Pasar al contenido principal

Actualidad

Mié 18 Jun 2025

La religiosa colombiana Inés Arango, defensora de la Amazonía y de los indígenas, avanza hacia los altares

El pasado 22 de mayo, el papa León XIV firmó el decreto que autoriza iniciar el proceso que conducirá a la beatificación de la religiosa colombiana Inés Arango Velásquez, Terciaria Capuchina de la Sagrada Familia. Se trata de un hecho histórico para la Iglesia en Colombia; su muerte representa la fe audaz de una generación de misioneros que entregaron su vida por los más pobres y olvidados. El Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia comparte un minidocumental que narra algunos de los hechos más representativos de este testimonio, que se anticipó al llamado del papa Francisco en Laudato Si'.La hermana Inés, conocida como‘María Nieves de Medellín’, fue asesinada el21 de julio de 1987en la selva amazónica del Ecuador, junto al obispo españolAlejandro Labaka, por miembros de la tributagaeri, un pueblo indígena amenazado por la explotación petrolera.En la casa de la congregación en Bogotá (Provincia Madre del Buen Pastor), la hermana Lilia Barrera, superiora, explica lo que ha significado esta noticia para ellas y recuerda algunas de las virtudes de la hermana Inés:“Para nosotros ha sido una alegría, una sorpresa. Siempre fue una mujer sencilla, humilde, que quiso estar con los más olvidados, con los últimos, con los más vulnerables. Eso es parte de nuestro carisma: estar con ellos. ¿Qué nos está diciendo Dios con estas experiencias? Es un compromiso que debe ser permanente”.Una familia de fe y vocación misioneraInés nació enMedellín el 6 de abril de 1937, en el seno de una familia profundamente católica. Fue la penúltima de12 hermanos, dos de los cuales también se consagraron como terciarias capuchinas:Fabiola (97 años)yCecilia (90 años), esta última vive en Bogotá y aún aporta mucho a su comunidad llevando labores de contabilidad.También en su familia ha habido varios sacerdotes, principalmente franciscanos. Uno de ellos, fue monseñor José de Jesús Arango Velásquez, quien ejerció como primer Prefecto Apostólico de Guapi (1954 – 1970). Según lo narra el Vicariato, allí, monseñor Arango llevó con alegría, entrega y optimismo “el mensaje de paz y bien a negros, mestizos e indígenas, desde los límites del Naya y Yurumangui en el rio Micay, hasta el sur occidente del municipio de guapi, límites con Nariño”.Pocos días después de recibir esta noticia, también visitamos en el Colegio María Inmaculada de Bogotá a la hermana Cecilia. Así recordó la vocación de su hermana Inés, ahora venerable:“La vocación misionera de Inés surgió desde niña. Como mi hermana mayor era capuchina, seguimos su ejemplo. Inés, desde chiquita, decía que quería ser misionera...En octubre, que es el mes de las misiones, con sus alumnas, salía a la calle y hacía retenes para recoger dinero, para mandar para las misiones. Todo el tiempo fue trabajando por las misiones hasta que logró llegar allá”.La misión en la Amazonía: Entrega de amor, entrega de vidaInés tomó los hábitos a los 17 años de edad. Durante mucho tiempo dictó clases en diversas escuelas de los departamentos del Tolima, Córdoba y Antioquia.En 1977, finalmente, su sueño se hizo realidad: la religiosa llegó a la selva ecuatoriana para evangelizar a loshuaorani, un pueblo indígena aislado. Junto a monseñor Labaka, trabajó durante10 añosen labores de alfabetización, defensa de derechos y promoción cultural.Observando un álbum de fotos con algunos recuerdos de su misión recolectados durante todos estos años por la congregación, la hermana Lilia Barrera destaca su alegría y libertad al estar allí:“Siempre la verás muy sonriente. Lo que le hacía brillar los ojos era estar con ellos. Fue una mujer libre, pero también obediente. Soñaba con ser misionera, pero estuvo 21 años en la educación. Cuando Dios le abrió el camino, lo abrazó con pasión”.La religiosa colombiana y el obispo capuchino decidieron ir al encuentro de los tagaeri, otro grupo indígena de la zona, hasta el momento no contactado. Sabían del riesgo que podían correr, pero decidieron tomarlo; querían acercarse para acompañar, evangelizar y mediar para evitar un posible conflicto mayor entre los nativos y los petroleros que invadían su territorio.El6 de julio de 1987, los misioneros partieron desdela ciudad de Cocahacia la zona del ríoTiguino, donde se sabía que los tagaeri estaban desplazándose. Llevaban pocas provisiones y algunos regalos, como señal de paz. El20 de julio llegaron cerca de un campamento tagaeri. Pasaron la noche en hamacas, rezando y preparándose para el encuentro.Al amanecer del 21 de julio, los tagaeri rodearon a la hermana Inés y monseñor Labaka, salieron con las manos en alto, mostrando que no llevaban armas, pero el uso de un helicóptero vinculado a una empresa petrolera para tal desplazamiento habría provocado la confusión y posterior agresión por parte de la tribu. Atacaron primero a monseñor Labaka. Cuentan que, al intentar socorrerlo, la religiosa terminó también perdiendo la vida.Su cuerpo fue traspasado por cuatro lanzas que miden 3 metros y medio. Una de ellas, reposa en la capilla de la casa provincial de su congregación en Bogotá y otra en el convento de Medellín, donde han construido un museo en su memoria.Tres días después sus cuerpos fueron hallados por un grupo de misioneros y militares. Los enterraron enCoca, donde hoy son recordados como mártires de la selva. Ceciliarelata el dolor de la pérdida de su hermana:“Fue un doble martirio: ver cómo mataron a monseñor y luego a ella. Para nosotros fue muy duro. Yo estuve en el entierro… los cadáveres estaban muy lastimados”.Un testimonio que inspira vocaciones y defensa de la AmazoníaSu legado sigue vivo. En Ecuador, cada mes de julio se realizan marchas en memoria de ambos misioneros, exigiendo protección para la Amazonía y sus pueblos.La hermana Liliaseñala:“El movimiento alrededor de ellos ha logrado reducir la tala y cuidar más la reserva. Socialmente, su lucha sigue vigente”.En vida, Inés inspiró vocaciones, como la dehermana Emperatriz Morocho, quien conoció a la religiosa en su colegio:“Ella nos decía: ‘¿Por qué no hay misioneras ecuatorianas en su propio país?’. Su ejemplo fue una luz para mí. Me escribía cada mes, animándome. Era una mujer feliz, que amaba la misión y encontraba a Jesús en los más pobres”.Tras ofrecer su vida, la congregación también espera que este este reconocimiento sobre la hermana Inés, se convierta en semilla de vocaciones para el mundo; para que muchos otros puedan decir sí a Cristo, anunciando el Evangelio y permaneciendo cerca de los más necesitados.“Yo creo que en este momento en la Iglesia necesita de personas que se entreguen a los demás en la misión, donde estén religiosos, laicos o incluso que no estén muy con la Iglesia. Se den cuenta de la necesidad de personas que se entreguen a los demás”, expresa la hermana Cecilia.Hacia la beatificación: Un llamado a la entrega radicalCon este decreto, la Iglesia reconoce las virtudes heroicas de la hermana Inés. Mientras avanza el proceso de beatificación, su historia sigue interpelando a la Iglesia y al mundo sobre laecología integral, lajusticia socialy elamor radical por los más vulnerables. La hermana Liliareflexiona: “Como María al pie de la cruz, Inés vivió un dolor profundo, pero con la paz de quien entrega todo por amor. Hoy nos invita a seguir su camino”.Un testimonio que se anticipó a Laudato Si'La vida y muerte de la hermana Inés cobran especial relevancia a la luz de laencíclica Laudato Si'del Papa Francisco. Tres décadas antes de que el Pontífice alertara sobre el "grito de la tierra y el grito de los pobres" (LS 49), esta misionera ya encarnaba esaecología integralque une la defensa de los pueblos originarios con el cuidado de la Casa Común. Su opción por vivir entre los huaorani - renunciando a seguridades y aprendiendo su lengua - refleja ese "diálogo de saberes" que hoy propone la Iglesia (LS 138), mientras su muerte se convierte en profecía contra un modelo de desarrollo que sacrifica culturas y ecosistemas. Como señala el numeral 16 de la encíclica: "los más frágiles son doblemente perjudicados", realidad que la hermana Inés denunció con su vida y selló con su sangre.Más de un siglo en Colombia: la huella capuchina que transforma fronteras de exclusiónLas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, fundadas en España durante el pontificado del Papa León XIII hacen presencia en Colombia desde 1905. Desarrollan su misión apostólica desde la pastoral educativa, de salud, programas de acogida; y diferentes obras eclesiales y sociales en favor de la promoción de la mujer, de los migrantes, la justicia, la paz y, por supuesto, la salvaguarda de la creación.Unos años después de la llegada de las primeras misioneras a Puerto Colombia, se establecieron en la Alta Guajira; en los internados de Aremasain (1910) y de Nazaret (1914). Este último es un hogar ancestral de los niños wayuu, ubicado en el corregimiento que lleva su mismo nombre, aún es regentado por las capuchinas. Con el apoyo de la Diócesis de Riohacha, su misión se convierte en signo de esperanza para cientos de niños que habitan Uribia, la capital indígena de Colombia, que aún hoy, en medio de la pobreza y las limitaciones, pareciera ser “la tierra del olvido”.Vea la pieza audiovisual a continuación:

Mié 18 Jun 2025

Obras Misionales Pontificias de Colombia acompaña la formación misionera en Panamá

En el marco del Primer Encuentro Nacional de la Pontificia Unión Misional (PUM), que se desarrolla del 17 al 19 de junio en Panamá, las Obras Misionales Pontificias (OMP) de Colombia se suman activamente a una serie de jornadas formativas dirigidas a obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas y animadores de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM). El objetivo de este espacio es claro: revitalizar el compromiso misionero y renovar el ardor evangelizador de la Iglesia local.El padre Samir de Jesús García Valencia, Director Nacional de las OMP de Colombia y Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal de Misiones, participa como expositor principal, aportando su experiencia y visión pastoral a este proceso formativo. Su presencia refleja el espíritu de comunión misionera entre las Iglesias del continente y refuerza el papel de la PUM como alma y dinamismo de toda acción evangelizadora.El itinerario de formación se extiende por tres diócesis panameñas:•17 de junio: Diócesis de Chitré – Capilla Nuestra Señora del Carmen, en Los Canelos.•18 de junio: Diócesis de Penonomé – Comunidad Cristo Sembrador.•19 de junio: Arquidiócesis de Panamá – Casa Monte Alverna.Las jornadas proponen una espiritualidad misionera con enfoque sinodal, subrayando que la misión no es un apéndice de la pastoral, sino su núcleo esencial. A través de dinámicas formativas y momentos de oración, se anima a los participantes a redescubrir la identidad de la PUM como fuerza interior que anima, une y proyecta la misión de la Iglesia en todos sus ámbitos.Desde Panamá, OMP Colombia celebra la oportunidad de fortalecer los procesos formativos misioneros y reafirma su compromiso con una Iglesia en salida, donde cada bautizado asuma con alegría, profundidad y convicción su vocación evangelizadora.

Lun 16 Jun 2025

Desarmar la palabra y rechazar la violencia: acuerdo asumido por los representantes de los poderes del Estado colombiano durante encuentro convocado por la Iglesia

En medio de un ambiente “de profundas tensiones, contradicciones y transformaciones” y como signo histórico, doce altos representantes de las instituciones del Estado colombiano se comprometieron a desarmar la palabra y a rechazar la violencia; pidieron al país acoger esta misma invitación. El acuerdo se suscribió en la Curia Arquidiócesis de Bogotá, durante un encuentro convocado por la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia. En torno a una mesa redonda y en medio de un ambiente de escucha y diálogo, tranquilo y respetuoso, doce representantes de los organismos estatales compartieron un almuerzo y se pusieron de acuerdo para firmar un compromiso urgente para el país:“En un contexto mundial, nacional y local, de profundas tensiones, contradicciones y transformaciones, como ciudadanos, servidores y representantes de las Instituciones del Estado Colombiano, nos comprometemos juntos e invitamos a todo el país a escucharnos, valorarnos y respetarnos en hermanad; a desarmar y armonizar la palabra; y a rechazar todo tipo de violencia, como forma de resolver los conflictos políticos y sociales.Elevamos una oración por la vida de Miguel Uribe Turbay, y por quienes en todos los rincones de nuestros territorios sufren hoy a causa de la violencia. Acompañamos a sus familias en este momento de dolor.Llamamos a mantener viva la esperanza en nuestro país e invitamos a que este tipo de encuentros se repliquen en los espacios donde sea necesario”.Los anfitriones del encuentro fueron el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, vicepresidente Conferencia Episcopal, monseñor German Medina Acosta, secretario general Conferencia Episcopal y el padre Hermann Rodríguez Osorio S.J., provincial de la Compañía de Jesús y representante de la Conferencia de Religiosos de Colombia.Como signo especial de fe, los representantes de la Iglesia entregaron a cada uno de los participantes un escapulario con la Cruz Tau y una estampa de la oración por la paz de San Francisco de Asís, que rezaron juntos al finalizar el almuerzo.Tras el encuentro, el cardenal Luis José y los miembros de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal ofrecieron una rueda de prensa. Los acompañó el Delegado para las Relaciones Iglesia-Estado, monseñor Héctor Fabio Henao. Véala a continuación:

Sáb 14 Jun 2025

El Papa León XIV designa Vicario Apostólico para Guapi: Pbro. Alfonso García López

El Papa León XIV designó al padre Alfonso García López, sacerdote de la Diócesis de Istmina–Tadó, como nuevo Vicario Apostólico de Guapi (Cauca). Su nombramiento se da tras una trayectoria de 27 años de servicio pastoral en diversas comunidades del sur del departamento del Chocó, experiencia en formación sacerdotal y una destacada trayectoria académica en diversas áreas teológicas y administrativas.El padre Alfonso García, nacido el 23 de febrero de 1971, fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998 por el entonces obispo de Istmina-Tadó, monseñor Alonso Llano Ruíz. Cursó sus estudios básicos en el Seminario Menor de Istmina y los superiores en el Seminario Mayor San Pío X de la misma diócesis.Su formación incluye una licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa (Universidad Católica de Oriente, 2000), una especialización en Pedagogía y Didáctica (2002), una especialización teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el Instituto Teológico-Pastoral para América Latina (2005), una maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales (Universidad Phoenix, EE. UU., 2011) y una especialización en Estudios Bíblicos (Universidad Uniclaretiana, 2012).En su labor pastoral, se ha desempeñado como párroco en varias comunidades la Diócesis de Istmina-Tadó, entre ellas, Santa Rita de Casia (Río Iró), San Roque (Juradó) e Inmaculado Corazón de María (Bahía Cupica). También ejecutó roles formativos: rector y vice-rector del Seminario Mayor San Pío X (2002-2003; 2006-2008), y responsable de Pastoral Universitaria (2009-2010). Fue párroco de la Catedral San Pablo Apóstol (2011-2018) y, recientemente, de la parroquia Espíritu Santo (2024).Desde 2018 hasta la actualidad, ejerció como vicario general, exorcista, moderador de la curia y delegado de Pastoral Sacerdotal en su diócesis.El Vicariato Apostólico de Guapi es una jurisdicción eclesiástica con amplia presencia de comunidades afrocolombianas e indígenas, así como con múltiples desafíos sociales vinculados al conflicto armado y la pobreza. La nueva misión episcopal encomendada por el Papa León XIV al padre García López, con amplia experiencia en zonas de difícil acceso y formación en gestión, podría representar un importante signo de esperanza para el fortalecimiento de la labor pastoral de la Iglesia Católica en esta zona del país.BiografíaEl padre Alfonso García López nació en Juradó (Chocó) el 23 de febrero de 1971.Fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998, por S.E. Mons. Alonso Llano Ruíz, entonces Obispo de Istmina - Tadó.Cursó sus estudios de bachillerato en el Seminario Menor de Istmina, posteriormente filosofía y teología en el Seminario Mayor San Pío X de la Diócesis de Istmina – Tadó.Obtuvo la Licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa en la Universidad Católica de Oriente - Rionegro, Antioquia - (2000); en el 2002 realizó la Especialización en Pedagogía y Didáctica de la misma Universidad; en el 2011 la Maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales con la Universidad Phoenix, Arizona (EE. UU) y, en 2012, la Especialización en Estudios Bíblicos ante la Universidad Uniclaretiana.Ha tenido los siguientes encargos pastorales:-Párroco de Santa Rita de Casia, Río Iró (1998 - 2000).-Párroco de San Roque, Juradó (2000 - 2001).-Párroco del Inmaculado Corazón de María, Bahía Cupica, Bahía Solano (2001 – 2002).-Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X y, luego, Rector del mismo (2002 - 2003).-Estudiante de especialización Teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el ITEPAL (2004 – 2005).-Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X (2006 – 2008).-Responsable diocesano de Pastoral Universitaria, Adscrito a la Parroquia de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2009 – 2010).-Párroco de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2011 – 2018).-Vicario General, Exorcista, Moderador de la Curia Diocesana, Delegado de Pastoral Sacerdotal y Formación Permanente del Clero, desde 2018 hasta la fecha.-Párroco de la parroquia Espíritu Santo de Istmina (2024).-El 14 de junio de 2025, el Papa León XIV lo nombra Vicario Apostólico del Vicariato Apostólico de Guapi.

Vie 13 Jun 2025

Catequistas del suroccidente colombiano profundizan en su misión frente a los desafíos actuales

En un ambiente de esperanza y compromiso, y a pesar de las tensiones sociales que se viven actualmente en el Valle del Cauca y el Cauca, 55 catequistas de la región suroccidente del país participaron en el primer Encuentro Regional de Catequistas del año, realizado los días 11 y 12 de junio en la casa de retiros Jesús Antonio Becerra, en la ciudad de Palmira.La jornada, convocada con el objetivo de fortalecer los lazos de comunión entre quienes tienen la misión de transmitir la fe, contó con la presencia de monseñor Rodrigo Gallego, obispo de Palmira, y del padre Francisco León Oquendo, director de Catequesis del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC).Durante el encuentro, los participantes reflexionaron de manera sinodal sobre la aplicación del Directorio para la Catequesis en las prácticas pastorales de las distintas jurisdicciones eclesiásticas de la región, conformada por las provincias eclesiásticas de Cali y Popayán.¿Qué es el Directorio para la Catequesis?El Directorio para la Catequesis, aprobado por el Papa Francisco el 23 de marzo de 2020, continúa la línea de sus predecesores: el Directorio Catequístico General promulgado por Pablo VI en 1971 y el Directorio General para la Catequesis publicado por Juan Pablo II en 1997.Cada uno de estos documentos ha respondido a los desafíos de la catequesis en su respectivo contexto histórico, buscando actualizar el Magisterio de la Iglesia. Entre el primer y el segundo Directorio transcurrieron 26 años, y entre el segundo y el actual, 23. Esta secuencia refleja la necesidad de afrontar la dinámica cambiante de la historia, atendiendo especialmente a los desafíos contemporáneos.El nuevo Directorio pone especial énfasis en dos realidades culturales actuales: el impacto de la cultura digital y la globalización, que exigen una mirada renovada por parte de la Iglesia en su labor evangelizadora.Un llamado a la formación y al compromisoEl Departamento de Catequesis del SPEC ha identificado la necesidad urgente de retomar el estudio y difusión de este documento, tanto para iluminar los procesos formativos como para responder al desconocimiento que aún persiste entre muchos agentes pastorales responsables de la catequesis en las distintas jurisdicciones.Este departamento tiene como misión “promover procesos de iniciación cristiana para fortalecer el discipulado misionero, mediante el diseño de itinerarios formativos de inspiración catecumenal”, una tarea que requiere formación continua, discernimiento comunitario y apertura a los signos de los tiempos.

Vie 13 Jun 2025

"Ninguna causa justa se ratifica a partir de la sangre”: Arzobispo de Popayán llama a la acción y a la unidad ante violencia en el suroccidente de Colombia

A través de un mensaje cargado de dolor pero también de esperanza, el arzobispo de Popayán, monseñor Omar Alberto Sánchez, se pronuncia sobre la grave crisis de orden público que vive el departamento del Cauca y el suroccidente colombiano, donde la escalada de violencia ha dejado víctimas mortales, heridos y comunidades en zozobra.El prelado hace un llamado a "despertar" como sociedad, sin acusaciones, pero con una clara convocatoria a la acción:"No es una voz de acusación, sino una voz que convoca a un despertar de una sociedad que tiene un compromiso pendiente con el futuro", afirmó.Un rechazo claro a la violenciaMonseñor Omar Sánchez es contundente al señalar que la violencia no es el camino: "Ninguna causa justa se ratifica a partir de la sangre. Una causa que tenga que pasar por lo violento y por la sangre es ya una causa muerta". Además, recuerda que el Cauca "está ávido de soluciones" y reafirma el derecho de las comunidades a la paz.Llamado a líderes y sociedad civilEl Arzobispo de Popayán dirige su mensaje a múltiples actores: desde las víctimas y sus familias –especialmente las de las siete personas fallecidas en los recientes hechos– hasta los líderes sociales, gobernantes y educadores, a quienes instó a no rendirse: "Necesitamos afirmarnos en la esperanza y en la necesidad de no quedar derrumbados, sino activos para el futuro".El prelado también pide una "acción humanitaria de alto nivel" y llama la atención sobre la indiferencia:"Si no alzamos la bandera por la vida, cualquier otra bandera parece posible. La bandera de la sociedad civil necesariamente debe ser la vida", enfatiza.Un mensaje para las víctimas: "No están solos"Monseñor Omar Sánchez se dirige directamente a quienes sufren las consecuencias del conflicto: "Siéntanse acompañados, no estamos derrotados en la esperanza". Asegura que, aunque el dolor es profundo, "en este territorio hay capacidad de poder seguir adelante".Vea el mensaje del Arzobispo de Popayán a continuación:

Mar 10 Jun 2025

Arzobispo de Cali pide cese urgente de la violencia en el Valle y Cauca, y presenta propuesta de paz en carta pastoral

A través de un mensaje en video, el arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, pide detener la escalada de violencia que afecta al Valle del Cauca y el Cauca, tras los más de 12 atentados que, en un solo día, se han registrado en esas regiones del país, y que han dejado varias personas muertas, otras heridas y locales destruidos.Bajo el título “Hacia una paz desarmada y desarmante” —el mismo de una carta pastoral enviada por monseñor Rodríguez este 10 de junio a todos los miembros de su arquidiócesis —, el prelado pide a los actores armados y a la sociedad en general “cesar de una vez por todas los actos violentos” y acoger el mensaje de reconciliación del Evangelio: “Mi paz les dejo, mi paz les doy”.“Que seamos capaces de dar pasos hacia una ética valiente para poder encontrar los caminos que nos ayuden a solucionar los conflictos”, afirma el Arzobispo. Además, insta a “desarmar los corazones, las armas y la palabra”, reconociéndose hermanos, aún en la diferencia.Con tono de urgencia y en alusión al periodo de violencia que marcó a Colombia en los años 90, recuerda que la región “no puede vivir lo que hace más de 30 años se vivió”. Insiste en que “el dolor pasado no puede repetirse hoy” y pide que termine “toda escalada de violencia” y que los ciudadanos sean “instrumentos de paz y reconciliación”.El mensaje fue grabado en la Parroquia de la Santísima Trinidad en Cali, desde donde el arzobispo lo definió como un llamado a la “esperanza” y la “fortaleza”, extendiendo una bendición en nombre de la Santísima Trinidad.La carta pastoral: clamor ante la violencia y ruta para una paz desarmadaEn la carta pastoral, evocando al papa León XIV, el arzobispo desarrolla una reflexión profunda sobre la crisis de violencia en esa y muchas otras regiones del país y propone caminos concretos para construir una paz sostenible. Entre los puntos clave del documento se destacan:- Rechazo total a la violencia: El texto denuncia que los ataques armados, las amenazas y las retaliaciones solo generan más sufrimiento, especialmente en las comunidades más vulnerables.- Llamado al diálogo: Insiste en que la solución no está en la confrontación, sino en “una ética valiente” que permita negociaciones serias, incluyendo a todos los sectores sociales.- Desarme integral: No solo de las armas, sino también de los discursos de odio y las acciones que deshumanizan al otro.- Memoria histórica: Advierte que “el dolor pasado no puede repetirse”, en referencia a los años más críticos del conflicto en la región, e insta a aprender de los errores.- Compromiso de la Iglesia: Recuerda la disponibilidad de la Iglesia para ser facilitadora de espacios de reconciliación y acompañamiento a las víctimas.Vea el mensaje a continuación:

Mar 10 Jun 2025

Obispos colombianos expresaron su consternación y rechazo ante el atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay

A través de un comunicado, los obispos de Colombia expresaron su consternación y rechazo ante el atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.Los prelados condenan toda forma de violencia, en particular aquella que busca sembrar el caos o eliminar al contradictor político. Piden que los responsables del hecho enfrenten el peso de la ley y reciban una condena clara de la sociedad. Además, hacen un llamado urgente a la ciudadanía a proteger la vida, sanar las heridas sociales y fortalecer la democracia.En el contexto del Domingo de Pentecostés, el Episcopado manifiesta su solidaridad con la familia del Dr. Uribe Turbay e invita a todos los colombianos a unirse en oración por su recuperación y por la paz del país.