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Misiones

Lun 6 Oct 2025

Misioneros de la esperanza

Por Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Como es bien conocido, octubre es por tradición el mes de las misiones. Este año, coincide con el año santo cuyo tema es “Peregrinos de la esperanza”.Este es un tema muy importante, porque ¿cuáles son las motivaciones que subyacen para hacer misión en la Iglesia?Por un lado, está el mandato del Señor de ir por todo el mundo y anunciar el Evangelio, la Buena nueva de la salvación, que es su misma persona. Pero por otro, está el deseo de que la Iglesia crezca y que el Reino de Dios pueda expandirse por todos los rincones de la tierra.A esto debe agregarse que hacer misión significa sembrar en las personas las semillas de la esperanza, de la fe y del amor.Es necesario recordar que es deber de los bautizados ser testigos de la buena nueva que nos hace miembros de la Iglesia, Hijos de un mismo Padre y hermanos en Cristo. Nos hace también pregoneros de la paz, haciendo posible, como auténticos discípulos del Maestro, Cristo Jesús, que con nuestro aporte se consolide en todas partes la civilización del amor.Por esto mismo, hacer misión va más allá que enseñar rezos y ritos. El misionero anima al encuentro con el Señor, a la conversión y a asumir una vida nueva.Es una misión que tiene como destinarios a los que no conocen a Cristo, que entre nosotros son ya numerosos; a los que se preparan en el catecumenado para recibir los sacramentos de iniciación; a animar a los que, habiendo sido bautizados en la Iglesia, se han enfriado en la práctica de su fe; y a acompañar a los que viven con entusiasmo sus compromisos bautismales.No se puede negar que la Iglesia de ayer y de hoy ha pasado y pasa por momentos difíciles, y que está siendo siempre sometida a las insidias del maligno manifestadas de múltiples maneras. Pero una cosa es cierta, lo dice el Señor, que ni el poder del infierno prevalecerá contra ella (cfr. Mt. 16, 18).De esta manera, el llamado es hacer misión y que lo hagamos movidos por la esperanza. La Iglesia tiene futuro. Y nuestra responsabilidad es hacer que los creyentes de hoy sigan sembrando en las familias y en la sociedad la semilla de la fe en Cristo, y que la Iglesia siga creciendo con nuevos miembros.Cali y los otros municipios que conforman la Arquidiócesis: Jamundí, Yumbo, La Cumbre, y Dagua, son territorios de misión. Es necesario recordar que hay que salir sin miedo y con creatividad a buscar a los alejados, a los que se han enfriado, a los no creyentes en Dios y a los que se han distanciado de la Iglesia. Aquí está la urgencia de ser tomar conciencia de que nuestra tarea es la misión, y con ella, sembrar en todos la semilla de la esperanza.Los invito para que este mes sea dedicado a la oración por las misiones, pero también, para que estemos dispuestos a colaborar con la Colecta del Domingo de las Misiones, que se puede comenzar a preparar desde ya haciendo cada uno una renuncia como ofrenda agradable a Dios.Que haya mucha disposición para la oración por las misiones y los misioneros del mundo, y mucha generosidad para la colecta de las Obras Pontificias Misioneras, con las que el Papa León XIV apoya las actividades de las misiones del mundo, y también en Colombia.Misioneros de la esperanza sea nuestra principal tarea.+Luis Fernando Rodríguez VelásquezArzobispo de Cali

Mié 1 Oct 2025

Inicia el Mes Misionero: Colombia se movilizará en octubre para orar y apoyar a los “misioneros de la esperanza entre los pueblos”

Como cada octubre, la Iglesia Católica en Colombia y en el mundo entero dedica este mes a revitalizar y profundizar su espíritu misionero. Este año 2025 celebrará el Octubre Misionero bajo el lema “Misioneros de esperanza entre los pueblos”; un tiempo especial de oración, compromiso y solidaridad con la misión universal, que tendrá su momento más representativo en la XCIX Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND) el domingo 19 de octubre.Esta celebración tiene un significado histórico, ya que octubre conmemora el descubrimiento del continente americano, un hito que abrió un nuevo capítulo en la evangelización. Durante este mes, los fieles son invitados a intensificar su participación a través de la oración, el sacrificio y los aportes económicos, destinados a sostener la labor evangelizadora y social de la Iglesia en los cinco continentes, especialmente en territorios de misión con grandes necesidades.El mensaje central: la esperanza como misiónEl 25 de enero, antes de su fallecimiento, el Papa Francisco había publicado su mensaje para la celebración de esta XCIX Jornada. En él, subrayó la vocación fundamental de todo bautizado: ser mensajero y constructor de esperanza. “Cada cristiano y la Iglesia, comunidad de bautizados, [tiene] la vocación fundamental a ser mensajeros y constructores de la esperanza, siguiendo las huellas de Cristo”, escribió el Santo Padre.El Pontífice invitó a los fieles a ser “signos y mensajeros de esperanza para todos, en cada lugar y circunstancia”, destacando que los misioneros, con su vida y trabajo, son una respuesta concreta al mandato de Cristo de evangelizar a todos los pueblos.Recursos para vivir el Mes MisioneroPara acompañar a las comunidades en este camino, las Obras Misionales Pontificias (OMP) de Colombia han puesto a disposición de parroquias, grupos misioneros y fieles en general, una serie de insumos y orientaciones prácticas.Entre ellos, se destaca la “Guía para el Octubre Misionero 2025”, un documento que desglosa, semana a semana, temas de reflexión, oraciones, actividades comunitarias y dinámicas para todos los miembros de la Iglesia: familias, jóvenes, niños, enfermos y ancianos. Asimismo, la Revista de Misiones N° 858 (Septiembre-Octubre 2025), publicación oficial de las OMP, recoge el mensaje completo del Papa Francisco para el DOMUND, testimonios de misioneros colombianos en el exterior, talleres formativos y un despliegue informativo sobre el sentido y la historia de esta jornada.Estos materiales también se han distribuido a través de las direcciones diocesanas de misiones, con el fin de que cada comunidad pueda prepararse y celebrar con profundidad este tiempo de gracia.Una voz local: el compromiso de ColombiaEl padre Samir García Valencia, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de Colombia, enfatizó en un artículo la importancia de este camino histórico. “Al contemplar este camino histórico que Dios mismo, por medio de su Espíritu, ha ido entretejiendo como historia de salvación a través de la misión, no queda más que abrirnos a la gracia de Dios, levar anclas y continuar remando con la fuerza del Espíritu con la esperanza que la salvación llegue a toda la humanidad”, afirmó.El padre García recordó que la misión confiada a la Iglesia es un “signo de esperanza para la humanidad” e instó a los colombianos a vivir este mes con “esperanza, fe, gozo y compromiso suficiente”, ofreciendo su “oración, Sacrificio y ofrenda por la misión universal”.La Colecta DOMUND: solidaridad que trasciende fronterasEl momento más representativo de este Octubre Misionero será el DOMUND del 19 de octubre. Los fondos recaudados ese día en todas las parroquias del país se destinan al Fondo Universal de Solidaridad de las Obras Misionales Pontificias. Este fondo se distribuye equitativamente, a través de un consejo superior, para apoyar a misioneros, diócesis y proyectos de evangelización en territorios de misión de todo el mundo.Los fieles pueden realizar sus aportes de varias formas:1.Entregando su ofrenda directamente en su parroquia.2.Mediante consignación en la cuenta de ahorros de Bancolombia N° 20557000743, a nombre de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe.3.A través del portal de donaciones en la página web: https://ompdecolombia.org/donacionesActividades en todo el paísDurante todo el mes de octubre, las jurisdicciones eclesiásticas en Colombia desarrollarán diversas iniciativas de animación misionera, como celebraciones litúrgicas especiales, jornadas de reflexión, testimonios de misioneros colombianos en el exterior y acciones solidarias. El afiche oficial de la campaña refleja la diversidad de la Iglesia, mostrando a obispos, sacerdotes, religiosas, laicos, niños, jóvenes y adultos mayores como parte integral de esta misión colectiva.La Iglesia en Colombia renueva así su llamado a ser una “Iglesia en salida”, misionera y esperanzadora, recordando que cada bautizado está llamado a llevar la luz del Evangelio y la esperanza de Cristo a todos los rincones de la tierra.Para más información, consulte:Obras Misionales Pontificias de Colombiawww.ompdecolombia.org

Jue 27 Mar 2025

"La tarea de la Iglesia es anunciar esa esperanza que es Jesús": Director de Misiones de la CEC y de OMP Colombia

Este miércoles 26 de abril se estrenó el tercer episodio del videopodcast de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). En esta oportunidad, el tema protagonista de ‘Diálogos en el Atrio’ fue la misión. En el espacio, el padre Samir de Jesús García Valencia, director de Animación Misionera de la CEC y director nacional de Obras Misionales Pontificias, explica cómo la misión de la Iglesia se convierte en signo de esperanza para la humanidad."La esperanza viene de adentro, viene del encuentro con el Señor, que es el motivo de la esperanza. Y esa esperanza que me viene de adentro, yo la comunico, yo la vivo, yo la experimento y la relaciono con todo lo que está a mi alrededor", expresa el presbítero.Durante el diálogo, el padre Samir recuerda la urgencia de salir de la autoreferencialidad para poder llevar a cabo esa misión. Además, realiza un recorrido por el sentido de la misión desde el magisterio pontificio, comparte las que para él deberían ser las características centrales de un verdadero misionero, recuerda cuál es la verdadera misión del bautizado y a quién le pertenece esa misión. Asimismo hace énfasis en la necesidad de fortalecer la comunión eclesial en Colombia y valorar la herencia misionera que se tiene. "La esperanza no es quedarme estático esperando, no es una esperanza pasiva. La esperanza es un movimiento siempre hacia afuera: Comunicar, dar testimonio, ser testigo. Los pies son característica del misionero. El Papa Francisco nos insiste en eso "Salgan, prefiero una Iglesia accidentada, herida por salir a la calle, que una Iglesia enferma por estar encerrada"".Para conocer los detalles, vea el episodio a continuación: 

Vie 28 Feb 2025

"Sin comunión no hay misión”: Pbro. Samir García, director del Centro Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia

Misioneros de la Consolata, Conferencia Episcopal de Colombia y Obras Misionales Pontificias unen fuerzas para revitalizar la evangelización en el país y el mundo desde la perspectiva de la comunión.Bajo el propósito de fortalecer la animación misionera en las Iglesias particulares e impulsar la colaboración entre comunidades religiosas, el padre Samir de Jesús García Valencia, director del Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia y de las Obras Misionales Pontificias (OMP), participó en un conversatorio organizado por los Misioneros de la Consolata en su sede regional de Bogotá.El encuentro, enmarcado dentro del plan de trabajo evangelizador de esta comunidad religiosa, permitió reflexionar sobre los desafíos actuales de la misión ad gentes y el papel fundamental de la comunión eclesial en la labor evangelizadora. Durante su intervención, el padre Samir García enfatizó la importancia de la colaboración entre los Institutos de Vida Religiosa dedicados a la misión y las OMP, subrayando que “sin comunión, no hay misión”.El diálogo abordó temas clave como la necesidad de revitalizar la conciencia misionera, la formación de agentes de pastoral con una mirada universal y la urgencia de responder con audacia a los signos de los tiempos. Se destacó la riqueza de la diversidad carismática en la Iglesia y la necesidad de trabajar juntos para que el anuncio del Evangelio llegue a todos los rincones del mundo.Este conversatorio también sirvió como espacio para compartir experiencias, identificar desafíos y proyectar acciones concretas que fortalezcan la animación misionera en las Iglesias particulares. La presencia del padre García permitió reafirmar el compromiso de la Conferencia Episcopal de Colombia y de las OMP en la promoción de una Iglesia en salida, que responda con fidelidad a su vocación misionera.Los Misioneros de la Consolata, organizadores del evento, reiteraron su compromiso con la evangelización y la comunión misionera, resaltando la importancia de seguir generando espacios de formación y reflexión que impulsen la labor misionera en el país.

Vie 18 Oct 2024

¡Vayan e inviten a todos al banquete!

Por Pbro. Samir de Jesús García Valencia - Ha llegado la hora de celebrar en todas las 78 jurisdicciones eclesiásticas de la Iglesia en Colombia, el OCTUBRE MISIONERO 2024. Gracias al Papa Pío XI, quien dio un impulso especialísimo al ser y quehacer eclesial que es LA MISIÓN y LAS MISIONES.Desde el año 1926 la Iglesia, presente en todos los continentes, lleva a cabo este significativo acontecimiento en el décimo mes de cada año. Es una oportunidad para recordar nuestro compromiso misionero, especialmente Ad Gentes, como lo indicó el Señor Resucitado: “Vayan al mundo entero y anuncien el Evangelio” (Mc 16, 15).El 28 de febrero de 1926 el Papa Pío XI recordaba a la Iglesia universal su sentido fundamental al indicar que la Iglesia no tiene otra razón de ser sino la de hacer partícipes a todos los hombres de la redención salvadora, extendiendo por todo el mundo el reino de Cristo (Cf. Encíclica Rerum Ecclesiae, 2). Y, en este contexto, un rescripto de la Sagrada Congregación de Ritos, firmada por el Prefecto Cardenal Vicco, con fecha del 14 de abril de 1926, fue el acta de fundación del DOMUND (Domingo Mundial de las Misiones), que se convirtió en el día más importante del mes misionero para unirnos como familia universal y contribuir con nuestras oraciones, sacrificios y ofrendas para apoyar LA MISIÓN que el Señor ha confiado a toda la comunidad de bautizados.En este sentido, el Santo Padre Francisco en el mensaje para la XCVIII Jornada Mundial de las Misiones de este año 2024, inspirado en la parábola evangélica del banquete nupcial, Mt 22, 1-14, titulado “Vayan e inviten a todos al banquete” (Cf. v. 9), también nos dice:“La misión universal requiere el compromiso de todos. Por eso es necesario continuar el camino hacia una Iglesia al servicio del Evangelio completamente sinodal-misionera. La sinodalidad es de por sí misionera y, viceversa, la misión es siempre sinodal. Por tanto, una estrecha cooperación misionera resulta hoy aún más urgente y necesaria en la Iglesia universal, así como en las Iglesias particulares. Siguiendo la línea del Concilio Vaticano II y de mis predecesores, recomiendo a todas las diócesis del mundo el servicio de las Obras Misionales Pontificias, que son los medios primarios para «infundir en los católicos, desde la infancia, el sentido verdaderamente universal y misionero, y de recoger eficazmente los subsidios para bien de todas las misiones, según las necesidades de cada una» (Decr. Ad Gentes, 38). Por esta razón, las colectas de la Jornada Mundial de las Misiones, en todas las Iglesias locales, están enteramente destinadas al Fondo Universal de Solidaridad que la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe distribuye después, en nombre del Papa, para las necesidades de todas las misiones de la Iglesia. Pidamos al Señor que nos guíe y nos ayude a ser una Iglesia más sinodal y más misionera”. (Mensaje del Santo Padre Francisco para la XCVIII Jornada Mundial de las Misiones 2024).Qué bueno, entonces, que todos los bautizados presentes en la Iglesia que peregrina en Colombia, podamos aprovechar esta ocasión tan especial del Octubre Misionero para animar, fortalecer y continuar formándonos en la conciencia universal de LA MISIÓN. Nuestras oraciones, sacrificios y ofrenda económica serán un gesto concreto, afectivo y efectivo, para seguir respondiendo generosamente a la invitación de Cristo de ir al mundo entero y anunciar el Evangelio (Mc 16,15).Durante la celebración del XIII Congreso Nacional Misionero, Gran Congreso Centenario, en el pasado mes de julio, en Bogotá, todos los que estábamos allí presentes y quienes se unían a través de la virtualidad entonábamos con fuerza el lema del Congreso: En la Iglesia misionera, ¡COLOMBIA DE PRIMERA! Este lema no era solo un grito folclórico, fue el impulso del Espíritu Santo que invitaba a la Iglesia en Colombia a continuar comprometiéndose generosamente con la tarea misionera encomendada por Cristo Resucitado.Es preciso, entonces, que retomemos, con pasión y decisión, lo que la Iglesia Universal nos pide: estar en salida misionera con la especificidad de buscar a quienes no conocen a Cristo aquí, allí y allá. Iglesia de Colombia: ¡Este es tu momento! ¡El kairós de la misión ad gentes! Iglesia de Colombia: ¡El mundo católico espera mucho de ti! ¡Iglesia de Colombia: eres la única en el concierto Latinoamericano y del Caribe, en donde las Sandalias del Pescador de Galilea, representado en sus Vicarios, ha pisado tus suelos: ¡San Paulo VI, San Juan Pablo II y Francisco! ¡Que resuenen nuevamente entre nosotros sus mensajes de compromiso misionero! (cf. Homilía del Excmo. Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, durante la Celebración del XIII Congreso Nacional Misionero, Bogotá, 6 de julio de 2024).Vivamos entonces este Octubre Misionero 2024 dejándonos impulsar por la fuerza del Espíritu Santo que renueva continuamente la Iglesia y muestra siempre los nuevos caminos de LA MISIÓN. Iglesia en Colombia tu vocación es MISIÓN.Pbro. Samir García ValenciaDirector del Centro Nacional Misionero CECDirector Nacional OMP de Colombia

Mié 16 Oct 2024

Canonización del beato José Allamano

Por P. Carlos Alberto Zuluaga Benjumea, IMC - El próximo 20 de octubre de 2024 tendrá lugar en la Plaza de San Pedro en Roma, en el marco de la Jornada Mundial de Las Misiones (DOMUND), un acontecimiento extraordinario para la Iglesia Católica, especialmente para los Misioneros y las Misioneras de la Consolata. También porque entre varios beatos que serán proclamados santos por el Papa Francisco se encuentra uno que sin haber estado nunca en misiones, es más misionero que muchos, pues es el Padre Fundador de los Misioneros y Misioneras de la Consolata.Giuseppe Allamano nació en Castel Nuovo D’Asti el 21 de enero de 1851. Desde niño, gracias a la piedad de sus padres Giuseppe Allamano y María Cafasso y a los lazos de parentesco con un tío que será santo, José Cafasso, mostró inclinación hacia la vida sacerdotal y entendiendo, ya desde temprana edad, lo que dirá luego a sus aspirantes que: “El Señor me llama hoy y no sé si me llamará mañana”, ingresó al Colegio de Don Bosco, que era también su paisano. Sin embargo, también por designio divino, no se quedó allí, sino que pasó al seminario diocesano donde fue ordenado sacerdote a la edad de 22 años, después de pasar todas las etapas de formación.Un personaje que lo marcó profundamente fue el Cardenal Guglielmo Massaia con la narración de sus experiencias misioneras en Etiopía. Esa especie de fijación que se creó en él, lo llevó a pensar en la necesidad de compartir la exagerada abundancia de clero de la Diócesis de Turín con las gentes del África, tan necesitadas del anuncio del mensaje de Jesucristo.Poco a poco fue contagiando con su entusiasmo, acompañado de mucha oración a los pies de La Consolata, patrona de Turín, en cuyo Santuario pasó muchos años como Rector, a compañeros del Clero diocesano hasta llegar a dar origen a una comunidad de Misioneros en 1901 y de Misioneras en 1910, destinados a la evangelización en África.La propuesta del carisma por él sentido y vivido, a pesar de que siguió siendo sacerdote diocesano, tuvo una gran acogida y pronto crecieron las dos familias y expandieron su acción misionera a muchos países con presencia en la actualidad en 24 de ellos en cuatro continentes.Inicialmente el carisma fue exclusivamente “Ad gentes”, es decir para los no cristianos; sin embargo, las circunstancias geográficas e históricas junto con las reflexiones de los Capítulos Generales han hecho que la acción evangelizadora de los Misioneros y Misioneras de la Consolata se ejerza también en otras realidades de la vida moderna aparentemente ya evangelizadas: las periferias urbanas, la juventud, las minorías étnicas, la justicia y la paz, el cuidado de la creación, el perdón y la reconciliación, etc.Entre los muchos contenidos de la doctrina del Santo Fundador José Allamano que quiere a sus Misioneros eucarísticos, marianos y papalinos hay dos fundamentales expresados así: “Los quiero primero santos y después misioneros” y la otra refiriéndose a la acción misionera y su efecto en los evangelizados: “Amarán una religión que además de hacerlos más felices en esta vida les prometa la vida eterna”. Eso es lo que tratan de vivir y hacer actualmente los Misioneros y Misioneras de la Consolata presentes en Colombia desde el 12 de diciembre de 1947.*Artículo de autoría conjunta / Misioneros y Misioneras de la Consolata

Vie 11 Oct 2024

El poder de lo ordinario para salir en misión

Por Mons. Hugo Alberto Torres Marín - En la misa de clausura del XIII Congreso Nacional Misionero 2024, el cardenal Tagle resaltaba el “poder que los encuentros y acontecimientos humanos ordinarios tienen para entregar la Buena Nueva de Jesús”. Este principio lo reforzó con una anécdota simple. Le saluda una chica y él le pregunta si era religiosa, y ante el no, le dijo “todavía no”. Estas palabras desencadenaron la inquietud vocacional de la chica y como consecuencia ingresa a una comunidad de Benedictinas. El gran misionero San Pablo sí que aprovecha los acontecimientos ordinarios de su confrontada vida para entregar a Cristo y mantenerse en salida misionera, pide a los Colosenses que oren por él para que en la cárcel pueda “aprovechar toda ocasión para entregar el anuncio como es debido” y les recomienda que “no desaprovechen las ocasiones y lo hagan con un lenguaje agradable, sazonado con sal” (Col 4,4.6).El Papa Francisco, con su estilo pastoral y en su magisterio, es reiterativo al pedir a los agentes de la evangelización, todos los bautizados y, de modo especial, a los consagrados, que aprovechen todas las oportunidades y maneras de relacionamiento para salir de sí mismos al encuentro solidario con los otros para entregar el Evangelio, superando los miedos, los círculos cerrados, las relaciones impersonales a veces favorecidas por las tecnologías (EG 87).Reconoce el Papa que salir a la entrega del Evangelio en la cotidianidad de la vida diaria es siempre un riesgo; la presencia del otro con sus realidades, vivencias y necesidades, siempre interpela, pero a la vez contagia permitiendo experimentar la fuerza renovadora del encuentro interpersonal, este encuentro cuando es “sazonado con sal”, genera como el mismo lo expresa “la revolución de la ternura” (EG 88).El Octubre Misionero 2024 es un llamado “a ir e invitar a todos al banquete” (Mt 22,9) y para logarlo sí que hace falta recuperar el “Espíritu” que llama, unge y envía a la salida misionera. Esta salida no precisa tanto elaborar grandes parafernalias misioneras, pero sí recuperar la disponibilidad, la alegría, la creatividad y sagacidad para aprovechar los momentos ordinarios para la misión, para el encuentro personal con el Evangelio y para ser puente que facilita a otros, el encuentro transformador.Lo decía esta semana una de las madres participantes en la segunda sesión del Sínodo de la Sinodalidad: “El bautizado como el ministro ordenado, vive y confirma el bautismo para ser enviado a la misión, preocupa que muchos consagrados no viven el envío sino el contrato”. Qué peligro que las estructuras, las posiciones, las órdenes recibidas (obispo, presbítero, diácono, consagrado), los convenios para servicios misioneros, terminen obstaculizando la fuerza del envío recibido.Este mes misionero es una bella ocasión para hacer que las acciones misioneras ordinarias faciliten encuentros extraordinarios.+Hugo A. Torres MarínArzobispo de Santa Fe de Antioquia

Vie 4 Oct 2024

La importancia de la familia, a propósito del mes de las misiones

Por Mons. Félix Ramírez Barajas - “La familia está llamada a ser una comunidad misionera, que anuncia el Evangelio y testimonia el amor de Dios” (Familiaris Consortio n. 53)La Iglesia, que es misionera por naturaleza, acoge a cada familia y en ella a sus miembros que, como bautizados también reciben la fe y se unen estrechamente a la misión evangelizadora de la Iglesia. Acogiendo la Palabra de Dios y haciéndola vida en el seno de la familia, está llamada a formar en los valores del Reino como fundamental tarea de su acción misionera.1. En este mes caracterizado por el esfuerzo misionero, la familia aparece como protagonista, en virtud de su vocación cristiana, se esfuerza por ser defensora de la vida en contra de tantas amenazas desde el vientre materno, la familia creyente es y debe ser defensora de este don inestimable. “La familia está llamada a ser un lugar de acogida y defensa de la vida” (Amoris Laetitia, n. 44) y a rodear el ambiente familiar siendo consciente de la dignidad de la persona. En la familia la acción misionera en favor de la vida ha de ser una bandera que se lleva en la mente y en el corazón para gritar al mundo que la vida es don de Dios.2. También en este mes misionero, la familia ha de recordar el compromiso por el valor de la verdad, en contra de tanta falsedad y engaño del mundo moderno, con una preocupación desde la fe para conocer más a Cristo Camino, Verdad y Vida, solo desde este principio la familia puede también ser misionera, pues la verdad desde Cristo la lleva a poder dialogar entre las generaciones (adultos, jóvenes y niños) y lograr así verdaderos consensos que lleven a la unidad familiar. “La familia es un lugar privilegiado para la formación en la verdad y la virtud” (Veritatis Splendor, n. 101).3. La familia es escuela de amor y caridad, pues es, en el seno del hogar, donde los niños y jóvenes adquieren conocimiento y entrenamiento en este valor fundamental que proyecta a la familia a la caridad con los más necesitados y en general al amor al prójimo. “La familia es un sujeto misionero, llamado a evangelizar y a testimoniar el amor y la caridad” (Amoris Laetitia n. 88). Esta fuerza del amor en familia es, en definitiva, lo que dispone al perdón y a la reconciliación, muchas veces sanando heridas aun generacionales y de toda índole para buscar la armonía entre sus miembros y ad extra con las demás personas con las cuales se interactúa. El amor y la caridad, en todo caso, dispone a la familia a la apertura a la acción del Espíritu Santo quien es el protagonista de la misión, y se convierte así en testigo de la fe y la esperanza, en medio de un mundo donde se necesita testigos creíbles, para que el Evangelio llegue, como nos recuerda el Papa Francisco, a todas las periferias y sobre todo, a las existenciales, donde falta el amor, la paz, la verdad, la justicia y la vida y pueda sanar y redimir al ser humano desde su condición de pecado y lograr integrarlo a la dignidad bautismal de hijo de Dios.4. Su compromiso social también se extiende a la vivencia del valor de la justicia, en contra de tantas situaciones injustas y estructuras de corrupción en la sociedad. La familia mediante la práctica de la justicia está llamada a educar a las nuevas generaciones en esta acción misionera, que le ayuda a responder a la invitación del Evangelio a ser buenos administradores de los bienes que el mismo Señor pone en las manos de los padres y madres de familia, en primer lugar, confiándoles la vida y también la misión de educar en los valores fundamentales a sus hijos. San Juan Pablo II recordaba que la “Familia es el lugar privilegiado para la formación en la justicia y la solidaridad” (Jornada mundial de las familias 2018).5. A la familia cristiana se le pide también el aporte efectivo en la construcción de la paz, esta acción misionera es y debe ser permanente, “Cristo es nuestra Paz”, la familia en el desarrollo de esta tarea busca desarmar el corazón de toda clase de violencia, odios y rencores, incoherencias e infidelidades y se dispone para que cada uno de sus miembros, pueda ser instrumento de paz, revisando las maneras de ser y actuar y mediante la corrección fraterna, como acción evangélica, pueda generar espacios donde se propicien relaciones muy justas que lleven a la vivencia de la paz: “la familia es la fuente de toda fraternidad, y por eso es también el fundamento y el camino primordial para la paz, pues, por vocación, debería contagiar al mundo con su amor” (Mensaje 47 Jornada Mundial de la Paz 2014).6. La vida sacramental en la familia que comienza por la preocupación en la iniciación cristiana y en los demás sacramentos que garantizan en la familia la búsqueda de la santidad. “La familia es una comunidad sacramental, llamada a vivir la vida de gracia y de amor” (Familiaris Consortio n. 11) En este mes de las misiones estamos todos convocados a renovar nuestra tarea evangelizadora dentro de cada familia. Que especialmente la reconciliación y la Eucaristía defiendan a la familia de todo mal y les conceda vivir la alegría de ser discípulos misioneros. María madre y reina de las misiones guie, acompañe y proteja a cada una de las familias.Mons. Félix Ramírez BarajasObispo de Málaga-SoatáComisión Episcopal de Matrimonio y Familia