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Opinión

Vie 15 Feb 2019

Cien años bien vividos

Por: Mons. Libardo Ramírez Gómez - El 18-02-1918, nacía en Zapatoca (Sant.), el débil niño, como el mismo advierte en buen reportaje periodístico (11-02-19), el hoy Cardenal José de Jesús Pimiento Rodríguez. Secretos son los proyectos de Dios, y, a pesar de esos visos iniciales, después de una vida colmada de valiosas realizaciones, acaba de cumplir cien años, y, bien vividos. En medio de tanta superficialidad de millares de personas, qué importante encontrar vidas colmadas de méritos, llenas de acciones que han “dado fruto, y fruto abundante” (Jn. 10,26). Inició estudios en su acogedora población natal, bajo la guía de las Religiosas Bethemitas, fue monaguillo en su Parroquia y a los 12 años pasó a adelantar estudios en el Seminario de San Gil, en donde cursó Secundaria, Filosofía y Teología, que culminó en el Seminario de Bogotá con brillantes resultados. Ordenado Sacerdote (14-12-41), prestó diversos servicios de importancia en su Diócesis de origen hasta ser nominado Obispo (28-08-55). Ejerció como Auxiliar de Pasto por cuatro años, hasta su designación como residencial de Montería, jurisdicción que regentó por cuatro años, siendo trasladado a la Sede de Garzón en 1964. Honda huella ddejó en estas Diócesis, con avances notorios en distintos frentes, como impulso a organizaciones laicales y de labor social, creación de Parroquias, y debiendo afrontar la destrucción de templos en todo el Huila, causado por terremoto en 1967. Siendo Obispo de Garzón fue elegido Presidente de la Conferencia Episcopal (07-72), que ocupó, muy eficientemente, por dos periodos. Colaboró ese año en la creación de la Diócesis de Neiva, y, en 1975, fue designado Arzobispo de Manizales, sede que regentó con sabiduría, firmeza y prudencia, hasta el 1996 Pasó, por dos años, a colaborar como sencillo Cooperador en Parroquia de la Diócesis de Apartadó. Vivió, luego, por varios años en Foyer de Charité, cerca de Bucaramanga, de donde salió dos años y medio a regentar, como Administrador Apostólico, la Diócesis de San Gil, y promovió la fundación de la Diócesis de Vélez (2003). Fue sorprendido, en el 2015, con su exaltación a Cardenal, sorpresa que menguó su salud, pero, restablecido ha asumido con gran responsabilidad su misión del gran servidor del Papa en la orientación de la Iglesia, con confortantes llamados al Episcopado a afrontar, con valor y claridad, su misión magisterial. Bien ha hecho la prensa al destacar su vida y pensamiento, como el Nuevo Siglo con otros dos comentarios míos sobre él de años pasados, y de otros columnistas. De resaltar reciente entrevista, con el Tiempo (11-02-19), ya mencionada, en donde dio dicientes y magistrales respuestas. Clara y profunda a propósito de su longevidad: “larga o corta, la vida es un don de Dios, y, a cualquier edad, hay qué mirarla como un regalo del Señor”. En cuanto a ser dócil a la voz de Dios, manifestó: “Dios lo va llamando a uno, sin darse cuenta, a comprender que allí esta Él”. Qué verdad la dicha sobre el Vaticano II, y su aplicación: “Si se estuviera aplicando habría menos problemas en la Iglesia y en el mundo”. Sobre nuevo Concilio Ecuménico advirtió sobre la dificultad de otra convocatoria con más de 6.000 Obispos en el mundo, y, con gran propiedad, da valor a los Sínodos con representación mundial, creados por S. Paulo VI, así sean con carácter consultivo, que van supliendo la necesidad de un Concilio. Ante graves debilidades de la Iglesia, que trae honda preocupación y voluntad firme de superarlas, dice que se debe tener en cuenta “que la Iglesia es divina por el Fundador, pero es humana por nosotros y tiene todas flaquezas nuestras”. Sinceras sus respuestas ante la realidad de la muerte y el natural temor humano ante ella, pero, puestos en manos de Dios, tiene “confianza en que no va hacer una cosa atormentadora, sino algo con luz”. + Libardo Ramírez Gómez Obispo emérito de Garzón Email: monlibardoramirez@hotmail.com

Lun 11 Feb 2019

La dimensión social de la evangelización

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - En estos días hemos estado reunidos los obispos católicos de Colombia para la realización de la 107ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia, en ella nos hemos encontrado los pastores de la Iglesia colombiana para reflexionar y compartir en torno a un gran tema: La dimensión social de la evangelización y el compromiso socio-político del cristiano. Los Arzobispos, Obispos y Vicarios Apostólicos han llegado desde los distintos rincones de Colombia, de las grandes ciudades y de los territorios más alejados, de contextos urbanos o rurales. Como pastores del Pueblo de Dios, nos hemos propuesto reflexionar sobre la situación y compromiso que la Iglesia tiene para afrontar la realidad social de nuestra Patria. El tema afrontado es bien importante, pues la Iglesia realiza su tarea de anuncio del Señor en medio del mundo y, además pastores y fieles viven y están insertos en una realidad social concreta a la cual tienen que aportar necesariamente en su condición de ciudadanos. La fe nos lleva a mirar a Cristo y a responderle con generosidad en hechos concretos de nuestra realidad diaria. Necesariamente la aceptación del mensaje de salvación nos lleva a dar generosamente a otros ese mensaje de vida, mostrando que Cristo es el camino, la verdad y la vida. La tarea de la Iglesia es el anuncio alegre de Cristo, que no es otra cosa que la evangelización, dar razón de la buena noticia del maestro. Esta tarea fue recibida de Cristo: Id al mundo entero y predicad el evangelio (Marcos 16, 15). Es la buena noticia de Dios que se nos manifiesta en Jesús, una nueva perspectiva de lo social y del mundo que está contenida en la Doctrina social de la Iglesia. San Pablo, en la Carta a los Gálatas (1, 16) nos presenta cómo hay que dar razón de esa buena noticia del Señor a todos los hombres. Esta tarea evangelizadora quiere hacer participar del mensaje salvador a los hombres y mujeres de todo el tiempo y en condiciones muy diversas. La evangelización es hacer participar de esta buena noticia, de vida eterna a todos los hombres. La acción evangelizadora se realiza en el mundo, en la historia, en las condiciones concretas de los hombres y mujeres. La aceptación del mensaje de Cristo, comporta también una adecuación de los comportamientos y formas de vida a las enseñanzas del Maestro. El texto del Evangelio de Mateo en el capítulo 28, nos da claridad sobre esto: “Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 18-20). Esta invitación es a participar en la misión, con la generosidad para ir a todos los rincones de la tierra, con una verdadera generosidad y esfuerzo, como lo ha hecho la Iglesia y sus misioneros. También el mandato del Maestro comporta el “hacer los discípulos” llevándolos a vivir según este modelo particular de vida. En tercer momento es necesario enseñar a obedecer al Señor, poniendo en la vida, en los hechos y en la acción diaria de los cristianos, sus palabras. El trabajo de nuestra Conferencia Episcopal nos llevó en estos días a poner la atención en la realidad del país, como lo ha hecho siempre en su historia, en las realidades del nuevo contexto social en el cual nos movemos. Un análisis profundo y serio que se refleja en el mensaje que ha sido publicado. Son muy grandes los retos de este momento, para la construcción de la paz, para el análisis de grandes temas que ocupan el panorama nacional: la corrupción, el narcotráfico, el micro-tráfico, la pobreza, la urgencia del fenómeno migratorio de los venezolanos, la crisis educativa. Algunos elementos son parte de nuestro análisis de la realidad social, llevándonos a leer en clave evangelizadora: las referentes a la economía, la evangelización de la política, el cuidado del mundo y del entorno en el cual vivimos. La palabra de la Iglesia quiere iluminar la realidad social con la luz del Evangelio de Cristo, llevando a que la experiencia del Maestro marque profundamente la forma con la cual se analice, cuide y explicite la construcción de un mundo en el cual se cumpla el plan de Dios para la historia humana. Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo Diócesis de Cúcuta

Mié 6 Feb 2019

Trasmutación de todos los valores

Escrito por: Mons. Froilán Casas Ortiz - Vivimos una época paradoxal: se habla de derechos, se defienden en forma pasional, visceral y, a la par se irrespetan todos los valores. Se combate un dogmatismo, con armas de un dogmatismo más cortante que espada de doble filo. Han aparecido nuevos paradigmas que no solamente reemplazan a los antiguos, sino que los combaten. Culturalmente se ha hecho una metamorfosis total. Lo que ayer era bueno, hoy es malo y viceversa. Vivimos en una época en la que quieren que los sacerdotes se casen y que los casados se divorcien. Quieren que los heterosexuales tengan relaciones sin compromiso, pero que los “gay” se casen en la iglesia. No hay plazas para los pacientes en los hospitales, pero hay incentivos y patrocinio para quien quiere hacer cambio de sexo. Se ha llegado al colmo de “humanizar” a las mascotas, ya se les llama con nombres de humanos: Matías, Mateo, Lucas, etc. Valen más estos animales que los seres humanos. Se mata a los niños en el vientre materno y esto se llama liberación. La mascota ocupa un lugar privilegiado en el seno de la familia, -si es que hay familia-. Hay alimentación especial para gatos y perros mientras muchos niños mueren de hambre. Ahora los perros se “estresan”; ya necesitan sicólogo. Ahora las mascotas no se compran, se “adoptan”. Hay dinero para guarderías caninas y no hay presupuesto para vivir dignamente. Uno de los negocios que serán prósperos en el corto plazo es un cementerio para mascotas: ya se les hace duelo. Uno de los temas de conversación en ciertos círculos sociales, es el cuidado de las mascotas en términos de alimentación, vestido, salud, “esparcimiento”. Ya tenemos que aguantarnos las mascotas en los buses, en los aviones, en las salas de cine, en las cafeterías, restaurantes y hasta en las iglesias. ¡El colmo! ¿A dónde iremos? Quienes les damos a los animales el justo puesto, estamos resultando especímenes raros, ¿o será que estamos en vías de extinción? ¡Qué mundo tan contradictorio! Se cacarean a todo timbal los derechos y se silencian los deberes. Defendemos la vida, pero estamos a favor de la eugenesia agresiva y sin cuartel y aceleramos la muerte con los llamados defensores de la eutanasia. Para quitar el dolor, matemos al doliente; para acabar con el aborto, legalicémoslo. Cambiemos el calificativo moral y entramos en el listado de lo moral: a la mujer con desorden sexual, llamémosla, trabajadora sexual. Cambiémosle el nombre al aborto, llamémoslo, interrupción del embarazo. ¡Qué sofisma de distracción! La vida humana empieza a partir del cigoto. ¡No! Llamemos a ese proceso de mutación biológica como le dijera Simone de Beauvoir, protoplasma, parásito. Peor aún: amasijo de carne, enquiste en el vientre materno. ¡Qué horror, hasta dónde llega la degradación mora! Como decía un amigo sacerdote: “Este mundo está a lo mero perro”. Con cinismo se califican los parámetros morales del pasado. Hoy campea por doquier el relativismo moral. ¡Cuidado! Atrévase a pensar diferente. En materia moral, el mundo ha dado una vuelta de 180 grados de la noche a la mañana. Pero, no se preocupe amigo lector, aún no hemos tocado fondo. + Froilán Casas Ortíz Obispo de Neiva

Mar 29 Ene 2019

Nos habló Pedro

Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez: Cuando el Papa Francisco se dirigió por primera vez a los jóvenes en Panamá, recordó sus palabras en la última Jornada Mundial de la Juventud de Polonia, en la que dijo que no sabía si podría venir a Panamá, pero que de todos modos aseguraba, que Pedro iría. Así entonces, de forma tajante, como efectivamente pudo venir personalmente, les dijo: “ahora les habla Pedro”. De igual manera, cuando terminó, en el estadio Olímpico de Ciudad de Panamá, a los más de 23.000 voluntarios, les repitió las mismas palabras, asegurándoles que no sabía si iría a Lisboa en el 2022, pero que de todos modos iría Pedro. La Jornada mundial de la Juventud, como todos y cada uno de los encuentros con el Papa, sea en Roma, como en cada una de sus peregrinaciones a lo largo y ancho del mundo, son un verdadero encuentro con Pedro, que tiene, entre otras cosas, la misión de confirmarnos en la fe. A eso viene Papa a cada país que visita, esa es su tarea en cada discurso u homilía pronunciada. Ahora en Panamá, de nuevo nos habló Pedro. Y lo hizo de manera genérica, en nombre de Jesús, para que cada uno logre descubrir lo que el Señor le está diciendo de acuerdo a su situación puntual, pero también habló directamente a personas, a grupos a instituciones. Cómo no destacar su directo y apremiante mensaje al pueblo colombiano y su sentida oración en sufragio por las almas de los cadetes asesinados en Bogotá. Todo indica que esto es un hecho inédito en el protocolo Vaticano, el que un Papa ore públicamente, con nombre y apellidos, por unos jóvenes asesinados en un país. Se destacan varias cosas. El afecto que tiene por nuestro país, que visitó recientemente y al que invitó a apaciguar los corazones y a ser artesanos de la paz, pero también, su sensibilidad ante las víctimas inocentes y sus familias. Un nuevo llamado a la paz nos hizo, que recuerdo: “jóvenes alumnos de la Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco de Paula Santander” en Colombia, asesinados por el odio terrorista. Estos jóvenes fueron ofrenda en la Misa, y como recuerdo de ellos, me permito en este Ángelus nombrarlos, y cada uno en el corazón, en voz alta en el corazón, diga esa palabra que se suele decir en estos institutos cuando se nombra a un muerto: “presente”. Que estén presentes delante de Dios… Te pedimos Señor que les des su paz y al pueblo colombiano que también le des su paz. Amén”. Aquí hubo un renovado llamado para que cese el odio terrorista, y para que juntos podamos lograr la meta de una sociedad que viva en paz, sin odios, sin rencores, si muertes fratricidas. Nos habló Pedro, como en Colombia, cuando en Villavicencio, ante el Cristo de Bojayá nos dijo. “Colombia, abre tu corazón de Pueblo de Dios, déjate reconciliar… No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios y renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno”. Qué bueno fuera que lo escucháramos todos y pusiéramos en práctica su llamado a la paz. Finalmente, un dato que pocos medios destacaron. El Papa Francisco, nuevamente estuvo en Colombia. En efecto, puesto que según las normas internacionales y los artículos 17 y 21 de la Convención Internacional sobre Aviación Civil de 1944, los aviones tienen la nacionalidad del país en el que fueron registrados, es decir, hacen parte del territorio del país que representan con su bandera, al viajar el Papa Francisco en una aerolínea que tenía la bandera colombiana, durante su trayecto, y hasta que no descienda de él, estuvo en territorio colombiano. Qué alegría y que honor.

Vie 25 Ene 2019

Mensajes de Madre Teresa

Escrito por: Mons. Froilán Casas Ortiz - Si hay una mujer que admiro enormemente es a la Madre Teresa de Calcuta, tuve el privilegio de abrazarla cuando todavía no era tan famosa en una audiencia con el papa Pablo VI en mi época de estudiante en Roma; veía en su rostro a una santa: totalmente despojada de arrogancia y vanagloria, es decir, una persona libre. “Pienso que hoy el mundo está de cabeza, y está sufriendo tanto porque hay tan poquito amor en el hogar y en la vida de familia. No tenemos tiempo para nuestros niños, no tenemos tiempo para el otro, no hay tiempo para poder gozar uno con el otro”. Oía por ahí en mis años juveniles un mensaje, palabras más, palabras menos que me decía: Un padre estaba tan ocupado en su trabajo, llegaba tarde a su casa, a altas horas de la noche y salía muy temprano a trabajar; nunca tenía tiempo para dialogar con su esposa, para besar y jugar con sus hijos; siempre la excusa, no tengo tiempo. Un día el niño de ocho años le preguntó al papá, ¿cuánto vale una hora de tu trabajo?, -a duras penas tuvo tiempo el padre de responderle, -$30.000.oo, hijo-. El hijo se propuso conseguir los treinta mil pesos y un día pudo conversar con su padre: mira aquí tienes los treinta mil pesos, por favor, véndeme una hora. ¡Cuántos padres hoy, no tienen tiempo para sus hijos! ¿Cuáles son los referentes de sus hijos? Las redes sociales, la pandilla de amigos y … ¿los padres? Continúa MadreTeresa: “El amor comienza en el hogar, el amor vive en los hogares, y esa es la razón por la cual hay tanto sufrimiento y tanta infelicidad en el mundo de hoy … Todo el mundo hoy en día parece estar en la terrible prisa, ansioso por desarrollos grandiosos y riquezas grandiosas y lo demás, de forma que los niños tienen muy poco tiempo para sus padres. Los padres tienen muy poco tiempo para ellos y, en el hogar empieza el rompimiento de la paz del mundo”. Es verdad que falta el pan material en muchas mesas, pero es verdad, también, que hace falta el pan del amor en muchos corazones. “El amor es la mejor música en la partitura de la vida. Sin él sería un eterno desafinado en el coro de la humanidad” decía Roque Schneider. Vean esta otra píldora de la sabiduría china: “Ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito”. Continuemos con la Madre Teresa: “La más terrible pobreza es la soledad y el sentimiento de no ser amado. La más grande enfermedad hoy, no es la lepra ni la tuberculosis, sino el sentimiento de no ser reconocido”. “Hoy hay más hambre en el mundo por amor y por ser apreciado, que por el pan”. Definitivamente sin amor la vida no tiene sentido. El bienestar no estriba solamente en la satisfacción de las necesidades materiales. Dinamarca resultó el país de la felicidad; allí están satisfechas todas las necesidades materiales; sí, pero a la par, el 47% de la población utiliza antidepresivos. El hombre es un ser integral. + Froilán Casas Ortíz Obispo de Neiva

Lun 21 Ene 2019

Solidarios en la esperanza

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía -Nuevamente el ánimo destructor que mueve a personas y organizaciones criminales golpea nuestros anhelos de vida, verdad y reconciliación. La violencia es el arma del poder enceguecido, idolátrico, que se impone con crudeza, sin parar mientes en los medios y el daño que causa. Convertida en arma de terror y pánico, pretenderá siempre esconder los peores y más inhumanos instintos. Al testimoniar nuestra solidaridad eclesial y ciudadana con las víctimas fatales, los heridos, las familias y la Institución de la Policía Nacional, abogamos por la cordura y la sensatez del pueblo colombiano ante este asalto a sus más legítimas aspiraciones de paz. Nos atenemos al poder supremo del Espíritu Divino, el de Jesucristo y Dios, para que actúe sobre los espíritus de todos nosotros, generación de estos tiempos enrarecidos, iluminando las conciencias y guiando nuestras actuaciones. Las almas de los difuntos encuentren en Dios la paz negada por los humanos. Los cuerpos de los heridos lleguen a la mejor recuperación posible. Las familias hallen consuelo. Y toda la población sea solidaria en la esperanza que nunca debemos perder, porque es la esencia del vivir humano y del futuro de todos. + Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Lun 14 Ene 2019

El Papa y los jóvenes

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - El año 2019 comienza en la Iglesia con un evento singular. En Ciudad de Panamá, del 22 al 27 de enero, se realizará la XXXIV Jornada mundial de la Juventud, que presidida por el Papa Francisco tendrá como tema la respuesta de María al saludo del Arcángel Gabriel: «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). La Iglesia es joven, porque Dios es siempre joven, y él, en Cristo Jesús, es la Cabeza de la Iglesia. La juventud es más que un hecho cronológico caracterizado por los pocos años. Es también la actitud frente a la vida, frente a los retos y metas propuestas; por la disposición ante la misión que se tiene en el mundo. El tema elegido es más que oportuno para comenzar el año civil. Y qué interesante que el Papa invite a las nuevas generaciones a pensar en los proyectos de vida que cada uno tiene, puestos delante de Dios, para que de esta forma se pueda pronunciar como María “el hágase”, es decir, el actuar de Dios, que guía e ilumina los pasos de todos. Los jóvenes de nuestro tiempo, y con ellos los adultos, necesitamos volver a lo esencial del actuar humano. Debemos dejar de actuar por instinto, motivados solo por lo externo, las pasiones o intereses individuales; debemos actuar movidos por un querer especial, hacer en nosotros la voluntad de Dios, que quiere la felicidad de todos. El “hágase” de María seguramente no era fácil. Ella, joven, sabía que la vida le habría de cambiar, pero lo aceptó con entusiasmo, con fe, con esperanza y con la confianza puesta en el Señor que a su vez, a través del ángel, le había dicho la palabra clave para el camino incierto: no temas. “No temas, porque has hallado gracia delante Dios” (Lc. 1,30). Y cuánto necesitamos escuchar esta palabra en tiempos tan convulsionados como los que estamos viviendo. Que el entusiasmo de los jóvenes reunidos en Panamá junto al Papa, aliente el inicio de este año 2019, en especial, cuando en la Arquidiócesis de Cali estamos comprometidos con el conocimiento, apropiación e implementación del Plan pastoral 2019 - 2023. + Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Sáb 29 Dic 2018

Política y Paz

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - El tema de la jornada mundial de la paz 2019 dirigido por el papa Francisco, como es usual el 1.º de enero de cada año, aborda un tema que puede ser recurrente por lo esencial pero como ocurre en el pensamiento social de la Iglesia, busca provocar y conmover el discernimiento hacia la paciente y perseverante construcción de la paz y dar un paso adelante en el compromiso de construirla. Este año el papa, inspirado en el saludo misionero indicado por Jesús a sus enviados, “Paz a esta casa” (Lc 10,5) como modo apropiado de “abrir camino” en el anuncio del Evangelio, propone el tema de la profunda relación que existe entre la paz y el ejercicio de la buena política. La casa a la que llega este anuncio es en primer lugar, cada persona y toda persona, así como también cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente y el mismo planeta que como lo ha mencionado en otras intervenciones, es nuestra “casa común”, con la propia historia y características de cada uno (Cfr. JM, 1). A sabiendas de que es tan frágil la construcción de la paz, advierte Francisco de entrada, que “la búsqueda de poder a cualquier precio lleva al abuso y a la injusticia” lo cual representa la antítesis de la política, diríamos con mayúscula, que busca el bien común lejos de toda corrupción o imperio del individualismo y los intereses personales. La buena política por tanto, como desafío permanente, entendida ésta como servicio, a ejemplo de Jesús, en cuanto forma sublime de realizar la caridad, luchará por defender la vida, la libertad y la dignidad de las personas en busca de un futuro también justo para todos.(Cfr.2) Pero sería difícil construir la paz desde la dimensión política y en favor de los derechos humanos si no está acompañada de otras virtudes que confluyen en la caridad como son “la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad.”. Aquí menciona el papa las “bienaventuranzas del político”, citando al cardenal vietnamita Francois-Xavier Nuyen Van Thuan, añadiendo así otras virtudes como la credibilidad, interés por los demás, coherencia, unidad, búsqueda de cambio y capacidad de escuchar y no tener miedo (Cfr. #3). Lamentablemente existen también los vicios de la política, o sea la mala política, a veces por ineptitud de las personas que quieren ejercerla o por la deformación en los ambientes donde se aplica. La corrupción, en sus diversas expresiones y derivados es sin duda, la principal. La ilegalidad, el enriquecimiento ilícito, el poder mediante la fuerza, el racismo, xenofobia y la depredación del medio ambiente, entre otros, la completan. A los vicios se añade la preocupación por la amenaza constante de la guerra, con sus consecuencias de intimidación, miedo y la proliferación incontrolada del armamentismo que, como siempre, victimiza a los más vulnerables. (Cfr.4;6) El Santo Padre no omite su preocupación, por las nuevas generaciones que han de heredar una buena o mala política, a sabiendas que son los jóvenes y los niños los encargados de consolidar auténticos proyectos de paz para el futuro. Si son marginados, obviamente el futuro está en peligro, si ganan en confianza para participar y aplicar sus propios carismas y capacidades, hay una segura esperanza. (Cfr.5) Para construir la paz con responsabilidad política, que se ha de fundar en el derecho y el diálogo sincero entre sus actores, se necesita, por una parte, de un gran proyecto fundado en la “recíproca responsabilidad y la interdependencia de los seres humanos” pero también requiere una conversión del corazón que se expresa en tres dimensiones que no se pueden separar: la paz con nosotros mismos, la paz con el otro y la paz con la creación. Y la política de la paz se inspira también en María, Reina de la paz cuando en el Magníficat canta la misericordia de Dios que “llega a sus fieles de generación en generación” (Lc 1,50). (Cfr.7) Con mi fraterno saludo de paz. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga