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Episcopado al día

Vie 7 Nov 2025

"La historia es un libro abierto": Obispos colombianos claman por verdad y memoria a 40 años del holocausto del Palacio de Justicia

Con un llamado pastoral a hacer "un alto en el camino", la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se unió este viernes, 7 de noviembre, al duelo nacional que marca los 40 años de la toma y retoma del Palacio de Justicia. Durante una Eucaristía presidida en la Catedral Primada de Colombia por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, el secretario general de la CEC, monseñor Germán Medina Acosta, dio a conocer un comunicado que sitúa la verdad, la justicia y la memoria como pilares fundamentales para la paz del país.En el mensaje, el Episcopado colombiano hace un llamado a revisar la respuesta dada a las víctimas y a la sociedad durante estas cuatro décadas, en lo concerniente a "la verdad de los acontecimientos, sus causas y consecuencias, la justicia, la reparación y la no repetición".Memoria, verdad y justicia: el camino pastoral hacia la pazLos obispos afirman que "no podemos pretender construir la nación borrando su memoria". Subrayan que el país requiere de "buena memoria". Recuerdan que "la paz que tanto anhelamos en el país se construye sobre la verdad y conlleva, tanto acciones de justicia como de reparación".En el comunicado, los prelados expresan que "la impunidad siempre será incompatible con el orden moral y el Estado de derecho", y enfatizan que "las víctimas siguen esperando estas acciones".Escribir nuevas páginas: un llamado a la educación y al respeto institucionalEl mensaje de los obispos insta a asumir la responsabilidad colectiva en la educación de las nuevas generaciones, "cultivando la conciencia crítica, la memoria histórica, la solución pacífica de los conflictos y la convivencia fraterna". Esta formación debe estar fundada, según el texto, en "el valor de la vida, la dignidad de toda persona humana y el respeto a las instituciones democráticas".Un llamado a la reconciliación desde las palabrasCitando al Papa Leon XIV, el mensaje episcopal hace un llamado a transformar la comunicación: "debemos decir 'no' a la guerra de las palabras y de las imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra".Concluyen con un mensaje de esperanza en Cristo, "nuestra paz", para "derribar los odios que nos separan", e invita a orar por "los afectados, los desaparecidos, los sobrevivientes y sus familias", encomendando el futuro de Colombia a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá.En la Eucaristía participaron como concelebrantes, el Nuncio Apostólico, monseñor Paolo Rudelli, el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá, los miembros de la Comunidad de Presidencia de la Coferencia Episcopal de Colombia y los demás arzobispos colombianos, quienes estuvieron reunidos durante esta semana en Bogotá, para celebrar su reunión de Comisión Permanente.A la ceremonia, acudieron familiares de las víctimas, magistrados de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo de Estado, de la Corte Constitucional, del Consejo Superior de la Judicatura, de la Comisión Nacional de la Disciplina Judicial. Además, jueces, fiscales y otros servidores del poder judicial. El Alcalde Mayor de Bogotá también estuvo presente.

Jue 23 Oct 2025

El Papa León XIV nombra nuevo obispo para Tumaco: Pbro. Franklin Misael Betancourt

El Santo Padre León XIV designó al padre Franklin Misael Betancourt como nuevo Obispo de la Diócesis de Tumaco, en el departamento de Nariño. El sacerdote es originario de la Diócesis de Ipiales.Esta designación pone fin al periodo de sede vacante iniciado en septiembre de 2024, luego de que monseñor Orlando Olave Villanoba se posesionara como obispo de la Diócesis de Ocaña, tras el nombramiento del Papa Francisco. Desde entonces, esta jurisdicción del pacífico nariñense estaba bajo el liderazgo del padre José Ricardo Cruel Angulo, quien había sido elegido como administrador diocesano por sus hermanos sacerdotes, miembros del Colegio de Consultores.Pastor, teólogo y formador: pilares de su trayectoriaEl padre Franklin Misael Betancourt nació en el municipio de Guaitarilla, Nariño, el 30 de octubre de 1967. Fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1996 para la Diócesis de Ipiales.Su formación académica incluye estudios de Filosofía en el Seminario Mayor Los Sagrados Corazones de Pasto, y de Teología en el mismo seminario y en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, donde obtuvo el bachillerato en Teología en 1995.Posteriormente, se licenció en Teología Moral en la Pontificia Universidad Gregoriana y realizó una especialización en Pedagogía y Ética en la Universidad Juan de Castellanos de Tunja en 2013.Su trayectoria pastoral es extensa y variada. Ha desempeñado roles como Delegado Diocesano de Pastoral Juvenil, párroco en varias parroquias de Ipiales –incluyendo el emblemático Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas (2008-2016)–, Vicario para la Vida Consagrada y Ecónomo Diocesano. En los años más recientes, se ha dedicado a la formación de nuevos sacerdotes, en el Seminario Binacional Nuestra Señora de la Paz en Tulcán, Ecuador, y, desde 2020, en el Seminario Mayor Los Sagrados Corazones de Jesús y María de la Diócesis de Pasto.En contextoLa Diócesis de Tumaco, sufragánea de la Arquidiócesis de Popayán, abarca una región estratégica en el suroccidente colombiano. Comprende los municipios de Barbacoas, El Charco, Francisco Pizarro, La Tola, Magui, Mosquera, Olaya Herrera, Roberto Payán y Tumaco, limitando con el Océano Pacífico y la República de Ecuador.Su historia eclesial se remonta a 1927, cuando fue erigida como Prefectura Apostólica. Fue elevada a Vicariato Apostólico en 1961 y finalmente a Diócesis en 1999. Entre sus pastores anteriores se encuentran monseñor Gustavo Girón Higuita, quien lideró la transición a diócesis, y más recientemente, monseñor Orlando Olave Villanoba, quien estuvo allí por siete años.

Lun 20 Oct 2025

Obispos colombianos celebran la canonización de la Madre Carmen Rendiles y exaltan su legado educativo y de servicio

La Conferencia Episcopal de Colombia expresó su júbilo y admiración por la canonización de la Madre Carmen Rendiles Martínez, fundadora de la Congregación Siervas de Jesús, proclamada santa este domingo, 19 de octubre, en medio de una multitudinaria Misa celebrada por el Papa León XIV en la Plaza de San Pedro del Vaticano.En un comunicado firmado por monseñor Francisco Javier Múnera Correa, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos y monseñor Germán Medina Acosta, integrantes de la Comunidad de Presidencia, los obispos manifestaron su unión “a la alegría de la Iglesia Universal y del pueblo venezolano” por este importante acontecimiento.El mensaje, dirigido a la reverenda madre María Eugenia Noreña, superiora general de la Congregación, destaca la vida ejemplar de la nueva santa, reconocida por el papa León XIV como una “carismática fundadora”. Los prelados rindieron homenaje a su vida íntegra, virtudes heroicas, y a su incansable compromiso con la educación y el servicio a los más necesitados.“El legado de fortaleza y caridad en la educación fue una de las prioridades de la Santa Madre Carmen Rendiles a lo largo de su vida...Buscó que su Congregación sirviera a los más necesitados en las aulas y, en general, que estuviera al servicio de la Iglesia, madre y maestra”, subraya el comunicado.La Conferencia Episcopal de Colombia resaltó que el testimonio de la Madre Rendiles representa, para América Latina, un ejemplo de entrega y esperanza en tiempos de desafíos sociales y espirituales. “Su vivo ejemplo —añaden los obispos— es un aliciente que nos mueve a seguir trabajando en la promoción integral de la niñez y la juventud de nuestros pueblos”.Finalmente, los prelados pidieron hacer extensiva su felicitación a toda la Congregación Siervas de Jesús, confiando en que “serán muchos los buenos frutos que la nueva Santa traerá para su Instituto, sus obras y carisma”.

Vie 17 Oct 2025

Episcopado Colombiano se une a la alegría de la Iglesia en Venezuela por la canonización de José Gregorio Hernández

A dos días de la histórica canonización del beato José Gregorio Hernández, los Obispos Colombianos enviaron un mensaje al Episcopado Venezolano, en el que expresan la comunión y el júbilo que comparte toda la Iglesia en Colombia con el pueblo y la Iglesia hermana de Venezuela.La misiva, firmada por la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), fue dirigida a monseñor Jesús González de Zárate, arzobispo de Valencia y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.En el texto, los prelados colombianos se unen a la celebración y “rinden homenaje a la vida íntegra y a las virtudes heroicas de un hombre dedicado a aliviar el sufrimiento humano y a transmitir un mensaje de amor y esperanza, siguiendo el mandato de Cristo, Buen Pastor en el estado laical”.El mensaje destaca que el legado del nuevo santo trasciende las fronteras, afirmando que “sigue impregnando fuerte en las comunidades de fe de América Latina y el Caribe, y especialmente en el pueblo de Dios que peregrina en la hermana nación venezolana”. Además, los obispos colombianos encomiendan a su intercesión “la salud espiritual y física de nuestros pueblos, tan aquejados por diferentes enfermedades morales”.La nota concluye con un gesto de fraternidad y una expresión de fe común, pidiendo que “Venezuela y Colombia sigan caminando en la búsqueda de la justicia y la paz tan anheladas”. Para ello, se encomiendan a las plegarias al Señor Jesús y a la Virgen María en sus advocaciones de Coromoto y Chiquinquirá, patronas de Venezuela y Colombia, respectivamente, reforzando así los profundos lazos de fe y devoción mariana que unen a las dos naciones.Contexto eclesialLa canonización de José Gregorio Hernández, junto a la beata Madre Carmen Rendiles Martínez y otros cinco beatos, será presidida por el Papa León XIV este domingo 19 de octubre. Este evento es considerado por la Iglesia venezolana como “un gran regalo de Dios” y “un signo de unidad y esperanza” en medio de los desafíos actuales, según expresaron recientemente el Arzobispo de Caracas, monseñor Raúl Biord, y el Obispo Auxiliar, monseñor Carlos Márquez, en entrevista con Vatican News.

Vie 17 Oct 2025

Obispo de Buenaventura alerta: el bloqueo de la vía tiene "secuestrado" al puerto y sacrifica a toda su gente

Monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura, se refirió a la crítica situación que vive el puerto debido al bloqueo de la única vía terrestre que lo conecta con el interior del país. Sin desconocer la legitimidad del reclamo social, el prelado llama la atención sobre la vulneración masiva de los derechos básicos de toda la comunidad.A través de un contundente mensaje en video, monseñor Jaramillo no dudó en definir la situación con una cruda metáfora: “Buenaventura, un pueblo secuestrado”. Afirmó que esta medida podría sacrificar a toda una comunidad por intereses particulares, pues según reportes de medio locales, la paralización, iniciada el pasado martes, ya genera desabastecimiento de gas y alimentos, y pone en riesgo la salud y la economía de cientos de miles de personas.El Obispo de Buenaventura explicó que el “secuestro” que vive la ciudad no solo es obra de los grupos armados, sino también de “todos aquellos que han tomado la única salida que tenemos para reclamar sus pretensiones, pero sacrificando vidas, seres humanos, sacrificando personas, familias, deseos, sueños, empresas, economías”.La protesta y el llamado al bien comúnSegún lo han anunciado los manifestantes, estas actividades se enmarcan en la 'Movilización Nacional por la Vida, la Dignidad y la Permanencia en el Territorio', que busca el cumplimiento de acuerdos anteriores con el Gobierno Nacional y la solución a la crisis humanitaria que enfrentan. Sin embargo, frente al colapso generado en el puerto, el Obispo hizo un enérgico llamado a recordar un principio fundamental de la convivencia social.“No es posible que el bien particular esté por encima del bien general”, afirmó de manera categórica. Recalcando esta idea, añadió: “Siempre se ha dicho como principio que el bien de todos está por encima del bien de dos o tres, o unos cuantos. Ahora parece que se cambian los papeles”.Un llamado propositivo a las autoridadesMás allá de la denuncia, el mensaje del prelado fue también es llamado directo a las instancias de poder para encontrar una salida urgente. Solicitó una acción decidida del Estado para destrabar la crisis y garantizar los derechos de la población. “El Gobierno nacional tiene que garantizar que el bienestar general esté por encima del bienestar de unos cuantos”, enfatizó.Finalmente, con un tono de fe, el obispo expresó: “Ojalá que Dios ilumine, bendiga a nuestros gobernantes, que tomen las decisiones firmes que deben tomar para que no sigamos estando secuestrados en nuestra propia casa”.Vea el mensaje del Obispo a continuación:

Mar 23 Sep 2025

Obispo de Buenaventura reclama acción estatal ante hechos violentos: "Un pueblo se está muriendo en baños de sangre"

En medio de la ola de violencia que ha encendido nuevamente las alarmas en el Distrito Especial, el obispo de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, envió un contundente mensaje en el que pide al Gobierno Nacional cumplir sus promesas de seguridad con los bonaverenses, para que no se sigan “muriendo en baños de sangre”.El pronunciamiento del prelado se da en un contexto crítico para la ciudad portuaria. De acuerdo con la Personería Distrital, en lo que va del 2025 se han registrado más de 100 homicidios, atribuidos principalmente a la acción de grupos armados, bandas criminales, disidencias de las Farc y carteles mexicanos. Este clima de terror se evidenció claramente con el asesinato de Alan Josué Valencia Cuero, un estudiante y líder social de 17 años de edad, abatido la tarde del 11 de septiembre en el barrio Los Pinos.La situación ha generado tal zozobra que instituciones públicas como la Universidad del Valle y la Universidad del Pacífico suspendieron las clases presenciales nocturnas durante la semana del 22 al 27 de septiembre, una medida que refleja el temor instaurado también por amenazas circulantes en redes sociales contra quienes transiten por las calles en la noche.Un mensaje de fe y una exigencia firmeFrente a este panorama, el pronunciamiento de monseñor Jaramillo Montoya recuerda que, aunque “construir la Iglesia es construir esperanza”, ante las circunstancias actuales, especialmente con la pérdida de tantos jóvenes, hay un reclamo social y político que no se puede dejar pasar:“Es el momento para unirnos y poner la esperanza en Dios, pero también la exigencia en un gobierno nacional que no cumple sus promesas y que no acude a salvar a un pueblo que se está muriendo en los baños de sangre de nuestros jóvenes”, afirmó el obispo con enfática gravedad, dando voz al sentir de una comunidad que clama por décadas contra la indiferencia y la impunidad.Un llamado a la paz en medio del temorEl prelado concluyó su mensaje pidiendo a Dios “fortaleza y luz en estos momentos difíciles”. En su mensaje, recurrió a las palabras del Salmo 23: “Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo”. Agregó una plegaria: “Para que el Señor pare los corazones violentos, cese tanta violencia y nos dé su paz”.Vea el pronunciamiento a continuación:

Vie 19 Sep 2025

El Arzobispo de Cali condena con “profundo dolor” la ola de violencia que enluta la ciudad

A través de un contundente mensaje, monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali, expresa su repudio ante los asesinatos de nueve personas y los graves disturbios ocurridos este 17 de septiembre en la capital del Valle del Cauca. Hace un llamado a los actores armados a deponer la violencia y, a las autoridades, a esclarecer los hechos y buscar la paz.Además de estos homicidios que “aún están por esclarecer”, el Arzobispo de Cali hace referencia a disturbios en varios sectores de la ciudad, la quema de dos tractomulas y el lanzamiento de una granada en las puertas de la cárcel de Villahermosa.En su mensaje, monseñor Rodríguez Velásquez se identifica con el dolor de la comunidad: “Como Pastor de esta Iglesia Particular de Cali y en nombre de las familias y las comunidades que sufren los estragos de la violencia, expreso con profundo dolor nuestro repudio ante el deseo y la materialización de la maldad humana que pretende acabar con la dignidad y la vida de los más frágiles”.Dirigiéndose a los responsables de estos hechos violentos, el prelado hace un enérgico llamado: “Invito a quienes empuñan las armas a detener la violencia y promover una cultura de paz y cumplir plenamente el quinto mandamiento que nos ha dejado el Señor ‘no matarás’”. Añadió que este mandamiento debe entenderse como “una llamada al amor y a la misericordia y a vivir plenamente respetando la dignidad humana”.En el comunicado, monseñor Luis Fernando Rodríguez también se refiere a las víctimas y a sus familias, a quienes la Iglesia “abraza en la fe y la esperanza”. Asimismo, insta a las autoridades a “esclarecer los hechos y buscar estrategias viables para la defensa de la vida y la convivencia pacífica en nuestra ciudad”.

Mar 16 Sep 2025

Arzobispo de Popayán clama por sensatez y denuncia la destrucción que deja la ola de violencia en el Cauca

Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos se refirió a los ataques del fin de semana en El Carmelo, que dejaron un policía muerto, varias personas heridas y daños en el templo y casa cural; lamentó estas acciones que "destruyen la esperanza" y representan un "lenguaje equivocado" para el futuro del departamento.Tras un fin de semana de terror marcado por hostigamientos de las disidencias de las FARC en al menos seis municipios del Cauca, el arzobispo de Popayán, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, alzó su voz para expresar el "dolor y la consternación" de una región que, según sus palabras, está "perdiendo vidas, bienes y esperanza".Los ataques, cuyo episodio más grave se registró en el corregimiento de El Carmelo (Cajibío), tuvieron como blanco principal la estación de policía del poblado, resultando en la muerte del patrullero David Fabián Rodríguez Navarro y al menos cuatro uniformados más heridos. La violencia también se extendió a la población civil y al patrimonio comunitario, incluyendo el templo, donde decenas de feligreses que asistían a la Eucaristía dominical tuvieron que interrumpir sus rezos para refugiarse de los disparos y las explosiones.Monseñor Sánchez Cubillos detalló los daños sufridos en el lugar sagrado: "No es la primera vez que nuestros templos terminan afectados...La casa cural queda destruida casi en su 80%... Y el templo también, que con tanto amor las comunidades ayudan a levantar". Subrayó que esta destrucción "manda un mensaje muy drástico" y enfatizó: "Si se trata de posicionar una idea de futuro, este lenguaje es el equivocado".El prelado hizo un enérgico llamado a los grupos armados ilegales a la ponderación, advirtiendo que estas acciones no conducen a la paz sino que radicalizan el conflicto."Se necesita sensatez en la guerra; clamamos a los grupos que tengan ponderación, que esas muestras al final no terminan abriendo puentes y caminos para acercarse a posibles diálogos a salida negociada, sino para radicalizar más la guerra", afirmó.En sus declaraciones, el Arzobispo de Popayán hizo especial énfasis en el costo humano de la violencia, no solo entre las Fuerzas Armadas y de Policía sino también para los jóvenes reclutados por los grupos al margen de la ley."La pérdida de un policía y de un joven en El Carmelo...La misma realidad de los jóvenes que están en la guerra también duelen, porque son vidas que al final no son promesas para una vocación de futuro que el Cauca debe tener".Frente a la crisis, monseñor Omar Sánchez Cubillos reiteró el compromiso de la Iglesia y la sociedad civil con la paz, a pesar de que las respuestas sigan siendo violentas; recordó que la celebración de la Semana por la Paz se ha extendido este año a un mes por la paz. "No quiere decir que pararemos en nuestro anhelo como sociedad civil de construir este Cauca de un modo distinto", aseguró.Finalmente, expresó que aunque la guerra "destruye por dentro", es crucial abrirse a la esperanza, aunque esta requiere "signos de todas las partes". Dejó clara su postura sobre los recientes hechos: "Esta insensatez y esta desmedida proporción de actuar con la fuerza de las armas no se lee bien, no nos deja un sabor de futuro para ninguno", agregó el prelado.