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Lectio Dominical

Jue 31 Ago 2023

Que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga

VIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO3 de septiembre de 2023Primera lectura: Jeremías 20,7-9Salmo: 63(62),2.3-4.5-6.8-9 (R. 2b)Segunda lectura: Romanos 12,1-2Evangelio: Mateo 16,21-27I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl eje central de la contemplación de la Palabra para este domingo gira sobre el fundamento del llamado desde el discernimiento. La Iglesia ha enseñado que Dios es quien llama, y en esa vocación Dios nos da los medios y, por tanto, en la vivencia de su vocación el ser humano se hace feliz. Para vivir el llamado que Dios hace, los seres humanos, están invitados a dejarse moldear por su Señor. De allí que vivir la vocación engrandece el espíritu y ensancha el corazón de felicidad. En el camino de la experiencia sinodal de la Iglesia, de nuevo, el llamado del Señor es una forma de manifestar la predilección de Él por su pueblo. Así, Jesús lo expresa al llamar a los que él mismo eligió para formar la comunidad. Pues, Dios no hace promesas falsas, por ello, Mateo en el evangelio de este domingo reitera una condición para seguir al Señor: «Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga».1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?En la primera lectura el tono de reclamo del profeta Jeremías no es un detalle exclusivo de su profecía. Basta leer la travesía del pueblo de Israel en el desierto para verificar que constantemente en la Sagrada Escritura las menciones de reclamo de los seres humanos contra Dios son más frecuentes de lo que pensamos. Sin embargo, en la lucha espiritual interna, el ser humano también recuerda cómo en lo profundo de su ser hay una semilla del Verbo que hace que con el profeta recite: «había en mis entrañas como fuego, algo ardiente encerrado en mis huesos». La presencia de Dios, en el interior del ser humano, nunca deja de arder, y si así fuere, de nuevo Dios vuelve a seducir con amor, de modo que no hay batalla con Dios en la que él no salga victorioso, porque con su amor de nuevo el ser humano vuelve a no reusar la presencia de lo divino en su existencia. En la segunda lectura de este domingo, se presenta cómo el discernimiento es un don que paulatinamente el creyente va cultivando en su ser. De allí que Pablo da tres claves para alcanzar en el discernimiento la renovación de la mente. «Lo qué es bueno, lo que le agrada a Dios y lo perfecto»; estas claves paulinas, para el discernimiento, no son otra cosa que una forma de no dejarse amoldar, es decir configurar, al estilo del mundo, sino que por medio del discernimiento el ser humano se forja según el Espíritu de Dios. Así, la exhortación de Pablo a los Romanos es hoy, para la vida de la Iglesia, un aliciente para continuar el camino de santidad. Una santidad que es conducente a aquello que Dios, en la vocación a la que llama a todos, se convierte en don supremo para la humanidad.En el evangelio de este domingo el anuncio de Jesús de ir a Jerusalén revela para su comunidad apostólica un miedo que recorría su ser por el presagio en contra de los profetas que padecían en la ciudad Santa. Los seguidores de Jesús no lo quieren perder, quizá la tentación de no practicar un amor mediado por el desprendimiento es el que está presente en la respuesta de Pedro en la perícopa evangélica. Por esta razón, la respuesta de Jesús tiene que ser contundente para derribar de sus discípulos el manto de miedo que no los dejaba reconocer que la presencia de su Señor podría llegar a superar la barrera que imponen los límites del cuerpo y la carne. Por ello, la sentencia que desenvolverá el miedo de los apóstoles está proferida por Jesús: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga»; este llamado de Jesús mitigará el miedo con la valentía a la que el apóstol está llamado. Por ende, ser valiente es asumir la cruz como un estilo de vida, y a la vez, una manera de ser de quien da su vida por el Señor y su evangelio. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El camino de la santidad en la vida del cristiano es una meta con diversos derroteros, como diversos son los cristianos. De allí que, el mensaje de la Palabra de este domingo sea una invitación a construir de manera personal el camino para alcanzar por medio del seguimiento de Cristo un estilo de vida, una manera de ser. Pues, todo aquel que se siente llamado a vivir en el amor de Cristo debe disponer su vida a la acción del Espíritu, para ello, Pablo muestra en su carta a los Romanos el camino del discernimiento como una forma de apertura al Espíritu de Dios de modo que todo «Lo qué es bueno, lo que le agrada a Dios y lo perfecto» pueda ser ofrecido a Dios para la vida en Cristo.Pero ¿qué es lo bueno para Dios? Todo aquello que esté mediado por el amor, la compasión, la misericordia y el perdón es ajustado al querer de Dios y este querer de Dios moldea al ser humano. Para Dios todo lo que promueva el respeto, cuidado y defensa de la dignidad humana, es bueno. Y, puesto que el ser humano es la creatura más excelsa creada por Dios y todo lo que favorezca el cuidado de esta creatura es bueno para Dios. Por tanto, Dios es la bondad más alta por ello todo el que pertenece a Dios está ligado a lo bueno y es bueno.¿Qué es lo que le agrada a Dios? Puede estar definido por todo aquello que le genere capacidades de amar a los demás desde el amor que se tiene de sí mismo. Una de las grandes lecciones de Jesús fue agradar a su Padre del cielo, poniendo en el centro de sus relaciones al ser humano. Jesús expresa de modo original el amor que le venía del Padre porque él mismo es amor, y por ello, agradar a Dios es brotar desde lo más profundo del ser en amor, por amor y hacia el amor.¿Qué es lo perfecto? Bíblicamente el término perfecto significa llegar hasta el final. Así, el cristiano que discierne está llamado a ser fiel hasta el fin, por ello el discernimiento es aprender a escuchar qué es lo que Dios quiere de la persona, y en ese querer, entender la voluntad de Dios y el cómo relacionarnos mejor con Dios y por ende con sus congéneres. El permanecer fiel en Dios pasa por la fidelidad que nos lleva hasta dar la vida y vaciarnos en amor por completo por los otros, y esto se logra con los criterios que emergen del discernimiento.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Renovar el llamado del Señor en este domingo es renovar la confianza en el discernir de aquello que Dios quiere para la felicidad del ser humano. La Palabra del Señor vuelve a interpelarnos para hacer que el mensaje de aprender a cargar la cruz sea una manera de vivir el seguimiento de Cristo de manera real. La experiencia de la cruz es un camino de fortalecimiento de la fe y del amor por aquel que muestra en su entrega la manera de renovar la fidelidad a Dios.La vida del seguidor de Cristo es una constante forma de encontrarse con la cruz. Los discípulos del Señor temían al encuentro con las situaciones propias del camino de la cruz, de allí su reticencia a ir a Jerusalén. Esta reticencia es la misma que se puede experimentar en la vida cotidiana al tener miedo a las situaciones de sufrimiento, dolor, duelo, desprendimiento, separación, enfermedad y otras circunstancias que se asocian a la cruz. Por ello, permitamos que esta Palabra fortalezca de nuevo el camino de la comunidad para así asumir seguimiento de Cristo en las situaciones de cruz que reflejen el rostro del Señor en nuestras acciones de vida._______________________Recomendaciones prácticas:•Comienza la Semana por la paz.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Este domingo nos reunimos como comunidad de seguidores de Cristo para celebrar la presencia de Dios en medio de nuestras vidas. Este es el momento para agradecer por todos los bienes que recibimos de la infinita bondad de Dios por la humanidad. Participemos de esta celebración, rogándole al Señor para que dispongamos nuestra vida al misterio de la cruz como una manera de solidarizarnos en el amor, en la construcción permanente del bien común. Dispongamos nuestros corazones para seguir creyendo, celebrando y viviendo en nuestra vida la experiencia del amor oblativo del Señor en la eucaristía.Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra del Señor en este domingo nos presenta cómo Dios nos llama a ser discípulos por medio de la cruz. Para vivir nuestra vocación, Pablo muestra la importancia del discernimiento como camino de escucha permanente del Señor. Dejemos que el mismo profeta Jeremías nos presente cómo Dios nos llena de su amor de manera, pasiva, compasiva y misericordiosa. Dispongamos nuestra mente y corazón para que la Palabra nos permee profunda e íntimamente, escuchemos con atención el mensaje del Señor en este domingo.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Con la fe puesta en las promesas de Dios, dirijamos en este momento nuestras necesidades y peticiones, respondiendo a cada plegaria:R. Te rogamos, Señor.1.Por el Santo Padre y los ministros de la Iglesia, para que sigan el camino de cruz a ejemplo de Jesús que entregó su vida por la salvación de toda la humanidad, oremos.2.Por la Iglesia para que siga disponiéndose en este camino sinodal a descubrir desde el discernimiento la voluntad de lo que Dios nos pide, oremos.3.Por los gobernantes de toda la tierra para que trabajen por la paz de sus naciones y sigan construyendo una sociedad cimentada en la justicia, la fraternidad y el diálogo en medio de los conflictos, oremos.4.Por nuestros hermanos migrantes, refugiados y desplazados que cargan con la cruz del destierro para que en nuestras comunidades encuentren signos de acogida, cuidado y protección de su dignidad, oremos.5.Por esta comunidad de fe, para que encontremos en la escucha de la Palabra y la comunión un signo de fraternidad y reconocimiento del amor de Dios en nuestro prójimo, oremos.Oración conclusivaConcede, Padre de bondad,que tu pueblo guiado por tu amorreciba de tu misericordiaaquello que te pide con confianza.Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Vie 25 Ago 2023

Vosotros, ¿Quién decís que soy yo?

VIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO27 de agosto de 2023Primera lectura: Isaías 22,19-23Salmo: 138(137),1-2a. 2bc-3.6 y 8bc (R. 80[79],18)Segunda lectura: Romanos 11,33-36Evangelio: Mateo 16,13-20I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEn el tiempo durante el año, la Palabra de Dios va desarrollando un recorrido que permite una lectura semi continua del Evangelio de Mateo y que nos va llevando a una comprensión cada vez más clara del significado de este Evangelio de la Iglesia.En este domingo, el tema de las llaves aparece como hilo conductor en la liturgia de la Palabra y va llevando desde la idea de la pequeñez a la elección y llamada de Dios.En este domingo la liturgia nos presenta las llaves en el contexto del dominio de la casa (primera lectura), para ejercer el ministerio de la misericordia y suplicar el perdón (salmo responsorial), ya que, de Dios, por él y para él existe todo (segunda lectura), llegando así a la manifestación del misterio de las llaves en la persona de Pedro (Evangelio)1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?El Profeta Isaías presenta un oráculo contra Sobná, que era un alto funcionario de la corte y era de origen extranjero y reivindica la suerte de Eliaquín, a quien se le promete entrar la línea de la descendencia davídica y poder llenarse del poder del palacio (tema de las llaves)En el salmo 138 (137) es una acción de gracias y recuerda la mirada del Señor sobre el humilde en contraposición a las actitudes del soberbio.La carta a los Romanos en el apartado que se proclama en este domingo continúa la exposición ya iniciada el domingo anterior en torno a la llamada y la iniciativa divina pero ahora da un paso adelante alabando la sabiduría y la misericordia de Dios que gobierna todo, para presentar la obra de Cristo en conexión con el mundo para afirmar que todo existe por él y para él.El texto de este domingo continúa en los capítulos 14 al 18, que en Mateo corresponden al entorno del discurso comunitario o eclesial.El texto de este domingo nos pone en el camino de Cesarea de Filipo y en la contemplación de la misión de Pedro bajo el tema de las llaves. Como en otros textos bíblicos, el cambio de nombre indica la encomienda de una tarea o misión: Jesús cambia a Simón este nombre por el de Pedro, que traduce el arameo Kephas y quiere decir «roca»; de este modo señala la construcción de una casa o templo, de una nueva comunidad, en la que Pedro va a tener un papel fundamental. Este papel lo indican la expresión semítica «atar y desatar» y la imagen de las llaves. La primera implica autoridad doctrinal y disciplinar y manifiesta que Pedro, además de ser prototipo del discípulo de Jesús, es el garante de la interpretación auténtica de la enseñanza del Maestro (15,15; 17,24-27; 18,21) y tiene autoridad para excluir o incluir en la comunidad. Por su parte, la imagen de las llaves alude a la autoridad sobre la casa (véase Is 22,22), en la que subyace la consideración de la Iglesia como construcción. Esta declaración corresponde al papel eminente que Pedro jugó en los primeros tiempos de la Iglesia (Hch 1,13.15; 2,14; Gál 2,7, etc.).2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El tema de las llaves se comprende sólo y únicamente en el contexto eclesial, en el contexto de lo comunitario.Hoy es necesario mirarse como comunidad y descubrir la necesidad de la fidelidad a un ministerio que ha sido entregado por el Señor y que posibilita y garantiza la unidad.Si el domingo anterior se insistía en el reconocimiento de los otros, hoy se hace prioritario hablar de la comunidad como espacio de acogida, de apertura y desarrollo, pero siempre bajo el timón (poder de las llaves) de un ministerio que pueda ser signo de la unidad.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Atar y desatar aparecen como la expresión concreta del poder de las llaves, por eso hay que suplicar al Señor para que la Iglesia, la gran comunidad de los creyentes pueda experimentar la unidad y la fidelidad, la obediencia a quien tiene las llaves.Este domingo tiene que llevar a la comunidad a un gran examen de consciencia sobre su identidad y su misión en medio del mundo: somos perdonados para perdonar, reconciliados para construir unidad. La vocación cristiana debe reflejar el encuentro con Cristo en la medida en que se aprende a obedecer y a escuchar, a no pararse en caminos paralelos.Para contemplar, el Evangelio nos regala una bella síntesis en las palabras que Jesús dirige a Pedro: “Tu eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos”._______________________Recomendaciones prácticas:Jornada Dona Nobis 2023: plan de sostenimiento de la obra evangelizadora de Colombia.La oración colecta habla de la firmeza en la perseverancia y ello puede ser una idea fuerza que se desarrolle pastoralmente en este domingo.El martes 29 se celebra la jornada nacional de oración por los cristianos perseguidosII.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La Iglesia nace de la Eucaristía y por eso convocados en el día del Señor los cristianos de diversos rincones se reúnen para experimentar la vida que el Resucitado da a la comunidad, y la edificación que permanente hace de una casa para la comunidad, una casa que se vuelve espacio existencial. Dispongámonos para celebrar este misterio del amor de Dios.Monición a la Liturgia de la PalabraLa Palabra resuena en la asamblea litúrgica y reclama una actitud de escucha y obediencia, que lleve a la firmeza en la perseverancia. Abramos nuestros oídos y dejemos que el Señor siga construyendo la comunidad con su Palabra.Oración Universal o de los Fieles Presidente: La Iglesia, edificación de Dios es casa abierta siempre a todos los hombres y por ello nos invita a dirigir nuestra oración confiada. Respondamos a las intenciones:R. No abandones la obra de tus manos, Señor.1.Oremos por el Papa Francisco y nuestro Obispo N., para que siempre muestren un rostro de la Iglesia que es casa de la misericordia y lugar de acogida. Roguemos al Señor.2.Oremos por la Iglesia en Colombia, para que su misión de llevar la Buena Noticia y construcción del Reino de Dios, llegue a todos los rincones del país. Roguemos al Señor.3.Oremos por quienes están al frente de las comunidades y lideran los procesos de desarrollo en las comunidades, para que sean siempre constructores de unidad y fraternidad. Roguemos al Señor.4.Oremos por los que están aislados y no se integran en la vida de la Iglesia, por quienes se viven una fe como experiencia individual, para que puedan descubrir el valor de la comunidad y busquen vivir su fe en espacios que hagan crecer a todos. Roguemos al Señor.5.Oremos por esta comunidad que celebra su fe en la Eucaristía, para que en la fidelidad a la Iglesia pueda ser luz para los hombres y mujeres en la sociedad de hoy. Roguemos al Señor.Oración conclusivaRecibe Padre santo,la oración de tus hijos y fortalece la fidelidad de tu Iglesia . Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Vie 18 Ago 2023

Mujer, qué grande es tu fe

VIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO20 de agosto de 2023Primera lectura: Isaías 56,1.6-7Salmo: 67(66),2-3.5.6 y 8 (R. cf. 4)Segunda lectura: Romanos 11,13-15.29-32Evangelio: Mateo 15,21-28I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl tiempo durante el año se convierte en una contemplación gradual y permanente del rostro de Jesús, Hijo del hombre, que va iluminando el acontecer de la comunidad cristiana en diferentes aspectos de su ser y quehacer.En este domingo, la liturgia se convierte en una invitación universal a la salvación en Jesucristo:Con Isaías se afirma que Dios traerá a su monte santo a los extranjeros y eso será motivo de júbilo ya que finalmente el Templo se3 convierte en casa de oración para todos (primera lectura).El salmo 67(66), muy conocido en el ambiente litúrgico, como parte del invitatorio, recordando lo que significa la peregrinación y subida al Templo de Jerusalén, hace la invitación a la alabanza universal y a que todos los pueblos experimenten la justicia de Dios y exulten en alabanza.Es necesario reconocer que Dios no se arrepiente de sus promesas y sus dones son irrevocables, pero la elección de Dios hace que él tenga misericordia de todos (segunda lectura),Para llegar al culmen de esta Palabra con el texto de Mateo en su relato de la mujer cananea que obtiene el favor de Jesús (Evangelio)1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La liturgia de la Palabra inicia su recorrido con el texto del profeta Isaías, quien a los inicios de la última parte de su libro (Tercer Isaías cap. 56-66) y pensando en restauración, habla de una vocación universal a la salvación, donde caben extranjeros y eunucos que decidan observar el respeto a la alianza y su liturgia.Los peregrinos que quizás llegaban a Jerusalén para la fiesta de los Tabernáculos (sukot) entonaban el salmo 67(66) como una solemne acción de gracias comunitaria en clave sacerdotal y allí la alegría nuevamente alcanza a todas las naciones.El texto de la carta a los Romanos presenta la idea de la restauración y la entrada en el misterio de la regeneración por parte de los gentiles (cristianos de Roma). Aquí son esenciales las ideas de don y llamada como iniciativa divina.El texto del Evangelio de este domingo continúa en los capítulos 14 al 18, que en Mateo corresponden al entorno del discurso comunitario o eclesial.El relato nos permite contemplar el encuentro de Jesús con una mujer pagana y nuevamente aparece la misión de los discípulos, que ahora no reparten el pan como en Mt 14,13-21 sino que interceden para que Jesús atienda a la mujer.La respuesta de Jesús a los discípulos muestra el pensamiento en el que se debatía la comunidad judeocristiana de la época del evangelio: Jesús viene sólo a los suyos o realiza una misión universal de salvación.En el Primer Testamento, los cananeos eran los no judíos por antonomasia. De acuerdo con la orientación general del relato de Mateo, no es Jesús quien se adentra en ese territorio extranjero, sino la mujer la que sale al encuentro del Maestro y, frente a las reticencias iniciales de este último, logra con su gran fe que la buena noticia de la llegada del reino alcance también a quienes no son judíos. Se adelanta así de alguna manera la misión universal que Jesús ordenará a sus discípulos después de Pascua (28,19).2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?En este domingo la comunidad cristiana, muy avocada en la sinodalidad, descubre que está invitada a ser instrumento de comunión y desde allí irradiar a todos los hombres el favor de Dios.La llamada universal a la salvación es un camino de humildad que hay que recorrer para reconocer que no somos ni los únicos ni los mejores, que hay muchos que hacen camino con nosotros y que seguramente también están gozando del favor divino.La Palabra de Dios suscita en el corazón de la comunidad el deseo de acogida y no de discriminación, el deseo de fraternidad que construye puentes y supera las barreras de la indiferencia de unos y otros.Si la gloria del cristiano es la Cruz del Señor, esta Cruz se vuelve punto de encuentro y posibilita que allí haya árbol de acogida para todos.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?El Prefacio VIII (“la Iglesia congregada por la unidad de la Trinidad) en el misal expresa: “Porque has querido reunir de nuevo, por la sangre de tu Hijo y la fuerza del Espíritu, a los hijos dispersos por el pecado”. De esta manera se ve la comunidad como espacio de encuentro de quienes Dios ha querido llamar y reunir.Suplicamos a Dios que nos conceda el don de la unidad en medio de la diversidad, el don del reconocimiento del otro y la humildad para saber reconocer que Dios actúa donde quiere, como quiere, cuando quiere y con quien quiere.Este domingo debe ser un compromiso en el camino sinodal con expresiones muy concretas de reconocimiento de la realidad del otro y la búsqueda de las “semillas del Verbo” presentes en todas las culturas y pueblos.Debemos reflejar en la vida este llamado universal a la salvación, posibilitando que Dios actúe en la vida de los demás y no queriendo retenerlo para nosotros no manipularlo con nuestras palabras y acciones.Para contemplar es muy oportuno reconocer en la vida del otro como en la vida de la mujer cananea “¡Qué grande es tu fe!” y repetir a lo largo de la semana esta frase para dejar que la Palabra se haga carne en nuestra existencia diaria._______________________Recomendaciones prácticas:-La oración colecta de este domingo insiste en que Dios prepara bienes invisibles para los que le buscan, por eso es importante insistir en el tema de la llamada universal a la salvación como un acto de amor divino que requiere una respuesta desde el amor de los hombres.-Una propuesta pastoral en el espíritu del camino sinodales la invitación a la oración por todos los hombres, la oración que une a creyentes y Cristo y se proyecta en sus frutos a los no creyentes.-El prefacio VIII puede ayudar a concretar mejor el mensaje del domingo.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa En la Eucaristía, somos invitados a participar todos porque el Señor convoca a hacer fiesta por sus maravillas y la comunidad responde en la generosidad y obediencia para reconocer que el favor de Dios llega a todos. Oremos unos por otros y celebremos este misterio del inefable amor Divino.Monición a la Liturgia de la PalabraComo peregrinos de la esperanza nos movemos en la escucha de la Palabra de Dios y abrimos el oído para experimentar el paso del Señor por nuestra asamblea. Acojamos su invitación y subamos al monte del Señor para vivir su salvación. Escuchemos.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Convocados al monte de la salvación y buscando juntos el favor de Dios, presentemos nuestras súplicas con fe.R. Ten piedad de nosotros, Señor.1.Por el Papa Francisco, nuestro Obispo N., y todos los pastores de la Iglesia, para que siempre y en todo lugar sean garantes de la unidad e inviten a todos a acercarse a la Iglesia para construir la familia de los hijos de Dios. Roguemos al Señor.2.Por los pueblos de la tierra, para que el triunfo de Jesús sobre la muerte apague los odios y restaure la paz. Roguemos al Señor.3.Por los gobernantes de todos los pueblos, para que construyan puentes de unidad y promuevan políticas de integración y reconocimiento de los otros. Roguemos al Señor.4.Por los que sufren y viven en la tristeza su existencia, para que experimenten la cercanía de sus hermanos y todos nos comprometamos en la búsqueda de mejores circunstancias y ambientes de vida para todos. Roguemos al Señor.5.Por esta asamblea, para que en la humildad experimente el llamado a la conversión y fortalecida por la Eucaristía salga a edificar una sociedad más humana y cercana. Roguemos al Señor.Oración conclusivaRecibe la oración que te presentamos, Padre Santo yacoge las necesidades de todos los hombres,que te buscan con sincero corazón. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Vie 11 Ago 2023

Soy yo, no tengáis miedo

DÉCIMO NOVENO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO13 de agosto de 2023Primera lectura: 1Reyes 19, 9a.11-13a Salmo: 85(84),9ab y 10.11-12.13-14 (R. 8)Segunda lectura: Romanos 9,1-5Evangelio: Mateo 14,22-33Orientaciones para la Predicación Introducción Luego de la multiplicación de los panes del domingo pasado, la liturgia nos presenta el episodio de la tempestad calmada. Mensaje dirigido a los seguidores de Jesús para que crean que Él es Dios con nosotros, que para salvarnos nos exige no tener miedo y creer en Él. La barca sacudida de un lado para otro es símbolo de las distintas realidades que golpean la vida de la Iglesia y la propia vida. Hoy el Señor nos da la certeza que, para no ahogarnos en las dificultades, debemos creer en Él. El cristiano camina seguro en medio de las exigencias de la vida y sus dificultades, solo cuando se aferra a la Palabra de Dios, si duda de ella, el hombre se hundirá irremediablemente. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El primer libro de los Reyes, en el capítulo 19 nos presenta una de las páginas más bellas del Antiguo Testamento, donde Dios se reveló en el silencio de un suave viento. Recordamos como después que Elías deja en ridículo a más de cuatrocientos profetas de Baal, la reina Jezabel inicia una persecución a muerte al profeta Elías, haciéndolo huir al desierto. En su camino por el desierto Elías experimenta el rigor de la aridez, casi hasta la muerte, a la vez, siente como la providencia de Dios no lo abandona y le exige seguir adelante hasta llegar al monte Horeb. En este monte, Elías tiene la experiencia de encuentro con Dios, que no se manifiesta ni en el huracán, ni en el terremoto, ni en el fuego, sino en una brisa suave. En este encuentro Elías recibe la misión de regresar a la ciudad y continuar con su misión de profeta.El Salmo 85 (84), canta el regreso de Israel del desierto, destacando, cómo Dios lleno de paz y misericordia, cuida con amor a su pueblo: “muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación”. El autor de este salmo proclama cómo la salvación está ya cerca de los que creen, de los que son fieles del Señor. El apóstol Pablo en la Carta a los Romanos, en el capítulo 9 que leemos hoy, hasta el capítulo 11, expresa el apasionado amor que Pablo siente hacia su pueblo, su preocupación por la suerte del pueblo de Israel, “los de mi raza según la carne”. Lamenta que los suyos no han hecho la opción por Cristo, después de tantos testimonios narrados y expresados con esperanza en el Antiguo Testamento, el pueblo de la antigua alianza no ha sido capaz de reconocer la presencia viva de Dios en la historia. San Mateo en el capítulo 14, narra cómo Jesús después de haber multiplicado los panes y de saciar el hambre de la multitud, al atardecer se retira el solo a orar, es su costumbre después de realizar grandes signos. Los apóstoles en la barca, pasando a la otra orilla, estaban viviendo momentos de angustia, pues el viento recio y contrario sacudía la barca de un lado para otro. En medio de esta fatigosa travesía, al amanecer, se les aparece el Señor caminando sobre el agua, haciendo del momento ya difícil, una experiencia de pánico y de gritos. El Señor les habla y su voz trae la calma. Pedro pide que le deje caminar sobre el lago, da los primeros pasos y pierde confianza, tiene miedo y empieza a hundirse, clama al Señor: “Señor sálvame” y el Señor extendiendo su mano lo rescata y le exige tener fe. Al subir a la barca se calma el viento y todos se postran reconociendo “Realmente eres Hijo de Dios”.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? El Señor hoy también nos exige creer en su Palabra, aceptar su presencia divina entre nosotros, reconocerlo como el Hijo de Dios que ha venido a salvarnos. Este Domingo la Palabra nos quiere ayudar a reconocer que Jesús es Dios con nosotros, es el Dios del silencio del Horeb, es el Dios de la paz y la misericordia del salmista, Jesús es el Dios anunciado y predicado desde antiguo como lo expresa San Pablo, Jesús es el Dios que calma las tempestades, las angustias, dudas y miedos de nuestras vidas, así como lo escuchamos hoy en el Evangelio. San Pablo quisiera que todos sus conciudadanos, hermanos de raza, creyeran en Jesús, así como él y muchos otros han dado ese paso de fe. Pero sabemos que muchos son obstinados, duros de corazón y de cabeza para experimentar el encuentro con Dios en la Persona de Jesús. Ante la falta de fe y el rechazo del pueblo de la Alianza, San Pablo siente dolor y una gran tristeza. Esta angustia de Pablo hoy debería ser la de todos los que creemos en Cristo, de los padres para con sus hijos, de los educadores para con sus estudiantes, de los catequistas para con sus catequizandos, de los misioneros para con los destinatarios de su misión, de nosotros ministros ordenados para con todo el pueblo de Dios, especialmente con los más alejados; todos deberíamos experimentar un profundo deseo para que toda persona conozca a Jesús y crea en su Palabra.El testimonio del Profeta Elías es muy elocuente, el profeta huyendo de la muerte llega al monte santo del Horeb, donde desea encontrar a Dios en la fuerza del huracán, del terremoto, del fuego, seguramente, así como lo vio actuar con los profetas de Baal, en ninguna de estas fuerzas está Dios, solo lo percibe cuando viene una brisa suave, un elocuente silencio. Dios le enseña a Elías a calmar su temperamento a serenar su ímpetu, Dios prefiere una cercanía suave, discreta, hecha mayormente en el silencio de nuestra oración. El Señor Jesús quiere dar una lección a sus seguidores más cercanos, quiere afianzar en sus corazones la certeza de su fe, de sus convicciones; luego de reconocerlo como aquel que calma el hambre, que multiplica el pan, como don de Dios para una multitud hambrienta, luego de orar, se les aparece caminando sobre el lago, por encima de las fuerzas de la naturaleza, Él es Dios. En medio de fuertes vientos y del miedo, el Señor con su Palabra trae paz a los que están en la barca, quita el miedo y calma la tempestad. Para el apóstol Pedro y para todos nosotros, una lección de confianza, Pedro empieza a caminar sobre el agua como Jesús lo hace, pero se llena de miedo, le falta fe y se hunde, clama al Señor pidiendo su ayuda, y Jesús responde “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? Hoy el Señor quiere rescatarnos, quiere calmar la tempestad de nuestras vidas, el extiende su mano para no dejarnos hundir, pero nos exige reconocer su divinidad, su presencia actual entre nosotros, que seamos capaces de decir con los apóstoles “realmente eres Hijo de Dios”. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La manifestación de Dios en el Horeb a Elías, la confianza del salmista en Dios que acompaña a Israel en el desierto, la tristeza de Pablo por los hombres de su propia raza que no creen y la actitud de Pedro llamado a tener más fe y confianza en el Señor; nos hacen pensar en lo importante que es hoy pedirle a Dios la gracia de poder encontrarlo en el silencio de nuestra oración, experimentar su compañía en las horas de desierto, sentir la necesidad de anunciarlo, para que muchos crean y la oportunidad de confiar cada vez más en su presencia que calma toda tempestad en la vida. Hoy se nos ofrece una amplia diversidad de creencias, filosofías, ideologías y prácticas espirituales, aprender a descubrir lo fundamental en medio de tanto ruido, de las angustias cotidianas, de los desiertos por los que pasa la existencia humana, se vuelve abrumador, exigente, pero sin duda, no imposible de buscar la verdad, encontrarnos con Dios, sentir su mano que rescata, todo esto se hace realidad en el corazón de quien es capaz de dar el paso de la fe. Hoy la Palabra de Dios señala un camino excepcional, ese camino es Cristo, en quien debemos confiar más y creerle. El Evangelio nos coloca en medio de una tempestad, sin duda no es difícil percibir la barca de nuestras vidas sacudidas por situaciones que nos llevan de un lado para otro: violencia, pobreza, injusticia social, divisiones en los hogares, entre muchas otras realidades. Todas estas amenazas hacen que las personas faltas de fe y de confianza en el Señor, incapaces de reconocerlo presente en la historia, sucumban en medio de las tempestades de la vida y otros como Pedro, sean rescatados por la mano del Señor, trayendo la calma y serenidad propias de quien confía plenamente en su Palabra. La historia de la iglesia, desde sus orígenes hasta nuestros días, nos ha demostrado que su andar no ha sido fácil, si Cristo no está en la barca de la Iglesia, de la propia vida, corremos el riesgo de naufragar, si lo dejamos subir a la barca el viento amaina y encontramos las fuerzas necesarias para sobrevivir sin miedo en medio de las fatigas y desesperanzas que pretenden alejarnos de Dios y de su querer._______________________ Recomendaciones prácticas: Asunción de la Bienaventurada Virgen María, 15 de agosto.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Sean todos bienvenidos a la celebración de la Eucaristía, el día del Señor. Nos hemos reunido para escuchar la Palabra de Dios y participar de la Fracción del pan, somos invitados a buscar a Dios, a encontrarnos con Él en el silencio de nuestras plegarias y a confiar plenamente en sus promesas. No tengamos miedo y dejemos que esta liturgia serene nuestras vidas, fiándonos de la presencia y protección de Dios presente en esta celebración. Participemos con fe.Monición a la Liturgia de la Palabra La Iglesia y la propia vida están sometidas a fuerzas que pretenden separarnos de Dios, producen miedo y desesperación, solo quien cree en Dios y sabe escucharlo en el silencio de su plegaria, encuentra la paz y la serenidad necesarias para enfrentar los sucesos que traen consigo tribulación. Escuchemos atentamente.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos a Dios nuestro Padre, para que escuche la oración de los que con fe venimos a clamar su ayuda. R. Te rogamos, óyenos.Por la Iglesia, para que confiada en el Señor siga su tarea evangelizadora y muchos crean en el salvador del mundo, el Señor Jesús. OremosPor la paz del mundo y de nuestra patria, para que el reconocimiento de la presencia del Señor entre nosotros apague la tormenta de la guerra. OremosPor los pobres y los que más sufren, para que sus angustias y miedos se vean mitigados por la paz y la solidaridad de los que creen en Cristo. Oremos Por los que están sometidos a la enfermedad, extraviados por el mal uso de la libertad, por quienes están en las cárceles, para que el Señor sea fuente de salud, libertad y paz. Oremos Por nosotros y los que están buscando a Dios, para que en el silencio de la oración encontremos su presencia siempre nueva y misericordiosa. Oremos Oración conclusiva Señor Dios nuestro, a quien reconocemos presente en los acontecimientos de nuestra historia, concede en abundancia lo que hemos pedido hoy con fe, para poder así, avanzar confiados con tu amorosa protección y ayuda. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Lun 31 Jul 2023

Su rostro resplandecía como el sol

DÉCIMO OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIOFIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR6 de agosto de 2023Primera lectura: Daniel 7, 9-10.13-14Salmo: 97(96),1-2.5-6.9 (R. 1a.9a)Segunda lectura: 2Pedro 1, 16-19Evangelio: Mateo 17, 1-9I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónHoy celebramos la Fiesta de la Transfiguración del Señor Jesús en el monte Tabor, es el cuarto misterio luminoso del Santo Rosario. Todas las lecturas bíblicas de esta Eucaristía nos presentan como tema principal a Jesucristo que se muestra lleno de gloria, luz y poder eterno. Un segundo tema va relacionado con la manifestación que Cristo hace en sí mismo sobre el destino final preparado por Dios para el ser humano: ser transfigurado a su imagen, es decir, participar de modo pleno de la vida de Dios, con un cuerpo glorioso como el del Señor. Y una tercera temática es que Dios Padre nos pide escuchar, acoger a su Hijo Jesucristo, esto es necesario para poder vivir, morir y resucitar con Cristo a la vida eterna.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?El profeta Daniel nos comparte que en una visión nocturna contempló “a un anciano de muchos siglos cuyo vestido era blanco como la nieve, su cabello blanco como lana, su trono, llamas de fuego con ruedas encendidas” y ante el cual fue introducido “alguien semejante a un hijo de hombre que recibió la soberanía, la gloria y el reino”, un reino que jamás será destruido, pues su poder es eterno.En el salmo muestra que el Señor reina y se alegra la tierra, que todos los pueblos contemplan su inmensa gloria.San Pedro nos comparte su propia experiencia vivida con Santiago y Juan al acompañar al Señor al monte alto donde se transfiguró: “lo vimos con nuestros propios ojos en toda su grandeza. Dios lo llenó de gloria y honor, cuando la sublime voz del Padre resonó sobre él, diciendo: Este es mi Hijo amado, en quien yo me complazco”.El evangelista san Mateo nos muestra a Jesús que subió a solas con Pedro, Santiago y Juan a un alto monte donde “se transfiguró en su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la nieve”. Luego “una nube luminosa los cubrió y de ella salió una voz que decía: Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo”.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?La Palabra de Dios me muestra que nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, quiere que todo ser humano y todos los pueblos de la tierra sean transformados en hijos de la Luz, con un cuerpo glorioso como el del Señor, viviendo en la paz y gozo del Señor para siempre. Es muy iluminador lo que nos dice al respecto el Catecismo de la Iglesia Católica en su número 556:«La Transfiguración es “el sacramento de nuestra segunda generación”: nuestra propia resurrección. La Transfiguración nos concede una visión anticipada de la gloriosa venida de Cristo “el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo” (Flp 3,21). Pero ella nos recuerda también que es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios” (Hch 14,2): “Pedro no había comprendido eso cuando deseaba vivir con Cristo en la montaña. Te ha reservado eso, oh Pedro, para después de la muerte. Pero ahora, él mismo te dice: Desciende para penar en la tierra, para servir en la tierra. La Vida desciende para hacerse matar; el Camino desciende para fatigarse andando; y tú, ¿vas a negarte a sufrir? (San Agustín)».Cristo nos ofrece la gloria eterna junto con Él y todos sus ángeles y santos, pero para entrar en la gloria el camino es la cruz. En esta tierra, que como reza la Salve, es un “valle de lágrimas”, es inevitable para todos el sufrimiento, pero Cristo le ha dado valor salvífico al sufrimiento, es decir que cuando sufrimos con Cristo y por Cristo, que es lo mismo que sufrir amando, cuando así vivimos, estamos participando de la salvación que Cristo nos trajo y cooperamos con Él en la salvación de los hermanos. Aquí entran también las fatigas del amoroso cumplimiento del deber y de las múltiples formas de evangelización, en definitiva, es la entrega total de cada persona a Cristo con el deseo de ir con todos los hermanos a la gloria eterna. Para el que ama nada le cuesta, todo le resulta posible, pues confía totalmente en el Amor de Dios en Jesucristo.Así se comprende la petición de Dios Padre que nos pide escuchar a su Hijo Jesucristo, pues escucharlo significa caminar siempre con Él, por Él y en Él, junto con los hermanos que Él nos ha dado, es decir con la Iglesia y toda la humanidad. Para ir a la gloria eterna Cristo nos anima a caminar juntos como Iglesia, como hermanos en Cristo que se animan a perseverar en fidelidad amorosa hasta el final.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Pidamos a nuestro Padre Dios que nos dé el gustar como la mayor alegría de nuestras vidas el caminar amando a Cristo con todo el corazón, particularmente el gustar de su compañía, el don de orarle con sinceridad constantemente, el regalo del fuego misionero de ir al encuentro de los hermanos para ayudarles a experimentar el amor y la misericordia del Señor.Con Cristo todo se vive en paz, hasta el sufrimiento y la muerte. Sin Cristo todo es vacío y triste.Señor Jesús llévanos siempre al monte Tabor, haznos experimentar siempre tu amor y misericordia, y también acompáñanos para al mismo tiempo seguir caminando en medio de las alegrías y sufrimientos de cada día, en el cumplimiento de tu voluntad hasta el día en el cual tú nos llamarás a la eternidad.Quita Señor de nuestra vida todo temor, toda pereza y todo pecado. Regálanos la perseverante intercesión de María Santísima, nuestra Madre Amorosa, a quien ya has glorificado en cuerpo y alma desde el día de su Asunción al Cielo._______________________Recomendaciones prácticas:•Jornada Nacional de la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol (POSPA). La POSPA es la Obra del Papa a favor de las vocaciones sacerdotales de los territorios de misión del mundo, en Colombia ayuda al Seminario Intermisional San Luis Beltrán, ubicado en Bogotá, que acoge a seminaristas de distintos lugares de misión (vicariatos apostólicos) de nuestro país.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Sean todos bienvenidos a nuestra Eucaristía dominical.Hoy celebramos la Fiesta de la Transfiguración del Señor. Cristo nos ofrece participar con Él y como Él de su vida luminosa en la eternidad del Cielo una vez que hayamos muerto y resucitado con Él, luego Cristo mismo nos dará un cuerpo glorioso como el suyo para vivir en el gozo pleno de su amor para siempre.Participemos con mucha fe para dejarnos transformar por Cristo en verdaderos hijos de Dios, en verdaderos hijos de la Luz para iluminar el mundo con la Luz del Amor del Señor.Monición a la Liturgia de la Palabra Hoy todas las lecturas nos hablan del Señor Jesús resplandeciente de gloria y poder eterno. De modo especial en la segunda lectura San Pedro Apóstol nos comparte la experiencia de la Transfiguración del Señor que nos transmite el Evangelio de hoy, por eso san Pedro nos dice: “lo vimos con nuestros propios ojos en toda su grandeza. Dios lo llenó de gloria y honor, cuando la sublime voz del Padre resonó sobre él, diciendo: Este es mi Hijo amado, en quien yo me complazco”. Dispongamos nuestro corazón para escuchar con amor la Palabra de Dios.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre que nos mostró a su Hijo Jesús resplandeciente de su gloria y digámosle con fe:R. Padre, haz que vivamos siempre con Cristo tu Hijo.1.Por el Papa y por todos los pastores del Pueblo de Dios para que resplandezcan siempre por la santidad de su vida, oremos al Señor.2.Por la Iglesia, para que no escatime ningún esfuerzo en la santificación de los hombres, oremos al Señor.3.Por los gobernantes de las naciones para que busquen sinceramente el bien de todos sus pueblos, oremos al Señor.4.Por las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada en todos los pueblos de la tierra para que muchos niños, jóvenes y adultos respondan con santidad al llamado que Dios les hace, oremos al Señor.5.Por los que sufren y por todos los que estamos participando de esta Eucaristía para que nos dejemos salvar y transformar por Cristo, oremos al Señor.Oración conclusivaAcoge Padre nuestras oraciones,que te hemos presentado con fe y esperanza.Por Jesucristo nuestro Señor.R. Amén.

Vie 21 Jul 2023

El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo

DÉCIMO SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 23 de julio de 2023 Primera lectura: Sabiduría 12,13.16-19 Salmo: 86(85),5-6.9-10.15-16a (R. 5a) Segunda lectura: Romanos 8,26-27 Evangelio: Mateo 13,24-43 Orientaciones para la Predicación Introducción San Juan nos define a Dios como amor; San Pablo, en su gran himno a la caridad nos ofrece la paciencia como una de sus características. En Dios brilla de manera refulgente esta característica de quien ama, tal como aparece en el texto del libro de la Sabiduría que hoy escuchamos, al igual que en el salmo y en el Evangelio. Su paciencia es muy grande, pero no destruye la justicia, según se afirma en la parábola de la cizaña en el campo; habrá un tiempo en que será separada del trigo y quemada. Lo anterior es un llamado a la responsabilidad, a fin de permitirle a Dios que trabaje en nuestro corazón y que su semilla produzca abundantes frutos de paciencia, comprensión, bondad, amabilidad, etc. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios de este domingo nos descubre una faceta muy hermosa y consoladora: la paciencia divina es muy grande. Y esto estimula una profunda esperanza y confianza. La debilidad que a diario experimentamos es grande, pero la bondad y misericordia divinas expresadas en su espera paciente son inmensamente mayores. No desesperemos de nosotros y de quienes amamos y deseamos su conversión. Lo anterior nos podría llevar a la pregunta: ¿Entonces Dios hace caso omiso del mal y de quién lo obra? ¿Todo terminará en una misericordia que no conoce límite y Dios se tapará la cara para no ver el mal y darle la bienaventuranza a quien obra la iniquidad? La parábola de la cizaña esclarece de manera muy nítida este interrogante: hay justicia, llegará el momento de la verdad; no será igual haber obrado la iniquidad que haberse esforzado por caminar en la verdad y el amor. Llegará un momento en el cual serán separados el trigo y la cizaña; y la suerte será distinta: el trigo será almacenado en el granero, mientras que la cizaña será atada en gavillas y quemada. Confianza y responsabilidad; estas son las dos actitudes que nos deben caracterizar como cristianos. Dios es muy bueno; su bondad inmensa se expresa en una gran paciencia; esta certeza impide la desesperanza que podría venir a nuestro corazón al experimentar nuestra profunda fragilidad: cuántos propósitos que no logramos cumplir, cuántos esfuerzos por superar un vicio o defecto y las pocas victorias que no pocas veces constatamos, cuántas tentaciones y caídas… La paciencia de Dios es la oportunidad para el cambio, para la conversión, para emprender un camino de regreso a la casa paterna y para responder con amor al gran Amor que nos ha salvado y espera a diario nuestro regreso a casa. Ahora bien, si decidimos vivir en contra del Amor, a espaldas de Dios, obstinados en el mal camino, entonces el mismo mal elegido nos destruirá, pues como dice San Pablo, el pecado paga con muerte. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Soy obra preciosa a los ojos de Dios, soy hechura suya; Él me ha pensado desde toda la eternidad y me ha amado, por esto me ha creado, me ha hecho existir. Quien ama espera el amor de su amado. Dios espera nuestra apertura y nuestra correspondencia a su bondad; siempre nos espera; paciente y repetidamente llama a la puerta de nuestro corazón; solamente desea nuestro bien y nuestra felicidad. ¿Hasta cuándo tendrá que esperarnos? Dice el Apocalipsis: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguien; si alguien escucha mi voz y me abre la puerta entraré en su casa y cenaré él y él conmigo” (3,19-20). No retardemos más nuestra respuesta, pues la vida es pasajera y llegará un momento en que deberemos presentarnos ante el Dios bueno y misericordioso, pero también justo y verdadero. Somos llamados a encarnar esta paciencia divina para con los demás. Nadie es insalvable. Todos podemos cambiar. No consideremos perdido definitivamente a nadie. Como el Padre misericordioso en la parábola del Hijo pródigo, esperemos la reacción y el cambio de los demás; mientras tanto, ejercitémonos en la espera paciente y en la caridad activa manifestada en un trato bondadoso y amable, en soportar animosamente todas las molestias que los demás nos puedan ocasionar y en hacerles el mayor bien posible. 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor, Tú que nos has amado de tantas maneras y solamente deseas nuestro bien y nuestra felicidad: haz que no retardemos más nuestra decisión de corresponderte; danos un corazón decidido y firme para luchar contra aquello que nos impide abrirte completamente nuestro corazón; que no te sigamos crucificando más; antes, por el contrario, que nuestra vida pueda ser en adelante una alabanza permanente a tu gloria y un rendido homenaje de sumisión amorosa, sabiendo que en seguirte y obedecerte está nuestro mayor bien. Señor, Tú que fuiste manso y humilde de corazón, danos la gracia de tener tus mismos sentimientos de paciencia y bondad frente a las limitaciones y defectos de los demás, esperando su conversión y superación. Todos somos frágiles y necesitados de misericordia y compasión. Ayúdanos a vivirla con los demás para que, así, podamos gozar de tu benevolencia, según nos los dices en el Evangelio: la medida que uséis la usarán con vosotros. ______________________ Recomendaciones prácticas: Jornada mundial de los abuelos y de los mayores. La lectura del contenido de la homilía y de sus partes textuales del Papa Francisco en su Misa matutina en la Capilla de la Domus Sanctae Marthae, tenida el lunes 12 de febrero de 2018. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La Eucaristía es el encuentro con el Dios bueno, clemente y que espera con paciencia nuestra conversión. Vivamos esta fiesta con espíritu de fe y devoción, dispuestos a dejarnos moldear y plasmar por sus mismos sentimientos, para que nuestra vida sea una prolongación de su amor y misericordia. Monición a la Liturgia de la Palabra El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad para que la Palabra de Dios penetre en la tierra de nuestro corazón, lo permee de sus mismos sentimientos y sea el principio de acciones de misericordia y bondad para con los demás. Escuchemos con fe y atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Confiemos nuestras súplicas a nuestro buen Padre paciente y rico en misericordia y, llenos de confianza, digámosle: R. Padre bueno, escúchanos. 1. Por la santa Iglesia esparcida por todo el orbe de la tierra, para que la proteja de las asechanzas del maligno y la purifique en sus miembros. 2. Por todos los que sufren, para que, mirando al Dios misericordioso y paciente, encuentren la fuerza para unir sus padecimientos a los de Cristo y, así, contribuyan a la salvación de la humanidad. 3. Por los abuelos y los mayores, para que en sus familias encuentren el rostro amoroso de Cristo, que los consuela y conforta en sus sufrimientos. 4. Por todos los que se llaman cristianos, para que comprendan que Dios quiere la salvación de todas las personas y, de este modo, se esfuercen por mirar con misericordia y compasión a los más alejados y descarriados. 5.Por todos nosotros, para que tengamos un corazón paciente y misericordioso para con aquellos que viven a nuestro lado. Oración conclusiva Recibe, Padre santo, estas súplicas que te hemos dirigido y concédenos cuanto te hemos pedido con fe y humildad, por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Sáb 15 Jul 2023

Salió el sembrador a sembrar

DÉCIMO QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 16 de julio de 2023 Primera lectura: Isaías 55,10-11 Salmo: 65(64),10.11.12-13. 14 Segunda lectura: Romanos 8,18-23 Evangelio: Mateo 13 ,1-23 Orientaciones para la Predicación Introducción Comienza la parte del Evangelio de Mateo llamada “libro de las parábolas”; se leerán cinco de ellas: el sembrador, la cizaña, el tesoro escondido, la perla y la red. En ellas se esconden los “secretos del reino de los cielos”, como los diferentes grados de aceptación que tiene la Palabra de Dios según la disposición personal de cada oyente. Dios no fuerza la libertad para escucharle o no (Evangelio). Sin Embargo, la Palabra es poderosa y eficaz para producir siempre alguna forma de fruto, porque procede de Dios (primera lectura). Toda la creación ha de participar también de la gloria a la que están destinados los creyentes. Pablo muestra su visión del mundo creado que, en su estado caótico, manifiesta su ansiosa espera cósmica de alcanzar la misma meta a la que tiende el hombre: “la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (tercera lectura). ¿Qué dice la Sagrada Escritura? “Aquel día, Jesús salió de casa y se sentó a orillas del mar” (13,1). Jesús sale de la casa en la que estaba y se va a la orilla del mar, recordamos se evoca el pasaje de la tempestad calmada (8,23). La multitud que se reúne en torno a Él es grande (13,2). Con él subido en una barca y la gente sentada a la orilla. En este bello escenario comienza la enseñanza. La parábola del sembrador (13,3b-9), la primera en contarse distingue diversos tipos de terreno en los cuales caen las semillas arrojadas por el sembrador, destacando al final un terreno que es apto para la inmensa producción de que es capaz una simple semilla. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Al caer en el camino donde no puede ser cuidada, cae de superficialmente, así son las personas que oyen la palabra, pero no llega al corazón, no se arraiga no tiene raíz y el maligno la arranca. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. La semilla que cae en un terreno rocoso donde no puede hacer raíz y con el sol inclemente se seca, es el hombre que oye la palabra y la acepta inmediatamente con alegría, pero no admite la raíz es superficial, es incoherente en su actuar y por tanto no germina. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Aunque el suelo es bastante profundo para hacer raíz se encuentra con hierba, compara con el que oye la palabra, pero las preocupaciones personales y del mundo sofocan la palabra y no da frutos. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, un ciento, otra sesenta, otra treinta. La semilla sembrada en la tierra es buena, en suelo profundo, no tiene abrojos, es la persona que abre su corazón, escucha la palabra y da diferentes frutos. El comportamiento del sembrador, que es un profesional en la materia, ciertamente parece extraño cuando deja caer algunas semillas en terreno impropio para el cultivo. Sin embargo, esto corresponde a la realidad del evangelio: antes que la calidad de la tierra, lo que vale es la calidad de la semilla. Así obraba Jesús: arrojaba su semilla en corazones sobre los cuales los fariseos ya habían dado su dictamen negativo y consideraban excluidas de la salvación. Entonces la imagen de un sembrador arrojando las semillas en los tres primeros terrenos es un retrato de la obra de Jesús quien no ha venido “a llamar a justos, sino a pecadores” (9,13). Ante todo, se proclama la bondad de Dios, quien no tiene límites para ofrecer sus bendiciones (ver 6,45), pero esto implica de parte de cada hombre el hacerse a sí mismo “buena tierra” para que la semilla de la Palabra pueda crecer. La Palabra de Dios se nos da como un don, él no cuenta con la respuesta del hombre, la semilla cae en diferentes corazones, pero a pesar de ello tendrá éxito en la mayor parte. Es un relato que nos lleva a la esperanza. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La razón de ser de la creación fue preparar un espacio adecuado para el hombre, creatura con la que Dios quería compartir y dialogar, porque Dios es comunidad de amor que comparte con los otros, esos otros son las personas humanas y en cada ser humano Dios comparte su espíritu como semilla de su reinado, esa semilla es su palabra, la buena noticia, que se ha hecho carne en Jesús el Cristo, para enseñarnos a vivir su proyecto de reino, compartiendo de manera justa y respetuosa nuestra casa común, con relaciones marcadas por la verdad, el respeto, la equidad y solidaridad. Ante esa palabra que Dios nos comparte en Cristo Jesús, las personas podemos tomar algunas actitudes: Apenas oírla, pero ni siquiera meditarla, simplemente dejarla pasar; otros la oyen, pero no profundizan en ella; otros la escuchan, es decir profundizan en ella, pero luego de entusiasmarse no se comprometen a aplicarla en sus vidas en su hacer y cómo hacer y por último hay algunos que la escuchan, se conmueven y se comprometen. Conviene revisarnos a diario y preguntarnos ¿a qué tipo de persona o terreno pertenezco, respecto a la acogida de la semilla de la palabra de Dios? 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La liturgia de este domingo me mueve a suplicar al Señor, que nos siga sacudiendo con la acción del espíritu santo: Sacudiendo nuestra capacidad de asombro y sensibilidad ante las situaciones que nos rodean y niegan los valores del reino. Que el Espíritu Santo, que recibimos junto al agua viva del bautismo, nos siga empapando, haciendo germinar en nosotros las semillas de la acogida al otro, de la disponibilidad para el servicio a las personas y comunidades, desde la opción de vida laboral o profesional que hayamos escogido; para que germinen en nosotros las palabras y obras que aporten verdad, justicia y solidaridad, como germina la semilla en tierra buena. _______________________ Recomendaciones prácticas: Se podría colocar en un espacio cercano al altar, la Biblia abierta, y a su alrededor, algunos testimonios de niños, jóvenes y adultos de la catequesis, los grupos juveniles y movimientos apostólicos compartiendo su experiencia de compromiso de fe e incluso algún informe pastoral de las obras parroquiales del año anterior y hacer alusión a ellos, durante la homilía. Nuestra Señora del Carmen. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Bienvenidos a este nuevo encuentro dominical con el Padre Celestial, con la Palabra que viene de su hijo único, con el Espíritu Santo que nos renueva su gracia sacramental y con nuestros hermanos y hermanas, con quienes compartimos la alegría de creer, la satisfacción de la lucha diaria por vivir en coherencia con nuestra fe y la esperanza por avanzar en la transformación de las realidades que niegan el reinado de Dios, por realidades que nos aproximan a ser cada día más humanos y humanitarios y por ende auténticos hijos e hijas de Dios. Participemos activamente. Monición a la Liturgia de la Palabra La palabra de Dios es Luz a nuestros pasos, escuchémosla con atención, meditemos la con devoción y apliquémosla con voluntad de fe comprometida. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Dirijamos nuestras suplicas a Dios clemente y misericordioso, por el bien de la humanidad, y digámosle con fe y esperanza: R. Padre todo bondadoso escúchanos. Por la prolongación viva de la humanidad del Señor que es la santa iglesia: Para que, desde el compromiso del Santo Padre, de todos los ministros ordenados; los consagrados en la vida religiosa y de todo su laicado; su palabra salvífica, se extienda por todo el mundo y el anuncio del Evangelio produzca frutos de justicia y paz, roguemos al Señor. Por la fecundidad de la tierra y del esfuerzo humano: para que ningún pueblo carezca de lo necesario para subsistir y se vele por el cuidado de los ecosistemas de nuestra casa común, roguemos al Señor. Por los indiferentes o que viven alejados del Evangelio: para que Dios suscite testigos valientes que les anuncien con sus vidas y les reiteren el llamando a muchos de estos hermanos al don de la fe, roguemos al Señor. Por todos nosotros: para que nuestro corazón acoja la Palabra de Dios y promueva frutos de fe, esperanza y caridad, roguemos al Señor. Por las personas que atraviesan por situaciones de desplazamiento forzado, o soledad, para que encuentren entre sus vecinos o conciudadanos, la acogida y solidaridad, roguemos al Señor. Oración conclusiva Dios Padre, cuyo poder radicar en el amor misericordioso, acoge las súplicas de tu pueblo. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Sáb 8 Jul 2023

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré

DÉCIMO CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 9 de julio de 2023 Primera lectura: Zacarías 9,9-10 Salmo: 145(144),1-2.8-9.10-11.13cd-14 (R. 20[19],7) Segunda lectura: Romanos 8,9.11-13 Evangelio: Mateo 11, 25-30 I.Orientaciones para la Predicación Introducción La palabra de Dios que hoy se nos propone, nos presenta tres situaciones que se concatenan secuencialmente: 1. Dios trinidad es justo, misericordioso y fiel en su relación con la humanidad. Su compromiso con el hombre es permanente. 2. Ante la caída de la humanidad por el pecado, la familia divina, promete, desde el Padre, proveernos un mesías, redentor, liberador y salvador, que vendrá revestido de las virtudes que los hombres debemos asumir, desde su testimonio (humilde, desprendido-solidario y fiel a la voluntad del Padre eterno), si queremos levantarnos de donde hemos caído y recuperar nuestra dignidad y vida plena. 3. Jesús es el hijo escogido-ungido- por la familia divina para cumplir la promesa mesiánica y no sólo la cumple, sino que, nos une a Él por el bautismo, posibilitándonos que, acogiendo con humildad su gracia compartida, quién permanezca fiel al bautismo y se configure con Jesús, el Cristo, como justo, fiel y solidario podrá, con la gracia del Espíritu Santo, recibida en el bautismo, vencer el pecado y recuperar su vida plena. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El profeta Zacarías, procura levantar el ánimo de un pueblo, Israel, que se ha quedado sin rey, al profeta le preocupa la dispersión del pueblo elegido y asume la vocería de Dios que promete un mesías, un rey justo, por cuanto personaliza las cualidades del siervo de Yahvé y unirá tribus como la de Efraím con Judá, recuperará Jerusalén como lugar de encuentro del pueblo unificado en torno al Mesías Rey, con Dios. El Salmo 144 Reconoce a Yahvé como un Dios Compasivo y misericordioso, eternamente fiel y comprometido con su pueblo, no lo condena, sino que lo levanta del polvo a donde ha caído por su pecado de infidelidad. En la carta a los Romanos, Pablo nos recuerda que, en Cristo, por el bautismo somos sumergidos en el espíritu Santo, que nos capacita con sus dones para configurarnos con cristo siervo fiel del reinado de Dios, de modo que, si somos, como Cristo, dóciles al Espíritu y fieles al llamado del Padre eterno viviremos como Cristo y en Cristo, y se restaurara nuestra vida plena. En el evangelio, Mateo nos muestra a Jesús asumiendo su identidad mesiánica de hijo de Dios. Conoce al Padre, por tanto, sabe cuál es su voluntad y proclama que quiere compartir ese conocimiento con su pueblo, por eso ha llegado a ellos, con las actitudes profetizadas por Zacarías y con la esperanza de que este sea un pueblo dispuesto a escucharlo, con la misma humildad y voluntad filial con que Jesús escucha al Padre celestial. Les confirma que los que se acerquen a Él, escuchen su palabra y asuman su compromiso de vivir el amor solidaridad al prójimo, de asumir la verdad y la justicia, que constituyen ese yugo suave con el cual se vence al tentador y al pecado, estarán compartiendo con Jesús el reinado de Dios y podrán participar de la redención, liberación y salvación total que Él nos trae. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Esta palabra de hoy, a mí, Como bautizado desde el carisma y ministerio que he asumido me dice e invita a meditar con humildad, discernir y actuar con fidelidad a lo que la palabra me ha inspirado, acercarme con sencillez, a predicar a la comunidad a Jesús desde Jesús, anunciarlo más que con palabras con actitudes y con ese nuevo ardor del que hablaba san Juan Pablo II que mueve a las personas a creer, más que por la elocuencia del discurso, por la transparencia y coherencia del testimonio de vida, como lo hacía Jesús. A la comunidad esta Palabra me sugiere decirle que también a cada miembro de nuestras comunidades les conviene mantener una actitud de apertura y disposición a acoger y escuchar con respeto a cada hermano o hermana que se acerca, desde su basta o básica formación académica, a compartirnos su experiencia de fe, o presentarnos su lectura de fe de algún proceso o aspecto de la realidad que comparte con nosotros, pero también a observarle y discernir si, tanto su discurso como actitudes, marcan sintonía o coherencia con el evangelio, de modo que podamos acoger lo bueno y auténtico que percibamos en cada persona que se nos acerca; lo apliquemos y compartamos con los demás. 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Esta palabra que se nos ofrece para este domingo del tiempo ordinario me mueve a pedirle al Señor, que, por la acción del Espíritu Santo, podamos todos ser permeables y sencillos como los niños a la palabra de Dios que nos llega por diversas personas, medios y modos; a acoger la voluntad del padre que se nos expresa desde estas personas. Pero, sobre todo, que logremos asumir el yugo y carga ligera de reconocer la verdad, así nos conmine a cambios drásticos, a esforzarnos por obrar cada vez con mayor cercanía a la justicia y con disponibilidad generosa y solidaria respecto a las personas que en la comunidad nos requieran algún servicio o compromiso. _______________________ Recomendaciones prácticas: Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia. En la Oración de los fieles conviene tener presente esta celebración. II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La misa es el lugar y acción litúrgica por excelencia, punto de llegada al que traemos los esfuerzos y realizaciones por hacer la voluntad del Padre creador; por configurarnos con Cristo y de partida, como lugar celebrativo en el que recibimos el pan de la palabra y el pan eucarístico que nutre nuestra conciencia y voluntad para mantener y avanzar en nuestro compromiso bautismal de ser uno con Jesús para vivir en comunidad los valores del reino de Dios, con la cual podremos, levantarnos de nuestros pecados y ponernos en línea del servicio de su reinado con el compromiso concreto por la verdad, la justicia y el amor solidaridad. Con estas convicciones, animémonos a participar activamente. Monición a la Liturgia de la Palabra Con la humildad y sencillez que Nuestro Señor Jesucristo valora como actitudes necesarias para acoger y sacar provecho a su palabra, escuchemos con atención lo que Dios nos comunica hoy, para hacer de nuestra cotidianidad un tiempo o momento de salvación. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Dirijamos nuestras suplicas al Padre que siempre atiende a sus hijos y digámosle con fe y esperanza: R. Padre misericordioso, escúchanos. Por la Iglesia Universal, que peregrina en la historia, para que consientes de nuestro compromiso bautismal, nos configuremos con Cristo que se acerca a todas las personas invitándolas a reconocerse capaces de superar el mal y el pecado en que hayan podido caer. Oremos. Por quienes, desde las distintas instancias o espacios de poder, conducen y gobiernan las naciones, en particular a nuestro país, para que mantengan una actitud constante de reevaluación de sus desempeños y compromiso para con sus comunidades. Oremos. 3. Por nuestra patria, para que por intercesión de María nuestra madre, en su advocación de nuestra señora de Chiquinquirá, se acreciente el amor cristiano y la justicia verdadera. Oremos. 4. Por las personas que sufren todo tipo de abandono, de exclusión o discriminación, para que encuentre en cada uno de nosotros a prójimos que los acompañan y apoyan en procesos de redignificación y restauración de sus derechos y dignidad humana. Oremos. 5. Por todos los que celebramos esta Eucaristía, para que ella nos recuerde que somos peregrinos en la tierra y que nuestra morada es el Cielo. Oremos. Oración conclusiva Todas estas intenciones te las presentamos, Padre bueno, por intercesión de tu Hijo Jesucristo que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. R. Amén.