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¡Es hora de pactar por la reconciliación, la justicia y la paz!
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Frente a la expresión de voluntad del Gobierno Nacional y del Comité Nacional del Paro, de sentarse a negociar el pliego de emergencia presentado por las centrales obreras y las organizaciones sociales, la Iglesia católica, como acompañante del proceso junto con la ONU, valora estos gestos positivos de las partes.
“El hecho de que ambas partes hayan aceptado sentarse a la mesa es un gesto positivo que puede ayudar bastante a avanzar en la discusión de las problemáticas de los pliegos que están sobre la mesa y también a considerar las condiciones de garantía para el desarrollo de la misma”, afirmó monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), quien continúa como delegado del episcopado colombiano en la tarea de acompañamiento de la negociación.
Una metodología por definir
Existen temas dentro de la negociación que se han calificado como inamovibles. A este respecto, el delegado de la CEC afirmó que es importante que se logren clarificar algunos pendientes que existen y que conforman el marco que ambas partes aspiran para que pueda desarrollarse el ambiente propicio para la negociación.
“Vamos a hacer un ejercicio, sobre todo, en torno a las garantías que ha exigido el Comité del Paro; allí hay unos temas que fueron expuestos por los dirigentes del paro a la opinión pública, estos son de conocimiento público, y son sobre los cuales seguramente va a girar la primera reunión”.
Explicó que la reunión que se adelantó en Palacio se hizo en el marco de un diálogo exploratorio, ahora, agregó: “vamos a tener esta nueva reunión fuera del palacio presidencial, en un lugar que no involucra a ninguna de las dos partes y, allí, en esta fase inicial, se deberá definir la forma como se van a abordar los temas, el orden de la temática y también la manera como se van a asumir las exigencias de parte y parte”.
De otro lado aclaró, que a lo que se dará inicio es a una metodología de negociación, no a una metodología de conversación o diálogo. “Esto implica entonces unas connotaciones muy específicas porque tiene que llegar a resultados evaluables que sean medibles y luego que puedan tener un seguimiento, esta metodología tendrá que ser aún perfeccionada, pero el punto de partida es este”.
Una negociación en medio de fuertes tensiones en el país
Monseñor Henao Gaviria indicó que el inicio de estas negociaciones se da en un ambiente lleno de tensiones sociales fuertes, que se extiende por varias regiones del país. Se reclama por dar soluciones a problemas específicos como la garantía a las protestas, cese a las múltiples violencias y, además, que se avance de manera contundente en la mesa de negociaciones, teniendo en cuenta las consideraciones del pliego de peticiones que fue presentado ante el Gobierno Nacional el año pasado.
“Este es un momento en el cual existe una gran expectativa. Indudablemente que este inicio de negociaciones está marcado por la voluntad tanto del Gobierno como del Comité Nacional del Paro, para avanzar y comenzar ya a tratar en la mesa. Esperamos que esta primera fase nos permita abordar los temas de metodología y los alcances, para que así se logre, entonces, entrar en la parte temática propiamente de la negociación”.
El clamor de los jóvenes debe ser escuchado y atendido oportunamente
Sin lugar a dudas los grandes protagonistas en las protestas sociales han sido los jóvenes, a este respecto monseñor Henao observó que ellos son actualmente un actor dinámico que requiere atención urgente. Indicó, además, que si bien dentro del Comité Nacional del Paro hay un sector juvenil muy significativo y atento a las reclamaciones, también hay un sector de ellos que se encuentra en pequeñas organizaciones o están dispersos en el país reclamando de forma apremiante por las condiciones de vulnerabilidad, desempleo y falta de oportunidades en las que se encuentran.
“Al mirar las encuestas hay que ver que lo primero que reclaman los jóvenes hoy es empleo. El hecho del que el desempleo sea tan alto en el sector juvenil y sobre todo en las mujeres, eso nos coloca a nosotros con un desafío muy grande y es que hay que encontrar los mecanismos desde los niveles territoriales para que los clamores de los jóvenes sean escuchados y atendidos oportunamente”.
La Iglesia rechaza todo acto violento
Monseñor Henao recordó el llamado que la Iglesia ha hecho en sus pronunciamientos a la no violencia y al respeto a los derechos humanos. “La Conferencia Episcopal de Colombia, desde el principio, ha dicho en sus comunicados que rechaza todo tipo de violencia y violación de los derechos humanos, venga de donde viniere, ese es un principio sobre el cual se eleva la credibilidad de la protesta y la legitimidad de la búsqueda de reclamaciones y también la legitimidad del Estado”.
El directivo dijo que la no violencia es el único camino que conducirá a la solución de tantos problemas que afronta el país y que es urgente atenderlo. Estas problemáticas señaló: “ya vienen represadas de atrás y se han agravado a partir de las medidas de contención frente a esta grave emergencia sanitaria que tenemos causada por la Covid-19”.
Llamado de la Iglesia a mantener la voluntad de negociación
Monseñor Henao asintió, que una señal positiva para la sociedad, ha sido el hecho que las dos partes hayan tomado la decisión de negociar, por lo que hizo un llamado desde la Conferencia Episcopal para que esta voluntad se mantenga a lo largo de todo el proceso.
“Tenemos que hacer un esfuerzo también para que la negociación sea cada vez más creíble que mantenga el contacto con las aspiraciones de la ciudadanía. Hay que recoger voces de los jóvenes, particularmente; así mismo de quienes están sufriendo las consecuencias del desempleo y una falta de oportunidades. Hay que recoger las voces de los territorios. Esa doble perspectiva de lo territorial y lo sectorial va a ayudar muchísimo”.
Invitó para que entre los colombianos se cree un clima de reconciliación, a sabiendas que se están dando apenas los primeros pasos. “Desde ahora tenemos que tener un enfoque que nos conduzca hacia las transformaciones que permitan sanar muchas deficiencias y heridas del pasado, pero sobre todo crear condiciones para que la sociedad colombiana pueda tener en su conjunto un desarrollo humano, integral, solidario e incluyente”.
La CEC y la ONU asumen el rol de acompañantes
Igualmente, explicó que la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), fueron invitadas por el Comité Nacional del Paro para asumir el rol de “acompañantes de las partes”, solicitud que fue también avalada por el Gobierno Nacional.
“Este rol se mantiene en estos términos en el momento actual. Será todo el planteamiento y diseño de la metodología el que permita precisar el carácter hacia el futuro de la presencia nuestra allí (…) Sabemos que es una presencia aceptada y valorada por las partes y que todavía puede perfeccionarse en sus alcances y en las metas que pueda ayudar a lograr”, puntualizó.
“El divorcio exprés”: una píldora que no sana
Lun 2 Dic 2024
Una sociedad que odia a los niños
Jue 28 Nov 2024
Sáb 28 Dic 2024
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia hace un llamado a la esperanza y la reconciliación para el 2025
De cara al 2025, y en un momento crucial para Colombia, marcado por grandes desafíos sociales y políticos, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, envía un mensaje cargado de esperanza. Invita a todos a cerrar este año 2024 con un corazón agradecido y abrir el 2025 bajo la perspectiva de un tiempo de gracia especial: el Jubileo Ordinario convocado por el papa Francisco.Según el prelado, este Jubileo de la Esperanza es una oportunidad para que los colombianos renueven su compromiso con los valores del Evangelio:“Los invito a no desfallecer en el cuidado de nuestros niños, jóvenes y abuelos, a tender la mano a los migrantes, a los enfermos y a quienes son excluidos. Juntos, con fe y esperanza, construiremos un país reconciliado y lleno de vida”.El presidente del Episcopado también hizo un llamado especial a los colombianos a no dejarse vencer por la desesperanza ni por las divisiones:“Recordemos las palabras del Santo Padre en su visita a Colombia en 2017: ‘No se dejen robar la esperanza, no se dejen robar la alegría’. Que este Jubileo sea un tiempo propicio para fortalecer nuestras familias, apoyar a los más vulnerables y comprometernos con la búsqueda de la paz y la justicia”.Monseñor Francisco Múnera recordó también que la paz es uno de los grandes anhelos de la nación. “No perdemos la esperanza en el camino que recorremos para alcanzarla”, expresó, destacando la necesidad de que para que esta sea posible, existan gestos concretos de reconciliación, especialmente en un país que aún enfrenta las heridas del conflicto. En este sentido, recordó que el Jubileo será una oportunidad privilegiada para renovar el compromiso con la construcción de un futuro fraterno y solidario.En el marco de la 58 Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2025 bajo el lema “Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”, monseñor Múnera Correa recuerda que la paz no es solo la ausencia de violencia, sino el fruto de la reconciliación con Dios, con los hermanos y con nosotros mismos.El Jubileo Ordinario 2025: un tiempo de gracia para Colombia“La virtud de la esperanza nos recuerda que nuestra vida es una peregrinación hacia Dios. En este Jubileo, queremos reforzar nuestra confianza en que el bien y la paz son posibles, superando el pesimismo y las sombras de la violencia”, afirma monseñor Múnera, haciendo eco del llamado del Papa en la bula de convocatoria del Jubileo.Participación en el Rito de Iniciación del Jubileo en las catedralesEl presidente de la Coferencia Episcopal de Colombia también invita a los fieles a unirse, este domingo 29 de diciembre, al Rito de Iniciación del Jubileo en las catedrales de todo el país. Este acto será un signo de comunión con la Iglesia universal y un paso más en el camino hacia un futuro lleno de esperanza.El mensaje de la Iglesia es claro: el 2025 será un tiempo para renovar el espíritu y trabajar juntos como verdaderos Peregrinos de Esperanza, convencidos de que la paz y la reconciliación son posibles.Vea el mensaje a continuación:
Mar 24 Dic 2024
Navidad 2024: Vicepresidente del Episcopado Colombiano pide a los fieles liberar la Navidad del consumismo y aportar en la construcción de la paz
Al celebrar esta Navidad 2024, los obispos colombianos, a través del arzobispo de Tunja y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, piden a los fieles asumir este tiempo desde el amor, mientras reflexionan sobre su papel en la construcción de un futuro mejor para el país, donde la paz, tan anhelada por todos, se pueda hacer realidad con el aporte de cada uno.En su mensaje, el prelado subraya que la paz no es solo un don divino, sino también una tarea que exige el esfuerzo de cada persona desde lo más profundo de su corazón. "Preguntémonos: ¿qué estoy dispuesto a aportar yo para la construcción de la paz?", expresa.En línea con las palabras del papa Francisco, el vicepresidente del episcopado colombiano también llama a liberar la Navidad de todo aquello que no refleja su verdadero sentido, como el consumismo, los odios, los rencores y las venganzas:"Que este tiempo sea también de unión familiar, de sacar de nuestro corazón todo asomo de rencor, de violencia, de venganza".Además, recuerda que el Santo Padre, al convocar el Jubileo de la Esperanza, que se inaugurará en Roma el 25 de diciembre y, en las diócesis colombianas, el 29 de diciembre, está invitando a todos los creyentes a renovar su confianza en el Señor y a caminar como "peregrinos de la esperanza"."Les estamos deseando a todos una muy Feliz Navidad 2024. Que Santa María, Nuestra Señora de la Esperanza, camine con nosotros en este peregrinar. Bendiciones", concluye monseñor Villa.Vea el mensaje a continuación:
Mié 11 Dic 2024
¿Cómo vivir el Jubileo de la Esperanza 2025 en la Iglesia colombiana? La Conferencia Episcopal lanza un libro con orientaciones
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Secretariado Permanente, presenta un nuevo libro titulado "Caminar en esperanza". Su contenido busca ayudar a las comunidades católicas del país a reflexionar y vivir plenamente el Jubileo Ordinario del 2025 convocado por el papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”. Más que un material de lectura tradicional, es una ruta concreta para orientar a todos los miembros de la Iglesia en un peregrinaje hacia la renovación de su fe y compromiso cristiano, especialmente en medio de un contexto nacional y mundial marcado por profundas incertidumbres y temores sociales y políticos.Este compendio de 137 páginas, concebido como una guía práctica y espiritual, ofrece reflexiones, talleres y recursos para que los fieles católicos colombianos incorporen la esperanza en su vivencia diaria y en sus dinámicas pastorales desde distintas dimensiones. Entre ellas, en la Biblia, en los padres de la Iglesia, a nivel litúrgico, desde el rol de sacerdotes y religiosos, en la familia, en la misión, a nivel social, desde la comunicación y desde los signos de los tiempos. En la presentación del libro y evocando las palabras del papa Francisco, quien en su exhortación Spes non confundit resalta que la esperanza es la virtud que “indica la dirección y la finalidad de la existencia cristiana”, el presidente de la CEC, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, destacó que este tiempo jubilar es una oportunidad para fortalecer la virtud de la esperanza, que orienta y sostiene la vida cristiana. A partir de esta premisa, se invita a los fieles a reconocer que la esperanza tiene un rostro: Jesucristo, quien camina con la humanidad como peregrino para guiarla hacia el Padre."Caminar en esperanza" es una invitación de la Conferencia Episcopal de Colombia a fomentar la comunión en los diversos espacios eclesiales del país; desde las parroquias hasta las familias, así lo expresa su presidente, monseñor Francisco Múnera:“Deseo que este material sea acogido en todos los lugares eclesiales para la vivencia de la comunión en nuestro país; y que, en aquellos espacios vitales, se asuma con esperanza el seguimiento del Señor Jesucristo, nuestra paz, y con este horizonte podamos fomentar las relaciones, los procesos y los vínculos necesarios para una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa, como lo pide el Proceso Sinodal”.El libro ya puede ser adquirido a través de la Librería de la Conferencia Episcopal de Colombia o en las librerías San Pablo del país.Datos de contacto:Correo: libreria@cec.org.coWhatsApp: 3138808447Teléfono: PBX (57) 601 9157779 Ext. 125Horario de atención:Lunes a viernes 8:00 a.m. - 12:30 p.m. / 1:30 p.m. - 4:30 p.m.
Mar 10 Dic 2024
La Diócesis de San José del Guaviare ya tiene Administrador Diocesano: Pbro. Edgar Liévano Labrador
El Colegio de Consultores de la Diócesis de San José del Guaviare eligió a su nuevo administrador. Se trata del padre Edgar Liévano Labrador, quien se venía desempeñando como vicario general de esa Iglesia particular ubicada en el departamento del Guaviare. La nueva designación por parte de los sacerdotes se dio este 6 de diciembre, tras la posesión del anterior obispo de esta jurisdicción, monseñor Nelson Jair Cardona, en la Diócesis de Pereira.El padre Edgar Liévano Labrador nació el 10 de agosto de 1955 en Ibagué (Tolima). Cursó sus estudios de teología en el Seminario IntermisionalSan Luis Beltrán de Bogotá. Fue ordenado sacerdote el 26 de marzo de 1988 para la Prefectura Apostólica de Mitú. Estudió una licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa en la Universidad Católica de Oriente y una especialización en Derecho Matrimonial Canónico en la Pontificia Universidad Javeriana.Los encargos pastorales que ha desempeñado son:Párroco de la Parroquia San Antonio de Carurú- Vaupés (1988)Párroco de la Parroquia Cristo Rey de Calamar-Guaviare (1989-1995)Párroco de la Inmaculada Concepción de San José (1996-2001)Fundación de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de San José (2001-2003)Párroco de la Parroquia Divino Niño de Puerto Concordia-Meta (2004)Administrador Parroquial de la Parroquia La Sagrada Familia de San José (2005-2007)Párroco de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de san José (2008-2011)párroco de la Parroquia María Auxiliadora de San JoséPárroco de la Parroquia Catedral de San José (2015-2020)Párroco de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de san José (2020 hasta la fecha)Provicario del Vicariato apostólico de San José del Guaviare (1999)Vicario General (2000-2003, 2006-2010 y 2016 hasta la fecha)Canciller y notario (2006 hasta la fecha)Actualmente es miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores.En diálogo con el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, el padre Edgar Liévano expresó su gratitud hacia los sacerdotes que conforman el Colegio de Consultores de la Diócesis de San José del Guaviare, por haber confiado en él para guiar esta Iglesia particular. En ese sentido, dio a conocer tres prioridades pastorales:“Seguiré con la ayuda de Dios y las oraciones de los fieles, trabajando en el Plan de Pastoral y en su implementación; en el crecimiento fraterno y espiritual del clero, religiosos y religiosas; y en la ayuda para con los pobres y necesitados. Dios me ayude en este trabajo que ha puesto en mis manos”, expresó el sacerdote.El padre Liévano estará desarrollando este encargo hasta que se produzca un nuevo nombramiento episcopal para esa jurisdicción eclesiástica por parte del Santo Padre.