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Presidente CEC: “Del corazón nuevo nacerán nuevos sistemas, nuevas instituciones…”
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Este viernes, 11 de junio, en una ceremonia eucarística presidida por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente del episcopado colombiano, se consagró una vez más las familias católicas y la nación al Sagrado Corazón de Jesús.
La solemne celebración, transmitida en directo por los canales RCN, Caracol, Cristovisión, Teleamiga y Tele Vid, tuvo lugar en la Catedral Primada de Colombia, en Bogotá, con presencia de fieles y atendiendo los protocolos de bioseguridad.
Concelebraron con monseñor Urbina: el cardenal Rubén Salazar; el nuncio apostólico del papa Francisco en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor; los arzobispos Luis José Rueda (Bogotá), Ricardo Tobón (Medellín), Omar Sánchez (Popayán) y Gabriel Villa (Tunja); los obispos Francisco Nieto (Engativá), Ramón Rolón (Montería), Juan Vicente Córdoba (Fontibón), Víctor Ochoa (Obispado Castrense); los obispos auxiliares de Bogotá: Luis Manuel Alí, Pedro Salamanca y Germán Medina (electo). También concelebraron sacerdotes de la Nunciatura Apostólica, de la Conferencia Episcopal de Colombia, y los vicarios episcopales y otros sacerdotes de la Arquidiócesis de Bogotá.
Mensaje del presidente de la CEC
Durante su homilía, monseñor Urbina afirmó que con el corazón de Cristo se busca llegar a todos los rincones de la geografía colombiana, buscando ser un espacio de protección para la vida y haciendo sensibles los grandes valores de la bondad, la verdad, la fraternidad, la justicia y la reconciliación que brota de la persona.
“Mirando el corazón maravilloso de Dios, todos tenemos un camino para ser constructores de Colombia consagrada al Corazón de Cristo (…) Del corazón nuevo nacerán nuevos sistemas, nuevas instituciones, nuevos caminos. Un corazón nuevo garantiza una visión nueva, libertad profunda, sentido de la justicia y el respeto de los derechos humanos, la solidaridad con los más desprotegidos y descartados, y la confianza que brota de reconocernos hermanos y hermanas”.
Aportes a un desarrollo integral
El prelado mencionó que todos somos responsables de aportar a un desarrollo integral sostenible, para ello, dijo, “aunque no es un camino fácil, ni existe una fórmula mágica”, es importante superar los conflictos, las divisiones, las violencias, las injusticias y las inequidades.
“Todos somos responsables de esa inmensa tarea, los dirigentes del país, las diversas organizaciones, la educación en sus diversas etapas, que no debe ser una educación para un país ideal sino real. Nosotros los creyentes que participamos de los diversos espacios de la vida familiar, cultural, social, económica y política siendo fermento de paz (...) Solo un corazón nuevo a imagen del Corazón de Cristo, lleno de amor y misericordia, nos comprometerá con toda nuestra fuerza en la construcción fraterna de una nación nueva y en paz”.
Estamos llamados a ser artesanos de la paz
El prelado recordó que la paz procede de Dios y es un llamado que él hace para que todos seamos artesanos de la paz. Advirtiendo que esta responsabilidad recae en la familia “como espacio insustituible para aprender el abecedario de la paz”; en la escuela, “que tiene la tarea de ayudar a formar el corazón”, y en la sociedad en “sus diversas expresiones sociales, culturales, comunicacionales, económicas y políticas”.
“La paz, entonces, queridas y queridos colombianos, es una tarea confiada a nosotros como personas y estará siempre en construcción, es frágil, difícil, por ello todos la buscamos, todos estamos invitados a generar una mentalidad pública, una conciencia de todos que la haga deseable y posible (…) El Señor no dejará de escuchar, entonces, como nos lo dice el grito de hijas e hijos: ‘Señor dadnos la paz, Señor dadnos tu paz’. Renovar este año 2021 la Consagración al amor de Cristo simbolizado en su Corazón, es y queremos que siga siendo un signo de esperanza”.
Los niños, jóvenes y adolescentes están en el corazón de Dios
Al referirse a este público, monseñor Urbina observó que el futuro de la sociedad depende de las opciones audaces y fundamentales que se tomen con los niños, jóvenes y adolescentes. Advirtió que ellos serán los responsables de la familia y la vida de la nación en un mañana.
“Hoy precisamente los vemos deseosos de colaborar para sanar nuestra sociedad herida y débil. Ellos aportarán soluciones nuevas a los problemas viejos. Si ellos abren espacios en su corazón a Dios no serán más instrumentos de división, de guerra y de violencia (…) Los valores que les ayudemos a descubrir y a cultivar acompañarán sus decisiones que afectan no solo su vida personal, sino las políticas y estrategias necesarias para construir la vida social agobiada y doliente de nuestra sociedad”.
Afirmó que el mundo de justicia y paz que se añora construir con los jóvenes, no puede “ser creado solo con palabras, ni impuesto por fuerzas externas”, y, agregó: “debe ser fruto del trabajo de todos, que implica ejercerlo con respeto profundo a la dignidad de cada persona y el rescate de la cultura del encuentro”.
Significativa participación de los jóvenes
Finalizada su homilía, monseñor Urbina introdujo la renovación de la consagración del país y de las familias católicas, recordando que: “El 22 de junio de 1902, al superar la Guerra de los Mil Días, se consagró por primera vez la República de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús. Desde aquel día ha venido creciendo en el pueblo colombiano la confianza en el auxilio inefable de Nuestro Señor Jesucristo”.
Fue un momento conmovedor, pues catorce jóvenes, representando cada uno a una provincia eclesiástica del país, oraron al Sagrado Corazón de Jesús. Ante este signo el arzobispo Óscar dijo: “A ti, Sagrado Corazón, inflamado en el Amor que nos salva, dirigimos hoy, en la voz de los jóvenes, nuestra súplica incesante y confiada en nombre de todas las comunidades eclesiales de la Nación”.
Compartimos estas oraciones para que no cesen las plegarias por la paz, la reconciliación, la justicia y la paz, en Colombia.
Oh, Sangre Preciosa de Jesús, lava el pecado social de nuestro pueblo.
La Provincia eclesiástica de Bogotá, conformada por la arquidiócesis de Bogotá; las diócesis de Zipaquirá, Facatativá, Girardot, Soacha, Fontibón y Engativá; el obispado castrense de Colombia y el Exarcado Maronita en Colombia, necesitan de ti, para poder ser en medio del egoísmo, la violencia y la corrupción, testimonio de fraternidad y de compromiso social honesto y solidario.
Oh, Cristo, siervo doliente del Señor, compadécete del pueblo que a ti clama.
La Provincia eclesiástica de Cartagena, conformada por la arquidiócesis de Cartagena; las diócesis de Magangué, Montelíbano, Montería y Sincelejo, y el vicariato apostólico de San Andrés y Providencia, confían en tu mediación ante el Padre eterno; que tus padecimientos por nuestros pecados nos consigan comunidades comprometidas con los más pobres y desfavorecidos, para que los colombianos podamos escribir juntos historias de amor y perdón que nos hablen de vida y esperanza.
Santo Corazón de Cristo, atravesado de dolor, confiamos a ti el sufrimiento de nuestro pueblo.
La Provincia eclesiástica de Popayán, conformada por la arquidiócesis de Popayán; las diócesis de Ipiales, Pasto y Tumaco; y los vicariatos apostólicos de Guapi y Tierradentro, unen sus padecimientos a los tuyos en la cruz; que tu dolorosa pasión transforme nuestra indiferencia ante el hermano que sufre y nos conceda ser artesanos de paz.
Ardorosa llama del Corazón de Cristo, inflama en tu amor al pueblo colombiano.
La Provincia eclesiástica de Medellín, conformada por la arquidiócesis de Medellín y las diócesis de Caldas, Girardota, Jericó y Sonsón–Rionegro, buscan amarse unos a otros como tú nos has amado; infunde tu amor divino en nuestros corazones haciéndonos misericordiosos como tú eres misericordioso, para que en nuestra patria “el amor y la verdad se encuentren, la justicia y la paz se abracen”
Sagrado Corazón coronado de espinas, ten misericordia de este tu pueblo.
La Provincia eclesiástica de Manizales, conformada por la arquidiócesis de Manizales y las diócesis de Armenia, La Dorada–Guaduas y Pereira, buscan tu amparo y protección; recompensa con tu copiosa bendición a todos aquellos que trabajan por la paz y la concordia, para que podamos mirar y caminar juntos hacia adelante con fe, valentía y esperanza.
Corazón divino traspasado por la lanza, surtidor de los santos sacramentos para nuestro pueblo.
La Provincia eclesiástica de Nueva Pamplona, conformada por la arquidiócesis de Nueva Pamplona y las diócesis de Arauca, Cúcuta, Ocaña y Tibú, queremos recibirte siempre en tu Cuerpo y en tu Sangre preciosos y, así, ser testigos de tu amor en medio de un pueblo que clama salvación y justicia, para romper, desde el perdón y la reconciliación concreta, el ciclo de violencia que ha imperado en nuestra patria.
Oh, Santas Llagas de Cristo, acoge a nuestro pueblo que sufre.
La Provincia eclesiástica de Tunja, conformada por la arquidiócesis de Tunja; las diócesis de Chiquinquirá, Duitama–Sogamoso, Garagoa y Yopal, y el vicariato apostólico de Trinidad, necesitan de tu amparo y protección; haz que todos los esfuerzos por promover la reconciliación, la justicia y la paz, se vean recompensados con prosperidad y armonía social.
Abismo insondable de misericordia, el pueblo colombiano clama justicia y verdad.
La Provincia eclesiástica de Cali, conformada por la arquidiócesis de Cali y las diócesis de Buenaventura, Buga, Cartago y Palmira, suplican tu amparo; concede a tu pueblo que ha sufrido los embates de la corrupción y la violencia, verse transformado por la verdadera reparación y sanación de las heridas del alma y del cuerpo, para que, junto a ti, Señor, aprendamos la fuerza del perdón y la grandeza del amor.
Oh, Cristo, coronado de espinas, el pueblo colombiano consagrado a ti se siente atormentado por la enfermedad y la despreocupación social.
La Provincia eclesiástica de Barranquilla, conformada por la arquidiócesis de Barranquilla y las diócesis de El Banco, Riohacha, Santa Marta y Valledupar, suplican a tu bondad que el dolor de tu agonía en la cruz nos valga la salud de cuerpo y alma, y nos enseñe a transformar el dolor en fuente de vida y resurrección.
Santo Corazón de perfecta fidelidad, este, tu pueblo, tropieza y se quiere levantar.
La Provincia eclesiástica de Bucaramanga, conformada por la arquidiócesis de Bucaramanga y las diócesis de Barrancabermeja, Málaga–Soatá, Socorro y San Gil y Vélez, confiamos en ti, que eres eternamente fiel y nos sostendrás con tu poderoso brazo ante nuestra fragilidad y pobreza, para descubrir que sólo el amor libera y construye.
Sagrado vaso de inefable perfección, apiádate del pueblo colombiano que se rinde en el error de los afanes del mundo.
La Provincia eclesiástica de Ibagué, conformada por la arquidiócesis de Ibagué y las diócesis de El Espinal, Líbano–Honda, Garzón y Neiva, suplican de tu sabiduría la capacidad para construir sociedades inspiradas en la promoción de todos los ciudadanos, en la búsqueda de la igualdad y en la integración de los más débiles y vulnerables.
Oh, Santo Cristo Negro de Bojayá, compadécete de nuestro pueblo colombiano que sufre bajo el peso de la violencia armada fratricida.
La Provincia eclesiástica de Santa Fe de Antioquia, conformada por la arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia y las diócesis de Apartadó, Istmina–Tadó, Quibdó y Santa Rosa de Osos, claman tu misericordia; haz que todo esfuerzo por conseguir la paz sea recompensado con comunidades comprometidas con el progreso y la justicia, y, así, “seamos tus pies para salir al encuentro del hermano necesitado, tus brazos para abrazar al que ha perdido su dignidad, y tus manos para bendecir y consolar al que llora en soledad”.
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, acepta nuestra súplica ferviente, confiamos en tu protección y amparo.
La Provincia eclesiástica de Villavicencio, conformada por la arquidiócesis de Villavicencio; las diócesis de Granada y San José del Guaviare, y los vicariatos apostólicos de Puerto Carreño y Puerto Gaitán, necesitan convertirse a ti para comprometerse con la justicia social y el bien común, logrando así construir juntos el futuro y crecer en esperanza.
Eterno amor de Cristo, delicia de todos los santos, nuestro país clama por nuevos santos, héroes en las virtudes.
La Provincia eclesiástica de Florencia, conformada por la arquidiócesis de Florencia; las diócesis de Mocoa–Sibundoy y San Vicente del Caguán; y los vicariatos apostólicos de Inírida, Leticia, Mitú y Puerto Leguízamo – Solano, te ruegan por nuevas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa; nuestro país urge de santos misioneros que permanezcan en Cristo para vivir en alegría y dar testimonio de un amor que atraiga a todos hacia ti.
VIDEO: Arquidiócesis de Bogotá
"Nuestro pueblo gime de dolor": Pro-Vicario de Guapi
Mar 5 Nov 2024
Sobre “La Paz Total”
Jue 7 Nov 2024
Dom 3 Nov 2024
Obispos colombianos rechazaron atentado en Guapi: la Casa y la Curia Episcopal resultaron afectadas
A través de una carta enviada al Pro-vicario de Guapi, el padre Arnulfo Moreno Quiñonez, a todos los miembros de esa Iglesia particular y a la comunidad del municipio de Guapi, los obispos expresaron su solidaridad, profunda preocupación y rechazo ante el grave atentado cometido contra la población y la fuerza pública en la madrugada del sábado 2 de noviembre ese territorio del pacífico caucano. Hecho que dejó personas fallecidas, otras heridas y varias estructuras afectadas, entre ellas la Casa y la Curia Episcopal.En el mensaje, el episcopado colombiano, a través de su Comunidad de Presidencia, afirmó que este tipo de hechos, que causan pánico y desolación a las comunidades, evidencian el incremento de la violencia en el país. Ante esta preocupante realidad, hacen un llamado urgente a los actores armados para que abandonen la vía del terror y apuesten por el diálogo; al Gobierno le piden hacer presencia garantizando el desarrollo humano integral, la seguridad y el derecho a la paz.Además, los obispos ha pedido al Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombia (SNPS-CC) que active inmediatamente el Fondo de Emergencias para apoyar a la comunidad.
Vie 1 Nov 2024
Orientaciones para las celebraciones del Jubileo del 2025 en las Iglesias particulares de Colombia
El próximo 24 de diciembre la Iglesia Universal será testigo del inicio oficial del Jubileo de la Esperanza. Ese día, el papa Francisco abrirá la “Puerta Santa” de la Basílica de San Pedro en el Vaticano y este se convertirá en el signo central de este inicio. El domingo siguiente, 29 de diciembre, en el contexto de la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, el turno de apertura del Año Jubilar será para las Iglesias particulares.Para que todas las arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos del país tengan claro el contenido y la metodología de las diversas celebraciones, el Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano comparte el “Manual de Celebraciones para el Jubileo de la Esperanza”, un documento práctico basado en orientaciones enviadas por el Vaticano.A través de este manual se podrá conocer cómo celebrar el rito de apertura del Año Jubilar en las catedrales y concatedrales, la Misa para el Año Santo, las lecturas, los formularios para las Misas, las oraciones para la peregrinación, la letanía de los santos, la oración del Jubileo y el decreto sobre la concesión de la indulgencia plenaria.En contextoSegún lo estipulado por el papa Francisco en la Bula de Convocación «Spes non confundit», «la esperanza no defrauda» (Rm 5,5), las “Puertas Santas” solo se abrirán en las cuatro Basílicas Papales de Roma: San Pedro (24 de diciembre de 2024), San Juan de Letrán (29 de diciembre de 2024), Santa María La Mayor (1 de enero de 2025) y San Pablo Extramuros (5 de enero de 2025). Por voluntad del Santo Padre, la única excepción será una “Puerta Santa” que él personalmente abrirá en una cárcel “para ofrecer a los presos un signo concreto de cercanía”. Estas últimas tres “Puertas Santas” se cerrarán el domingo 28 de diciembre del 2025. La “Puerta Santa” de San Pedro se cerrará el 6 de enero de 2026 y este será el signo que marque el cierre oficial del Jubileo.
Jue 31 Oct 2024
Por los padres que han perdido un hijo: intención de oración del papa Francisco para noviembre
En su intención de oración para el mes de noviembre, el papa Francisco pide a la Iglesia Universal dedicar su oración por los padres que han perdido un hijo. El llamado fue dado a conocer a través de la iniciativa Red Mundial de Oración del Papa desde la cual el Santo Padre comparte mensualmente su intención de oración.En su mensaje, el Pontífice reflexiona que, frente a la pérdida de un hijo, es tan grande el dolor, que no hay una palabra para describirlo. Por eso, además orar por ellos, convoca a "escucharlos, estar cerca de ellos con amor, imitando la forma en que Jesucristo consolaba a los que estaban afligidos".“Fíjense que un cónyuge que pierde al otro es un viudo o una viuda. Un hijo que pierde a un padre, es un huérfano o una huérfana. Hay una palabra que lo dice. Pero un padre que pierde a un hijo… no hay una palabra. Es tan grande el dolor que no hay una palabra”.“Vivir más tiempo que tu hijo no es natural”, expresa en su mensaje el papa Francisco, recordando que el dolor que experimentan los padres y madres que han perdido a sus hijos es “especialmente intenso” y va más allá de toda lógica humana.Vea el mensaje del papa Francisco a continuación:
Mar 29 Oct 2024
La Iglesia Católica presentó oficialmente su plan de acción y compromisos en el marco de la COP16: 'La Ruta Laudate Deum'
En el marco de la COP16, la Iglesia Católica latinoamericana y caribeña presenta su propio plan de compromisos por la biodiversidad y el cuidado medioambiental bajo un enfoque de ecología integral. 'La Ruta Laudate Deum' es el nombre de este documento que aborda siete áreas clave de preocupación de las diversas instituciones eclesiales ante la crisis social y ambiental que enfrentan las naciones. Además, acciones concretas para aportar a la búsqueda conjunta de soluciones en cuatro campos: civismo y participación ciudadana; educación e iniciativas pedagógicas; fortalecimiento de redes y alianzas; y acciones de incidencia y defensa.El plan fue dado a conocer de manera oficial este martes, 29 de octubre, en el marco de una rueda de prensa ofrecida desde Cali por monseñor Luis Fernando Rodríguez, arzobispo de Cali; monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social; Liliana Zamudio, subdirectora de Pastoral Social Cáritas Colombiana; Musamba Mubanga, asesora de Incidencia para la seguridad alimentaria y cambio climático; Victor Genina, director de Desarrollo Humano Integral de Caritas Internationalis, Nicolas Meyer, coordinador de Cáritas América Latina y el Caribe.Durante el encuentro con medios de comunicación, se dio a conocer un balance de lo que ha sido la participación de la Iglesia durante estos días, tanto en la Zona Verde, como en la Zona Azul de la COP16. Presencia que ha sido posible gracias al invaluable testimonio de las comunidades y organizaciones con los que las instituciones eclesiales adelantan diversas iniciativas en los territorios.“Con más de 30 eventos sobre “Justicia Ambiental, Pueblos y Comunidades, Biodiversidad, Cambio Climático, Paz con la Naturaleza y la COP de la gente”, la presencia de la Iglesia Católica en la Zona Verde se ha hecho visible contando con la participación de más de 1000 personas de manera presencial. Estos espacios han sido claves para visibilizar el trabajo de las comunidades, en los territorios en temas de reforestación, Conversión Ecológica, protección de fuentes hídricas, procesos soberanía alimentaria, ecología integral, iniciativas que representan las discusiones que se adelantan en la Zona Azul, las cuales se materializan en el trabajo de los pueblos en las regiones”, así lo expresan a través de un comunicado dado a conocer también en este espacio. En la Zona Azul, espacio de diálogos y acuerdos multilaterales coordinado directamente por la ONU, la Iglesia ha reafirmado su trabajo con la justicia social y ambiental. Además, asumiendo un rol protagónico en la respuesta a la crisis climática y a la pérdida de biodiversidad, ha establecido tres compromisos específicos, así los expresan:1. “Compromisos Gubernamentales: Identificar y monitorear los compromisos que asumen los gobiernos para asegurar la participación de la sociedad civil.2. Visibilización de Buenas Prácticas: La Iglesia continúa su esfuerzo por evidenciar las buenas prácticas que surgen desde y con el territorio. Estas iniciativas no solo son ejemplos de resiliencia, sino que también ilustran los efectos tangibles de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad en nuestras comunidades.3. Conexión entre Actores Relevantes: Facilitar puentes entre los diversos actores relevantes, garantizando que las comunidades estén conectadas con los proyectos que les afectan. La participación efectiva de la sociedad civil es crucial para el éxito de estas iniciativas”.Bajo esta mirada y desde las enseñanzas del papa Francisco, especialmente en su Encíclica Laudato Si' y su Exhortación Apostólica Laudate Deum, la Iglesia ha construido y presentado oficialmente “La Ruta Ladudate Deum”. Según lo explican, este documento busca orientar la visión y el marco de acción de la Iglesia Católica latinoamericana y caribeña frente protección de la biodiversidad, la garantía de derechos y la esperanza de avanzar en sinodalidad para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.“La Ruta Laudate Deum no es solo un llamado a la acción, sino un plan concreto para participar activamente en foros internacionales cruciales, como las Conferencias de las Partes (COP) sobre biodiversidad y cambio climático(…) Representa un compromiso profundo de la Iglesia Católica en América Latina y el Caribe hacia la defensa de la biodiversidad y la lucha contra la crisis climática. Al responder al llamado del Papa Francisco, se busca no solo una transformación civilizatoria, sino también un enfoque inclusivo que valore la sabiduría de los pueblos indígenas y afrodescendientes”.Esta "ruta", que tiene como destino frecuente el cuidado de la Casa Común, privilegia la brújula de la ecología integral; opción que implica el llamado a una urgente y necesaria conversión ecológica, especialmente para todos los creyentes:“La conversión ecológica que se propone es un paso esencial hacia el bien común, buscando restaurar la hermandad y la sinodalidad en un esfuerzo conjunto para preservar la Creación y ofrecer soluciones concretas y verificables”, se explica en el comunicado.Vea a continuación la transmisión de la rueda de prensa: