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Iglesia

Vie 11 Jun 2021

Identidad Nacional y Reconciliación

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Dos temas clave para considerar en la actual crisis social. La pregunta por la identidad nacional, en medio de esta histórica crisis social, cobra tal vez hoy como nunca muchísima relevancia. Sabemos, pero no hemos entendido. ¿A qué me refiero con esto? Sabemos que somos una nación caracterizada esencialmente por la diversidad: geográfica, étnica, cultural. Pero todavía no alcanzamos a entender cómo asumir un modelo de Estado que incluya esta caracterización de la nación y permita que todos se sientan parte de ella, no sólo afectiva sino efectivamente. Los reclamos de tantos sectores hoy son la explosión de un cúmulo de frustraciones y deudas sociales que el Estado no ha podido satisfacer suficientemente. El federalismo y el centralismo seguramente han aportado a la historia del país luces y sombras — expertos habrá que puedan identificarlas con argumentos objetivos. Tal vez ambos modelos y sus efectos no sean en sí mismos las causas de nuestros líos sociales. Lo cierto es que Colombia es percibida en muchas de las regiones como un país que se ha desarrollado mirando hacia el centro, y desentendido de las periferias, sin lograr sacar lo mejor del potencial y vocación propia que traen los diferentes territorios. Y los sueños que se vuelven frustraciones, se convierten en sentimiento de fracaso, de olvido y todo esto en inconformidad y la inconformidad alimenta rabia que se transforma en rebeldía y en muchos la rebeldía toma forma de violencias. Colombia es una nación con muchas heridas, causadas por problemas no resueltos, o resueltos a medias. Y se ha dejado pasar el tiempo sin detenerse a curarlas. Reconciliación, es una palabra recurrente en los ambientes eclesiales del país. A reconciliarnos nos invitó el Papa Francisco: «Colombia tiene necesidad de vuestra mirada propia de obispos, para sostenerla en el coraje del primer paso hacia la paz definitiva, la reconciliación, hacia la abdicación de la violencia como método, la superación de las desigualdades que son la raíz de tantos sufrimientos, la renuncia al camino fácil pero sin salida de la corrupción, la paciente y perseverante consolidación de la “res publica” que requiere la superación de la miseria y de la desigualdad», nos dijo a los Obispos esa 7 de septiembre de 2017. Reconciliarnos es una meta, pero también una tarea que presupone lo que el Santo Padre nos plantea: abdicar de la violencia como método, venga de donde venga y superar las desigualdades crónicas con un pacto social en el que “nadie se quede atrás”. Y esta tarea de construcción social nos debe incluir a todos. Recomponer confianzas, posibilitar escenarios de encuentro y constituir espacios permanentes de escucha, seguimiento y participacón, pueden ser un interesante comienzo. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Vie 11 Jun 2021

Papa Francisco nombra nuevo obispo auxiliar para Bogotá

El Papa Francisco nombró como obispo auxiliar de Bogotá a monseñor Germán Medina Acosta, hasta el momento vicario episcopal de la Vicaría de San Pedro en la Arquidiócesis de Bogotá, asignándole la sede titular de Aradi. Reverendo monseñor Germán Medina Acosta Nació en Bogotá el 25 de febrero de 1958, en el hogar conformado por Manuel Antonio Medina y Marina Acosta de Medina. Realizó sus estudios secundarios en el Seminario Menor de Bogotá (1975) y los de Filosofía (1978) y Teología (1982) en el Seminario Mayor de Bogotá. Es licenciatura en Teología (1989) de la Pontificia Universidad Javeriana. Magister en Psicología Comunitaria (1996) de la Pontificia Universidad Javeriana. Especialista en Ética y Pedagogía de Valores (1998) de la Pontificia Universidad Javeriana. Doctor en Teología (2002) de la Pontificia Universidad Salesiana – Roma. Ordenado Sacerdote el 20 de junio de 1983 por el cardenal Aníbal Muñoz Duque, para el servicio de la Arquidiócesis de Bogotá. Inició su servicio pastoral como vicario parroquial en Nuestra Señora del Ave María (1983). Miembro del equipo de directores del Seminario Menor de Bogotá (1984). Coordinador del equipo arquidiocesano de Pastoral Juvenil (1985). Capellán en el Colegio del Rosario (1986). Primer Capellán en la Universidad Nacional y Párroco en los Santos Ángeles Custodios (1996). Arcipreste del Arciprestazgo N° 1.3 (1999). Miembro del equipo de formadores del Seminario Mayor (2002). Miembro del Consejo del Diaconado Permanente (2003). Miembro del Consejo Presbiteral (2008). Se desempeñó como Rector del Seminario Mayor de San José (2010). Miembro del Consejo Presbiteral (2014). Párroco en San Juan de Ávila (2015). Miembro del Consejo Presbiteral – en representación de la Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro y animador del equipo arquidiocesano para la formación permanente (2016). Ratificado como miembro del Colegio de Consultores, nombrado vicario episcopal territorial de San Pedro y vicario general de la Arquidiócesis de Bogotá desde el mes de junio de (2017)

Jue 10 Jun 2021

“Del costado de Cristo surge la Iglesia”

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Junio 11 de 2021 Primera lectura: Os 11,1.3-4.8c-9 Salmo: Sal Is 12,2-3. 4bcd.5-6 (R. cf. 3) Segunda lectura: Ef 3,8-12.14-19 Evangelio: Jn 19,31-37 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios que ilumina y da sentido a esta solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, nos presente algunas ideas para la reflexión, oración y vivencia, resaltadas las lecturas: • “El amor de Dios a Israel” (Os 11, 1. 3-4.8c-9), • “El amor de Dios abraza a toda la humanidad” (Ef 3,8-12.14-19) y • “Del costado de Cristo surge la Iglesia” (Jn 19, 31-37). 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? “El amor de Dios a Israel” (Os 11, 1. 3-4.8c-9): El profeta Oseas nos presenta en este oráculo un mensaje claro del amor de Dios para con el pueblo de Israel. El señor es eternamente fiel. Israel no lo es, pero el Señor, por fidelidad a sí mismo, proclama de nuevo su bendición para el pueblo. La novedad en este texto está en que, si antes esta fidelidad se proclamaba bajo la imagen del esposo, ahora se hace con la imagen del padre: el amor de Dios a Israel es comparado al amor de un padre a su hijo. Este amor es más fuerte que el amor de una madre a sus hijos. Dios ama a su pueblo más que un esposo a su amada; este amor vencerá incluso las peores infidelidades; llegará hasta el don más precioso: “tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único” (Jn 3,16). “El amor de Dios abraza a toda la humanidad” (Ef 3,8-12.14-19): La actitud orante de Pablo “me pongo de rodillas”, no es una actitud frecuente en los judíos que oran siempre de pie. Sólo en los momentos de excepcional solemnidad hincaban las rodillas o se postraban en señal de adoración. El apóstol, con este giro de solemnidad casi litúrgica, expresa la intensidad de su oración y la humildad con que se realiza. Este tipo de oración hace que el hombre entero, cuerpo y alma, muestre con sus palabras y gestos el amor filial que tiene a Dios. En esta bellísima oración se pide a Dios que fortalezca a los cristianos, que Cristo habite por la fe en sus corazones y que puedan comprender la dimensión del amor de Cristo, predicado por San Pablo, de forma que crezcan hasta la plenitud de Dios. La inmensa grandeza del misterio de Cristo se expresa con un esquema muy visible: una cruz y el crucificado, cuyos brazos se extienden en las cuatro direcciones buscando abrazar con el amor a toda la humanidad. En definitiva, conocer la historia de la salvación y el misterio de Cristo es darse cuenta de la magnitud del amor de Dios. Ahí está el fundamento de la vida cristiana, como lo expresa la liturgia de las horas, en el himno de laudes en la Solemnidad del Sagrado Corazón: “Oh Jesús, suma benignidad, admirable alegría del corazón, bondad inabarcable, tu amor nos abraza”. “Del costado de Cristo surge la Iglesia” (Jn 19, 31-37): En la víspera de la Pascua se inmolaban oficialmente en el templo los corderos pascuales a los que, según la Ley, no se podía romper un hueso (Cf. Ex 12,46). La referencia a la “parasceve” (viernes como preparativo del sábado entre los judíos) y el hecho de que no le quebraran las piernas, subraya que Cristo es el verdadero Cordero Pascual que quita el pecado del mundo. La sangre y el agua que brotaron del costado traspasado de Jesús son figuras del Bautismo y de la Eucaristía, de todos los sacramentos, y de la misma Iglesia. Este segundo Adán se durmió en la cruz para que de allí le fuese formada una esposa que salió del costado de quien dormía. El comienzo de la Iglesia y su crecimiento están simbolizados en la sangre y en el agua que manaron del costado abierto de Cristo crucificado (LG 3). Tras la muerte de Jesús, el Evangelio de Juan nos presenta un episodio que él considera altamente significativo. En primer lugar, nos indica que es el momento de la preparación (Jn 19,31), es decir, la preparación a la Pascua, y precisamente es el momento en que se inmolan los corderos para la cena pascual. Todo indica que estamos en un viernes, puesto que el día siguiente es sábado y muy solmene. Los soldados quiebran las piernas de los otros dos crucificados (Jn 19,32) y al llegar a Jesús, como lo ven ya muerto, no le quiebran las piernas (Jn 19,33), sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El mismo evangelista nos presenta dos claves de lectura de este texto. En primer lugar, la referencia a Cristo como cordero Pascual, como bien podemos encontrar en textos veterotestamentarios (Ex 12,46) o al justo cuyos huesos son protegidos por Dios (Sal 34,21). La segunda referencia es a Cristo como Dios traspasado por los pecados del pueblo. En el profeta Zacarías 12,10 está la misma expresión, que se refiere a Dios, y ahora en el Evangelio de Juan es aplicada a Jesucristo. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Hoy en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, detengámonos a contemplar juntos el Corazón traspasado del Crucificado. En la carta de san Pablo a los Efesios, reflexionemos una vez más que "Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo (...) y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús" (Ef 2, 4-6). Estar en Cristo Jesús significa ya sentarse en los cielos. En el Corazón de Jesús se expresa el núcleo esencial del cristianismo; en Cristo se nos revela y entrega toda la novedad revolucionaria del Evangelio: el Amor que nos salva y nos hace vivir ya en la eternidad de Dios. El evangelista san Juan escribe: "Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16). Su Corazón divino llama entonces a nuestro corazón; nos invita a salir de nosotros mismos y a abandonar nuestras seguridades humanas para fiarnos de él y, siguiendo su ejemplo, a hacer de nosotros mismos un don de amor sin reservas. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Aunque es verdad que la invitación de Jesús a "permanecer en su amor" (cf. Jn 15, 9) se dirige a todo bautizado, en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, es también la Jornada de santificación sacerdotal. Bien podemos reflexionar: ¿Cómo no recordar con conmoción que de este Corazón ha brotado directamente el don de nuestro ministerio sacerdotal? ¿Cómo olvidar que los presbíteros hemos sido consagrados para servir, humilde y autorizadamente, al sacerdocio común de los fieles? Nuestra misión es indispensable para la Iglesia y para el mundo, que exige fidelidad plena a Cristo y unión incesante con él, o sea, permanecer en su amor; esto exige que busquemos constantemente la santidad. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Reunidos como asamblea litúrgica dispongamos nuestro corazón para dar gracias a Dios en el misterio de la comunión y unidad: la Eucaristía. La iglesia celebra el día de hoy la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y la jornada de oración por la santificación del clero, supliquemos al Señor por nuestra Patria Colombia y por los sacerdotes. Continuemos con alegría esta celebración. Monición a la Liturgia de la Palabra La liturgia de la Palabra nos presenta cómo el amor de Dios es un amor sin límites. Su grandeza se manifiesta en la pequeñez y en la ternura. Jesús, no nos pide grandes discursos sobre el amor, sino hacer pequeños gestos concretos en continuidad con Él. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Bendigamos a Cristo que, para ser ante Dios Padre el pontífice misericordioso y fiel de los hombres, se hizo en todo semejante a nosotros y supliquemos diciendo: R. Muéstranos, Señor, los tesoros de tu amor 1. Te pedimos Señor, por nuestra Iglesia y en ella por el Papa Francisco, los Obispos, el clero y a todos los bautizados, para que los sostengas frente a las dificultades que se presentan. 2. Te pedimos Señor, por nuestra patria colombiana, por los líderes de nuestros pueblos, para que el amor y el diálogo contribuyan siempre a la solución de los conflictos. 3. Te pedimos Señor, por todos los que sufren, para que del costado de Cristo sean reconfortados en la misericordia 4. Te pedimos Señor, por quienes nos encontramos reunidos celebrando la Eucaristía, que podamos continuar con la misión evangelizadora que nos has encomendado. En un momento de silencio presentemos nuestras intenciones personales. Oración conclusiva Padre Santo, escucha nuestras plegarias las cuales presentamos confiados en tu amor y misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Jue 10 Jun 2021

La voz del Pastor | 13 de junio de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 4,26-34

Mié 9 Jun 2021

El Vaticano promueve charlas para personal sanitario y agentes de la salud

Ante la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19, el personal sanitario y los agentes de la salud siempre han estado comprometidos en salvaguardar la vida de las personas. Esto, ha llevado a que muchos de ellos vivan niveles de estrés altos, afectando, en muchos casos su estado de salud físico y mental. En este contexto y en atención a este público, el Dicasterio para el servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano está desarrollando por estos días videoconferencias sobre el tema de la salud, inspirados en las Encíclicas Laudato Si' y Fratelli tutti. "Las videoconferencias ayudarán a los participantes a comprender el impacto de la pandemia sobre el personal sanitario y todos los que forman parte de redes de atención y apoyo. Escucharemos testimonios, compartiremos experiencias e intentaremos responder una pregunta importante: ¿Cómo podemos acompañar a los agentes sanitarios y pastorales implicados en la primera línea de la pandemia?", señalan sus organizadores. Para este jueves 10 de junio, de las 16:00 a 18:20 horas (hora italiana), 9:00 a.m. a 11:20 a.m. (hora colombiana), corresponde la sesión de AMÉRICA LATINA, donde el cardenal Peter K. Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, tendrá a su cargo la apertura de la videoconferencia. Expertos conferencistas serán los encargados de abordar temas como: "Experiencia, necesidades y desafíos durante y después de la pandemia de Covid-19"; "Acompañamiento y ayuda al personal sanitario durante y después de la pandemia"; "La presencia cristiana junto a la fragilidad humana en el tiempo de la pandemia"; y "Una ética para los tiempos de la pandemia junto a los profesionales de la asistencia sanitaria". El público, en atención a esta emergencia sanitaria, entre ellos personal sanitario y los agentes de la salud interesados en participar, lo podrán hacer ingresando al siguiente link [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]- Webinar ID: 817 8544 4877 /Passcode: 300686

Mar 8 Jun 2021

Transmisión por televisión de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) invita a los fieles católicos de todo el país a participar en la eucaristía de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, este viernes 11 de junio, a las 11:00 a.m., en la Catedral Primada de Colombia. En esta celebración eucarística, transmitida por televisión gracias a la alianza de los canales: RCN, Caracol, Cristovisión, Teleamiga y Tele Vid, se hará la renovación de la consagración del país y de los hogares católicos al Sagrado Corazón de Jesús, expresando así el anhelo fervoroso de la Iglesia Católica por la unidad, la paz y la reconciliación de Colombia. Los prelados que hasta ahora han confirmado su participación presencial son: el cardenal Rubén Salazar; monseñor Luis Marino Montemayor, nuncio de Su Santidad en nuestro país; monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia; monseñor Óscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC; monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín y vicepresidente de la CEC; monseñor Gabriel Villa, arzobispo de Tunja; monseñor Víctor Ochoa, obispo castrense; monseñor Elkin Álvarez, obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general del episcopado; y los obispos auxiliares de Bogotá, monseñor Luis Manuel Alí y monseñor Pedro Salamanca. Así, los arzobispos y obispos, junto con los sacerdotes y religiosos asistentes, serán los encargados de consagrar las familias, las comunidades parroquiales y la nación al Sagrado Corazón de Jesús, pidiendo, además, por el fin de la pandemia y la salud del pueblo colombiano. Transmisión por televisión y otros medios A la alianza de canales ya descrita, se unirán también los medios de comunicación tradicionales y digitales de las jurisdicciones eclesiásticas del país (arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos), así como de comunidades religiosas, de movimientos apostólicos y de otros organismos de la Iglesia. Historia de la Consagración A finales de 1899 estalló la Guerra de los Mil Días en nuestro país. Los datos históricos reseñan más de cien mil colombianos muertos, en una época en la que Colombia tenía, aproximadamente, cuatro millones de habitantes. Las confrontaciones, que se extendieron hasta finales de 1902, causaron significativos detrimentos económicos y sociales. Por iniciativa del arzobispo de Bogotá, monseñor Bernardo Herrera Restrepo, la Iglesia Católica pidió al entonces Jefe de Estado, José Manuel Marroquín, acudir al Sagrado Corazón de Jesús como forma de unir a los colombianos. Surgió, entonces, la idea de consagrar la República al Sagrado Corazón de Jesús y edificar un templo, que se plasmó en la iglesia del Voto Nacional, situado en el centro de la capital colombiana. Fue así como la consagración se realizó el 22 de junio de 1902 y, ese mismo día, se puso la primera piedra para el templo. Cinco meses más tarde, el 21 de noviembre de 1902, se firmó el Tratado de Wisconsin con el que se dio por terminada la Guerra de los Mil Días. Aunque por la Ley 1ª de 1952 se ordenó la renovación anual de la consagración, encabezada por el Jefe de Estado, la Constitución Nacional promulgada en 1991 estableció el carácter pluralista del Estado colombiano. Más tarde, la Corte Constitucional declaró inexequible aquella norma. Independientemente de esta norma legislativa, es tradicional que la Iglesia Católica, cada año, celebre esta solemnidad y renueve la consagración de las familias y la nación al Sagrado Corazón de Jesús.

Mar 8 Jun 2021

Solidario mensaje de la REPAM al pueblo colombiano

A través de una carta, las directivas de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), al expresar su solidaridad y cercanía al pueblo colombiano, frente a la dolorosa realidad de violencia que vive actualmente, hace una invitación para que se abra un “diálogo honesto, abierto, justo y permanente”, que lleve a la pacificación del país. "Eso implica la voluntad de una escucha atenta que, reconociendo las diferencias, construya nuevos caminos para reconstruir la democracia, fundamento de la coexistencia pacífica de la nación (...) Al solidarizarnos con las formas pacíficas de protesta, instamos a confiar en el camino del diálogo y pedimos que las expresiones ciudadanas sean respetadas y defendidas". En el mensaje, que fue suscrito por el cardenal Pedro Barreto Jimeno, arzobispo de Huancayo (Perú) y presidente de la REPAM, y monseñor Rafael Cob García, obispo de Puyo (Ecuador) y vicepresidente de la REPAM, observan que “la protesta social tampoco justifica actos de violencia de algunos manifestantes denominados “vándalos”, que deslegitiman y desprestigian las reivindicaciones justas de los que se movilizan pacíficamente. No quisiéramos, de ninguna manera, que los estallidos actuales lleven al país a un abismo de violencia que no sea posible de detener". Advierten que la situación en Colombia, al igual que en otros países de la región, ha sido el resultado del descontento de las muchas demandas no satisfechas y de las promesas no cumplidas. "Creemos que, en Colombia, igual que en otros países de la región, la democracia se encuentra en peligro y su futuro está en juego". Finalmente, como Red Eclesial Panamazónica - REPAM, ofrecen sus oficios para acompañar "estos procesos de búsqueda del pueblo colombiano con miras a una auténtica paz y justicia social, esperando que todos y todas podamos ser signos de esperanza en la construcción de una verdadera fraternidad". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar carta[/icon]

Mar 8 Jun 2021

Un nuevo paso contra la pederastia

Por: P. Raúl Ortiz Toro - El título de este artículo es demasiado reductivo con respecto al amplio tema de que se tratará, pero es llamativo sobre todo para aquellos que, de manera ignorante, señalan a la Iglesia de hacer poco o nada contra la pederastia. De todos modos, los inconformes dirán que no es suficiente; sin embargo, la reforma del Libro VI (Las sanciones penales en la Iglesia) firmada por el Papa Francisco el día de Pentecostés (23 de mayo) de este año 2021 y dada a la luz pública en la mañana del primero de junio resulta el más importante acontecimiento legislativo en el ámbito eclesiástico, después de 1983, año de la promulgación del Código de Derecho Canónico vigente. El motu proprio lleva el nombre “Pascite gregem Dei” (Apacentad la grey de Dios) y entrará en vigor el 8 de diciembre de este mismo año. La reforma legislativa trae grandes temas, todos dignos de dedicar una tesis argumentativa como lo es, por ejemplo, en el aspecto sustancial, la tipificación de nuevos delitos. Al respecto, es de destacar que en el Título III, “De los delitos contra los sacramentos”, canon 1379, § 3, aparece la incursión en excomunión latae sententiae reservada a la Santa Sede para quien “atente conferir el orden sagrado a una mujer, así como la mujer que atente recibir el orden sagrado”. Resultan también interesantes la tipificación del delito de “abandono voluntario e ilegítimo del ministerio sagrado durante seis meses continuados” por parte de un clérigo (c. 1392) y el “delito en materia económica” (c. 1393, § 2). Hay otros nuevos delitos que podemos ir a consultar en el documento reformado pero nos interesa de especial manera lo relacionado con el delito atroz de pederastia. Con respecto a la nueva tipificación se equivocan quienes aseguran que por primera vez entra la pederastia a ser considerada delito en la Iglesia; se equivocan porque ya existía el canon 1395 en el que estaba tipificado el delito “contra el sexto mandamiento del Decálogo […] con un menor que no haya cumplido dieciséis años de edad”. Además, para que los procesos por pederastia fueran más expeditos, el Papa San Juan Pablo II ordenó en el año 2001 que fueran juzgados en el Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe y amplió la edad de la víctima hasta los 18 años (Cf. Carta de la CDF a los obispos Delicta Graviora). Lo que sí es cierto es que este “delito contra las costumbres”, ha pasado del Título V “De los delitos contra obligaciones especiales” (antiguo canon 1395 § 2 donde aparecía tipificado entre otros delitos) al Título VI “De los delitos contra la vida, la dignidad y la libertad del hombre” (cf. canon 1398 § 1, n. 1) donde aparece tipificado de manera independiente y consideradas las víctimas no solo menores de edad sino también las que tienen “uso imperfecto de la razón”. En el mismo canon se tipifican también los delitos de inducción a la pedopornografía y difusión de esta. En el año 2016 el Papa Francisco firmó un motu proprio llamado “Como una madre amorosa” en el que recordaba que el derecho canónico prevé la remoción del oficio eclesiástico “por razones graves” incluyendo también a los obispos diocesanos y a los superiores mayores de congregaciones “si por negligencia, ha cometido u omitido actos que hayan causado un grave daño (físico, moral, espiritual o patrimonial) a los demás”. Este motu proprio pasó a la reforma canónica desde el primer Título (c. 1311) – y se evidencia en otros tantos – agregando un parágrafo segundo: “Quien preside en la Iglesia debe custodiar y promover el bien de la misma comunidad y de cada uno de los fieles con la caridad pastoral, el ejemplo de la vida, el consejo y la exhortación, y, si fuese necesario, también con la imposición o la declaración de las penas, conforme a los preceptos de la ley, que han de aplicarse siempre con equidad canónica, y teniendo presente el restablecimiento de la justicia, la enmienda del reo y la reparación del escándalo”. La reforma del libro VI del Código de Derecho Canónico también ha introducido nuevas penas como la multa, la reparación del daño, la privación de toda o parte de la remuneración eclesiástica, etc. También es sustancial la introducción de la presunción de inocencia (c. 1321 § 1) y la modificación de la norma sobre la prescripción (c. 1362). No podemos pasar por alto que otra novedad canónica es la ampliación de los sujetos pasivos de las sanciones penales (con la reforma el “reo” no solo será el clérigo sino “quien previó lo que habría de suceder, y sin embargo omitió las cautelas para evitarlo” (cf. c. 1326 § 1, n. 3). Esta ampliación es evidente, también, en el canon sobre suspensión (c. 1333) que, según la redacción antigua “solo puede afectar a los clérigos”. La reforma que entrará en vigor prescinde de esta frase exclusiva dando a entender que puede ser sujeto de suspensión tanto el obispo diocesano (o quien se equipara a él en el derecho) hasta un fiel laico que ejerza un oficio o ministerio eclesial pasando por los miembros de institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica. Esto es importante si consideramos que cada día es más relevante el papel de los laicos que acompañan el ejercicio de la potestad de régimen o que ejercen oficios o ministerios instituidos como el de catequista, lector o acólito o son agentes de pastoral. En el aspecto formal también ha habido reforma: reacomodación de cánones, una redacción más específica e incluso el cambio de algunos títulos cuyo trasfondo tiene un panorama pastoral. Y es que, como lo ha afirmado el Papa Francisco, estas normas “reflejan la fe que todos nosotros profesamos, de ésta arranca la fuerza obligante de dichas normas, las cuales, fundándose en esa fe, manifiestan también la materna misericordia de la Iglesia, que sabe tener siempre como finalidad la salvación de las almas” (Motu proprio Pascite gregem Dei). Busca el pontífice superar los que él llama “daños” que ocasionó en el pasado “la falta de comprensión de la relación íntima que existe entre el ejercicio de la caridad y la actuación de la disciplina sancionatoria”. En otras palabras, el Papa con la reforma vuelve a recordar que en la Iglesia se ha de tener “tolerancia cero” con la pederastia y que nunca en virtud de una mal comprendida misericordia con el victimario se podrá relajar la aplicación de la ley penal. Pbro. Raúl Ortiz Toro Párroco del Divino Niño de Venadillo Arquidiócesis de Ibagué rotoro30@gmail.com