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Mensaje caribeño por la reconciliación y la paz
Tags: iglesia caribeña; pastoral social barranquilla siembra árbol paz reconciliación y paz
La Iglesia Católica del Caribe Colombiano se reunió del 26 al 28 de agosto en la ciudad de Barranquilla, para analizar el contexto socio-político de esta región del país.
Sus Obispos, sus vicarios de pastoral, las Pastorales Sociales, la Red Nacional de Programas de Desarrollo y Paz, los Programas de Desarrollo y Paz del Caribe Colombiano, asumieron los sufrimientos y las esperanzas que, en el camino de la reconciliación y la paz, experimentan estos pueblos, sus familias y todos los hombres y mujeres del Caribe Colombiano.
Vivimos tiempos difíciles y caóticos manifestados en el desprecio al valor fundamental de la vida expresado de múltiples formas: la fatiga que todos sentimos por un prolongado conflicto armado; el fortalecimiento de la capacidad militar de los violentos y organizaciones criminales; el flagelo del narcotráfico; las polarizaciones que se desatan en nuestra sociedad y que son generadoras de lógicas de amigo-enemigo; el creciente deterioro de nuestra casa común y la corrupción, tanto pública como privada, han desdibujado los horizontes de construcción de una nueva Sociedad reconciliada y en paz como deseo unánime de un proyecto de región.
No menos graves son los problemas que hoy experimentamos en el Departamento de la Guajira con una fuerte sequía y desnutrición que golpean las familias más pobres, así como la expulsión, escandalosa e infame, a que muchos de nuestros connacionales han sido sometidos por parte del gobierno de Venezuela generando problemas de hondo calado en nuestra región fronteriza. A ellos nuestra oración y solidaridad en la hora presente.
Al finalizar nuestro encuentro de tres días, nos comprometemos:
1. A trabajar, inspirados en los valores del Evangelio, por la reconciliación y la paz, como el mejor camino que hace posible el proyecto de Dios para nuestras comunidades.
2. A fortalecer nuestras organizaciones y los procesos educativos que contribuyen a una cultura de la reconciliación y la paz; a impulsar espacios y escenarios de construcción de lo público con amplia participación ciudadana; a contribuir en el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestras comunidades y a fortalecer la reconciliación social, centrada en la verdad, que no se puede ocultar ni deformar, en la justicia que hace posible la recuperación plena de todos los derechos y en el amor y la misericordia que nos abren al horizonte del perdón.
3. Impulsaremos el sueño de una región caribe desde nuestra alegría, nuestra riqueza natural y nuestra pluralidad étnica; viviremos esta cultura de la reconciliación y de la paz en comunión con Dios, con los demás y con la naturaleza; en la práctica de los valores de la armonía, el diálogo, el perdón, la confianza y la misericordia; promoveremos los derechos humanos, la verdad, la justicia y la reparación y contribuiremos en la reconstrucción del tejido social de manera participativa e incluyente.
4. Hacemos nuestras las palabras del Papa Francisco: "Ante el conflicto, algunos simplemente lo miran y siguen adelante como si nada pasara, se lavan las manos para poder continuar con su vida. Otros entran de tal manera en el conflicto que quedan prisioneros, pierden horizontes, proyectan en las instituciones las propias confusiones e insatisfacciones y así la unidad se vuelve imposible" Pero hay una tercera manera, la más adecuada, de situarse ante el conflicto. Es aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso. "¡Felices los que trabajan por la paz!! (Mt 5,9). Evangelii Gaudium #227
Que Nuestra Señora, que peregrina en el caribe, nos acompañe en todos nuestros esfuerzos y realizaciones por la reconciliación y la paz.
Barranquilla agosto 28 de 2015, en la fiesta de San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia.
Fuente: Of. comunicaciones arq. Barranquilla
Misioneros hoy
Vie 4 Oct 2024
Jue 3 Oct 2024
Tras 3 años de espera, la Diócesis de San Vicente del Caguán celebró la llegada de su nuevo obispo: monseñor William Prieto Daza
Este miércoles, 2 de octubre, en la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes, se llevó a cabo la ceremonia de posesión canónica de monseñor William Prieto Daza como obispo de la Diócesis de San Vicente del Caguán. De forma masiva y con gran alegría, fue acogido por parte de fieles laicos, autoridades públicas, sacerdotes y religiosos, signo de la anhelada espera de un nuevo pastor en esta Iglesia particular ubicada en el departamento del Caquetá.Monseñor William fue nombrado obispo de esta jurisdicción eclesiástica por parte del papa Francisco el 5 de julio de este año. Su ordenación episcopal se había llevado a cabo el pasado 25 de septiembre en la Catedral Metropolitana Nuestra Señora del Carmen de la Arquidiócesis de Villavicencio, donde fue ordenado presbítero en el año 2013.Monseñor Prieto Daza se convierte en el segundo obispo de esa Iglesia particular, que, en 2019, pasó de ser vicariato apostólico a diócesis. Su primer obispo fue el actual arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, quien estuvo presente en esta ceremonia de ordenación episcopal. Tras quedar vacante la sede, en 2021, el metropolitano de esa provincia, monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, arzobispo de Florencia, fue designado por el Santo Padre como su administrador apostólico; también él estuvo presente.Durante la ceremonia, monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia, agradeció el servicio episcopal realizado en la Diócesis de San Vicente del Caguán por parte de monseñor Múnera y monseñor Mejía. Resaltó la entrega de ambos en el anuncio del Evangelio y el llamado misionero que acogieron durante ese tiempo, especialmente, bajo un mensaje de esperanza para esas comunidades que han sufrido tanto a causa del conflicto armado. En el contexto de la fiesta de los Santos Ángeles Custodios celebrada durante este día de la posesión, el representante del Santo Padre recordó que en la Iglesia antigua los obispos eran llamados ángeles. Esto, debido a la correspondencia existente entre la misión del ángel y el ministerio del obispo. Explicó que, el papa Benedicto XVI, en el año 2017, con ocasión de la ordenación de algunos obispos, mencionó que los ángeles son seres orientados a Dios, al mismo tiempo, por ser orientados a Dios y por estar con Él, ponen su nombre al servicio de los hombres, se vuelven mensajeros de Dios. Citó así las palabras del pontífice:“Los ángeles son mensajeros de Dios, llevan a Dios a los hombres, abren el cielo y así, abren la tierra, precisamente porque están en la presencia de Dios, pueden estar, también, muy cerca a los hombres. En efecto, Dios es más íntimo a cada de nosotros, de lo que lo somos nosotros mismos”. En este contexto, el Nuncio Apostólico le manifestó a monseñor William que, inspirado en la misión del ángel, podrá ejercer su ministerio episcopal iluminando, guardando, defendiendo y gobernando con espíritu de servicio a su pueblo, bajo la luz del Evangelio y la doctrina de la Iglesia.“Cuidando tu pueblo, es decir, darle vida, alimentarlo mediante la celebración de los sacramentos, es el ministerio de la santificación, por el cual podrás transmitir una vida, que es la misma vida de Dios en la que recibimos los sacramentos. Tendrás luego que trascender y gobernar a tu pueblo, defender tu grey de las amenazas que vienen desde afuera, de la violencia, del odio, quedándote con tu rebaño en los momentos de la prueba y desde adentro. Defender a tu Iglesia de toda clase de abusos que puedan darse a su interior, fomentando la disciplina eclesiástica, como ya lo hiciste con valentía en tu diócesis. En fin, tendrás que gobernar a tu pueblo; un gobierno que no es dominación sino servicio, con ese estilo sinodal que el papa Francisco nos enseña para llevar a este pueblo a las praderas de la verdadera amistad”, expresó monseñor Rudelli.Durante su homilía, con alegría y a partir de las palabras propuestas en el Evangelio para celebrar su posesión, el nuevo Obispo de San Vicente del Caguán evocó:“Voy a enviar un ángel que vaya delante de ti, querida Diócesis de San Vicente del Caguán, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que te he preparado"Monseñor Prieto recalcó que estas palabras manifiestan confianza, al tener la certeza de que es El Pastor Eterno, quien cuida y apacienta a su pueblo, a través de los pastores de la Iglesia. Destacó que en su ministerio y misión en San Vicente del Caguán será el Señor quien irá delante, señalando horizontes y abriendo caminos para que no se extravíen, y así, llegar a la meta, que es el cielo, aquel lugar preparado donde los ángeles contemplan el rostro del Padre Celestial.“Así que, como familia de Dios que peregrina en San Vicente del Caguán, emprendamos este nuevo trayecto caminando juntos con alegría, con esperanza, confiados en la Providencia de Dios que ha dado órdenes a sus ángeles que nos cuiden en nuestros caminos y que ha querido unir nuestras historias para seguir construyendo el Reino de Dios en esta querida Amazonía”, manifestó monseñor William.El obispo afirmó que, así como el Señor en el Evangelio le pide a Moisés que se quite las sandalias porque la tierra que pisa es santa, así mismo, él ahora pisa ese territorio de San Vicente del Caguán con profundo respeto de su historia, de su pluriculturalidad, de su biodiversidad y de su forma de encarnar la fe, dispuesto a aprender.Monseñor Prieto mencionó también que, en medio de la realidad y retos que viven esas comunidades caqueteñas, es esencial buscar puntos de encuentro y de comunión a través del camino de la escucha y del diálogo respetuoso. Esto, de acuerdo con el pastor, les ayudará a ir construyendo juntos la civilización del amor, “en donde, haya paz y bienestar general para todos, de modo que resplandezca la belleza con la cual Dios ha adornado ese bello territorio”.El nuevo obispo de San Vicente del Caguán terminó su intervención dando gracias de por la presencia de los arzobispos y obispos que estuvieron acompañándolo en su ceremonia, y de manera especial. También agradeció la presencia de los sacerdotes pertenecientes a las jurisdicciones de la Provincia Eclesiástica de Florencia, y a aquellos que llegaron desde Villavicencio como de otros lugares. Además, a religiosos y religiosas, a los distintos grupos y movimientos laicales de la diócesis; así mismo, a sus padres, familiares y amigos que asistieron. Al estilo del papa Francisco,finalizó su homilía encomendando a todos su oración por él y por su ministerio, para que este sea para la mayor gloria de Dios.Vea a continuación la trasmisión de la ceremonia:
Mar 1 Oct 2024
"Como Iglesia y como obispo, nos ponemos a disposición para ayudar en los procesos de paz, nuestro pueblo lo clama": Monseñor Olave, obispo de Ocaña
El pasado 28 de septiembre, en la Catedral Santa Ana de Ocaña, se llevó a cabo la ceremonia de posesión canónica de monseñor Orlando Olave Villanoba como obispo de la Diócesis de Ocaña. El prelado, que venía desempeñando su ministerio episcopal en la Diócesis de Tumaco, se convierte en el sexto obispo de esta Iglesia particular, ubicada en los departamentos de Norte de Santander y Cesar.Previo a la celebración eucarística, monseñor Orlando fue acogido de forma emotiva y multitudinaria por miembros de la comunidad, autoridades civiles, militares y de policía en el parque central del municipio, quienes esperaban con alegría la llegada de su nuevo pastor luego de que se conociera la noticia de su nombramiento por parte del papa Francisco el pasado el pasado 11 de julio.La Eucaristía fue presidida por el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli. Además de sus familiares, participaron sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos y seminaristas de Ocaña, Cúcuta, Tibú, Bucaramanga, Pamplona y Barrancabermeja, de donde es oriundo monseñor Olave. Además, lo acompañaron catorce de sus hermanos obispos, entre ellos, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, quien pastoreó esa jurisdicción entre agosto de 2014 y febrero de 2020, y el Arzobispo Metropolitano de Nueva Pamplona, monseñor Jorge Alberto Soto, quien se desempeñaba como su administrador apostólico desde abril del 2021, tras el fallecimiento de monseñor Luis Gabriel Ramírez Díaz.En la primera parte de su mensaje, monseñor Paolo Rudelli se refirió a la partida de monseñor Orlando desde Tumaco hacia Ocaña. Afirmó que es un signo del intercambio de dones entre iglesias, por lo que pidió, de manera especial, a los sacerdotes y fieles en Tumaco no sentirse huérfanos: “Es momento para sentir que nosotros, los pastores, solo somos un signo de la presencia de Cristo Pastor que sigue pastoreando nuestras iglesias”, precisó.A la Iglesia que peregrina en Ocaña, el Nuncio Apostólico pidió reconocer en la persona de monseñor Olave al pastor que tanto esperaban y por quien oraban, como enviado del Señor:“Ha venido como lámpara fulgente del Evangelio a presidir y acompañar esta Iglesia como maestro, pastor y principio de unidad. Su misión entre ustedes, como nos enseña el Concilio Vaticano Segundo, es representar a Cristo, prolongar su Palabra, sus gestos, su presencia misma en los que brilla el misterio del Reino de Dios, del cual la Iglesia es germen aquí en la tierra. Continúen caminando junto a su obispo como la familia diocesana; sean agradecidos por las grandes riquezas espirituales que han recibido, bendiciendo al Señor por un recorrido maravilloso de historia de salvación, fruto de tantos que han llevado el peso del día y del calor en estas tierras, con grandes iniciativas en las vertientes de la acción pastoral, pero también con las pruebas y sufrimientos que han dejado huellas de dolor en los corazones, en las familias, en las comunidades con importantes desafíos para vivir a perfección su propia identidad y proyectarse más allá de sus fronteras como Iglesia misionera, con ese ímpetu que nos pide el Evangelio y del que se ha hecho en intérprete el papa Francisco, invitándonos a no cerrarnos en nuestras comunidades, sino que a tener siempre abierto frente a nosotros el horizonte de la Iglesia Universal”.El representante del Santo Padre en Colombia recordó también las virtudes que deben seguir acompañando a monseñor Orlando Olave en esa nueva misión que le encomendó el pontífice: santidad personal, caridad pastoral y generosidad de pastor para dar la vida cuando lo requiera el rebaño.Por su parte, el nuevo obispo de Ocaña enfatizó en la importancia de estar en comunión con el otro y de reconocer los logros de esa Iglesia particular como frutos del trabajo de todos, no solo del esfuerzo de unos pocos. Además, recordó la necesidad de mantener el impulso evangelizador de los obispos, sacerdotes y religiosas que los han antecedido en la diócesis.“No podemos caminar solos, es un suicidio espiritual. Por eso, es importante aprender a caminar juntos, ver que el Señor nos invita a ver al otro como una oportunidad de vivir nuestra vida”.A los sacerdotes les recordó, especialmente, el llamado a donar la vida por todos los fieles creyentes de la Iglesia que peregrina en esas tierras del Norte de Santander y del sur del Cesar, “como nuestra amada Virgen de Torcoroma; ella se reveló en el corazón de un ángel en las montañas de Roma. También nosotros podemos abrir nuestro corazón a Dios, descubrir su amor y donarnos de corazón a todos nuestros hermanos”, agregó.Este llamado del obispo de Ocaña se convierte en una invitación a vivir una verdadera Iglesia en salida, llevando el consuelo y la esperanza de Jesucristo a tantas personas que en esa región llevan consigo las heridas de la violencia, los desplazados, pobres, campesinos sin tierra, mujeres abandonadas, migrantes, jóvenes sin futuro, niños y niñas violentadas. “No nos podemos quedar contemplando nuestro pequeño mundo. Es una invitación del Señor a ver más allá, a descubrir, como el buen samaritano, más allá de los círculos políticos, religiosos, étnicos o de nacionalidad. Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo”.Monseñor Orlando tiene claro que una de sus prioridades pastorales en la Diócesis de Ocaña, como venía haciéndolo en Tumaco, será el trabajo por la paz. Desde allí, recordó la petición del papa Francisco a propiciar la amistad social insistiendo en la unidad:“La unidad es superior al conflicto. Todo servicio que debemos prestar a la sociedad actual es el trabajo por la reconciliación y la paz. Nuestra región ha estado marcada por una realidad de violencia pluriforme; desde la violencia intrafamiliar contra la mujer, los niños y las niñas; como la violencia política provocada por los actores armados irregulares, como también por algunos agentes del Estado, sin olvidar la violencia que provocan las realidades de marginación y pobreza, como el doloroso cáncer que ha dejado la corrupción en nuestros territorios”.En ese sentido y frente a los esfuerzos de diálogo, monseñor Orlando Olave recordó que siempre será mejor una paz imperfecta que una guerra que siga cobrando la vida y la integridad de tantas personas en los territorios. Para ello, de acuerdo con el obispo, es necesario tener presente que el camino hacia la paz no implica homogeneizar la sociedad, sino hacer posible un un trabajo común, donde todos ganan; aseguró que con la violencia todos perdemos."Dede aquí quisiera invitar al Gobierno Nacional a que refuerce esos procesos de paz que se han venido desarrollando en nuestro país, quizá imperfectos, pero que no se canse de trabajar por la paz; es mejor una paz imperfecta, que una guerra perfecta, también a los actores armados que están en nuestro territorio. Como Iglesia y como obispo, nos ponemos a disposición para ayudar en los procesos de paz, en los procesos de reconconciliación, nuestro pueblo lo clama”.
Sáb 28 Sep 2024
Delegación del Gobierno en los diálogos con el ELN manifiesta a los obispos su voluntad para continuar en la Mesa
A través de una carta dirigida al presidente, vicepresidente y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), la Delegación del Gobierno Nacional en los diálogos con el ELN manifestó a los obispos su voluntad para continuar en la Mesa.La comunicación se produjo el pasado 25 de septiembre, dos días después del mensaje emitido por los obispos, en la que pidieron al Gobierno Nacional y al ELN descongelar la mesa de diálogos para responder al clamor de tantas comunidades del país que están en medio de la confrontación “y no aguantan más derramamiento de sangre”.“Agradecemos inmensamente su sentido llamado a continuar con el diálogo de paz y en ello estamos empeñados…También nosotros seguimos comprometidos y esperanzados en ese camino, dispuestos a volvernos a sentar en la mesa, a resolver las dificultades mediante el diálogo, recuperar el cese al fuego y la participación de la sociedad en la paz”, así se expresa en la carta firmada por la Delegación del Gobierno.En la carta también expresan a la Iglesia su agradecimiento por el apoyo que ha brindado a la búsqueda de paz en el “acompañamiento diario y constante al proceso, tanto en los momentos de avance como en las dificultades”.
Vie 27 Sep 2024
Obispos colombianos emiten comunicado y orientaciones ante Sentencia T-357 de la Corte Constitucional sobre educación religiosa
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se pronuncia a propósito de la Sentencia T-357 de 2024 de la Corte Constitucional, que ordena a una institución educativa eliminar el contenido católico de su clase de religión. En el comunicado, los obispos manifiestan su preocupación ante esta decisión, la consideran extrema y piden su revisión, especialmente, en el contexto de la Ley estatutaria de Libertad Religiosa y de Cultos.El episcopado colombiano afirma que esta decisión modifica “el modelo de educación religiosa que la misma Corte Constitucional recoge y evoca en la Sentencia” y desconoce “el derecho de los católicos a recibir educación religiosa acorde con su fe”.“La Conferencia Episcopal de Colombia continuará el estudio y análisis de esta Sentencia T-357 de 2024 y sus efectos, en orden a promover su revisión y a pedirle al gobierno nacional la adecuada reglamentación de la Educación Religiosa”, se expresa en el documento.Orientaciones PastoralesA partir de este pronunciamiento general y en el contexto de la situación creada por la Sentencia T-357, la Comisión Episcopal de Educación y Culturas de la CEC emite una serie de orientaciones dirigidas a sacerdotes, religiosos, religiosas, encargados de obras educativas de la Iglesia y, de modo especial, a padres de familia.Estas líneas de acción plantean, inicialmente, la necesidad de abrir un debate nacional al respecto de esa decisión y el llamado a solicitar su revisión, “hasta que queden en firme los derechos de los católicos a recibir su educación religiosa”.Convocan a los interesados y a quienes se sientan afectados negativamente con esta Sentencia a ser parte de este análisis, enviando sus apreciaciones a la Secretaría General del Episcopado a través del correo comunicacionsocial@cec.org.co).Además, proponen acciones formativas e informativas a docentes y padres de familia asociadas, por ejemplo, con el derecho de libertad religiosa y de modo particular, los derechos de los católicos en el ámbito educativo. Piden también a las parroquias acompañar y verificar cómo se está llevando a cabo la educación religiosa y la protección y garantía de los derechos de los padres en sus comunidades, “para que sus hijos reciban educación religiosa acorde a su fe católica”.Como medidas de acción pública concretas que pueden tomar los católicos en el ámbito escolar, los obispos de la Comisión Episcopal de Educación proponen estar “atentos para buscar con los Colegios alternativas para los casos en los cuales docentes de educación básica primaria presenten objeción de conciencia para no asumir la educación religiosa de contenido católico”; así como a exigir estar presentes, como Iglesia Católica, en los organismos que las Entidades Territoriales puedan crear para la implementación de la Política Publica Integral de Libertad Religiosa y de Cultos, tales como Consejos, Comités o Mesas de Trabajo, en los cuales debe haber una representación proporcional a la composición socio religiosa del país”.En el documento orientador el episcopado colombiano remarca la importancia de difundir ampliamente “los Estándares de Educación Religiosa adoptados por la Conferencia Episcopal de Colombia en la CXII Asamblea Plenaria de febrero de 2022 a los docentes de esta área en el nivel de básica secundaria y educación media y a los docentes de básica primaria”.Descargue el comunicado aquíDescargue las orientaciones pastorales aquí