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evangelio del domingo

Sáb 6 Dic 2025

07 de Diciembre | Lectura del Santo Evangelio según San Mateo Mt 3, 1-12

Mt 3, 1-12Conviértanse, porque está cerca el reino de los cielosLectura del santo Evangelio según san Mateo.POR aquellos días, Juan el Bautista se presentó en el desierto de Judea predicando:Conviértanse, porque está cerca el reino de los cielos.Este es el que anunció el profeta Isaías diciendo:«Voz del que grita en el desierto:“Preparen el camino del Señor,allanen sus senderos”».Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo:«¡Raza de víboras!, ¿quién les ha enseñado a escapar del castigo inminente?Den el fruto que pide la conversión.Y no se hagan ilusiones, pensando: “Tenemos por padre a Abrahán”, pues les digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras.Ya toca el hacha la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será talado y echado al fuego.Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo y no merezconi llevarle las sandalias.Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego.Él tiene el bieldo en la mano: aventará su grano, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga».Palabra del Señor.

Sáb 29 Nov 2025

30 de Noviembre | Lectura del Santo Evangelio según San Mateo Mt 24, 37-44

Mt 24, 37-44Estén en vela para estar preparadosLectura del santo Evangelio según san MateoEN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.Por tanto, estén en vela, porque no saben qué día vendrá su Señor.Comprendan que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa.Por eso, estén también ustedes preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del hombre».Palabra del Señor.

Jue 12 Mayo 2022

Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros

QUINTO DOMINGO DE PASCUA Mayo 15 de 2022 Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 14, 21b-27 Salmo: 145(144), 8-9.10.11-12.13ab (R. cf. 1b) Segunda lectura: Apocalipsis 21, 1-5a Evangelio: Juan 13, 31-33a.34-35 I. Orientaciones para la Predicación Introducción • Cercana la hora de dar la vida por sus amigos, el Señor les entrega el mandamiento nuevo del amor. Los discípulos están llamados a acoger este mandato descubriendo la novedad de amar según Dios: se trata de amar como Cristo, amar desde Cristo, amar en Cristo. • Gracias a la misión evangelizadora de la Iglesia, se sigue abriendo para toda la humanidad la puerta de la fe. Es el mismo Dios quien abre esta puerta en el corazón de cada persona y esto nos alienta para perseverar en el anuncio de la Resurrección de Cristo. • También nos anima la esperanza del cielo nuevo y la tierra nueva. El amor de Dios se encargará de hacer nuevas todas las cosas y, para esto, desde ya debemos dejar que el Señor haga morada nuestras vidas. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En el contexto de la misión de Pablo y Bernabé que se relata desde Hch 13,1, la liturgia nos presenta la conclusión de este viaje con el retorno a Antioquía, desde donde habían partido. Se percibe en los apóstoles el gozo y la gratitud por las comunidades evangelizadas pues son animadas para afrontar las pruebas, son guiadas por los presbíteros y el Señor les ha abierto la puerta de la fe a los gentiles. Pablo y Bernabé narran lo vivido, comprendiendo que Dios ha hecho la obra junto con ellos. En la segunda lectura nos encontramos ante uno de los pasajes más significativos del Apocalipsis. Allí se puede notar el empeño del autor en hacer sentir la Nueva Creación con todas sus implicaciones y consecuencias. Se presenta la Nueva Jerusalén (que representa a la Iglesia) engalanada como novia para el gran desposorio escatológico con su Dios, la nueva y definitiva alianza. La voz que proviene del trono expresa una decisión irrevocable de Dios: habitar con la humanidad. Enseguida de la escena del lavatorio de los pies y del anuncio de la traición de Judas, comienza el gran discurso de despedida de Jesús, habiendo llegado la hora de pasar de este mundo al Padre (Jn 13,1), la hora de ser glorificado por Dios (Jn 2,4; 7,30; 12,23). Consciente de su paternidad espiritual para con sus discípulos y del poco tiempo de presencia física en medio de ellos, Jesús les entrega el mandato nuevo de amarse. No se puede perder de vista que el amor es algo más que un mandamiento: es un don que procede del Padre por Jesús y es otorgado a los que creen en él. En ese sentido Jesús ama a sus discípulos como el Padre lo ha amado (cf. Jn 15,9) y ellos deben amarse a la manera como Él ha entregado la vida por ellos, sus amigos (Jn 15,13). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Hoy más que nunca los discípulos de Cristo hemos de manifestar al mundo la esencia de nuestra identidad, que al mismo tiempo es la herencia que el Señor nos dejó en la Última Cena: amar. Aquel amor que lo llevó al sacrificio de la cruz es el amor que destruye la muerte con su resurrección. Por eso también podemos afirmar que el gran fruto que debe brotar en la vida un discípulo que ha resucitado con Cristo es la práctica del amor a los hermanos; signo de que el cristiano realmente camina en senderos de vida nueva es que se esfuerza por configurar su vida con el mandamiento nuevo del amor. En su reciente encíclica Fratelli Tutti el Papa Francisco nos recuerda que «un ser humano está hecho de tal manera que no se realiza, no se desarrolla ni puede encontrar su plenitud “si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás”» (n. 87). Esta es la verdad que está a la base de la fraternidad y la amistad social que promueve en su carta. Refiriéndose al valor único del amor nos sigue enseñando Francisco: «La altura espiritual de una vida humana está marcada por el amor, que es “el criterio para la decisión definitiva sobre la valoración positiva o negativa de una vida humana”. Sin embargo, hay creyentes que piensan que su grandeza está en la imposición de sus ideologías al resto, o en la defensa violenta de la verdad, o en grandes demostraciones de fortaleza. Todos los creyentes necesitamos reconocer esto: lo primero es el amor, lo que nunca debe estar en riesgo es el amor, el mayor peligro es no amar (cf. 1 Co 13,1-13)» (n. 92). Por tanto, si queremos ser fieles a la enseñanza pascual que el Señor nos ofrece debemos volcarnos hacia cada persona que nos encontremos en el camino de la vida para buscar su bien: «El amor implica entonces algo más que una serie de acciones benéficas. Las acciones brotan de una unión que inclina más y más hacia el otro considerándolo valioso, digno, grato y bello, más allá de las apariencias físicas o morales. El amor al otro por ser quien es, nos mueve a buscar lo mejor para su vida. Sólo en el cultivo de esta forma de relacionarnos haremos posibles la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos» (n. 93). Y recordemos: sólo amaremos al otro verdaderamente si lo hacemos como Cristo, desde Cristo y en Cristo; he ahí la novedad de su mandato. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? En la oración nos dirigimos al Dios Amor y nuestra plegaria debe estar llena de amor a Dios y a los hermanos. Gracias a que en la oración experimentamos el amor infinito, total e incondicionado de Dios por cada uno nosotros, se hace posible un amor al prójimo visible, solícito y atento. Sin embargo, en medio de nuestra fragilidad que limita nuestra capacidad de amar, nuestra petición ha de ser simple, pero firme: Señor, enséñanos a amar como tú nos has amado. Para que se refleje en nuestra vida el don del amor podemos meditar esta enseñanza de H. J. M. Nouwen: «Antes que nada, en el amor a Dios me descubro a “mí mismo” de un modo nuevo. En segundo lugar, no nos descubriremos sólo a nosotros mismos en nuestra individualidad, sino que descubriremos también a nuestros hermanos humanos, porque es la gloria misma de Dios la que se manifiesta en su pueblo a través de una rica variedad de formas y de modos». _____________________ Recomendaciones prácticas: • Día del Educador. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos y hermanas: En medio de la desbordante alegría de la Pascua, hoy Cristo resucitado nos recuerda el mandamiento nuevo del amor, la señal por la que nos reconocerán como sus discípulos. Celebrar esta eucaristía es celebrar el Amor que vencido la muerte y compartir la vida en fraternidad, como hermanos en Cristo. Participemos con fe. Monición a la Liturgia de la Palabra Ya que el Señor nos ha abierto la puerta de la fe, acojamos su Palabra con alegría. Ella nos garantiza que, con Cristo resucitado, nos espera una vida renovada y nos invita a practicar la caridad a ejemplo de Jesús que nos amó hasta el extremo de dar la vida por nosotros. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Habiendo escuchado la Palabra que Dios nos comunica, y como un acto de amor para con nuestros hermanos, oremos al Padre por medio de Cristo, vencedor de la muerte, suplicando por toda la familia humana. Digamos juntos: R. Tú que eres la vida y la resurrección, escúchanos. 1. Oremos por la Iglesia universal. Que la vida de todos los ministros ordenados, religiosos y laicos sea señal de que el amor según Cristo es el único camino hacia la plenitud de cada persona humana. 2. Oremos por una espiritualidad del caminar juntos. Que nos formemos como discípulos de Cristo, como familias, como comunidades y como seres humanos, a través de nuestra experiencia de este camino Sinodal. 3. Oremos por los gobernantes. Que, movidos por una caridad sincera y desinteresada, puedan realizar obras que realmente contribuyan al progreso íntegro de todos los pueblos y de cada ser humano. 4. Oremos por los educadores que celebran hoy su día. Que sigan el ejemplo de Cristo Maestro y que sus enseñanzas repercutan en cada estudiante de tal manera que nuestra sociedad crezca en valores humanos y cristianos. 5. Oremos por nosotros que, celebrando esta liturgia pascual, hemos escuchado el mandato nuevo del amor. Que esta caridad, que se fundamenta en Cristo, nos ayude a reconocer, valorar y amar a cada persona. Oración conclusiva Padre de amor, que con la resurrección de tu Unigénito nos infundes vida en abundancia. Escucha estas plegarias que te presentamos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Vie 18 Mar 2022

Voz del Pastor | 20 de marzo de 2022

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 13,1-9

Mié 20 Oct 2021

"Vete, tu fe te ha dado la salud"

TRIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Octubre 24 de 2021 Primera lectura: Jr 31,7-9 Salmo: Sal 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6 Segunda lectura: Hb 5,1-6 Evangelio: Mc 10,46-52 I. Orientaciones para la Predicación Introducción • Los más frágiles y los que sufren también son destinatarios de la salvación. • Cristo es el Sumo Sacerdote que se compadece de nuestro sufrimiento. • Jesús se compadece y cura nuestra ceguera cuando nos acercamos con fe. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El profeta Jeremías que normalmente dirige mensajes contundentes al pueblo para exhortarlo a la conversión o para anunciar las consecuencias del pecado, ahora se encuentra ubicado en el reino del Norte y desde allí dirige un mensaje de consolación y de esperanza con un oráculo salvífico enmarcado en el tema de la nueva alianza. Se hace eco del salmo 126,5 y se anuncia un cambio, de modo que lo que en el pasado fue dolor y sacrificio, ahora en el retorno es alegría y triunfo. Así se invita a Judá para que reciba a Israel que llega triunfante como el predilecto del Señor, pues ya terminó el tiempo de la prueba y pueden regresar de la cautividad, de manera que los que antes estaban en envueltos en la fragilidad y el sufrimiento, tal como ocurre con los enfermos, los cojos y los ciegos, ahora experimentan con gozo la salvación que Dios les ofrece. El autor de la carta a los Hebreos, nos presenta a Cristo como el Sumo y Eterno sacerdote que reúne todos las condiciones que se exigían para ejercer el sacerdocio: 1) Es capaz de compadecerse, porque al asumir nuestra condición humana sin cometer pecado conoce el pecado de la humanidad; 2) ya no tiene necesidad de ofrecer dones y sacrificios como lo hacían los sacerdotes, ahora él mismo perpetua el único y definitivo sacrificio con su ofrecimiento en el altar de la cruz; 3) es sacerdote no porque descienda de una familia o casta sacerdotal sino que es sacerdote eterno según el orden de Melquisedec. Por esto es capaz de compadecerse de la humanidad y ahora es entronizado como rey delante del Padre como su Hijo predilecto, el único y eterno sacerdote de la nueva alianza. En el Evangelio nos encontramos con la curación del ciego Bartimeo, un hombre que sale y se pone al borde del camino para esperar que los peregrinos que van hacia Jerusalén le den una limosna y así conseguir su sustento, sin embargo, la situación de este hombre cambia y lo desacomoda se su situación de mendicidad desde el momento que escucha que viene Jesús y es que el camino del discipulado se inicia a través de la escucha para poder llegar hasta el encuentro con Jesús como es el caso de este hombre impedido a causa de su ceguera. El obstáculo de la ceguera no fue un impedimento para que este hombre se encontrara con Jesús de Nazaret, ya que el mismo toma interés en el encuentro con el maestro, y por eso, se pone a gritar usando una expresión de fe y de esperanza cuando lo llama como el Hijo de David, y con esto lo reconoce como el Mesías esperado por el pueblo de Israel, y aunque intentan callarlo no se detiene hasta lograr lo que desea, así se convierte en un ejemplo de superación de las situaciones de marginación a través de la fe y la confianza en Jesús, y al lograr captar la atención de Jesús con una súplica implora la compasión y le pide que le devuelva la vista y acercándose a él deja a una lado el manto, lo único que tenía para abrigarse y guardar su dinero, su única seguridad desaparece porque ahora su única seguridad es el Señor, y por eso da un brinco, indicando que se arroja a los pies de Jesús con una absoluta confianza que él será su salvador y el único que le devolverá la vista. Así, este hombre ciego se encuentra con Jesús quien lo cura por el poder de su Palabra, de modo que lo primero que ve es a Jesús y lo sigue por el camino. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Dios tiene poder para cambiar y transformar todas las situaciones de dolor y de tristeza en oportunidades para experimentar su salvación, tal como lo anuncia el profeta Jeremías. Todos somos llamados a la salvación, es el momento para dejar atrás el dolor y la tristeza porque ha llegado el momento en que Dios actúa y se manifiesta para llamarnos a vivir un nuevo tiempo. La fragilidad y la debilidad manifestada en la enfermedad será transformada en fortaleza y firmeza. Durante la pandemia, hemos experimentado la enfermedad, el dolor, el sufrimiento y la prueba, pero no estamos solos, nuestro Dios se manifiesta y nos dará un nuevo tiempo para experimentar el gozo y el consuelo por la llegada de la salvación. Por ese grande amor que Dios nos tiene nos ha enviado a su Hijo Jesucristo, el cual se ha encarnado y se ha hecho hombre, en todo igual a nosotros menos en el pecado, pero como dice san Ireneo, “se hizo carne de pecado para sacarnos del pecado”, así es el Sumo y Eterno sacerdote, capaz de compadecerse de nuestra flaqueza, de modo que ahora es él quien se ofrece en el altar para expiar nuestro pecado y ser alimento para fortalecer nuestra debilidad. Él es el sacerdote de la alianza nueva y eterna que en la eucaristía se ha quedado con nosotros para darnos la vida eterna. Así, nosotros venimos como peregrinos como el ciego Bartimeo para mendigar su misericordia y pedirle que cure nuestra ceguera, aquella que nos impide acercarnos a su amor, por eso como este ciego del evangelio queremos hacer el camino del discipulado escuchando a Jesús que pasa a cada momento por nuestra vida y quiere encontrarse con nosotros si somos capaces de dejar nuestras seguridades y postrarnos a sus pies para reconocer su señorío en nuestra vida, pues solo él es capaz de curarnos, ya que su Palabra tiene poder y sigue actuando en el momento actual solo necesitamos una fe como la del ciego, una fe que busca, que vence obstáculos, que no se da por vencida, que es capaz de llevarnos a la oración confiada, que nos hace lanzarnos a la presencia de Jesús para tener un encuentro personal con él y experimentar su misericordia. En este tiempo de tantas dificultades para la humanidad, necesitamos recorrer el mismo camino de fe de Bartimeo, para salir de nuestras falsas seguridades y dejarnos encontrar por el amor de Dios manifestado en Cristo. El papa Francisco nos recuerda un aspecto del Evangelio: “Jesús pide a sus discípulos que vayan y llamen a Bartimeo. Ellos se dirigen al ciego con dos expresiones, que sólo Jesús utiliza en el resto del Evangelio. Primero le dicen: «¡Ánimo!», una palabra que literalmente significa «ten confianza, anímate». En efecto, sólo el encuentro con Jesús da al hombre la fuerza para afrontar las situaciones más graves. La segunda expresión es «¡levántate!», como Jesús había dicho a tantos enfermos, llevándolos de la mano y curándolos” (Homilía, 25 de octubre de 2015). También nosotros en medio de esta pandemia, como los discípulos, estamos llamados a salir al encuentro de tantos hombres y mujeres que sufren para animarlos y levantarlos de su enfermedad y ayudarles a experimentar el gozo de la salvación. 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Hoy le pedimos al Señor, que como a Bartimeo nos ayude a salir de nuestras seguridades, para ponernos a la vera del camino y tener un encuentro personal con Jesús, un encuentro que nos fortalezca en la fe y nos posibilite la curación de nuestra ceguera, porque necesitamos ver a Jesús para poderlo seguir como sus discípulos. Sabemos que Jesús sigue pasando por nuestra historia personal para compadecerse de nuestro dolor y el sufrimiento de la humanidad, por eso le suplicamos que nos ayude a salir de esta pandemia venciendo los obstáculos y fortalecidos en la fe. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Dios se muestra cercano al dolor y el sufrimiento de la humanidad, Él se compadece de nuestra miseria y nos posibilita un encuentro personal con su presencia sacramental que se ofrece en el altar, por eso, venimos a la eucaristía y le pedimos que como a Bartimeo, nos aumente la fe para seguirlo con alegría como auténticos discípulos suyos. Participemos de este encuentro con el Señor. Monición a la Liturgia de la Palabra El profeta Jeremías anuncia que los más frágiles y lo que sufren también son destinatarios de la salvación. El autor de la carta a los Hebreos, nos presenta a Cristo es el Sumo Sacerdote que se compadece de nuestro sufrimiento. En el Evangelio, Jesús se compadece y cura la ceguera de Bartimeo quien lo sigue como discípulo creyente. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Dios es padre clemente y compasivo, a él dirigimos nuestra suplica confiada, unidos a la oración de toda la Iglesia. R. Padre Misericordioso, compadécete del dolor de la humanidad 1. Por el Papa y los ministros ordenados, para que sigan anunciando la compasión y la ternura de Dios. 2. Por los gobernantes, para que en medio de pandemia favorezcan la atención sanitaria y prioritaria a los más débiles y desfavorecidos de la sociedad. 3. Por las familias donde hay enfermos, para que unan su dolor a la pasión de nuestro Señor Jesucristo y ella sea medio de purificación. 4. Por los que sufren la enfermedad física o espiritual, para que unidos a Cristo encuentren el don de la salud. 5. Por el personal médico y de salud, para que con su trabajo ayuden al cuidado de la vida y la salud de todos los seres humanos afectados por la enfermedad. Se pueden añadir otras intenciones personales... Oración conclusiva Padre de bondad, tú que eres el médico del cuerpo y del alma, escucha estas suplicas que te presentamos con fe. Por Jesucristo Nuestro Señor R. Amén.

Mar 28 Sep 2021

Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre

VIGESIMOSÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Octubre 3 de 2021 Primera lectura: Gn 2,18-24 Salmo: Sal 126(127),1-2.3.4-5a.5b-6 (R. cf. 5) Segunda lectura: Hb 2,9-11 Evangelio: Mc 10,2-16 (forma larga) o Mc 10, 2-12 (forma breve) I. Orientaciones para la Predicación Introducción El ser humano es la obra más excelsa de Dios, desde su creación ha tenido una misión en el orden de la salvación. El Creador ha dotado al ser humano de inteligencia y razón, y ello se representa bíblicamente con la imagen y semejanza con Dios, de esta forma tres ideas acompañan la reflexión de la Palabra para este domingo: • El ser humano está llamado a cuidar, proteger y custodiar la obra de la creación; por ello, el destino de los seres humanos tiene un fundamento en la construcción de una familia; y en la realización del Reino de Dios; • un testimonio de su edificación, está centrado en los sentimientos y corazón de los niños como ejemplo de docilidad al mensaje de salvación del evangelio. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El texto de la primera lectura del libro del Génesis hace parte de los relatos que narran la creación del mundo. El fragmento que se proclama en este domingo hace parte del segundo relato de la creación, en este se pueden extraer dos ideas fundamentales; la primera un mandato explícito de Dios para que el hombre organice dándole nombre a las creaturas creadas por sus manos. La segunda idea que presenta el relato bíblico es cómo Dios crea, para cumplir con el destino del hombre, una pareja que lo complementa, y de allí, surge la figura de la mujer como coprotagonista de la historia de salvación del ser humano. El texto del salmo 127 es un pasaje muy particular en el conjunto de los salmos, puesto que resalta y exalta la figura de la mujer en medio de un contexto religioso patriarcal. En los tres apartados recitados se destaca la importancia social que reside en la mujer israelita en su contexto social referido a la casa y a los hijos. Las estrofas del salmo ponen las tres bendiciones de un judío en primer plano, descendencia, prosperidad y tierra, de esta forma en esta triada la mujer será, como se lee en el texto del Génesis, la gran aliada del hombre para conseguir esas tres bendiciones divinas. El texto a los Hebreos contiene el fundamento de la fraternidad, este reside en la bondad que Jesús ha tenido de compartir la gracia proveniente de Dios. Así pues, todo el género humano queda recogido en la filiación divina y, por tanto, en esto consistirá que los seres humanos sean llamados a vivir en fraternidad, al estilo de Jesucristo en quien reside todo poder y honor. El texto invita a la comunidad a reconocer en todos, el valor de ser hijos de un mismo padre, Dios, y por ello, ser herederos de la hermandad de los unos con los otros. Los relatos en los evangelios de grupos, personas o situaciones que ponen a prueba a Jesús son muchos, en todos hay una constante, buscar que la situación sea favorable al que interroga. Sin embargo, se puede decir que, en la mayoría de los casos, la respuesta de Jesús desacomoda, replantea e insta a buscar una nueva forma de relacionarse con Dios. La experiencia de la Ley ya marcó un derrotero en la historia, con Jesús se renueva el pacto de la revelación, más allá del cumplimiento de los mandatos se instaura el Reino del amor, el cual sostiene la vida de la pareja y fomenta la construcción de familias como escuelas de caridad. Jesús le propone a la sociedad de su tiempo nuevas relaciones y en ellas formas renovadas de vincularse con Dios. La discusión por el divorcio en el contexto neotestamentario, se dirime con la formación de relaciones sólidas de amor, no con el rompimiento del vínculo. Es así como, el evangelista Marcos propone unas nuevas relaciones con Dios mediadas por el corazón y los sentimientos que albergan los niños en su inocencia. La relación de Jesús con los niños fue una manera de incluir en la comunidad a aquellos que eran excluidos y marginados por una incapacidad en la toma de decisiones, esto generado por su inocencia. De modo que el gesto de Jesús para con los niños, le dice a la comunidad que los valores del Reino no se miden por la madurez sino por lo propio del ser, puesto que los niños tienen la misma dignidad intrínseca que los adultos y que cualquier ser humano. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En el contexto de la celebración del Año de la Familia Amoris Laetitia. La reflexión de la Palabra en este domingo se presenta como una oportunidad propicia para discernir las alternativas que como comunidad se pueden tomar para enfrentar la crisis vocacional que vive el matrimonio. En palabras del papa Francisco en Amoris laetitia 59: “Nuestra enseñanza sobre el matrimonio y la familia no puede dejar de inspirarse y de transfigurarse a la luz de este anuncio de amor y de ternura, para no convertirse en una mera defensa de una doctrina fría y sin vida. Porque tampoco el misterio de la familia cristiana puede entenderse plenamente si no es a la luz del infinito amor del Padre, que se manifestó en Cristo, que se entregó hasta el fin y vive entre nosotros. Por eso, quiero contemplar a Cristo vivo presente en tantas historias de amor, e invocar el fuego del Espíritu sobre todas las familias del mundo”. La vocación al matrimonio es, por tanto, una manera excelsa de reconocer el amor de Dios por la humanidad. Por ello, toda la comunidad de fe debe procurar los medios para hacer de la familia el lugar en el cual Dios se manifiesta en un amor oblativo y misericordioso, que reconoce en la unión matrimonial el gesto de entrega noble y sincera en la construcción del mandato del amor. “«Benedicto XVI, en la encíclica Deus caritas est, retomó el tema de la verdad del amor entre hombre y mujer, que se ilumina plenamente sólo a la luz del amor de Cristo crucificado. Él recalca que «el matrimonio basado en un amor exclusivo y definitivo se convierte en el icono de la relación de Dios con su pueblo y, viceversa, el modo de amar de Dios se convierte en la medida del amor humano»” Amoris laetitia, 70. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Supliquemos en esta celebración dominical para que el Señor siga regalándole a hombres y mujeres el don de la vocación al matrimonio, que él sea quien llame, elija, de los medios y haga felices a quienes optan por el matrimonio como un estilo de vida en la caridad. Que la comunidad se una a una voz por las familias para que perseveren, en medio de la crisis del matrimonio, en el amor oblativo y misericordioso de la pareja. Así mismo, Jesucristo que es cabeza de la Iglesia, sea quien siga intercediendo para que el vínculo del matrimonio se consolide en el amor de la pareja y así se mantenga en fraternal unión a la familia. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa En esta celebración dominical, el Señor nos regala en su Palabra un mensaje pertinente para este año dedicado al amor en la familia. Dispongamos nuestros corazones a escuchar y compartir en la mesa de la eucaristía el don de la vocación al matrimonio como fuente de nuevas vocaciones en la Iglesia. Bienvenidos a este encuentro comunitario como signo de la acción de Dios en el amor que mostramos por nuestros seres amados. Monición a la Liturgia de la Palabra La elección de una pareja para que el hombre no estuviera solo es un signo del amor de Dios por su creatura más amada: el ser humano. Hagamos que este mensaje de la Palabra, cale en nuestros corazones, para que sigamos atentos el precepto de cuidar, proteger y acompañar a las familias como un signo del amor que se comparte y se da entre todos. Escuchemos con atención este mensaje de salvación. Oración Universal o de los Fieles Presidente: En el referente de la familia de Nazareth está el ejemplo de un hogar que supo sobre ponerse a las dificultades, pidámosle en esta celebración al Señor que nos colme con su amor, para que podamos asumir las situaciones de crisis, con entereza y unión familiar, y supliquémosle diciendo: R. Escucha, Señor nuestra oración 1. Oremos por la Iglesia, para que promueva vocaciones al matrimonio que sean ejemplo del amor de Dios en la familia, oremos. 2. Oremos por el Papa y todos los llamados a vivir en el amor, para que su respuesta vocacional sea un testimonio de la construcción de la civilización del amor, oremos. 3. Oremos por quienes tienen la responsabilidad de promover el bien común desde sus respectivos campos de gobierno, para que sean dóciles a promover valores que animen la formación de familias estables en el amor, oremos. 4. Oremos por nuestra comunidad reunida en este domingo día del Señor para que la promoción de vocaciones sea el fermento de nuevas familias que se aman, respetan y valoran la vida en comunidad, oremos. 5. Oremos por los enfermos, para que el Señor les conceda el alivio en sus dolencias físicas y espirituales, oremos. 6. Oremos por todos los que se encuentran atravesando una crisis en su vocación matrimonial, para que recuerden que la alianza que sellaron es un signo del amor permanente de Dios por la humanidad, oremos. Se pueden añadir otras intenciones personales... Oración conclusiva Escucha, Señor, estas súplicas que desde nuestro corazón te presentamos, confiando en que serán escuchadas. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Jue 10 Jun 2021

La voz del Pastor | 13 de junio de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 4,26-34

Vie 21 Mayo 2021

La voz del Pastor | 23 de mayo de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Juan 20,19-23 San Juan 20,19-23