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A Ipiales llega un obispo formador y con la misión de evangelizar
Tags: Ipiales Padre José Saúl Grisales Liturgia Formador
El padre José Saúl Grisales, obispo electo de Ipiales, tiene una importante experiencia como formador y conoce ampliamente el área de la Liturgia. Estas son algunas características del nuevo pastor de esta diócesis que está ubicada al suroeste del país. No la conoce muy bien, pero poco a poco se ha ido empapando de su realidad.
En una entrevista concedida a la Oficina de Comunicaciones y Tecnología del episcopado, el padre Grisales comenta sus impresiones tras su nombramiento como obispo de Ipiales.
CEC: ¿Padre José Saúl Grisales, en la pasada Asamblea se encontró con sus hermanos obispos, ¿cómo se ha sentido?
PJG: Muy acogido por todo el colegio episcopal que me han manifestado su apoyo y cercanía, algunos de ellos me han brindado sus consejos, sobre todo me han motivado a desempeñar este servicio con una gran disposición a la gracia del Señor que lo asiste a uno para esta tarea.
CEC: ¿Recién recibió la noticia de su nombramiento cómo se siente Usted?
PJG: Voy pasando de los nervios a la serenidad, porque uno tiene que abandonarse en la gracia del Señor es Él que si da la misión también da la gracia para poder cumplir esa misión encomendada.
CEC: ¿Quién es padre José Saúl Grisales?
PJG: Soy oriundo del municipio de Sonsón Rionegro del oriente antioqueño, allí residía mi familia; una familia sencilla, con unos padres de procedencia campesina que me enseñaron a amar a las personas que estaban a mí alrededor, con una sólida vinculación al interno de mi hogar. Allí hice mi primaria y secundaria, pasados los 15 años me fui al seminario menor de Sonsón, iniciando así la formación hacia el ministerio presbiteral, luego pasando a Cristo Sacerdotal, donde hice la teología y filosofía, y me ordené en el mes de noviembre de 1989.
A lo largo de los 28 años de vida ministerial he tenido múltiples experiencias, la más fuerte ha sido la de trabajar en la formación sacerdotal en distintas entidades como ser el Seminario de Cristo Sacerdote en Yarumal, Seminario Intermisional Colombiano, Seminario Cristo Sacerdote de La Ceja y el Seminario Diocesano Nuestra Señora en Marinilla. También presté un período corto de servicio en la Nunciatura Apostólica. Hice estudios de Liturgia en el Ateneo de San Anselmo en Roma. Y ahora había tenido una experiencia de párroco.
CEC: Usted es experto en liturgia, esa será la línea que trabajará en la diócesis
PJG: La liturgia es una impronta de la iglesia, es toda la iglesia que está comprometida con la experiencia de la celebración de la fe, el encuentro con el Señor, a través de los sacramentos, el consolidar una vida de relación con él por medio del espíritu oracional de la Iglesia. La experiencia litúrgica no es de unos expertos, sino es del pueblo de Dios, porque todos tenemos relación con él, a partir de nuestra oración. Sin duda trataremos de motivar a que redescubramos cada vez más ese patrimonio, esa riqueza que nos regala el Señor en esa experiencia litúrgica.
CEC: ¿Usted qué conoce de la realidad de Ipiales?
PJG: Conozco lo que me han ido informando, porque realmente no he visitado esa tierra, tuve alumnos allí en la experiencia como formador, ellos me han llamado a saludarme y acogerme con cariño. Ahora, el Señor me da la gracia de acompañar a esta Iglesia.
Lo que voy conociendo es un pueblo sencillo, cercano, afectuoso de una gran piedad y un gran amor a la Santísima Virgen María, una diócesis que viene trabajando con un proyecto pastoral de más de 30 años con frutos significativos y que trataremos de apoyar e impulsar en todos los campos de lo que allí se viene haciendo con esta Iglesia particular.
CEC: ¿Ha hablado con el obispo saliente, monseñor Arturo Correa?
PJG: A Monseñor Arturo yo lo conocía de tiempo atrás y hacía muchos años que no nos encontrábamos. Ahora sucedió, en este momento tan particular para la vida de él y para mi vida personal. Hemos tenido un encuentro muy fraterno y cercano, él como un gran padre me ha ido ayudando a entrar en esta nueva experiencia, y le agradezco mucho, le he manifestado mi aprecio y respeto y mis expresiones de consideración por toda la obra pastoral que él ha hecho allí.
CEC: ¿Cuál ha sido el contacto que ha tenido con el clero de la diócesis Ipiales?
PJG: Sí. He tenido ocasión de hablar con varios de ellos. Ayer no más tuve aquí una grata visita de cuatro miembros que el presbiterio eligió para que vinieran a encontrarme a darme un saludo, no a darme ningún otro detalle, sino expresarme la alegría del clero y del pueblo de Dios de esa comunidad de Ipiales por el nombramiento que el Santo Padre bondadosamente me ha otorgado.
CEC: ¿Sus hermanos sacerdotes de la diócesis de origen qué le han manifestado?
PJG: Me he sentido muy rodeado por ellos, por su cariño y cercanía, ellos sin duda que se alegran de estos momentos en la vida de sus hermanos, ha sido para mí un apoyo muy grande, me ha sostenido mucho en estos días la oración que cada uno de ellos ha ofrecido y que me aseguran ofrecer siempre para que pueda tener un ministerio muy fecundo.
CEC: ¿La familia que le han dicho?
PJG: Gozosos. Saben que esto implica un distanciamiento geográfico. Mi madre y todos mis hermanos viven en Medellín, pero gozosos por esta gracia del Señor y recibiéndolo como una bendición de Dios al interno del hogar. Doy gracias a mi Dios porque me ha concedido poder tener, para este momento particular de mi vida y de mi ministerio, a mi madre de 93 años y medio, muy gozosa, agradecida y bendiciendo mucho a Dios por este regalo que también ella recibe en su vida personal.
La ordenación episcopal se realizará el 17 de marzo en la Catedral de Nuestra Señora de Chiquinquirá en Sonsón a las 11 a.m. La ceremonia será presidida por el Nuncio Apostólico, Monseñor Ettore Balestrero. La posesión será el 14 de abril en la Catedral de San Pedro Mártir de Ipiales.
Datos:
La Diócesis de Ipiales fue erigida el 23 de septiembre de 1964. El primer obispo fue Monseñor Miguel Ángel Arce Vivas. Hasta el momento esta jurisdicción ha sido regentada por 5 generaciones de obispos.
- Población: 620,969
- Católicos: 560,288
- Sacerdotes diocesanos: 87
- Sacerdotes religiosos: 8
- Religiosas: 70
- Parroquias: 45
Fuente: http://www.catholic-hierarchy.org/diocese/dipia.html
Misioneros hoy
Vie 4 Oct 2024
Jue 3 Oct 2024
Tras 3 años de espera, la Diócesis de San Vicente del Caguán celebró la llegada de su nuevo obispo: monseñor William Prieto Daza
Este miércoles, 2 de octubre, en la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes, se llevó a cabo la ceremonia de posesión canónica de monseñor William Prieto Daza como obispo de la Diócesis de San Vicente del Caguán. De forma masiva y con gran alegría, fue acogido por parte de fieles laicos, autoridades públicas, sacerdotes y religiosos, signo de la anhelada espera de un nuevo pastor en esta Iglesia particular ubicada en el departamento del Caquetá.Monseñor William fue nombrado obispo de esta jurisdicción eclesiástica por parte del papa Francisco el 5 de julio de este año. Su ordenación episcopal se había llevado a cabo el pasado 25 de septiembre en la Catedral Metropolitana Nuestra Señora del Carmen de la Arquidiócesis de Villavicencio, donde fue ordenado presbítero en el año 2013.Monseñor Prieto Daza se convierte en el segundo obispo de esa Iglesia particular, que, en 2019, pasó de ser vicariato apostólico a diócesis. Su primer obispo fue el actual arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, quien estuvo presente en esta ceremonia de ordenación episcopal. Tras quedar vacante la sede, en 2021, el metropolitano de esa provincia, monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, arzobispo de Florencia, fue designado por el Santo Padre como su administrador apostólico; también él estuvo presente.Durante la ceremonia, monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia, agradeció el servicio episcopal realizado en la Diócesis de San Vicente del Caguán por parte de monseñor Múnera y monseñor Mejía. Resaltó la entrega de ambos en el anuncio del Evangelio y el llamado misionero que acogieron durante ese tiempo, especialmente, bajo un mensaje de esperanza para esas comunidades que han sufrido tanto a causa del conflicto armado. En el contexto de la fiesta de los Santos Ángeles Custodios celebrada durante este día de la posesión, el representante del Santo Padre recordó que en la Iglesia antigua los obispos eran llamados ángeles. Esto, debido a la correspondencia existente entre la misión del ángel y el ministerio del obispo. Explicó que, el papa Benedicto XVI, en el año 2017, con ocasión de la ordenación de algunos obispos, mencionó que los ángeles son seres orientados a Dios, al mismo tiempo, por ser orientados a Dios y por estar con Él, ponen su nombre al servicio de los hombres, se vuelven mensajeros de Dios. Citó así las palabras del pontífice:“Los ángeles son mensajeros de Dios, llevan a Dios a los hombres, abren el cielo y así, abren la tierra, precisamente porque están en la presencia de Dios, pueden estar, también, muy cerca a los hombres. En efecto, Dios es más íntimo a cada de nosotros, de lo que lo somos nosotros mismos”. En este contexto, el Nuncio Apostólico le manifestó a monseñor William que, inspirado en la misión del ángel, podrá ejercer su ministerio episcopal iluminando, guardando, defendiendo y gobernando con espíritu de servicio a su pueblo, bajo la luz del Evangelio y la doctrina de la Iglesia.“Cuidando tu pueblo, es decir, darle vida, alimentarlo mediante la celebración de los sacramentos, es el ministerio de la santificación, por el cual podrás transmitir una vida, que es la misma vida de Dios en la que recibimos los sacramentos. Tendrás luego que trascender y gobernar a tu pueblo, defender tu grey de las amenazas que vienen desde afuera, de la violencia, del odio, quedándote con tu rebaño en los momentos de la prueba y desde adentro. Defender a tu Iglesia de toda clase de abusos que puedan darse a su interior, fomentando la disciplina eclesiástica, como ya lo hiciste con valentía en tu diócesis. En fin, tendrás que gobernar a tu pueblo; un gobierno que no es dominación sino servicio, con ese estilo sinodal que el papa Francisco nos enseña para llevar a este pueblo a las praderas de la verdadera amistad”, expresó monseñor Rudelli.Durante su homilía, con alegría y a partir de las palabras propuestas en el Evangelio para celebrar su posesión, el nuevo Obispo de San Vicente del Caguán evocó:“Voy a enviar un ángel que vaya delante de ti, querida Diócesis de San Vicente del Caguán, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que te he preparado"Monseñor Prieto recalcó que estas palabras manifiestan confianza, al tener la certeza de que es El Pastor Eterno, quien cuida y apacienta a su pueblo, a través de los pastores de la Iglesia. Destacó que en su ministerio y misión en San Vicente del Caguán será el Señor quien irá delante, señalando horizontes y abriendo caminos para que no se extravíen, y así, llegar a la meta, que es el cielo, aquel lugar preparado donde los ángeles contemplan el rostro del Padre Celestial.“Así que, como familia de Dios que peregrina en San Vicente del Caguán, emprendamos este nuevo trayecto caminando juntos con alegría, con esperanza, confiados en la Providencia de Dios que ha dado órdenes a sus ángeles que nos cuiden en nuestros caminos y que ha querido unir nuestras historias para seguir construyendo el Reino de Dios en esta querida Amazonía”, manifestó monseñor William.El obispo afirmó que, así como el Señor en el Evangelio le pide a Moisés que se quite las sandalias porque la tierra que pisa es santa, así mismo, él ahora pisa ese territorio de San Vicente del Caguán con profundo respeto de su historia, de su pluriculturalidad, de su biodiversidad y de su forma de encarnar la fe, dispuesto a aprender.Monseñor Prieto mencionó también que, en medio de la realidad y retos que viven esas comunidades caqueteñas, es esencial buscar puntos de encuentro y de comunión a través del camino de la escucha y del diálogo respetuoso. Esto, de acuerdo con el pastor, les ayudará a ir construyendo juntos la civilización del amor, “en donde, haya paz y bienestar general para todos, de modo que resplandezca la belleza con la cual Dios ha adornado ese bello territorio”.El nuevo obispo de San Vicente del Caguán terminó su intervención dando gracias de por la presencia de los arzobispos y obispos que estuvieron acompañándolo en su ceremonia, y de manera especial. También agradeció la presencia de los sacerdotes pertenecientes a las jurisdicciones de la Provincia Eclesiástica de Florencia, y a aquellos que llegaron desde Villavicencio como de otros lugares. Además, a religiosos y religiosas, a los distintos grupos y movimientos laicales de la diócesis; así mismo, a sus padres, familiares y amigos que asistieron. Al estilo del papa Francisco,finalizó su homilía encomendando a todos su oración por él y por su ministerio, para que este sea para la mayor gloria de Dios.Vea a continuación la trasmisión de la ceremonia:
Mar 1 Oct 2024
"Como Iglesia y como obispo, nos ponemos a disposición para ayudar en los procesos de paz, nuestro pueblo lo clama": Monseñor Olave, obispo de Ocaña
El pasado 28 de septiembre, en la Catedral Santa Ana de Ocaña, se llevó a cabo la ceremonia de posesión canónica de monseñor Orlando Olave Villanoba como obispo de la Diócesis de Ocaña. El prelado, que venía desempeñando su ministerio episcopal en la Diócesis de Tumaco, se convierte en el sexto obispo de esta Iglesia particular, ubicada en los departamentos de Norte de Santander y Cesar.Previo a la celebración eucarística, monseñor Orlando fue acogido de forma emotiva y multitudinaria por miembros de la comunidad, autoridades civiles, militares y de policía en el parque central del municipio, quienes esperaban con alegría la llegada de su nuevo pastor luego de que se conociera la noticia de su nombramiento por parte del papa Francisco el pasado el pasado 11 de julio.La Eucaristía fue presidida por el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli. Además de sus familiares, participaron sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos y seminaristas de Ocaña, Cúcuta, Tibú, Bucaramanga, Pamplona y Barrancabermeja, de donde es oriundo monseñor Olave. Además, lo acompañaron catorce de sus hermanos obispos, entre ellos, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, quien pastoreó esa jurisdicción entre agosto de 2014 y febrero de 2020, y el Arzobispo Metropolitano de Nueva Pamplona, monseñor Jorge Alberto Soto, quien se desempeñaba como su administrador apostólico desde abril del 2021, tras el fallecimiento de monseñor Luis Gabriel Ramírez Díaz.En la primera parte de su mensaje, monseñor Paolo Rudelli se refirió a la partida de monseñor Orlando desde Tumaco hacia Ocaña. Afirmó que es un signo del intercambio de dones entre iglesias, por lo que pidió, de manera especial, a los sacerdotes y fieles en Tumaco no sentirse huérfanos: “Es momento para sentir que nosotros, los pastores, solo somos un signo de la presencia de Cristo Pastor que sigue pastoreando nuestras iglesias”, precisó.A la Iglesia que peregrina en Ocaña, el Nuncio Apostólico pidió reconocer en la persona de monseñor Olave al pastor que tanto esperaban y por quien oraban, como enviado del Señor:“Ha venido como lámpara fulgente del Evangelio a presidir y acompañar esta Iglesia como maestro, pastor y principio de unidad. Su misión entre ustedes, como nos enseña el Concilio Vaticano Segundo, es representar a Cristo, prolongar su Palabra, sus gestos, su presencia misma en los que brilla el misterio del Reino de Dios, del cual la Iglesia es germen aquí en la tierra. Continúen caminando junto a su obispo como la familia diocesana; sean agradecidos por las grandes riquezas espirituales que han recibido, bendiciendo al Señor por un recorrido maravilloso de historia de salvación, fruto de tantos que han llevado el peso del día y del calor en estas tierras, con grandes iniciativas en las vertientes de la acción pastoral, pero también con las pruebas y sufrimientos que han dejado huellas de dolor en los corazones, en las familias, en las comunidades con importantes desafíos para vivir a perfección su propia identidad y proyectarse más allá de sus fronteras como Iglesia misionera, con ese ímpetu que nos pide el Evangelio y del que se ha hecho en intérprete el papa Francisco, invitándonos a no cerrarnos en nuestras comunidades, sino que a tener siempre abierto frente a nosotros el horizonte de la Iglesia Universal”.El representante del Santo Padre en Colombia recordó también las virtudes que deben seguir acompañando a monseñor Orlando Olave en esa nueva misión que le encomendó el pontífice: santidad personal, caridad pastoral y generosidad de pastor para dar la vida cuando lo requiera el rebaño.Por su parte, el nuevo obispo de Ocaña enfatizó en la importancia de estar en comunión con el otro y de reconocer los logros de esa Iglesia particular como frutos del trabajo de todos, no solo del esfuerzo de unos pocos. Además, recordó la necesidad de mantener el impulso evangelizador de los obispos, sacerdotes y religiosas que los han antecedido en la diócesis.“No podemos caminar solos, es un suicidio espiritual. Por eso, es importante aprender a caminar juntos, ver que el Señor nos invita a ver al otro como una oportunidad de vivir nuestra vida”.A los sacerdotes les recordó, especialmente, el llamado a donar la vida por todos los fieles creyentes de la Iglesia que peregrina en esas tierras del Norte de Santander y del sur del Cesar, “como nuestra amada Virgen de Torcoroma; ella se reveló en el corazón de un ángel en las montañas de Roma. También nosotros podemos abrir nuestro corazón a Dios, descubrir su amor y donarnos de corazón a todos nuestros hermanos”, agregó.Este llamado del obispo de Ocaña se convierte en una invitación a vivir una verdadera Iglesia en salida, llevando el consuelo y la esperanza de Jesucristo a tantas personas que en esa región llevan consigo las heridas de la violencia, los desplazados, pobres, campesinos sin tierra, mujeres abandonadas, migrantes, jóvenes sin futuro, niños y niñas violentadas. “No nos podemos quedar contemplando nuestro pequeño mundo. Es una invitación del Señor a ver más allá, a descubrir, como el buen samaritano, más allá de los círculos políticos, religiosos, étnicos o de nacionalidad. Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo”.Monseñor Orlando tiene claro que una de sus prioridades pastorales en la Diócesis de Ocaña, como venía haciéndolo en Tumaco, será el trabajo por la paz. Desde allí, recordó la petición del papa Francisco a propiciar la amistad social insistiendo en la unidad:“La unidad es superior al conflicto. Todo servicio que debemos prestar a la sociedad actual es el trabajo por la reconciliación y la paz. Nuestra región ha estado marcada por una realidad de violencia pluriforme; desde la violencia intrafamiliar contra la mujer, los niños y las niñas; como la violencia política provocada por los actores armados irregulares, como también por algunos agentes del Estado, sin olvidar la violencia que provocan las realidades de marginación y pobreza, como el doloroso cáncer que ha dejado la corrupción en nuestros territorios”.En ese sentido y frente a los esfuerzos de diálogo, monseñor Orlando Olave recordó que siempre será mejor una paz imperfecta que una guerra que siga cobrando la vida y la integridad de tantas personas en los territorios. Para ello, de acuerdo con el obispo, es necesario tener presente que el camino hacia la paz no implica homogeneizar la sociedad, sino hacer posible un un trabajo común, donde todos ganan; aseguró que con la violencia todos perdemos."Dede aquí quisiera invitar al Gobierno Nacional a que refuerce esos procesos de paz que se han venido desarrollando en nuestro país, quizá imperfectos, pero que no se canse de trabajar por la paz; es mejor una paz imperfecta, que una guerra perfecta, también a los actores armados que están en nuestro territorio. Como Iglesia y como obispo, nos ponemos a disposición para ayudar en los procesos de paz, en los procesos de reconconciliación, nuestro pueblo lo clama”.
Sáb 28 Sep 2024
Delegación del Gobierno en los diálogos con el ELN manifiesta a los obispos su voluntad para continuar en la Mesa
A través de una carta dirigida al presidente, vicepresidente y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), la Delegación del Gobierno Nacional en los diálogos con el ELN manifestó a los obispos su voluntad para continuar en la Mesa.La comunicación se produjo el pasado 25 de septiembre, dos días después del mensaje emitido por los obispos, en la que pidieron al Gobierno Nacional y al ELN descongelar la mesa de diálogos para responder al clamor de tantas comunidades del país que están en medio de la confrontación “y no aguantan más derramamiento de sangre”.“Agradecemos inmensamente su sentido llamado a continuar con el diálogo de paz y en ello estamos empeñados…También nosotros seguimos comprometidos y esperanzados en ese camino, dispuestos a volvernos a sentar en la mesa, a resolver las dificultades mediante el diálogo, recuperar el cese al fuego y la participación de la sociedad en la paz”, así se expresa en la carta firmada por la Delegación del Gobierno.En la carta también expresan a la Iglesia su agradecimiento por el apoyo que ha brindado a la búsqueda de paz en el “acompañamiento diario y constante al proceso, tanto en los momentos de avance como en las dificultades”.
Vie 27 Sep 2024
Obispos colombianos emiten comunicado y orientaciones ante Sentencia T-357 de la Corte Constitucional sobre educación religiosa
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se pronuncia a propósito de la Sentencia T-357 de 2024 de la Corte Constitucional, que ordena a una institución educativa eliminar el contenido católico de su clase de religión. En el comunicado, los obispos manifiestan su preocupación ante esta decisión, la consideran extrema y piden su revisión, especialmente, en el contexto de la Ley estatutaria de Libertad Religiosa y de Cultos.El episcopado colombiano afirma que esta decisión modifica “el modelo de educación religiosa que la misma Corte Constitucional recoge y evoca en la Sentencia” y desconoce “el derecho de los católicos a recibir educación religiosa acorde con su fe”.“La Conferencia Episcopal de Colombia continuará el estudio y análisis de esta Sentencia T-357 de 2024 y sus efectos, en orden a promover su revisión y a pedirle al gobierno nacional la adecuada reglamentación de la Educación Religiosa”, se expresa en el documento.Orientaciones PastoralesA partir de este pronunciamiento general y en el contexto de la situación creada por la Sentencia T-357, la Comisión Episcopal de Educación y Culturas de la CEC emite una serie de orientaciones dirigidas a sacerdotes, religiosos, religiosas, encargados de obras educativas de la Iglesia y, de modo especial, a padres de familia.Estas líneas de acción plantean, inicialmente, la necesidad de abrir un debate nacional al respecto de esa decisión y el llamado a solicitar su revisión, “hasta que queden en firme los derechos de los católicos a recibir su educación religiosa”.Convocan a los interesados y a quienes se sientan afectados negativamente con esta Sentencia a ser parte de este análisis, enviando sus apreciaciones a la Secretaría General del Episcopado a través del correo comunicacionsocial@cec.org.co).Además, proponen acciones formativas e informativas a docentes y padres de familia asociadas, por ejemplo, con el derecho de libertad religiosa y de modo particular, los derechos de los católicos en el ámbito educativo. Piden también a las parroquias acompañar y verificar cómo se está llevando a cabo la educación religiosa y la protección y garantía de los derechos de los padres en sus comunidades, “para que sus hijos reciban educación religiosa acorde a su fe católica”.Como medidas de acción pública concretas que pueden tomar los católicos en el ámbito escolar, los obispos de la Comisión Episcopal de Educación proponen estar “atentos para buscar con los Colegios alternativas para los casos en los cuales docentes de educación básica primaria presenten objeción de conciencia para no asumir la educación religiosa de contenido católico”; así como a exigir estar presentes, como Iglesia Católica, en los organismos que las Entidades Territoriales puedan crear para la implementación de la Política Publica Integral de Libertad Religiosa y de Cultos, tales como Consejos, Comités o Mesas de Trabajo, en los cuales debe haber una representación proporcional a la composición socio religiosa del país”.En el documento orientador el episcopado colombiano remarca la importancia de difundir ampliamente “los Estándares de Educación Religiosa adoptados por la Conferencia Episcopal de Colombia en la CXII Asamblea Plenaria de febrero de 2022 a los docentes de esta área en el nivel de básica secundaria y educación media y a los docentes de básica primaria”.Descargue el comunicado aquíDescargue las orientaciones pastorales aquí