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conferencia episcopal

Dom 6 Sep 2020

Curso práctico de acompañamiento a las familias

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) , a través del Departamento de Matrimonio y Familia pone a disposición la publicación: Curso práctico de acompañamiento a familias". [tabs class="horizontal"][tab title="PRESENTACIÓN" icon="Icon name 1"] “La Conferencia Episcopal de Colombia a través del Departamento de Matrimonio y Familia, ha elaborado este material del trabajo para el acompañamiento de familias bellamente imperfectas, pero que quieren hacer su camino hacia la Santidad”. Este material está preparado, desde el conocimiento real de lo que viven las familias y por eso, invita al encuentro permanente de la familia buscando fortalecer los lazos de amor, educación de los padres, educación de los hijos, la escucha permanente de niños y jóvenes que piden ser valorados y atendidos, pero con lenguaje de amor, lenguaje sencillo, y con una experiencia pedagógica, aprendiendo a ser buenos padres, para tener buenos hijos" [/tab][tab title="DETALLE" icon="icon name 2"] Autor(a): Departamento de Matrimonio y Familia Catálogo: Idioma: Español Número de Páginas: 155 Editora: . Año de publicación: Septiembre de 2019 Dimensiones: 16cm x 22,5cm [/tab][tab title="COMENTARIOS" icon="Icon name 1"] [/tab][/tabs] Mayores informes: PBX: 437 55 40 Ext. 264 Correo electrónico: libreria@cec.org.co

Mié 2 Sep 2020

“Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente"

VIGÉSIMOTERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Septiembre 06 de 2020 Primera lectura: Ez 33,7-9 Salmo: 95(94),1-2.6-7ab. 7c-9 Segunda lectura: Rm 13,8-10 Evangelio: Mt 18,15-20 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios en este domingo, día del Señor e inicio de la Semana por la paz, nos ofrece el tema de la conversión inicial y permanente de los hijos de Dios. La conversión inicial, en efecto, parte de la predicación que debe “poner en guardia al malvado”, pero se debe acompañar permanentemente con la llamada “corrección fraterna” y la mediación de la comunidad creyente; así no se deberá nada más que amor a los demás a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo quien nos enseñó que el mandamiento mayor es “Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente". Este es el mayor y primer mandamiento. El segundo es semejante a éste, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En el texto de Ezequiel, de la primera lectura, Dios le recuerda al profeta su responsabilidad de cumplir la misión encomendada de realizar su programa profético: ser centinela, escuchar a Dios y dar la alarma al pueblo para provocar la conversión. Su función se determina por ser canal de comunicación – oír y hablar –, oír a Dios y transmitir al pueblo, especialmente a los malvados, el mensaje que ha escuchado de parte de Dios, en ello se juega la vida y la muerte, la propia y la de los demás. El salmo contiene dos partes: un Invitatorio (vv. 1-7c) y una sección exhortativa a la fidelidad (cc. 7d-11). Los encargados del culto invitan a la asamblea, mediante este canto invitatorio, a que ingresen procesionalmente al santuario con las actitudes propias para este sublime momento: vítores, aclamaciones, acciones de gracias, bendiciones y postración. Luego, los exhorta a escuchar la voz de Dios para motivar así la fidelidad y la confianza en Dios, pastor de su pueblo. En la segunda lectura, el apóstol Pablo, dirigiéndose a la comunidad de Roma exhorta al amor como fundamento para fortalecer los comportamientos del creyente. El amor es, en efecto, el nuevo principio interior o nuevo mandato que debe unificar todas las acciones del creyente, los mandamientos encuentran en el amor su plenitud; y, por consiguiente, el cristiano está en capacidad de cumplirlos por la vivencia del amor, por ello es la única deuda en su relación con los demás. Esto no es un invento paulino, sino que es la puesta en práctica de las enseñanzas de Jesús, pues cuando, en un pasaje del evangelio, un fariseo le preguntó sobre el mandamiento mayor, Él respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente". Este es el mayor y primer mandamiento. El segundo es semejante a éste, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden la Ley y los Profetas” (Mt 37-40) El pasaje del evangelio está dentro del llamado discurso eclesial de Jesús (18, 1-35), en el que Jesús aborda temas de la vida de la comunidad cristiana; instruye, sobre todo, a los responsables de la asamblea – la Iglesia – sobre el estilo de vida que debe identificar la nueva comunidad creyente. La asamblea de hermanos, así define al otro, no está libre de pecado o errores, lo que la diferencia de otras realidades comunitarias es que al interno de ella los conflictos se resuelven de manera diversa a como los afronta el mundo; aquí en esta comunidad el error no solo afecta la realidad social sino la relación divina, por ello se han de solucionar mediante la reconciliación, el perdón, y aplicando la corrección fraterna para ganar y salvar al hermano, ese es el objetivo fundamental. Para realizar todo este proceso, en medio de la comunidad de hermanos debe imperar la oración con la certeza de la presencia de Jesús entre la comunidad orante. La corrección fraterna y la oración en común van vinculadas, no son dos temas separados. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En los evangelios se ve claro que Jesús tuvo la intencionalidad de formar una nueva comunidad en la cual se transmitiera la Buena Noticia y aconteciera la gracia de la Salvación. Jesús formó esta comunidad con aquellos que él quiso y fue llamando para que estuvieran más cerca de él, a ellos les fue brindando, en muchas oportunidades, una formación particular, “a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado” (Mc 4,34). En Mateo esta comunidad viene definida como Iglesia (ekklesia), no es una comunidad cualquiera sino la Iglesia; a la cual Jesús dota de una responsabilidad para solucionar los conflictos (18, 15-20), que es el texto que este domingo se proclama. Es la comunidad la que, en últimas, tiene la palabra para resolver la situación de los hermanos en situación de pecado. Es importante precisar aquí que no es el único poder que Jesús da a la Iglesia, así, para tener una visión completa de su responsabilidad tendríamos que recurrir a muchas partes de los evangelios. En el pasaje de Mt 18, 15-20 podemos destacar algunos elementos. El miembro de la comunidad es un “hermano”, y aunque haya pecado sigue siendo hermano; la corresponsabilidad del creyente es salvar, ganar al hermano para Dios, a un hermano en forma particular no le corresponde el excluir al hermano, ni siquiera el testimonio de dos o tres, ellos son un eslabón del proceso, todo se hace para atraer a quien se ha apartado por el pecado. Quien tiene la facultad final es la Iglesia, ella tiene el poder de atar o desatar (v.18). La Iglesia tiene este poder, pero no lo usa a su antojo, sino que tiene como modelo último la misericordia infinita de Dios, siempre ha de recurrir a esta medida y para comprenderla debe orar siempre en comunión. El poder que aquí el Señor da a los discípulos encargados de la Iglesia es una extensión del ya dado a Pedro, “A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos” (Mt 16, 19. Atar y desatar designan la autoridad para decidir sobre las acciones que están permitidas o prohibidas, es el poder de determinar, en última estancia, si alguien está admitido o excluido de la Iglesia. La responsabilidad individual y comunitaria de la Iglesia está en la línea de la voz profética, cada uno desde el momento de aceptar a Jesús se convierte en profeta, ha de escuchar a Dios y comunicar su palabra a los hermanos. La corresponsabilidad está sobre el anuncio, la evangelización, el ganar a otros para Dios; también lo es en su oración en comunidad y en forma de plenitud cristiana su corresponsabilidad está en el amor. El amor vivido y donado a todos es lo que debe caracterizar a la comunidad creyente, es decir a la Iglesia. Estamos en el contexto de la Semana por la Paz, que inicia en este domingo, y que tiene como objetivo continuar adelantando acciones que nos inviten a seguir dando pasos para la construcción comunitaria de la paz y la reconciliación. Este fue el propósito del Papa Francisco en su visita a Colombia cuando nos dijo: «¡Demos el primer paso!», y que este primer paso sea en una dirección común. «Dar el primer paso» es, sobre todo, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Por eso en este primer día de apertura de esta semana por la paz, demos el paso hacia la fe en Dios, renovando la gracia del don de la paz suplicando la bendición de Dios sobre nuestra familias y comunidades, con las mismas palabras de Jesús: “Que descienda la Paz sobre esta casa”, imitando, así, la bendición del papa Francisco a los fieles impartida, desde el Palacio Cardenalicio, para todo el pueblo colombiano, cuando también nos dijo: Quise venir hasta aquí como peregrino de paz y de esperanza, y deseo vivir estos momentos de encuentro con alegría, dando gracias a Dios por todo el bien que ha hecho en esta Nación y en cada una de sus vidas. 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Oremos al Señor y supliquémosle por la Iglesia para que siga cumpliendo de manera misericordiosa el encargo dado por Jesús de animar para que todos sus hijos, asumamos el compromiso de la evangelización de ganar a muchos para Dios. Concretamente, en esta semana por la paz, roguemos por los pasos decididos y seguros que podamos dar en acercamiento a los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar, de ser amados sin amar, para que por caminos de la reconciliación busquemos el bien común, la equidad, la justicia, el respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias. Todos somos responsables de que el amor de Dios sea conocido, aceptado y vivido por los hermanos que nunca han escuchado hablar de Jesús, por aquellos que un día escucharon, pero hoy viven alejados de la fe y por los que sí están comprometidos de forma activa en las realidades eclesiales, de este modo todos seremos artesanos de la paz que busca la reconciliación entre los hermanos. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hermanos con la certeza que somos la Iglesia del Señor Jesús, despertemos en nosotros esos sentimientos de identidad y compromiso católico y recordemos que el Señor ha prometido hacerse presente en medio de su comunidad, ahora en la Eucaristía, para acompañarnos y bendecirnos. Estamos en el contexto de la Semana por la Paz, que inicia en este domingo, y que tiene como objetivo continuar adelantando acciones que nos inviten a seguir dando pasos para la construcción comunitaria de la paz y la reconciliación. Este fue el propósito del Papa Francisco en su visita a Colombia cuando nos dijo: «¡Demos el primer paso!», y que este primer paso sea en una dirección común. «Dar el primer paso» es, sobre todo, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Celebremos con inmensa alegría esta experiencia de encuentro con Jesús y oremos para que esta jornada por la paz traiga bendiciones divinas para nuestra comunidad. Monición a la Liturgia de la Palabra Hermanos, otra forma como el Señor se hace presente es en la voz de su Palabra; ante ella todo lo que se nos pide inicialmente es tener la capacidad de escuchar la voz del Señor. No perdamos esta oportunidad, estemos atentos a cada palabra de su mensaje y no endurezcamos el corazón. Escuchemos con atención la Palabra de Dios. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Elevemos nuestras súplicas a Dios nuestro Padre, con la certeza de que: “…donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, Yo estoy presente en medio de ellos.” Unámonos con fe, diciendo: R. Escucha Padre la oración de tu Iglesia 1. Te pedimos Padre, que bendigas y protejas a tu Iglesia, y la hagas fecunda en el ministerio de cada bautizado, de manera que engendre nuevos hijos para tu Reino y se suscite el llamado de vocaciones a la vida sacerdotal, religiosa y consagrada. 2. Te pedimos Padre, por quienes ejercen el poder de la autoridad en nuestro país, para que no se dejen contagiar por la corrupción, y que en todo asuman el compromiso de servir en bien de las comunidades. 3. Te pedimos Padre, por los enfermos y agonizantes a causa de la pandemia que acecha al mundo, para que por medio de sus dolores encuentren en la cruz de tu Hijo, el consuelo y el alivio a sus sufrimientos. 4. Te pedimos Padre, por las diversas acciones que se realizarán con motivo de la semana por la paz para que, con la asistencia del Espíritu Santo, nuestros hermanos, puedan escuchar la voz de la Iglesia que los llama al perdón, la reconciliación, al amor verdadero. 5. Te pedimos Padre, por cada uno de los que participamos de esta asamblea, para que afiancemos nuestra fe y asumamos la responsabilidad de nuestra salvación y la de los demás; y que este mes de la Biblia nos lleve a escuchar tu voz y asumir con responsabilidad la misión. En un momento de silencio presentemos a Dios Padre nuestras intenciones personales…. Oración conclusiva Dios, Padre de la paz y la reconciliación, que quisiste llamarnos a formar parte de tu familia, la Iglesia; escucha nuestra oración humilde y confiada, que te presentamos. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén

Jue 27 Ago 2020

CEC programa talleres para la formación de agentes de escucha parroquial

Pensando en la compleja realidad que se vive en este tiempo de pandemia, donde se ven comprometidos aspectos de la vida social, familiar, laboral y pastoral de las personas, los departamentos de Matrimonio - Familia y Promoción y Defensa de la vida de la Conferencia Episcopal de Colombia, han diseñado un proceso de "Formación de Facilitadores para la Comunidad de Escucha Parroquial", que busca desarrollar habilidades en los futuros facilitadores para que puedan brindar un servicio de escucha a la comunidad. Se contempla que la Comunidad de Escucha Parroquial, será en principio un servicio voluntario que se brindará desde y en la parroquia (no en domicilios particulares), de acompañamiento espiritual y psicológico para sostener a quienes están más vulnerables ante el avance del Covid-19. Este trabajo pastoral se materializará a través de video llamadas, conforme se autorice la reapertura de los templos, se migrará a sesiones presenciales. Los organizadores han dispuesto de unas sesiones informativas, para que las personas interesadas en conocer más de este proyecto, lo hagan a través de la plataforma Zoom, los días: sábado 29 de agosto de 15:30 a 16:30 hrs.; el 2 de septiembre de 11:00 a 12:00 hrs; y el 5 de Septiembre de 15:30 a 16:30 hrs. Los interesados sólo deben acudir a una sesión informativa y podrán escribir al Whatsapp 3156966653 para recibir la liga de la conexión. Este taller teórico-práctico iniciará el próximo 12 de septiembre de 05:00 p.m. a 07:30 p.m. y se desarrollará a través de 4 sesiones, que requerirán de la participación activa de los asistentes: Sesión 1 • La misión del facilitador como formador de personas autodirigidas. • Errores al estar escuchando. • Preguntas que invitan a la reflexión. Sesión 2 • Desarrollar la confianza de unos para los otros. • Uso eficaz de la paráfrasis. Sesión 3 • La conversación de reflexión. • Diálogos de planeación. • Pasos para la creación de la Comunidad de Escucha Parroquial. Sesión 4 • Manejo del silencio. • Ejercicios de reflexión y planeación. Perfil de los facilitadores Se sugiere que sean personas mayores de 40 años, con el deseo de prestar un servicio voluntario y la disponibilidad de tener como mínimo 4 horas de servicio a la semana; que tenga una trayectoria personal y familiar estable; compromiso histórico con la parroquia como mínimo de 3 años; y la facultad de la escucha y el habla. El proceso de inscripción se realizará a través de un [icon class='fa fa-download fa-2x'] formulario[/icon]. La inversión será de $128,000 pesos por conexión, que ampara el taller completo para dos personas.

Mié 26 Ago 2020

La relación íntima y amorosa del creyente con el Señor brota de la iniciativa divina

VIGÉSIMOSEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Agosto 30 de 2020 Primera lectura: Jr 20,7-9 Salmo: 63(62),2.3-4.5-6.8-9 (R. 2b) Segunda lectura: Rm 12,1-2 Evangelio: Mt 16,21-27 I. Orientaciones para la Predicación Introducción En la Palara de Dios que se nos propone en este domingo, podemos individualizar tres ideas para la reflexión: • La experiencia de Dios en la vida del discípulo – misionero de frente a su realidad personal y comunitaria. • El verdadero seguimiento del Señor, incluyendo necesariamente la aceptación del auténtico mesianismo del Hijo de Dios, como se le pide a Pedro, debe superar toda idea preconcebida. • La voluntad de Dios se descubre mediante el discernimiento y tiene unas características bien definidas que incluye todo lo que es bueno, agradable y perfecto. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En el libro de Jeremías encontramos diversos pasajes en los que el profeta refleja la experiencia de amor de Dios en su propia vida; en ellos el profeta desnuda su corazón y manifiesta sus sentimientos más profundos. Estos textos son conocidos como “las confesiones de Jeremías”, y que los expertos identifican cinco (Cf. 11,18 – 12,5; 15, 10-21; 17, 1-18; 18, 18-23; y 20, 77-18). La primera lectura de hoy es una sección de la quinta confesión en donde Jeremías atestigua la crisis interna que vivió en medio de su ministerio profético, y que, manifestado a modo de salmo de lamentación, refleja un amor herido o, en parte, decepcionado, pero con la certeza de que Yahvé es el Dios de la Gracia. Así, en efecto, el enamoramiento que describe como una seducción, de frente a la reacción de los que lo escuchan, lo convierte en objeto del “hazmerreir” de la gente, por lo que descubre que su mensaje no es lo que él quiere decir, pues al “gritar violencia – destrucción” entra en crisis porque la “palabra del Señor se le volvió oprobio” y su reacción lo induce a desistir de sumisión; pero finalmente experimenta que Dios y su Palabra siempre se imponen como fuego incontenible. El Salmo contiene una de las más bellas descripciones de la relación íntima y amorosa del creyente con Dios; en él se expresa, en efecto, el ardiente deseo de Dios; hay una cascada de acciones que reflejan esta realidad: madrugar, sed, ansia, contemplar, alabar, orar, bendecir, invocar…; todo apunta a señalar que no hay nada como estar con el Señor, unirse y sostenerse en él es saciarse de paz, gozo y alegría sin igual. Pablo es el enamorado de Dios, su vida es el Señor. Como experiencia y fruto y de este amor anima a los romanos y les dice “los exhorto por la misericordia de Dios” y quiere que esta comunidad lo comprenda; no lo mueve otro interés más que el amor. Inicia esta exhortación animando y orientando sobre el verdadero culto espiritual. Pablo, en esta carta, ya ha dicho que el ministerio apostólico es un culto dado a Dios, “Dios a quien tributo un culto espiritual anunciando la Buena Noticia de su Hijo…” (1,9), así se da culto concreto y de ello nace su compromiso por evangelizar, por dar culto a Dios con esa acción concreta, “de ahí mi ansia por llevarles el Evangelio… del cual no me avergüenzo…” (Cf. 1, 15-16). Por ello, Pablo exhorta a ofrecer la vida entera como ofrenda agradable; se trata de aceptar la Buena Nueva y convertirse en comunicador de ella, dar culto espiritual con todo el cuerpo anunciando la Buena Noticia del Hijo de Dios. El evangelio presenta el anuncio de Jesús sobre su sufrimiento, muerte y resurrección. Este primer anuncio de la pasión expresa su mesianismo en unas categorías que no eran las esperadas por el pueblo, el glorioso servicio del Mesías pasa por el doloroso camino del sufrimiento, muerte y resurrección. La reacción no se hace esperar, y Pedro, que no comprende este camino, se expresa diciendo: “¡No lo permita Dios, Señor, eso no puede pasarte!”; de su parte Jesús corrige, primero a Pedro, haciéndole un nuevo llamado a quitarse de enfrente y a colocarse de nuevo detrás de Él, al tiempo que le evidencia el motivo de su error, “pensar como los hombres y no como Dios”; luego la corrección se dirige también a sus discípulos clarificándoles las condiciones de su seguimiento: “negarse a sí mismo”, “cargar la cruz” y “seguirlo”. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La relación íntima y amorosa del creyente con el Señor brota de la iniciativa divina; en efecto, Dios conquista al hombre suscitando en él una renovación y transformación de mente y corazón de modo que el que es tocado por esta acción divina ya no se ajusta a este mundo y sus ofrecimientos, sino que busca experimentar este amor que Dios le ofrece. Así el nuevo amado siente que su gozo, alegría y paz es vivir en la presencia de Dios, unido y sostenido por Él. Cuando de verdad el hombre se siente amado por Dios la vida cambia. Cuando esta experiencia del amor de Dios en la vida del creyente se fortalece y, por tanto, no se deja debilitar, el amado pronto comienza a darse cuenta que en esta relación amorosa hay una responsabilidad qué asumir, porque el amor que siente no puede guardarse, sino que, por el contrario, debe anunciarlo, y compartirlo con los demás, para ello Dios llama y concede carismas o responsabilidades sea como profeta, apóstol o discípulo; en términos de hoy, se trata de asumir el compromiso de ser “discípulo misionero” en el contexto del plan presentado por Jesús para el anuncio del Evangelio. Cuando el discípulo se compromete en su ser misionero, pronto comienza a percibir que el camino se hace tortuoso, similar al de Jesús, lo que realmente le exige renunciar a su forma de pensar, a no dejarse conquistar por el mundo; igualmente, ha de tener presente que en su camino diario es necesario el discernimiento para descubrir la voluntad de Dios y hacerla norma de su vida. En estas circunstancias el caminar para el discípulo se torna difícil porque aparecen diversas reacciones negativas de parte de quienes reciben el mensaje, pues no siempre es recibido con agrado, sino que, muchas veces, la actitud es de rechazo, burla, desprecio, indiferencia, lo que hace que, poco a poco, su grado de compromiso y respuesta se convierta en una cruz que, muchas veces, pesa; pueden surgir, entonces, sentimientos de miedo, angustia, frustración al pensar que se estaba mejor sin asumir estos compromisos en el seguimiento del Señor. Toda esta realidad muestra que muchos creyentes, como el profeta Jeremías, preferirían no acordarse más de Dios y, por tanto, callar y no hablar en su nombre o, como Pedro en el evangelio, afirmar que “eso no puede pasar”. Al confrontar, así, la identidad cristiana con los valores y compromisos del evangelio pueden surgir, entonces, las crisis causadas también por las diversas tentaciones a que están expuestos los diversos agentes de pastoral y que interrogan profundamente la vida del creyente. Cuánto exige asumir en la vida diaria el compromiso cristiano y misionero de seguir coherentemente el camino propuesto por Jesús. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor, no obstante, nuestros pensamientos, sentimientos y acciones haznos sentir que tu Palabra es fuego ardiente e incontenible dentro de cada uno de nosotros; que siempre tengamos pastores, como Pablo, que nos exhorten sobre el verdadero culto, el compromiso evangelizador y el discernimiento de la voluntad divina para no caer en lecturas fundamentalistas, fatalistas o superficiales del acontecer divino. Señor, queremos reflejar en nuestra vida de discípulos misioneros el auténtico seguimiento, por ello cada vez que erremos en nuestra forma de pensar y proceder, como pasó con la buena intención de Pedro, que nunca nos falte tu misericordiosa corrección; que tus exigentes palabras sean siempre acogidas por nosotros para que nos indiquen el camino a seguir y, como Pedro en su proceso de maduración en la fe, también podamos decir: “Señor, ¿a quién vamos a ir? Solo tú tienes palabras de vida eterna” (Jn 6,68). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hermanos, que alegría poder reunirnos como Iglesia para celebrar nuestra fe. Que vivamos este momento de gracia como momento íntimo de encuentro con el Señor, dejemos que él nos hable al corazón y aprendamos a ser en verdad discípulos misioneros de su gran amor. Participemos con fe y alegría. Monición a la Liturgia de la Palabra Hermanos, el Señor Dios nos va a hablar, su amor nos conquistará para que nos sintamos amados por él. Escuchemos con atención y dejemos que su amor se arraigue como fuego en nuestro corazón. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Padre bueno que nos has llamado a tu seguimiento, escucha los sentimientos y necesidades que se gestan en nuestros corazones. Supliquémosle con fe diciendo: R. Mi alma está sedienta de ti, Señor 1. Señor, que tu Iglesia sea fortalecida por hombres y mujeres que con valentía y entrega asuman la misión evangelizadora y que tu gracia nos dé abundantes vocaciones para el anuncio de tu reino. Oremos. 2. Señor, que los gobernantes de los pueblos reconozcan tu acción y se comprometan convenientemente en valorar adecuadamente la dignidad humana, en buscar mayor fraternidad, solidaridad y unión entre los hermanos. Oremos. 3. Señor, que quienes sufren angustias, problemas y enfermedades a causa de la pandemia que nos azota, puedan encontrar en tu palabra y la solidaridad de las personas la ayuda necesaria que fortalezca sus vidas y corazones con la certeza que tu amor siempre los acompaña. 4. Señor, mira con amor esta asamblea y concede a cada uno lo que más le convenga según tu voluntad En un momento de silencio, presentemos nuestras necesidades personales… Oración conclusiva Padre Santo, Acoge misericordioso las súplicas de este pueblo que busca y tiene ansia de tu salvación. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén

Vie 21 Ago 2020

Colombia se prepara para la versión 33 de la Semana por la Paz

Bajo el lema, ‘Demos el paso, el reencuentro es con la paz’, el 20 de agosto se presentó el concepto y proyección de la campaña para el 2020, año en el que, por primera vez, se realizará totalmente de forma virtual. La presentación de esta iniciativa, que busca visibilizar todas aquellas acciones que se realizan desde los territorios con el objetivo de lograr la paz y la reconciliación en sus comunidades, se llevó a cabo a través de la plataforma Zoom, fue transmitida en un Facebook Live desde la página de Semana por la Paz Colombia y retransmitida en las Fanpage de Pastoral Social / Cáritas Colombiana, Redepaz y Conferencia Episcopal de Colombia. El primero en intervenir durante el lanzamiento fue Fernando Sarmiento, coordinador nacional de Red ProdePaz, quien aseguró que, “son miles las iniciativas territoriales que están con la paz, lugares que se han declarado territorios de paz, que trabajan con voluntad por lograr una paz con justicia social, convivencia, desarrollo humano y cuidado del medio ambiente”. Seguidamente, monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana – SNPS/CC, se refirió a la importancia de esta campaña, especialmente, en este año complejo para las comunidades. “La Semana por la Paz del año 2020 se celebra en medio de unas circunstancias muy especiales, en las cuales el país está realmente conmovido por todo lo que han sido los asesinatos de miles de personas, entre ellos: defensores de derechos humanos y personas comprometidas con el tema de la paz”, afirmó monseñor Henao. Durante su presentación, también, destacó la importancia de esta jornada que se constituye en una movilización nacional, un ejercicio en el que se unen voluntades y propósitos para crear un gran pacto por la reconciliación y la vida. Para el director del SNPS/CC, “si no somos capaces de frenar toda esta oleada de violencias, vamos a dejar perder entonces un momento crucial de la historia y se van a agravar peligrosamente las condiciones de la pandemia. Semana por la Paz los invita a seguir dando pasos. Hace tres años estuvo el Papa Francisco en Colombia y nos decía: ‘demos el primer paso aquellos que no lo han dado, avancemos’, ahora decimos: ‘sigamos dando pasos’. Y estos pasos nos tienen que llevar al reencuentro con la paz”. Esta iniciativa es, para muchas personas, el grito de las comunidades, la voz de las personas que han sido víctimas de violencias y de quienes han vivido directa o indirectamente la guerra. “Semana por la Paz es un ejemplo de concertación, diálogo y punto de encuentro de múltiples miradas en la diversidad colombiana. Ha sido el punto de expresión de la voluntad de una sociedad que siente que está caminando de una manera vigorosa hacia la construcción de la paz”, agregó. El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina, también envió un mensaje a todo el pueblo colombiano: “este año, en medio de esta semana de trabajo, oración y reflexión, nos proponemos dialogar y reconocer los esfuerzos que, desde todos los niveles, se hacen por la paz. (…) La paz es una tarea confiada a la responsabilidad de todos, es una certeza, una esperanza que tiene a su favor el porvenir y destino de Colombia. La paz es necesaria”. Un tesoro que cada persona lleva en su corazón, eso es la paz para Monseñor Urbina, razón por la que sí es posible alcanzarla y hacer que perdure entre las comunidades. Colombia necesita unidad, solidaridad y unión. “La paz depende de ti, con esta convicción pasará de lo individual a lo social y comunitario, así se convertirá en acción, porque la paz es sabiduría, valentía, compromiso y felicidad. Si queremos, podremos. El reencuentro es con la paz, ¡movámonos!”, aseguró. Patricia Linares, magistrada de la Sección de Apelación y presidenta de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), aseguró que la paz es un derecho y deber de todos los colombianos y colombianas. Aportarle a la paz es vivir en democracia y en un Estado que garantiza una vida digna, un lugar en el que se puede estar con pleno respeto a los derechos humanos, en donde se le aporta a la reconciliación. También hicieron parte del evento: Christine Büsser Mauron, encargada de negocios de la Embajada de Suiza; Luis Carlos Velázquez, gobernador de Caldas; Luis Fernando Suárez, gobernador de Antioquia; Armando Valbuena, consejero mayor de la ONIC y secretario de la Comisión Interétnica de Paz; Laura León, joven estudiante de Bogotá; Luis Emil Sanabria, presidente colegiado de Redepaz y Ángela Jaramillo de la Pontificia Universidad Javeriana. A lo largo de la transmisión se mostraron testimonios de jóvenes desde los territorios, uno de ellos fue el de Annie Yulieth Morales, de Samaniego (Nariño), quien se refirió a la importancia de la construcción de paz en las regiones para así evitar hechos de violencias como los que se han venido presentando estas últimas semanas en el país. “Rechazo todo tipo de violencia y acto que traiga dolor, tristeza o muertes. La vida de nosotros los jóvenes está en peligro, abracemos la vida y rechacemos la guerra. Unamos esfuerzos y participemos activamente en esta Semana de Paz, porque Samaniego es territorio de paz y no de violencia”, fue parte de su mensaje. Durante la jornada se hizo la presentación de actividades y campaña de comunicaciones, al igual que las acciones pedagógicas que se van a desarrollar. Por último, se contó con la participación de los músicos César López y Harold Dávila para la presentación de la canción “Hasta que amemos la Vida” y el concierto “Sembrando vida y esperanza”. El evento cerró con una rueda de prensa a las 11:00 a.m. donde se conversó sobre la situación actual del país y el reto de construir paz en medio de la situación humanitaria que se vive. Insumos digitales: imágenes para redes sociales, frases bíblicas, video informativo, frases del Santo Padre. Esta carpeta se actualizará con cartilla y otros insumos durante la siguiente semana. https://cecdemo5-my.sharepoint.com/:f:/g/personal/redesocialesnps_cec_org_co/EiUu38y0nsJOuqDRN2Soh2sBYrJm2Nsa6p6VZ26PilWxrQ?e=yzBW5F Fuente: Comunicaciones SNPS

Vie 14 Ago 2020

‘Minutos de Amor’ celebra su vigésimo aniversario

Ni la pandemia ha sido impedimento para que ‘Minutos de Amor’, el manual de Oración de los católicos siga llegando con la palabra de Dios a Colombia y a otros países de habla hispana. "Ay de mí si no predico el Evangelio" (1Cor 9,16). Animados con este pasaje bíblico, la familia ‘Minutos de Amor’, celebrará su aniversario 20, con una eucaristía que se realizará este lunes 17 de agosto a las 10:00 a.m. y que podrá seguirse por Facebook live. https://www.facebook.com/manualminutosdeamor “Aquello que comenzó como un sueño en los albores del tercer milenio, hoy es toda una realidad gracias al apoyo de las parroquias, presbíteros, comunidades religiosas y fieles laicos que han visto en nuestra Revista Minutos de Amor una fuente de formación en la fe y acercamiento a la Palabra”, así lo han expresado sus directivas. ‘Minutos de Amor’, una red que se ha ido extendiendo en servicios A lo largo de estos años la red de distribución de la revista se ha ido extendiendo por todo el territorio nacional, haciendo presencia en las 76 jurisdicciones eclesiásticas, además ha traspasado fronteras llegando así a países como Estados Unidos, Ecuador y Puerto Rico. La Revista que inició en el 2020 como un medio impreso y dado que el fin siempre ha sido anunciar a Cristo, el equipo editorial de ‘Minutos de Amor’ se ha preocupado siempre por generar innovación en la transmisión del mensaje salvífico. Gracias a esto, hoy cuenta con una amplia red de comunicación con sus lectores por vía telefónica, correo electrónico y las redes sociales, tales como Facebook, Instagram y Twitter. Incluso, la contingencia que se está viviendo a raíz de la pandemia por el covid-19, ha hecho que surjan nuevas maneras de llegar a sus lectores y hoy cuenta con la posibilidad de compra y lectura online de la revista, dando así la oportunidad a que más personas que viven fuera del país puedan acceder a esta fuente de evangelización. Obras que dan testimonio desde el Evangelio Es importante resaltar que los aportes de recaudado por la compra de la revista, están siendo destinados para apoyar los procesos de formación de seminaristas que están en camino al ministerio sacerdotal, así también brindan respaldo a familias que atraviesan diversas dificultades. Pero ‘Minutos de Amor’ no se quedó solo como un medio de comunicación escrito para evangelizar, ahora cuenta con una Escuela de formación, donde se ofrecen de manera virtual procesos de educación bíblica sobre el estudio de la palabra de Dios. Tienen además un espacio virtual matutino, de lunes a sábado a las 9:00am, llamado ‘Minutos de Amor con la Palabra’, donde se reflexiona sobre la palabra diaria del Evangelio. Como complemento del trabajo formativo en redes sociales, cuentan con publicaciones semanales para profundizar en el significado de las Solemnidades litúrgicas que celebra la Iglesia. La Conferencia Episcopal se une a la fiesta de aniversario Al unirse a este saludo de aniversario, el padre Jaime Alberto Marenco Martínez, director del departamento de comunicaciones de la Conferencia Episcopal, expresó a la familia ‘Minutos de Amor’, su alegría por el trabajo que a lo largo de estos años han venido realzando, llegando con la palabra de Dios a todos los rincones del país y les exhortó para que continúen con entusiasmo en esta misión evangelizadora. Así mismo, les animó a seguir apoyando a todas las parroquias, especialmente a las más pobres, para que ellas puedan seguir cumpliendo con la misión encomendada por Dios, la de Evangelizar a través de la palabra.

Mié 12 Ago 2020

“Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres”

VIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Agosto 16 de 2020 Primera lectura: Is 56,1.6-7 Salmo: 67(66),2-3.5.6+8 (R. cf. 4) Segunda lectura: Rm 11,13-15.29-32 Evangelio: Mt 15,21-28 I. Orientaciones para la Predicación Introducción • Interioridad. Conciencia de la elección divina de Israel y su rebeldía. • Exterioridad. Esperanza ante las realidades nuevas, la reconstrucción y la salvación universal. • La actitud del Señor Jesús. Frente a los paganos manifiesta que su misión terrena se limita al pueblo judío, pero luego se abre a todos los que tengan fe. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La perspectiva del tercer libro del profeta Isaías invita a confiar en Dios y estar atentos de la salvación que llega y pide oración, justicia, humildad, tener fe y hacer el bien a todos, más allá de lo legal, lo moral y lo ritual; igual invita a tomar conciencia que la disminución de la fe llevó a buscar en las obras externas un medio para llenar la ausencia de interioridad. San Pablo, recuerda la elección divina y fortalece la esperanza del pueblo al reconocer que “Dios no ha reprobado a su pueblo” que ha caído. Su mundo religioso nacionalista, monopolizador y seguro, que lo llevó a la prepotencia y rebeldía, ahora se convierte “en salvación para los gentiles,” que, sin arrogancias ni encerramientos, aceptan al Salvador; y lo hace con la convicción que llegará el día del gran “misterio”, en el que “todo el pueblo de Israel será salvado.” El Evangelio de San Mateo relata el pasaje de una mujer no judía, de la tierra de los paganos, “cananea,” que suplica a Jesús ayuda para su hija, y Él, primero, es indiferente y luego le niega el pedido justificando su actitud, a tal punto que llega a la dura comparación de establecer la distinción entre los hijos y los perros, los judíos y los paganos, para explicar que su misión se limita a los judíos. Pero ante la actitud de fe firme de la mujer, viene inmediatamente la elocuente excepción: “por su gran fe.” La fe de la cananea es más viva y firme que la del pueblo elegido. Fe que se torna un principio general: la fe es la garantía, con tal que tengan fe, los no judíos tiene los mismos privilegios que los judíos creían tener exclusivamente. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? El eje de las lecturas es la universalidad de la salvación. Desde antiguo Dios eligió a Israel como su pueblo, mientras que su persona, su amor y sus bondades, son para toda la humanidad, sin exclusividad ni discriminaciones. Dios le responde a un pueblo infiel y sin romper su promesa, por su misericordia perdona la infidelidad de ese pueblo y salva a los extranjeros, que se le adhieren y hacen su voluntad; a la vez que, invita a los judíos a renovar la Alianza y a aceptar la salvación que ofrece en su Hijo Jesús. Esta invitación es para que nosotros hoy; en efecto, como creyentes estamos llamados a que nos examinemos delante de Dios y delante de nuestros hermanos, a que nos coloquemos ante el universalismo de la salvación en la persona del Señor Jesucristo, quien con su actitud dura ante la mujer cananea nos llama la atención para que reforcemos nuestro grado de fe y de fidelidad ante los demás. La presencia divino-humana de Jesús, es signo de interioridad, de fe y de unidad; y al aceptar y experimentar su presencia en nuestras vidas nos lleva a vivenciarlo como el Cristo total, de ahí que la Iglesia es llamada a ser firme en la fe y a prestar atención especial a los más necesitados, mansos y humildes. La palabra del profeta …los conduciré a mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración, se repite en el Señor Jesús: mi casa será llamada casa de oración, y esto nos motiva a dirigir la mirada hacia la actitud intercesora de los discípulos y de San Pablo a reconocer que, como Iglesia, tenemos la misión de interceder ante el Señor por los más necesitados y débiles y que, como discípulos suyos, tenemos también la misión de servirles en sus cuerpos, en sus mentes y en su espíritu. El Señor nos pide actuar consecuentemente, por eso no tolera posturas de falta de coherencia e interioridad o de refugio en el apego a lo religioso, propias del fariseísmo discriminador; esto lo que cuestiona duramente el Señor Jesús. Mientras que la universalidad de la salvación incluye y justifica a los que eran excluidos, los gentiles o paganos, los eunucos, los extranjeros, la tendencia humana es al egoísmo, la envidia y la discriminación. De ahí que el sentido de la misión de la Iglesia es a universalidad, por eso se llama católica. Igualmente, también, tiene el significado maternal, todos son hijos y hacen parte de ella. Todos, hombres y mujeres del mundo, sean del país o nacionalidad que sean, de la cultura o la etnia, clase social o grupo humano, todos están llamados a la salvación, la felicidad y la vida, y para lograrlo basta que tengan fe. Y esta fe llega y crece mediante el testimonio de vida y la predicación de la Palabra . El testimonio de los cristianos está llamado a ser de tal convicción y apertura que contagie la alegría de creer, primero, a todos los que estén cerca y, luego, a los que lleguen de lejos, para que animen a muchos otros que buscan la verdad y para que ayuden a quienes suplican a Dios la ayuda que necesitan, sin sentirse excluidos, sino esperanzados y confiados en su fe. En cuanto a la predicación, el Papa Francisco, en la exhortación sobre la Palabra, mediante la Carta apostólica Aperuit Illis, del 26 de enero de 2020, al instituir el Domingo de la Palabra de Dios, III Domingo del tiempo ordinario y Primer Domingo de la Palabra de Dios, nos dice: “cómo, dónde y a quién el Señor comenzó a predicar”. ¿Cómo predicar? Con una invitación, como el Señor Jesús: convertíos porque está cerca el Reino d ellos cielos”. Mt. 4,17. Mensaje que alegra, en boca del Maestro: “Dios vino a visitarnos en persona, haciéndose hombre... Dios está cerca, descendió a la tierra, se hizo hombre. Eliminó las barreras, canceló las distancias, para que vivamos con Dios y para Dios, con los demás y para los demás, con amor y por amor”. ¿Dónde Predicar? El Señor Jesús comenzó junto al lago de Galilea de los gentiles, desde un lugar fronterizo, desde una periferia. Dios viene a nuestras realidades complejas, a nuestras oscuridades. En las regiones que se consideraban “oscuras. Y ¿predicar quién? A todos en su cotidianidad y donde estén, dispuesto a escuchar y a creer en la Palabra y a aceptar al Señor Jesús, quien comenzó predicando a dos hermanos pescadores, les dijo: “Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres”. Mt. 4,18-19 Los primeros destinatarios de la llamada fueron pescadores… personas comunes y corrientes que trabajaban. Dios llama donde están y como están, para involucrarlos en la misión, y ellos responden a esta llamada dejándolo todo inmediatamente para atenderlo, para escucharlo y para seguirlo. Por eso el pedido del Papa es que hagamos espacio a la Palabra de Dios, para que descubramos que Dios está cerca de nosotros, que ilumina nuestra oscuridad, que nos guía con amor a lo largo de nuestra vida. La Palabra nos convoca a abrir las puertas a la esperanza, a llamar a los amados de Dios a la vida, a persistir en la fe de todos los tiempos, ahora centrada en la persona del Señor Jesucristo, por lo que cada día debe ser nueva y magnífica, por ser don del Padre, para todos como hermanos para que contribuyamos con la historia de salvación. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor Jesús, misionero del Padre, nos has comunicado la Buena Noticia del acceso al Reino de Dios, mediante su persona y su palabra; nos llamas y nos haces ver cómo tu misión es universal, para que así nosotros como Iglesia, guiados por tu Espíritu Santo, llevemos a todos el mensaje del amor, de la misericordia, de la fe y la esperanza, que nos trae su salvación. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa El espíritu del Señor nos ha convocado a celebrar su presencia entre nosotros y, así mismo, aviva en nosotros el deseo de escucha de su Palabra que nos impulsa a abrir nuestra mente y nuestro corazón, a evitar exclusivismos y a que disfrutemos la alegría de la salvación, obrada en Jesucristo, para toda la humanidad y la creación. Monición a la Liturgia de la Palabra Las lecturas que vamos a escuchar nos llevan a ver cómo el plan divino de salvación tiene diversas etapas, gracias a la pedagogía divina y a la decisión irrevocable de Dios de elegir a su pueblo, de tratarlo con misericordia ante su rebeldía, de elegirnos a nosotros y abrazarnos con su fraterno amor, y de elegir a toda la humanidad para salvarla. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Hermanos y hermanas, presentemos a Dios Padre nuestras oraciones y digamos con fe y esperanza: R. Escúchanos Dios de amor 1. Por la santa Iglesia de Dios, para que, siendo fiel, sea también motivo de entusiasmo y alegría para cuantos buscan la Salvación. Oremos. 2. Por los gobernantes, empresarios y empleadores, para que sus actitudes sean de justicia, equidad, honestidad y de fidelidad ante Dios, y ante la persona humana. Oremos. 3. Por quienes han caído en los vicios, para que encuentren el sentido de la vida y el camino conviene para superar su mal. Oremos. 4. Por las familias que se encuentran en dificultades en sus hogares, en su trabajo, con enfermos o con carencias en su vida cotidiana, para que encuentren personas y medios que les sirvan de apoyo y sostenimiento. Oremos. 5. Por nosotros y por todos los cristianos, para que sepamos dar con firmeza testimonio de nuestra fe en el Señor Jesucristo, nuestro salvador. Oremos. Oración conclusiva Escucha y acoge, Padre misericordioso estas súplicas que te hemos presentado con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Mar 11 Ago 2020

Jóvenes colombianos usan la ‘fantasía del amor’ para llegar a sus abuelos

“Usen "la fantasía del amor" para estar cerca de sus abuelos, de los ancianos. Es importante la unión y la conexión con las raíces, pues, un árbol separado de sus raíces no crece, no da flores ni frutos. Lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado”. Fueron las palabras del Papa Francisco a los jóvenes el domingo 26 de julio, fecha en que se celebró la memoria de los Santos Joaquín y Ana abuelos de Jesús. Respondiendo a este llamado y en tiempo de pandemia, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de la sección de juventud, invitó a los jóvenes a expresar su gratitud y cariño a los abuelos, manifestados con alegría a través de la música, cantos, poesía, abrazos y besos, para ello dispuso de las redes sociales, donde muchos jóvenes asumieron el reto propuesto. Fruto de esta invitación se elaboró un video donde se recogieron estos testimonios y al que se sumó también Monseñor José Roberto Ospina Leóngomez, obispo de Buga y Presidente de la Comisión Episcopal para el Estado Laical de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), quien saludo e impartió la bendición a todas las personas mayores. “Los jóvenes colombianos, obedeciendo al Santo Padre y usando la ‘Fantasía del Amor’, han tenido un gesto de ternura con sus abuelos y nos han hecho llegar las evidencias, las cuales queremos compartir con todos” comentó Sor Arelis Gaviria, directora encargada del Departamento del Estado Laical de la CEC. La religiosa animó para que en estos momentos de soledad y abandono que viven muchos adultos mayores, más por cuenta del confinamiento, las familias y amigos se acuerden de ellos y les brinden la protección y el cariño que merecen. Finalmente exhortó para que los jóvenes se vinculen a esta iniciativa, grabando un video con sus abuelos y lo compartan a través del Facebook de la Pastoral Juvenil de Colombia @PastoralJuvenilColombiana.