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Iglesia

Vie 13 Mayo 2022

Provincia Eclesiástica de Popayán trabaja en un plan de comunicaciones conjunto

En un ambiente de sinodalidad, se reunieron en la ciudad de Ipiales del 3 al 5 de mayo, los delegados de comunicaciones de la provincia eclesiástica de Popayán, donde compartieron sus experiencias en este campo y trabajaron en el diseño de un plan estratégico que servirá luego como marco de trabajo para el desarrollo de su accionar pastoral. Mons. José Saúl Grisales, obispo de Ipiales, mencionó que esta provincia se reunió para reflexionar sobre el importante papel que cumplen las comunicaciones en la tarea evangelizadora de la Iglesia; así también, para compartir las experiencias y fortalecer el camino de ayuda mutua y el camino sinodal al que la Iglesia invita. “Hemos compartido la riqueza que tiene cada una de estas Iglesias particulares, los avances que han hecho en materia de comunicaciones y por supuesto, hemos analizado cómo podemos apoyarnos y articular este trabajo, trazando una estrategia de comunicación para el anuncio del Evangelio, que sirva a nuestra jurisdicción y a todas las que hacen parte de esta provincia eclesiástica”. La agenda estuvo marcada por dos momentos: la elaboración y socialización del diagnóstico de los medios de comunicación de las jurisdicciones presentes y la creación de un plan estratégico de comunicaciones. Para el desarrollo de este último punto, el padre Martín Alberto Sepúlveda, director del Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, quien acompañó este trabajo de la provincia, brindó elementos que aportaron para el diseño de la propuesta del plan. A este espacio de reflexión y formación se hicieron presentes virtualmente monseñor Omar Alberto Sánchez, Arzobispo de Popayán y monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de Pasto; además presencialmente los delegados de comunicaciones de las Jurisdicciones de: Arquidiócesis de Popayán, Diócesis de Pasto, Tumaco e Ipiales, de los Vicariatos Apostólicos de Tierradentro y Guapi; así también, representantes de algunas instituciones eclesiales como los encargados de comunicación de las Pastoral Social de Popayán, Pasto, Ipiales, Tumaco, la Universidad Cesmag de la ciudad de Pasto, la emisora Ecos de Pasto y la Universidad Mariana de la ciudad de Pasto.

Vie 13 Mayo 2022

Tres paradojas, con San Isidro Labrador

Por: Mons. Fernando Chica Arellano - Llega el 15 de mayo y, con esa fecha, la fiesta de san Isidro Labrador, patrono de los agricultores, especial protector de muchas cooperativas y entidades rurales, modelo de vida cristiana para multitud de personas sencillas, así como fuente de gozo espiritual para numerosos pueblos de España y de América Latina. Su vida se desarrolló principalmente en la España del siglo XII. Fue elevado a los altares en 1622, en la misma ceremonia que Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri. Para este 2022, en el que se cumplen los 400 años de su canonización, el Papa Francisco ha concedido un Año Santo Jubilar, que dará inicio el 15 de mayo próximo y terminará el 15 de mayo de 2023. Con esta ocasión, quiero invitar a reflexionar sobre ciertas “paradojas” que aparecen en la vida de san Isidro. Aclaro, de entrada, que aquí me inspiro en el cardenal Henri de Lubac, afamado teólogo jesuita del siglo XX, para adoptar una visión positiva de la paradoja. No considero, pues, que este término se refiera a algo contradictorio, confuso o incomprensible. Más bien, pienso que las paradojas ofrecen miradas incompletas que apuntan a la plenitud. Formulan realidades que nos sacuden y nos equilibran. Son polaridades en tensión que nos dinamizan, que expresan la búsqueda en espera de una síntesis mayor. Lo urbano y lo rural La primera paradoja se refiere a que san Isidro es el patrón de una gran ciudad como es Madrid, la capital de España. Pero es, al mismo tiempo, un santo eminentemente rural, con ermitas en muchos pueblos pequeños, que en estas fechas salen en procesión pidiendo la intercesión de este insigne amigo del Señor para lograr el agua necesaria y unas buenas cosechas. Nuestra época está conociendo una evolución demográfica sin precedentes. Por primera vez en la historia, la mayoría de la población mundial (aproximadamente, el 55% del total) reside en ciudades. Se estima que, cada día, la población urbana aumenta en 200.000 personas en todo el mundo y que, para el año 2050, dos tercios de la humanidad vivirán en grandes urbes. Ahora bien, junto a estos datos estadísticos hay que considerar otra realidad cualitativa, más compleja. Se trata del doble fenómeno (paradójico) de la urbanización del campo y de la ruralización de las ciudades. Por un lado, las condiciones de vida de los pueblos van modificándose por la tecnología, el transporte, los bienes de consumo y los suministros energéticos, de modo que el ritmo y el estilo de vida de esos municipios se parecen más a los de las ciudades de antes. Por otro lado, en las grandes urbes se observa un fenómeno de ruralización del extrarradio, debido a las fuertes migraciones de población del campo que, como estrategia de supervivencia, intentan reproducir en la ciudad sus estilos de vida, ahora desarraigados. Este es un fenómeno muy habitual en África y en América Latina, que plantea serios retos que hay que encarar ofreciendo condiciones de vida dignas (vivienda, salubridad, alimentación, etc.) para millones de personas. Los medios y los fines En el llamado “Códice de San Isidro” (escrito a fines del siglo XII y encontrado en 1504) se narra uno de los episodios más conocidos del santo, el llamado milagro de los bueyes. Alguien acusa a Isidro de que abandonaba el trabajo para dedicarse a la plegaria; cuando investigan el asunto, espiando al labrador, descubren que, efectivamente, Isidro se dedica a orar, pero los bueyes siguen arando solos o, más bien, guiados por unos ángeles. Los ángeles significan, en toda la tradición bíblica y cristiana, los seres mediadores de Dios. Su figura ofrece un modo concreto de expresar el equilibro (siempre paradójico, en cierto sentido) entre medios y fines. En nuestro mundo contemporáneo, sabemos que “la tecnociencia bien orientada no solo puede producir cosas realmente valiosas para mejorar la calidad de vida del ser humano” (Laudato Si’, n. 103), sino que también puede producir efectos perniciosos. Esto ocurre cuando asumimos “la tecnología y su desarrollo junto con un paradigma homogéneo y unidimensional” (Laudato Si’, n. 106), en lo que el Santo Padre ha llamado la globalización del paradigma tecnocrático. Podemos decir que, con frecuencia, “tenemos demasiados medios para unos escasos y raquíticos fines” (Laudato Si’, n. 203). Triste paradoja, bien alejada de los bueyes de san Isidro. La activa contemplación Otros episodios conocidos de la vida de San Isidro son el milagro del molino (multiplicando el trigo que ofrece a las palomas), el milagro del lobo (en el que, a través de la oración, defiende a su burro amenazado por el depredador) y el milagro de la olla (logra alimentar a muchos, ampliando la comida disponible, metiendo varias veces el mismo puchero). Todos estos ejemplos son paradójicos, en cierto sentido. Porque todos ellos muestran que la santidad cristiana se edifica sobre un doble cimiento, que siempre ha de mantenerse en tensión creativa y dinámica: la oración y la acción, el entusiasmo y la docilidad, la primacía de lo divino y la radical solidaridad humana, el amor a Dios y el amor al hermano, la confianza en la Providencia y el esfuerzo cotidiano. Estos binomios han de enmarcar la vida del discípulo de Cristo, que, como dice el refrán popular, ha de andar en un armónico “a Dios rogando y con el mazo dando”. Son estas también las coordenadas que hallamos en las preciosas reflexiones de San Agustín de Hipona, desglosadas en el Oficio de lectura de la liturgia de las horas de la memoria de San Isidro: «Sembrad, aunque no veáis todavía lo que habéis de recoger. Tened fe y seguid sembrando. ¿Acaso el labrador, cuando siembra, contempla ya la cosecha? El trigo de tantos sudores, guardado en el granero, lo saca y lo siembra. Confía sus granos a la tierra. Y vosotros, ¿no confiáis vuestras obras al que hizo el cielo y la tierra? Fijaos en los que tienen hambre, en los que están desnudos, en los necesitados de todo, en los peregrinos, en los que están presos. Todos estos serán los que os ayudarán a sembrar vuestras obras en el cielo» (Sermones 53 A, 5). Eso vivió san Isidro Labrador y eso mismo han captado bien numerosas gentes del campo a lo largo de la historia, a lo ancho de la geografía. Y eso necesitamos encarnar todos nosotros, si queremos llevar una vida plena que nos permita atisbar la fecunda paradoja del Evangelio. Mons. Fernando Chica Arellano Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA

Jue 12 Mayo 2022

La Iglesia se pronuncia sobre la despenalización del Suicidio Médicamente Asistido (SMA)

La Conferencia Episcopal de Colombia rechazó este jueves 12 de mayo, la sentencia de la Corte Constitucional, en la que despenaliza el Suicidio Médicamente Asistido (SMA) y expresó su profundo dolor frente a esta decisión. "La Conferencia Episcopal, en armonía con la perenne enseñanza de la Iglesia y de su opción fundamental de servir integralmente al ser humano, y haciendo propios los sentimientos del pueblo creyente, recibe con profundo dolor la decisión de la Corte Constitucional de favorecer el Suicidio Médicamente Asistido (SMA)". Tras conocer la noticia, los obispos emitieron un comunicado en el que hacen un llamado a las autoridades del país para que, "siendo consecuentes con el valor inviolable de la vida humana, conforme lo consagra la Constitución colombiana (art. 11), las decisiones que se tomen estén encaminadas a su protección, defensa y cuidado y no a su destrucción". Igualmente se dirigen a aquellas personas que sufren y a sus familias, exhortándolas a rechazar "la tentación, a veces inducida por los cambios legislativos, de usar la medicina para producir la muerte". Finalmente, resaltan que se debe garantizar el derecho fundamental a la objeción de conciencia personal, "así como a que sean salvaguardados los principios de la misión y visión de las Instituciones conforme a su naturaleza, que las identifica en favor de la vida". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 12 Mayo 2022

Fallece monseñor Luis Albeiro Cortés Rendón

Tras conocer la noticia del fallecimiento de monseñor Luis Albeiro Cortes Rendón, obispo auxiliar de Pereira, el episcopado expresó su cercanía al obispo residente de esta ciudad, monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, al clero, a los fieles de la Iglesia de Pereira y a los familiares del prelado fallecido. "Nos unimos en oración rogando al Señor para que reciba en su glorioso Reino a Mons. Cortés Rendón, gran pastor que entregó su vida al servicio de la Iglesia colombiana". Información de las exequias La velación será mañana viernes 13 de mayo, a partir de las 8 a.m. en la capilla episcopal de la Diócesis de Pereira. La eucaristía de exequias el sábado 10 a.m. en la catedral Nuestra Señora de la Pobreza. Biografía: Monseñor Luis Albeiro Cortés Rendón nació en Quimbaya, Diócesis de Armenia y Departamento de Quindío, el 2 de febrero de 1952. Realizó sus estudios superiores en el Instituto Bernardo Arias de La Virginia (Risaralda) y los cursos de Filosofía (1972 – 1974) y de Teología (1975- 1978) en el Seminario Diocesano de Manizales. Fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 1978 por el Eminentísimo Señor Cardenal Darío Castrillón Hoyos, por entonces Obispo de Pereira. Perfeccionó su formación inscribiéndose, en 1989, en un curso anual en el Instituto Gaudium et Spes de Brujas (Bélgica). Cuenta con algunas publicaciones en torno a la legislación diocesana sobre sacramentos y el proceso de la nueva Evangelización. Ejerció estos ministerios pastorales: Vicario Parroquial en Belálcazar (1979-1980); Santuario (1981-1982) y en Parroquia de San Lorenzo de Supía (1982-1983). Párroco de San Pablo en Taparcal. Delegado para los Ministerios Laicales y Director de Formación de los Diáconos Permanentes (1984-1988). Párroco de Nuestra Señora del Carmen en Anserma. Vicario Foráneo de la zona occidental de Pereira (1989-1995). Párroco de Santa Rosa de Lima en Belén de Umbría (febrero-agosto 1995). Vicario de Pastoral de la Diócesis de Pereira (1996-2001). Rector del Seminario Diocesano “María Inmaculada” de Pereira. Desde 1996 es también miembro del Colegio de Consultores y miembro del Consejo del Presbiterio de Pereira. El 14 de mayo de 2003, Su Santidad Juan Pablo II lo nombró primer Obispo de la Diócesis de Vélez (Santander). El 30 de noviembre de 2015 el Padre Francisco lo nombró obispo auxiliar de Pereira.

Jue 12 Mayo 2022

Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros

QUINTO DOMINGO DE PASCUA Mayo 15 de 2022 Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 14, 21b-27 Salmo: 145(144), 8-9.10.11-12.13ab (R. cf. 1b) Segunda lectura: Apocalipsis 21, 1-5a Evangelio: Juan 13, 31-33a.34-35 I. Orientaciones para la Predicación Introducción • Cercana la hora de dar la vida por sus amigos, el Señor les entrega el mandamiento nuevo del amor. Los discípulos están llamados a acoger este mandato descubriendo la novedad de amar según Dios: se trata de amar como Cristo, amar desde Cristo, amar en Cristo. • Gracias a la misión evangelizadora de la Iglesia, se sigue abriendo para toda la humanidad la puerta de la fe. Es el mismo Dios quien abre esta puerta en el corazón de cada persona y esto nos alienta para perseverar en el anuncio de la Resurrección de Cristo. • También nos anima la esperanza del cielo nuevo y la tierra nueva. El amor de Dios se encargará de hacer nuevas todas las cosas y, para esto, desde ya debemos dejar que el Señor haga morada nuestras vidas. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En el contexto de la misión de Pablo y Bernabé que se relata desde Hch 13,1, la liturgia nos presenta la conclusión de este viaje con el retorno a Antioquía, desde donde habían partido. Se percibe en los apóstoles el gozo y la gratitud por las comunidades evangelizadas pues son animadas para afrontar las pruebas, son guiadas por los presbíteros y el Señor les ha abierto la puerta de la fe a los gentiles. Pablo y Bernabé narran lo vivido, comprendiendo que Dios ha hecho la obra junto con ellos. En la segunda lectura nos encontramos ante uno de los pasajes más significativos del Apocalipsis. Allí se puede notar el empeño del autor en hacer sentir la Nueva Creación con todas sus implicaciones y consecuencias. Se presenta la Nueva Jerusalén (que representa a la Iglesia) engalanada como novia para el gran desposorio escatológico con su Dios, la nueva y definitiva alianza. La voz que proviene del trono expresa una decisión irrevocable de Dios: habitar con la humanidad. Enseguida de la escena del lavatorio de los pies y del anuncio de la traición de Judas, comienza el gran discurso de despedida de Jesús, habiendo llegado la hora de pasar de este mundo al Padre (Jn 13,1), la hora de ser glorificado por Dios (Jn 2,4; 7,30; 12,23). Consciente de su paternidad espiritual para con sus discípulos y del poco tiempo de presencia física en medio de ellos, Jesús les entrega el mandato nuevo de amarse. No se puede perder de vista que el amor es algo más que un mandamiento: es un don que procede del Padre por Jesús y es otorgado a los que creen en él. En ese sentido Jesús ama a sus discípulos como el Padre lo ha amado (cf. Jn 15,9) y ellos deben amarse a la manera como Él ha entregado la vida por ellos, sus amigos (Jn 15,13). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Hoy más que nunca los discípulos de Cristo hemos de manifestar al mundo la esencia de nuestra identidad, que al mismo tiempo es la herencia que el Señor nos dejó en la Última Cena: amar. Aquel amor que lo llevó al sacrificio de la cruz es el amor que destruye la muerte con su resurrección. Por eso también podemos afirmar que el gran fruto que debe brotar en la vida un discípulo que ha resucitado con Cristo es la práctica del amor a los hermanos; signo de que el cristiano realmente camina en senderos de vida nueva es que se esfuerza por configurar su vida con el mandamiento nuevo del amor. En su reciente encíclica Fratelli Tutti el Papa Francisco nos recuerda que «un ser humano está hecho de tal manera que no se realiza, no se desarrolla ni puede encontrar su plenitud “si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás”» (n. 87). Esta es la verdad que está a la base de la fraternidad y la amistad social que promueve en su carta. Refiriéndose al valor único del amor nos sigue enseñando Francisco: «La altura espiritual de una vida humana está marcada por el amor, que es “el criterio para la decisión definitiva sobre la valoración positiva o negativa de una vida humana”. Sin embargo, hay creyentes que piensan que su grandeza está en la imposición de sus ideologías al resto, o en la defensa violenta de la verdad, o en grandes demostraciones de fortaleza. Todos los creyentes necesitamos reconocer esto: lo primero es el amor, lo que nunca debe estar en riesgo es el amor, el mayor peligro es no amar (cf. 1 Co 13,1-13)» (n. 92). Por tanto, si queremos ser fieles a la enseñanza pascual que el Señor nos ofrece debemos volcarnos hacia cada persona que nos encontremos en el camino de la vida para buscar su bien: «El amor implica entonces algo más que una serie de acciones benéficas. Las acciones brotan de una unión que inclina más y más hacia el otro considerándolo valioso, digno, grato y bello, más allá de las apariencias físicas o morales. El amor al otro por ser quien es, nos mueve a buscar lo mejor para su vida. Sólo en el cultivo de esta forma de relacionarnos haremos posibles la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos» (n. 93). Y recordemos: sólo amaremos al otro verdaderamente si lo hacemos como Cristo, desde Cristo y en Cristo; he ahí la novedad de su mandato. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? En la oración nos dirigimos al Dios Amor y nuestra plegaria debe estar llena de amor a Dios y a los hermanos. Gracias a que en la oración experimentamos el amor infinito, total e incondicionado de Dios por cada uno nosotros, se hace posible un amor al prójimo visible, solícito y atento. Sin embargo, en medio de nuestra fragilidad que limita nuestra capacidad de amar, nuestra petición ha de ser simple, pero firme: Señor, enséñanos a amar como tú nos has amado. Para que se refleje en nuestra vida el don del amor podemos meditar esta enseñanza de H. J. M. Nouwen: «Antes que nada, en el amor a Dios me descubro a “mí mismo” de un modo nuevo. En segundo lugar, no nos descubriremos sólo a nosotros mismos en nuestra individualidad, sino que descubriremos también a nuestros hermanos humanos, porque es la gloria misma de Dios la que se manifiesta en su pueblo a través de una rica variedad de formas y de modos». _____________________ Recomendaciones prácticas: • Día del Educador. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos y hermanas: En medio de la desbordante alegría de la Pascua, hoy Cristo resucitado nos recuerda el mandamiento nuevo del amor, la señal por la que nos reconocerán como sus discípulos. Celebrar esta eucaristía es celebrar el Amor que vencido la muerte y compartir la vida en fraternidad, como hermanos en Cristo. Participemos con fe. Monición a la Liturgia de la Palabra Ya que el Señor nos ha abierto la puerta de la fe, acojamos su Palabra con alegría. Ella nos garantiza que, con Cristo resucitado, nos espera una vida renovada y nos invita a practicar la caridad a ejemplo de Jesús que nos amó hasta el extremo de dar la vida por nosotros. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Habiendo escuchado la Palabra que Dios nos comunica, y como un acto de amor para con nuestros hermanos, oremos al Padre por medio de Cristo, vencedor de la muerte, suplicando por toda la familia humana. Digamos juntos: R. Tú que eres la vida y la resurrección, escúchanos. 1. Oremos por la Iglesia universal. Que la vida de todos los ministros ordenados, religiosos y laicos sea señal de que el amor según Cristo es el único camino hacia la plenitud de cada persona humana. 2. Oremos por una espiritualidad del caminar juntos. Que nos formemos como discípulos de Cristo, como familias, como comunidades y como seres humanos, a través de nuestra experiencia de este camino Sinodal. 3. Oremos por los gobernantes. Que, movidos por una caridad sincera y desinteresada, puedan realizar obras que realmente contribuyan al progreso íntegro de todos los pueblos y de cada ser humano. 4. Oremos por los educadores que celebran hoy su día. Que sigan el ejemplo de Cristo Maestro y que sus enseñanzas repercutan en cada estudiante de tal manera que nuestra sociedad crezca en valores humanos y cristianos. 5. Oremos por nosotros que, celebrando esta liturgia pascual, hemos escuchado el mandato nuevo del amor. Que esta caridad, que se fundamenta en Cristo, nos ayude a reconocer, valorar y amar a cada persona. Oración conclusiva Padre de amor, que con la resurrección de tu Unigénito nos infundes vida en abundancia. Escucha estas plegarias que te presentamos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Mié 11 Mayo 2022

Se llevará a cabo el Encuentro Nacional de Liturgia

El Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), realizará del 24 al 26 de mayo el Encuentro Nacional de Liturgia, con el tema: "La Asamblea celebra: Mesa de la Palabra y Mesa de la Eucaristía". Han sido dos años donde la pandemia COVID-19, impidió la realización de este encuentro de manera presencial, ahora con la ayuda de especialistas se ofrecerán temas para la reflexión, formación, actualización y el compartir del status quaestionis en lo que respecta a la celebración litúrgica en las jurisdicciones eclesiásticas. Participantes: Liturgistas, delegados diocesanos de liturgia, profesores de liturgia de seminarios y casas de formación de religiosas y religiosos y facultades de teología. Para el registro de los participantes se ha dispuesto de un enlace que estará disponible hasta el 18 de mayo, donde se podrá encontrar información de costos, forma de pago, así como también el formulario de inscripción. Para mayor información se pueden comunicar al teléfono (601) 437 55 40, ext. 260, 241 o al correo electrónico liturgia@cec.org.co [icon class='fa fa-download fa-2x']INSCRIPCIÓN AQUÍ[/icon]

Mar 10 Mayo 2022

Iglesia y organizaciones invitan a promover el diálogo y la amistad social

En un comunicado enviado por la Iglesia católica y organizaciones étnico-territoriales y sociales que velan por la paz y los derechos humanos en varios departamentos del país, rechazan el paro armado impuesto por las autodenominadas AGC, e insisten en que se debe “promover el diálogo y la amistad social”. “La situación que el Chocó comparte con las comunidades de los departamentos de Antioquia, Córdoba, Sucre, Cesar, Bolívar, Magdalena y Santander, nos permite constatar una vez más cómo es la población civil la que sufre las consecuencias de esta guerra demencial que estamos padeciendo en Colombia”. Por esta razón exigen a los actores armados el respeto a las normas del DIH, “de modo que cesen inmediatamente las acciones violentas contra la sociedad civil”. También solicitan al Gobierno garantizar la seguridad y la paz de forma permanente para los ciudadanos de los departamentos del Chocó, de Antioquia y de todo el territorio nacional. La opción es la solución negociada Las organizaciones consideran que ante las actuales circunstancias del control territorial y social que se da por parte del Clan del Golfo y el ELN, se hace necesario “abordar de nuevo la opción de la solución negociada al conflicto armado”. “Esperamos que, tanto la Institucionalidad como los actores armados ilegales, escuchen el clamor del pueblo colombiano y den signos de construcción de paz a través del diálogo y procesos de sometimiento a la justicia”. Finalmente, expresan sus condolencias y solidaridad a los familiares de todas “las víctimas mortales de esta desafortunada coyuntura, que ha afectado tanto a miembros de la Fuerza Pública como a integrantes de la sociedad civil en diversos municipios del país”. Suscriben este comunicado: Foro Interétnico Solidaridad Chocó, Mesa de Concertación de los Pueblos Indígenas del Chocó, Comité Cívico por la Dignidad y Salvación del Chocó, Coordinación Regional del Pacífico, Diócesis de Istmina – Tadó, Diócesis de Apartadó y Diócesis de Quibdó. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mar 10 Mayo 2022

Santuarios marianos y espacios naturales

Por: Mons. Fernando Chica Arellano - El mes de mayo es el mes mariano por excelencia. Todo él se ubica plenamente en la primavera y en el tiempo de Pascua. No puede extrañar, por ello, que la piedad popular haya unido la devoción mariana a las ofrendas florales. “Venid y vamos todos, con flores a porfía, con flores a María, que Madre nuestra es”, dice la canción. En estos párrafos quiero detenerme en esta conexión, concretamente desde la óptica del cuidado maternal de la casa común. El teólogo Jaime Tatay Nieto, sj, que también es ingeniero de montes, lleva algunos años investigando acerca de las interacciones entre los sitios naturales sagrados y los espacios naturales protegidos. En lo que sigue me apoyo en varios de sus artículos y en las sugerentes reflexiones que suscita su aportación. A menudo encontramos que, en un mismo espacio, conviven un santuario religioso y un paraje ecológicamente sensible y, como tal, protegido por la ley. Pensando en España y por mencionar solo los Parques Nacionales, encontramos la Ermita de la Virgen del Rocío en Doñana (Huelva); el Santuario de la Virgen de Covadonga en los Picos de Europa (Asturias). En las Islas Canarias hay cuatro casos: la Ermita de Nuestra Señora de los Dolores en Timanfaya (Lanzarote), el Santuario de la Virgen de las Nieves en el Teide (Tenerife), la Ermita de la Virgen de Lourdes en Garajonay (La Gomera) y la Ermita de la Virgen del Pino en la Caldera de Taburiente (La Palma). Este listado inicial es solo un botón de muestra de algunos de los lugares más conocidos, pero la realidad es mucho más amplia. El padre Tatay ha identificado un total de 420 títulos marianos en España que se refieren directamente a plantas o especies vegetales. Concretamente, hay 374 municipios no urbanos que albergan santuarios marianos con nombre “verde” o con referencias vegetales; de ellos, 233 (es decir, el 62,3%) se encuentran ubicados en el territorio de “Natura 2000”, la red europea de áreas protegidas para conservar la biodiversidad. De estas 420 localizaciones, 372 se refieren a 50 especies vegetales definidas. Esto supone el 88,6% del total, mientras que el 11,4% restante (es decir, 48 advocaciones) reciben el nombre de una planta o una realidad vegetal genérica, como flor, bosque, árbol o prado. Un primer grupo incluye la familia Rosaceae, tanto en la forma de las rosas (en La Yedra, pedanía de la ciudad de Baeza, la Virgen tiene la hermosa advocación del Rosel) como en las diversas variedades de espinos, que aparecen con nombres como Nuestra Señora del Espino, de la Zarza o de Arantzatzu. Los orígenes bíblicos se remontan a la teofanía de Moisés ante la zarza ardiente (Cfr. Ex 3,1-6). El género Quercus incluye variedades como el olmo, la encina, el roble o el alcornoque. Nombres marianos como la Virgen de la Encina (muy venerada en la localidad giennense de Baños de la Encina) o del Encinar, Nuestra Señora de la Carrasca o la Virgen de Lluc, están conectados con estas plantas. También reconocemos especies vegetales propias de la Península Ibérica en advocaciones marianas como la Virgen de la Oliva, del Olmo, de la Vid o la Viña, de Atocha (que hace referencia a una gramínea, el esparto, con nombre científico Stipa tenacissima) o Nuestra Señora del Pino (en este caso, el santuario más conocido está en la isla de Gran Canaria). La castaña y el haya son mucho menos frecuentes, de modo que sus advocaciones aparecen únicamente en el Atlántico Norte (Virgen del Hayedo) o en enclaves especialmente húmedos de la zona mediterránea (Nuestra Señora del Castañar). Dejando ya el elemento vegetal, podemos detenernos en los títulos marianos relacionados con elementos geomorfológicos. Así, encontramos referencias a las rocas o las piedras (por ejemplo, la Virgen de la Peña, invocada con amor en la hermosa población de Segura de la Sierra), a las montañas (Montserrat, Monfragüe, Moncayo), al valle (Roncesvalles, Valvanera) o a las cuevas (Covadonga). Y a este respecto, me viene a la memoria Nuestra Señora de Tíscar, patrona de Quesada y muy querida en toda la comarca. Este apelativo de la Virgen, al decir de algunos estudiosos, podría hacer referencia a un «lugar donde hay agua». Parece ser que, en un principio, a esta representación de la Madre de Dios se le llamaba como la Virgen de la Cueva del Agua, pero como el río que suministra agua a esta gruta es el de Tíscar, finalmente el nombre que se impuso fue el de Virgen de Tíscar. También hallamos el nombre de María Santísima en relación con las colinas (Pueyo, Puy, Puig) o los prados (Prado, Vega, Soto). En este contexto, en tierras del Santo Reino contamos con la Virgen del Collado (patrona de Santisteban del Puerto). Y en pleno paraje del Parque Natural de la Sierra de Andújar, en las alturas de Sierra Morena, en la cumbre del Cabezo, brilla con esplendor propio la celestial patrona de la diócesis de Jaén, Nuestra Señora de la Cabeza, que, según una secular tradición, se apareció a un pastor llamado Juan Alonso de Rivas, entre la noche del 11 al 12 de agosto de 1227, mientras se encontraba en aquellos lares apacentando su ganado de ovejas y cabras. En cuanto a la luz y los cuerpos celestes, aparecen santuarios marianos con nombres como Luz, la Estrella, Luna o Sonsoles. El elenco podría continuar y, muy posiblemente, cada lector lo podrá enriquecer y matizar con las advocaciones locales de su zona y con sus propias devociones particulares. Puede ser un buen ejercicio para realizar a lo largo de este mes de mayo. Más allá de recopilar esos nombres o de saborear sus evocaciones, puede ser interesante compartir algunas reflexiones que nos animen a crecer en una espiritualidad que eleve nuestra alma a Dios a partir de la contemplación de la creación. Termino, pues, con tres sugerencias concretas. Primero, es bueno bucear en nuestra propia tradición espiritual y descubrir toda su riqueza. Haremos bien en conocer, valorar y ahondar en todo lo que la religiosidad popular tiene que enseñar en este camino de conversión hacia una verdadera ecología integral. Antes de buscar en otras fuentes seculares o en otras tradiciones religiosas, conviene profundizar en nuestro propio camino católico. Segundo, podemos ensanchar nuestra devoción mariana para que incluya, de un modo más explícito, el cuidado maternal por la casa común. En la encíclica Laudato Si’, el papa Francisco se refiere a la Virgen María como “Reina de todo lo creado” y recuerda: “Ella vive con Jesús completamente transfigurada, y todas las criaturas cantan su belleza. […] Por eso podemos pedirle que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios” (LS, n. 241). Por ejemplo, cuando participemos en una romería hacia algún santuario mariano, podemos estar especialmente atentos al paraje natural en el que se encuentra, darle gracias al Señor que creó todo con amor, y ser particularmente cuidadosos con la naturaleza circundante. Y, en tercer lugar, conviene captar “la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta” (LS, n. 16), para “escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres” (LS, n. 49), sabiendo que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental” (LS, n. 139). La Bienaventurada Virgen María, la Doncella de Nazaret, la Madre de los tristes y afligidos, de los pequeños y necesitados, es también la Madre de todo lo creado, coronada como Reina y Señora de cielos y tierra. No dejemos de invocarla con serena confianza, con filial devoción, especialmente en esta hora de la historia, tan ardua y compleja, tan sedienta de paz y justicia. Mons. Fernando Chica Arellano Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA