’, siete obispos colombianos comparten reflexiones que conectan el dolor de Cristo Redentor con las heridas del país. Desde el pacífico hasta El Catatumbo, vinculan las últimas frases de Cristo en la Cruz con realidades latentes en los territorios que pastorean: la violencia persistente, la inequidad, la corrupción, el papel de la familia y la sed espiritual de una nación en la que urge la reconstrucción.Además, inspirados en el Jubileo de la Esperanza que vive este año la Iglesia, los prelados proponen caminos concretos de reconciliación, justicia y fraternidad para una Colombia aún con heridas, necesita seguir luchando contra la violencia, la desigualdad y la polarización.1. "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen": El perdón como camino.MonseñorWiston Mosquera,obispo de Quibdó, recuerda que Jesús,"el inocente condenado a muerte", intercede por sus verdugos. Citando al Papa Francisco, pide"recuperar el sentido de la fraternidad nacional"y examinar la conciencia:"Si creemos en Él, ¿cómo le hacemos daño a otros?".El prelado reconoce la crudeza del momento: “el Chocó, el Catatumbo y el Cauca siguen regados de sangre (..) ¿De qué sirve rezar el Viernes Santo si no cambiamos los hábitos que matan?". Invita a guerrilleros, políticos y ciudadanos a"deponer el odio", recordando que"nadie gana con la violencia; todos perdemos hasta el último pedazo de humanidad".2. "Hoy estarás conmigo en el Paraíso": La vida eterna, la esperanza más allá de la materialidad.Monseñor Rodrigo Gallego Trujillo, obispo de Palmira, contrasta la"cultura del descarte"con la promesa de eternidad:"En un país obsesionado con el poder y el dinero —raíz de nuestra corrupción—, Cristo nos recuerda que la vida plena no cabe en una cuenta bancaria".El prelado afirma que el egoísmo"nos encierra en nosotros mismos", mientras que la Eucaristía es"la montaña para contemplar a Dios". Invita a vivir comoluz, sal y fermentoen un mundo fugaz y recuerda que “la Eucaristía es el Paraíso en la tierra; allí Cristo sacia nuestra sed de infinito".3. "Mujer, ahí tienes a tu hijo": Las madres, creadoras de esperanza.Monseñor Juan Manuel Toro, obispo de Girardota, eleva a María como"madre de los nuevos hijos de Dios"y modelo para las mujeres colombianas.En el Año Santo, monseñor Toro afirma que acoger a María es aprender a decir ‘hágase’ frente a la desesperanza. Subraya su papel en la Anunciación, la Cruz y Pentecostés, y desafía a los fieles:"¿Cómo vivir hoy como hijos de María? Haciendo lo que Él nos diga".4. "Dios mío, ¿por qué me has abandonado?": El grito de los sufrientes y de las regiones olvidadas.Monseñor Orlando Olave, obispo de Ocaña, vincula el clamor de Jesús en la Cruz con el tantas personas que sufren a causa de la violencia, el abandono, el desplazamiento y la corrupción en Norte de Santander, como en otras regiones del país:"Miles en el Catatumbo claman como Jesús: ante el abandono estatal, los cultivos ilícitos y la violencia que no cesa…Es un grito que confía en Dios, no de desespero", afirma, citando el Salmo 22.Ese grito de dolor de Jesús es también el grito de los hombres y las mujeres en la historia. También hoy, comoA propósito del Jubileo, el prelado recuerda que "Dios no abandona: la Iglesia en Ocaña es ‘peregrina de esperanza’, llevando alimentos y acompañamiento espiritual". Al tiempo, llama a ser"peregrinos de la esperanza"que escuchen"el lamento de quienes se sienten abandonados".5. "Tengo sed": Los que claman la esperanza y la justicia, desde la “Colombia profunda”.Monseñor Dimas Acuña, obispo de El Banco, es contundente:"La sed de Cristo es la de los niños wayúu sin agua, los campesinos sin tierra y los jóvenes sin oportunidades".El prelado explica que la sed de Cristo simboliza"su amor por la salvación de la humanidad". Se refiere a la pobreza y el abandono en su diócesis, y recordó que la Iglesia debe ser"un oasis de esperanza"."Responder a esta sed implica compromiso con los más vulnerables", enfatiza, citando Mt 5,6:"Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia", particularmente en este Año Jubilar que convoca a vivir con mayor profundidad la misericordia.6. "Todo está cumplido": El creyente, portador de esperanza en Colombia.Monseñor Edgar Mejía, obispo auxiliar de Barranquilla,aclara que esta frase de Jesús en la Cruz no es de derrota, sino deltriunfo de la luz sobre la oscuridad. Desafía:"Cristo no murió en vano; nos legó una tarea: ser ‘fermento’ en una sociedad corroída".Además de referirse a la crudeza y el dolor que producen realidades como el narcotráfico y la corrupción, monseñor Mejía anima a los fieles aser por sí signos de esperanza con acciones concretas:"¿Podemos decir al final del día: ‘hice el bien’?".7. "En tus manos encomiendo mi espíritu": La esperanza radical en Cristo.Finalmente, monseñor Edwin Vanegas, obispo auxiliar de Bogotá, afirma que Jesús no clama en derrota, sino que"manifiesta el sentido profundo de la esperanza...Puesta en la mano misericordiosa del Padre", subraya. Este acto de entrega total, explica, es"el último y definitivo sí"de Cristo a la voluntad del Padre, y a la vez"la puerta que abre la resurrección".En su reflexión, y desde la realidad de los distintos sectores de la capital colombiana, espejo de las múltiples realidades del país, el Obispo evoca dos clamores concretos y urgentes para que Colombia experimente la esperanza: la reconciliación ante la fragmentación que tanto hiere yla solidaridad fraterna con los más necesitados, como profecía en medio un mundo individualista.“Ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza que podemos ofrecer a nuestro mundo, por medio de la acogida del migrante que ha dejado su tierra y busca un mejor futuro; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando asistimos con caridad a quienes sufren hambre, habitan las calles o están en las cárceles; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando podemos ver al otro a la cara libres de los prejuicios y la superioridad; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando acompañamos a nuestros adultos mayores para que no vivan esta etapa de sus existencias en soledad; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando cuidamos de nuestros niños y niñas para que no sufran heridas irreparables y puedan soñar con un mundo nuevo y armonioso”.Vea las palabras a continuación:Para descargar las palabras en formato escrito, haga clic aquí.

Sáb 12 Abr 2025
Escuchar la voz de los que claman la esperanza: el llamado del Cardenal Luis José Rueda en este Jubileo 2025
El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, fue el invitado especial del más reciente episodio de 'Diálogos en el Atrio', el videopodcast de la Conferencia Episcopal de Colombia.Durante el diálogo, el purpurado habló particularmente de la forma en la que el creyente católico puede transmitir y ser peregrino de la esperanza mediante signos concretos de humanidad, fraternidad y caridad con quienes más lo claman en un país como Colombia, con tantos retos a nivel social, político, económico y cultural.“Yo estoy convencido de que lo que genere esperanza en la vida no es ni un gran argumento ni una gran idea, por brillante que sea teológica, no. Lo que genera esperanza en la vida de nosotros los sacerdotes, en la vida de todo el pueblo de Dios, en los que están sufriendo de distintas maneras Es un signo, es una actitud, por pequeña, por humilde que sea (…) Hay personas que están clamando y que no los escuchamos, que no los vemos, que no sabemos su nombre, pero que sabemos dónde están”, expresa el cardenal Rueda.En el episodio, el Arzobispo de Bogotá narra algunas de las experiencias que ha vivido durante su misión pastoral con algunas de estas personas que sufren y que necesitan ser escuchadas y ayudadas; también explica cómo la Arquidiócesis de Bogotá está viviendo el Jubileo 2025, habla de la relación entre el Jubileo y la sinodalidad; y envía importantes mensajes a los colombianos.Véalo a continuación: