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“Somos los primeros necesitados de la misericordia”: monseñor Luis José Rueda
Tags: conferencia episcopal de colombia iglesia colombiana iglesia católica colombiana obispos de colombia CXV Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano

Bajo el propósito central de profundizar y fortalecer el carácter misericordioso de la Iglesia Católica en Colombia , este lunes 3 de julio los obispos del país dieron inicio a su CXV Asamblea Plenaria en Bogotá. Durante la apertura, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), invitó a sus hermanos pastores a seguir manteniendo una voz profética para el país, que acompañe y aliente frente a las preocupaciones de la realidad actual. Recordó que también son seres humanos y ciudadanos desafiados por esta realidad; además, que son los primeros necesitados de misericordia y consolación pastoral.
Monseñor Rueda inició su mensaje recordando que la reflexión de esta asamblea se configura dentro de una de las tres opciones que han tomado para caminar juntos, “con las cuales nos hemos propuesto vivir y servir como Iglesia en Colombia, con la mirada puesta en el Jubileo de la Esperanza del 2025 y del gran Jubileo de la Redención del 2033”, precisó. Se trata de la tercera opción, a través de la cual proponen ser “una Iglesia misericordiosa que se conmueve, se detiene y ayuda al otro, cuantas veces sea necesario”. Por esto, dijo, “el desarrollo de cada jornada será, ante todo, una experiencia espiritual, en un ambiente de oración, diálogo y discernimiento”.
La alocución del primado de Colombia se enmarcó en cuatro aspectos centrales: 1. La realidad humana como lugar de encuentro con Dios. 2. La experiencia de la desolación espiritual. 3. La desolación como oportunidad para crecer y madurar. 4. La consolación pastoral.
“Los obispos en colegialidad somos una voz profética necesaria para Colombia”
Monseñor Luis José Rueda afirmó que todas las realidades humanas le interesan a la Iglesia y que, aunque son plenamente conscientes que, como obispos, no tienen la solución a las diversas problemáticas que vive Colombia, se sienten “enviados por el Señor a acompañar, como pastores y como servidores, todas las situaciones de la vida del Pueblo fiel de Dios”, especialmente “desde el testimonio, con la presencia y el acompañamiento a las comunidades, en diálogo social evangelizador como camino para encontrar las salidas a los duros conflictos que vivimos”, remarcó.
Así mismo, el presidente de la CEC recordó a los demás prelados la necesidad del profetismo, inspirado en el Evangelio y en la enseñanza social de la Iglesia, “en cercanía con fe y amor, asumiendo las actitudes de Jesús, Buen Pastor”. Sobre esto, precisó: “el momento histórico de nuestro país nos pide a los obispos estar en permanente ejercicio de discernimiento evangélico, reflexionar la realidad desde las regiones con actitud profética, en nombre de Dios, sin dejarnos ahogar en lo coyuntural, con visión de futuro, con realismo esperanzado, sin la beligerancia que alimenta polarizaciones, con humildad y a la vez sin ingenuidad”.
“Los obispos somos seres humanos y ciudadanos, desafiados por los problemas propios de la Iglesia y solicitados por todos los problemas sociales”
El Arzobispo de Bogotá recordó a sus hermanos en el episcopado que su realidad eclesial y su realidad personal están íntimamente tejidas con la realidad social de Colombia, que constantemente lo externo se mezcla con lo interior, y que esto hace que su vida se convierta en una especie de campo de combate y un camino exigente y que, ante esto, la fuerza y la guía la encuentran en el Señor.
“Somos frágiles y somos los primeros necesitados de la misericordia”
Seguidamente, monseñor Luis José Rueda reconoció que, aunque, como obispos, tienen la gracia del ministerio sacerdotal en primer grado, son los primeros necesitados de la misericordia de Dios y que es ella la que los levanta y pone nuevamente en el camino.
Al tiempo, el prelado recordó que más allá de este momento complejo que vive el país y de las pruebas que los agobian, el papa Francisco les ha pedido no desanimarse ni rendirse ; a “hacer una pausa para estar en la presencia de Jesús, a quien encontramos siempre fiel en nuestro camino, cercano y atento a nuestra vida, para ofrecernos la necesaria consolación pastoral”. Se trata de una consolación que tiene la fuerza del Espíritu Santo, que “acude en ayuda de nuestra debilidad” (Rm 8,26), para propiciar nuestro progreso como obispos en la adoración, en la gratitud, en la humildad misionera y en una más esperanzada relación con el Señor y con todos los miembros del Pueblo fiel de Dios”, remarcó.
“¡Preferimos una vida de obispos y de Iglesia “deshilachada en el servicio” (EG 96), en vez de presentarnos como maestros espirituales que señalan desde fuera”
A propósito de esta consolación pastoral, el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia dijo que con ella recibirán el don de la alegría espiritual para lanzarse a la misión de manera renovada, “nos robustecerá en el dinamismo evangelizador centrado en Jesucristo, con el “aire puro del Espíritu Santo”, que nos libera de la mundanidad manifestada en “embelecos” y “vanaglorias” doctrinales y estadísticas que nos distancian del Pueblo fiel de Dios”.
Los obispos vivirán esta CXV Asamblea Plenaria a través de una metodología conocida como la conversación espiritual que consiste en una escucha atenta de lo que el Espíritu les quiere decir por medio de las intervenciones de todos los participantes. Sobre ella, monseñor Rueda dijo que, vivida en fraternidad y cercanía con el Señor y con María, los ayudará a progresar en “la misión de Iglesia misericordiosa, capaz de contemplar, conmoverse y detenerse para servir”.
Durante este primer día de encuentro los obispos estarán enfocados en su retiro espiritual y con él los pastores de la Iglesia que peregrina en Colombia, buscarán establecer las bases para que dicha propuesta de conversación espiritual “se convierta en la mejor manera de aproximarnos con fe a la realidad social, eclesial y personal, como auténtico lugar de encuentro con Dios”, así lo afirmó monseñor Luis José Rueda Aparicio al cierre de su discurso.



Pascua y año litúrgico
Lun 7 Abr 2025

Proteger y defender la familia
Jue 27 Mar 2025


Vie 11 Abr 2025
Iglesia colombiana inició las jornadas formativas 2025 sobre prevención y atención de abusos y violencias en las provincias eclesiásticas
Con un primer grupo integrado por cerca de 700 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos, diáconos y laicos de la Provincia Eclesiástica de Bogotá, la Conferencia Episcopal de Colombia inició la tercera etapa de formación sobre prevención y atención de abusos y violencias en la Iglesia Católica desde el proyecto 'Iglesias Particulares Seguras y Protectoras'.Estas jornadas de capacitación, facilitadas por miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y auspiciadas por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, se desarrollaron del 3 al 5 de abril en el Colegio Nuestra Señora del Pilar y en la Parroquia San Maximiliano Kolbe, en Bogotá.Estuvieron presentes el cardenal Luis José Rueda Aparicio y sus dos obispos auxiliares en la Arquidiócesis de Bogotá (monseñor Alejandro Díaz García y monseñor Edwin Vanegas Cuervo), el obispo de Zipaquirá, monseñor Héctor Cubillos Peña, y el obispo de Engativá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta.Formación integral para la prevención y atenciónLas jornadas abordaron temas clave para garantizar entornos seguros en la Iglesia. Entre ellos:- Espiritualidad del cuidado.- Fundamentos canónicos y jurídicos para la atención.- Aspectos psicosociales del cuidado.- Protocolos de prevención y atención.- Manejo comunicativo de situaciones de riesgo.Además, se socializaron las orientaciones de la Iglesia para implementar políticas, procedimientos, acciones y estrategias en el marco de un Sistema para la Cultura del Cuidado, en los ambientes eclesiales. Entre ellas, las líneas guía y las líneas operativas emitidas por la Conferencia Episcopal de Colombia.El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, destacó: "Hemos estado formándonos para hacer de nuestra Iglesia un lugar seguro, donde prevengamos situaciones de abuso y protejamos especialmente a niños, adolescentes y personas vulnerables".Testimonios de los participantesEl padre Luis Francisco Rodríguez Rosas (párroco en la Arquidiócesis de Bogotá), hizo énfasis en la correlación de estos espacios con la misión de la Iglesia: "Estas jornadas nos dejan dos mensajes directos al corazón: la esperanza por el trabajo ya realizado con esfuerzo y amor para cuidar la naturaleza de nuestra misión evangelizadora, y la responsabilidad de seguir formando conciencias para mantener a la Iglesia como un ambiente protector, siguiendo el ejemplo de Cristo que protege y cuida".La hermana Yolanda Vivas (Rectora colegio de las Hermanas de Nuestra Señora de la Paz) destacó la importancia de la educación para construir la cultura del cuidado a nivel eclesial y social: "Me llevo la convicción de que nuestra misión es crear espacios donde todos se sientan acogidos. En nuestro colegio trabajamos cada día para que los niños aprendan a cuidarse y cuidar a los demás como artesanos de paz. Si cuidamos el espacio de la formación, haremos posible esta invitación a cuidar de los otros".Liliana Molina (catequista en Bogotá) afirmó que será clave replicar esta información con los demás miembros de su parroquia: "Estos conocimientos nos ayudan a detectar situaciones de riesgo y actuar oportunamente para proteger a nuestros niños y jóvenes".El padre Sergio Salamanca (director de la Oficina del Buen Trato de la Diócesis de Engativá) enfatizó la necesidad de "institucionalizar el buen trato, actualizar protocolos y dejar atrás la cultura del descarte".David Fernando Serrano (jurista en la Arquidiócesis de Bogotá) resaltó el llamado al servicio: "Atendemos el cuidado de familias, catequistas y todos los ambientes eclesiales, aplicando esta cultura tanto física como virtualmente".Próximos pasos: más allás de las jornadasLa doctora Ilva Miriam Hoyos Castañeda, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, informó que durante este 2025 el proyecto completará la formación en las 14 provincias eclesiásticas del país. Las próximas jornadas se llevará a cabo en la Diócesis de Soacha con las jurisdicciones restantes de la Provincia Eclesiástica de Bogotá y, entre mayo y octubre, se adelantarán con las Iglesias particulares de provincias eclesiásticas de Medellín y Cali.La abogada Hoyos fue más allá: "El reto que tienen cada una de las jurisdicciones eclesiásticas es responder al llamado que hace no solamente la Iglesia colombiana, sino al llamado que nos hace Jesucristo de vivir plenamente el respeto por el otro".Por su parte, el cardenal Luis José Rueda Aparicio detalló algunos de los pasos a seguir tras estas jornadas en la Provincia de Bogotá, que permitan ratificar el compromiso con el Evangelio, con las víctimas y con las comunidades:Espiritualidad del cuidado: el cardenal Luis José fue enfático en afirmar que la espiritualidad del cuidado es la base del proceso: "Y finalmente, esto requiere una espiritualidad. Sin espiritualidad se nos queda solo en palabras, se nos queda solo en estrategias; con espiritualidad se convierte en verdadera cultura donde el Espíritu Santo con su poder, con su fuego, llega a transformar nuestra vida".Creación de un Consejo de la Cultura del Cuidado para la Provincia Eclesiástica de Bogotá: el Purpurado se refirió a la propuesta de crear una estructura provincial e interdisciplinar que integrará a obispos, sacerdotes, laicos, víctimas y expertos, para trabajar en comunión articulando esfuerzos entre las diversas iglesias particulares y dando seguimiento a la implementación. “La cultura del cuidado, hemos aprendido, hace parte del ADN de nosotros como Iglesia y de la misión que queremos ofrecer en el nombre del Señor. Solo así lograremos ser buena noticia con nuestra vida, siendo coherentes y con el servicio a todas las comunidades”.Implementación parroquial: el Arzobispo de Bogotá enfatizó en la urgencia de llevar esta formación y tomar las medidas necesarias en las parroquias (adaptar de protocolos, seguir formando agentes y crear organismos responsables de la cultura del cuidado en ese nivel). "Que todo lo que hemos recibido aterrice a la vida parroquial…Cada una de nuestras parroquias debe ser una casa, un entorno, una familia protectora donde todos los que lleguen a nuestro alrededor eclesial puedan sentirse acompañados, protegidos y seguros".Alianzas institucionales: el cardenal Luis José Rueda habló de la necesidad de avanzar en esta a través de un trabajo articulado y apoyado por otros actores clave. Evocó convenios con universidades para la formación continua y la colaboración con autoridades civiles. "Ir colaborando con las autoridades civiles, con las autoridades académicas, con todas las disciplinas profesionales que nos puedan ayudar porque solos no somos capaces".Vea el resumen audiovisual de las jornadas:Si desea conocer más información sobre el compromiso de la Conferencia Episcopal de Colombia con la promoción e implementación de la cultura del cuidado, o los canales de atención de la Iglesia, ingrese aquí.

Jue 10 Abr 2025
Obispos colombianos exhortan a los sacerdotes a promover la confesión durante esta Semana Santa 2025
A tres días de dar inicio a la Semana Santa 2025 con el Domingo de Ramos, los obispos de Colombia dirigen una carta a todos los sacerdotes del país, invitándolos a intensificar su disponibilidad para el sacramento de la confesión, con el fin de que los fieles experimenten "la gracia y el poder de la misericordia divina" en estos Días Santos y para que, en el contexto del Jubileo de la Esperanza, tengan la oportunidad de ganar la indulgencia plenaria.En el mensaje, firmado por los integrantes de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal, se resalta el confesionario como un espacio sagrado donde nace "un hombre reconciliado, un mundo reconciliado", citando las palabras de San Juan Pablo II. Además, los prelados hacen un llamado a practicar la "pastoral del oído", siguiendo el llamado del papa Francisco: "Se necesita escuchar a la gente, de modo que cada hermano tenga la posibilidad de experimentar la ternura de Dios".Reconciliación e indulgencia plenariaEn el contexto del Jubileo de la Esperanza que vive la Iglesia Universal en este 2025, los obispos recuerdan que la confesión es una vía para que los fieles obtengan la indulgencia plenaria, un "don inmenso para su vida espiritual". Los exhortaron a invitar a los creyentes "a tiempo y a destiempo" (2Tim 4,2) y a acogerlos con generosidad, reflejando así "el rostro misericordioso del Padre".El documento también incluye un mensaje personal para los sacerdotes, animándolos a acercarse ellos mismos al sacramento "con sincero deseo de conversión", reconociéndolo como uno de los "dones más hermosos de la gracia".Gratitud y llamado a la misiónLa carta concluye con palabras de agradecimiento por la labor pastoral de los sacerdotes, a quienes definen como "faros que iluminan el camino de muchos". Los obispos piden que continúen con "generosidad y pasión pastoral", siendo "ese eco de la voz de Dios que llama a la conversión".Vea a continuación el mensaje leído por el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Francisco Múnera:También le puede interesar:Para conocer cómo ganar la indulgencia durante este Jubileo 2025, haga clic aquí.

Jue 10 Abr 2025
El papa Francisco designa a monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve como nuevo obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos
Este jueves, 10 de abril, la Santa Sede dio a conocer el nombramiento de monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve como nuevo obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, por parte del papa Francisco. El prelado, nacido en Fredonia (Antioquia), venía pastoreando la Diócesis de Mocoa-Sibundoy desde diciembre de 2015. Desde el 8 de julio de 2023, tras la inesperada partida de monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, esta jurisdicción eclesiástica, que comprende 29 municipios del departamento de Antioquia, es sede vacante. El presbítero Luis Alfonso Urrego Monsalve ha venido ejerciendo como administrador diocesano, por designación de sus hermanos sacerdotes a través del Colegio de Consultores.Biografía:Monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve nació en Fredonia (Antioquia), el 20 de enero de 1958, en el hogar conformado por Luis Carlos Maldonado y Mercedes Monsalve. Tiene nueve hermanos.Después de realizar los estudios de primaria y secundaria en su pueblo natal, ingresó al Seminario Mayor de Medellín. Frecuentó los cursos de Filosofía y Teología en la Universidad Pontifica Bolivariana en Medellín. Después de su ordenación sacerdotal obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana.Fue ordenado sacerdote el 5 de julio de 1986 por San Juan Pablo II y se incardinó en la misma Arquidiócesis de Medellín.En el ejercicio del ministerio sacerdotal ha desempeñado los siguientes oficios:- Formador en el Seminario Mayor de Medellín (1988 y 1990-1991).- Administrador Parroquial de la Parroquia San Simón Apóstol - Medellín (1991).- Párroco en San Rafael - Envigado (1992-1994).- Director espiritual en el Seminario Mayor, Profesor y Capellán en la Universidad Pontificia Bolivariana, Colaborador en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores - Medellín (1996).- Párroco en la Parroquia La Sagrada Familia - Medellín (1998).- Párroco en Santa Ana - Sabaneta (1999-2010).- Miembro del equipo de pastoral sacerdotal (2005-2015).- Administrador General de la Fundación Autónoma Sacerdotal Padre Arcila (2007).- Párroco en Nuestra Señora del Rosario - Bello (2011-2015).- Vicario Episcopal de la Zona Norte (2011-2015).- Miembro del Consejo presbiteral, del Colegio de Consultores y del Consejo de Gobierno de la Arquidiócesis de Medellín (2011-2015).El 15 de octubre de 2015 el Papa Francisco lo nombró Obispo de la Diócesis de Mocoa–Sibundoy. El 3 de diciembre de 2015 recibió la Ordenación Episcopal y el 15 de diciembre del mismo año tomó posesión canónica.El 10 de abril de 2025 el Papa Francisco lo nombró Obispo de Santa Rosa de Osos.

Mar 8 Abr 2025
9 de abril: Obispos manifiestan su oración, solidaridad y persistencia en la búsqueda de paz, por la víctimas del conflicto armado en Colombia
En el marco del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado que se conmemorará este miércoles 9 de abril, a través de un mensaje, los obispos de Colombia expresan su cercanía con las comunidades afectadas por la violencia y renuevan su compromiso con la reconciliación y la paz. Como signo de fe y muestra de cercanía con quienes han sufrido en este contexto, los obispos piden a todas las parroquias del país unirse en esta jornada a un toque simbólico de campanas a las 12:00 del mediodía.Inspirados en el Salmo 147 “El Señor sana los corazones quebrantados, venda sus heridas”, los prelados extienden un “abrazo de solidaria cercanía a todas las poblaciones sobrevivientes que por años han padecido diferentes tipos de violencia armada”, recordando a quienes han perdido la vida y a quienes aún luchan por superar las secuelas del conflicto. El mensaje destaca la labor de líderes y organizaciones que, en medio de las adversidades, promueven iniciativas para construir paz y trabajan por la justicia, la verdad y la reparación integral de las víctimas. Los obispos resaltan que su servicio “aporta esperanza a las comunidades que más la necesitan". Expresan que, a través de su trabajo, cada herida es tocada con la ternura de Dios y sanada por la fuerza de la solidaridad. En línea con el Jubileo Ordinario 2025, los obispos insisten en que la paz debe construirse sin olvidar el pasado, transformando el dolor en oportunidades de reconciliación. Hacen un llamado a acompañar los procesos de diálogo, especialmente en las zonas rurales más golpeadas por la violencia, donde “la memoria y la solidaridad con las víctimas se convierte en acción”. Reafirmando su convicción cristiana, recuerdan que “la esperanza no defrauda” y que la paz solo será posible mediante “la escucha, el diálogo, la justicia social y el compromiso en la defensa de los derechos humanos”. Expresan su deseo de que estas convicciones inspiren las decisiones públicas y las políticas de paz, para que Colombia avance hacia “un país reconciliado donde las víctimas del conflicto armado sean protagonistas de una nueva historia de dignidad, inclusión social y verdadera fraternidad”. A continuación vea el mensaje leído por el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos: