Pasar al contenido principal

Episcopado al día

Mar 10 Sep 2024

La esperada y emotiva posesión canónica de monseñor Dimas Acuña Jiménez en la Diócesis de El Banco

Acogido por su clero, religiosas, cientos de fieles laicos y autoridades municipales, este lunes, 9 de septiembre, en la Catedral Nuestra Señora de La Candelaria, se llevó a cabo la ceremonia de posesión canónica de monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez, obispo de la Diócesis de El Banco. Monseñor Dimas se convierte en el tercer obispo de esta diócesis ubicada en el departamento del Magdalena, que fue erigida el 17 de enero de 2006.El nombramiento del nuevo obispo por parte del papa Francisco se produjo el pasado 15 de mayo. Posteriormente, el 27 de julio, monseñor Dimas, recibió la ordenación episcopal en la Catedral Metropolitana María Reina y Auxiliadora de Barranquilla. Aunque la posesión de monseñor Dimas estaba prevista para el pasado 10 de agosto, por dificultades asociadas a su salud, la ceremonia tuvo que ser aplazada. De allí, que su recibimiento por parte de la Iglesia que peregrina en El Banco fuera masivo y emotivo.Durante la homilía, monseñor Dimas narró el momento en que fue llamado a la Nunciatura Apostólica en Bogotá para ser notificado del nombramiento que le hizo el Santo Padre. Afirmó que, pese al miedo que sintió, se acogió a la voluntad de Dios frente a esa nueva misión y recordó una oración que hace todas las mañanas:“El Nuncio me empezó a contar cuánto tiempo llevaban ustedes sin obispo. Yo también sabía, pero no era consciente de eso, de estar esperando un obispo. Y entonces empecé a hacer lectura de fe de todas las veces que el Señor me ha llamado y que yo he respondido que sí. Y tenía miedo. Y solamente a través de la oración pude encontrar algunas de estas palabras que les he comentado a ustedes, ponerme en las manos de Dios. Y por eso, a mí me gusta una oración que dice: Padre, me abandono en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea; te doy las gracias, lo acepto todo con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas, no deseo nada más. Padre, yo te ofrezco mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque deseo darme y ponerme en tus manos y medida con infinita confianza, porque tú eres mi Padre”.El Obispo de la Diócesis de El Banco también se refirió a la celebración litúrgica de este día en la Iglesia Universal, la fiesta de San Pedro Claver, recordando su figura como inspiración para la misión de pastorear esa Iglesia particular:“Y por eso estoy aquí, y no por casualidad, hoy, día de San Pedro Claver, cuando entré a la habitación ayer, inmediatamente encontré un cuadro de San Pedro Claver que dejó el padre Rafael Castillo y para mí no existe la casualidad, porque la casualidad niega la providencia. Yo creo que Dios es providente y se vale de esos detalles para decirme que, así como acompañó a San Pedro Claver en su misión, “así también te voy a acompañar a ti”. Pidámosle al Señor que hoy venga a sanarnos de nuestra mano paralizada, para que podamos responder, como San Pedro Claver. Pidámosle al Señor que nos dé la gracia, que nos dé el Espíritu Santo para que nosotros experimentemos a través de la escucha de su Palabra, el cumplimiento de sus milagros en nosotros y a través de nosotros, en nuestras familias. Amén”.Al final de la celebración, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, agradeció el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, por haber facilitado que el papa Francisco centrara su atención en dos sacerdotes del clero de la Arquidiócesis de Barranquilla para hacerlos obispos: monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco, obispo auxiliar de Barranquilla y monseñor Dimas Acuña.“Yo, particularmente, le agradezco no solamente la confianza que ha tenido con nuestra Arquidiócesis de Barranquilla de darnos dos obispos, uno de ellos para el Banco, sino que agradezco también el hecho de que me hubiera permitido a mí ordenar los obispos y hoy, en el caso concreto de monseñor Dimas, de venirle a darle posesión”.Además, monseñor Salas agradeció a los fieles por la paciencia que han tenido para esperar a su nuevo obispo, tras el fallecimiento por causas naturales de monseñor Luis Gabriel Ramírez Díaz, en enero de 2023.“Esta es una diócesis que el Señor en su proyecto de amor con ella le tendrá profundas bendiciones, porque ha sido una diócesis abnegada, sacrificada. Sus obispos, por diversas circunstancias, no han permanecido mucho tiempo entre ustedes y confiamos que el Padre Dimas aquí permanezca mucho tiempo entre ustedes”.El Arzobispo de Barranquilla destacó que su presencia en esa ceremonia no solo fue desde su responsabilidad como metropolitano, sino desde la posibilidad de haber acompañado el crecimiento de monseñor Dimas en su servicio a la Iglesia y ser testigo de su calidad humana y pastoral para convertirse en un obispo que no antepone nada a la misión; un obispo que antes de pensar en sí mismo piensa en lo que el Señor le ha confiado que son sus ovejas y que está dispuesto a dar la vida por ellas.“Monseñor Dimas, mi presencia aquí como metropolitano no solamente hace parte de mi responsabilidad como tal, sino también, es la presencia de un obispo que ha visto crecer al obispo que hoy hemos posesionado; que ha estado con él, que lo ha acompañado y sabe lo que deja aquí en El Banco. Deja un sacerdote lleno de fragilidades, como todos, pero un sacerdote dispuesto a entregar su vida en el servicio que la Iglesia le ha pedido, de eso no tengo la mínima duda”.Monseñor Pablo Emiro también le manifestó a monseñor Dimas su apoyo y el de todos los obispos de la Provincia Eclesiástica de Barranquilla para acompañarlo en esa nueva misión, respetando su autonomía.“Usted es un hermano más para nosotros. Estaremos detrás de sus necesidades, de sus urgencias, de sus sufrimientos y también de sus alegrías, pero también estaré yo, como su obispo, de donde procede, acompañando su caminar en la medida que usted lo requiera, porque cada obispo es autónomo en su diócesis, y esa autonomía, por supuesto, nosotros la respetamos, pero estamos ahí para ayudarlo, para acompañarlo”.Finalmente monseñor José Mario Bacci Trespalacios, obispo de la Diócesis de Santa Marta, quien ejerció como administrador apostólico de El Banco desde enero de 2023, agradeció al clero, los religiosos y fieles por su acogida durante este tiempo. Expresó:“Monseñor Dimas, aquí está el pueblo de Dios, de esta Diócesis de El Banco puesto en tus manos y en tu corazón, para que seas para ellos también reflejo de Jesucristo, Buen Pastor”.Vea a continuación la transmisión de la posesión canónica:

Vie 6 Sep 2024

Proteger la vida, vencer la indiferencia, disponerse al diálogo y conservar la institucionalidad: llamados de los obispos al pueblo colombiano

Preocupados por las múltiples comunidades que en Colombia continúan afectadas por la violencia y el conflicto armado, así como por la compleja situación social y política que se ha vivido en los últimos días a nivel nacional, los obispos colombianos hacen un nuevo llamado para que los diferentes actores y sectores de la sociedad consideren el valor y la urgencia del diálogo sincero para construir un proyecto común de país, uno que conduzca hacia el logro efectivo de la paz, "que es un clamor suplicante y exige compromiso permanente".El mensaje lo envían también en el contexto de la Semana por la Paz que, en este año 2024, se celebrará del 8 al 15 de septiembre bajo el lema "Uniendo voces construimos país". La celebración estará animada por todas las arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos del país, así como por diferentes organizaciones sociales. Los prelados piden aprovechar este contexto para reflexionar y llevar a cabo acciones que privilegien la escucha, permitan superar la polarización y buscar la fraternidad.De acuerdo con los obispos, la coyuntura actual del país pide a todos aprender, especialmente, cuatro lecciones. En el texto las describen así:"- Cuidemos y protejamos, en todo momento, la dignidad e integridad de la vida humana: ¡Que pare todo atentado y homicidio!- Desmontemos el lenguaje polarizante que descalifica al otro y genera odio: ¡Escuchémonos con respeto para llegar a acuerdos!- Seamos sensibles al sufrimiento de los más pobres y vulnerables que siempre terminan siendo los más afectados: ¡Venzamos la indiferencia!- Valoremos y conservemos la institucionalidad estatal y social: ¡Que cada persona se sienta realizada en sus más profundos anhelos y las familias encuentren un entorno favorable para el desarrollo humano integral!"Vea la lectura del mensaje por parte del Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta:

Vie 23 Ago 2024

Monseñor Germán Medina inicia su nueva misión episcopal en la Diócesis de Engativá impulsado por la fuerza de la esperanza

Este viernes, 23 de agosto, en la Catedral San Juan Bautista de La Estrada, se llevó a cabo la posesión canónica de monseñor Germán Medina Acosta como nuevo obispo de la Diócesis de Engativá. Esto, tras haber sido designado para tal misión por el papa Francisco el 29 de junio. El prelado, quien desde el pasado mes de julio ejerce también como secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue posesionado por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá.En la ceremonia, además de familiares, miembros del clero diocesano, religiosos y feligreses, a monseñor Germán lo acompañaron el cardenal Rubén Salazar Gómez y el cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal. Asimismo, los obispos de la Provincia Eclesiástica de Bogotá, monseñor Luis Augusto CamposFlorez, obispo de Socorro y San Gil, y varios sacerdotes del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC).Durante el rito de posesión, el cardenal Luis José, haciendo referencia a las enseñanzas de San Juan Pablo II, recordó que el obispo, como pastor del rebaño de Cristo a él confiando es, ante todo, un hermano, un amigo y un padre que “tiene la hermosa tarea de ser un servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo”. Además, afirmó que los seres humanos pacientes como monseñor Germán, “son tejedores de bien”.“La misión de monseñor Germán, junto con su presbiterio, sus diáconos, la vida consagrada, femenina y masculina y con todos los fieles laicos, será ser un servidor y un misionero de la esperanza, con la luz de la Palabra de Dios, con la gracia de los sacramentos y con el testimonio de su vida. Así leemos el Pastor y de este modo, viviendo como hombre de esperanza y reflejando en el propio ministerio la eclesiología de comunión y misión, los obispos deben ser verdaderamente motivo de esperanza para su grey. Sabemos que el mundo necesita de la esperanza que no defrauda. Sabemos que esta esperanza es Cristo. Lo sabemos y por eso predicamos la esperanza que brota de la cruz”.El primado de Colombia también agradeció la misión apostólica de monseñor Héctor Gutiérrez Pabón y monseñor Francisco Antonio Nieto Súa, anteriores obispos de esa Iglesia particular.Durante la homilía, monseñor Germán, quien, tras tres años de servicio a la Arquidiócesis de Bogotá como Obispo Auxiliar, se convierte ahora en el tercer obispo de la Diócesis de Engativá, se refirió a la figura y enseñanzas de San Gregorio de Nisa, obispo de Capadocia y teólogo del siglo IV, considerado padre de los padres de la Iglesia:“Él afirmaba que en la vida cristiana se va de comienzo en comienzo a través de comienzos que no tienen nunca fin. Hermanos y hermanas, así experimentado mi vida ministerial, así quiero asumir esta nueva misión que se me confía. Considero que se trata de un nuevo comienzo, de una nueva oportunidad que el Señor me ofrece para responderle con mayor generosidad y fidelidad; una nueva oportunidad para la conversión personal, para enmendar mis propios pecados y obrar su misericordia. Es una nueva oportunidad para que, permaneciendo unido a Él, ofrezca mi vida al servicio de su pueblo peregrino en la Diócesis de Engativá. Si bien este nombramiento representa para mí un nuevo comienzo, considero a la vez que la llegada del nuevo obispo constituye también un nuevo comienzo para esta diócesis”.Precisamente, al referirse a los presbíteros, religiosos y laicos de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Germán Medina, en comunión con la propuesta del papa Francisco, se refirió a la necesidad de seguir viviendo y forjando el espíritu sinodal. Al tiempo, haciendo eco de las palabras del cardenal Luis José, también destacó la importancia de seguir cultivando y transmitiendo el mensaje de la esperanza:"Hoy necesitamos que sobreabunde la esperanza para testimoniar de manera creíble y atrayente la fe y el amor que llevamos en el corazón, para que la fe sea gozosa y la caridad entusiasta".Al cierre de la ceremonia, el padre Alberto Camargo, vicario de la Diócesis de Engativá, en representación del clero, dio la bienvenida a su nuevo obispo y afirmó que seguirán avanzando en la construcción de la “Ciudad de la Misericordia”, una iniciativa de humanidad y fraternidad con enfoque samaritano que, desde hace más de 20 años, ha venido impulsando el caminar de esta Iglesia urbana:“Cercano a la pedagogía social, ha dejado ver a través de sus inquietudes pastorales, su amor y su interés por los procesos humanos de la ciudad y con mayor ahínco su amor y compromiso por la misión de la Iglesia en esta urbe. Por todo ello, nuestra Diócesis de Engativá, que ha interpretado este legado del Espíritu al hacerse escenario de los ecos de la parábola del Buen Samaritano, suscitada por el Espíritu Divino en el correr de los años, se apresta a iniciar una nueva etapa de su historia, otro paso certero hacia el horizonte tópico de la “Ciudad de la Misericordia”, guiada por el cayado de su nuevo pastor. El paradigma samaritano ha ido configurando nuestra identidad. Hemos ido comprendiendo a través de las etapas de nuestro caminar que la samaritana es nuestra razón de ser, nuestro estilo, nuestra incesante búsqueda. Esto es una utopía del reino o la novedad del Espíritu que sopla donde quiere, llevándonos a crecer en su movimiento, que hace nuevas todas las cosas y se forja un lugar en nuestra ciudad para anunciar en ella la bienaventuranza de la justicia y la paz”.Al cierre de la ceremonia, en representación del presidente y del vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Francisco Javier Múnera Correa y monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, el padre Raúl Ortiz Toro, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal, leyó un mensaje de acción de gracias por el ministerio de monseñor Medina. También allí se hizo un énfasis especial en la esperanza:“Hemos visto su testimonio de generoso servicio con particular énfasis en la virtud de la esperanza. Por ello queremos hacer eco de las palabras del Papa Francisco en la Bula de Convocación al Jubileo Ordinario 2025: “La esperanza nace del amor y se funda en el amor que brota del Corazón de Jesús traspasado en la cruz”. Deseamos que la esperanza se avive y el amor continúe ardiendo en esta nueva etapa de vida diocesana que hoy se inicia en Engativá en consonancia con su lema episcopal: “Los amó hasta el extremo” (Jn 13,1) (…) Tenemos puesta nuestra confianza en el Señor: seguros de que la esperanza no defrauda, sabemos que Él lo asistirá; que lo acompañará la protección maternal de la Virgen María y el amparo de San José; que la comunidad diocesana lo rodeará de bendiciones y afecto; que el Presbiterio y la Vida Consagrada lo reconocerá como padre y pastor, y que tendrá la colaboración constante de quienes, con usted, conformamos comunidad de trabajo para la extensión del Reino de Dios”. Vea a continuación la transmisión de la ceremonia de posesión:

Lun 12 Ago 2024

“Para mí, vivir es Cristo”: la certeza bíblica que guía a monseñor Rodrigo Gallego Trujillo, obispo electo de Palmira

El pasado, sábado, 10 de agosto, en la Basílica Menor del Señor de Los Milagros de Buga, se llevó a cabo la ceremonia de ordenación episcopal de monseñor Rodrigo Gallego Trujillo, quien fue nombrado obispo de la Diócesis de Palmira por el papa Francisco el pasado 31 de mayo.El ordenanteprincipal fue monseñor José Roberto Ospina Leongómez, obispo de la Diócesis de Buga, presbiterio al que pertenece el obispo electo de Palmira. Además de monseñor Ospina, en este importante momento y como signo de acogida y comunión episcopal, a monseñor Rodrigo lo acompañaron cerca de 30 obispos más. En representación de la Nunciatura Apostólica, estuvo presente su secretario, monseñor DavidPaulCharters.Previo al Rito de Ordenación, durante la homilía, monseñor José Roberto Ospina Leongómez expresó su gratitud con el papa Francisco y la alegría que han experimentado en esa jurisdicción tras la noticia del nombramiento.“Esta Diócesis de Buga ha sido hija de la Diócesis de Palmira y hoy, con alegría, desde la hija, la Iglesia llama a un pastor para la Iglesia madre, es emocionante”, expresó monseñor Ospina.Así mismo, monseñor José Roberto hizo referencia al sentido profundo de la sucesión apostólica y a la responsabilidad que implica la nueva misión que asume monseñor Rodrigo: “Así como en las familias hay una genealogía, en el episcopado hay una genealogía. Un obispo a otro obispo le va pasando la sucesión apostólica; y hoy yo tengo la alegría de ser el transmisor de esa genealogía, que en el siglo XX contó con San Pío X, con el papa Benedicto XV, con el papa Pío XII, con San Pablo VI. Una genealogía de Santos que nos obliga a continuar en la santidad” .El obispo de Buga también le pidió a monseñor Rodrigo, tener presente cuatro prácticas de vida centrales durante su ministerio: Disculpar sin límites, creer sin límites, esperar sin límites y aguantar sin límites. “Sigue esas cuatro frasecitas querido nuevo obispo, te ayudarán a relacionarte con tu clero”, agregó monseñor José Roberto.A propósito del templo en el que se llevó a cabo ordenación, la Basílica del Señor de los Milagros, a donde diariamente acuden con devoción tantos fieles nacionales y extranjeros, monseñor José Roberto afirmó que el mejor de los milagros que se le puede pedir es “creer en Jesucristo para servirle y seguirlo, como Él quiere ser servido: siguiéndolo hasta la Cruz”. Con lágrimas de alegría en los ojos, terminó su homilía deseándole a monseñor Rodrigo la protección de la Virgen Santísima y de San José. Con el mismo sentimiento en su rostro, monseñor Rodrigo acogió estas palabras.“Para mí, vivir es Cristo”: con esta expresión bíblica, tomada de la Carta a los Filipenses, el nuevo obispo inició sus palabras. Afirmó que esa certeza lo ha acompañado desde su diaconado y que también quedó consignada en su escudo episcopal para que le recuerde su prioridad y dirección.“Para indicarme que toda mi vida le pertenece al Señor y a la Iglesia, sin distracciones innecesarias. Y he dejado esta sentencia bíblica en mi escudo episcopal para que siga siendo el faro luminoso en mis pasos y nunca olvide lo que debo ser: ministro de Cristo”, agregó monseñor Rodrigo.El obispo electo de Palmira también agradeció a su familia, a su municipio de origen (Sevilla, Valle del Cauca), a sus formadores en el Seminario Mayor Juan Pablo II de la Diócesis de Armenia, por haber sembrado en él, el gusto por la docencia; gusto que se vio reflejado en su proceso como formador, docente y rector del Seminario Mayor Los Doce Apóstoles de Buga. Además , expresó su responsabilidad con el Pontífice; se refirió a la colegialidad con sus hermanos obispos, a lo que pide el Concilio Vaticano II para el ministerio: “Enseñar, santificar y servir”. Además, hizo una petición muy especial a Dios:“Que me dé siempre la alegría del ministerio; serenidad para vivir cada momento con sabiduría y acierto; generosidad para darme totalmente a mi amada Diócesis de Palmira, a la cual de verdad amo con todo mi ser desde ya”.A propósito de la sucesión apostólica celebrada allí, el obispo electo de Palmira también pidió al Señor que le concediera lo mejor de los doce apóstoles, evocando características y dones muy particulares de cada uno.La ceremonia de posesión canónica de monseñor Rodrigo en la Diócesis de Palmira se llevará a cabo el próximo sábado, 17 de agosto.Vea a continuación la transmisión de la ceremonia de Ordenación Episcopal:

Lun 5 Ago 2024

“Soy creyente, soy sacerdote y soy obispo”: Mons. Edwin Vanegas Cuervo

El pasado sábado, 3 de agosto, en la Catedral Primada de Colombia, se llevó a cabo la ordenación episcopal de monseñor Edwin Vanegas Cuervo, obispo auxiliar de Bogotá. La solemne Eucaristía fue presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia. Más de 300 sacerdotes de la Arquidiócesis de Bogotá y de otras jurisdicciones eclesiásticas, así como obispos de diversas regiones del país, seminaristas, diáconos, comunidades religiosas, familiares, amigos y laicos, acompañaron la ceremonia.Durante la homilía, el Cardenal Luis José Rueda recordó que al obispo se le pide: vivir su ministerio en la colegialidad episcopal; ser fiel y estar en comunión con el sucesor de Pedro; ser custodio de la Casa Común; vivir la fraternidad que nos trajo Jesús; ser discípulo misionero con alegría, movido por el Espíritu Santo; ser peregrino de la esperanza y testigo de la misericordia eterna de Dios Padre; y caminar en la sinodalidad con todo el pueblo de Dios”.Seguidamente, el cardenal se refirió al llamado a “remar mar adentro”, con la confianza en el Señor. “En una realidad tan amplia y en un tejido humano tan diverso, como el de la ciudad-región de Bogotá, siempre encontraremos zonas humanas y culturales que nos desafían, y a las cuales la voz de Jesús, el Buen Pastor, nos dirá «remen mar adentro», vayan a lo profundo, a buscar las periferias existenciales y geográficas, vayan a buscar los distintos rostros de pobreza. Dejémonos acompañar todos por Jesús, que para nosotros es la fuente de la verdadera y gran esperanza, que mueve el corazón de la humanidad”.Insistió en que “todo nuevo intento en la evangelización vale la pena realizarlo, pero siempre con Jesús en el centro de nuestra acción, realizando cada salida misionera con Él”.Concluyó afirmando que en este servicio cuenta con Jesús, con su gracia, con su amor. También, con sus hermanos en el ministerio y con el pueblo fiel de Dios.“Soy creyente, soy sacerdote y soy obispo”En sus primeras palabras como obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Edwin hizo memoria agradecida ante el llamado que el Señor le ha hecho. Se refirió al cultivo de su vocación y a las personas: su familia, sacerdotes, religiosos y comunidad que lo han acompañado en este camino de respuesta generosa y fiel a Dios, Padre Misericordioso.Destacó la bendición que ha sido “nacer en un hogar cristiano, lleno de amor, que me ha enseñado el valor de la vida, de la familia y del bien común. He sido enriquecido con el don inestimable de la fe … He sido educado para vivir los valores del Evangelio… Bendito sea Dios por ustedes, queridos papá y mamá: Pedro y Mariela… por ustedes, queridos hermanos, y por los miembros de mi familia…”“Soy un sacerdote que ha sido bendecido al formar parte de esta iglesia arquidiocesana de Bogotá …Hoy hago memoria agradecida de los obispos que he tenido a lo largo de mi formación y vida sacerdotal: el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, de sus manos recibí la ordenación diaconal y presbiteral, de quien aprendí la firmeza de la fe y el amor a la Iglesia; el cardenal Rubén Salazar Gómez, quien me confió la delicada tarea de la formación y el acompañamiento sacerdotal…Hoy agradezco la cercanía y aprecio de monseñor Luis José Rueda Aparicio…, con quien deseo aprender a ser un pastor misericordioso, con olor a oveja, misionero. Agradezco formar parte del colegio apostólico, especialmente en nuestro país, por mis hermanos obispo, entre los que cuento con verdaderos maestros y amigos”. Y agradezco por los sacerdotes que me formaron dentro y fuera del seminario… Gracias a los formadores y compañeros en el Seminario Mayor de Bogotá, al presbiterio arquidiocesano… Gracias a este pueblo santo, con el que me siento identificado como discípulo misionero”.Finalmente, manifestó su anhelo de vivir la misión, como Iglesia en salida, que siembra esperanza, cuida la vida, promueve el desarrollo humano integral y construye una nación justa y en paz.“Ratifico la decisión firme de amar a Jesucristo, seguirlo, servirlo en medio de la comunidad de sus discípulos como padre, pastor y amigo. Con el corazón inflamado de la caridad, que se ha fortalecido en la experiencia de amar y haber sido amado”.El episcopado colombiano dio la bienvenida al nuevo obispoFinalizada la solemne eucaristía, monseñor Germán Medina, obispo electo de Engativá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, dio la bienvenida a monseñor Edwin Vanegas al colegio episcopal. Expresó la alegría del episcopado colombiano y del pueblo de Dios que aquí peregrina, ante su acogida.“Aquí tendrá ocasión de vivir la comunión y contribuir a las acciones conjuntas en favor la Iglesia…Es prometedor que haya elegido como lema episcopal la máxima paulina: SPE SALVI FACTI SUMUS, "en esperanza hemos sido salvados”, que marca en su servicio un horizonte amplio de acción”.Fuente: Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones / Arquidiócesis de Bogotá.Vea a continuación la transmisión de la celebración:

Vie 2 Ago 2024

Obispos colombianos convocan jornada de oración por Venezuela y Colombia: se realizará este 4 de agosto

Ante el “recrudecimiento de la violencia por causa del conflicto interno colombiano y la incertidumbre frente al proceso electoral venezolano”, los obispos colombianos convocan una jornada de oración por Venezuela y Colombia. A través de un comunicado, piden a todos los fieles unirse el domingo, 4 de agosto, a esta iniciativa de fe y esperanza, para que, estas plegarias ayuden a reforzar “los lazos de fraternidad y se incentiven los esfuerzos y acciones que favorezcan la solución de su preocupante contexto social y político”."En horas de angustia y desolación el salmista, lleno de esperanza en la intervención divina, entona este cántico que hoy repetimos para Venezuela y Colombia: “El Señor da fuerza a su pueblo; el Señor bendice a su pueblo con la paz” (salmo 29, 11)", así inician los pastores su mensaje.En el comunicado, el episcopado recuerda que colombianos y venezolanos están “unidos por un pasado común que los hermana y el recuerdo de logros también comunes que los acerca”. Además, informan que los obispos de las jurisdicciones ubicadas en las fronteras de ambas naciones continúan liderando acciones humanitarias en favor de la población migrante y desplazada; y que quienes están en las otras regiones siguen contribuyendo decididamente en los procesos de reconciliación, justicia y paz.“¿Cómo no unirnos todos en la plegaria confiada, pidiendo a Dios que continúe dándonos su luz y su fuerza en la búsqueda del bien común y la paz?”, expresan.Los pastores terminan su mensaje encomendado a ambos países al amparo de la Virgen María, de manera especial, bajo las advocaciones de Nuestra Señora de Coromoto y Nuestra Señora de Chiquinquirá. “Ella, como madre siempre atenta a las necesidades de sus hijos, nos ayude a alcanzar, con su intercesión, la unidad y la paz”, concluyen. SUBSIDIO LITÚRGICO PARA LA JORNADA DE ORACIÓN POR VENEZUELA Y COLOMBIA - DESCARGAR

Mar 30 Jul 2024

“Se requieren demostraciones de paz de parte de quienes están en las mesas de diálogo”: Obispos colombianos

A través de un nuevo mensaje, los obispos colombianos instan a que se le dé continuidad a aquellos procesos de diálogo desde los cuales puedan generarse acuerdos sólidos para la construcción de paz. Al tiempo, advierten que, para que estos esfuerzos den frutos, deben darse demostraciones concretas de paz que prioricen la protección y el respeto de la población, entre ellas, el cese al fuego.Los prelados hacen este llamado desde su preocupación por la grave situación humanitaria que continúan viviendo múltiples comunidades del país en medio de las confrontaciones y amenazas de grupos armados, como lo han evidenciado algunos desde sus diferentes diócesis. El desplazamiento forzado, confinamiento, la desaparición, el reclutamiento y el uso de menores de edad para la guerra, profundizan el clamor que recibe permanentemente la Iglesia desde diversas comunidades y territorios.“La situación humanitaria seguirá estando en el primer lugar de nuestras preocupaciones; este es el motivo por el cual nuestro servicio a las comunidades, el compromiso por caminar junto a ellas y compartir sus esperanzas y sufrimientos nos lleva a insistir con fuerza, una vez más, que la vida humana debe ser protegida y que se requieren demostraciones de paz de parte de quienes están en las mesas de diálogo y de quienes aspiran llegar a ellas”, precisan los obispos en su mensaje.Evocando las enseñanzas del papa Francisco, en el comunicado, los pastores recuerdan que “la paz requiere más valentía que la guerra”. Por lo que afirman que los esfuerzos por alcanzarla “no se pueden detener por ningún motivo”.El episcopado colombiano termina su mensaje pidiendo la intercesión de la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, para que Jesús guíe a la nación y crezcan en ella brotes de esperanza.

Lun 29 Jul 2024

Ordenados dos nuevos obispos para la región Caribe: Monseñor Dimas Acuña y monseñor Edgar Mejía

En medio de una sentida celebración Eucarística, el pasado sábado 27 de julio, en la Catedral Metropolitana María Reina y Auxiliadora de Barranquilla, se llevó a cabo la ordenación episcopal de monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez y monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco; ambos obispos prestarán su servicio en el Caribe colombiano. Monseñor Mejía, como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Barranquilla, y monseñor Acuña, como obispo de la Diócesis de El Banco (Magdalena), donde tomará posesión el próximo 10 de agosto.En la ceremonia participaron más 2.500 personas. Entre ellas, los cardenales Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá y el cardenal Jorge Jiménez Carvajal, arzobispo emérito de Cartagena. En representación de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia, acompañó esta celebración el presidente, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena. También, otros 16 obispos colombianos.Desde la Nunciatura Apostólica en Colombia, se hicieron presentes monseñor Paolo Rudelli, Nuncio, y monseñor David Charters, secretario de esta sede diplomática. También participaron sacerdotes, religiosos y comunidades parroquiales de la Arquidiócesis de Barranquilla y la Diócesis de El Banco; así como autoridades civiles, militares y de policía.Antes de la Eucaristía en la que fueron consagrados obispos, los nuevos obispos junto con sus consagrantes y los presbíteros asistentes, entraron a la Catedral, para bendecir y saludar al pueblo de Dios. Luego, se acercaron al Santísimo para orar antes de ser incorporados al orden episcopal.En la celebración eucarística, una vez terminada la proclamación de la Palabra de Dios, inició la primera parte del rito de ordenación. Este momento incluyó la presentación de los elegidos y la lectura del mandato apostólico enviado por el papa Francisco.Seguidamente, en la homilía, monseñor Pablo Salas, arzobispo de Barranquilla, expresó:"Al presidir está celebración de ordenación episcopal de Dimas y Edgar, con la compañía de mis hermanos obispos y ante esta hermosa y concurrida asamblea de fieles, no puedo sino colocarme en esta perspectiva bíblica de la gratuidad, del asombro, de la fe y la confianza".Además, invitó a monseñor Dimas y a monseñor Edgar a acoger la invitación del papa Francisco de explicitar en el día a día del ministerio episcopal las cuatro proximidades de un obispo: “Por favor, no dejéis esta proximidad, acercaos siempre al pueblo, acercaos siempre a Dios, acercaos a los hermanos obispos, acercaos a los sacerdotes”.Terminada la homilía, continuó el rito de ordenación, con la promesa de los elegidos, la postración, la imposición de manos y del Evangeliario, la unción de la cabeza, la entrega del libro de los Evangelios y de las insignias propias de los obispos, que son el anillo, la mitra y el báculo. Al finalizar la entrega, todos los obispos que acompañaron la celebración se acercaron a saludar con un abrazo a los recién consagrados.Antes de la bendición final, los nuevos obispos dirigieron unas palabras a la asamblea y recorrieron la Catedral para saludar a los presentes. Monseñor Dimas Acuña, en su discurso, expresó: “La historia se transforma en historia de salvación, es decir, el espacio donde Dios Padre me habla y nos habla a cada instante. Dándonos, a luz del Espíritu Santo, la manera de captar y percibir esa lógica de su amor, que se ha venido manifestando en mi historia y en nuestra historia, en la de mi familia, en la historia de mi pueblo Usiacurí y, ahora, en mi nueva familia, la Diócesis de El Banco”.Por su parte, monseñor Edgar aseguró: “He sido ordenado obispo porque Dios lo ha querido así. Sin mérito o pretensión personal alguna. Simplemente Él lo ha querido así, porque su dinámica es escoger lo más débil del mundo, lo menos agraciado para agraciarlo. Gracias, Señor por tu infinita misericordia, por fiarte de este siervo inútil”.Para revivir esta celebración a través de la transmisión, haga clic AQUÍ.Fuente: Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Barranquilla