Mié 27 Mar 2019
Desafíos para seguir una acción misionera en la Iglesia
Al inicio del Encuentro Nacional ‘Bautizados y enviados’, que lleva por lema: "La acción misionera dentro del proceso evangelizador", monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, obispo de la diócesis de San José del Guaviare, explicó algunas claves para identificar los momentos de la misión y lo que ella conlleva.
“La misión tiene dos grandes objetivos: generar el inicio de la fe o resucitar la fe que se ha perdido; segundo propiciar el inicio de la conversión o resucitar esa conversión que por el alejamiento de Cristo se nos perdió. Así entonces, la función de la comunidad y del individuo está en dar testimonio de amor y alegría, un amor como caridad. La caridad tiene un detalle que le es propio. La caridad es amar como Dios ama, amar porque Dios ama y amar cuanto Dios ama”, expresó el prelado.
Enfatizó, además, en los desafíos a seguir para que una acción misionera sea real, funcione en las personas y en las comunidades: ser testimonio de caridad, acogedor y buscar el anuncio explícito del Evangelio.
Al referirse a esta primera, señaló que el individuo y la comunidad siempre deben dar testimonio de una caridad que convenza a los demás, “una comunidad alegre es una comunidad que atrae (…) Los grandes convertidos han descubierto un gozo y una alegría que jamás sintieron”.
“La alegría no es solamente la euforia, ese sentimiento psicológico que produce el estar satisfecho por algo. No, es algo que procede de tener a Cristo dentro y de tener su Espíritu funcionando en nosotros”.
En segundo lugar, destacó que un buen cristiano siempre ha de ser acogedor y contagiar esta euforia a los demás. “Muchas personas al ver el testimonio de las comunidades se acercan a preguntar por qué viven de esta manera, entonces una comunidad acogedora lo recibe, le resuelve sus interrogantes, lo acompaña para que en algún momento este también pueda dar el paso de la fe”.
Por último, se refirió a la función que cumple el anuncio explícito del Evangelio. “Decirle a la gente que el motivo de su alegría es Jesús de Nazaret que entra en nuestro corazón. Ese anuncio explícito ha de provocar en nosotros esa fe y esa conversión que son el inicio de la Evangelización (…) La Evangelización es una etapa muy larga que no termina en la Iglesia, pero tiene un comienzo que se llama misión”.
Afirmó que su intervención ante los más de 200 participantes a este evento, se centraría en mostrar la conversión de San Agustín como modelo a seguir en esta época tan compleja para todos. “Porque este hombre es el modelo ordinario de la conversión, una conversión que tiene un proceso largo y lento, donde la comunidad y los ministros intervienen, pero de modo firme este personaje va asumiendo la fe y se va convirtiendo en un hombre nuevo”.
Al finalizar su entrevista, recordó que el Mes Misionero Extraordinario convocado por el Papa para 2019, será un momento donde todos acojan la invitación hecha por el Pontífice “ser una Iglesia en salida” que acompañe a la gente, “una Iglesia que misiona permanentemente a sus fieles, a callejear la fe; es decir, hacer concreto lo que desde el comienzo de la Iglesia se nos está pidiendo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio.
Este encuentro coordinado por la Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Centro Pastoral para la Evangelización, se adelanta en Bogotá y se extenderá hasta el próximo jueves 27 de marzo.
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